RIESGO DE TRASTORNOS DE LA CONDUCTA
ALIMENTARIA EN ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS
RISK FOR EATING DISORDERS IN COLLEGE STUDENTS
Kuauhtémok Emiliano Trinidad Juárez
Universidad Veracruzana
Lucero del Carmen Méndez Mata
Universidad Veracruzana
Oscar Daniel Luna Hernández
Universidad Veracruzana
Antonia Veronica Domínguez Soriano
Universidad Veracruzana
Javier Salazar Mendoza
Universidad Veracruzana

pág. 2166
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i3.17840
Riesgo de trastornos de la conducta alimentaria en estudiantes
universitarios
Kuauhtémok Emiliano Trinidad Juárez 1
zs20007398@estudiantes.uv.mx
https://orcid.org/0009-0000-0505-0822
Universidad Veracruzana
México
Lucero del Carmen Méndez Mata
zs20007373@estudiantes.uv.mx
https://orcid.org/0009-0002-2970-037X
Universidad Veracruzana
México.
Oscar Daniel Luna Hernández
osluna@uv.mx
https://orcid.org/0000-0003-0049-7865
Universidad Veracruzana
México
Antonia Veronica Domínguez Soriano
antdominguez@uv.mx
https://orcid.org/0009-0003-4531-3473
Universidad Veracruzana
México
Javier Salazar Mendoza
jasalazar@uv.mx
https://orcid.org/0000-0001-9172-8731
Universidad Veracruzana
México
RESUMEN
Introducción: Las causas que generan satisfacción e insatisfacción son fundamentales para poder
analizar cómo están viviendo su propio bienestar desde la parte subjetiva, también es importante analizar
qué es lo que provoca felicidad y tristeza, creando una visión de los factores que no se les otorga la
importancia necesaria. Objetivo: Determinar la relación entre el sexo y riesgo de trastornos de la
conducta alimentaria en estudiantes universitarios. Método: Estudio no experimental, de tipo
cuantitativo, descriptivo, transversal, correlacional utilizando el instrumento EAT-26. Resultados: existe
relación entre el sexo y el riesgo de trastornos de conducta alimentaria en estudiantes universitarios (sig.
0.646 > 0.05). Se puede observar que el efecto de la asociación es bueno, P= .621. Discusión: Se coincide
con la investigación de Muñoz et al., (2023) mostrando una dependencia entre ambas variables (valor p
≤0.05); se realizó una comprobación en la fuerza de la asociación encontrada por medio del coeficiente
de contingencia determinando que el grado de asociación era bajo (Coeficiente de contingencia =
0.101).Conclusión: se concluye que los estudiantes universitarios están expuestos a los riesgos que
comprende el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria de acuerdo a la relación del sexo y al
grado de asociación encontrado.
Palabras clave: conducta alimentaria , estudiantes, riesgo, trastorno, universitarios
1 Autor principal.
Correspondencia: zs20007398@estudiantes.uv.mx

pág. 2167
Risk for eating disorders in college students
ABSTRACT
Introduction: The causes that generate satisfaction and dissatisfaction are fundamental to be able to
analyze how they are living their own well-being from the subjective part, it is also important to analyze
what causes happiness and sadness, creating a vision of factors that are not given the necessary
importance. Objective: To determine the relationship between sex and risk of eating disorders in
university students. Methods: Non-experimental, quantitative, descriptive, cross-sectional, correlational
study using the EAT-26 instrument. Results: there is a relationship between sex and the risk of eating
disorders in university students (sig. 0.646 > 0.05). It can be observed that the effect of the association
is good, P= .621. Discussion: We agree with the research of Muñoz et al, (2023) showing a dependence
between both variables (p value ≤0.05); a check was made on the strength of the association found by
means of the contingency coefficient determining that the degree of association was low (Contingency
coefficient = 0.101).Conclusion: it is concluded that university students are exposed to the risks
comprising the development of eating disorders according to the relationship of sex and the degree of
association found.
Keywords: eating behavior, students, risk, disorder, college students
Artículo recibido 18 abril 2025
Aceptado para publicación: 18 mayo 2025

