SOSTENIBILIDAD DEL CULTIVO DE
PITAHAYA MEDIANTE EL CONTROL
BIOLÓGICO DE DASIOPS SALTANS EN EL
PERÚ

SUSTAINABILITY OF PITAHAYA CULTIVATION THROUGH

THE BIOLOGICAL CONTROL OF DASIOPS SALTANS IN

PERU

Judith Janeth Ruiz Zamora

Universidad Nacional Toribio Rodríguez De Mendoza De Amazonas
Perú
Ligia Magali García Rosero

Universidad Nacional Toribio Rodríguez De Mendoza De Amazonas
Perú
Segundo Manuel Oliva Cruz

Universidad Nacional Toribio
Rodríguez De Mendoza De Amazonas - Perú
pág. 4938
DOI:
https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i2.17266
Sostenibilidad del cultivo de pitahaya mediante el control biológico de
dasiops saltans en el Perú

M. Sc. Judith Janeth Ruiz Zamora
1
judijane38@gmail.com

https://orcid.org/0009
-0000-3945-5369
Universidad Nacional Toribio Rodríguez De

Mendoza De Amazonas

Chachapoyas
Perú
Dra. Ligia Magali García Rosero

ligia.garcia@untrm.edu.pe

https://orcid.org/0000
-0001-7508-7516
Universidad Nacional Toribio Rodríguez De

Mendoza De Amazonas

Chachapoyas
Perú
Dr.
Segundo Manuel Oliva Cruz
manuel.oliva@untrm.edu.pe

https://orcid.org/0000
-0002-9670-0970
Universidad Nacional Toribio Rodríguez De

Mendoza De Amazonas

Chachapoyas
Perú
RESUMEN

La presente investigación tiene como objetivo evaluar la sostenibilidad del cultivo de pitahaya
mediante el control biológico de Dasiops saltans en el Perú y se realizó bajo un enfoque mixto de tipo
descriptivo experimental. Para la recolección de datos se utilizó un instrumento desarrollado por la
tesista, compuesto por 47 ítems y validado por expertos mediante el método alfa de Cronbach. Se
realizó la caracterización de las unidades productivas de pitahaya en el Perú en aspectos de
sostenibilidad mediante el análisis de conglomerado por el método de Ward de los productores lo cual
permitió identificar dos tipologías de productores: 154 productores de ceja de selva y selva alta y 230
productores de la costa. Asimismo, se evaluó la Sostenibilidad de las unidades productivas de pitahaya
en el Perú, logrando una sostenibilidad positiva con un valor de 2.94, y el área de evaluación
sostenible más fortalecida fue en el aspecto económico, debido a que existe una evolución de empleos
y autosuficiencia dentro del cultivo. Finalmente se realizó la evaluación del control de D. saltans
utilizando el nemátodo entomopatógeno Heterorhabditis bacteriophora en condiciones de laboratorio,
lo cual resultó en que todas las diferentes concentraciones aplicadas de H. bacteriophora (7000, 9000
y 11000 Jls/mL) dieron como resultado diferentes tasas de mortalidad de larvas y pupas de D. saltans.
Además, el mayor efecto se registró a los 8 días, y la mayor tasa de mortalidad en larvas y pupas de D.
saltans lo causó el T-3 (11000 Jls/mL).

Palabras clave: control biológico, d. saltan, h bacteriophora, pitahaya, sostenibilidad

1
Autor Principal
Correspondencia:
judijane38@gmail.com
pág. 4939
Sustainability of pitahaya cultivation through the biological control of

dasiops saltans
in Peru
ABSTRACT

The objective of this research is to evaluate the sustainability of pitahaya cultivation through the

biological control of
Dasiops saltans in Peru and was carried out under a mixed descriptive-
experimental approach. An instrument developed by the thesis student was used to collect data,

consisting of 47 items and validated by experts using Cronbach's alpha method.
The characterization
of the pitahaya productive units in Peru was carried out in terms of sustainability through cluster

analysis using the Ward method of the producers, which allowed the identification of two types of

producers: 154 jungle and high jungle producers and 230 coastal producers. Likewise, the

Sustainability of the pitahaya productive units in Peru was evaluated, achieving positive sustainability

with a value of 2.94, and the most strengthened sustainable evaluation area was in the economic

aspect, because there is an evolution of jobs and self
-sufficiency within the crop. Finally, the
evaluation of the control of
D. saltans was carried out using the entomopathogenic nematode
Heterorhabditis bacteriophora
under laboratory conditions, which resulted in all the different applied
concentrations of
H. bacteriophora (7000, 9000 and 11000 Jls/mL) giving different results. Mortality
rates of
D. saltans larvae and pupae. Furthermore, the greatest effect was recorded at 8 days, and the
highest mortality rate in larvae and pupae of
D. saltans was caused by T-3 (11000 Jls/mL).
Keywords: biological control, d. saltans, h. bacteriophora, pitahaya, sustainability

Artículo recibido 08 febrero 2025

Aceptado para publicación: 15 marzo 2025
pág. 4940
INTRODUCCIÓN

La pitahaya (Hylocereus spp.) comúnmente conocida como “Fruta del Dragón” (Panisson et al., 2021),
es una fruta originaria de Centroamérica y la selva peruana cuya reputación se está extendiendo en
todo el mundo (Centurión et al.,2008). Su popularidad se debe a sus características fisicoquímicas,
nutricionales y sus compuestos bioactivos considerándosele como un alimento funcional (Ochoa et al.,
2012). Adicionalmente, esta fruta es ampliamente utilizada por sus excelentes características
organolépticas y por su valor comercial agregado (Santarrosa, 2013). La pitahaya se produce en
regiones subtropicales y tropicales de América Latina (Ruiz et al., 2020). En estado silvestre se puede
encontrar en países como México, Venezuela, Colombia, Brasil, Costa Rica y Ecuador (Huachi et al.,
2015). Además, se puede encontrar especies cultivadas de Pitahaya en Bolivia, Panamá, Curazao,
Uruguay, Perú y Vietnam (Montesinos et al., 2015). La pitahaya es una fruta no climatérica, lo que
significa que no presenta un aumento en su tasa de respiración después de ser cosechada (Tonetto y
Mitcham, 2016). Por ello, debe ser cosechada cuando haya alcanzado su madurez fisiológica adecuada
(Chagas et al., 2019). Por otro lado, si se recoge demasiado madura, su vida útil en postcosecha será
muy limitada (Cálix et al., 2014).

La pitahaya peruana se produce principalmente en las regiones de Amazonas, Piura, Lambayeque,
Lima, Junín y San Martín (MIDAGRI, 2020). Las zonas productoras en la región Amazonas son la
provincia de Bongará con 30 hectáreas de cultivo de Pitahaya amarilla, divididas en los distritos de
Churuja, Jazán, Chipasbamba, San Pablo de Valera y San Jerónimo y la provincia de Rodríguez de
Mendoza que cuenta con 5 hectáreas aproximadamente (INIA, 2020). La región Piura tiene unas 15
hectáreas instaladas, 3 hectáreas en Tejedores, 6 hectáreas en Milingas (San Lorenzo), 5 hectáreas en
el medio Piura y 1 hectárea en Chacalalá (Sullana) que se divide proporcionalmente en pitahaya roja y
pitahaya amarilla (INEI, 2017). En la región Lambayeque la zona productora es Olmos (Cáceres,
2022). En la región Lima las zonas productoras son Huaral y Cañete (CIENG, 2022). En la región
Junín la zona productora es Chanchamayo, y en la región San Martin las zonas productoras son las
provincias de Rioja, Tocache y Moyobamba (ADEX, 2024).

Todas estas regiones son de ecosistemas subtropicales creados a pequeña escala y propiedad de
productores individuales o colectivos a través de empresas, asociaciones y cooperativas (INIA, 2020).
pág. 4941
La información sobre indicadores de producción de pitahaya por región/área de siembra es aún
limitada, lo que imposibilita determinar la totalidad del stock de esta fruta a nivel nacional. En la
región Amazonas existe un problema fitosanitario de importancia económica que es la plaga D.
saltans en el cultivo de la pitahaya, y el SENASA ha capacitado a los productores para que
implementen métodos de control como la instalación de trampas pegantes y validación de insecticidas
para combatir el ataque de esta plaga (López y Guido, 1998). Este control permitirá aumentar la
producción y obtener mayores ingresos económicos, lo que beneficiará a los agricultores de la zona y
así satisfacer la alta demanda de la fruta por su agradable sabor y vida útil (Verona-Ruiz et al., 2020).

La agricultura convencional ha generado una fuerte presión sobre el medio ambiente, comprometiendo
los recursos y la capacidad de producir alimentos de calidad en el futuro (Leiva, 1998). La expansión
significativa de las áreas cultivadas ha estado acompañada por un aumento en el uso de insumos
externos, como fertilizantes y plaguicidas, lo que ha provocado la degradación del suelo y la pérdida
de hábitats, entre otros efectos negativos (Lucena et al., 2011). La agricultura orgánica es actualmente
vista como un pilar teórico del desarrollo sostenible, cuyo objetivo es contribuir a la preservación y
mejora del medio ambiente (Márquez et al., 2016). Su seguimiento se realiza mediante la comparación
de agroecosistemas y el progreso en el proceso de transición, con un enfoque cualitativo en el capital
natural y la diversidad biológica (Fairhurst Y Härdter, 2012). La sostenibilidad se define como la
capacidad de lograr una prosperidad económica estable, al mismo tiempo que se protegen los sistemas
naturales y se asegura una alta calidad de vida para las personas (Valarezo et al., 2020). Esto implica
la durabilidad de los sistemas de producción y su capacidad para mantenerse a lo largo del tiempo
(Conway y Barbier, 1992). En los últimos años, la creciente preocupación por el impacto ambiental,
social y cultural de algunas prácticas de la agricultura convencional ha generado la necesidad de
transitar hacia un modelo agrícola más sustentable (Gliessman, 2002).

Para ser sustentable, la agricultura debe satisfacer las necesidades tanto de las generaciones presentes
como futuras, asegurando la rentabilidad, la salud del medio ambiente y la equidad social y económica
(Martínez, 2009). A nivel mundial, ha surgido un consenso sobre la importancia de adoptar nuevas
estrategias agrícolas que garanticen una producción estable de alimentos en armonía con la
preservación del medio ambiente (Altieri, 1999). La agricultura sustentable debe cumplir
pág. 4942
simultáneamente con cuatro criterios: ser lo suficientemente productiva, económicamente viable,
ecológicamente adecuada y social y culturalmente aceptable (Sarandón, 2002).

Uno de los mayores desafíos en la discusión sobre el desarrollo sustentable, especialmente en el
ámbito agrícola, es el diseño de marcos operativos que permiten evaluar de manera concreta la
sostenibilidad de distintos proyectos, tecnologías o agroecosistemas (Masera et al., 2000). La
sostenibilidad de los sistemas agrícolas es importante porque tiene la capacidad de mantener su
productividad a pesar de las perturbaciones económicas y naturales, externas o internas (Gliessman,
2002). Además, respeta la naturaleza y se fundamenta en principios éticos, valores políticos, como la
democracia participativa, equidad social, normas morales y racionalidad ambiental para mantener la
armonía dentro de la naturaleza (Leff, 1998).

El concepto de sostenibilidad orienta a la agronomía a desarrollar propuestas agrotecnológicas
diversificadas en agricultura, ganadería, forestería, acuicultura y avicultura, fundamentándose en
principios interdisciplinarios de la economía ecológica, a menudo confundidos con la "economía
verde" (Santacruz et al., 2019). El desarrollo sostenible en la agricultura busca reducir la degradación
de la tierra mientras maximiza la producción, considerando la interrelación de actividades como el
manejo de suelos, aguas, cultivos y la conservación de la biodiversidad (Bifani, 1997). El reto de
satisfacer la seguridad alimentaria mundial de forma sostenible requiere un enfoque intensivo en
conocimientos y el uso de tecnologías avanzadas (Spiertz, 2010). Desarrollo sostenible de cultivos es
la relación del ser humano y la parte ecológica que ayuda a mejorar en el tiempo la organización,
funciones y la variedad sistemas que son parte de la vida (Rao y Rogers, 2006).

Tanto a nivel regional como en el ámbito de la finca, se ha probado evaluar la sostenibilidad mediante
el uso de indicadores, aunque no existe un conjunto de indicadores universales, se debe tener en cuenta
diversas características de cada cultivo (Sarandón y Flores, 2009). Según Collantes et al. (2019), la
sostenibilidad de los cultivos, según la tipología y los sistemas de producción, se mide mediante
indicadores económicos, ambientales y sociales, lo que requiere un enfoque multidisciplinario para
evaluar este concepto.

El control biológico puede contribuir a la sostenibilidad de los sistemas de gestión de cultivos (Begg,
et al., 2017), al reducir los insumos que actualmente se derivan de fuentes de energía fósil no
pág. 4943
renovables (Quimby, et al., 2002). En la actualidad la acción más común y rápida para minimizar los
daños causados por
D. saltans es el control químico (Kondo, et al., 2010).
Pocos estudios se han centrado en el manejo de D. saltans, la mosca del botón floral, en el cultivo de
pitahaya en Perú (Vergara y Pérez, 1988). Esta plaga, considerada la más importante para la pitahaya
amarilla, puede causar pérdidas del 40 al 80% de las flores en un ciclo de floración, ya que se alimenta
de las estructuras internas del botón floral, lo que lleva a su deterioro y caída, afectado a la
productividad del cultivo (Araujo y Medina, 2008).

