Actitudes ambientales y educación ambiental en tiempos de pandemia en estudiantes de contabilidad de una universidad privada,

Chimbote 2021

                                                                                            

Lucio Carlos Martos Ramírez

                                                                                            lcmartosm@ucvvirtual.edu.pe

                                                                             https://orcid.org/0000-0002-2732-6452

 

 Groberti Alfredo Medina Corcuera

                  grome@ucvvirtual.edu.pe

     https://orcid.org/0000-0003-4035-157X

 

                                                                                     Universidad César Vallejo

                                                                                                                 Chimbote - Perú

 

RESUMEN

El propósito del presente trabajo fue analizar la relación entre las actitudes ambientales y la educación ambiental en tiempos de pandemia en estudiantes de Contabilidad de una Universidad Privada de Chimbote. Se aplicó un tipo de investigación no experimental, el enfoque fue cuantitativo, el diseño descriptivo correlacional propositivo, de corte transversal. La población estuvo conformada por 171 estudiantes de Contabilidad, la muestra por 76 estudiantes y pertenecientes al VIII ciclo académico 2021-2.Se empleó la técnica de la encuesta y como instrumento el cuestionario, constituido por un total de 40 items, este instrumento fue validado mediante juicio de expertos y para la prueba de confiabilidad se aplicó la técnica del Alpha de Cronbach, obteniéndose un valor de 0.962 para la variable actitudes ambientales y de 0.971 para la variable educación ambiental. 

Los resultados nos permitieron comprobar que existe una relación positiva lineal alta y estadísticamente muy significativa entre estas dos variables en tiempos de pandemia (r=0.677, p-valor= 0.00), toda vez que el p-valor es menor a 0.01, concluyéndose que existe una relación significativa entre las actitudes ambientales y la educación ambiental en tiempos de pandemia; en tal sentido, rechazamos la hipótesis nula y aceptamos la hipótesis alternativa de nuestra investigación.

 

Palabras clave: actitudes ambientales; educación ambiental; tiempos de pandemia.

Environmental attitudes and environmental education in times of pandemic in accounting students from a private university,

Chimbote 2021

 

ABSTRACT

The purpose of this work was to analyze the relationship between environmental attitudes and environmental education in times of pandemic in accounting students of a private university in Chimbote. A non-experimental type of research was applied, the approach was quantitative, the design was descriptive correlational propositional, cross-sectional. The population consisted of 171 Accounting students, the sample consisted of 76 students and belonged to the VIII academic cycle 2021-2. The survey technique was used and the questionnaire was used as an instrument, consisting of a total of 40 items, this instrument was validated by expert judgment and for the reliability test the Cronbach's Alpha technique was applied, obtaining a value of 0.962 for the environmental attitudes variable and 0.971 for the environmental education variable. 

The results allowed us to prove that there is a high and statistically significant positive linear relationship between these two variables in times of pandemic (r=0.677, p-value= 0.00), since the p-value is less than 0.01, concluding that there is a significant relationship between environmental attitudes and environmental education in times of pandemic; in this sense, we reject the null hypothesis and accept the alternative hypothesis of our research.

 

Keywords: environmental attitudes; environmental education; times of pandemic.

 

 

Artículo recibido:  15 enero 2022

Aceptado para publicación: 08 febrero 2022

Correspondencia: lcmartosm@ucvvirtual.edu.pe

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

 

 

 

1. INTRODUCCIÓN.

En Suecia, Estocolmo el año de 1972, se realizó la  Primera Cumbre para la Tierra,  se escuchó por primera vez la palabra o el  término ambiental, en este evento fue que por primera vez se analizaron los problemas ambientales, reconociéndose la gravedad de lo que esto significaba, convirtiéndose en  un tema muy importante a fin de cambiar el pensamiento de las personas y lograr que estas actitudes sean positivas o favorables para el medio ambiente y ser conscientes que nos falta tener más educación ambiental y verlo ya como una necesidad imprescindible.

En el mundo, en el país y en nuestra ciudad, han aumentado los diversos problemas ambientales: la contaminación permanente de la atmósfera y del agua, la deforestación y el consumo excesivo de nuestros recursos naturales, son problemas ambientales que se vienen presentando en el día a día y que son debidos a la ausencia de sensibilización o falta de actitud de las personas en general. La Organización de las Naciones Unidas reconoció que el medio ambiente ha cambiado aceleradamente en los últimas cuatro décadas, y señalaron como causa principal la interacción de la persona con la naturaleza (UNESCO, 2012). Una de las tendencias actuales de la educación ambiental, es fomentar actitudes favorables y promover una responsabilidad social hacia el ambiente. Así como las actitudes de respeto e interés que deben tener los alumnos hacia el medio ambiente (Schreiner y Sjoberg, 2005).

La educación es trascendental para los países y para su desarrollo sostenible, y son los gobiernos quienes deben intensificar sus políticas educativas, entonces viene a ser la educación uno de los pilares para el surgimiento de los países (O’Flaherty y Liddy 2017), y Atuguba (2019) refiere que la preocupación por el medio ambiente, su cuidado y protección se inició en el decenio de los 70.

La COVID-19 como epidemia, la declaró la Organización Mundial de la Salud el 11 de marzo del 2020, emergencia sanitaria pública a nivel mundial. Esta es considerada como pandemia por sus características de haberse extendido  por los países del mundo (Opinión Parlamentaria, 2020), tiempos de pandemia hace referencia a la infección de las personas con un virus nuevo, y que se transmite de persona a persona y que afecta a todas las personas del planeta (Documento OMS, 2009), razón por lo que se restringió la asistencia a las escuelas, colegios y universidades en todo el mundo, permaneciendo incomunicadas las personas, por lo que Saitz y Schwitzer (2020) sostienen  que en la actualidad la comunicación de la ciencia se constituye en el mayor desafío en muchos años. Con la aparición de la COVID19, los estudiantes están temerosos de lo que pueda ocurrir en el futuro, se dieron cuenta lo frágil que es la vida, abrigando la esperanza de la aplicación de la vacuna contra esta enfermedad. Cuando visualizan el futuro del planeta y ven imágenes, se ven derrotados por la devastación ambiental, la superpoblación, las guerras y el hambre son sus principales preocupaciones (Hicks, 2006).

Por tanto, observamos la necesidad de haber realizado esta investigación en el Programa de Estudios de Contabilidad, porque  esta problemática no escapó para este centro superior universitario  de la ciudad de Chimbote, por lo que los directivos, docentes y estudiantes tienen el compromiso moral y porque no decirlo legal, de  conservar  y preservar el medio ambiente en que vivimos, y también por querer cambiar las actitudes de los estudiantes universitarios de este programa, y  si éstos tuvieron algún grado o nivel de conocimientos, respecto a la  educación ambiental. En la ley universitaria N° 30220 (2014), establece en su artículo 124, que la universidad peruana debe incluir entre una de sus funciones, realizar su gestión con ética, teniendo en cuenta que se constituyen en partes interesadas, las relaciones producidas entre la comunidad universitaria sobre el ambiente y de esta manera se contribuiría al desarrollo responsable y sostenible de nuestra comunidad. En la ley N° 28740-Sineace (2006), establece en su estándar 26: Implementación de Políticas Ambientales, aplicar y desarrollar en las universidades este estándar contribuyendo al cuidado y respeto de la biósfera.

