La educaci�n musical y motricidad en la formaci�n integral

de los estudiantes

 

MsC. Mar�a Fernanda Duran Veloz

[email protected]

Universidad Estatal de Bol�var

 

M.Sc. Gustavo Adolfo Garc�a Palomino

[email protected]

Universidad Estatal de Bol�var

 

M.Sc. Danny Fernando P�rez Castillo

[email protected]

Universidad Estatal de Bol�var

 

M.Sc. Byron Enrique Mora Avilez

[email protected]

Universidad Estatal de Bol�var

 

L�NEA DE INVESTIGACI�N

Diversidad del aprendizaje � ense�anza en educaci�n

RESUMEN

La m�sica tiene un gran impacto en el aprendizaje de los ni�os, funciona como un m�todo de ense�anza generador de un mejor ambiente en el aula.

M�sica y educaci�n han estado ligadas desde la antig�edad, son muchos los estudios cient�ficos que demuestran que la m�sica tiene efectos positivos en el desarrollo cognitivo de las personas; es decir, que se van adquiriendo conocimientos a trav�s del aprendizaje y la experiencia.

La m�sica es la combinaci�n de sonidos y silencios que siguen una serie de leyes en el momento de componer, como la armon�a, el ritmo y la melod�a. Cuando se escucha m�sica (o interpreta) el cerebro y la mente se activan en distintas �reas despertando las emociones, la imaginaci�n y los sentimientos.

En concreto, la m�sica afecta especialmente en la estimulaci�n del hemisferio izquierdo del cerebro, que es el encargado de todo lo relacionado con la l�gica, habilidades comunicativas, el lenguaje y los n�meros.

Por otro lado, est� acci�n tambi�n puede generar ciertos tipos de efectos, entre ellos:

Fortalece la memoria, aprendizaje, concentraci�n y creatividad.

Ayuda a las personas con problemas de dislexia.

Reduce el estr�s, calma la ansiedad y controla el insomnio.

Aumenta la capacidad de aprender un nuevo idioma.

Apoya en algunos problemas neurol�gicos, por ejemplo: alzheimer, parkinson o trastorno del espectro autista, etc.

La m�sica tiene un gran impacto en el desarrollo y aprendizaje de los ni�os. Entre los beneficios de incorporar la m�sica a la educaci�n estar�an:

Permite que logren concentrarse y no se distraigan con facilidad.

Aumenta los niveles de confianza, mejora la autoestima y seguridad.

Desarrollo de las habilidades de motricidad, r�tmicas y de expresi�n corporal. Al escuchar la m�sica los ni�os logran una mejor coordinaci�n de movimientos, seguir ritmos y tratar de imitarlos.

Reduce los niveles de estr�s y ansiedad.

Las personas se vuelven m�s sociables, interact�an con los dem�s con mayor facilidad.

Estimula los sentidos.

Mejora la capacidad de comunicaci�n.

Aumenta la creatividad.

Desarrolla el lenguaje y el razonamiento.

Ejercita la memoria.

Por estas y m�s razones, la m�sica ya no es considerada solo como una materia. Tambi�n se aplica como un m�todo de ense�anza que permite generar un ambiente diferente para los estudiantes mientras realizan sus actividades de estudio o cuando se est� impartiendo clases, logrando que el alumno aumente la comprensi�n de la informaci�n, concentraci�n y capacidad de memoria.

La m�sica es una materia que se dicta desde la escuela. Por lo general, en Ecuador los ni�os reciben dos clases de 45 minutos por semana. En cada etapa, y dependiendo de la edad, aprenden cosas diferentes.

As�, a los ni�os de estimulaci�n temprana les ense�an sobre los sonidos onomatop�yicos �como por ejemplo a identificar los sonidos de los animales� despu�s sobre el ritmo y el movimiento, leer notas musicales, expresarse con la m�sica a trav�s de la pintura, utilizar y tocar los instrumentos musicales que por lo general es piano, flauta o guitarra, a entonar y cantar canciones y, sobre todo, aprenden sobre la m�sica ecuatoriana.

En la etapa del colegio esta materia es considerada como una actividad extracurricular; los alumnos son los que deciden si reciben este tipo de formaci�n que puede ser a trav�s de los coros, bandas, clubs de m�sica, entre otros.

Sin duda, m�sica y educaci�n van de la mano, pero la ense�anza de la m�sica requiere de docentes con una formaci�n y especializaci�n adecuada, como la que aporta el Grado en M�sica de UNIR o la Maestr�a en Pedagog�a Musical.

Ser docente o m�sico no garantiza una correcta pedagog�a musical, por lo que contar con este tipo de formaci�n ayuda a mejorar la forma de impartir m�sica entre los alumnos y as� potenciar al m�ximo su aprendizaje.

 

Palabras claves: Educaci�n, musical, motricidad, formaci�n, integral, estudiantes.