pág. 2168
INTRODUCCIÓN
Vallejos-Saldarriag, (2020) establecen que la aparición de trastornos de la conducta alimentaria (TCA)
está ligada con una baja autoestima debido a una mala autopercepción de sí mismo y a su vez por
aspectos que llevan a cuadros depresivos presentados simultáneamente, esto generalmente lleva al
individuo a una alteración de sus hábitos alimenticios sufriendo una modificación en la dieta. El cursar
por una institución académica de nivel superior implica complicaciones para la mayoría de los alumnos,
las competencias que son puestas a prueba en conjunto con las habilidades para el alcance de las metas
y objetivos establecidos suelen ser complicadas, enfrentándose a un panorama con múltiples factores
generadores de estrés, como la mayor demanda de exigencias, autonomía, fracaso vocacional o
académico y la independencia al convertirse en estudiantes foráneos.
Las causas que generan satisfacción e insatisfacción son fundamentales para poder analizar cómo están
viviendo su propio bienestar desde la parte subjetiva, también es importante analizar qué es lo que
provoca felicidad y tristeza, creando una visión de los factores que no se les otorga la importancia
necesaria y poder trabajar en base a ellos, recopilando información que será de suma importancia para
investigaciones futuras.
Arija-Val et al. (2022) describen respecto a la aparición de los TCA que pueden llegar a ser de gravedad
siendo la causa principal de múltiples complicaciones de salud física y psicológica, teniendo un impacto
considerable en la calidad de vida y la mortalidad.
Así mismo, afirman la prevalencia de TCA con un índice de frecuencia mayor en la población femenina
ocasionando un estado nutrimental deficiente, englobando múltiples patologías de origen multifactorial
afectando principalmente a los individuos con un rango de edad entre los 13 y 25 años. En los países
occidentales la prevalencia es de 2.4% en la población general de igual manera se observó que la
anorexia nerviosa (AN) tiene mayor índice de prevalencia arrojando porcentajes de 1.7% y un 3.6% en
mujeres y un 0.1% en hombres. Por otro lado, se estipula la relación de factores biológicos, culturales y
psicosociales en el origen de los TCA, en los que se incluyen la insatisfacción corporal, la tendencia de
los estándares de belleza actuales y experiencias traumáticas que pueda a ver experimentado el individuo
en alguna etapa de su vida.

pág. 2169
METODOLOGÍA
La investigación presentada es no experimental, por su análisis es cuantitativa, con un diseño
descriptivo, correlacional, prospectivo y por la aplicación del instrumento transversal expresando los
resultados obtenidos de forma numérica describiendo de esta manera los descubrimientos de mayor
importancia con la finalidad de generar un contraste con los hechos empíricos.
Dado el caso de los eventos con la particularidad de encontrarse cronometrados y a la información
prevista que se registró, recopilando los datos de fuente directa; por la secuencia del estudio en el periodo
agosto 2024–enero 2025 es transversal, determinando los trastornos de conducta alimentaria en
estudiantes universitarios (Canales, et al., 2013; Ortiz & García, 2014; Grove & Gray 2019; Hernández-
Sampieri & Mendoza-Torres, 2023).
Para la obtención de la muestra del universo, se retomará a QualtricsÒXM (2023), aplicando la fórmula
para poblaciones finitas con el 95.0% de significancia estadística (Z=1.96), con un margen de error de
5% se obtuvo una muestra de 166 estudiantes universitarios inscritos, que representan el 57.24% del
total de participantes. Para fines de fiabilidad de la investigación, se determina aplicar el instrumento a
un total de 176, aumentando al 60.69%, en base a los criterios de selección con una previa validación
del instrumento.
Otros elementos a exponer en este apartado son las Consideraciones éticas, los Criterios de Inclusión y
Exclusión; y las limitaciones si fuese el caso. El muestreo fue probabilístico aleatorio simple.
Para fines de desarrollo de la presente investigación se incluyeron los criterios de selección aplicables a
la muestra, en donde se establecieron las características necesarias que deben ser cubiertas por los
participantes para ser contemplados en el estudio, en su contraparte se especificaron las condiciones por
las cuales se deben excluir o en su caso eliminar del proceso.
Inclusión
Se incluyó a las personas que cumplan con los requisitos en los que se establece ser estudiante
universitario activo dentro de la entidad académica de enfermería del sector privado que desearon
participar en el estudio, que contaron con el tiempo y la disposición para su participación durante el
desarrollo de la investigación.