Por lo expuesto, realizamos la investigación en este tema, proponiéndonos el problema siguiente: ¿Cuál es la relación entre las actitudes ambientales y la educación ambiental en tiempos de pandemia en estudiantes de Contabilidad de una Universidad Privada, Chimbote 2021?

Además, que este trabajo de investigación pueda servir y comprometer a autoridades, docentes y profesionales inmersos en este tema medioambiental, con el fin de viabilizar o facilitar la implementación de programas medioambientalistas y así motivarlos para que sus actitudes ambientales sean positivas, como también prepararlos o en todo caso reforzarlos en temas de educación ambiental, razón suficiente que ameritó que realicemos esta investigación.

El objetivo general planteado fue: Analizar la relación entre las actitudes ambientales y la educación ambiental en tiempos de pandemia en estudiantes de Contabilidad de una Universidad Privada, Chimbote 2021. Teniendo como objetivos específicos a los siguientes: Determinar los niveles de: actitudes ambientales y educación ambiental en tiempos de pandemia en estos estudiantes. Establecer la relación entre los componentes: cognitivo, afectivo y reactivo con la educación ambiental en tiempos de pandemia en estos estudiantes de Contabilidad, y como último objetivo específico, sugerir una propuesta técnica que permita mejorar estas variables estudiadas en tiempos de pandemia en estos estudiantes de Contabilidad de esta Universidad. En cuanto a las hipótesis de nuestro trabajo de investigación, fue: Hi: Existe una relación significativa entre las actitudes ambientales y la educación ambiental en tiempos de pandemia en estudiantes de Contabilidad de una Universidad Privada, Chimbote 2021.

Algunos de los trabajos de investigación en los cuales se fundamentó la realidad problemática y el estudio de nuestra investigación fueron los siguientes:

Los investigadores Saza et al. (2021), tuvieron como propósito determinar la relación de sus dos variables de estudio en estudiantes universitarios. La metodología empleada fue la realización de un estudio comparativo, de diseño transversal, con una muestra de 991 alumnos de distintas carreras. Se encontraron relaciones positivas y significativas entre estas dos variables. En Ciencias Sociales y Humanas fue donde se presentaron mayores puntajes respecto de estas dos variables, que el resto de áreas. Se finaliza concluyendo que estos alumnos tienen actitudes, creencias, y acciones positivas medioambientales, sin embargo, el nivel de conocimiento que poseen en cuanto al medio ambiente, es bajo.

Lo que manifiesta Gökmen (2021), en su trabajo de investigación titulado: El efecto del género en educación ambiental. Un estudio de meta- análisis. Con un enfoque cuantitativo, se revisó la literatura compuesta por estudios realizados entre los años 2009-2019, por lo que se recopilaron un total de 257 publicaciones relacionadas con el tema en cinco niveles de educación, inicial, primaria, secundaria, universidad y otros grupos ocupacionales. La muestra del estudio consistió de 22103 individuos (12188 femenino y 9915 masculino). Los resultados mostraron que la variable de género afectó la actitud ambiental a favor de las mujeres en un nivel bajo.

Asimismo, Salas-Canales (2021) en su artículo científico, cuyo propósito fue dar a conocer cómo la educación ambiental viene contribuyendo con el cuidado del medio ambiente, empleó una metodología de investigación de revisión bibliográfica. Los resultados fueron que el tema de la educación ambiental cumple un papel trascendental en nuestro entorno, en el contexto y por lo tanto se hace necesario del requerimiento de un profesor especialista en este tema. Velásquez et al. (2021), en su artículo científico propone la realización de acciones para la educación ambiental. El enfoque fue cualitativo y por tratarse de una investigación bibliográfica se utilizó el análisis documental, asociada con el cambio climático y la educación ambiental. Los resultados de esta investigación fueron favorables, porque se determinó que estos cursos poseen capacidades metodológicas para tratar la problemática de la educación ambiental y señalan la importancia de que los profesores puedan realizar en su trabajo docente, la forma de explicar a los estudiantes el tema del cambio climático y cuál es el impacto en nuestro territorio. Los autores Saldaña et al. (2020), en su trabajo de investigación cuyo propósito fue determinar en los alumnos sus actitudes ambientales, aplicaron una investigación descriptiva con metodología cuantitativa, emplearon un instrumento-cuestionario con 25

preguntas que lograron determinar las actitudes ambientales de éstos alumnos y por consiguiente obtuvieron como resultado que el 59 % de estos alumnos realizan actividades que van a promover la conservación del MA. Según manifiestan Gervacio y Castillo (2020), éstos analizaron, la formación, el conocimiento, las actitudes y conductas proambientales que tienen estos alumnos. La metodología empleada fue el enfoque cuantitativo, y las variables se analizaron con la escala de Likert. Los resultados a los que arribaron fueron que van de “escasos” a “regular” en cuanto a sus conocimientos y prácticas sobre temas ambientales, también se concluyó que estos estudiantes respecto a la complejidad de estos problemas ambientales, no conocen o poseen escasa percepción del problema.

Según Cantú (2020), su investigación tuvo como propósito tener conocimiento de las actitudes ambientales de estos estudiantes. Se empleó a 52 estudiantes entre hombres y mujeres como muestra, se aplicó el instrumento, el cuestionario de Actitudes Ambientales. Un porcentaje de 84.6 de estudiantes demostró buena actitud y el 15.4 % de estudiantes, moderada actitud. Concluyó este autor que estudiantes (hombres y mujeres) poseen un comportamiento ambientalmente significativo; y que al final no existe diferencia según sexo. Los autores Sandoval-Escobar et al (2019), desarrollaron un trabajo descriptivo-correlacional, diseño de corte transversal, las unidades de análisis se tomaron de cinco ciudades y fueron 1503 estudiantes seleccionados aleatoriamente, se aplicó a estos alumnos dos tests uno sobre Comportamiento Proambiental   y otro sobre Conocimiento Ambiental. En la mayoría de las dimensiones estudiadas, estos estudiantes tienen actitudes y creencias ambientales positivas y es bajo en cuanto al nivel de conocimiento ambiental, según refieren en sus resultados.

