Principales enfermedades del cultivo de tomate

(Solanum lycopersicum L.) en condiciones de campo

Alma Leticia Salas G�mez

[email protected]

ORCID ID: 0000-0001-8553-7138

Facultad de Ingenier�a y Ciencias

Universidad Aut�noma de Tamaulipas

Cd. Victoria, Tamaulipas

 

Eduardo Osorio Hern�ndez

[email protected]

ORCID ID: 0000-0002-9248-8167

Facultad de Ingenier�a y Ciencias

Universidad Aut�noma de Tamaulipas

Cd. Victoria, Tamaulipas

 

C�sar Alejandro Espinoza Ahumada

[email protected]

ORCID ID: 0000-0002-6846-2581

Instituto Tecnol�gico Superior de El Mante

Quintero, Tamaulipas

 

Ra�l Rodr�guez Herrera

[email protected]

ORCID ID: 0000-0002-6428-4925

Facultad de Ciencias Qu�micas

Universidad Aut�noma de Coahuila

 

�Ma. Teresa de Jes�s Segura Mart�nez

[email protected]

ORCID ID: 0000-0001-8559-3885

Facultad de Ingenier�a y Ciencias

Universidad Aut�noma de Tamaulipas

 

Efra�n Neri Ram�rez

[email protected]

ORCID ID: 0000-0003-1547-9942

Facultad de Ingenier�a y Ciencias

Universidad Aut�noma de Tamaulipas

 

Benigno Estrada Drouaillet

[email protected]

ORCID ID: 0000-0002-0332-5658

Facultad de Ingenier�a y Ciencias

Universidad Aut�noma de Tamaulipas

 

 

RESUMEN

El tomate es un cultivo importante en la zona productora del Sur de Tamaulipas, un factor limitante para su producci�n son las enfermedades, causadas por hongos, virus y bacterias, pueden propagarse en condiciones de campo abierto, y se desarrollan r�pidamente cuando el clima es favorable. Para realizar un control eficaz es importante identificar el agente causal y diferenciar sus s�ntomas, estableciendo un programa de monitoreo y aplicar las medidas de control bajo un esquema de manejo integrado de enfermedades, usando variedades resistentes a las enfermedades, adem�s del uso de diferentes insecticidas, fungicidas y bactericidas. Sin embargo, es importante integrar pr�cticas culturales como y manejo de fechas de siembra, control biol�gico con entomopat�genos y antagonistas. Esta revisi�n informa las principales enfermedades del cultivo de tomate a campo abierto en el sur de Tamaulipas, M�xico, haciendo �nfasis en la sintomatolog�a, importancia econ�mica, caracter�sticas morfol�gicas y el manejo de la enfermedad.

 

Palabras clave: control; epidemiologia; sintomatolog�a

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Main diseases of tomato (Solanum lycopersicum L.)

crop under field conditions

 

ABSTRACT

Tomato is an important crop in producing area of ​​southern Tamaulipas, a limiting factor for its production is diseases, caused by fungi, viruses and bacteria, they can spread in open field conditions, and they develop quickly when the weather is favorable. To carry out effective control it is important to identify the causative agent and differentiate its symptoms, establishing a monitoring program and applying control measures under an integrated disease management scheme, using disease resistant and tolerant varieties, in addition to the use of different insecticides, fungicides and bactericides. However, it is important to integrate cultural practices and management of sowing dates, biological control with entomopathogens and antagonists. This review reports the main diseases of open field tomato cultivation in southern Tamaulipas, Mexico, emphasizing symptomatology, economic importance, morphological characteristics, and disease management.

 

Keywords: control; epidemiology; symptomatology

 

 

 

Art�culo recibido:� 15 enero 2022

Aceptado para publicaci�n: 08 febrero 2022

Correspondencia: [email protected]

Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCI�N

El tomate (Solanum lycopersicum) es un cultivo muy importante a nivel mundial, debido a su demanda y alto valor nutricional, y su producci�n ha ido en aumento en los �ltimos a�os (Hern�ndez-Herrera et al., 2014). M�xico se encuentra entre los primeros 10 lugares en producci�n de esta hortaliza (FAOSTAT, 2019), en particular, la zona noreste de M�xico es la de mayor importancia, destacando el estado de Sinaloa como principal productor de tomate (Mart�nez-Ruiz et al., 2016). El estado de Tamaulipas en el a�o 2019 tuvo una producci�n de 8,317 ton, y el sur del estado, en los municipios de Aldama, Altamira, Gonz�lez y Madero se obtuvo una producci�n de 738 ton (SIAP, 2020). Sin embargo, este cultivo se ve afectado por diversas enfermedades que pueden generar p�rdidas de hasta 100%.

