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SÍNDROME DE BOERHAAVE:
NEUMOMEDIASTINO SECUNDARIO A
EMESIS PSICÓGENA. REPORTE DE CASO
BOERHAAVE SYNDROME: PNEUMOMEDIASTINUM
SECODARY TO PSYCHOGENIC EMESIS. A CASE REPORT
Dra. Lina Johana Terreros
Hospital Universitario San Ignacio
Dr. Juan Diego Navarro
Hospital Universitario San Ignacio
Dr. Jaisson Eluceeb Cetina
Hospital Universitario San Ignacio
pág. 5221
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i2.17286
Síndrome de Boerhaave: Neumomediastino secundario a emesis psicógena.
Reporte de caso
Dra. Lina Johana Terreros 1
linaj.terreros@javeriana.edu.co
https://orcid.org/0000-0003-0150-4123
Pontificia Universidad Javeriana Hospital
Universitario San Ignacio
Dr. Juan Diego Navarro
juan.navarro@javeriana.edu.co
https://orcid.org/0000-0001-7379-6466
Hospital Universitario San Ignacio
Dr. Jaisson Eluceeb Cetina
J_cetina@javeriana.edu.co
https://orcid.org/0000-0003-3993-4364
Pontificia Universidad Javeriana Hospital
Universitario San Ignacio
RESUMEN
El síndrome de Boerhaave ruptura esofágica espontánea o por esfuerzo descrito en 1724 por Hermann
Boerhaave, entidad poco frecuente de etiología variable con mayor frecuencia iatrogénica, incidencia
de 1.3 casos por millón con alta tasa de mortalidad hasta el 80% según el tiempo de diagnóstico. Caso
Clínico: Se trata de paciente femenino de 19 años de edad, con antecedente de ansiedad y depresión,
con cuadro de dolor toracoabdominal en epigastrio de intensidad severa con irradiación retroesternal
múltiples episodios eméticos de ejecución violenta edema en la cara y cuello, examen físico con
presencia de edema facial bilateral, con enfisema subcutáneo entendido al cuello y tercio superior del
tórax sin otros hallazgos clínicos, tomografía de cuello y tórax evidencio enfisema de los tejidos blandos
del cuello, cara y neumomediastino desde la unión esofagogástrica, zona de adelgazamiento en aspecto
anterior del tercio distal del esófago sin colecciones considerándose síndrome de Boerhaave con puntaje
de Pittsburgh 1 recibió manejo médico con adecuada evolución clínica. Discusión Esta entidad con
menor incidencia en pacientes jóvenes, se presenta con una clínica clásica en menos del 50% de los
pacientes descrita como un conjunto de síntomas dado por vómitos, dolor torácico y enfisema
subcutáneo (tríada de Mackler) por lo que en muchos de los casos su diagnóstico sigue siendo un reto,
el defecto anatómico evidenciado en múltiples casos se localiza principalmente a nivel del tercio inferior
del esófago, la cual requiere intervenciones específicas urgentes dependiendo de tamaño y clínica de
presentación que puede variar entre síntomas generales hasta fallo multiorgánico, su abordaje
terapéutico es amplio desde manejo dico hasta técnicas quirúrgicas específicas dependiendo de la
extensión de la lesión y el compromiso sistémico puede llegar a tener un aumento de mortalidad hasta
del 50% de esto radica la importancia de su sospecha clínica y diagnóstico temprano por parte del
personal de salud en el servicio de urgencias.
Palabras clave: urgencias, neumomediastino, atención en urgencias
1
Autor principal
Correspondencia: linaj.terreros@javeriana.edu.co
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Boerhaave Syndrome: Pneumomediastinum Secodary to Psychogenic
Emesis. A Case Report
ABSTRACT
Boerhaave syndrome, spontaneous or effort-induced esophageal rupture, described in 1724 by Hermann
Boerhaave, is a rare entity with variable etiology, most frequently iatrogenic, with an incidence of 1.3
cases per million and a high mortality rate of up to 80% depending on the time of diagnosis. Clinical
Case: This is a 19-year-old female patient with a history of anxiety and depression, presenting with
severe thoracoabdominal pain in the epigastric region with retrosternal irradiation and multiple episodes
of violent emesis. edema in the face and neck, physical examination showing bilateral facial edema,
with subcutaneous emphysema extending to the neck and upper third of the chest without other clinical
findings, neck and chest CT scan revealed emphysema of the soft tissues of the neck, face, and
pneumomediastinum from the esophagogastric junction, thinning area in the anterior aspect of the distal
third of the esophagus without collections, considering Boerhaave syndrome with a Pittsburgh score of
1, received medical management with adequate clinical evolution. Discussion This entity, with a lower
incidence in young patients, presents with a classic clinical picture in less than 50% of patients, described
as a set of symptoms including vomiting, chest pain, and subcutaneous emphysema (Mackler's triad),
which is why in many cases its diagnosis remains a challenge. The anatomical defect evidenced in
multiple cases is mainly located at the lower third of the esophagus, which requires urgent specific
interventions depending on the size and clinical presentation, which can range from general symptoms
to multi-organ failure. Its therapeutic approach is broad, from medical management to specific surgical
techniques, depending on the extent of the lesion and systemic involvement, which can lead to an
increase in mortality of up to 50%. This underscores the importance of clinical suspicion and early
diagnosis by healthcare personnel in the emergency department.