Sostiene Silva (2021), que su trabajo tuvo como propósito el análisis de la incidencia de la educación ambiental en la mejora de la otra variable. La metodología empleada fue cuantitativa, básica no experimental descriptivo. Consistió en la revisión de artículos científicos. Contó con una población de revistas indexadas en un número de 70 de los últimos siete años, 28 artículos científicos fueron la muestra y de tipo cuantitativo. Se recopilaron datos a través de: Google académico, EBSCO, Scielo, Dialnet y Redalyc. El resultado de este trabajo fue que la educación ambiental influye positivamente y significativamente en las actitudes cognitivas, afectivas y conductuales de los alumnos hacia la preservación y conservación del medio ambiente. Además, finaliza, que cuando se aplican programas educativos que tengan que ver con el medio ambiente, mejoran las actitudes medio ambientales de estos estudiantes.

Teniendo en cuenta lo que manifiesta Casa (2020), su investigación tuvo como propósito determinar la asociación que existe entre estas dos variables estudiadas. El enfoque de este estudio fue cuantitativo, no experimental, diseño correlacional, tuvo como población a 1160 alumnos, la muestra probabilística fue de 289 alumnos, se les aplicó dos cuestionarios, uno sobre percepción sobre contaminación del medio ambiente y otro sobre actitudes ambientales. La correlación de Rho Spearman arrojó como resultado una asociación positiva alta cuyo valor fue: rs = 0.825.  Los resultados en cuanto a la segunda variable, según sus dimensiones, los alumnos manifestaron estar totalmente de acuerdo en cuanto a: actitudes cognitivas (38,1%); actitudes conductuales (49,5%); y actitudes afectivas (39,1%).  Y que, frente a los problemas ambientales, éstos asumen actitudes positivas para conservar el medio ambiente en que vivimos.

Por otro lado, los autores Pulido y Olivera (2018), en su artículo emplearon una metodología de revisión bibliográfica y sistemática de informes del gobierno, así como de artículos en revistas de alto impacto referentes al tema en estudio, lo que permitió analizar el problema de cuatro años. Se pretendió con este estudio la realización de una mejora con respecto a la enseñanza de la educación ambiental, ya sea a nivel básico o superior; es decir, este trabajo sirva como base para plantear futuros enfoques pedagógicos y así solucionar este problema. En conclusión, una vez identificadas estas estrategias, se hará posible que la enseñanza de la educación ambiental sea más eficaz y eficiente. Los autores Ccama y Ccanto (2018), en su investigación tuvieron como propósito determinar la asociación entre las variables de estudio, por lo que emplearon una metodología de tipo básica, la muestra fue probabilística y fueron 118 alumnos, se contrastaron las hipótesis planteadas, se empleó el coeficiente de Rho Sperman, aplicándose dos tests: el primero sobre educación ambiental y el segundo sobre actitud ambiental. Los resultados de este trabajo, sostienen que no existe asociación entre las variables del presente estudio (nivel de significancia del 95%). Lo que manifiesta en su estudio Holgado (2018), fue describir en los alumnos del programa, la asociación existente entre estas dos variables estudiadas. La metodología empleada fue del tipo descriptivo-correlacional, y diseño no experimental.  Conformaron la muestra 84 alumnos del programa, a quienes se les aplicó un cuestionario y de esta forma se pudo identificar los niveles de estas dos variables. Obteniendo mediante la aplicación del coeficiente de Pearson, una asociación entre estas variables de 0,421, estableciendo así, que existe una correlación poco significativa entre ellas.

Existen diversas teorías que tienen que ver con nuestras variables de estudio, así como de las dimensiones que nos propusimos para el desarrollo de nuestra investigación, respecto a nuestra primera variable, presentamos algunas teorías de actitud ambiental. Amérigo et al. (2017) sostienen que es trascendental estudiar el tema de la actitud dirigida al medio ambiente, y tomar como indicadores la conducta y la intención comportamental.

Según manifiesta Yupanqui (2017), éste establece que las creencias, las emociones y las tendencias conductuales, como concepción tridimensional, la actitud, abarca estos 3 aspectos, la misma que va a influir en las personas en su comportamiento, y lo percibe manifestando que forma parte de la intención de las personas, conjuntamente con las normativas subjetivas y el control de las conductas de las personas

Para Robottom (2010), los estudiantes deben estar implicados en la educación ambiental, así como implicarse en los problemas ambientales del contexto que les rodean, crear situaciones de aprendizaje, pero investigando con el uso de metodologías que sean didácticas y que sean críticos y reflexivos respecto a la información, valores sociales que están latentes en el contexto en cada momento. Según Gifford y Sussman (2012), éstos manifiestan que los comportamientos proambientales deben estar cimentados en la planeación y ejecución de los mismos, por lo que resulta primordial estudiar las actitudes, por lo que concluyen que la psicología se vincula con la actitud proambiental, y es trascendental esta vinculación porque se van a lograr a entender las causas de estos problemas ambientales gracias a la contribución de la psicología. Los teóricos Onokala et al. (2018), sostienen que, a nivel de universidades, deberán emitirse normas con el fin de que existan buenos comportamientos actitudinales.

Respecto a la actitud ambiental, es importante señalar lo que establece Holahan (2000), quién establece que las actitudes ambientales pueden ser favorables o desfavorables, sentimientos que las personas direccionan hacia alguna particularidad del ambiente físico o dirigidas hacia una problemática que esté en relación con el medio ambiente. Pavalache-llie y Cazan (2018), manifiestan que la actitud proambiental, se constituye en un requisito primordial en el aspecto socioemocional de las personas, lo que ocurre en distintas situaciones cuando éstas lo realizan, con una intención o propósito, y todo esto tiene relación con el comportamiento de éstas, teniendo en cuenta componentes como: la cognición, la emoción y la reacción. Ahora bien, Liu et al. (2020), sostienen que la finalidad de las actitudes proambientales, es adaptar al ser humano con su entorno y por tanto conectarse con todos los seres vivos del planeta, y tomar iniciativas para lograr comprender la existencia de una buena relación en conocimientos y actitudes que serán propicias a la EA.

Ahora bien, Whittaker (2006), explica que las actitudes alteran la conducta de las personas y establece que son constructos que predicen y van a explicar la conducta de las personas. Afirma que se puede trabajar con las personas después de evaluarlas en sus actitudes, y aplicar una metodología para así transformar estas actitudes, y de esta manera se pueda modificar la conducta de las personas, por lo que sigue afirmando este autor que, entre la conducta y actitudes de las personas, está siempre existiendo una relación muy estrecha. Estas actitudes las clasifica en los siguientes componentes: Cognitivo (conocimientos o intelectuales), es un conjunto de categorías que las personas emplean para dar nombre a todos los estímulos que reciben; afectivo (emocional y motivacional), viene a ser la respuesta emotiva asociada con una clase de conocimientos, y que podrían presentarse como placenteras o desagradables; y reactivo (conducta o acción), hace referencia a la conducta o acción que tienen las personas de acuerdo a los estímulos externos que recibe.