Dentro de los agentes bi�ticos y par�sitos causantes de las enfermedades en el cultivo de tomate est�n: bacterias, virus, fitoplasmas nem�todos, insectos, plantas parasitas y hongos. Entre los que destacan son Botrytis cin�rea, Alternaria dauci f. solana, Laveillula taurina, Phytopthora infestans (Mont) de Bary, Pythium aphanidermantum, Fusarium oxysporum y Rizoctonia solani (Mart�nez-Ruiz et al., 2016).� Dichos pat�genos atacan a nivel fruto y flor, por lo tanto, pueden llegar a causar p�rdidas de m�s del 60%. Por ello a continuaci�n se describen los principales pat�genos y las enfermedades que ocasionan da�os al cultivo de tomate a campo abierto en el sur del estado de Tamaulipas. 

Alternaria spp.

Importancia econ�mica: A nivel mundial este pat�geno es causante de una de las enfermedades m�s importantes del tomate conocida como el tiz�n temprano, algunas especies de Alternaria involucradas en esta enfermedad son: A. solani y A. alternata. En condiciones de alta incidencia y severidad de la enfermedad las p�rdidas de rendimiento del tomate se han estimado en 79% (Adhikari et al., 2017).

Etiolog�a y epidemiolog�a: Las especies de Alternaria se caracterizan por presentar un micelio conformado por hifas septadas y bien desarrolladas, conidios pluricelulares, caracterizados por ser ovoides a oblongos, netamente septados transversal y longitudinalmente, los cuales forman largas cadenas (Fabrera et al., 2002). El crecimiento de Alternaria est� en un rango de temperatura de 22-28 �C, sin embargo, la esporulaci�n ocurre a 27�C y se inhibe por debajo de 15�C o sobre 33�C. (Figura 1).

 

Figura 1. Alternaria, a) crecimiento en caja Petri b) Conidias

Fotograf�a de elaboraci�n propia

La infecci�n del pat�geno es favorecida en condiciones frescas y h�medas, esta ocurre al arribar las esporas, se forma el tubo germinativo y penetra el tejido del hu�sped directamente al degradar la pared celular o puede ser a trav�s de los estomas o heridas de la planta (Adhikari et al., 2017). La infecci�n secundaria se provoca cuando las esporas producidas en las plantas infectadas se diseminan a otras plantas a trav�s del aire y precipitaci�n pluvial (S�nchez, 2001).

Sintomatolog�a: Alternaria se presenta en el follaje como peque�as manchas de color caf� a negro, las cuales est�n rodeadas por un halo amarillo, aparecen en las hojas m�s viejas, midiendo aproximadamente 6 mm de di�metro se pueden observar anillos conc�ntricos (Figura 2). Los da�os que presenta el fruto ocurren en la base del ped�nculo y se pueden notar manchas hundidas, oscuras y acartonadas (Molina, 2011). A. solani solamente necesita que los tejidos y las plantas est�n da�ados y as� poder penetrar y crecer dentro de la planta (Barkai-Golan, 2001). En la postcosecha es el principal causante del moho negro en los frutos, generando importantes p�rdidas (Morris et al., 2000).

M�todos de control:� El hongo fitopat�geno Alternaria alternata puede ser controlado con productos de contacto que act�an antes de la etapa de la penetraci�n, utilizando ingredientes activos como clorotalonil, mancozep, folpan, hidr�xido u oxicloruro de cobre, Folped, captan. Tambi�n se pueden utilizar ingredientes activos con acci�n sist�mica, que act�an en el control del hongo que est� en periodo de infecci�n, para ello se utilizan sustancias activas como azoxystrobin, benomilo, cyprodinil-fludioxonil, difenoconazol, y propiconazol. Las aplicaciones de los fungicidas, dosis y recomendaciones generales se realizan con base a la formulaci�n adquirida y las especificaciones del producto (DEAC PLM M�xico, 2020). El efecto de control de los extractos de canela (Cinnamomum zeylanicum) y gobernadora (Larrea tridentata) se ha demostrado en condiciones de laboratorio (Ram�rez et al., 2016), estos son utilizados en condiciones de campo abierto como una alternativa al manejo de la enfermedad, para lo cual se aplican de manera preventiva.