El control sostenible de plagas requiere la implementación de estrategias de manejo integrado de
plagas, en las que la resistencia de la planta huésped es uno de los componentes clave (Bodupalli, et
al., 2022). Por lo que radica una importancia de evaluaciones usando alternativas de manejo integrado.

Las plagas son una de las limitantes más importantes para la producción de pitahaya en el Perú y una
de ellas es D. saltans, de color azul metálico (INIA, 2020). Las hembras ponen huevos en botones
florales y frutos en desarrollo, y el daño es causado por el desarrollo de las larvas, lo que lleva a una
caída prematura (Molina, 2000). D. saltans pasa por cinco etapas de desarrollo en diferentes medios
(Delgado, et al., 2010). Los huevos y tres estadios larvarios se desarrollan en botones florales, las
pupas en el suelo y los adultos vuelan libremente. Las hembras adultas ponen huevos en botones
florales de 1 a 3,5 cm (Imbachi, 2009). Al eclosionar, las larvas se alimentan de anteras y órganos
internos, provocando pudrición y atrofia en los botones, que se vuelven rojizos (Ambrecht et al.,
1986). Posteriormente, las larvas emergen, caen al suelo, excavan, pupan y reinician el ciclo (López y
Ramírez, 1998).

H. bacteriophora es un nemátodo entomopatógeno (EPN) asociado mutuamente con la bacteria
entérica Photorhabdus luminescens, y es un parásito de insectos utilizado para el control biológico
(Forst, et al., 1997). Dentro del insecto, se desarrollan dos generaciones: la primera es hermafrodita,
mientras que la segunda es anfimíctica, con participación de machos y hembras (Flanders et al., 1996).
Los machos juveniles presentan espículas pareadas e independientes, así como nueve pares de papilas
genitales y un órgano genital (Johnigk y Ehlers, 1999). Estos nemátodos son capaces de parasitar
varios órdenes y familias de insectos y pueden cultivarse en grandes cantidades in vivo e in vitro en
medios artificiales (Poinar, 1975). H. bacteriophora es un recolector de cruceros, lo que significa que
pág. 4944
busca o caza activamente a su presa (O'Halloran y Burnell, 2002). Por lo tanto, han desarrollado
mecanismos quimio sensoriales no solo para detectar insectos huéspedes, sino también lugares donde
es probable que estén presentes insectos huéspedes (Forst et al., 1997). Cuando entran en contacto con
un insecto huésped, los Juveniles I (JI) desenvainan la cutícula previamente retenida y entran en el
hemocoel a través de la boca, el ano o los espiráculos del insecto o penetrando en el exoesqueleto
utilizando una estructura similar a un "diente" bucal (Dix et al., 1992).

En un estudio de control bajo condiciones de laboratorio, se evaluó la efectividad de diferentes
aislamientos de nemátodos entomopatógenos sobre larvas de segundo y cuarto estadio de Spodoptera
frugiperda y los resultados mostraron que los aislamientos de la familia Heterorhabditidae fueron los
más destacados, alcanzando una mortalidad del 90 al 94,87% (Jaramillo, 2024). Se espera que, en
algún momento, H. bacteriophora cumpla el rol de controlador biológico de
D. saltans, basados en la
premisa de que contrarrestar la pérdida de hábitat y la perturbación ambiental asociada con la
producción intensiva de cultivos conservará los enemigos naturales, contribuyendo así a la supresión
de plagas (Begg, et al., 2017). El control biológico es una gran alternativa para el control de la mosca
del botón floral y surgió de la demanda en el mercado de importación de productos agrícolas que sean
seguros tanto para la salud humana como para el medio ambiente (Diaz y Rodríguez, 2019).

Es importante elegir un método de control biológico de plagas que utilice organismos y
microorganismos de nuestra fauna benéfica, con la finalidad de explorar técnicas alternativas que
aseguren resultados positivos en los cultivos. Debido al daño que ocasionan D. saltans en el botón
floral de la pitahaya, y genera una amenaza para la sostenibilidad de este cultivo en el Perú (INIA,
2020). El presente estudio busca evaluar la sostenibilidad del cultivo de Pitahaya mediante el control
biológico de Dasiops saltans en el Perú. Para ello, se caracterizó las unidades productivas de pitahaya
en el Perú en aspectos de sostenibilidad, se determinó el nivel de sostenibilidad de las unidades
productivas de pitahaya en el Perú y se evaluó el control de Dasiops saltans utilizando el nemátodo
entomopatógeno Heterorhabditis bacteriophora en condiciones de laboratorio.
pág. 4945
MATERIAL Y MÉTODOS

Ubicación de la investigación

El área de estudio fue ubicada en Perú, por lo que para la caracterización de las unidades productivas y

evaluación de sostenibilidad se realizó a nivel de seis regiones más representativas en el cultivo de

pitahaya (Hylocereus sp.). Las regiones evaluadas fueron Amazonas, La Libertad, Lambayeque, Lima,

Piura y San Martin.

Figura 1. Mapa del ámbito de estudio de la sostenibilidad del cultivo de pitahaya en el Perú

METODOLOGÍA

El estudio fue llevado a cabo utilizando un enfoque mixto que combinó la descripción y la
experimentación. Es descriptivo debido a que se obtuvo información de manera individual y/o en
conjunto sobre las variables que se investigaron en las distintas asociaciones, cooperativas y
productores que se enfocan en el cultivo de pitahaya con el fin de caracterizar y valorar la
sostenibilidad de las unidades de producción de pitahaya.

Experimental porque se realizó un
diseño experimental completamente al azar para evaluar el control
de
D. saltans utilizando el nemátodo entomopatógeno H. bacteriophora.
La investigación se ejecutó en tres etapas:
pág. 4946
Caracterización de las unidades productivas de pitahaya en el Perú en aspectos de
sostenibilidad.

Sostenibilidad de las unidades productivas de pitahaya en el Perú.
Control de Dasiops saltans utilizando el nemátodo entomopatógeno Heterorhabditis
bacteriophora en condiciones de laboratorio.

Caracterización de las unidades productivas de pitahaya en el Perú

La caracterización se realizó, a través de encuestas realizadas a productores que tienen como cultivo

principal a la pitahaya en seis regiones del Perú (Amazonas, La Libertad, Lambayeque, Lima, Piura y

San Martin), de las cuales las zonas productoras de estas regiones son las siguientes:

Tabla 1. Regiones productoras de pitahaya

Región
Provincias Zonas productoras
Amazonas

Bongará

Churuja

Jazán (Cuchulia, Señor de los Milagros)

Valera (Cocahuaico, Nuevo Horizonte,
Matiaza Rimachi)

Jazán (Suyubamba), Shipasbamba

Rodríguez de Mendoza
Omia
San Martin
Rioja Pardo Miguel- Naranjos
Piura

Piura
San Lorenzo, Sechura
Sullana
Tambogrande
Lambayeque
Lambayeque
Mochumi

Olmos

La Libertad
Virú, Trujillo, Ascope Chao, Virú, Moche, Chicama
Lima

Huaral
Huaral
Cañete
Cañete
pág. 4947
Población: La población para realizar la caracterización y evaluar la sostenibilidad de las unidades

productivas es infinita por no contar con una data actualizada sobre la cantidad de unidades

productivas del Perú. Por lo tanto, para obtener el tamaño ideal de la muestra, se aplicó la fórmula de

poblaciones infinitas con un nivel de confianza de 95%, obteniendo así un tamaño muestral de 384

unidades productivas.

A fin de calcular el tamaño adecuado de la muestra, se utilizó la fórmula siguiente:

𝑛 = 𝑍2. 𝑝. 𝑞
𝑒2

En donde:

n: tamaño muestral

Z: Nivel de confianza (95% = 1.96)

pq: Varianza (0.5 x 0.5)

e: Nivel de error (5 % = 0.05)

b. Muestreo: El muestreo se realizó mediante un muestreo aleatorio simple estratificado para
seleccionar a los productores de acuerdo con el nivel de producción de pitahaya de cada zona. La
recolección de datos se llevó a cabo mediante la utilización de la técnica de encuesta estructurada, la
cual empleó un cuestionario que constaba de 47 preguntas cerradas, las cuales estaban organizadas y
vinculadas con las 3 áreas de la sostenibilidad (ambiental, económica y social). La validación de esta
encuesta fue realizada por especialistas con el propósito de obtener datos que posibilitaron el análisis
de las características del productor y de las unidades productivas de pitahaya, así como la tipología de
dichas unidades productivas.

La confiabilidad del instrumento fue medida a partir del cálculo del coeficiente Alfa Cronbach,
obteniendo un valor de 0.788. Esto muestra un nivel de confiabilidad que es estadísticamente confiable
para ser utilizado en distintas poblaciones. Se aplicaron cuestionarios a productores independientes y a
miembros de asociaciones, tal y como se detalla en la tabla a continuación:
pág. 4948
Tabla 2. Encuestas aplicadas a productores individuales y asociados en el cultivo de pitahaya de seis
regiones del Perú

Región
Provincias Zonas
Productoras

Total de
Productore
s

Productores
Individuale
s

Productore
s Asociados

Organización
/ Empresa

Amazonas

Bongará

Churuja
27 5 22
Asociación de
Productores
La Fruta del
Dragon

Jazán
(Cuchulia,
Señor de los
Milagros)

28
4 24
Asociación de
Productores
La Fortaleza
de Cuchulia

Valera
(Cocahuaico,
Nuevo
Horizonte,
Matiaza
Rimachi)

20
5 15
Asociación de
Productores
De Pitahaya
Fruta Del
Gocta

Jazán
(Suyubamba)
,
Shipasbamba

20
2 18
Cooperativa
Agraria de
Pitahaya de
Amazonas

Rodríguez
de Mendoza
Omia 22 5 17
Asociación
Productiva
Agroecológica
De Mendoza

San Martin
Rioja
Pardo
Miguel-
Naranjos

37
8 29
Asociación de
Productores
De Pitahaya
Oro Del
Bosque Alto
Mayo
ASPPOBAN

Piura
Piura San Lorenzo,
Sechura
31 6 25
Cooperativa
de Productores
de Pitahaya de
pág. 4949
Piura

Sullana
Tambogrande 29 5 24
Cooperativa
de Productores
de Pitahaya de
Piura

Lambayequ
e

Lambayequ
e

Mochumi
15 0 15
Asociación de
Productores
Agropecuarios
Solecape
Innovador de
Mochumi

Olmos
55 0 55
Cooperativa
Agraria -
Agricultores
Terra

La Libertad

Virú,
Trujillo,
Ascope

Chao, Virú,
Moche,
Chicama

32
5 27
Asociación de
Productores de
Pitahaya La
Libertad

Lima

Huaral
Huaral 36 3 33
Asociación de
Productores de
Pitahaya de
Huaral

Cañete
Cañete 32 2 30
Asociación de
Productores de
Pitahaya Tuta
Wayta

La caracterización de las unidades productivas de pitahaya estuvo compuesta por tres dimensiones de
la sostenibilidad: social, económico y ambiental.

Los resultados fueron organizados y estructurados en una hoja de cálculo de Excel, con el fin de
mostrarlos en tablas y gráficos. Después de que la información ya organizada fue introducida en el
software SPSS v25, con el propósito de llevar a cabo el estudio de conglomerados jerárquicos (análisis
de clúster) mediante el enfoque de Ward, con el fin de identificar la cantidad de categorías de fincas
pág. 4950
existentes basadas en sus similitudes. El resultado del análisis de agrupación se representa visualmente
a través de un diagrama de árbol o dendrograma.

Sostenibilidad de las unidades productivas de pitahaya en el Perú.

Se llevó a cabo la evaluación de la sostenibilidad de las fincas de pitahaya utilizando la metodología
MESMIS (Sarandón, 2002), con el fin de medir la sostenibilidad de un sistema basado en indicadores
de cinco características, que guardan relación con los aspectos social, ambiental y económico.

La metodología MESMIS se basa en los siguientes seis pasos: a) determinación del objeto de estudio;
b) determinación de los puntos críticos del sistema; c) selección de indicadores estratégicos
relacionados con los atributos de sostenibilidad; d) medición y monitoreo de indicadores, e)
presentación e integración de los resultados; y f) conclusiones y recomendaciones para la
retroalimentación del sistema de manejo y del proceso mismo de evaluación.

Determinación del objeto de estudio

La investigación se realizó en productores de pitahaya de las regiones Amazonas, San Martin, Piura,

Lambayeque, La Libertad y Lima. Se seleccionaron productores con cultivo principal de pitahaya de

diferentes zonas representativas en producción de este cultivo, de los cuales se consideró a diferentes

tipos de productores.