Asímismo, Yagosesky (2016), explica la actitud como una tendencia emocional y mental que tienen las personas hacia otras personas, y cuando se percibe de forma favorable será una actitud positiva y permitirá acercarse a las personas; en cambio, si se percibe esa situación de forma desfavorable, será una actitud negativa y las personas optan por retirarse de ese entorno.

En cuanto a las bases teóricas de nuestra segunda variable en lo que respecta a la educación ambiental, y a las dimensiones empleadas, es importante señalar lo que explica  

Moscovici (1984), cuando establece que la información es expuesta bajo la imagen social, la información que se percibe del entorno, entonces manifiesta que el conocimiento ambiental es la captación, retención o abstracción de esta información, por consiguiente, este conocimiento se va desenvolviendo en áreas distintas de la ciencia, y estas áreas desean saber la problemática que afectan el medio ambiente para llegar así a solucionar estos problemas. El conocimiento se adquiere de la interrelación con el medio ambiente, los que forman parte de las variables predictivas de los comportamientos proambientales, es el conocimiento en forma sucesiva de las habilidades (Corral, 2001).  

Con respecto a la educación ambiental, los siguientes autores Cincera et al. (2017) manifiestan que para estudiar la asociación que existe entre el medio ambiente y las personas, se hace necesario comprender que es un tema que se trata de todo un proceso que pretende el desarrollo, comprensión apreciación de ingenio, destreza y valores que se hacen necesarios en las personas. Lee et al.  (2016), complementan que los docentes deben fomentar en sus alumnos que sean partícipes activos, propuestas que estos alumnos deberán proponer para la solución de la problemática ambiental, por lo que los docentes deben mostrarse siempre preocupados en forma permanente con el medio ambiente.

Quienes están más preocupados por el medio ambiente son las personas más educadas y también se encuentran más dispuestas a sumarse a comportamientos proambientales, manifestando que la educación como factor sociodemográfico es muy importante (Bronfman et al., 2015). Asimismo, los comportamientos proambientales y las actitudes, pueden contribuir en diferentes áreas de la salud y el bienestar a través de varios mecanismos, y el hogar juega un papel importante en esta relación (Netuveli & Watts, 2020). Por otro lado, los graves daños ecológicos por la falta de reflexión medioambiental, afecta al desarrollo sostenible, el cual busca una armonía entre las exigencias de la economía en desarrollo y la necesidad de gestión de los procesos ambientales (Kumar, 2016).

Por tanto, la EA no se ciñe solo a educar para la conservación del medio ambiente, concientizar personas o variar conductas, que se entienda que la tarea es más profunda y con el compromiso de que se debe educar para cambiar a las personas, a la sociedad, procurando tomar conciencia y orientado hacia un desarrollo humano sostenible. Una educación ambiental debe estar guiada a los procesos y a desarrollar   capacitaciones y competencias para la realización de acciones y finalmente tomar decisiones, en el aspecto teórico y práctico deberá ser una EA con coherencia y estratégicamente realista con lo complejo de esta problemática y dar soluciones para un futuro sustentable y ecológico (Breiting y Mogensen, 1999). Por otro lado, Dahl (2019) hizo énfasis, que a lo largo de muchos años resulta primordial incorporar a la educación para buscar lograr el desarrollo sostenible, así como Klarin (2018) afirma que el desarrollo sostenible debe lograrse en base al desarrollo económico, social y ambiental.

Asimismo para Delors (1996), la educación se convierte en una herramienta insustituible para que las personas del mundo progresen en la vida, y son cuatro los pilares en que se constituyen: a) Aprender a conocer: Se entiende que significa aprender a aprender, entender lo que se estudiará con las herramientas que sean útiles o necesarias para ello; es decir, que le permita a cada persona a lo largo de su vida, tomar oportunidades de educación; b) Aprender a hacer: Implica que las personas pueden generar cambios, modificar el entorno donde viven, y esto lo pueden realizar después de haberlo aprendido, por lo que deben adaptarse a realizar trabajos en equipo y por lo tanto adaptarse a distintas situaciones; c) Aprender a vivir juntos: Significa convivir juntos con la sociedad, inmersos en una cultura de paz, y por tanto no debe faltar el respeto de los derechos para con las personas, su cultura, tradiciones, espiritualidad y respetar las formas de vida sobre el planeta; y d)  Aprender a ser: El desarrollo integral de cada persona, es gracias a la educación, a ella debe su contribución, porque la persona consta de un cuerpo, una mente, es sensible y tiene un sentido estético, sin olvidarse de la responsabilidad individual y espiritualidad que posee. Constituyéndose en un informe de consenso y de debate en todo el mundo.

Sauvé (2005) sostiene con respecto a la EA, que existe una corriente naturalista, conservacionista, que viene a ser una corriente, una relación centrada con la naturaleza, enfocada en las 3r: reducción, reutilización y reciclado,  a nivel individual y colectivo, corriente resolutiva (problemas ambientales en relación con la parte social), corriente sistémica que se centra en la totalidad del sistema ambiental (corriente científica), y la corriente humanista la que se centra en la dimensión humana con el medio ambiente, es decir cultura y naturaleza. Minedu (2018), establece que la EA es todo un proceso que va a permitir en el tiempo, la existencia de una asociación sostenible entre la humanidad y su medio ambiente, así como desarrollar actitudes, conocimientos, valores y prácticas.

Habiendo revisado y analizado la bibliografía respecto a las teorías de nuestras variables, podemos señalar en cuanto a nuestra variable actitudes ambientales, que el aporte a la ciencia del teórico Whittaker (2006), es muy valioso, por cuanto estamos tomando su modelo, por sus dimensiones planteadas, por considerarlas muy útiles e importantes y que nos sirvió como guía en nuestra investigación. Asimismo, hemos tomando las dimensiones de Delors (1996), adaptándolas a este estudio, para nuestra variable educación ambiental.

Conocemos que un paradigma es el modo como se mira el objeto que va a ser estudiado y por supuesto que este paradigma va acompañado de varias teorías básicas que lo rodean, por lo que este trabajo se enmarcó dentro de un paradigma empírico – analítico. Entonces se da a entender que en cuanto al problema que se quiere investigar, a su metodología, y la forma en que se realizan los análisis de los resultados de la investigación, se tomará en cuenta este paradigma empírico-analítico (Kuhn, 1975; citado por Briones, 2006), resultando este paradigma muy útil para el desarrollo de nuestra investigación. Teniendo en cuenta las actitudes ambientales que tienen los alumnos en su relación con la educación ambiental, y que estas fueron las variables de estudio de nuestra investigación; en primer lugar, y según la sicología se entiende a la actitud como la que genera o motiva la conducta humana, entonces sería que las personas  tienen predisposición a la realización de  actividades que van a  responder a una construcción lógica de significados y esto se va a reflejar en conductas pro ambientales (Coutiño, 2011).

