Tartamudez y sus implicaciones en el aula: conocimientos generales

�y estrategias pedag�gicas

 

 

Mgtr. Liseth Ochoa Jim�nez

[email protected]

Investigadora independiente

Cuenca, Ecuador

 

RESUMEN

La tartamudez es un disturbio de la comunicaci�n del que a�n existen conceptos err�neos, por ello, al ser la escuela un espacio importante para el desarrollo de los ni�os es necesario que los docentes conozcan sus caracter�sticas y conceptos actualizados para favorecer el proceso de ense�anza-aprendizaje de los ni�os con tartamudez. El objetivo de este estudio es determinar los conocimientos que poseen los docentes sobre la tartamudez y las estrategias a usar en el aula con ni�os con esta condici�n. La muestra est� conformada por 26 docentes que respondieron a una encuesta ad hoc sobre conocimientos generales, estrategias comunicativas y pedag�gicas a emplear con ni�os con tartamudez, es un dise�o pre y post test con intervenci�n. Los cuestionarios pre y post test evidenciaron un cambio de percepci�n respecto a los conocimientos que poseen los docentes sobre tartamudez, en el cuestionario pre-charla el 76,92% de docentes consideraban que no los pose�an mientras que en el cuestionario post-charla los docentes en un 73,08% consideraron que ahora s� los poseen.

El estudio permiti� determinar la falta de conocimientos que poseen los docentes sobre tartamudez y lo favorable que resultan las charlas informativas sobre este trastorno para eliminar mitos y estereotipos sobre el mismo.

 

Palabras clave: tartamudez; aprendizaje; inclusi�n; estrategias pedag�gicas.

 

 

 

 

Stuttering and its implications in the classroom: general knowledge and pedagogical strategies

 

ABSTRACT

Stuttering is a communication disorder about which there are still misconceptions, therefore, being the school an important space for the development of children, it is necessary that teachers know its characteristics and updated concepts to promote the teaching-learning process of children with stuttering. The objective of this study is to determine the knowledge that teachers have about stuttering and the strategies to use in the classroom with children with this condition. The sample is composed of 26 teachers who responded to an ad hoc survey on general knowledge, communicative and pedagogical strategies to be used with children with stuttering, it is a pre and post-test design with intervention. The pre- and post-test questionnaires showed a change in perception regarding the knowledge that teachers have about stuttering, in the pre-test questionnaire 76.92% of teachers considered that they did not have it, while in the post-test questionnaire 73.08% of teachers considered that now they do have it.

The study made it possible to determine the lack of knowledge that teachers have about stuttering and how favorable are the informative talks about this disorder to eliminate myths and stereotypes about it.

 

Keywords: stuttering; learning; inclusion; pedagogical strategies.

 

 

Art�culo recibido:� 20 diciembre. 2021

Aceptado para publicaci�n: 10 enero 2022

Correspondencia:  [email protected]

Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

 

1. INTRODUCCI�N

La tartamudez es un disturbio de la comunicaci�n en donde la fluidez del habla es interrumpida de forma involuntaria, se pueden observar repeticiones, bloqueos y prolongaciones (Leal, Guitar y Junqueira, 2016; Leal, Escobar y Junqueria, 2015). Actualmente se conoce que la tartamudez tiene un origen multifactorial, se reconoce una parte gen�tica de los cambios estructurales y/o funcionales de varias regiones cerebrales implicadas en el lenguaje, adem�s que hasta un 70% de personas con tartamudez tienen antecedentes familiares (Leal et al., 2016; Kadaoui, Molina y G�mez, 2015). El inicio de este trastorno suele darse entre los 2 a 5 a�os de edad (Fern�ndez-Z��iga y De Le�n, 2011) pudiendo remitir espont�neamente hasta en un 80% (Groesman, 2006) o permanecer a lo largo del desarrollo. Cuando el inicio es s�bito puede deberse a situaciones estresantes para el ni�o, pero en ning�n caso es la causa de este trastorno, a esto se debe a�adir que la incidencia de la tartamudez en edad infantil es del 5% y la proporci�n de personas que tartamudean en relaci�n al sexo es de 4 a 1 superior en el sexo masculino (Leal et al., 2015; Groesman, 2006).