Figura 2. S�ntomas de Alternaria: a) Amarillamiento y manchas caf�s, B) Anillamiento circular y amarillamiento

Imagen que contiene hongo, lechuga, verde, pequeño

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Fotograf�a elaboraci�n propia (a), de Eduardo Osorio Hern�ndez (b)

Botrytis cin�rea

Importancia econ�mica: es el causante de la enfermedad del moho gris, es de gran importancia en el cultivo de tomate, se considera de las m�s devastadoras ya que provoca grandes p�rdidas econ�micas, en casi la mayor�a de los pa�ses del mundo infecta las plantas de tomate en cualquier etapa vegetativa, incluyendo la postcosecha (Benito et al., 2000). La enfermedad causada por Botrytis cinerea, tiene un impacto significativo en la agricultura y es de particular inter�s para los productores, expertos en agricultura, asesores, personal de extensi�n e investigadores de todo el mundo (Fillinger & Elad, 2016), provoca p�rdidas anuales de entre 10 y 100 000 millones de d�lares estadounidenses en todo el mundo (Weiberg et al., 2013).

Etiolog�a y epidemiolog�a: B. cinerea posee un micelio tabicado, con hifas de aspecto algodonoso, de 11-23 �m de di�metro. La mayor�a de las especies de B. cinerea producen numerosas conidias (macroconidia) que son asexuales, hialinos, unicelulares, ovoides y ubicados sobre extremos redondeados, las conidias son de vida corta y sobreviven dependiendo de las condiciones clim�ticas. (Fillinger & Walker, 2016). Los cuerpos fruct�feros donde se ubican las conidias est�n ubicadas en los conidi�foros ramificados que se desarrollan sobre los tejidos infectados. Los conidi�foros, son de 1-3 mm de largo, a diferencia de los conidios, son ovoides, de 10-12 �m por 8- 10 �m, unicelulares y ligeramente gris�ceos. In vitro, el micelio crece profusamente, y es de color blanco cambiando a marr�n oliva gris�ceo (Garc�a, 2017) (Figura 3). El pat�geno algunas veces forma esclerocios y clamidosporas variables, lo cual les permite sobrevivir periodos secos, y en condiciones favorables pueden germinar y producir hifas o macroconidias para el desarrollo de la enfermedad. (Blanco et al., 2016; Gonz�lez et al., 2016), el cual es favorecido cuando existen altas densidades de siembra, lluvias continuas, humedad relativa alta (>70 % por al menos 12 h) y temperaturas entre 8 y 22 �C (Jaramillo et al., 2013).

Figura 3. Botrytis cin�rea, a) Crecimiento en caja Petri y b) conidi�foros con conidios maduros

Círculo

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Fotograf�a de Mar�a Elena Guti�rrez

Sintomatolog�a: se pueden observar en tallos como grandes manchas y chancros que avanzan hasta formarse un estrangulamiento, provocando la muerte de la planta al bloquear el sistema vascular. Las lesiones se cubren de abundante micelio y esporas de color caf� oscuro, las hojas presentan lesiones en el �pice de color caf�, anillos conc�ntricos en el haz de la hoja y en el env�s se encuentra abundante esporulaci�n.� Los p�talos de las flores son susceptibles a la infecci�n (Figura 3), se puede iniciar a partir de ellos y avanzar hasta los frutos, donde la podredumbre es blanda o acuosa de color caf�, y por lo general se localiza donde se une el ped�nculo con el fruto donde se presenta abundante esporulaci�n de un color gris�ceo (Jaramillo et al., 2013).

 

 

 

Figura 3. Infecci�n causada por Botrytis cin�rea en p�talos de la flor

Una rama con hojas verdes

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Fotograf�a elaboraci�n propia

M�todos de control: Se ha reportado el biocontrol para Borytis cin�rea con Trichoderma harzianum, obteni�ndose resultados en la sanidad de las plantas sometidas al tratamiento (Abro, 2013). Los microorganismos Trichoderma sp., Bacillus sp. y Ulocladium sp. son agentes de biocontrol para reducir el uso de fungicidas sint�ticos (Vos et al., 2015). La aplicaci�n foliar del extracto de gobernadora tiene un efecto preventivo de la enfermedad, utilizando una soluci�n del 1% del extracto y un volumen de aplicaci�n de 200 l/ha. Por su parte, el control qu�mico se aplica con fungicidas preventivos de las sustancias activas oxicloruro de cobre, clorotalonil, mancozeb y folpet, cuando las condiciones clim�ticas son favorables para el desarrollo de la enfermedad se realizan aspersiones de los ingredientes activos benomilo, Fludioxonil, Ciprodinil y boscalid (DEAC PLM M�xico, 2020).