Es importante señalar que, en investigaciones de educación ambiental, también debe aplicarse el paradigma socio-crítico, porque podemos orientar el conocimiento hacia el empoderamiento social y a la calidad de vida de las personas, y es de conocimiento que los paradigmas son guías o reglas que debemos seguir las personas que investigamos. El paradigma socio-crítico según lo expresado por Arnal et al. (1992), tiene como propósito fomentar las transformaciones sociales, y de esta forma dar respuestas a problemas específicos y actuales que se presentan en la sociedad, pero que esta participación debe ser con todos sus miembros, sus aportes se van a originar de los estudios de la comunidad que se realicen y de la investigación participativa de la sociedad. Efectivamente, este paradigma considera que se va construyendo el conocimiento, pero por intereses que van a partir de las necesidades de la sociedad, y esto se va a lograr con la preparación y entrenamiento de las personas, y así lograr transformar nuestra sociedad.

2. ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS O MATERIALES Y MÉTODOS.

El estudio tuvo la finalidad de conocer la relación o grado de asociación que existe entre dos o más categorías, conceptos o variables (Hernández, Fernández y Baptista 2014), cuyo enfoque fue cuantitativo, del tipo descriptivo correlacional propositivo, porque describimos y buscamos determinar la asociación entre las variables, siendo su diseño no experimental, la investigación constó de dos variables, la independiente: actitudes ambientales, y la dependiente: educación ambiental.  La población estuvo conformada por el conjunto de todos los elementos que pertenecen al espacio geográfico donde se lleva a cabo la investigación (Carrasco, 2019).

La población entonces estuvo conformada por los alumnos del programa de Contabilidad de esta universidad privada del ciclo académico 2021-2, sumando un total de 171 estudiantes matriculados. En cuanto a  la muestra Carrasco (2019), manifiesta que  es el fragmento o parte representativa de la población, y contener las mismas características y propiedades de la misma, en cuanto a su tamaño debe ser moderada y proporcional, bajo estas consideraciones, la muestra de nuestro estudio se obtuvo a conveniencia e intención del autor, considerando una muestra no probabilística de  alumnos varones y mujeres del Programa de  Contabilidad matriculados en el VIII ciclo académico 2021-2, y lo conformaron 76 estudiantes de mis tres asignaturas a mi cargo.

Se aplicó la encuesta como técnica y el cuestionario fue el instrumento que empleamos para recopilar la información de los estudiantes, y que estuvo dividido en sus dos variables, con 20 proposiciones o juicios por cada variable. Es importante señalar que antes de aplicar el cuestionario, realizamos con10 estudiantes diferentes de la muestra seleccionada, una prueba piloto, por lo que esta data lo sometimos al estadígrafo, coeficiente Alfa de Cronbach, cuyo resultado de confiabilidad del instrumento en cuanto a la variable actitudes ambientales, se encontró un valor de 0,962 el cual nos indica de acuerdo a la tabla un criterio de excelente, y respecto a la variable educación ambiental nos dio como  resultado un valor de 0,971 el cual también nos está indicando de acuerdo a la tabla un criterio de excelente. Además, este instrumento fue validado por juicio de expertos, tomando a dos doctores investigadores con mucha experiencia. La escala de medición que empleamos en nuestro instrumento, fue la ordinal, ya que nos permitió organizar los datos en forma jerárquica y cuantitativa, categorizándolos en una escala de Likert. Los datos obtenidos de la muestra fueron tabulados en el software MS Excel y luego esta información se migró al programa estadístico IBM SPSS versión 25 con fines de realizar el análisis estadístico de mis variables y en función de mis dimensiones e indicadores, aplicamos el análisis inferencial Rho de Spearman con la finalidad de determinar el grado de asociación entre mis variables.

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

De acuerdo a los resultados obtenidos y según el diseño del presente estudio, primero hemos analizado la relación entre la variable actitudes ambientales y educación ambiental en tiempos de pandemia en estos estudiantes, como observamos en la tabla 1, el coeficiente de correlación de Spearman fue de 0.677, lo que nos indica que existe una relación positiva lineal alta y estadísticamente  muy significativa, entre las variables actitudes ambientales y educación ambiental (r = 0.677, p-valor = 0.00), toda vez que el p-valor es menor a 0,01. Lo que significa que los estudiantes de esta universidad privada tienen actitudes positivas, las que contribuyen a la educación ambiental, y por tanto estos elementos analizados se encuentran enlazados y cuando uno mejora el otro también mejora.

Tabla 1 Relación entre la Variable Actitudes Ambientales y Educación Ambiental en tiempos de pandemia en estudiantes de Contabilidad de una Universidad Privada, Chimbote 2021

 

 

 

Actitudes Ambientales

Educación Ambiental

 

Actitudes Ambientales

Coeficiente de correlación

 

0,677**

Sig. (bilateral)

 

0,000

N

 

76

Rho de Spearman

Educación Ambiental

Coeficiente de correlación

0,677**

 

 

Sig. (bilateral)

0,000

 

 

N

76

 

Fuente: Base de datos del instrumento de medición

**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

Nuestros resultados no son coincidentes con Saza et al (2021), a pesar que estos autores encontraron relaciones positivas y significativas entre estas dos variables, concluyeron que estos estudiantes colombianos tienen actitudes positivas hacia el medio ambiente y en el área de Ciencias Sociales y Humanas se encontraron los mayores puntajes que en el resto de áreas; además estos estudiantes tienen un nivel de conocimiento ambiental que es bajo.

También podemos mencionar a Sandoval-Escobar et al (2019), cuyos resultados son coincidentes con los autores antes mencionados, que los estudiantes de su estudio tienen actitudes ambientales positivas en casi todas las dimensiones estudiadas y es bajo en cuanto al nivel de conocimiento ambiental que éstos poseen. Debemos señalar los resultados de Ccama y Ccanto (2018) donde determinaron lo contrario a nuestros resultados, concluyendo que no existe relación entre estas dos variables, mientras que los de  Holgado (2018), quien encontró una correlación de Spearman de 0,42,  determinándose la existencia de una asociación poco significativa entre sus  variables, de igual modo es importante mencionar los resultados de Silva (2021) cuando nos señala en sus resultados que la educación ambiental influye positiva y significativamente en las actitudes: cognitivas, afectivas y reactivas en los estudiantes de su estudio hacia el cuidado medioambiental, y muy interesante  cuando concluye este autor y sostiene que cuando se aplican programas educativos ambientales, esta tiene influencia positiva en las actitudes de los alumnos hacia la preservación y conservación medioambiental.

Importante también lo que señalan Saldaña et al (2020) cuando en sus resultados sostienen que las actitudes ambientales de estos estudiantes alcanzaron un porcentaje del 59%, determinando de esta forma que éstos realizan actividades que van a promover la conservación del medio ambiente.