Una de las caracter�sticas m�s evidentes de la tartamudez es la variabilidad, este trastorno no es estable y puede variar seg�n situaciones determinadas, siendo m�s notorias las disfluencias en momentos de comunicaci�n tensos como exponer en p�blico, responder preguntas, etc., tomando en cuenta esta caracter�stica podemos abordar la importancia del ambiente escolar en los ni�os con tartamudez; como ya es sabido, los docentes poseen un papel importante en la educaci�n y socializaci�n de estos ni�os, por ello se considera que deben estar preparados para situaciones puntuales con estrategias que favorezcan su participaci�n y desarrollo (Fern�ndez-Z��iga y De Le�n, 2011), los docentes deben tener los conocimientos en pedagog�a y adem�s principios b�sicos sobre c�mo intervenir en un aula con ni�os con tartamudez y a su vez los logopedas deben asesorar a los maestros sobre las estrategias a emplear (Lle�, Lanes y Cabrera, 2014).

Si los maestros demuestran estereotipos o ideas erradas sobre la tartamudez podr�an generar un impacto negativo sobre c�mo interactuar con estos ni�os (Abrahams, Harty, St. Louis, Thabane y Kathard, 2016), los compa�eros de aula podr�an actuar de la misma forma como ven que lo hacen los docentes ya que los ni�os aprenden lo que ven, si observan burlas, caras de rechazo o poca empat�a con los ni�os con tartamudez entonces podr�an actuar de la misma manera. Se debe considerar que el 81% de las personas con tartamudez han sufrido bullying en su vida escolar y el impacto psicol�gico puede durar hasta la vida adulta (Groesman, 2006). Este acoso puede ser principalmente psicol�gico y atenta contra los derechos de estas persona (Alonso, Zamorano y Ledesma, 2019), los docentes juegan un papel importante en su desarrollo y rendimiento acad�mico y es necesario educar a los profesores sobre el trastorno (Silva et al., 2016) y su debido acompa�amiento para fortalecer las competencias educativas y pedag�gicas a fin de garantizar un adecuado desarrollo de ni�os y ni�as con tartamudez y su inclusi�n efectiva en el entorno escolar y la sociedad (Castej�n, N��ez y Gonz�lez-Pineda, 2005).

Se ha evidenciado en varios estudios la existencia de creencias err�neas de los docentes hacia la tartamudez. Algunos autores mencionan que existe un estereotipo negativo de los maestros hacia estos ni�os en comparaci�n a la percepci�n que tienen sus compa�eros de aula (Castej�n et al., 2005); en otros estudios se pudo evidenciar que los docentes ten�an una concepci�n de que el nivel de inteligencia en estos ni�os es normal, pero todos coincid�a que eran vistos como t�midos, temerosos e introvertidos (Silva et al., 2016; Abdalla y St. Louis, 2014). Adem�s, se ha demostrado que los docentes en su mayor�a consideran que las causas de la tartamudez son emocionales, sociales, por contagio o causado por un evento aterrador o traum�tico (Abdalla y St. Louis, 2014), de ah� que es fundamental contar con intervenciones que develen estas concepciones err�neas con respecto a la tartamudez puesto que una correcta intervenci�n implica comprender los or�genes del trastorno.

Las implicaciones de la tartamudez pueden afectar negativamente las relaciones interpersonales de los ni�os que tienen esta condici�n con los maestros y compa�eros y adem�s influenciar negativamente en su potencial acad�mico (Davidow, Zaroogian y Garc�a-Barrera, 2016). El paso por la escuela suele ser llena de verg�enza, miedo, soledad y falta de apoyo acad�mico, para ello es necesario que los maestros comprendan de qu� se trata la tartamudez y c�mo abordarla. El rol de los docentes es el ser facilitadores e intervenir en el aula con actividades que ayuden a cubrir las necesidades comunicativas de los ni�os con tartamudez, crear estrategias para enfrentar la situaci�n y un clima de interacci�n favorable para una inclusi�n y proceso educativo adecuado. M�s all� de rescatar la comunicaci�n y su valor se debe tomar en cuenta el desarrollo de cada ni�o como algo particular, pues cada uno desarrolla su propia forma de afrontar la tartamudez y en este sentido se debe mejorar el ambiente para que no existan evitaciones y autoaislamiento y que se pueda favorecer la interacci�n y relaciones sociales (Rodr�guez y D�az, 2017). �

En esta medida, este estudio ha buscado determinar los conocimientos de los docentes sobre la tartamudez en relaci�n a sus caracter�sticas y sobre las estrategias adecuadas que deben llevarse a cabo en el aula con ni�os con este trastorno y el impacto que genera una charla informativa sobre sus percepciones previas acerca de la tartamudez y su predisposici�n para emplear nuevas t�cnicas metodol�gicas que favorezcan el desarrollo educativo y emocional de los ni�os con tartamudez.

En Am�rica Latina se ha divulgado mucha informaci�n sobre la tartamudez desde fundaciones, asociaciones e iniciativas para lo toma de conciencia sobre la tartamudez, aunque, hace falta a�n fortalecer el trabajo al respecto para llegar con esta informaci�n tanto a profesionales mismos del lenguaje y habla, como a docentes y padres de familia. A nivel local, Ecuador espec�ficamente, no existen instituciones que lleven esta informaci�n hacia los docentes y dem�s profesionales ni estudios realizados sobre los conocimientos que poseen los docentes sobre la tartamudez. Cabe recalcar que existen fonoaudi�logos que a�n emplean en sus intervenciones m�todos y estrategias sin sustento cient�fico como tratamiento para la tartamudez.

 

2. MATERIALES Y M�TODOS

El estudio se desarroll� en el cant�n Cuenca, Ecuador, y trat� de determinar los conocimientos que poseen los docentes sobre la tartamudez en dos momentos: antes y despu�s de una charla. Los participantes representaron una muestra original de 30 docentes que imparten clases desde segundo a s�ptimo de Educaci�n General B�sica (EGB) de una instituci�n p�blica, es decir, acompa�an a ni�os de 6 a 11 a�os en el proceso de ense�anza-aprendizaje. La elecci�n de esta muestra se realiz� debido a que los docentes de estos grados juegan un rol importante en el desarrollo educativo de los ni�os con tartamudez y las estrategias comunicativas, pedag�gica y actitudes que tomen pueden afectar de forma significativa el rendimiento escolar de estos ni�os (Alonso et al., 2019). De la totalidad de la muestra 4 docentes no asistieron a la primera etapa de cuestionarios pre-charla y charla, por lo que la muestra total fue de 26 docentes que, seg�n el sexo se distribuyeron en 22 mujeres y 4 hombres; el rango de edad de los docentes es de 28 a 59 a�os con una media de 44,9 a�os; seg�n el nivel de instrucci�n 4 docentes tienen cuarto nivel de educaci�n y 22 tienen tercer nivel de educaci�n; el nivel socioecon�mico general es medio y seg�n la distribuci�n por aulas, 24 docentes son tutores de los cuales 22 son mujeres y 2 son hombres, de est�tica hubo 1 docente hombre y de ingl�s 1 docente hombre.

Se aplic� un cuestionario antes de la charla y el mismo luego de ella, esta charla consisti� en dar informaci�n a los docentes sobre los conocimientos generales sobre la tartamudez y estrategias comunicativas y pedag�gicas a usar con ni�os con esta condici�n.

Se obtuvieron los consentimientos informados de todos los participantes. Los criterios de exclusi�n fueron la no asistencia de los docentes a la primera fase del estudio y no haber firmado el consentimiento informado.

Se trata de un estudio cuasi experimental con dise�o pre y post test, incluida una intervenci�n a trav�s de la charla informativa mencionada antes. La comparaci�n de los datos num�ricos obtenidos antes y despu�s de la charla permiti� determinar el nivel de conocimientos sobre las caracter�sticas generales de la tartamudez de los docentes y sobre las estrategias a usar en el aula para acompa�ar a los ni�os con tartamudez en el proceso de ense�anza-aprendizaje.