Fusarium oxysporum

Importancia econ�mica: Entre las enfermedades m�s importantes que afectan este cultivo esta la causada por Fusarium oxysporum f. sp. lycopersici (FOL), el cual contribuye significativamente al marchitamiento vascular del tomate. Sus da�os desencadenan en el hospedante una serie de afecciones generalmente de car�cter irreversible, originando p�rdidas econ�micas considerables de hasta un 60% adem�s de afectar la calidad del producto, esta enfermedad afecta al menos 32 pa�ses en gran diversidad de condiciones, report�ndose tres razas, las cuales se distinguen por su virulencia en materiales que contienen genes de resistencia (Garc�a et al., 2007).

Etiolog�a y epidemiolog�a: El crecimiento de F. oxysporum en PDA es color blanco, se observan microconidias microsc�picamente unicelulares y bicelulares, de forma ovoide a elipsoide sobre fi�lides cortas agrupadas en cabezas de falas y microconidias de tres septos con c�lulas apicales ligeramente curvadas (Espinoza-Ahumada et al., 2019). El micelio puede ser algodonoso, a�reo, abundante y a veces escaso con una coloraci�n variable, de blanco a rosado durazno (Figura 4), pero usualmente con un tinte p�rpura o morado que se vuelve m�s intenso (Garc�s de Granada et al., 2001). En ocasiones produce abundantes esporas y macroconidias de color naranja, en algunos aislamientos se produce en una masa central de esporas abundantes macroconidias de tonalidades entre naranja y violeta p�lido, adem�s de esclerotes peque�os de color marr�n claro a oscuro. (Leslie & Summerell, 2006). FOL es un hongo cosmopolita sapr�fito del suelo que destaca entre los hongos predominantes de los suelos cultivados. Este pat�geno afecta al cultivo de tomate a temperaturas mayores a 28�C en campo (Debbi et al., 2018). FOL tiene tres razas conocidas como pat�genos de cultivos de tomate y su distintivo son los genes de resistencia. Las razas 1 y 2 crecen en regiones productoras de tomate del mundo, la raza 3 se ha presentado en pa�ses como California, Australia, el suroeste de Georgia y M�xico. La mayor�a de las variedades comerciales de tomate cultivadas en todo el mundo son resistentes a las razas 1 y 2, pero muy pocas son resistentes a la raza 3 (Biju et al., 2017). Su propagaci�n a distancias cortas es a trav�s del riego y equipos agr�colas, a distancias grandes es por suelos o trasplantes infectados (Agrios, 2005). Cuando el suelo agr�cola se contamina con FOL, este hongo permanece indefinidamente aun en ausencia de un hu�sped (Animashaun et al., 2017, Prihatna et al., 2018). La clamidospora inactiva de FOL en suelo infestado puede sobrevivir indefinidamente en ausencia de un hu�sped (Khan et al., 2017; Cha et al., 2016).

Figura 4. F. oxysporum, a) crecimiento en caja petri b) conidia vista al microscopio

Imagen que contiene Diagrama

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Fotograf�a de elaboraci�n propia

Sintomatolog�a: El FOL ingresa a la epidermis de la ra�z, luego se dispersa a trav�s del tejido vascular hasta los vasos del xilema de la planta, lo que provoca obstrucci�n y produce s�ntomas de marchitez, su identificaci�n morfol�gica se puede realizar a trav�s de la marchitez de las plantas, present�ndose hojas de color amarillo, tallos necr�ticos y con un rendimiento m�nimo o nulo (Singh et al., 2017).

El desarrollo de la enfermedad causada por Fo es un proceso complejo compuesto de varias etapas secuenciales: primero se observan en la ra�z s�ntomas de la interacci�n hu�sped-pat�geno, despu�s la uni�n del pat�geno a la superficie de los pelos de la ra�z y la propagaci�n de hifas, seguido de la invasi�n de la corteza de la ra�z y tejido vascular y diferenciaci�n dentro de los vasos del xilema, ocurriendo finalmente la exudaci�n de las toxinas y los factores de virulencia. La colonizaci�n de los vasos conduce al desarrollo de enfermedades y al marchitamiento caracter�stico de la planta hu�sped (Di et al., 2016).