La experiencia a lo largo de este tiempo nos está demostrando que la educación ambiental, por su valor, a tenido un gran auge a nivel internacional por la importancia que los países le están dando a este tema, con el fin de desarrollar potencialidades en relación con el conocimiento, actitudes y formas de actuar ciudadana y que se relacionan con el comportamiento del ser humano frente al medio ambiente, por lo que es muy importante lo que indica este último autor, hay que brindarles a nuestros estudiantes programas educativos ambientales y solo así estos estudiantes poseerán actitudes positivas. En esta universidad donde se realizó nuestro estudio, se justifica entonces la existencia de esta relación positiva lineal alta entre nuestras dos variables estudiadas, porque están mejorando los estudiantes al poseer actitudes ambientales positivas y mejoran también sus conocimientos en educación ambiental, puesto que ahora se percibe que son más responsables con la preservación y cuidado del medio ambiente, tanto de su centro superior de estudios como de su comunidad.

En cuanto a los niveles de las variables estudiadas, primero hemos determinado el nivel de actitudes ambientales, y lo mostramos en la tabla 2, apreciando como resultado que se encontró un 90,8% (69) tienen un nivel de Actitudes Ambientales alto, un 6,6% (5) tienen un nivel regular y 2,6%(2) presentan un nivel bajo, observándose que las actitudes ambientales son de nivel alto. Este mismo comportamiento podemos observar en la tabla 3 sobre las dimensiones de esta variable actitudes ambientales, como son los componentes: cognitivo, afectivo y el reactivo (con un 89,5%; 88,2%; y un 80,3% respectivamente); es decir, presentan también un nivel alto.

Tabla 2

Niveles de las Actitudes Ambientales en tiempos de pandemia en estudiantes de Contabilidad de una Universidad Privada, Chimbote 2021.

Niveles

Frecuencia

Porcentaje

Bajo

Regular

Alto

Total

2

5

69

76

2,6

6,6

90,8

100

Fuente: Encuesta aplicada a los estudiantes

 Es importante mencionar la teoría de Yagosesky (2016), quien propugna que las actitudes están relacionadas con ciertas palabras, como motivación y deseo, porque como personas, somos seres de emociones, por lo que debemos conocer los elementos que fortalecen a las actitudes y para esto debemos aplicar ciertas estrategias para lograr actitudes positivas. Al respecto, tomando la teoría de Whittaker (2006), quien nos manifiesta que las actitudes alteran la conducta de las personas y establece que son constructos que predicen y van a explicar la conducta de las personas, afirma que se puede aplicar una metodología para así así transformar estas actitudes. Efectivamente, coincidimos con estos dos teóricos, porque como personas razonables debemos conocer los componentes que van a fortalecer nuestras actitudes y tal vez llegar a transformarlas con estrategias que conlleven a realizar actitudes positivas hacia el medio ambiente.

Asimismo contrastamos con el trabajo realizado por Gökmen (2021), donde hizo un estudio de meta-análisis, muy importante por cierto porque sintetizó utilizando herramientas estadísticas, una colección de estudios de 10 años: 2009-2019, en donde también tomó en cuenta el valor del efecto general de la variable género de las actitudes ambientales de estudiantes universitarios, que también incluyó  en su estudio, siendo sus resultados que esta variable afectó la actitud ambiental a favor de las mujeres, pero en un nivel bajo. Holgado (2018), también determinó en sus alumnos, el nivel de las actitudes ambientales, encontrando que un 94% de ellos, presentaron un muy buen nivel de actitudes ambientales, coincidiendo con nuestros resultados, respecto a este nivel de actitudes ambientales.

Tabla 3

Niveles de las Actitudes Ambientales según sus dimensiones en tiempos de pandemia en estudiantes de Contabilidad de una Universidad Privada, Chimbote 2021.

 

Cognitivo

Afectivo

Reactivo

Niveles

%

%

%

Bajo

3

3,9%

2

2,6 %

2

2,6%

Medio

5

6,6%

7

9,2%

13

17,1%

Alto

68

89,5%%%

67

88,2%

61

80,3%

Total

76

100%

76

100%

76

100%

Fuente: Base de datos de la variable de estudio.

Quien observó también un nivel de actitudes ambientales alto, con un 84.6% de estudiantes que poseen comportamientos ambientalmente significativos fue Cantú (2020), en tanto Casa (2020) observó la existencia de una asociación positiva alta entre sus variables, y apreciamos que el nivel de estas dimensiones en este estudio resultó relativamente alto en comparación con nuestros resultados, que fue de nivel alto con un 90,8% respecto a la variable actitudes ambientales; así como podemos observar que el resultado en el componente cognitivo, es la más alta en comparación con los resultados de los otros dos componentes, que también son de un nivel alto, asumimos que la razón de estos resultados, es porque en esta casa superior de estudios nuestros estudiantes ya reconocen y tienen conocimiento de la existencia de problemas relacionados con el medio ambiente y más aún en esta pandemia, son respetuosos y saben que deben cuidar  el medio ambiente, se encuentran más sensibilizados ante tanto problemas medioambientales,  son más responsables en la realización de acciones que permitan una convivencia sana, ser humano y medio ambiente.

A continuación presentamos nuestros resultados en cuanto al nivel de educación ambiental, y podemos observar en los resultados de la tabla 4, que un 82,9% (63) tienen un nivel de Educación Ambiental alto, un 15,8% (12), tienen un nivel regular y 1,3%(1) presentan un nivel bajo, por lo que apreciamos que es de nivel alto la educación ambiental, y por lo mismo, teniendo en cuenta los resultados de la tabla 5 respecto a las dimensiones de esta variable, como son: el componente aprender a conocer el medio ambiente, el componente aprender a hacer el medio ambiente, el componente aprender a vivir juntos en el medio ambiente, y el componente aprender a ser en el medio ambiente (con un 77,6% ; 71,1% ; 84,2%  y 73,7% respectivamente ); es decir, igual presentan un nivel alto en sus distintas dimensiones esta variable educación ambiental.

Tabla 4

Niveles de Educación Ambiental en tiempos de pandemia en estudiantes de Contabilidad de una Universidad Privada, Chimbote 2021.

Niveles

Frecuencia

Porcentaje

Bajo

Regular

Alto

Total

1

12

63

76

1,3

15,8

82,9

100

Fuente: Encuesta aplicada a los estudiantes

Tabla 5

Niveles de Educación Ambiental según sus dimensiones en tiempos de pandemia en estudiantes de Contabilidad de una Universidad Privada, Chimbote 2021

 

Aprender a conocer el medio ambiente

Aprender a hacer en el medio ambiente

Aprender a vivir juntos en el medio ambiente

Aprender a ser en el medio ambiente

Niveles

%

%

%

%

Bajo

0

0,0

2

2,6%

1

1,3 %

1

1,3%

Medio

17

22,4

20

26,3%

11

14,5%

19

25,0%

Alto

59

77,6

54

71,1%

64

84,2%

56

73,7%

Total

76

100%

76

100%

76

100%

76

100%

Fuente: Base de datos de la variable de estudio.