pág. 2170
Exclusión
Se excluyó aquellos estudiantes encontrados en prácticas y servicio, así como todos aquellos que
presenten problemas auditivos, estos criterios se establecieron bajo las especificaciones a lo señalado en
la Ley General de Salud (DOF, 2020) y de riesgo para estudios de investigación.
Eliminación
Se eliminaron de forma inmediata los instrumentos identificados que no cumplieron con las
especificaciones correspondientes: no responder el instrumento completamente, falta de interés, falta de
confiabilidad en las respuestas seleccionadas, que desertaron a la participación durante el desarrollo de
la investigación y aquellos que decidieron no concluir con el formulario o que causarán baja del semestre
durante la aplicación. (Tamayo, 2014). Durante el proyecto de investigación se empleó el método de
cuestionario por medio del uso de un instrumento de evaluación que comprende criterios específicos
comprobando su fiabilidad, validez y consistencia de las que está conformado, la misma se aplicó de
manera digital a través de la aplicación Google Forms, permitiendo así la evaluación de la variable
riesgo de trastornos de la conducta alimentaria en estudiantes universitarios, respecto a la información
otorgada por el participante en los mejores términos y condiciones (ambiente, espacio, tiempo y clima
correctos), con apoyo de conexión a internet y dispositivos móviles (Smartphone).
Para la realización de la presente investigación se empleó el método de encuesta, el cual permitió la
obtención de datos e información de la población que comprende el estudio, proporcionada por los
mismos individuos respecto a sus decisiones, posturas y propuestas. (Canales, et al., 2023).
Para el análisis de la variable riesgo de trastornos de la conducta alimentaria en estudiantes
universitarios, se utilizó el cuestionario EAT 26 específico para identificar riesgo de TCA (Garner et al.,
1982), evaluado con el índice de Alpha de Cronbach de .92, consta de 26 preguntas, agrupadas en 3
dimensiones y sus correspondientes indicadores los cuales son: dieta (1, 6, 7, 10, 11, 12, 14, 16, 17, 22,
23, 24, 26); bulimia y preocupación por la comida (3, 4, 9, 18, 21, 25) y control oral (2, 5, 8, 13, 15, 19
y 20) se mide en escala tipo Likert, con un rango de 1 = Nunca, 2 = Rara vez, 3 = A veces, 4 =
Frecuentemente, 5 = Casi siempre y 6 = Siempre, presenta un punto de corte de 20 o superior indicando
que si existe riesgo de trastornos de conducta alimentaria.

pág. 2171
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados de la prueba de normalidad, a través de Kolmogorov Smirnov obtuvieron un P valor
<0.05, demostrando que no existió normalidad en la muestra, por lo tanto se optó a utilizar pruebas no
paramétricas. El 100% de la muestra presentó riesgo de trastornos de la conducta alimentaria, se
obtuvieron como medidas de tendencia central una media de 1,00 por otro lado se visualiza una mediana
de 1,00 y una moda con valor de 1.
Predominó el sexo femenino con un 48.2% en un rango de edad entre los 18 a 20 años; al igual que el
estado civil con un 49.4%; por otro lado, la religión que impero en ambos géneros fue la católica con un
79.5%; respecto al semestre la mayor parte de la muestra perteneció al 6º con un 51.6%. En la dimensión
de dieta que presentan los estudiantes universitarios de acuerdo a los nuevos alimentos que son de su
agrado mostrando una media de 4.49, una mediana de 5, una moda de 6, desviación estándar de 1.393 y
una varianza de 1.943 en contraste a la preferencia por la abstinencia de la ingesta de alimentos que tuvo
1.84, 1.00, 1.00, DE 1.334 y varianza de 1.780.
Así mismo, se pudo identificar que dentro de la presencia de bulimia y preocupación por la comida Las
MTC demuestran que encontrarse preocupados por los alimentos arrojo una media de 2.58, una mediana
de 2.00 una moda de 1.00 DE de1.404 y una varianza de 1.971; por otro lado, vomitar después de ingerir
alimentos muestran valores de 1.41, 1.00, 1, .921 y una varianza de .849.
Respecto a la dimensión de los hábitos alimenticios de acuerdo al autocontrol en torno a la comida
reflejando una media de 3.25, una mediana de 3.00, una moda de 3, DT de 1.521 y una varianza de 2.314
en comparación con la presión social a la ingesta de alimentos donde se encontraron valores de 1.95,
1.50, 1, DT de 1.190 y una varianza de 1.415.
Para poder responder a la hipótesis se utilizó la prueba no paramétrica de Chi cuadrada en donde se
observó que el P > .05, por lo que no se rechaza la H0, lo que significa que Existe relación entre el sexo
y el riesgo de trastornos de conducta alimentaria en estudiantes universitarios (sig. 0.646 > 0.05). Al
tratarse de una tabla de 2 x 2 se puede observar que el efecto de la asociación es bueno, P= .621, teniendo
en cuenta que entre más cercano a 1 la asociación es más fuerte
En una revisión sistemática realizada por Rutsztein et al, (2021), encontraron que, en México, el EDI-2
fue traducido y validado por García-García et al. (2003) en mujeres de población clínica y de población