Los principales determinantes para caracterizar el agroecosistema del cultivo de pitahaya son los

siguientes: Biofísicas, tecnológicas y de manejo, socioeconómicas y culturales los cuales se aprecian

en la siguiente tabla.
pág. 4951
Tabla 3. Determinantes de los sistemas de producción de pitahaya evaluados

Determinantes
Descripción
Biofísicas

Clima: Cálido, subhúmedo y clima seco; Temperatura:
Entre 18 - 25 °C; Humedad: 70 - 80 %; Precipitación:
1 200 2 500 mm/año; Altura: 00 1 900 m.s.n.m.;
Suelo: Franco y con alto contenido de materia
orgánica; Vegetación original: bosque mesófilo de
montaña y desierto; Pendientes: 0% - 50%

Tecnológicas y
de Manejo

Tipo de especie:
Pitahaya
Sistema de cultivo:
Monocultivo y policultivo
Tecnología empleada:
Manual y mecanizada
Mano de obra:
Local y foránea
Fertilización:
Fertilización química y abonos orgánicos
Manejo de insectos plaga

y enfermedades:

Manejo integral de plagas

(MIP), uso de plaguicidas, control biológico, labores
culturales

Manejo de arvenses:
Machete y herbicidas
Subsistema de cultivos:
Cultivo perenne
Socioeconómicas
y culturales

Características de los productores
y unidad de producción:

Pequeña producción familiar y producción extensiva

Objetivo de la producción:
Obtención de ingresos monetarios
Escala de producción:
< 1Ha > 5Ha
Tipo de unidad:
Familiar y empresarial
Número de productores que
constituyen la unidad de análisis:

384 productores

Características de la organización
para la producción:

Asociados a asociaciones, cooperativas, empresas y
productores individuales.

a.
pág. 4952
Determinación de puntos críticos

Para identificar los puntos críticos, se llevó a cabo un análisis detallado de los sistemas de producción
de pitahaya que estaban bajo evaluación. Para ello, se realizaron recorridos por estas áreas y se
aplicaron encuestas estructuradas a los productores cuyo cultivo principal es la pitahaya. De esta
manera se identificaron aquellos problemas que se entienden como los de mayor relevancia para la
consecución de la sostenibilidad. Seguidamente, enmarcados en los atributos de sostenibilidad
propuestos por MESMIS, se determinaron los puntos críticos del sistema de producción de pitahaya,
entendidos como aquellos que limitan el equilibrio de las dimensiones económica, social y ambiental,
y que además contribuyen a entender las fortalezas y debilidades del sistema de producción.

Selección de Indicadores

Una vez identificados los puntos críticos, se elaboró una amplia lista de criterios de diagnóstico.
Posteriormente, se seleccionaron los criterios más adecuados para abordar los problemas detectados,
teniendo en cuenta el objeto de estudio y organizándolos según las áreas de evaluación: económica,
social y ambiental. Además, estos criterios se alinearon con los siete atributos propuestos por
MESMIS: Productividad; Estabilidad, resiliencia y confiabilidad; Adaptabilidad; Equidad; y
Autogestión.

Medición y monitoreo de indicadores

Para cada uno de los indicadores seleccionados, agrupados en las tres dimensiones analizadas:
económica, social y ambiental, ha sido definido como el método para recolectar datos la encuesta, la
cual fue aplicada a los productores de pitahaya que gestionan sus unidades productivas en Perú.

Después, con el fin de evaluar las diversas facetas de la sostenibilidad, los datos se normalizaron en
una escala de 0 a 4, donde 4 representa la máxima sostenibilidad y 0 la mínima (Masera & López-
Ridaura, 2000; Sarandón et al., 2006; Astier et al., 2008; Márquez & Julca, 2015; Pinedo et al., 2021).
pág. 4953
Tabla 4. Escala de gradación de los indicadores

Rangos
Valoración cualitativa Definición
4
Ideal Sustentable
3
Alto Moderadamente Sustentable
2
Intermedio Medianamente Sustentable
1
Bajo Escasamente Sustentable
0
Muy bajo No Sustentable
Todos los indicadores se adaptaron o transformaron a esta escala para obtener indicadores más
concisos o robustos. Posteriormente, se asignó un peso a cada indicador multiplicando su valor en la
escala por un coeficiente, de acuerdo con la importancia relativa de cada variable en la sostenibilidad.

Finalmente, para que el Índice General de Sostenibilidad (IGS) se considere sostenible, su valor
mínimo debe ser igual o superior al valor medio de la escala definida en la Tabla 4, es decir, un valor
de 2 o más. Además, ninguno de los indicadores evaluados (IK, IS, IA) debe tener un valor inferior a
2. El IGS se calculó utilizando la siguiente fórmula:

𝐼𝑛𝑑𝑖𝑐𝑎𝑑𝑜𝑟 𝐺𝑒𝑛𝑒𝑟𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑆𝑜𝑠𝑡𝑒𝑛𝑖𝑏𝑖𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 (𝐼𝑆𝐺) = 𝐼𝐾 + 𝐼𝑆 + 𝐼𝐴
3

Condiciones: Para que una finca sea considerada sostenible, el Indicador General de Sostenibilidad
(ISG) debe ser superior a 2 y, asimismo, ninguno de los valores de las tres dimensiones evaluadas
puede ser menor a 2 (Sarandón et al., 2006).

b. Análisis e integración de los resultados

Los datos sobre indicadores de sostenibilidad se analizaron mediante hojas de cálculo Excel y el
software SPSS V25 (Paquete Estadístico para las Ciencias Sociales). Este proceso nos permitió
evaluar la sostenibilidad de la producción de pitahaya. Integre métricas de indicadores utilizando
gráficos AMEBA.

f. Conclusiones y recomendaciones

En este paso, se sintetizó el análisis obtenido de los indicadores de sostenibilidad y se sugirieron
medidas para fortalecer la sostenibilidad en la producción de pitahaya en el Perú.
pág. 4954
Evaluación del control de D. saltans utilizando el nemátodo entomopatógeno H. bacteriophora en
condiciones de laboratorio.

Para evaluar el control de
D. saltans utilizando el nemátodo entomopatógeno H. bacteriophora se
trabajó con un diseño experimental en bloques completamente al Azar. Como se observa en la tabla 5

se utilizó 3 tratamientos, 3 repeticiones, 2 tratamientos control, y 15 unidades experimentales con 2

larvas por tratamiento, para lo cual se siguió los pasos de la metodología utilizada por
Díaz y
Rodríguez (2019).

Tabla 5.
Detalle de la fase experimental
Detalle de la fase experimental

Repeticiones
3
Tratamientos
3
Tratamiento control (Testigos)
2
Unidades experimentales
15
Larvas por repetición
2
Larvas totales en el experimento
30
Población para el diseño experimental

Está constituida por 50 larvas de diferentes estadios de D. saltans, que fueron recolectados de las

flores infestadas de los campos de pitahaya en el distrito de Churuja, Amazonas.

Muestra para el diseño experimental

La muestra fue de 30 larvas de D. saltans, las cuales fueron seleccionadas con criterios del
investigador, es decir las larvas que se encontraban en el tercer estadio.

Tabla 6. Descripción de los tratamientos

Tratamientos
Concentración de nemátodos
Tratamiento control (C1)
0 Jls/mL(Juveniles/mililitro)
Tratamiento control (C2)
Producto químico (Chlorpyrifos)
Tratamiento 1 (T1)
7000 Jls/mL
Tratamiento 2 (T2)
9000 Jls/mL
Tratamiento 3 (T3)
11000 Jls/mL
pág. 4955
Se contó con dos tratamientos control y tres tratamientos con diferentes concentraciones de nemátodos

(Díaz y Rodríguez, 2019).

Muestreo para el diseño experimental

Fue un muestreo aleatorio simple.

Tabla 7. Croquis del área experimental

N° de Repeticiones
N° de Tratamientos
I
C1 C2 T-1 T-2 T-3
II
T-2 T-3 C2 T-1 C1
III
T-3 T-2 T-1 C1 C2
El estudio se realizó en el Laboratorio de Entomología y Fitopatología de la Universidad Nacional

Toribio Rodríguez de Mendoza de Amazonas.

c.
Técnica e instrumento para el diseño experimental
La técnica utilizada fue la observación experimental para evaluar el número de larvas y pupas de
infectadas y el instrumento utilizado fue una ficha de registro de datos.

Para la investigación se realizó los siguientes pasos que a continuación se detallan:

d. Adquisición del material biológico.

Larvas de D. saltans: Se realizó la colección de flores de pitahaya infestadas con larvas de D. saltans
y se transportó en bolsas plásticas hacia el laboratorio de Entomología y Fitopatología de la UNTRM.
Luego se realizó el conteo de las larvas del tercer estadio colocando dos larvas con alimento (flores de
pitahaya) en cada recipiente plástico con sustrato estéril de arena y humus (Díaz y Rodríguez, 2019).
Las larvas del tercer estadio (L3), estaban completamente formadas, eran mucho más grandes y
fuertes, presentaron una longitud aproximada de 12,5 mm, fueron de color blanco amarillento y
duraron en promedio 3,29 (± 0,98) días. Además, los peritremas de los espiráculos caudales estaban
completamente esclerotizados, conectando los dos espiráculos y formando una sola placa. Cuando la
larva del tercer estadio está bien desarrollada, cava un orificio en el botón floral y cae al suelo para
empupar (Delgado et al., 2010).
pág. 4956
Figura 2. Flores de pitahaya infestadas con larvas de D. saltans en el distrito de Churuja. A.
Recolección de flores infestadas con larvas de D. saltans; B. Extracción de larvas de D. saltans; C.
Selección y conteo de larvas de D. saltans del tercer estadio

Sustrato para los tratamientos: El sustrato estuvo construido por arena y humus, se aplicó en una
proporción 2:1 (arena: humus), luego se tamizó y se esterilizó 7.5 kg de arena y 3.75 kg de humus con
hipoclorito de sodio (240 ml en 5 L de agua) y se dejó actuar por 5 minutos, según indicaciones de la
etiqueta del producto (Clorox), con la finalidad de que exista interferencia de microorganismos en los
tratamientos aplicados. El sustrato se distribuyó en 15 tratamientos 750 g/recipiente (500g de
arena:250g de humus). Se utilizó recipientes plásticos de dos litros como unidad experimental y en la
tapa del recipiente se realizó orificios para permitir la ventilación, también se colocó una trampa
adhesiva amarilla que permitió la captura de adultos que alcanzaron a cumplir su ciclo de vida. Para
que el sustrato se mantenga en capacidad de campo se agregó agua destilada y se observó a diario la
humedad (Díaz y Rodríguez, 2019).

A
B
C
pág. 4957
Figura 3. Sustrato esterilizado para inoculación de los tratamientos. A. Selección y uso de sustrato de
arena y humus; B. Desinfección de sustrato de arena y humus; C. Ubicación de sustrato en los
recipientes

Adquisición de H. bacteriophora juveniles: Los nemátodos H. bacteriophora juveniles se

adquirieron del laboratorio de la Estación Experimental Agraria Vista Florida INIA. Los

nemátodos H. bacteriophora juveniles tienen la capacidad de penetrar a través de la cutícula del

insecto y se encuentran en asociados mutuamente con la bacteria entérica Photorhabdus

luminescens (Forst, et al., 1997).

Para determinar la concentración por mililitro del nemátodo entomopatógeno H. bacteriophora

extraído de la solución se contabilizó en el microscopio y posteriormente se utilizó la siguiente

fórmula para ver la concentración de cada tratamiento (Díaz y Rodríguez, 2019).

𝑋 = (𝑏 10 𝑢𝐿/𝑎) 𝑐

En el que:

a: N° de H. bacteriophora promedio en 10 uL.

b: N° de H. bacteriophora esperado por cada tratamiento (concentración).

c: 1𝑚L1000 𝑢L, factor de conversión de uL a mL

X: Volúmen sobrante en ml perteneciente a los tratamientos.

Para todas las concentraciones de H. bacteriophora contenida en 1 mL se diluyó con 9 mL de

agua destilada para formar 10 mL (1 en 9) de nuevas diluciones aplicables para cada

tratamiento. Luego, a cada concentración de H. bacteriophora contenidos en un ml se va a diluir

A
B
C
pág. 4958
en 9 mL de agua destilada para formar una nueva dilución de 10 mL (1 en 9) para ser aplicado a

cada tratamiento (Díaz y Rodríguez, 2019).

Figura 4. Adquisición y preparación de H. bacteriophora. A. Adquisición de juveniles de H.
bacteriophora; B. Preparación de las concentraciones H. bacteriophora; C. Conteo H. bacteriophora

Inoculación de H. bacteriophora: En cada recipiente plástico que contiene dos larvas de D. saltans,
se inoculó la concentración de H. bacteriophora contenida en 10 mililitros de la nueva dilución según
el tratamiento correspondiente y se distribuyó uniformemente sobre el sustrato que contiene las larvas
de D. saltans mediante el aspersor (Díaz y Rodríguez, 2019). Al tratamiento control 1 se agregó
únicamente agua destilada y al tratamiento control 2 se agregó la dosis según la etiqueta del producto
químico (500 mL/cil).

Figura 5. Preparación de las soluciones e inoculación hacia los tratamientos. A. Materiales usados
para la preparación de las soluciones de H. bacteriophora; B. Preparación de las soluciones de H.
bacteriophora; C. Inoculación hacia los tratamientos de H. bacteriophora.