Music education and motor skills in the integral training of students

 

ABSTRACT

Music has a great impact on children's learning, it works as a teaching method that generates a better atmosphere in the classroom.

Music and education have been linked since ancient times, there are many scientific studies that show that music has positive effects on the cognitive development of people; that is, knowledge is acquired through learning and experience.

Music is the combination of sounds and silences that follow a series of laws at the time of composing, such as harmony, rhythm and melody. When listening to music (or interpreting) the brain and mind are activated in different areas, awakening emotions, imagination and feelings.

Specifically, music especially affects the stimulation of the left hemisphere of the brain, which is in charge of everything related to logic, communication skills, language and numbers.

On the other hand, this action can also generate certain types of effects, including:

Strengthens memory, learning, concentration and creativity.

Help people with dyslexia problems.

Reduces stress, calms anxiety and controls insomnia.

Increases the ability to learn a new language.

It supports some neurological problems, for example: Alzheimer's, Parkinson's or autism spectrum disorder, etc.

For these and more reasons, music is no longer considered just a subject. It is also applied as a teaching method that allows generating a different environment for students while they carry out their study activities or when classes are being taught, making the student increase the understanding of information, concentration and memory capacity.

Music is a subject taught at school. Generally, in Ecuador, children receive two 45-minute classes per week. At each stage, and depending on their age, they learn different things.

Thus, early stimulation children are taught about onomatopoeic sounds � such as identifying the sounds of animals � then about rhythm and movement, reading musical notes, expressing themselves with music through painting, using and play musical instruments that are usually piano, flute or guitar, sing and sing songs and, above all, learn about Ecuadorian music.

At the school stage this subject is considered as an extracurricular activity; The students are the ones who decide if they receive this type of training, which can be through choirs, bands, music clubs, among others.

Undoubtedly, music and education go hand in hand, but the teaching of music requires teachers with adequate training and specialization, such as that provided by the UNIR Degree in Music or the Master's Degree in Musical Pedagogy.

Being a teacher or a musician does not guarantee correct musical pedagogy, so having this type of training helps to improve the way music is imparted to students and thus maximize their learning.

 

Keywords: education; musical; motor skills; training; integral; students.

 

 

 

 

Art�culo recibido:� 15 enero 2022

Aceptado para publicaci�n: 08 febrero 2022

Correspondencia: [email protected]

Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCI�N

Desde el psicodrama actual, son pocas las escuelas que han optado por la inserci�n de la m�sica como parte del trabajo en grupo. No obstante, y a�n de una forma pr�cticamente emp�rica, algunos directores la han utilizado como parte de su terapia. Entre los principales representantes se encuentran: la escuela Argentina de psicodrama, escuela psicodram�tica espa�ola (con la reconocida Natacha Navarro), y Josehp Moreno, sobrino de Jacob Levy Morerno, quien dirige un colegio de arte y psicodrama en los Estados Unidos.��

En la mayor�a de los casos las incursiones realizadas han implicado la utilizaci�n de determinados recursos y conocimientos musicales que de alguna manera han conllevado al logro de estados cat�rticos, de relajaci�n, etc.

Ahora, aunque cient�ficamente se ha comprobado que el uso de la m�sica ha permitido el establecimiento y la modificaci�n de las relaciones humanas, contribuyendo a la adaptaci�n del individuo a espacios grupales; tambi�n se ha evidenciado que si desde la teor�a, se sistematizaran contenidos, procedimientos, etc. que incluyeran t�cnicas musicales a ser utilizadas junto a procesos y t�cnicas psicodram�ticas; el resultado ser�a mucho m�s serio.

Partiendo tambi�n de la investigaci�n realizada por el padre del psicodrama:�� �Psicom�sica y Sociodrama realizados por Jacob Levy Moreno� y teniendo en cuenta las nuevas maneras de poder hacer psicodrama con m�sica, es que se propone este trabajo con el objetivo fundamental de demostrar c�mo,� a trav�s de recursos y t�cnicas musicales,� podr�a un psicodramatista, llevar a cabo un proceso terap�utico.

Inicialmente y de forma te�rica se presentar� un recuento hist�rico acerca de c�mo la m�sica a trav�s de la historia, ha influido en los estados de �nimos y en la conducta del hombre. Posteriormente se realizar� un an�lisis te�rico, que tomar� en cuenta los puntos de encuentro entre las disciplinas: M�sica y Psicodrama. Por �ltimo, se ofrecer� una propuesta de t�cnicas musicales que pudieran ser utilizadas en psicodrama. Entrar�n en consideraci�n aquellos principios fundamentales en cada una de las disciplinas, para posteriormente establecer una conexi�n que permita un acercamiento cient�fico al tema tratado.

 

 

FUNDAMENTO TE�RICO

La influencia de la m�sica a lo largo de la historia.

