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INTRODUCCIÓN
La inteligencia artificial (IA) se ha posicionado en los últimos años como una de las tecnologías más
disruptivas e influyentes del siglo XXI, generando impactos significativos en diversas áreas del
conocimiento, la industria y la vida cotidiana. En el ámbito educativo, la IA representa una herramienta
poderosa con el potencial de transformar la enseñanza y el aprendizaje, facilitando procesos
personalizados, analítica predictiva y automatización de tareas administrativas (Holmes et al., 2019). A
nivel global, instituciones de educación superior han comenzado a incorporar sistemas basados en IA
para mejorar la gestión institucional, optimizar recursos, apoyar el aprendizaje adaptativo y fortalecer la
toma de decisiones académicas (Luckin et al., 2016; Zawacki-Richter et al., 2019). No obstante, el
despliegue de estas tecnologías también conlleva importantes desafíos éticos, pedagógicos y
tecnológicos, especialmente en contextos con desigualdades estructurales, como es el caso de América
Latina y, particularmente, del sistema universitario ecuatoriano.
Ecuador, como parte de la región andina, ha experimentado en la última década un proceso de expansión
y diversificación de su sistema de educación superior, con políticas orientadas a la calidad, la inclusión
y la innovación (CACES, 2021). Sin embargo, a pesar de ciertos avances, persisten importantes brechas
en infraestructura tecnológica, formación docente y cultura digital, que condicionan la incorporación
efectiva de tecnologías emergentes como la IA (UNESCO IESALC, 2022). En este contexto, la
discusión sobre los desafíos y oportunidades que ofrece la IA en las universidades ecuatorianas resulta
no solo pertinente, sino también urgente. La rápida evolución de los sistemas de IA, como los asistentes
conversacionales, los algoritmos de aprendizaje automático y las plataformas inteligentes de evaluación,
obliga a reflexionar sobre su pertinencia, sus límites y sus posibles implicaciones para la equidad
educativa, la autonomía universitaria y la calidad del aprendizaje (Pedro et al., 2019).
Uno de los principales retos de la implementación de IA en la educación superior ecuatoriana es la
infraestructura digital. A pesar de los esfuerzos gubernamentales por mejorar la conectividad y dotar de
recursos tecnológicos a las instituciones, muchas universidades, especialmente las públicas y aquellas
ubicadas en zonas rurales, aún enfrentan carencias significativas en acceso a internet de banda ancha,
equipamiento y plataformas tecnológicas adecuadas (Senescyt, 2022). Este rezago limita la posibilidad
de adoptar sistemas avanzados de IA que requieren procesamiento de grandes volúmenes de datos,