Estimación de la mortalidad de larvas y pupas: se realizó acorde al ciclo de vida, registrando dos
lecturas, posterior a la infección. La primera evaluación se realizó a los 8 días después de la
infestación (ddi). Las larvas y pupas tuvieron un aspecto flácido, de color rojo ladrillo, las cuales se
separaron del sustrato de cada tratamiento y se colocó en placas Petri y se observaron en un
microscopio para garantizar el parasitismo de H. bacteriophora. A los cadáveres encontrados se les

A
B
C

A
B
C
pág. 4959
realizó un corte y se observó el parasitismo de los nemátodos entomopatógenos. Las pupas y larvas
que no presentaron ningún tipo de sintomatología se consideraron no infectadas y continuaron en los
recipientes plásticos para ser observados en la segunda evaluación (Díaz y Rodríguez, 2019).

La segunda Evaluación se realizó a los 15 ddi donde se separaron larvas y pupas con el mismo
procedimiento de la primera evaluación y se confirmaron la presencia o ausencia de parasitismo; y la
tercera Evaluación se realizó a los 22 ddi siguiendo la misma metodología de las evaluaciones
anteriores (Díaz y Rodríguez, 2019).

Tabla 8. Cartilla de evaluación de mortalidad de individuos, incluyendo larvas y pupas de D. Saltans

Cartilla de evaluación de mortalidad


Repeticiones

Repetición I
Repetición II Repetición III Total
Tratamientos
C1 C2 T-1 T-2 T-3 C1 C2 T-1 T-2 T-3 C1 C2 T-1 T-2 T-3
8
dda

Larvas
0 2 0 0 1 0 2 0 1 2 0 2 0 0 2 12
Pupas
0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 2
15
dda

Larvas
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Pupas
0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1
22
dda

Larvas
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Pupas
0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 2
TOTAL
0 2 1 1 2 0 2 0 1 2 0 2 1 1 2 17
Evaluación del porcentaje de larvas y pupas parasitadas: El % de larvas y pupas de D. saltans

que presentan mortalidad se determinó según la siguiente fórmula desarrollada por Barrera et

al. (2013):

En el cual;

% M: Porcentaje de mortalidad del tratamiento

NMF: Porcentaje de larvas y/o pupas muertas después del tratamiento

% M = NMF/ NVI100
pág. 4960
NVI: Número de larvas vivas antes de aplicar el tratamiento

Análisis de datos

Los datos fueron recopilados en tablas y formatos utilizando el programa Excel, y se empleó el
software estadístico IBM SPSS versión 27 para su análisis. Se realizó un análisis de varianza
(ANOVA) y se aplicó la prueba de comparaciones múltiples de Duncan, estableciendo un nivel de
significancia de α = 0.05, con el fin de evaluar las diferencias estadísticas entre los tratamientos en
relación al porcentaje de mortalidad de las larvas y pupas de la mosca del botón floral de la pitahaya.

RESULTADOS

En este capítulo se aborda como primera parte, los resultados de la caracterización de las unidades
productivas de pitahaya en el Perú en aspectos de sostenibilidad; posteriormente se realizó la
sostenibilidad de las unidades productivas de pitahaya en el Perú y finalmente la evaluación del
control de D. saltans utilizando el nemátodo entomopatógeno H. bacteriophora en condiciones de
laboratorio.

Caracterización de las unidades productivas de pitahaya en el Perú en aspectos de
sostenibilidad

Las características de las unidades productivas de Pitahaya en el área de estudio se dividieron en tres
aspectos (social, económico y ambiental), como se detalla a continuación:

Perfil de los productores

La Figura 1 permite identificar las modalidades más frecuentes de las variables estudiadas para la
determinación del perfil del productor de pitahaya en el Perú. El análisis de clasificación jerárquica de
los productores de pitahaya del Perú permitió identificar dos tipologías de productores: la primera
constituida por 154 productores (40.10 %) y la segunda por 230 productores (59.90 %).
pág. 4961
Figura 6. Perfil del productor de pitahaya en el Perú

Características en el aspecto social

Los agricultores y población en general dedicados al cultivo de pitahaya son social y culturalmente
heterogéneos, puesto que son productores que cultivan la pitahaya en la costa, ceja de selva y selva
alta. En la tabla 8 se evidencia que en su gran mayoría los agricultores son de sexo masculino el cual
representa el 72,66% de productores varones y el 27.34% productoras mujeres. La edad predominante
de los productores es de 31 a 50 años (56.77%) y la mayoría cuenta con un nivel de educación
secundaria (44.01%) y el 63.02% tienen como ocupación ser agricultor y en su mayoría (42.71%) 3
personas que integran su familia se dedican a las labores del cultivo de pitahaya.

En cuanto a la variable tipo de tenencia de tierra, 88,02 % de agricultores poseen un terreno propio y
un 4,95% alquilan terrenos por un periodo de 8 a 12 años para instalar pitahaya.

32,3
34,9
38,8
41,1
41,7
41,9
42,2
42,2
42,7
44
44,8
45,1
45,8
46,6
49
50,5
51,3
52,6
54,4
56,8
58,1
59,9
59,9
59,9
60,7
60,9
63
64,1
68,5
69
69,3
69,3
72,1
72,7
72,7
73,7
75,3
76
78,1
80,7
81
81,5
84,9
88
90,4
94,3
94,3
94,8
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
ÁREA DE TERRENO: > de 2 a 5 Ha
CRÉDITO FINANCIERO: Cajas
ASISTENCIA TÉCNICA: Casi siempre
CAPACITACIÓN BPA: MIPE
INTEGRACIÓN FAMILIAR: 3 Personas
UTILIDAD/HA/AÑO: > de S/10,000.00
TIPO DE SEMILLA: Semilla certificada
SERVICIOS PÚBLICOS: Escuela, posta médica
SISTEMA DE RIEGO: 100% tecnificado
INGRESOS POR OTROS CULTIVOS: > de S/1,000.00 a…
ÁREA DE PITAHAYA: De 1 a 2 ha
FRECUENCIA DE RIEGO: Permanente- riego por goteo
CLIMA Y SUELO: Condiciones moderadas
OCUPACIÓN: Agricultor
NIVEL DE TOXICIDAD DE PESTICIDAS: Ligeramente…
DIVERSIFICACIÓN DE PARCELA: 3 Productos
SEVICIOS BASICOS: Luz, agua, desague, carretera y…
DAÑO POR PLAGAS: 50% de daño
GENERACIÓN DE MANO DE OBRA: > 100…
ASISTENCIA DE SALUD: SIS
TIPO DE CONTROL DE MALEZAS: Mécanico
CONSIDERACIÓN DEL PRECIO: Inestable
TIEMPO DE VIDA PRODUCTIVA DE LA PITAHAYA: >…
ROTACIÓN DE CULTIVOS: No realizan
%
VARIABLE Y CATEGORIA
pág. 4962
Respecto al acceso a servicios básicos, el 72.14% indica que cuentan con más de tres servicios básicos
como luz, agua, desagüe, carretera y telefonía. Asimismo, dentro de la comunidad un 48.96% cuentan
con al menos 2 servicios básicos como son posta médica y escuela. También, 78.13% de los
agricultores cuentan con sistema integrado de salud y solamente el 9.11% no cuentan con ningún tipo
de seguro de salud. El tipo de viviendas que cuentan los productores son de adobe, madera y material
noble (76.04%).

El 41.67% de los agricultores recibieron asistencia técnica, puesto que es un cultivo nuevo y diferentes
instituciones tanto públicas como privadas están asesorando a los productores en el cultivo de pitahaya
por la buena aceptación en el mercado. Las capacitaciones mayormente fueron en el Manejo Integrado
de Plagas y Enfermedades lo cual corresponde al 42.19% de los agricultores encuestados. Además, el
73.70% están asociados de forma activa en cooperativas y organizaciones y el 13.02% no pertenecen a
ninguna organización.

El acceso al transporte también es un punto muy relevante dentro del cultivo para el traslado de la
producción de la pitahaya hacia el mercado. El 52.60% cuenta con acceso al 100% de cualquier
movilidad, sin embargo, el 10.68% no cuentan con acceso para la movilidad por lo que trasladan en
acémilas o con el esfuerzo del mismo productor.

Los productores en su mayoría tienen entre 1 a 2 años de experiencia en el cultivo (34,9%), puesto que
es un producto nuevo y en tendencia en el mercado. El 38.80% cuenta con créditos financieros de
cajas, un 20.57% en bancos y un 14.06% en AGROBANCO.

Tabla 9. Caracterización sociodemográfica del sistema de cultivo de pitahaya en el Perú

Variables

N° de
productores

%

Sexo

Masculino
279 72.66
Femenino
105 27.34
Edad

De 31 a 50 años
218 56.77
De 51 a 65 años
127 33.07
De 18 a 30 años
27 7.03
De 66 años a más
12 3.13
pág. 4963
Educación

Secundaria
169 44.01
Primaria
141 36.72
Superior
66 17.19
Ninguno
8 2.08
Ocupación

Agricultor
242 63.02
Técnico o Profesional
64 16.67
Comerciante
57 14.84
Ama de Casa
21 5.47
Integración
Familiar

3 persona
164 42.71
4 personas a más
89 23.18
2 persona
83 21.61
1 persona
48 12.50
Tenencia de
Tierra

Propio
338 88.02
Propio y alquilado
26 6.77
Alquilado
19 4.95
Otros
1 0.26
Área de
Terreno

> de 2 a 5 has
124 32.29
De 1 a 2 has
114 29.69
< 1 ha
88 22.92
>de 5 has
58 15.10
Servicios
Básicos

Más de tres servicios (luz, agua, desagüe,
carretera, telefonía)

277
72.14
Tres servicios (luz, agua, desagüe)
56 14.58
Dos servicios (luz, agua)
36 9.38
Un servicio (luz o agua)
15 3.91
Servicios
Públicos

Dos servicios (Escuela, Posta médica)
188 48.96
Más de tres servicios (Escuela, Posta
73 19.01
pág. 4964
médica, colegio, internet)

Un servicio (Posta médica)
63 16.41
Tres servicios (Escuela, Posta médica,
colegio)

60
15.63
Sistema de
Salud

SIS (Sistema Integral de Salud)
300 78.13
Ninguno
35 9.11
ESSALUD
31 8.07
Privado
18 4.69
Acceso a
Transporte

100% acceso a toda movilidad
202 52.60
50% acceso a toda movilidad
87 22.66
25% acceso a toda movilidad
54 14.06
0% acceso a toda movilidad
41 10.68
Asistencia
Técnica

Casi siempre
160 41.67
A veces
144 37.50
Siempre
51 13.28
Nunca
29 7.55
Capacitación
en BPA

Si, en MIPE
162 42.19
Si, en Fertilización, MIPE y cosecha
121 31.51
Si, en fertilización
72 18.75
No, no he recibido
29 7.55
Asociatividad

Asociado y activo
283 73.70
No está asociado
50 13.02
Asociado y dirigente
31 8.07
Asociado y no activo
20 5.21
Tipo de
Vivienda

Combinado
292 76.04
Adobe
43 11.20
Madera
25 6.51
pág. 4965
Material Noble
24 6.25
Experiencia en
el Cultivo

De 1 a 2 años
134 34.90
> de 2 a 5 años
129 33.59
> de 5 años
75 19.53
< 1 año
46 11.98
Crédito
Financiero

Cajas
149 38.80
Ninguno
102 26.56
Bancos
79 20.57
AGROBANCO
54 14.06
Características en el aspecto Económica

Se evidencia en la Tabla 10 que el área total de las unidades productivas del cultivo de pitahaya varía
desde 0.25 hasta más de 5 ha, pero en su mayoría de productores cuentan de 1 a 2 (58.07%). El 3.39%
cuentan con más de 5ha puesto ya que es un cultivo que recién se está expandiendo a nivel de área en
el Perú. El cultivo viene siendo atacado por plagas lo cual el 72.66% mencionan que les ocasiona
daños hasta en un 50%.

El cultivo de pitahaya es un cultivo perenne por lo que el 90.36% de los productores manifiestan que
tienen un tiempo prolongado de vida y producción de hasta mayor a 10 años. Esto depende de las
condiciones de suelo, clima, variedad y manejo técnico, asimismo los productores también
diversifican sus productos con al menos 3 productos de importancia económica dentro de una misma
parcela (69.27%).

El 59.90% de agricultores vendió el kilogramo de pitahaya entre 10 y 12 soles, según la variedad, la
pitahaya roja está tomando una gran aceptación en el mercado regional, nacional y un potencial de
aceptación en nuevos mercados internacionales por sus diversos beneficios para la salud. Sin embargo,
el 40.10% mencionan que vendieron entre 7 y 9 soles el kilogramo, este precio es en su mayoría por la
pitahaya amarilla puesto que es variable depende de las campañas de producción. Por lo tanto, el
84.90% de los productores consideran que el precio de la pitahaya es inestable, debido a que el
pág. 4966
69.27% de los productores tienen 2 campañas de producción bien definidas entre los meses de
diciembre- febrero y agosto- setiembre. En la selva va de diciembre-enero y agosto-setiembre y en la
costa se produce todo el año. Por ello, el 14.58% de productores que realizan cosechas todo el año son
en bajos volúmenes tanto en la variedad roja y amarilla. Esto depende básicamente del buen manejo
agronómico del cultivo.

El cultivo de pitahaya se desarrolla de forma óptima en suelos francos con abundante materia orgánica
por lo que el 60.68% de los productores cuentan con condiciones moderadas de clima y suelos. Sin
embargo, los suelos en la costa son arenosos por lo que se realiza el mejoramiento con materia
orgánica.