Los primeros escritos que describen la influencia de la m�sica sobre el cuerpo humano, son los papiros egipcios descubiertos por Petrie en la ciudad de Kahum en 1889. �stos papiros datan de alrededor del a�o 1500 a. C. Y en ellos ya se consideraba la utilizaci�n de la m�sica como un elemento capaz de curar el cuerpo, calmar la mente y purificar el alma. As� tambi�n se atribu�a a la m�sica una influencia favorable sobre la fertilidad de la mujer.

En el pueblo hebreo tambi�n se utilizaba la m�sica en casos de problemas f�sicos y mentales. En esta �poca se data el primer relato sobre una aplicaci�n de musicoterapia, (Gadner, 1987).

En la antigua Grecia fue donde se plantearon los fundamentos cient�ficos de la musicoterapia, destacan en relaci�n al tema las importantes aportaciones de grandes personajes como Pit�goras, Plat�n y Arist�teles.

Para la musicoterapia es fundamental la llamada teor�a del Ethos (palabra griega que puede ser traducida como la m�sica que provoca los diferentes estados de �nimo). Esta teor�a considera que los elementos de la m�sica como son la melod�a, la armon�a o el ritmo ejerc�an unos efectos sobre la parte fisiol�gica emocional, espiritual y sobre la fuerza de voluntad del hombre, por ello se establecieron un determinado Ethos a cada modo o escala, armon�a o ritmo.

Durante la Edad Media destacan entre otras aportaciones las del te�rico Severino Boeclo, su obra m�s importante se llama �De instituciones M�sica� donde habla acerca de la m�sica como un potente instrumento educativo y sus efectos ben�ficos o mal�ficos se explican en funci�n de los modos que se utilizan.

Severino Boeclo reconoce 3 tipos de m�sica: M�sica mundana: est� presente entre los elementos del universo. M�sica instrumental y M�sica humana: la m�sica que tenemos dentro de nosotros mismos.

A principios del Renacimiento sobresalen los trabajos realizados por uno de los te�ricos m�s importantes del flamenco Joannes Tinctoris. Su obra m�s importante respecto a los efectos que causa la m�sica sobre el sujeto que la percibe se titula �Efectum Musicae�, (Gadner, 1987).

En el Barroco surge �la teor�a de los afectos�, proveniente de la teor�a griega del Ethos y sirve como base a un nuevo estilo musical llamado �pera. Durante esta �poca hubo un te�rico que sintetiza la teor�a del Ethos, el jesuita Athanasio Kircher, cuya obra de 1650 titulada �Misurgia universal� o arte magna de los o�dos acordes y discordes, dise�a un cuadro sistem�tico de los efectos que produce en el hombre cada tipo de m�sica.

As� tambi�n fueron muy importantes las aportaciones del m�dico ingl�s Robert Burton, quien escribi� una obra en 1632 llamada �The anatomy of melancoly� donde habla de los poderes curativos de la m�sica (Copland, 1993).

Durante el Siglo XVIII se empiezan a estudiar cient�ficamente los efectos de la m�sica sobre el organismo. El m�dico ingl�s Richard Brown escribi� una obra llamada �medicina musical� en la que estudiaba la aplicaci�n de la m�sica en enfermedades respiratorias, descubriendo que cantar perjudicaba en casos de neumon�a y de cualquier trastorno inflamatorio de los pulmones. Pero defend�a su uso en los enfermos de asma cr�nica, demostrando que si cantaban los ataques eran m�s espaciados.

En el siglo Siglo XIX, el m�dico H�ctor Chomet escribi� en 1846 un tratado que se titulaba �La influencia de la m�sica en la salud y la vida�, donde analizaba el uso de la m�sica para prevenir y tratar ciertas enfermedades.

Durante el siglo XX se sigue con el estudio cient�fico de los efectos de la m�sica en el bienestar del ser humano. Karl Orff dec�a que en la creatividad unida al placer de la ejecuci�n musical permit�a una mejor socializaci�n del individuo y un aumento de la confianza y la autoestima.

Influencia en los estados de �nimo y en la conducta.

Existen varios elementos de la naturaleza de la m�sica que debemos tener en cuenta:

  La m�sica, independientemente de la letra, comunica un mensaje. No son necesarias las palabras para que la m�sica tenga significado.

  Aunque algunos podr�an argumentar que la m�sica tiene diferente significado para diferentes personas, �sta no es una premisa aceptada por muchas personas que siguen considerando que determinado tipo de m�sica ejercer� la misma influencia en todas las personas. Tal es el caso de los productores del cine.

  La m�sica puede tener un impacto corporal, ya sea activaci�n de regiones del cerebro que estimulan nuestras emociones, estado de �nimo, hasta incluso afectar el comportamiento e inclusive la toma de decisiones.