Es importante señalar los resultados en cuanto al nivel de educación ambiental de Saza et al (2021), quienes determinaron un nivel bajo en esta variable, y lo mismo ocurrió con los estudios de Sandoval-Escobar et al (2019) que encontraron también un nivel bajo en cuanto a conocimiento ambiental, por consiguiente, estos resultados son coincidentes en cuanto al nivel de educación ambiental que poseen estos alumnos, es bajo. Por otro lado, nuestros resultados tienen coincidencia con Pulido y Olivera (2018) porque pretendieron con este trabajo, la realización de una mejora enfocada a la educación ambiental, cuando concluyen que debe realizarse una mejor enseñanza de la educación ambiental a nivel básico o superior como base para plantear futuros enfoques pedagógicos  y así solucionar estos problemas ambientales, lo que ratifica Salas-Canales (2021) cuando sus resultados establecieron que la educación ambiental cumple un papel importante en nuestra sociedad, por lo que se requiere que el docente sea un especialista a fin de promover en sus estudiantes  la preservación y conservación del medio ambiente.

Por otro lado, y tomando la teoría de Jensen y Schnnack (2006), manifestaron que la EA no solo es educar para conservar el medio ambiente, concientizar personas o variar conductas, nos dan a entender estos autores que la tarea es más profunda y con el compromiso de que se debe educar para cambiar a las personas, a la sociedad, procurando tomar conciencia y orientarlo hacia un desarrollo humano sostenible. Es importante señalar que coincidimos con los autores antes mencionados, y se está haciendo notar en  nuestros resultados en este nivel de la educación ambiental, porque en todo caso debemos estar atentos y no bajar la guardia e ir incrementado este valor respecto a estas dimensiones de esta variable estudiada, y debemos tener en cuenta que la EA es todo un proceso continuo y permanente, y también como instrumento de política de gestión ambiental, resulta muy importante mejorar en este tema desde las edades más tempranas.

Continuando con la presentación de nuestros resultados, y en cuanto a la relación entre el componente cognitivo con la educación ambiental, podemos observar en la tabla 6 que el coeficiente de correlación de Spearman fue de 0.611, lo que nos indica que existe una relación positiva lineal alta y estadísticamente muy significativa, entre el componente cognitivo con la educación ambiental (r = 0.611, p-valor = 0.00), toda vez que el p-valor es menor a 0,01. Lo que va a significar que el componente cognitivo, como dimensión, contribuye a la educación ambiental en tiempos de pandemia en estos estudiantes de Contabilidad.

Tabla 6

Relación entre el Componente Cognitivo con la Educación Ambiental en tiempos de pandemia en estudiantes de Contabilidad de una Universidad Privada, Chimbote 2021.

 

 

 

Componente Cognitivo

Educación Ambiental

 

Componente Cognitivo

Coeficiente de correlación

 

0,611**

Sig. (bilateral)

 

0,000

N

 

76

Rho de Spearman

  Educación

  Ambiental

Coeficiente de correlación

0,611**

 

 

Sig. (bilateral)

0,000

 

 

N

76

 

Fuente: Base de datos del instrumento de medición

**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

Es de señalar la teoría de Whittaker (2006) cuando hace mención a este componente cognitivo y sostiene que es el conocimiento que tiene la persona y la emplean con el fin de dar nombre a todos los estímulos que ellas reciben, razón por lo cual debe estudiarse a las actitudes tal como lo sostienen los teóricos Gifford y Sussman (2012) y Amérigo et al (2017).

Consideramos muy valiosos los aportes de Cincera et al (2020), así como de Gene et al (2017), porque sostienen que toda esta problemática ambiental se constituye en todo un proceso para estudiar la relación que hay entre las personas y el medio ambiente. Muy importante lo que manifiestan Lee et al (2016) en cuanto éstos teóricos ya están considerando a los docentes en este proceso, y efectivamente consideramos que nosotros como docentes debemos siempre estar preocupados por lo que está sucediendo con el planeta, fomentando en nuestros alumnos que vean nuestra realidad, sensibilizarlos para que sean actores activos, partícipes de propuestas para la solución de esta problemática.

Holgado (2018) encontró entre el componente cognitivo con la EA, una relación directa baja, y empleando el coeficiente de Pearson halló un valor de 0.25; no coincidiendo con

nuestros resultados, que fue de 0,611 con una relación  positiva lineal alta y estadísticamente muy significativa, por cuanto nuestros estudiantes en esta universidad privada estudiada, nos está mostrando indicadores positivos en esta relación; es decir, los estudiantes reconocen la problemática ambiental, el cambio climático, el calentamiento global, el mal trato que la humanidad le está dando al medio ambiente y más aún en esta pandemia, por lo que se encuentran actualmente más responsables y más enfocados en temas medio ambientales, que se pueden seguir dando a través de la educación ambiental.

Respecto a la relación entre el componente afectivo con la educación ambiental, Observamos la tabla 7, y apreciamos que el coeficiente de correlación de Spearman fue de 0.648, lo que nos está indicando que está existiendo una relación positiva lineal alta y estadísticamente muy significativa, entre el componente afectivo con la educación ambiental (r = 0.648, p-valor = 0.00), toda vez que el p-valor es menor a 0,01. Esto significa que la dimensión componente afectivo, está contribuyendo a la educación ambiental en tiempos de pandemia en estos estudiantes de Contabilidad.

Tabla 7

Relación entre el Componente Afectivo con la Educación Ambiental en tiempos de pandemia en estudiantes de Contabilidad de una Universidad Privada, Chimbote 2021.

 

 

 

Componente Afectivo

Educación Ambiental

 

Componente Afectivo

Coeficiente de correlación

 

0,648**

Sig. (bilateral)

 

0,000

N

 

76

Rho de Spearman

Educación Ambiental

Coeficiente de correlación

0,648**

 

 

Sig. (bilateral)

0,000

 

 

N

76

 

Fuente: Base de datos del instrumento de medición.

**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

Tomando la teoría de Robotton (2010), quien manifiesta que los estudiantes deben estar implicados en la EA, implicarse en los problemas ambientales existentes en su contexto, que sean estudiantes críticos y reflexivos, mientras que la teoría de Gifford y Sussman (2012), sostienen que es primordial estudiar las actitudes, como lo habíamos mencionado anteriormente, concluyendo que la psicología es la rama del saber que se encuentra vinculada con las actitudes proambientales y que por esta vinculación se va a lograr a entender los problemas medioambientales.  Lo contrario afirman Gervacio y Castillo (2020), cuando manifiestan que sus estudiantes van de “escasos a regular” en cuanto a conocimiento y prácticas sobre temas ambientales, no tienen interés en querer resolver en su comunidad estos problemas ambientales.