La mano de obra en la producción de pitahaya proviene mayormente de las familias de los
productores, complementándose con la contratación de trabajadores particulares, lo que genera
empleo. A pesar de esto, el 64.06% de los productores considera que la disponibilidad de mano de
obra para la agricultura en general es limitada. El cultivo de pitahaya, en particular, requiere una gran
cantidad de jornales para su manejo, y el 75.26% de los productores afirman que utilizan más de 100
jornales por hectárea al año. Como resultado, el precio del diario suele superar los 50 soles, según lo
indica el 94.79 % de productores.

En cuanto al rendimiento, el 41.93% de los encuestados afirma que su cultivo de pitahaya produce más
de 15 toneladas por hectárea al año, mientras que el 36.72% señala que su producción oscila entre 5 y
10 toneladas. Un 19.01% de los productores indica que su rendimiento se encuentra entre 10 y 15
toneladas por hectárea, y solo el 2.43% menciona una cosecha inferior a 5 toneladas por hectárea
anual. La rentabilidad del cultivo es percibida como atractiva, ya que el 44.79% de los productores
asegura obtener utilidades superiores a los 10,000 soles por hectárea al año. Además, el 54.43% de los
productores complementa sus ingresos con otros cultivos, generando hasta 2000.00 soles.

La pitahaya se comercializa mayormente como fruta fresca en jabas cosechadoras, representando el
94.27% de los productores. El mercado de mayor potencial es el local y nacional, a cubrir al 80.73%
de los encuestados, mientras que el 19.27% vende su producto directamente en la chacra o lugar de
producción. Según el 81,51% de los productores, la rentabilidad del cultivo se incrementa
pág. 4967
notablemente a partir de los 4 o 5 años, momento en el que logran recuperar entre el 50% y el 75% de
su inversión inicial, la cual oscila entre 30.000 y 50.000 soles.

Tabla 10. Caracterización económica del sistema de cultivo de pitahaya en el Perú

Variables
N° de
productores
%
Área de Pitahaya

De 1 a 2 has
223.00 58.07
<de 1 ha
103.00 26.82
> de 2 a 5 has
45.00 11.72
> de 5 has
13.00 3.39
Daño por Plagas

50% de daño
279.00 72.66
25% de daño
89.00 23.18
100% de daño
16.00 4.17
Tiempo de Vida
Productiva

Tiempo largo (>10 años)
347.00 90.36
Medio (5-7 años)
37.00 9.64
Diversificación de
Parcela

3 productos
266.00 69.27
2 productos
94.00 24.48
De 4 a 5 productos
24.00 6.25
Precio/ Kg
De S/ 10.00 a S/ 20.00 230.00 59.90
< S/ 10.00
154.00 40.10
N° de
Campañas/Año

2 campañas
266.00
3 campañas
62.00
Todo el año
56.00
Estabilidad del
Precio

Inestable
326.00 84.90
Estable
58.00 15.10
Condiciones de
Clima y Suelo

Condiciones moderadas de clima
y suelo
233.00 60.68
Buenas condiciones de clima y
suelo
137.00 35.68
No sabe
14.00 3.65
Mano de Obra

Poca
246.00 64.06
Escasa
120.00 31.25
Regular
18.00 4.69
N° de
Jornales/Ha/Año

Alto (>100 jornales/ha/año)
289.00 75.26
Intermedio (50-100
Jornales/ha/año)
62.00 16.15
pág. 4968
Bajo (< 50 jornales/ha/año)
33.00 8.59
Costo de Mano de
Obra

> S/ 50.00/día
364.00 94.79
S/ 45.00/día
20.00 5.21
Rendimiento

> de 15 TM
161.00 41.93
De 5 a 10 TM
141.00 36.72
> de 10 hasta 15 TM
73.00 19.01
< 5 TM
9.00 2.34
Utilidad

> de S/ 10000.00
172.00 44.79
> de S/ 5000.00 a 10000.00
124.00 32.29
De S/ 1000.00 a 5000.00
50.00 13.02
< S/ 1000.00
38.00 9.90
Ingresos por Otros
Cultivos

> de S/ 1000.00 a 2000.00
209.00 54.43
De S/ 500.00 a 1000.00
94.00 24.48
> S/ 2000.00
81.00 21.09
Tipo de Venta
1 producto (fresco) 362.00 94.27
2 productos (procesado, fresco)
22.00 5.73
Comercialización
2 mercados (nacional y local) 310.00 80.73
0 mercado (chacra)
74.00 19.27
Rentabilidad Vs
Inversión

> 50% a 75% inversión
313.00 81.51
> 75% inversión
71.00 18.49
Características en el aspecto Ambiental

En el ámbito ambiental, como se muestra en la Tabla 11, el 94.27% de los productores de pitahaya no
practican la rotación de cultivos en sus unidades productivas. En cuanto al origen de la semilla, el
45.83% de los productores utilizan semilla certificada, especialmente en la costa, mientras que el
36.98% emplea semilla tratada de sus propias fincas. Un 10.94% usa semilla de viveros no
certificados, y solo el 6.25% recurre a semilla de sus propias parcelas sin aplicar tratamiento alguno.

En el cultivo de pitahaya, el riego se emplea principalmente en la costa, donde el 51.30% de los
productores utilizan riego tecnificado. Por lo contrario, el 40.10% no lo usa, ya que están ubicados en
la selva, donde las lluvias son frecuentes. No obstante, entre los productores que sí riegan, el 41.15%
señala que solo disponen de agua en ciertos momentos, lo que impacta negativamente en la
producción. A pesar de ello, el 59.90% de los productores utilizan riego por goteo permanentemente.
pág. 4969
En la producción de pitahaya, el 45.05% de los productores utilizan abonos, fertilizantes y plaguicidas,
tanto de origen externo como interno. Además, el 60,94% incorpora materia orgánica al suelo al
menos dos veces al año para mejorar sus características físicas. Por otro lado, el 42.19% de los
productores realizó un análisis de suelos hace más de tres años, mientras que el 38.54% no ha llevado
a cabo ningún análisis.

El cultivo de pitahaya, al igual que otros cultivos, enfrenta factores que afectan la producción, como el
ataque de plagas. Por esta razón, los productores están evaluando y aplicando diferentes tipos de
control para mejorar su productividad. En este contexto, el 46.61% emplea controles etológicos,
biológicos, culturales y químicos. Sin embargo, un 9,11% no utiliza ningún tipo de control, lo que
provoca pérdidas económicas en el cultivo.

Según los productores, el 59.90% realiza la labranza del suelo solo una vez, al momento de la
instalación del cultivo, y posteriormente aplica labranza cero para su mantenimiento. Además, para el
control de plagas, el 68.49% de los productores utilizan productos químicos ligeramente tóxicos.

En cuanto al tipo de soporte en el cultivo de pitahaya, el 50.52% utiliza postes vivos o de madera,
mientras que el 5.47% no emplea tutores, ya que algunas variedades de pitahaya no son rastreras. Para
el control de malezas, el 80.99% de los productores opta por el control mecánico.

El objetivo principal de este estudio se centra en el daño y control de la mosca del botón floral en el
cultivo de pitahaya. El 69.01% de los productores reporta que esta plaga causa un daño del 50% al
cultivo, lo que preocupa a los agricultores, ya que afecta significativamente su productividad y supera
el umbral de daño económico. Además, se ha observado que esta plaga está desarrollando resistencia a
algunos productos químicos utilizados actualmente, por lo que el estudio se enfoca en explorar el
control biológico como una solución más eficaz para esta plaga.
pág. 4970
Tabla 11. Caracterización ambiental del sistema de cultivo de pitahaya en el Perú

Variables
N° de
productores
%
Rotación de
Cultivos

No hace rotación
362 94.27
1 vez al año
22 5.73
Tipo de
Semilla

Semilla certificada
176 45.83
Semilla tratada de su propia finca
142 36.98
Semilla de vivero sin certificación
42 10.94
Semilla sin tratar de su propia finca
24 6.25
Tipo de Riego

Si: 100% tecnificado
197 51.30
No utilizo riego
154 40.10
Si: 50% tecnificado
33 8.59
Disponibilidad
de Agua

Disponible en ciertos tiempos
158 41.15
No utiliza
154 40.10
Siempre disponible
72 18.75
Frecuencia de
Riego

Permanente
230 59.90
No utiliza riega
154 40.10
Insumos

3 insumos (abonos orgánicos,
plaguicidas y fertilizantes)
173 45.05
2 insumos (abonos orgánicos y
plaguicidas)
129 33.59
1 insumo (abonos orgánicos)
72 18.75
Ninguno
10 2.60
Aplicación de
Materia
Orgánica

2 veces al año
234 60.94
1 vez al año
72 18.75
De 3 a más veces al año
68 17.71
No aplico
10 2.60
Análisis de
Suelo

Si: hace más de 3 años
162 42.19
Nunca realice
148 38.54
Si: hace más de 4 años
46 11.98
Si: hace más de 5 años
28 7.29
Control de
Plagas

> a 3 (etológico, biológico, cultural y
químico)
179 46.61
2 (cultural y químico)
116 30.21
3 (etológico, cultural y químico)
54 14.06
Ninguno
35 9.11
pág. 4971
Labranza
una vez por año 230 59.90
Labranza cero
154 40.10
Toxicidad de
Plaguicidas

Ligeramente tóxico
263 68.49
Moderadamente tóxico
75 19.53
No es tóxico
35 9.11
Altamente y extremadamente tóxico
11 2.86
Sistema de
Soporte

Postes vivos y/o madera
194 50.52
Postes de concreto
140 36.46
Postes vivos, madera y de concreto
29 7.55
No usa soporte
21 5.47
Control de
Malezas

Mecánico
311 80.99
Mecánico y químico
37 9.64
Químico
28 7.29
Uso de coberturas
8 2.08
% de Daño de
D. Saltans

50% de daño
265 69.01
25% de daño
54 14.06
100% de daño
41 10.68
0% de daño
24 6.25
El agrupamiento de las Unidades Productivas (UP) de pitahaya es clave, ya que permite implementar
acciones específicas para cada grupo, en lugar de hacerlo de manera individual. Esto se debe a que los
grupos se forman en función de la similitud entre sus componentes, lo que indica que las Unidades
Productivas agrupadas presentan diferencias significativas solo en comparación con otros grupos. A
través de un análisis de conglomerados, utilizando el método de Ward y la distancia euclidiana
cuadrada, se identificaron dos grupos (Figura 7): el primer grupo (I) está compuesto por 154 Unidades
Productivas, mientras que el segundo grupo (II) incluye 230 Unidades Productivas.
pág. 4972
Figura 7. Gráfico de dispersión agrupada de las puntaciones de los factores según Clúster.

En el gráfico de dispersión (figura 7), se observa que las familias del conglomerado 1 presentan una
menor dispersión en comparación con las del conglomerado 2. La mayoría de las familias se ubican
cerca del promedio en ambos conglomerados, lo que resalta una clara diferenciación entre las
Unidades Productivas ubicadas en la ceja de selva (conglomerado 1) y aquellas situadas en la costa
(conglomerado 2).

Figura 8. Agrupamiento de Unidades productivas de pitahaya en el Perú, con el Método de Ward y
una distancia Euclidiana Cuadrada

GRUPO I:
40.10 %,

Productores
de selva y
ceja de
selva

GRUPO II:
59.90 %,

Productore
s de costa
pág. 4973
Tabla 12. Grupos de Unidades Productivas de pitahaya en el Perú

Grup
o

N° Unidad
Productiva

Tipo de Unidad Productiva
Dimensión
I

154 Unidades
Productivas
(40.10 %)

Los productores de pitahaya son principalmente hombres adultos, con 2 a 5
años de experiencia, agricultores con educación secundaria, con participación
familiar, acceden a servicios básicos, asociaciones y capacitación, con
financiamiento propio.

Social

La producción de pitahaya se desarrolla en áreas de 1-2 ha, con rendimientos
anuales de 5-10 toneladas/ha. La actividad es diversificada y, a pesar de las
pérdidas por plagas (50%) y la inestabilidad de los precios (<10 soles/kg), las
utilidades anuales fluctúan entre 5,000 y 10,000 soles/ha. Aunque los costos de
producción son elevados, los productores logran recuperar entre el 50% y el
75% de la inversión en un plazo de cinco años, comercializando en fruta fresca,
a nivel local y nacional.

Económico

Debido a la perennidad de la pitahaya, no se practica rotación de cultivos. Los
productores utilizan semillas propias, no utilizan riego, aplican compost y
plaguicidas de baja toxicidad, controlan malezas mecánicamente y no realizan
análisis de suelos.

Ambiental

II

230 Unidades
Productivas
(59.90 %)

Los productores de pitahaya son predominantemente hombres adultos, con
niveles educativos que incluyen secundaria y formación profesional. Con 1-2
años de experiencia, poseen unidades productivas propias, acceso a servicios
básicos, y han recibido capacitación en prácticas agrícolas. Además, forman
parte de asociaciones y cooperativas, y recurren a financiamiento mediante
créditos ofrecidos por entidades financieras locales.

Social

La producción de pitahaya se desarrolla en áreas de 1-2 ha, con rendimientos
anuales mayor a 15 TM/Ha. La actividad es diversificada y, a pesar de las
pérdidas por plagas (50%) y la inestabilidad de los precios (10-20 soles/kg), las
utilidades anuales son mayor a 10,000 soles/ha. Aunque los costos de
producción son elevados, los productores logran recuperar el 75% de la
inversión en un plazo de cinco años, comercializando en fruta fresca, a nivel
nacional e internacional.