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general. Tanto la puntuación total del instrumento como las puntuaciones de cada factor diferenciaron
entre las muestras, poniendo en evidencia su validez de constructo. Asimismo, los coeficientes alpha de
Cronbach resultaron buenos, tanto para el instrumento total, como para cada una de las escalas. A partir
del estudio de validación, los autores seleccionaron dos puntos de corte para la puntuación total del EDI-
2 y cada escala (uno representaba mayor sensibilidad y la otra mayor especificidad), pudiendo elegirse
entre uno y otro en función de los objetivos de cada estudio. Finalmente, los autores destacaron la
utilidad del EDI-2 como herramienta clínica.
En contraste en el presente estudio, la escala Eating Attitudes Test 26 (EAT-26) es una herramienta
consolidada para evaluar el riesgo de trastornos alimentarios con excelentes valores de confiabilidad,
sensibilidad y especificidad, ideal para cribado de posibles TCA en población de riesgo en una muestra
no clínica, dicho instrumento fue utilizado durante este estudio debido a su mayor facilidad de aplicación
en una población estudiantil universitaria.
Vallejos-Saldarriag, (2020) identificaron en su estudio que la mayoría de los estudiantes que
participaron tenían una edad de entre los 21 y 25 años de edad que representa al 43.3%, predominando
el sexo femenino con una representación del 65.8%, en cuanto a los alumnos que solo se dedicaban al
estudio se ve representado por el 47.3%, de igual manera se observa que el 15.8% presentan un tipo de
trastorno de conducta alimentaria reflejado en 23 casos de acuerdo a la escala de evaluación EAT-26, el
13.0% manifiesta una insatisfacción con la vida según la escala SWLS reflejado en 19 casos y el 58.9%
presenta alguna disfunción familiar según el puntaje reflejado mediante el APGAR familiar.
En este estudio, se encontró comparar las variables sociodemográficas donde predominó el sexo
femenino con un 48.2% y el masculino con un 11.3% en un rango de edad entre los 18 a 20 años; el
estado civil soltero con un 49.4% en el sexo femenino y un 9.1% del sexo masculino dentro del noviazgo;
por otro lado, la religión que impero en ambos géneros fue la católica con un 79.5%; respecto al semestre
la mayor parte de la muestra perteneció al 6 semestre con un 51.6%.
Muñoz et al., (2023) mostró la prevalencia establecida bajo los valores que no rebasan el 20% de
existencia del fenómeno de los estudiantes de cada grupo referente a los trastornos de la conducta
alimentaria y de ingesta (TCAI) en cada uno de los programas académicos incluidos, demostrando una
alta predominancia en las conductas de riesgo que pueden desarrollar algún tipo de TCAI, en el

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programa de comunicación social y periodismo se evidenciaron conducta de riesgo con índices
aproximados de 1 a 3.
Se realizó el análisis de la asociación existente entre los TCAI y el programa académico mediante la
prueba Chi-Cuadrado encontrando una dependencia entre ambas variables (valor p ≤0.05); a su vez se
realizó una comprobación en la fuerza de la asociación encontrada por medio del coeficiente de
contingencia determinando que el grado de asociación era bajo (Coeficiente de contingencia = 0.101).
En contraste con esta investigación en donde se encontró que, si existe relación entre el sexo y los TCA,
se utilizó la prueba no paramétrica de Chi cuadrada en donde se observó que el P > .05. (sig. 0.646 >
0.05). También se pudo observar que el efecto de la asociación es bueno, P= .621, teniendo en cuenta
que entre más cercano a 1 la asociación es más fuerte.
Muñoz et al., (2023) Por otro lado, nos menciona que, en los programas de Medicina y Psicología, se
presentaron resultados que demostraron un nivel de interferencia alto mayor referente a los individuos
que manifestaron conductas de riesgo para un TCAI contrastado con quienes no presentaron ninguna
conducta de riesgo, cierta comparación en el programa de Medicina tiene un porcentaje del 29.1% y
13.6% y de 25.4% y 12.7% en cuanto al programa de Psicología.
Diaz et al. (2023), demuestran en sus resultados obtenidos por medio del ítem número 1 donde se plantea
la incógnita “¿tu peso ha cambiado?” de acuerdo a la modificación del peso corporal en relación con el
confinamiento, reflejaron cifras de 548 estudiantes que dieron una respuesta positiva de los cuales 372
registraron percatarse de un incremento del peso corporal y 176 tuvieron una disminución.
A partir del ítem número 2 al 15 se cuestiona a los estudiantes respecto a la frecuencia en el consumo
de los alimentos de acuerdo a los diversos grupos existentes previamente y después de la pandemia,
donde se visualizó un incremento de estudiantes que no incluyen frutas dentro de su alimentación
habitual, así mismo se notó un aumento en aquellos que iniciaron con un consumo diario, en cuanto al
consumo con frecuencia de 1 a 2 veces a la semana se observó una disminución representada por el 8%,
por otra parte el porcentaje más elevado registrado fue en la opción de respuesta con frecuencia de 5 a
6 veces por semana, con un porcentaje del 26.58% en la diminución y el consumo diario.
En este estudio, se encontró que en los ítems 1, 6, 7, 10, 12, 14, 16, 17, 22, 23, 24 y 26 referentes a la
dieta que presentan los estudiantes universitarios de acuerdo a los nuevos alimentos que son de su agrado