�Por otra parte, se ha comprobado que la m�sica es un est�mulo que enriquece el proceso sensorial, cognitivo (pensamiento, lenguaje, aprendizaje y memoria) y tambi�n enriquece los procesos motores, adem�s de fomentar la creatividad y la disposici�n al cambio. As�, diversos tipos de m�sica pueden reproducir diferentes estados de �nimo, que a su vez pueden repercutir en tareas psicomotoras y cognitivas. Todo ello depende de la actividad de nuestro sistema nervioso central. La audici�n de est�mulos musicales, placenteros o no, producen cambios en algunos de los sistemas de neurotransmisi�n cerebral.

Por ejemplo: los sonidos desagradables producen un incremento en los niveles cerebrales de serotonina, una neurohormona que se relaciona con los fen�menos de agresividad y depresi�n. As�, la m�sica que se escucha del exterior, pasa a integrar nuestro archivo personal, lo que puede denominarse como mundo sonoro interno. Por tanto, influye tambi�n en nuestra personalidad, teniendo en cuenta que cada individuo consume m�sica adecuada para sus necesidades, absorbi�ndola de forma pasiva o cre�ndola de forma activa.

Se ha comprobado el efecto que tienen los sonidos musicales en el desarrollo del ni�o cuando est� en el �tero materno. Mediante la medici�n con ecograf�as (uso de ultrasonidos) y fonendoscopios en madres que escuchaban distintos tipos de m�sica, se ha comprobado que la m�sica cl�sica produce movimientos lentos del ni�o y ninguna alteraci�n de sus constantes cerebrales y circulatorias, la m�sica rock provocaba movimientos nerviosos y aumentos de su frecuencia card�aca.

Aunque esto no quiere decir que la m�sica rock sea perjudicial y la cl�sica beneficiosa, sino que simplemente modifican el comportamiento y sabiamente aplicada en el momento adecuado, puede influir en la conducta y el car�cter de las personas.

La m�sica es una de las herramientas fundamentales que utilizan los seres humanos, y est� cient�ficamente comprobado que tiene influencias directas sobre el estado de �nimo y la calidad de vida. Escuchar determinado tipo de m�sica influye directamente en las personas, tanto de manera positiva como negativa, con efectos inmediatos y resultados duraderos. Teniendo en cuenta los efectos positivos de la m�sica, muchos cient�ficos sostienen que logra cambios favorables en el cerebro de las personas que la escuchan.

Todas percibimos la m�sica de manera diferente y esta percepci�n se encuentra muy ligada al estado de �nimo con que se encuentra el sujeto que escucha. Es por eso que, aun cuando una misma melod�a provoque, por ejemplo, alegr�a, si se trata de un sujeto que est� en depresi�n, esta lograr� sacarlo tal vez de su estado, pero la influencia no ser� tan profunda como en otro sujeto que, escuchando la misma melod�a, desde un primer momento ya se encontraba alegre.

Tambi�n puede suceder que los sujetos se identifican de tal forma con una canci�n, que al escucharla inmediatamente cambie nuestro estado de �nimo e incluso su postura. Un ejemplo de ello lo constituye el himno nacional.

Se ha evidenciado que la m�sica genera en nuestro organismo ondas electromagn�ticas cerebrales coherentes, lo cual ordena nuestras funciones. La estimulaci�n del funcionamiento del mismo mediante agentes externos (en este caso la m�sica) produce efectos directos tanto en nuestras funciones cognitivas como en nuestra fisiolog�a. Mediante determinados tipos de m�sica, se env�an al cerebro sensaciones que lo llevan a la relajaci�n, por lo tanto, se anulan los impulsos que producen la enfermedad, obteniendo en la mayor�a de las ocasiones resultados sorprendentes.

Tambi�n se ha podido comprobar que la m�sica facilita y promueve la comunicaci�n y las relaciones, contribuyendo a la adaptaci�n del individuo a su medio. En el caso de los ni�os, el aprendizaje musical les abre puertas para que adquieran un vocabulario m�s amplio y desarrollen capacidades sensoriales, as� como la creatividad.

De manera general tenemos que melod�as agradables, constituyen un est�mulo que enriquece el proceso sensorial, cognitivo (pensamiento, lenguaje, aprendizaje y memoria) y enriquece los procesos motores. Ayuda a mejorar la coordinaci�n, fomenta la disposici�n al cambio, permite la exteriorizaci�n de emociones, etc.

En caso contrario, los sonidos desagradables producen un incremento en los niveles cerebrales de serotonina, hormona que se relaciona con los fen�menos de agresividad y depresi�n.

Seg�n diversos autores existen dos tipos principales de m�sica en relaci�n con sus efectos ante los estados de �nimo y finalmente en la conducta:

  M�sica sedante: Es de naturaleza mel�dica sostenida, y se caracteriza por tener un ritmo regular, una din�mica predecible, consonancia arm�nica y un timbre vocal e instrumental reconocido con efectos tranquilizantes.

  M�sica estimulante: Aumenta la energ�a corporal, induce a la acci�n y estimula las emociones.