Económico
pág. 4974
Debido a la perennidad de la pitahaya, no se practica rotación de cultivos. Los
productores utilizan semillas certificada, riego por goteo, usan tutores de
madera y postes vivos, aplican compost, fertilizantes, y controles etológicos y
químicos, controlan las malezas mecánicamente y realizan análisis de suelos.

Ambiental

Tabla 13. Análisis de varianza para las medias de las variables según clústeres (ANOVA)

Tabla de ANOVAa,b,c

Variables
Parámetros
Suma de
cuadrados

gl

Media
cuadrática

F
Sig.
Ocupación

Entre
grupos

(Combinado)
29,474 1 29,474 21,775 ,000
Dentro de grupos
517,065 382 1,354
Total
546,539 383
Integración Familiar

Entre
grupos

(Combinado)
14,917 1 14,917 17,374 ,000
Dentro de grupos
327,989 382 ,859
Total
342,906 383
Área de Terreno

Entre
grupos

(Combinado)
16,525 1 16,525 17,186 ,000
Dentro de grupos
367,308 382 ,962
Total
383,833 383
Servicios Básicos

Entre
grupos

(Combinado)
116,404 1 116,404 316,136 ,000
Dentro de grupos
140,656 382 ,368
Total
257,060 383
Servicios Públicos

Entre
grupos

(Combinado)
3,771 1 3,771 4,024 ,046
Dentro de grupos
357,976 382 ,937
pág. 4975
Total
361,747 383
Asistencia de Salud

Entre
grupos

(Combinado)
3,448 1 3,448 9,987 ,002
Dentro de grupos
131,885 382 ,345
Total
135,333 383
Acceso al Transporte

Entre
grupos

(Combinado)
144,548 1 144,548 209,070 ,000
Dentro de grupos
264,108 382 ,691
Total
408,656 383
Asistencia Técnica

Entre
grupos

(Combinado)
42,271 1 42,271 77,132 ,000
Dentro de grupos
209,351 382 ,548
Total
251,622 383
Capacitación en
Buenas Prácticas
Agrícolas

Entre
grupos

(Combinado)
18,573 1 18,573 24,447 ,000
Dentro de grupos
290,216 382 ,760
Total
308,789 383
Asociado

Entre
grupos

(Combinado)
5,714 1 5,714 4,871 ,028
Dentro de grupos
448,119 382 1,173
Total
453,833 383
Tiempo que se
Dedica al Cultivo

Entre
grupos

(Combinado)
25,562 1 25,562 31,697 ,000
Dentro de grupos
308,061 382 ,806
Total
333,622 383
Crédito Financiero

Entre
grupos

(Combinado)
69,755 1 69,755 68,711 ,000
pág. 4976
Dentro de grupos
387,804 382 1,015
Total
457,560 383
Diversificación de
Parcela

Entre
grupos

(Combinado)
4,814 1 4,814 18,313 ,000
Dentro de grupos
100,425 382 ,263
Total
105,240 383
Campañas de
Cosecha/Año

Entre
grupos

(Combinado)
5,143 1 5,143 9,726 ,002
Dentro de grupos
202,013 382 ,529
Total
207,156 383
Precio de la Pitahaya

Entre
grupos

(Combinado)
1,906 1 1,906 15,385 ,000
Dentro de grupos
47,333 382 ,124
Total
49,240 383
Clima y Suelo

Entre
grupos

(Combinado)
30,783 1 30,783 89,576 ,000
Dentro de grupos
131,277 382 ,344
Total
162,060 383
Costo de la Mano de
Obra

Entre
grupos

(Combinado)
1,556 1 1,556 34,150 ,000
Dentro de grupos
17,403 382 ,046
Total
18,958 383
Rendimiento de
Pitahaya

Entre
grupos

(Combinado)
194,092 1 194,092 515,252 ,000
Dentro de grupos
143,897 382 ,377
Total
337,990 383
pág. 4977
Utilidad de la
Pitahaya/Ha/Año

Entre
grupos

(Combinado)
5,463 1 5,463 5,749 ,017
Dentro de grupos
363,027 382 ,950
Total
368,490 383
Diversifica sus
Ventas

Entre
grupos

(Combinado)
1,470 1 1,470 6,893 ,009
Dentro de grupos
81,488 382 ,213
Total
82,958 383
Comercialización de
la Pitahaya

Entre
grupos

(Combinado)
6,585 1 6,585 10,825 ,001
Dentro de grupos
232,373 382 ,608
Total
238,958 383
Rentabilidad Vs
Inversión

Entre
grupos

(Combinado)
2,596 1 2,596 17,939 ,000
Dentro de grupos
55,277 382 ,145
Total
57,872 383
Tipo de Semilla

Entre
grupos

(Combinado)
64,731 1 64,731 84,907 ,000
Dentro de grupos
291,227 382 ,762
Total
355,958 383
Sistema de Riego

Entre
grupos

(Combinado)
752,649 1 752,649 10,171,932 ,000
Dentro de grupos
28,265 382 ,074
Total
780,914 383
Disponibilidad de
Agua de Riego

Entre
grupos

(Combinado)
493,497 1 493,497 3,811,418 ,000
Dentro de grupos
49,461 382 ,129
pág. 4978
Total
542,958 383
Insumos Externos
y/o Internos

Entre
grupos

(Combinado)
63,420 1 63,420 118,471 ,000
Dentro de grupos
204,494 382 ,535
Total
267,914 383
Incorporación de
Materia Orgánica

Entre
grupos

(Combinado)
10,003 1 10,003 22,677 ,000
Dentro de grupos
168,497 382 ,441
Total
178,500 383
Análisis de Suelos

Entre
grupos

(Combinado)
52,445 1 52,445 80,767 ,000
Dentro de grupos
248,045 382 ,649
Total
300,490 383
Tipo de Control de
Plagas

Entre
grupos

(Combinado)
186,596 1 186,596 287,098 ,000
Dentro de grupos
248,277 382 ,650
Total
434,872 383
Tipo de Sistema De
Soporte (Tutores)

Entre
grupos

(Combinado)
24,606 1 24,606 56,138 ,000
Dentro de grupos
167,433 382 ,438
Total
192,039 383
El análisis de varianza para la comparación de medias, en todos los capitales demuestra con una
a. No hay varianza dentro de los grupos - no se pueden calcular las estadísticas para
21. ¿Cuál es el precio de venta por Kg de pitahaya? * Ward Method.
b. No hay varianza dentro de los grupos - no se pueden calcular las estadísticas para
38. ¿Con que frecuencia riega el cultivo de pitahaya? * Ward Method.
c. No hay varianza dentro de los grupos - no se pueden calcular las estadísticas para
43. ¿Con que frecuencia realiza la labranza del suelo para el manejo tecnificado del
cultivo de pitahaya? * Ward Method.
pág. 4979
significancia inferior a 0.05, la existencia de diferencias significativas entre los clústeres,
quedando demostrado que dentro de cada clúster las familias productoras de pitahaya tienen
características definidas que los hace similares y a su vez los hace distintos en comparación a
familias productoras que se ubican en el clúster 2.

Sostenibilidad de las unidades productivas de pitahaya en el Perú.

Tabla 14. Criterios de diagnóstico e indicadores sociales de sostenibilidad para la evaluación del
cultivo de pitahaya

Atributo
Criterio de
Diagnóstico
Indicadores Valoración Factor de
Ponderación

Equidad
Distribución de
costos y beneficios

Edad
2
2
Nivel de educación 3
Ocupación
1
Estabilidad;
resiliencia;
confiabilidad

Calidad de vida

Servicios básicos
4
3.2

Servicios públicos
2
Asistencia de salud
2
Acceso al transporte
4
Tipo de vivienda
4
Adaptabilidad

Fortalecimiento del
proceso de
aprendizaje

Capacitación en
Buenas Prácticas
Agrícolas

3

2.5

Tiempo de
dedicación al cultivo
2
Capacidad de
cambio e
innovación

Asistencia técnica
3 3
Autodependencia
(autogestión)

Participación
Integración familiar 3 3
Control
Tenencia de Tierra 3 3
Área de terreno
3
Organización
Nivel de
organización
4 4
pág. 4980
Figura 9. Representación radial de los indicadores de sostenibilidad social de las unidades productoras
de Pitahaya en el Perú

En relación con el indicador de sostenibilidad social (ver figura 9), observamos que el subindicador de
organización alcanza un valor óptimo. En contraste, el subindicador de distribución de costos y
beneficios presenta un valor mínimo de 2, lo cual requiere refuerzo. Para mejorar esta situación, será
necesario fomentar la incorporación de personal joven, asegurar que haya ocupaciones dedicadas
exclusivamente a la agricultura y capacitar al personal en el manejo del cultivo. Esto permitirá una
gestión más eficaz de los costos de producción y de las utilidades del cultivo.

Tabla 15. Criterios de diagnóstico e indicadores económicos de sostenibilidad para la evaluación del
cultivo de pitahaya

Atributo
Criterio de
Diagnóstico
Indicador Valoración Factor de
Ponderación

Productividad
Eficiencia
(rentabilidad)

Área del cultivo de
pitahaya
2
2.75

Precio de venta de
pitahaya/kg
2
N° de campañas/año
2
Rendimiento de
pitahaya/ha/año
4
Utilidad/ha/año
4
Ingresos por otros
cultivos
3
Tipo de venta del
producto
1
0
1
2
3
4
Distribución de…
Calidad de vida
Fortalecimiento del…
Capacidad de…Participación
Control
Organización
I n d i c a d o r s o c i a l
Valor promedio Valor óptimo
pág. 4981
Tiempo de vida
productiva de la
pitahaya

4

Estabilidad;
resiliencia;
confiabilidad

Diversidad

Diversificación de
parcela
2
2.5

Tipo de
comercialización
3
Distribución de
riesgos

Acceso a crédito
financiero
3 3
Fragilidad del
sistema

% de daño por
plagas y
enfermedades

3

2.5

Consideración del
precio
2
Equidad

Adoptabilidad de
tecnologías

% de Rentabilidad
vs Inversión
3 3
Evolución de
empleos

Disponibilidad de
mano de obra
4
4

N° de
jornales/ha/año
4
Autodependencia
Autosuficiencia Precio de mano de
obra/día
4 4
Figura 10. Representación radial de los indicadores de sostenibilidad económico de las unidades
productoras de Pitahaya en el Perú

0
1
2
3
4
Eficiencia
(rentabilidad)
Diversidad
Distribución de
riesgos
Fragilidad del
sistema
Adoptabilidad de
tecnologías
Evolución de
empleos
Autosuficiencia
I n d i c a d o r e c o n ó m i c o
Valor promedio Valor óptimo
pág. 4982
En cuanto al subindicador de sostenibilidad económica (ver tabla 14 y figura 10), observamos que la
evolución de empleos y la autosuficiencia se aproximan al valor óptimo. Sin embargo, el subindicador
de fragilidad del sistema presenta un valor relativamente bajo de 2.5 en comparación con los demás
indicadores, debido a problemas como la presencia de plagas y la inestabilidad de los precios. Para
mejorar esta situación, es crucial fortalecer el control de plagas con el fin de mejorar la calidad y los
rendimientos del cultivo.

Tabla 16. Criterios de diagnóstico e indicadores ambientales de sostenibilidad para la evaluación del
cultivo de pitahaya

Atributo
Criterio de
Diagnóstico
Indicador Valoración Factor de
Ponderación

Productividad
Eficiencia
Condiciones clima y suelo
3
2.83

Análisis de suelos
2
Tipo de uso de semilla
4
Sistema de soportes
3
Métodos de control de
plagas
4
Tipo de control de malezas
1
Estabilidad;
resiliencia;
confiabilidad

Diversidad
Rotación de cultivos 1 1
Conservación de
recursos

Incorporación de materia
orgánica
3
3

Nivel de toxicidad de
pesticidas
2
Tipo de sistema de riego
4
Disponibilidad de agua
para riego
3
Frecuencia de riego
4
Labranza del suelo
2
Fragilidad del
Sistema

% de daño de la mosca del
botón floral
3 3
Autogestión
Autosuficiencia Uso de insumos internos
y/o externos
4 4
pág. 4983
Figura 11. Representación radial de los indicadores de sostenibilidad ambiental de las unidades
productoras de Pitahaya en el Perú.

En relación con el indicador de sostenibilidad ambiental (ver tabla 15 y figura 11), el subindicador de
autosuficiencia se acerca al valor óptimo. En contraste, el subindicador de diversidad presenta un valor
de 1, lo que indica una falta de sostenibilidad. Esto se debe a la falta de rotación de cultivos puesto que
solo es monocultivo, en la región costera. Se recomienda fomentar el uso de abonos orgánicos, como
compost, y biocidas para mejorar la sostenibilidad ambiental, además de realizar una rotación de
cultivos.

Tabla 17. Sostenibilidad de las dimensiones social, económico y ambiental de las unidades
productivas de pitahaya

Indicador
Cultivo de Pitahaya
Indicador social (IS)
2.96
Indicador económico (IK)
3.11
Indicador ambiental (IA)
2.77
Índice general de sostenibilidad (IGS)
2.94
Según la Tabla 17, con relación a la sostenibilidad general de las Unidades productivas de pitahaya en
el Perú son sustentables, debido a que los tres indicadores (económico, social y ambiental) obtuvieron
valores mayores a 2, con un índice de sostenibilidad general (ISG) de 2.94.