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se encontró una media de 4.49, una mediana de 5, una moda de 6, desviación estándar de 1.393 y una
varianza de 1.943 en contraste a la preferencia por la abstinencia de la ingesta de alimentos que tuvo
1.84, 1.00, 1.00, DE 1.334 y varianza de 1.780, reflejando datos de 176 estudiantes universitarios.
Los ítems 3, 4, 9, 18, 21 y 25 de la dimensión bulimia y preocupación por la comida las MTC demuestran
que encontrarse preocupados por los alimentos arrojo una media de 2.58, una mediana de 2.00 una moda
de 1.00 DE de1.404 y una varianza de 1.971; por otro lado, vomitar después de ingerir alimentos
muestran valores de 1.41, 1.00, 1, .921 y una varianza de .849.
En cuanto a la dimensión control oral (2, 5, 8, 13, 15, 19, 20) se distinguieron los hábitos alimenticios
de acuerdo al autocontrol en torno a la comida reflejando una media de 3.25, una mediana de 3.00, una
moda de 3, DT de 1.521 y una varianza de 2.314 en comparación con la presión social a la ingesta de
alimentos donde se encontraron valores de 1.95, 1.50, 1, DT de 1.190 y una varianza de 1.415.
Villalón et al. (2024) menciona que se evaluó por medio de 92 estudiantes equivalente a un 7% más que
la muestra obtenida durante el cálculo (n=86), de manera que las mujeres representaron el 75% (n=69).
Los estudiantes inmersos en el programa de enfermería representaron el 47% (n=43), así mismo los
estudiantes del programa de nutrición y dietética conformaron el 33% (n=30), el 14% (n=13) fueron
fonoaudiólogos y el 6% (n=6) pertenecieron al programa de kinesiología. La media en cuanto a la edad
fue de 22 años sin diferencia alguna por sexo. El 62% (n=57) del total de la muestra presento un estado
nutricional con parámetros normales, por otro lado, el 38% (n=35) reflejo resultados con sobrepeso
donde se obtuvieron valores del 30% relacionado al índice de masa corporal mayor a 25 y un total del
8% mayor a 30, sin encontrar valores que reflejen un peso bajo.
En esta investigación el 100% de los estudiantes pertenecientes al estudio fueron de la carrera de
licenciatura en enfermería con una muestra de 176 individuos donde el 81 % fueron de sexo femenino
y el otro 19% masculino. Inicialmente se pretendía cruzar el TCA con el índice de masa corporal, pero
debido a situaciones fuera del alcance y con la finalidad de mantener la veracidad de la información se
descartó este punto debido a la baja de un estudiante al cual ya no se le pudieron tomar estas mediciones
de principios, regularidades y las consecuentes generalizaciones del trabajo, en los casos que amerite.
Finalmente el presente estudio pretende estudiar e investigar de manera integral todos aquellos factores
que pueden alterar o modificar la salud del individuo establecido como prioridad por la Organización
pág. 2175
Mundial de la Salud como un derecho de las personas a gozar de bienestar físico, mental y social durante
todo el proceso de su vida bajo el enfoque de igualdad de género, incluye investigaciones relacionadas
con procesos y problemas de salud biofísicos y emocionales a este respecto a todas las etapas de la vida
de la mujer y hombre apegándose a la LGAC (Línea de Generación o Aplicación innovadora del
conocimiento).
Tabla 1.
Nota: Fuente: SPSS 25 Versión Demo. n=176.
En la tabla 1 se observan los resultados de la prueba de normalidad, a través de Kolmogorov Smirnov
obteniendo un P valor <0.05, demostrando que no existe normalidad en la muestra por lo tanto se opta
a utilizar pruebas no paramétricas, (gl) grados de libertad, (sig.). Significancia estadística .
Prueba de normalidad
Kolmogorov-Smirnov
Sumatoria del EAT26
Estadístico gl Sig.
,090 176 ,001
pág. 2176
Tabla 2.
Datos sociodemográficos
Variable Masculino Femenino
Grupo de edad f % f %
18 a 20 años 20 11.5 85 48.2
21 a 23 años 10 5.8 52 29.5
24 a 26 años 2 1.1 1 0.5
27 a 29 años 1 0.5 4 2.3
30 años y mas 0 0.0 1 0.5
Estado civil
Soltero 15 8.5 87 49.4
Noviazgo 16 9.1 53 30.1
Unión libre 1 0.5 2 1.1
Casado 1 0.5 1 0.5
Religión
Católica 27 15.3 113 64.2
Cristiana 3 1.7 17 9.6
Otra 2 1.1 6 3.4
Ninguna 1 0.5 7 3.9
Semestre
2º semestre 13 7.3 46 26.1
4º semestre 6 3.4 20 11.3
6º semestre 14 7.9 77 43.7
Total 176
Nota: Fuente: SPSS 2015 versión demo n=176.
En la tabla 2 se visualiza que predominó el sexo femenino con un 48.2% en un rango de edad entre los
18 a 20 años; al igual que el estado civil con un 49.4%; por otro lado, la religión que impero en ambos
géneros fue la católica con un 79.5%; respecto al semestre la mayor parte de la muestra perteneció al 6º
con un 51.6%.