Los resultados de estos dos últimos autores, son coincidentes con los resultados de Holgado (2018), quien determinó una correlación baja de 0,24 entre este componente afectivo con la educación ambiental, y por lo que hemos podido apreciar en nuestros resultados existe un relación positiva lineal alta y estadísticamente muy significativa, entre el componente afectivo con la variable EA, puesto que ahora los alumnos en este centro superior de estudios y en este nivel afectivo, se encuentran más sensibilizados ante los problemas ambientales y sienten más respeto por el medio ambiente, aparte motivan

a su comunidad a mantener limpias las calles, los jardines, están respetando los protocolos de bioseguridad, están apuntando a reducir la contaminación ambiental, es de tener en cuenta lo que manifiesta Robotton (2010) cuando sostiene que los estudiantes deben estar implicados en esta problemática ambiental, porque aquí es donde los  estudiantes toman decisiones y toman conciencia ante el daño medioambiental, y es necesario pensar que es urgente buscar soluciones efectivas, y estas soluciones estén encaminadas a la racionalidad, racionalidad económica, orientada siempre al cuidado  y preservación  medioambiental.

Finalizando nuestros resultados con la presentación de la tabla 8, sobre la correlación entre el componente reactivo con la educación ambiental, se observa en la tabla 8 que el coeficiente de Spearman fue de 0.619, existiendo una relación positiva lineal alta y estadísticamente muy significativa, entre el componente reactivo con la educación ambiental (r = 0.619, p-valor = 0.00), toda vez que el p-valor es menor a 0,01. Por este resultado entendemos que la dimensión componente reactivo, está contribuyendo a la educación ambiental en tiempos de pandemia en estos estudiantes de Contabilidad. 

Tabla 8

Relación entre el Componente Reactivo con la Educación Ambiental en tiempos de pandemia en estudiantes de Contabilidad de una Universidad Privada, Chimbote 2021.

 

 

 

Componente Reactivo

Educación Ambiental

 

Componente Reactivo

Coeficiente de correlación

 

0,619**

Sig. (bilateral)

 

0,000

N

 

76

Rho de Spearman

  Educación

  Ambiental

Coeficiente de correlación

0,619**

 

 

Sig. (bilateral)

0,000

 

 

N

76

 

Fuente: Base de datos del instrumento de medición

**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

Los resultados a que arribó Holgado (2018) en cuanto a la relación entre el componente reactivo con la educación ambiental fue de 0.48 según el coeficiente de Pearson, existiendo una correlación directa media, al contrario de nuestros resultados que fue de 0.619 considerándose que existe una correlación positiva lineal alta.

Tomando la teoría de Whittaker (2006) quien sostiene que entre  las actitudes de las personas y la conducta existe una relación muy estrecha y hace referencia al componente reactivo, quien nos manifiesta que es la conducta o la acción de la persona ante los estímulos que éstas reciben, y efectivamente debe ser así, porque actualmente se está notando este cambio en nuestros estudiantes, tal como lo confirman nuestros resultados al haber encontrado que existe una asociación positiva lineal alta y estadísticamente muy significativa, ya que ellos están mostrando ciertos cambios en sus hábitos de consumo y más aún por pandemia están reduciendo el uso de las bolsas plásticas, así como ahora motivan a su comunidad para que prefieran caminar o ir en bicicleta, reciclan y reutilizan algunos materiales que aún les pueda beneficiar; es decir, los estudiantes impulsan aún más, acciones que puedan favorecer la preservación y conservación  medio ambiental.

En este escenario, sin temor a duda, reconocemos que la educación ambiental juega un papel trascendental frente a todos estos problemas medioambientales, amenazas que están atentando  contra la supervivencia del hombre en la tierra, de allí lo  trascendental de que los alumnos se involucren en programas de educación ambiental, lo que les permitirá comprender y a la vez analizar la situación de esta problemática que vivimos en la actualidad y a nivel mundial, razón también por lo que se debe implementar en las universidades asignaturas y programas activos que permitan a los estudiantes universitarios poseer actitudes positivas frente al medio ambiente, por lo que coincidimos con Velásquez et al (2021) cuando sostiene la importancia que tienen algunos cursos en la formación profesional universitario, señalando que los docentes puedan  explicar a los estudiantes el tema del  cambio climático y su impacto en el planeta. Asimismo, se deben emitir normas a favor del medio ambiente y así generar actitudes favorables con el medio ambiente, tal como sostienen los autores Onokala et al (2018), para quienes resulta positivo se emitan normas a nivel universitario para un buen comportamiento actitudinal, así como también refieren los teóricos King y Schneider (1992), que deberían aplicarse medidas educativas con la finalidad que exista buen comportamiento de las personas frente al medio ambiente.

4. CONCLUSIÓN O CONSIDERACIONES FINALES

En el presente estudio se está demostrando que existe una importante relación entre las actitudes ambientales y la educación ambiental en estos estudiantes universitarios; por ser éstos las personas clave o principales actores de la estructura de esta sociedad, de modo que su vínculo, su relación se genera por realidades, esquemas y conceptos, con la intención de que tengan éstos actitudes positivas hacia el medio ambiente. Por lo que se llegó a las siguientes conclusiones:

Primera: Luego de analizar los resultados obtenidos, se concluyó que existe relación positiva lineal alta y estadísticamente muy significativa, entre las variables actitudes ambientales y educación ambiental en tiempos de pandemia en estos estudiantes de Contabilidad (r=0.677, p-valor=0.00), toda vez que el p-valor es menor a 0.01, en tal sentido se rechaza la hipótesis nula Ho y se acepta la hipótesis alternativa Hi.

Segunda: Se concluyó que el nivel de actitudes ambientales en tiempos de pandemia, fue de un nivel alto representado por el 90.8% de los estudiantes, observándose el mismo comportamiento de un nivel en promedio alto con las dimensiones: cognitivo, afectivo y reactivo con un 89.5%, 88.2% y 80.3% respectivamente.

Tercera: Se concluyó que el nivel de educación ambiental en tiempos de pandemia, fue de un nivel alto representado por el 82.9% de los estudiantes, observándose el mismo comportamiento con las dimensiones: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser en el medio ambiente con un 77.6%, 71.1%, 84.2% y 73.7% respectivamente, obteniéndose un nivel en promedio alto.

Cuarta: Luego de establecer la relación entre el componente cognitivo con la educación ambiental, se concluyó que existe una relación positiva lineal alta y estadísticamente muy significativa (r=0.611, p-valor=0.00), toda vez que el p-valor es menor a 0.01.

Quinta: Se estableció la relación entre el componente afectivo con la educación ambiental, y se concluyó que existe una relación positiva lineal alta y estadísticamente muy significativa, toda vez que el p-valor es menor a 0.01 (r=0.648, p-valor=0.00).

Sexta: Luego de establecer la relación entre el componente reactivo con la educación ambiental, se concluyó que existe una relación positiva lineal alta y estadísticamente muy significativa (r=0.619, p-valor=0.00), toda vez que el p-valor es menor a 0.01.

 

 

5.  REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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