0,00
1,00
2,00
3,00
4,00
Eficiencia
Diversidad
Conservación de
recursos
Fragilidad del Sistema
Autosuficiencia
I n d i c a d o r a m b i e n t a l
Valor promedio Valor óptimo
pág. 4984
Figura 12. Representación radial de las dimensiones social, económico y ambiental de las unidades
productoras de Pitahaya en el Perú.

Las condiciones de sostenibilidad emergen en el marco de una integración multidimensional, donde se
han identificado los siguientes beneficios sostenibles en el sistema productivo de la pitahaya: en el
ámbito social, destaca la fortaleza en la organización de los productores, lo que contribuye a mejorar
los niveles de producción y las capacidades de negociación en el cultivo. En el aspecto económico, se
observa como ventaja la generación de empleo y la autosuficiencia, lo que resulta en mayores ingresos
para las familias productoras de pitahaya. A nivel económico y ambiental, esta autosuficiencia dentro
del cultivo también se presenta como una fortaleza clave.

Evaluación del control de D. saltans utilizando el nemátodo entomopatógeno H.
bacteriophora en condiciones de laboratorio.

La mortalidad de larvas y pupas de la mosca del botón floral de la pitahaya (D. saltans) se observó en
distintas concentraciones de nematodos entomopatógenos H. bacteriophora, específicamente a niveles
de 7000, 9000 y 11000 Jls/mL. Esto demuestra la efectividad del nematodo para causar mortalidad en
larvas de tercer estadio de esta especie. Además, se utilizó un producto químico como control para la
comparación. Asimismo, se realizó la aplicación de producto químico como tratamiento control 2.

Se observó la mortalidad de larvas y pupas de la mosca del botón floral de la pitahaya (D. saltans) en
distintas concentraciones de nematodos entomopatógenos H. bacteriophora, específicamente a niveles
de 7000, 9000 y 11000 Jls/mL. Esto demuestra la efectividad del nematodo para causar mortalidad en
larvas de tercer estadio de esta especie. Además, se utilizó un producto químico como tratamiento
control 2 para realizar la comparación.

0,00
2,00
4,00
Indicador social (IS)
Indicador
económico (IK)
Indicador
ambiental (IA)
Í n d i c e g e n e r a l d e s o s t e n i b i l i d a d
Valor promedio Valor óptimo
pág. 4985
Tabla 18. Número total de individuos muertos por tratamiento y días de evaluación

N° de Evaluaciones
C1 C2 T-1 T-2 T-3
8 dda

Larvas
0 6 0 1 5
Pupas
0 0 0 1 1
15 dda

Larvas
0 0 0 0 0
Pupas
0 0 0 1 0
22 dda

Larvas
0 0 0 0 0
Pupas
0 0 2 0 0
Total
17 0 6 2 3 6
Según la tabla 18, se detalla el número total de larvas y pupas de D. saltans que murieron en cada
tratamiento a los 8, 15 y 22 días después de la aplicación (dda), como resultado de la infección con
diferentes concentraciones de nematodos, incluyendo los tratamientos C1, C2, T-1, T-2 y T-3. Se
observa que el tratamiento T-3 (11000 Jls/mL) registró la mayor mortalidad, con un total de 6
individuos muertos a los 8 dda, seguido por el tratamiento T-2 (9000 Jls/mL), que provocó la muerte
de 3 larvas y pupas a los 8 y 15 dda. Además, el tratamiento T-1 (7000 Jls/mL) mostró un total de 2
individuos muertos a los 22 dda. El tratamiento C2 (tratamiento control con producto químico)
también registró 6 individuos muertos a los 8 dda, mientras que el tratamiento C1 (tratamiento control
1) no presentó mortalidad. La tasa de mortalidad promedio de las larvas y pupas expuestas a los
tratamientos T-1, T-2 y T-3 fue de 3.67, lo que concuerda con lo mencionado por García del Pino
(1994), el cual menciona que la capacidad de infección del nematodo se incrementa al vencer las
defensas del insecto, debido a que la superficie del nematodo contiene una proteína que inhibe la
respuesta inmunitaria del hospedero.

Los insectos que lograron sobrevivir a las concentraciones aplicadas fueron capaces de completar su
ciclo y transformarse en individuos adultos.
pág. 4986
Tabla 19. Porcentaje de individuos muertos por tratamiento y días de evaluación

N° de Evaluaciones
C1 C2 T-1 T-2 T-3
8 dda

Larvas
0.0% 100.0% 0.0% 16.7% 83.3%
Pupas
0.0% 0.0% 0.0% 16.7% 16.7%
15 dda

Larvas
0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0%
Pupas
0.0% 0.0% 0.0% 16.7% 0.0%
22 dda

Larvas
0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0%
Pupas
0.0% 0.0% 33.3% 0.0% 0.0%
% de mortalidad
0.0% 100.0% 33.3% 50.0% 100.0%
Como se muestra en la tabla 19, el tratamiento T-3 presentó el mayor porcentaje de mortalidad,
alcanzando un 83.3% de larvas muertas a los 8 dda.

Número promedio de larvas y pupas muertas de la mosca del botón floral (D. saltans) en las
diferentes concentraciones del nemátodo entomopatógeno H. bacteriophora por cada repetición.

Tabla 20. Número promedio de individuos muertos por tratamiento en cada repetición

N° de Repeticiones
Tratamientos
C1
C2 T-1 T-2 T-3
Repetición I
0 2 1 1 2
Repetición II
0 2 0 1 2
Repetición III
0 2 1 1 2
Total
0 6 2 3 6
Promedio
0.00 2.00 0.67 1.00 2.00
Según la tabla 20, se muestra el número promedio de larvas y pupas de D. saltans que murieron en
cada tratamiento debido a la infección con diferentes concentraciones de nematodos, incluyendo los
tratamientos C1, C2, T-1, T-2 y T-3. El tratamiento T-3 (11000 Jls/mL) registró el mayor promedio de
individuos muertos, con un valor de 2. Le sigue el tratamiento T-2 (9000 Jls/mL), que también alcanzó
un promedio de 2 larvas y pupas muertas. Tanto el tratamiento T-1 (7000 Jls/mL) como el C2
(tratamiento control con producto químico) tuvieron un promedio de 0.67 muertos cada uno.
pág. 4987
Finalmente, el tratamiento C1 (tratamiento control 1) no presentó mortalidad, con un promedio de 0,
ya que no murieron individuos.

Porcentaje de mortalidad de larvas y pupas de la mosca del botón floral (D. saltans)

Tabla 21. Porcentaje de mortalidad de larvas y pupas de D. saltans.

N° de Repeticiones

Tratamientos

C1
C2 T-1 T-2 T-3
Repetición I
0.0% 100.0% 50% 50% 100.0%
Repetición II
0.0% 100.0% 0.0% 50% 100.0%
Repetición III
0.0% 100.0% 50% 50% 100.0%
Promedio
0.00% 100.00% 33.33% 50.00% 100.00%
La tabla 21 presentan el porcentaje promedio de mortalidad en larvas y pupas de D. saltans. Se
observa que el tratamiento T-3, con la concentración más alta de 11000 Jls/mL, produjo el mayor
porcentaje de mortalidad, alcanzando un promedio del 100%. A continuación, el tratamiento T-2, con
9000 Jls/mL, mostró un porcentaje promedio de mortalidad del 50%. Por último, el tratamiento T-1,
con 7000 Jls/mL, tuvo un porcentaje promedio de mortalidad del 33.3%. Así, se puede concluir que
los porcentajes de mortalidad tendieron a aumentar a medida que las concentraciones de nematodos
aumentaron.

Mortalidad en estadio de larva y pupa de D. saltans.

Tabla 22. Número total de larvas y pupas muertas por tratamientos

Mortalidad/ Estadío
Tratamientos
Total

C1
C2 T-1 T-2 T-3
Larva
0 6 0 1 5 12
Pupa
0 0 2 2 1 5
pág. 4988
Tabla 23. Promedio de larvas y pupas muertas por tratamientos

Mortalidad/
Estadío

Tratamientos

Promedio

C1
C2 T-1 T-2 T-3
Larva
0.00 2.00 0.00 0.33 1.67 4.00
Pupa
0.00 0.00 0.67 0.67 0.33 1.67
Tabla 24. Porcentaje de mortalidad de larvas y pupas según tratamiento

Mortalidad/
Estadío

Tratamientos

Total %

C1
C2 T-1 T-2 T-3
Larva
0.00% 33.33% 0.00% 5.56% 27.78% 66.67%
Pupa
0.00% 0.00% 11.11% 11.11% 5.56% 27.78%
En la tabla 24 se presenta el porcentaje de mortalidad total en cada estadio (larvas y pupas) causado
por el nematodo entomopatógeno H. bacteriophora en diferentes concentraciones de los tratamientos.
Se observa que el mayor porcentaje de mortalidad, un 66.67%, ocurrió en el estadio de larva, mientras
que el porcentaje de mortalidad en el estadio de pupa fue del 27.78% en todos los tratamientos.

El elevado porcentaje de mortalidad en las larvas de D. saltans (66.67%) debido a la infección por H.
bacteriophora puede explicarse por el uso de larvas de tercer estadio, tanto en etapas iniciales como
tardías, siendo estas últimas más cercanas a la pupación. Esto sugiere que la infectividad ocurrió
predominantemente en el estadio larval.

Este hallazgo es coherente con lo reportado por Toledo, Pérez, Pablo y Jorge (2005), quienes
encontraron que las larvas de tercer estadio en la fase inicial de A. obliqua eran más susceptibles al
nematodo H. bacteriophora que las larvas en etapas tardías. Las larvas tardías se transforman en pupas
en menos tiempo, y aunque el pupario posee espiráculos que actúan como barrera para la penetración
de los nematodos, estos finalmente lograron infectar a las pupas.
pág. 4989
Número y porcentaje de mortalidad en larvas

Tabla 25. Número de larvas muertas por tratamiento en cada repetición

N° de Repeticiones

Número de Larvas Muertas

C1
C2 T-1 T-2 T-3
Repetición I
0 2 0 0 1
Repetición II
0 2 0 1 2
Repetición III
0 2 0 0 2
Total
0 6 0 1 5
Tabla 26. Porcentaje de mortalidad en larvas por tratamiento en cada repetición

N° de Repeticiones

Porcentaje de Larvas Muertas

C1
C2 T-1 T-2 T-3
Repetición I
0.00% 33.33% 0.00% 0.00% 16.67%
Repetición II
0.00% 33.33% 0.00% 16.67% 33.33%
Repetición III
0.00% 33.33% 0.00% 0.00% 33.33%
Promedio
0.00% 33.33% 0.00% 5.56% 27.78%
En la tabla 26 se evidencia que el tratamiento T-02 (producto químico) mostró el porcentaje más alto
de mortalidad en larvas, con un 33.33%, seguido por el tratamiento T-3 (11000 Jls/mL) con un 27.78%
de mortalidad. El porcentaje más bajo de mortalidad en relación con las concentraciones del nematodo
H. bacteriophora fue observado en el tratamiento T-2 (9000 Jls/mL), con un 5.56%. Esto sugiere que
la mayor concentración de nematodos resultó en el mayor porcentaje de mortalidad en las larvas de D.
saltans.
pág. 4990
Número y porcentaje de mortalidad en pupas

Tabla 27. Número de pupas muertas por tratamiento en cada repetición

N° de Repeticiones

Número de Pupas Muertas

C1
C2 T-1 T-2 T-3
Repetición I
0 0 1 1 1
Repetición II
0 0 0 0 0
Repetición III
0 0 1 1 0
Total
0 0 2 2 1
Tabla 28. Porcentaje de mortalidad en pupas por tratamiento en cada repetición

N° de Repeticiones

Porcentaje de Pupas Muertas

C1
C2 T-1 T-2 T-3
Repetición I
0.00% 0.00% 16.67% 16.67% 16.67%
Repetición II
0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00%
Repetición III
0.00% 0.00% 16.67% 16.67% 0.00%
Promedio
0.00% 0.00% 11.11% 11.11% 5.56%
Según la tabla 28, el porcentaje de mortalidad más alto en pupas se registró en los tratamientos T-1
(7000 Jls/mL) y T-2 (9000 Jls/mL), ambos con un 11.11%. Esto fue seguido por el tratamiento T-3
(11000 Jls/mL), que mostró un 5.56% de mortalidad. Esto indica que las concentraciones bajas y
medias de nematodos entomopatógenos resultan en un mayor porcentaje de mortalidad en las pupas de
D. saltans.

Tabla 29. Prueba de comparaciones múltiples del porcentaje promedio de mortalidad de pupass de D.
saltans.

Mortalidad

Duncana

Tratamientos
N
Subconjunto para alfa = 0.05

1

C1
3 ,0000
pág. 4991
C2
3 ,0000
T-3
3 555,6667
T-1
3 1111,3333
T-2
3 1111,3333
Sig.
,124
Al realizar las comparaciones múltiples utilizando la prueba de Duncan, como se indica en la Tabla
29, se ha determinado que ninguno de los tratamientos muestra diferencias significativas entre sí. Sin
embargo, el tratamiento T-2 (9000 Jls/mL) y el T-1 (7000 Jls/mL) muestran un porcentaje de
mortalidad numéricamente mayor que el tratamiento T-3 (11000 Jls/mL), lo que indica diferencias
significativas entre estos tratamientos. Por lo tanto, se recomienda utilizar el T-2 (9000 Jls/mL) y el T-
1 (7000 Jls/mL) para el control de pupas de D. saltans.