pág. 2177
Tabla 3.
Nota: Fuente SPSS 2015 versión demo n=176.
Para poder responder a la hipótesis se utilizó la prueba no paramétrica de Chi cuadrada en donde se
observa que el P > .05, por lo que no se rechaza la H0, lo que significa que Existe relación entre el sexo
y el riesgo de trastornos de conducta alimentaria en estudiantes universitarios (sig. 0.646 > 0.05). Al
tratarse de una tabla de 2 x 2 se puede observar que el efecto de la asociación es bueno, P= .621, teniendo
en cuenta que entre más cercano a 1 la asociación es más fuerte. Como se muestra en la tabla 3.
CONCLUSIONES
Durante la investigación se contempló realizar una evaluación del estado de salud, así como una
valoración de la composición corporal misma que no fue incluida debido a las limitantes presentadas
por parte de los investigadores, tales como la inasistencia de los alumnos a la institución educativa de
enfermería del sector privado, contemplando los criterios de eliminación, tal es el caso de estudiantes
que causaron baja de la carrera. Con base a los criterios bioéticos que se han inculcado a lo largo de la
trayectoria académica se optó por descartar con la finalidad de mantener la veracidad del estudio.
Por otro lado, se concluye que todos los estudiantes universitarios están expuestos a los riesgos que
comprende el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria de acuerdo a la relación del sexo y al
grado de asociación encontrado.
El objetivo general fue comprobado de acuerdo a la prueba no paramétrica de Chi cuadrada y la
formulación de tablas que demuestran los resultados obtenidos, reflejando datos en relación al universo
donde se demostró una asociación fuerte debido a la obtención de un valor P= .621 tomando en cuenta
que entre más cercano a 1 la asociación es más fuerte en base a la H0.
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl
Significancia
asintótica (bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 67,911a
176
.646
Phi .621 .646

pág. 2178
Los objetivos específicos se lograron identificar y medir de acuerdo a formulación de tablas que llevan
por nombre datos sociodemográficos, dieta, bulimia y preocupación por la comida y hábitos alimenticios
y control oral de los estudiantes universitarios donde se demuestran los datos más relevantes
encontrando de acuerdo a las medidas de tendencia central (media, mediana y moda) encontrando y
contrastando los datos más relevantes con los de menor relevancia.
Se sugiere retomar el estudio a futuro con las bases iniciales para continuar con el desarrollo de
actividades e intervenciones dentro del universo muestra con la finalidad de mejorar las conductas de
riesgo a las que están expuestos los estudiantes universitarios, esperando tener un impacto significativo
en el cambio de hábitos alimenticios relacionado a los trastornos de la conducta alimentaria.
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