Los s�ntomas iniciales de la enfermedad se presentan en las hojas inferiores hasta llegar de manera gradual al marchitamiento total de la planta, el tejido vascular colonizado presenta color marr�n obscuro, el cual se extiende hasta el �pice y provoca la marchitez y muerte de las plantas (Figura 5), debido la acumulaci�n de micelio f�ngico en el xilema y sus alrededores, a la producci�n de micotoxinas, inactivaci�n de las defensas del hu�sped y la producci�n de tilosas; sin embargo, los s�ntomas de marchitez son variables (Srinivas et al., 2019).

Figura 5. S�ntomas del ataque de Fusarium. a) Cultivo de tomate con s�ntomas de marchitez causada por Fusarium oxysporum, b) Hoja con marchitamiento y clorosis.

Un dibujo de un árbol

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Fotograf�a de Eduardo Osorio Hern�ndez

M�todos de control: se utiliza el control biol�gico con Trichoderma asperellum, T. harzianum y T. yunnanense (Jim�nez et al., 2018), Bacillus liqueniformis, B. subtilis, y B. amyloliquefaciens (Hern�ndez et al., 2014), adem�s de mezclas de fermento propagativo microbiano (MFPM) a base de Bacillus spp y Trichoderma spp. (Espinoza et al., 2019). Otra alternativa que se utiliza para controlar la infecci�n por Fusarium oxysporum en tomate es el silenciamiento g�nico postranscripcional de los genes FOW2 y chsV inducido por el hu�sped (Bharti et al., 2017). El manejo de la enfermedad ha tenido �xito al sembrar semillas h�bridas mejoradas que expresan resistencia a la enfermedad. El uso de fungicidas qu�micos ofrece poco control, sin embargo, el manejo de la enfermedad se recomienda con fungicidas de ingredientes activos del grupo de los bencimidazoles.

Bacterias fitopat�genas en el tomate.

Xanthomonas campestris

Importancia econ�mica: Este pat�geno se encuentra en todo el mundo y representa una grave amenaza ya que afecta principalmente a cultivos de importancia econ�mica (Denanc� et al., 2018). Las condiciones ideales para que se desarrolle la infecci�n por este pat�geno son las altas temperaturas y la humedad que se presentan en verano, este pat�geno produce defoliaci�n, manchado de frutos y perdidas en rendimiento de los frutos (Kaur et al., 2016). Esta enfermedad es de gran importancia en los cultivos de tomate y chile en el estado de Sinaloa, donde causa importantes p�rdidas (Carrillo et al., 2001).

Etiolog�a y epidemiolog�a: Las c�lulas de Xantomonas campestris tienen forma de bast�n o varilla recta de 0.4-0.6 por 0.8-2.0 micr�metros, son Gram negativa y son capaces de moverse, poseen un solo flagelo polar y no forma esporas, son aer�bicas obligadas, dado que el ox�geno lo utilizan como aceptor de electrones terminales. Por lo general, son amarillas, lisas, viscosas o mucoides (Saddler & Bradbury, 2015). Ha sido reportada como patog�nica en especies vegetales de inter�s comercial pertenecientes a la familia Solanaceae, Malvaceae, Cucurbitaceae, Umbileferae, Leguminoceae y Graminaceae (Bhat et al., 2010). Su ciclo de infecci�n se divide en dos partes epif�tica y endof�tica, la primera comienza cuando las bacterias tienen contacto con los tallos, hojas o frutos hasta que penetran al hospedero a trav�s de heridas o aberturas naturales, comenzando su fase endof�tica colonizando el hospedero con altas poblaciones de bacterias, las cuales reemergen a la superficie de las hojas para posteriormente ser trasmitidas a un nuevo hospedero a trav�s del viento o la lluvia y as� comenzar un nuevo ciclo infectivo (An et al., 2020)

Sintomatolog�a: Se forma una lesi�n clor�tica amarilla en forma de �V� con el v�rtice hacia la vena central de las hojas, junto con un oscurecimiento de las venas, lo cual indica que la bacteria a trav�s del sistema vascular, as� mismo se multiplica en el xilema, el cual se desintegra y ocurre una dispersi�n sistem�tica a trav�s de las c�lulas parenquim�ticas las cuales son descompuestas y se presenta cavitaci�n (Agrios, 2005). Las zonas afectadas de la planta cambian de clor�ticas a necr�ticas, las hojas caen prematuramente, se retrasa el crecimiento y la planta muere (Holub, 2013). El oscurecimiento que se presenta en las venas avanza hasta el tallo, las hojas superiores e inferiores y las ra�ces. (Agrios, 2005) (Figura 6).