DISCUSIÓN

Caracterización de las unidades productivas de pitahaya

En el cultivo de pitahaya en el Perú predomina la participación de los hombres (72.66%). Un alto
porcentaje de ellos están asociados en cooperativas, lo que refleja el creciente interés y la aceptación
comercial del cultivo de pitahaya, además de ayudar a los agricultores a mejorar su competitividad.
Similares porcentajes (87.5% de agricultores del género masculino) fueron identificados en cultivos de
pitahaya en México (Cálix et al., 2014). Este escenario no solo es especifico de los cultivos de
pitahaya. En general, la participación del género masculino en los cultivos agrícolas es predominante.
Por ejemplo, 95% y 89% de participación masculina han sido reportados en cultivos de kion en
Chanchamayo (Loyola, 2018) y cultivos de tuna en La Joya, Arequipa (Arenas et al., 2017),
respectivamente.

En el Perú, la mayoría (58.07%) de los productores de pitahaya cuentan con áreas pequeñas de
producción (1 a 2 Has), dado que es un cultivo nuevo para el mercado nacional e internacional. Existe
una semejanza con los datos obtenidos (0,1 - 2 ha) en el cultivo de pitahaya en Ecuador (Cevallos,
Se visualizan las medias para los grupos en los subconjuntos homogéneos.
a. Utiliza el tamaño de la muestra de la media armónica = 3,000.
pág. 4992
2022), debido a que la mayoría de los agricultores poseen pequeñas áreas de tierra para cultivos y los
costos de producción son elevados. Este contexto también se ha reportado en el cultivo de palto (0,1 -
2 ha) en Moquegua (Bedoya, 2020) y en el cultivo de cacao (> a 5 ha) en Amazonas (Fernández,
2023), los cuales se han tipificado como pequeños productores vinculados a la agricultura familiar de
transición por su articulación gradual al mercado (Torres, 2019).

El 45.83% de los productores peruanos de pitahaya compran semilla certificada para garantizar la
calidad del cultivo. Similarmente, se refleja en estudios realizados en México en el cultivo de pitahaya,
puesto que los productores también compran la semilla para la instalación del cultivo (Cevallos, 2022).
Este panorama también se manifiesta en otros cultivos de exportación, por ejemplo, en el cultivo de
mango en Ancash el 62% de productores utilizan plantones certificados (Palomo, 2023); en el cultivo
de palto en Moquegua el 56% utilizan plantones de viveros certificados (Bedoya, 2020) y en el cultivo
de naranja en Chanchamayo el 52% también se agencian de plantones y yemas de viveros certificados
(Bello, 2022). Esto indica que, para los cultivos de exportación se requiere una semilla de calidad, para
generar buena producción y productividad dentro del cultivo.

En el Perú, en su gran mayoría (84.90%) los productores consideran que el precio de la pitahaya es
inestable, porque existen épocas de sobreoferta y épocas de escasez. De igual forma, en Ecuador el
precio de la pitahaya también se considera inestable y puede variar $ 0.50 a $ 1.50 el kilogramo
(Garcia, 2017). Esta perspectiva también se tiene en otros cultivos frutales debido a la época de
producción y demanda de cada frutal. Por ejemplo, en cultivo de mango en Ancash se considera un
precio inestable en los meses de mayo a diciembre, y se incrementa en los meses de febrero abril por
mayor demanda (Palomo, 2023). Similarmente, ocurre en el cultivo de piña en Pichanaki, los cuales
tienen un precio inestable en los meses de mayo a agosto por la sobreoferta del producto.

En Ecuador, los productores de pitahaya recuperan la inversión a los 4 años con una rentabilidad que
va del 87-341% (Garcia y Quiroz 2010). La rentabilidad de este cultivo en Perú es percibida como
atractiva a pesar de solo ser del 44.79%, donde los productores aseguran utilidades superiores a los
10,000 soles. De forma similar, ocurre en frutales como en el cultivo de naranja en Chanchamayo, en
donde evaluaron que una mayor inversión en la finca, genera mayor rentabilidad por hectárea al año
(Marca-Huamancha et al. 2018). Esta ganancia atractiva incentiva a la expansión e inversión en el
pág. 4993
cultivo de pitahaya, debido a que, el mercado de esta fruta representa una opción para los pequeños
productores de zonas con limitantes agroecológicas (INIA, 2020).

En Ecuador, la mayoría de los productores de pitahaya recurren al uso de productos químicos para el
control de plagas (Aguayo, 2012). El 69.01% de los productores en Perú también aplican productos
químicos para el control de plagas (D. Saltans). Este escenario se ha demostrado en diversos cultivos
agrícolas como por ejemplo en el cultivo de mango en Ancash, se utiliza el control químico para
contrarrestar el ataque de Antracnosis (Palomo, 2023), de igual forma el cultivo de vid en Ica aplican
fungicidas y acaricidas para el control de hongos y ácaros (Cáceres, 2018) respectivamente. Sin
embargo, por ser productos de exportación tienen en cuenta el límite máximo permisible de
plaguicidas (Moreno y Pérez, 2022).

Sostenibilidad de las unidades productivas de pitahaya

Las unidades productivas de pitahaya en el Perú, son sostenibles en los tres indicadores de la
sostenibilidad (social, económico y ambiental) utilizando el marco metodológico de MESMIS,
logrando un índice de sostenibilidad general (ISG) de 2.94. Similar resultado se obtuvo en el cultivo
de pitahaya en México alcanzando ISG de 2.80 (Raffo et al.,2021) y en Churuja, Amazonas, se
determinó siete atributos sostenibles (Díaz, 2023), lo cual indica que son sostenibles y se consideran
un ejemplo dentro del sistema de producción agrícola. Asimismo, existen otros sistemas de producción
sostenibles, por ejemplo, el cultivo de granadilla en Oxapampa, Pasco es Potencialmente sostenible en
siete atributos (Romero, 2019); el cultivo de limón persa en Martínez de la Torre es económicamente
viable, ambientalmente sostenible y socialmente aceptable (Franco, 2020); y el cultivo de palto es
sostenible en dos indicadores de la sostenibilidad social y ambiental (Bedoya, 2021).

La sostenibilidad del cultivo de pitahaya en el Perú, según el marco metodológico MESMIS, se ve
influenciada por diversos factores. En el ámbito social, destaca el factor autogestión; en términos
económicos, factores como la equidad y la autodependencia se acercan al valor óptimo de
sostenibilidad y en el aspecto ambiental, la autosuficiencia es relevante. El cultivo de pitahaya se
asemeja a otros cultivos en cuanto a los factores claves que contribuyen a su sostenibilidad, por
ejemplo, en el cultivo de caña de azúcar identificó factores claves como la rentabilidad, la asociación y
el abastecimiento de agua, los cuales refuerzan las dimensiones económica, social y ambiental
pág. 4994
(Lozano, 2022), respectivamente; en el cultivo de mango tanto en Ecuador (Rosero, 2015) como en
Perú (Palomo, 2023), se destacan la equidad, la confiabilidad, la rentabilidad y la disponibilidad de
agua como factores determinantes para la sostenibilidad.

La sostenibilidad del cultivo de pitahaya en Perú se ve afectada por limitaciones sociales, económicas
y ambientales. Socialmente, los costos, la edad y la ocupación de los productores dificultan la
integración de las generaciones jóvenes. Económicamente, las plagas y enfermedades reducen la
productividad y viabilidad del cultivo. Ambientalmente, la falta de diversidad y rotación de cultivos
genera degradación del suelo y proliferación de plagas. En Ecuador, se identificaron problemas
similares, como escasez de mano de obra calificada y deficiencias en fitosanidad (Raffo et al., 2021).
Estos factores también afectan a otros cultivos, como en mango (Rosero, 2015), palto (Bedoya, 2021)
y limón persa (Franco, 2020), evidenciando la falta de manejo integrado de plagas, el uso
excesivo de
agroquímicos y la carencia de prácticas de conservación
de recursos naturales, comprometiendo la
sostenibilidad de los sistemas agroforestales
(Odicio, 2024).
Control de D. saltans

En el cultivo de pitahaya en Perú, el tratamiento T-3 con H. bacteriophora (11,000 JIs/mL) logró una
mortalidad del 100% en D. saltans. Estudios previos corroboran su eficacia en otras plagas de interés
económico, por ejemplo, Díaz y Rodríguez (2019) reportaron un 76.7% de mortalidad en Ceratitis
capitata con 7,000 JIs/mL; Rosales et al. (2016) alcanzaron el 100% en Anastrepha obliqua y
Bradysia difformis con 800 JIs/mL; Calle (2019) controló el 75% de Spodoptera frugiperda con 200
JIs/mL. Sin embargo, Vergaray (2014) obtuvo solo un 13.8% de mortalidad en Aedes aegypti con 750
JIs/larva, lo que sugiere que dosis más altas son cruciales para optimizar el control biológico en
cultivos como la pitahaya.

La aplicación de H. bacteriophora en larvas de D. saltans en el cultivo de pitahaya en Perú, alcanzó
una mortalidad del 83.3% a los 8 días, destacando su rápida eficacia. Estudios similares respaldan su
potencial como: Cámara y Castro (2021) reportaron un 38% de mortalidad en Dasiops sp. en
maracuyá a los 15 días con 200 JIs/200 μL; Morales (2012) logró un 95% en C. sordidus a los 11 días
con 6,000 nematodos/insecto; y Figueiroa et al. (2019) registraron un 66.6% en P. xylostella a las 72
horas con 200 JIs/insecto. Aunque la mortalidad varía según la especie y las condiciones
pág. 4995
experimentales, este estudio reafirma el uso de H. bacteriophora como un controlador bilógico eficaz
en diferentes plagas agrícolas.

CONCLUSIONES

La caracterización de las unidades productivas de pitahaya en Perú, desde una perspectiva de

sostenibilidad, mediante el análisis de conglomerado por el método de Ward, permitió identificar dos

grupos principales de productores distribuidos en la costa y selva. Estos presentan una notable

heterogeneidad social y cultural. Predominan los hombres (72.66%), con edades entre 31 y 50 años, y

un nivel educativo mayormente secundario. La mayoría de los agricultores se dedican exclusivamente

a la agricultura y han recibido asistencia técnica, debido a que el cultivo es relativamente nuevo en el

país. Además, un alto porcentaje de ellos está asociado en cooperativas, y muchos cuentan con acceso

a financiamiento. Esto refleja el creciente interés y la aceptación comercial del cultivo de pitahaya.

La evaluación de la sostenibilidad de las unidades productivas de pitahaya en el Perú revela que el

cultivo es sostenible, con una puntuación positiva de 2.94. El aspecto económico es el más fortalecido,

destacándose la creación de empleos y la autosuficiencia, lo que genera mayores ingresos para las

familias productoras. En el ámbito social, la organización de los productores mejora la producción y la

capacidad de negociación. En el aspecto ambiental, se destaca el uso eficiente de insumos, tanto

internos como externos, lo que refuerza la autosuficiencia en el manejo del cultivo.

La evaluación del control de D. saltans mediante el nemátodo entomopatógeno H. bacteriophora en

condiciones de laboratorio mostró que todas las concentraciones aplicadas (7000, 9000 y 11000

Jls/mL) causaron diferentes niveles de mortalidad en larvas y pupas de la mosca del botón floral. El

mayor efecto se observó a los 8 días de tratamiento, siendo la concentración más alta (11000 Jls/mL)

la que produjo el mayor porcentaje de mortalidad, mientras que la menor concentración (7000 Jls/mL)

generó el menor impacto. Estos resultados indican que H. bacteriophora es efectivo en el control de

D. saltans, con una mayor eficiencia a concentraciones elevadas.

Recomendaciones

Se recomienda a los productores de pitahaya en el Perú, que haya más participación de la familia en
las laborares agrícolas incluyendo la participación de la mujer, fomentar el trabajo con personal joven,
tener ocupación exclusivamente a la agricultura y contar con personal capacitado en el cultivo para
pág. 4996
manejar adecuadamente sus costos de producción y utilidades del cultivo. También trabajar el MIPE
enfocándose en el control biológico aplicando controladores biológicos para tener un mayor control de
plagas dentro del cultivo de esta forma mejorar la calidad y rendimientos de cultivo. Además,
incentivar a que los usuarios utilicen abonos orgánicos como compost, biol, biocida y rotación de
cultivos para lograr una sostenibilidad dentro del cultivo.

Se recomienda llevar a cabo esta investigación en condiciones de campo para evaluar la mortalidad de
las larvas del tercer estadio de la mosca del botón floral D. saltans, con la aplicación de los nemátodos
H. bacteriophora.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Aguayo Rojas, O. F. (2012). Plan de negocios para la creación de una empresa dedicada a la

producción y exportación de pitahaya amarilla orgánica hacia Alemania. (Tesis de pregrado).

Universidad de las Américas, Quito.

Altieri, M. A. (1999). Agroecología. Bases científicas para una agricultura sustentable. Montevideo,

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