El levantamiento de datos se� llev� a cabo a trav�s de un cuestionario ad hoc, el cuestionario est� basado en cuestionarios revisados previamente de varios estudios similares en donde se determinaron las actitudes y opiniones de los docentes respecto a la tartamudez mediante la elaboraci�n de cuestionarios basados en el POSHA-S, t�cnica que consiste en una encuesta p�blica en donde se recoge la informaci�n de varias poblaciones respecto a las actitudes hacia los atributos humanos sobre tartamudez, estas actitudes son medidas en relaci�n a atributos humanos positivos, negativos y neutrales (Abrahams et al., 2016).

El cuestionario empleado estuvo conformado por cuatro bloques: datos de filiaci�n, en donde se han recogido datos como edad, nivel socioecon�mico y grado en el que trabajan; el de conocimientos generales sobre la tartamudez, en donde se han recogido los conocimientos de las caracter�sticas generales de los docentes sobre la tartamudez; el bloque de estrategias comunicativas empleadas con ni�os con tartamudez y el de estrategias pedag�gicas usadas en el aula con estos.

La intervenci�n se realiz� de la siguiente manera:

Fase I: se facilitaron las instrucciones para el llenado del cuestionario en donde se les indic� que deb�an llenarlo con sus conocimientos sobre la tartamudez se�alando s�lo un �tem por pregunta. A continuaci�n, se procedi� a dar la charla sobre la tartamudez, primero se proyect� un video sobre el D�a internacional de la toma de conciencia sobre la tartamudez y luego se pas� a la exposici�n de una presentaci�n dividida en tres bloques, sobre las caracter�sticas de la tartamudez y datos generales, sobre estrategias comunicativas y sobre estrategias pedag�gicas, todo ello ampliado con explicaciones y ejemplos.

 

Fase II: dos semanas despu�s se aplicaron nuevamente los cuestionarios, se les dio las instrucciones para el llenado de los cuestionarios con la misma consigna que en el cuestionario pre-charla, luego se procedi� a llenarlos y finalmente se les brind� el agradecimiento por su participaci�n en este estudio.

Los datos recogidos se cuantificaron de forma num�rica realizando un an�lisis estad�stico que permiti� resolver el reto planteado de forma extensa a una poblaci�n espec�fica.

 

3. RESULTADOS

En este apartado se presentan los resultados de la intervenci�n realizada en tres segmentos: el primero sobre los conocimientos generales de los docentes sobre las caracter�sticas de la tartamudez, el segundo sobre estrategias comunicativas que se emplean con ni�os con tartamudez y el tercero sobre estrategias pedag�gicas usadas en el aula con ni�os con tartamudez.

Los resultados obtenidos develan que, de la totalidad de la muestra el 34,61% de docentes indicaron que s� han tenido en sus aulas a ni�os con tartamudez; respecto a si consideran que tienen los conocimientos necesarios para poder acompa�ar a estos ni�os en el proceso de ense�anza-aprendizaje se pueden observar en la figura 1 que los docentes en el cuestionario pre-charla consideraban en un 76,92% no los pose�an mientras que en el cuestionario post-charla los docentes en un 73,08% consideraron que s� los poseen, pudiendo corroborar que la charla ha brindado a los docentes la informaci�n necesaria para acompa�ar a los ni�os con tartamudez.

 

 

 

 

 

 

Figura 1

Percepci�n de los docentes sobre si poseen conocimientos suficientes sobre tartamudez.

Fuente: cuestionario adaptado de los empleados en los estudios de Abrahams et al (2016) y Silva et al (2016).

 

En cuanto a que si son conscientes de que son una figura clave para acompa�ar a los ni�os con tartamudez en el proceso de ense�anza-aprendizaje, el porcentaje no cambi� en las etapas pre y post-charla, se mantuvo en el 76,92%, manifestando as� la importancia de su rol como docentes en el desarrollo de los ni�os.