Keywords: emergencies, pneumomediastinum, emergency care
Artículo recibido 15 febrero 2025
Aceptado para publicación: 18 marzo 2025
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INTRODUCCIÓN
El síndrome de Boerhaave, conocido como la ruptura esofágica espontánea o por esfuerzo, fue descrito
por primera vez en 1724 por Hermann Boerhaave cuando analizó el caso clínico de Jan Von Wassenaer,
un almirante que, posterior de una comida abundante, presentó vómitos asociados a dolor en el pecho.
El almirante murió en menos de 24 horas, con evidencia de ruptura esofágica en su autopsia (1) Esta
entidad es poco frecuente, con una etiología variable con mayor frecuencia iatrogénica ((2,3)), presenta
una alta mortalidad alrededor de 13.3%, que puede oscilar del 4% al 80% según el tiempo de diagnóstico,
y una incidencia estudiada en diferentes poblaciones de 1.3 casos por millón de habitantes (4,5) Por otro
lado, la clínica clásica se presenta en menos del 50% de los pacientes, y es descrita como un conjunto
de síntomas dado por vómitos, dolor torácico y enfisema subcutáneo, la cual es conocida como la tríada
de Mackler(6,7). Esta ruptura esofágica se localiza principalmente a nivel del tercio inferior del esófago,
a unos 3 a 5 cm de la unión gastroesofágica la cual requiere intervenciones específicas dependiendo de
tamaño y clínica de presentación, las cuales varían desde el manejo médico hasta técnicas quirúrgicas
específicas(8,9)
DESARROLLO
Caso clínico
Se trata de una paciente de sexo femenino, de 19 años de edad, con antecedente de trastorno mixto de
ansiedad y depresión, quien estuvo en una hospitalización reciente por una crisis, quien consultó por un
cuadro clínico de 1 día de evolución refiriendo dolor abdominal en epigastrio de carácter urente,
intensidad 10/10 en escala análoga para el dolor, el cual se irradiaba a región retroesternal y se asociaba
a más de 12 episodios eméticos; refiriendo emesis violenta, con arcadas de náuseas, similares a sus
episodios previos en las crisis de ansiedad. Traía estudios endoscópicos y ecográficos recientes sin
evidencia de alteraciones y el día de la consulta, presento edema en la cara y cuello posterior a episodios
eméticos.
En la valoración física, la paciente se encontraba afebril, hidratada, con signos vitales normales, y
evidenciaba edema facial bilateral, con enfisema subcutáneo que se extendía al cuello y tercio superior
del tórax. Adicionalmente evidenció murmullo vesicular conservado, sin signos de neumotórax, y
abdomen doloroso a la palpación en epigastrio, sin evidencia de signos de irritación peritoneal.
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Los paraclínicos de ingreso presentaban un hemograma sin respuesta inflamatoria, función renal,
electrolitos y perfil hepático normales. Se realizó una tomografía de cuello y tórax que evidenciaba
enfisema de los tejidos blandos del cuello y de la hemicara izquierda, además de la presencia de
neumomediastino que se extendía desde la unión esofagogástrica en sentido cefálico, disecando los
diferentes compartimentos del mediastino hasta la región cervical y en el esófago se evidenciaba una
zona de adelgazamiento el aspecto anterior del tercio distal del mismo, sin definir una clara solución de
continuidad, sin evidenciar colecciones u otras alteraciones anatómicas evidenciadas (Figura 1A-1B).
Fue valorada por el servicio de cirugía general, quienes consideraron que la paciente cursaba con un
síndrome de Boerhaave, con un puntaje de Pittsburgh de 1, con riesgo bajo por lo que se decidió instaurar
manejo médico, inicio de antibiótico y nutrición parenteral.