Tipos de influencia de la m�sica en las personas:

  Movilizaci�n: Ya que la m�sica es energ�a moviliza a los seres humanos a partir de su nacimiento y a�n desde la etapa prenatal.

  Musicalizaci�n: Al escucharla o crearla imprime una energ�a de car�cter global que circula libremente en el interior de la persona para proyectarse despu�s a trav�s de las m�ltiples v�as de expresi�n disponibles. Escuchando o produciendo m�sica nos manifestamos tal como somos o como nos encontramos en un momento determinado.

Utilizaci�n los elementos puramente musicales

Por lo general, al escuchar una canci�n, seg�n el ritmo o la melod�a, r�pidamente ser hace una asociaci�n mental se califica esta canci�n como "triste", "alegre", "de suspenso", "de euforia", etc. Si bien en el caso de una canci�n, esta calificaci�n coincide con la tem�tica de la letra de la misma, en el caso de una sinfon�a cl�sica, por m�s que no tenga letra, se puede afirmar, por ejemplo, que la 5ta sinfon�a de Beethoven dar�a una sensaci�n de suspenso, mientras que la 9na sinfon�a de Beethoven, en cambio, trasmitir�a una sensaci�n de alegr�a. �Por qu� la mayor�a de las personas perciben la misma sensaci�n?

Si comenzamos a analizar la altura de los sonidos podemos percatarnos de que las notas altas, agudas, act�an preferentemente sobre las contracturas musculares, se propagan r�pidamente en el espacio, aunque en distancias cortas, act�an fuertemente sobre el sistema nervioso, constituyen una se�al de alerta y aumenta los reflejos, al mismo tiempo que nos ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio o sopor. Por eso el tel�fono nos hace saltar de la cama, o lo despertadores generalmente los realizan con sonidos agudos.

Como factor negativo tenemos el hecho de que el o�do es especialmente sensible a ellas y si son muy intensas y prolongadas lo pueden da�ar, lo mismo que su efecto sobre el sistema nervioso puede provocar cierto descontrol y alteraciones en los impulsos nerviosos que se vuelven incontrolados.

Las notas bajas, graves, no parece que tengan influencia sobre las terminaciones nerviosas y su efecto es m�s mec�nico, por lo que tienen mayor influencia sobre las zonas corporales huecas, como los pulmones, coraz�n y abdomen, quiz� porque son lugares id�neos para las resonancias. Las notas graves se perciben mal en distancias cortas, por lo que su efecto inmediato es dif�cil de medir, aunque son capaces de ser audibles en muchos kil�metros. A la redonda. Su efecto mec�nico es tan poderoso que puede resquebrajar muros, carreteras, terrenos, y actuar con un efecto vibratorio muy intenso en cualquier cuerpo s�lido. Psicol�gicamente tienden a producir efectos sombr�os, visi�n pesimista del futuro y tranquilidad extrema.

Por otro lado, tenemos la intensidad del sonido, la cual indudablemente ha ocupado en nuestro siglo una preponderancia a causa de los potentes equipos de sonido que se utilizan en la actualidad, hasta el punto de que una nota o partitura que en s� es tranquilizante, puede volverse irritante si el volumen es m�s alto que lo que esa persona puede soportar.

Tambi�n como elemento importante tenemos al ritmo el cual suele estar asociado en muchas culturas al baile, y a nivel m�s subconsciente podr�a estar asociado a los latidos del coraz�n, por lo que la m�sica con ritmo reconocible (y de alrededor de 60 golpes por minuto) podr�a asociarse con la actividad f�sica, la vida y quiz�s la alegr�a, mientras que m�sica sin ritmo reconocible o demasiado lento podr�a asociarse a estados de descanso, meditaci�n y tal vez tristeza o melancol�a.

Diversos estudios han comprobado que los ritmos estables provocan paz
y serenidad si los comparamos con los efectos que los ritmos inestables mayormente propician. En este caso: La activaci�n motora, la necesidad de exteriorizar sentimientos, etc.

Sin embargo, hay otro aspecto de la m�sica m�s intrigante, y es el de la armon�a. Ciertos conjuntos de notas, al sonar simult�neamente, nos parecen "arm�nicos" y producen sensaci�n de belleza, mientras que otros nos parecen "disonantes" y producen sensaci�n de fealdad. No parece haber una correlaci�n con los sonidos presentes en la naturaleza, que ser�an casi todos disonantes, salvo quiz�s el canto de algunos p�jaros.

Tambi�n resulta curioso que ciertos acordes sean identificados como alegres (acordes mayores, frecuencias F, D, E), mientras que otros se describen t�picamente como tristes (acordes menores, frecuencias Fm, Dm, Em). Y el introducir una nota "discordante" en uno de estos acordes suele a�adir una "tensi�n" en la mente, que desea que "resuelva" el acorde hacia una armon�a m�s agradable, y que suele percibirse como tensi�n, misterio, melancol�a, etc.