En el bloque de conocimientos generales sobre la tartamudez al que dieron respuesta los docentes, se observa que la mayor�a de ellos cambi� de concepci�n respecto al origen de la tartamudez, en el cuestionario post-charla se evidencia que el 84,62% de docentes considera ahora que la tartamudez tiene un causal biol�gico frente a los resultados obtenidos en el cuestionario pre-charla en donde el 65,38% consideraba que la tartamudez era causada por algo emocional (figura 2). Adem�s, es importante recalcar que existe una diferencia significativa del 38,46% al 84,62% respecto a considerar que la tartamudez s� est� ligada a la herencia, luego de la charla. As� tambi�n el 100% de docentes consider� en ambas fases que el tratamiento debe ser llevado a cabo por terapeutas de lenguaje.

 

 

 

Figura 2 Causa de la tartamudez.

Fuente: cuestionario adaptado de los empleados en los estudios de Abrahams et al (2016) y Silva et al (2016).

Respecto a las dem�s preguntas de este bloque se puede realizar una comparaci�n de los datos antes y despu�s de la charla en la tabla 1, en donde se podr� hacer una interpretaci�n clara y evidenciar el cambio de concepci�n sobre la tartamudez luego de la charla.

Fuente: cuestionario adaptado de los empleados en los estudios de Abrahams et al (2016) y Silva et al (2016).Tabla1 Conocimientos generales sobre tartamudez.

Preguntas y opciones

Pre-charla

Post-charla

n

%

n

%

La tartamudez es un trastorno de

Lenguaje

8

30,77

8

30,77

Habla

16

61,54

17

65,39

Psicol�gico

2

7,69

1

3,84

La tartamudez se puede caracterizar por

Repeticiones de s�labas

18

69,24

0

0

Prolongaciones de s�labas

5

19,23

0

0

Tensi�n muscular

1

3,84

0

0

Todo

2

7,69

26

100

Edad de inicio de la tartamudez

1 a�o

8

30,76

0

0

2 a�os

10

38,47

21

80,76

5 a�os

8

30,76

5

19,24

La tartamudez es m�s com�n en

Ni�os

3

11,54

26

100

Ni�as

0

0

0

0

Ambos sexos por igual

23

88,46

0

0

�Cu�ntas personas de cada 100 tartamudean?

1-5

7

26,93

21

80,76

6-10����

15

57,69

5

19,24

11-15

4

15,38

0

0

�La tartamudez es voluntaria? (SI)

3

11,54

2

7,69

�La tartamudez puede remitir espont�neamente? (SI)

15

57,69

21

80,76

�La tartamudez est� ligada a un d�ficit cognitivo? (SI)

10

38,47

0

0

Como factores que exacerban la tartamudez antes de la charla hubo divergencias entre los docentes sobre cu�les son las causas para ello, y en los resultados post-charla se observ� que los docentes consideraron que cualquier factor externo como presi�n comunicativa, estr�s, exigencias de habla y competici�n podr�a provocarlo. Adem�s, el 46,15% de docentes en el test pre-charla consideraban que los ni�os con tartamudez eran nerviosos mientras que en los resultados post-charla se observ� que el 69,24% cambi� de opini�n al considerarlos como ni�os sin alteraciones emocionales, lo cual demuestra un cambio de estereotipos de los docentes hacia la tartamudez.

Respecto a las estrategias comunicativas que los docentes consideran que se deben llevar a cabo con ni�os con tartamudez en la tabla 2 se observan los resultados pre y post-charla. Se puede destacar como punto relevante que en el cuestionario post-charla el 100% de docentes consideraron que se debe dejar al ni�o que se tome su tiempo para hablar y mantener el contacto ocular.

Tabla 2

Estrategias comunicativas respecto a la tartamudez.