Durante los días de seguimiento no presentó deterioro clínico, se realizó una radiografía de vías
digestivas con contraste yodado hidrosoluble por vía oral, sin evidencia alteraciones en su calibre,
mucosa o peristaltismo. En especial no se evidenciaron fugas del medio de contraste. No se observó
alteraciones en la unión gastroesofágica (Figura 2). La paciente continuó con una adecuada evolución
clínica, recibió 7 días de antibiótico y fue dada de alta sin complicaciones.
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DISCUSIÓN
Esta es una entidad clínica que se presenta con menor incidencia en pacientes jóvenes, con una tríada
clásica (de Mackler) la cual se evidencia en menos del 50% de los casos, descrita previamente como
emesis, dolor torácico y enfisema subcutáneo que generalmente pasan inadvertidos, o se estudian como
otras etiologías lo cual hace que el diagnóstico de esta etiología sea un reto clínico en el servicio de
urgencias.(1012)
El defecto anatómico encontrado se evidencia usualmente al tercio inferior del esófago, en la unión
gastroesofágica por la debilidad estructural de la unión perse que puede llegar a presentar fuga de
contenido gástrico como mediastinitis (perforación contenida) y/o derrame pleural izquierdo
(perforación no contenida); clínicamente este caso clínico llama la atención debido a la presentación de
una emesis psicógena, que por el esfuerzo realizado durante sus episodios eméticos presentó una ruptura
a este nivel. (9,13)
Es importante para abordar pacientes en urgencias con múltiples episodios eméticos sin importar su
causa primaria y dolor torácico concomitante, que pueden estar cursando con esta patología, ya que su
diagnóstico temprano repercutirá directamente en la sobrevida de estos. El valorar estos pacientes de
forma interdisciplinar favorece el desarrollo de una atención de calidad, que mejora los tiempos de las
conductas médicas.(9,14,15)
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Después de la sospecha diagnóstica es importante realizar una evaluación sica exhaustiva determinar
el compromiso sistémico y estado hemodinamico del paciente para realizar intervenciones tempranas,
dentro de estas la realización pertinente de imágenes diagnósticas que permitan definir el nivel del
defecto y complicaciones con el fin de emplear la mejor estrategia terapéutica y abordaje de las
complicaciones, que si bien en muchos de los casos la intervención requiere de procedimientos
quirúrgicos y/o intervenciones endoscópicas con colocación de stents en algunos casos puede
simplemente realizarse vigilancia clínica e intervenciones de soporte como sucedió en este caso.(16
18)
Las complicaciones están determinadas por el retraso diagnóstico mayor a 24 horas y la extensión de la
perforación, asociándose a un peor resultado clínico, mayor tasas de mortalidad, reingreso a UCI y
reintervenciones además de prolongación de la estancia hospitalaria, por lo que es crucial la sospecha
clínica haciendo énfasis en etiología espontánea a cargo de especialidades no quirúrgicas en los servicios
de urgencias con el fin de articular la atención multidisciplinaria temprana.(3,12,15)
CONCLUSIONES
El síndrome de Boerhaave es una urgencia dico quirúrgica la cual corresponde a una perforación
espontánea del esófago, generalmente localizada en la cara posterolateral distal se encuentra asociado a
altas tasas de morbilidad y mortalidad que dependen del tiempo y sospecha diagnóstica inicial. Las
intervenciones tempranas son de vital importancia las cuales incluyen medidas de soporte
hemodinamico, nutricional y antibiótico combinadas en algunos casos con procedimientos quirúrgicos
que varían desde cierre endoscópico al vacío, colocación de stents, o cirugía con cierre directo del
defecto, incluso resección generalmente mediante una esofagostomía cervical, las cuales dependen de
la condición médica del paciente, los hallazgos intraoperatorios y la práctica local.
El impacto de este caso clínico presentado radica en la importancia de la sospecha diagnóstica, desde el
abordaje inicial en el servicio de urgencias, el cual genera una estrategia diagnóstica dirigida a la
búsqueda específica de defectos en el esófago e intervenciones puntuales iniciales que permiten una
adecuada evolución y limitación de complicaciones derivadas del diagnóstico tardío y sus posibles
consecuencias, lo cual demuestra la importancia de tener en cuenta las etiologías menos incidentes en
el abordaje de pacientes con síntomas de alta frecuencia como los son el vómito y dolor torácico.
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