Tenemos adem�s el tempo como elemento puramente m�sico. Se ha podido comprobar que los tempos lentos, (entre 60 y 80 pulsos por minuto), te traen sensaciones de calma, serenidad, ternura, tristeza, etc. Mientras que los tempos r�pidos (entre 100 a 150 pulsos por minuto), traen sensaciones de alegr�a, excitaci�n, vigor, etc.

Por otro lado, se encuentra el timbre (tanto medios sonoros instrumentales como vocales). Aqu� se ha podido evidenciar como los instrumentos de cuerda suelen ser expresivos y penetrantes, y son recomendables diferentes estados de �nimo. Los instrumentos de viento se destacan por su poder alegre y vivo, y son los indicados para cuando existe depresi�n o angustia. Y los instrumentos de percusi�n e idi�fonos, incitan a la acci�n y el movimiento y tambi�n se asocian a la diversi�n.

Hoy en d�a la m�sica se aplica fundamentalmente en desequilibrios nerviosos, en tratamientos card�acos y de los pulmones, alcoholismo, drogas y como prevenci�n de suicidios, aunque todav�a es necesario profundizar mucho m�s en el tema.

Se han dado m�ltiples recetas que, si bien no constituyen una v�a 100% efectiva, s� pueden a contribuir en el cambio de los estados de �nimo.

Algunos autores afirman que en los casos de tristeza se deber�a estuchar una melod�a lenta. Luego, a medida que te sientas mejor, puedes ir cambiando de estilo. Muchas personas piensan que lo ideal es escuchar m�sica divertida y alegre en estos casos, sin embargo, la m�sica, en estos casos, estar�a muy alejada de tus sentimientos actuales y no te ayudar� a levantar el �nimo, todo lo contrario.

Lo cierto es que, m�s all� de los listados de m�sica cl�sica que muchos han ofrecido como recetas despu�s de minuciosos estudios, es bien claro que todo tipo de m�sica provoca un efecto determinado en la persona que escucha y as� como la m�sica est� dividida en g�neros, el estado de �nimo de las personas tambi�n lo est�, ya que a veces nos sentimos tristes, alegres, con ganas de bailar, saltar, algo con lo que nos sintamos a gusto.

La selecci�n musical para la terapia

Tan diversos como los contextos mismos, as� podr� ser la selecci�n musical que se haga para una determinada actividad. Est� claro que, en una fiesta, por ejemplo, la m�sica que deber� proyectarse debe ser divertida, sin embargo, se debe valorar si colocar este tipo de m�sica previamente a una actividad de car�cter m�s serio tendr�a el efecto de que, cuando esta comience, todos los oyentes atiendan o se comporten de una manera m�s tranquila.

Mientras la m�sica suave generalmente puede inducir a la concordia y a la relajaci�n, la otra genera movimiento, entusiasmo y tambi�n agresividad. Es m�s f�cil que se organice un alboroto violento en un concierto de rock que en un concierto de m�sica cl�sica. Podr�amos pensar que no es la m�sica en s�, sino el tipo de persona que acude a uno u otro auditorio, o m�s concretamente, factores relacionados con la edad, la personalidad del sujeto, etc., sin embargo, la uni�n de todos los factores tendr�a un efecto contundente.

Tambi�n se observa como en las nuevas generaciones, las emociones suscitadas por la m�sica est�n fuertemente mediatizadas por el cine, ya que existen unos claros clich�s acerca de c�mo debe sonar una m�sica "de miedo", "rom�ntica", "de suspenso", etc.; que los compositores de bandas sonoras explotan y que nuestro cerebro ha aprendido a reconocer.

�Qui�n no se ha sentido una persona diferente escuchando su melod�a preferida y qui�n no se ha aislado totalmente del mundo que le rodea mientras se deleitaba con una buena canci�n? Que la m�sica es el arte que m�s cautiva a las personas es algo ya plenamente reconocido, pero que sea igualmente un instrumento para mejorar el comportamiento de los animales o para que crezcan las plantas, es algo que nos deja asombrados: mucho m�s entonces importante entonces, para la transformaci�n personal.

Tan grande es la influencia de la m�sica sobre los seres vivos, que se ha utilizado tanto para potenciar tanto la agresividad como la tranquilidad, del mismo modo que se emplea para dormir, relajar, estimular o concentrar. Todo depende del tipo de m�sica, de las caracter�sticas del sujeto, y el momento adecuado para escucharla.

Como mismo es conocido que temas musicales como Lucy in the Sky with Diamonds, de The Beatles; Sinfon�a La Sorpresa, de Haydn; o la 9na de Beethoven; provocaron un efecto an�mico e incluso comportamental en la sociedad que las escuch�; estos son tiempos donde otro tipo de m�sica ha irrumpido en las personas haci�ndolos de igual manera, adquirir nuevas formas de manifestarse ante ellas o por ellas y de lo cual tenemos que estar conscientes.