Preguntas y opciones

Pre-charla

Post-charla

n

%

n

%

�Debe permit�rsele al ni�o que tartamudee? (SI)

23

88,46

26

100

�Se debe corregir al ni�o cuando tartamudea? (SI)

16

61,54

2

7,69

�Se le debe dar terminando la frase al ni�o con tartamudea? (SI)

11

42,31

0

0

�Qu� es m�s importante en el habla del ni�o?

Lo que dice

10

38,46

22

84,62

C�mo lo dice

16

61,54

4

15,38

Para modelar el habla se recomienda

Hablar normalmente

21

80,76

7

26,93

Hablar a una velocidad disminuida

5

19,24

19

73,07

Fuente: cuestionario adaptado de los empleados en los estudios de Abrahams et al (2016) y Silva et al (2016).

 

Algo que vale destacar son las peticiones que les hacen los docentes a los ni�os con tartamudez para evitar que tartamudeen, en la figura 3 se observan los resultados pre y post-charla, en donde el 84,62% de los docentes ahora consideran que no se les debe decir nada cuando estos ni�os hablan, refiri�ndonos a evitar correcciones o tratar de ayudar.

 

Figura 3 Actitudes comunicativas respecto al habla en ni�os con tartamudez.

Fuente: cuestionario adaptado de los empleados en los estudios de Abrahams et al (2016) y Silva et al (2016).

En cuanto a las estrategias pedag�gicas se puede observar el cambio de concepci�n que tuvieron los docentes al respecto, luego de charla el 100% consider� que se debe promover un entorno no competitivo para el habla de estos ni�os y el 96,15% que se debe educar a los compa�eros de ni�os con tartamudez sobre este trastorno. En la tabla 3 se puede analizar los dem�s resultados de este bloque.

Tabla 3 Estrategias pedag�gicas respecto a la tartamudez

Preguntas y opciones

Pre-charla

Post-charla

n

%

n

%

Cuando un ni�o con tartamudez habla fluidamente �se le debe elogiar? (SI)

20

76,92

7

26,93

Para que conteste preguntas en clases se debe

Darle m�s tiempo para contestar

20

76,92

22

84,62

Darle el mismo tiempo que a sus compa�eros

6

23,08

4

15,38

Para actividades de lectura en voz alta se debe pedirle

Que lea de forma individual

17

65,38

5

19,24

Que lea al un�sono con otros compa�eros

9

34,62

21

80,76

Se le debe hacer preguntas

Largas

1

3,84

0

0

Cortas

25

96,16

26

100

Que el ni�o participe en turnos de forma

�Indistinta

23

88,46

1

3,84

En los primeros turnos

3

11,54

25

96,16

Fuente: cuestionario adaptado de los empleados en los estudios de Abrahams et al (2016) y Silva et al (2016).

 

As�, de manera general se visualiza que la charla ha impactado positivamente sobre las percepciones y actitudes docentes sobre la tartamudez y su predisposici�n para aplicar estrategias pedag�gicas m�s certeras que faciliten el aprendizaje y la convivencia entre pares.

4. DISCUSI�N

Los objetivos de este estudio han sido determinar los conocimientos de los docentes sobre la tartamudez y verificar la eficacia de una charla informativa sobre este tema mediante la aplicaci�n de cuestionarios antes y despu�s de dicha charla. Los docentes tienen un rol importante para el aprendizaje de ni�os con tartamudez (Groesman, 2006), hemos podido comprobar que el 76,92%� de estos docentes sienten que son una figura clave para ello; este estudio ha pretendido informar a los docentes sobre aquellos conocimientos y estrategias para que puedan lograrlo, al realizar una comparaci�n entre los resultados obtenidos antes y despu�s de la charla informativa sobre tartamudez se puede observar que s� existe un cambio significativo de concepciones en los docentes sobre este trastorno, as�, el 73,08% de docentes ahora consideran que s� tienen los conocimientos necesarios para acompa�ar a estos ni�os en el proceso de ense�anza-aprendizaje en comparaci�n con los resultados del cuestionario pre-charla en donde solo el 23,08% consideraba que los ten�a, esto implica que la informaci�n y capacitaci�n impact� positivamente para que los docentes se sientan seguros de acompa�ar en este proceso a los ni�os con tartamudez.

Los docentes mejoraron notablemente sus conocimientos sobre la tartamudez y estrategias comunicativas y pedag�gicas a emplear con ni�os con este trastorno. En cuanto al origen de la tartamudez en estudios previos se observ� la creencia de una causa psicol�gica y emocional de la tartamudez y que adem�s eran personas nerviosas (Abrahams et al., 2016; Silva et al., 2016) lo cual tambi�n se evidencia en este estudio, mas, luego de la charla ofrecida el 84,62% de docentes consideran que el origen de la tartamudez es biol�gico ligado a la herencia lo cual es corroborado por la literatura. Luego de la charla los docentes pudieron reconocer varios signos de la tartamudez como tensi�n muscular, prolongaciones y repeticiones de s�labas, lo cual se relaciona con el estudio de Abdalla y St. Louis (2014) que luego de realizar una capacitaci�n a un grupo de docentes, estos reconocieron estos mismos signos de la tartamudez. En cuanto a la edad de inicio de la tartamudez, los docentes no lo ten�an claro y despu�s de la charla pudieron establecer en un 84,76% que pod�a iniciarse a partir de los dos a�os lo cual se manifiesta en la literatura, Fernández-Zúñiga y De León (2011) menciona que aparece con mayor frecuencia entre los 2 y 4 a�os, esto es de alta importancia pues los docentes podr�an identificar casos de tartamudez temprana o ya establecida.

As� tambi�n se observaron resultados con diferencias considerables respecto a la incidencia seg�n el sexo pues al principio los docentes cre�an en un 88,46% que se pod�a dar por igual en ambos sexos (ni�os y ni�as) mientras que luego de la charla el 100% considera que se da con mayor incidencia en los ni�os lo cual es corroborado por Leal et al. (2015). En cuanto a la incidencia de la tartamudez en los ni�os, el 57,69% de docentes consider� que pueden ser de 6 a 10 ni�os de cada 100 que tartamudean, esto tambi�n fue observado en un estudio similar en Brasil (Silva et al., 2016) en donde los docentes encuestados tambi�n consideraban una incidencia superior al 5%, mientras que en el cuestionario post-charla se observa que el 80,76% considera que entre 1 a 5 ni�os de cada 100 tartamudean. La tartamudez puede remitir hasta en un 80% de los casos en ni�os entre 2 a 4 a�os, en este estudio en un principio solo el 57,69% de docentes consideraba que la tartamudez puede remitir espont�neamente mientras que luego de la charla el 80,76% lo considera as�, adem�s el 100% de docentes consideran ahora que la tartamudez no est� asociada a un d�ficit cognitivo, este dato es de crucial importancia pues los docentes deben saber que esta condici�n de origen neurobiol�gico no est� relacionado con un d�ficit cognitivo.

Respecto a las estrategias comunicativas espec�ficamente tanto antes y despu�s de la charla los docentes consideraron con un alto porcentaje (88,46% y 100% respectivamente) que se debe permitir al ni�o que tartamudee pues es una caracter�stica de su habla, as� tambi�n la incidencia de docentes que consideran necesario que se debe corregir el habla de los ni�os con tartamudez se redujo del 61,54% al 7,69%; se recomienda no corregir al ni�o ni darle terminando la frase que intenta decir, por ello es necesario que los docentes sepan c�mo actuar y precisamente en la fase post-charla de este estudio se pudo determinar que el 100% de los docentes eran menos propensos a� ayudar a concluir la frase. As� tambi�n se recomienda que se debe dar m�s importancia a lo que se dice y no a c�mo lo dice (Fern�ndez-Z��iga y De Le�n, 2011), en este estudio se ha evidenciado que hubo una diferencia significativa respecto a lo mencionado pues del 38,46% de docentes aument� al 84,62% que lo consideraron de esta manera. Un detalle que debe ser conocido por los docentes es acerca del patr�n de la velocidad de habla a emplear con ni�os con tartamudez pues es recomendable usar un patr�n de habla lenta (Leal et al., 2015), no fue sorpresa que los docentes no tuviera conocimientos sobre esto, por ello se pudo observar en la fase pre-charla que el 80,76% de docentes consideraban usar un patr�n de habla normal y en la fase post-charla el 73,07% de docentes consider� que se deb�a usar un patr�n de habla lenta.