En el caso de Ecuador, nuevas tendencias como el reggaet�n, el rap, la m�sica disco, imponen en el p�blico oyente una manera de actuaci�n y de transformaci�n ps�quica m�s violentas en comparaci�n con otros g�neros musicales ecuatorianos tradicionales. Los sonidos repetitivos r�tmicamente, con una intensidad del sonido por lo general m�s alta de la que el ser humano debe escuchar; provocan en muchas ocasiones, comportamientos violentos; por solo citar un ejemplo.

En el trabajo Psicodram�tico y de Teatro espont�neo, debe tenerse en cuenta los tipos de m�sica que se utilicen para cada parte del proceso, pues el conocimiento de la influencia de la m�sica en cada individuo, favorecer� la respuesta de estos, en las diversas situaciones a las que se expongan.

Consideraciones desde el Psicodrama y el Teatro Espont�neo

Desde el Psicodrama la m�sica se ha venido utilizando por algunos, de manera emp�rica y fundamentalmente dirigida al establecimiento y la �modificaci�n de las relaciones humanas, contribuyendo a la adaptaci�n del individuo a espacios grupales, potenciando la creatividad, influyendo en estados de �nimo de manera general, etc.; y teniendo en consideraci�n el impacto corporal que posee: (activaci�n de regiones del cerebro que estimulan emociones, estado de �nimo), comportamiento y toma de decisiones, as� como el enriquecimiento que produce en el proceso sensorial, cognitivo, y de los procesos motores.

�Los antecedentes fundamentales de la utilizaci�n de la m�sica en los procesos grupales y espec�ficamente en procesos psicodram�ticos, se encuentran en las obras de Psicom�sica y Sociodrama (Jacob Levy Moreno) y en Musicoterapia y Psicodrama (Joseph J. Moreno); aunque determinadas escuelas de psicodrama (de Argentina y Espa�a fundamentalmente) se encuentran incursionando tambi�n en esta pr�ctica.

PROCEDIMIENTOS METODOL�GICOS

�C�mo proceder?

Para una adecuada utilizaci�n de la m�sica ser�a necesario inicialmente analizar te�ricamente los puntos de encuentro entre estas disciplinas, para despu�s valorar, con una visi�n desde la pr�ctica, c�mo las t�cnicas musicales pudieran ser utilizadas en psicodrama.

Relaci�n entre las bases filos�ficas del psicodrama con la m�sica.

1.      Considerar la m�sica como potenciadora de espontaneidad, teniendo en cuenta lo que J. Levy Moreno planteaba: �la improvisaci�n musical es la formaci�n de la espontaneidad�.

2.      La m�sica en el Aqu� y Ahora (categor�a del Momento): El hacer m�sica: aqu� y ahora, cantar, jugar, representar, interpretar, permite que el sujeto reviva situaciones y experimente una experiencia de novedad mientras crea).

3.      La m�sica en el Encuentro psicodram�tico: La posibilidad de encontrarse con otros a trav�s de la m�sica, encontrarse a s� mismo a trav�s de la producci�n musical individual o a trav�s de la producci�n de los otros.

4.      La m�sica y las Conservas Culturales: A partir de lo que planteara Moreno en 1977: �La psicom�sica no tiene la intenci�n de reemplazar la m�sica profesional. Simplemente, se quiere utilizar la m�sica que surge de los momentos espont�neos y creativos, donde las emociones y el propio mundo interno surgen de manera m�s natural�. En un proceso psicodram�tico entonces se tratar�a de eliminar la producci�n anal�tica musical, as� como de la t�cnica y notaci�n musical convencional (propia de los m�sicos profesionales). O en caso de que m�sicos profesionales se encuentren en vivenciando un proceso psicodram�tico con m�sica, se les convocar�a a tratar de no utilizar los modos convencionales de interpretaci�n de sus instrumentos.

5.      La m�sica como potenciadora de la catarsis: A partir de los criterios de a J.L. Moreno: �El objetivo siempre ser� lograr la catarsis psicomusical�, o de Barcellos (1980): el uso de instrumentos, el uso de la voz, el uso del cuerpo como instrumento musical, pueden servir como preludio a la catarsis.

Resultar�a interesante a partir de estos criterios, pensar en la utilizaci�n de la m�sica para el logro de la catarsis con la misma intencionalidad que lo hace el cine.� Como mismo en el s�ptimo arte, la m�sica contribuye a la catarsis en el cl�max dram�tico� as� ocurrir� en el Psicodrama con el uso de la m�sica.