Respecto a las actitudes comunicativas cuando se conversa con un ni�o con tartamudez, los docentes luego de la charla fueron menos propensos a pensar en pedirles que respiren, que se tranquilicen o que no se pongan nerviosos, el 84,62% de docentes consideran que no se debe decirles nada.

Al comparar las respuestas de los cuestionarios pre y post-charla sobre las estrategias pedag�gicas que los docentes pueden usar en el aula con ni�os con tartamudez los resultados post-charla fueron muy satisfactorios, respecto a elogiarlos cuando hablan fluidamente hubo una diferencia del 76,92% al 26,93%, los elogios deben ser considerados con mucho tino puesto que se trata de una caracter�stica del habla de estos ni�os (Biain de Touzet, 2017), se ha pretendido hacer llegar a los docentes estrategias espec�ficas y �tiles para ser usadas en el aula, como, dar m�s tiempo para contestar, leer al un�sono con compa�eros, hacer preguntas de respuestas cortas y que el ni�o participe en los primeros turnos (Groesman, 2006), en los resultados post-charla los porcentajes demostraron que del 80,76% al 100% de docentes usar�an estas estrategias con los ni�os con tartamudez. El educar a la clase del ni�o con tartamudez sobre su trastorno es una de las estrategias m�s recomendadas seg�n Davidow et al. (2016), ante esto y luego de la charla el 96,15% de docentes considera que se debe hacerlo.

Por �ltimo, se reitera el haber alcanzado los objetivos deseados con la charla ofrecida a los docentes, pues como se hab�a mencionado antes, somos los profesionales del lenguaje y habla los responsables de hacer llegar a los docentes informaci�n �til y necesaria para favorecer la fluidez del habla de los ni�os (Leal et al., 2016) y brindarles un espacio de respeto y desarrollo.

5. CONCLUSI�N

El hecho de tener una incidencia del 5% de ni�os de edad infantil con tartamudez a nivel mundial (Leal et al., 2015) hace necesario ofrecer informaci�n emp�rica y �til sobre este trastorno a los docentes pues favorecer� al apoyo y acompa�amiento en el proceso de ense�anza-aprendizaje de estos ni�os para especialmente saber c�mo actuar en el aula y qu� estrategias comunicativas y pedag�gicas pueden hacer que su camino por la escuela sea respetuoso y relajado.

El desconocimiento sobre la tartamudez, sus causalidades e implicaciones en el �mbito educativo puede llevar a cometer errores tanto en c�mo comunicarnos con estos ni�os y qu� estrategias pedag�gicas usar en el aula. Este estudio es �til en funci�n de tener noci�n de cu�nto conocen los docentes sobre este trastorno y generar pautas metodol�gicas en torno a c�mo capacitarlos de manera transformadora proveyendo la informaci�n cient�fica necesaria para erradicar mitos y estereotipos.

De igual manera es importante recalcar la necesidad de basarse en estudios realizados en entornos similares tanto geogr�ficos como de formaci�n acad�mica de los docentes para poder realizar una comparaci�n de resultados m�s fiables. Al ser muy certeros los resultados obtenidos en este estudio podr�n ofrecer a futuro una base sobre qu� esperar de los resultados que se busquen y tenerlos como un punto de comparaci�n real y evidenciable.

Estos resultados pueden ser interpretados en un contexto educativo y social para hacer conciencia sobre la importancia de tener conocimientos sobre la tartamudez pues los ni�os con este trastorno necesitan de docentes, padres de familia y comunidades educativas que se capaciten y conozcan c�mo comunicarse, ense�ar y convivir con ellos brind�ndoles la confianza y el ambiente adecuado para su aprendizaje y socializaci�n.

6. REFERENCIAS BIBLIOGR�FICAS

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