6.      La construcci�n de im�genes (primero mentales y luego corporales), teniendo en cuenta que la producci�n de un sonido es siempre acompa�ada de una carga emocional

7.      La m�sica como v�a de comunicaci�n con los otros, antes, durante y al final de la sesi�n.

T�cnicas musicales pudieran ser utilizadas en psicodrama

  Utilizaci�n en Caldeamiento

a)      Ejercicios r�tmicos (Ej. M�sica con zapatos o con palmadas)

b)      Saludos con otros tonos de voz.

c)      Para llamar la atenci�n del p�blico. (Ej. Con un silbato)

d)      Sabr�s quien soy por mi m�sica: Con una breve melod�a cada miembro del grupo se presentar� ante los dem�s y mostrar� cual g�nero musical o cual canci�n espec�fica lo identifica.

  Como medio para evocar escenas o historias vividas.

a)      Los sujetos piensan en una canci�n y a partir de ah� se conectan con su historia.

b)      El coordinador puede ofrecer fragmentos musicales diversos para que del grupo broten historias pasadas, presentes o futuras.

  La m�sica en funci�n de la escena. Utiliz�ndose para como recurso para dar mayor credibilidad a una historia. (lo que implica ser oportuno).

  M�sica en funci�n de la catarsis: Durante la catarsis el coordinador puede utilizar m�sica de fondo para facilitar la expresi�n emocional y sentimientos reprimidos. Tambi�n pudiera usarla cuando existe una evidente resistencia de los sujetos para llegar a la catarsis; usando as� la m�sica como objeto intermediario para reducir defensas. La m�sica, por tanto, pudiera suplir al �chunche� en determinadas ocasiones� para facilitar la descarga de variadas emociones.

  M�sica y Cambio de Roles: Se podr�a realizar con instrumentos musicales, donde cada sujeto que cambia de rol, se expresa a trav�s del instrumento que tambi�n ha intercambiado. Ej. Pudiera darse el caso de tener una �Discusi�n Musical�

  M�sica y Maximizaci�n: El sonido incrementado de la voz o de los instrumentos, permitir� obtener una maximizaci�n mucho m�s intensa en determinada escena. �Ej. Aumentando la din�mica sonora mientras un sujeto verbaliza su ira, puede favorecer m�s r�pidamente la catarsis.

  M�sica y Soliloquio: La m�sica puede facilitar la concentraci�n y la concretizaci�n para poder hacer el soliloquio. (con improvisaci�n individual) (auxili�ndose del coordinador)

  M�sica y Yo Auxiliares: Utilizaci�n de sonidos espec�ficos para la elaboraci�n del yo auxiliar

  M�sica y Cierre: Lo que sent� desde una melod�a. Se pondr�a la m�sica a disposici�n del p�blico para cerrar (improvisaci�n grupal).

  Podr�a utilizarse tambi�n como medio para potenciar comunicaci�n no verbal en casos donde la comunicaci�n verbal sea dif�cil para el sujeto, o en casos donde tambi�n la expresi�n corporal resulte inc�moda para �l.

  En el teatro espont�neo la m�sica como recurso no es elecci�n, sino que es determinante y necesaria. Sin m�sica no habr�a teatro espont�neo.

  La m�sica debe utilizarse en consonancia con las emociones manifestadas teniendo en cuenta la representaci�n de los artistas para que concuerde con la intensi�n dram�tica, pero tambi�n con la m�sica podr� jugarse con el p�blico y lo que este ir� experimentando, de manera que pueda ayudarse con la m�sica a llevar al cl�max determinados sentimientos o emociones.

  La m�sica podr� ser vista como un personaje m�s, que tendr� la posibilidad de entrar y salir de las escenas.

CONCLUSIONES

  A lo largo de la historia se ha evidenciado el poder curativo y transformador de la m�sica sobre los individuos.�

  La m�sica es capaz de influir en la conducta humana, independientemente de si posee letra o no.

  Los elementos puramente musicales tales como: altura, ritmo, din�mica, timbre, tempo, etc. podr�an ejercer un efecto espec�fico en la persona que escucha.

  El efecto de una obra depender� del tipo de m�sica que se proyecte y de las caracter�sticas individuales y experiencias musicales del sujeto y del contexto en que se expresen.

  La m�sica puede ser utilizada en las diferentes�� etapas de una sesi�n psicodram�tica, teniendo en cuenta los principios de ambas disciplinas.

  Las t�cnicas propuestas podr�an contribuir al desarrollo de una nueva forma de hacer psicodrama.

RECOMENDACIONES

  Profundizar en el tema de la utilizaci�n de la m�sica en el psicodrama y en el teatro espont�neo.

  Preparar a los psicodramatistas y teatristas espont�neos en el tema de la utilizaci�n de la m�sica, para lograr la aplicaci�n efectiva en el trabajo con grupos.

  Comenzar a utilizar conscientemente aquellos elementos musicales en consonancia con los estados de �nimo y conductas que se den en el proceso terap�utico.

  Supervisar trabajos de psicodramatistas y teatristas espont�neos que utilicen la m�sica como parte de su trabajo en grupo.

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