Figura 6. Hoja del cultivo tomate con sintomas de X. campestris

Una planta con hojas verdes

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Fotograf�a de Eduardo Osorio Hern�ndez

M�todos de control: Tradicionalmente se utiliza antibi�ticos y cobre aplicado a las plantas adem�s de tratar la semilla con qu�micos y agua caliente (Vicente & Holub, 2019), debido a la contaminaci�n por el uso de cobre junto a la resistencia que se ha generado a los antibi�ticos se propone el uso de bacterias biocontroladoras como Pseudomonas y Bacillus (Elsisi, 2017).�

Un intercambio de un solo amino�cido de valina a leucina en el extremo C-terminal de SP1 result� en una inhibici�n del crecimiento m�s de 20 veces mayor de Xanthomonas campestris pv. Vesicatoria (Herrera et al., 2016). Para el control de este pat�geno se recomienda la rotaci�n de cultivos para romper los ciclos biol�gicos, control de plagas y malezas, mejorar el contenido de nutrientes, la estructura del suelo, reducci�n de la erosi�n y el aumento de la biodiversidad de microorganismos (Reddy et al., 2017)

El virus de la cuchara o virus del rizado de la hoja amarilla del tomate (Tomatto yellow leaf curl virus, TYLCV) (Geminiviridae: Begomovirus)

Importancia econ�mica: El virus del rizo de la hoja amarilla del tomate (TYLCV) infecta el tomate (Solanum lycopersicum) y es transmitido por la mosca blanca Bemisia tabaci, es la enfermedad viral m�s devastadora que presenta el cultivo de tomate que se cultiva en las regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo, y causa p�rdidas de hasta el 100%, en la mayor�a de las regiones es considerado una limitante en su producci�n (Moriones & Navas, 2000).� La mayor�a de los virus vegetales, como los begomovirus han evolucionado a trav�s de mutaciones peri�dicas y eventos de recombinaci�n, lo que genera la aparici�n de nuevos patotipos que se desarrollan en condiciones diferentes a las acostumbradas y desaf�an la resistencia del hu�sped (Lefeuvre & Moriones, 2015).

Etiolog�a y epidemiolog�a: Este virus fue reportado por primera vez en el estado de Sinaloa en el a�o 2005 -2006 donde causo grandes p�rdidas en el cultivo de tomate (Garz�n, 2015). El principal vector del TYLCV es la mosca blanca del camote, B. tabaci biotipo B, existen reportes de que este virus no se trasmite por otras especies de mosca blanca o semilla.

Sintomatolog�a: TYLCV inicia en las hojas j�venes presentando amarillamiento, rizado y ahuecamiento de las hojas, lo que genera una disminuci�n de la eficiencia fotosint�tica, los s�ntomas van aumentando a medida que las hojas envejecen, esto genera retraso en el crecimiento y el aborto de la floraci�n lo que reduce significativamente el rendimiento de frutos (Abhary et al., 2007)

La mosca blanca ocasiona da�os directos e indirectos a los hospederos, los cuales los causan las ninfas y los adultos, los da�os directos son causados debido a que inserta el estilete, succiona la savia de la planta y contamina las c�lulas con sus toxinas, lo cual causa interferencia en la producci�n de clorofila generando plantas amarillentas y anquilosadas (Figura 7) por lo cual esa enfermedad es conocida como �amarillamiento del ps�lido. Otro tipo de da�o que causa de manera indirecta es cuando se alimenta de la planta y la contamina con fitoplasmas y otro tipo de organismos que originan la enfermedad del permanente del tomate (PT) (Garz�n-Tiznado et al., 2009).

Figura 7. Mosca blanca causante de la virosis en tomate a) Bemisia tabaci en hoja de tomate, b) S�ntomas en plantas de tomate

Un jardín con plantas verdes

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Fotograf�a de Eduardo Osorio Hern�ndez (a), elaboraci�n propia (b)

M�todos de control: El manejo se realiza en su mayor�a con insecticidas para el control de la mosca blanca. Sin embargo, debido a su capacidad para invadir los tejidos del hospedero y la circulaci�n frecuente del virus, estos controles a menudo fallan, lo que ocasiona resistencia en la mosca blanca lo que genera una mayor propagaci�n de la enfermedad (Schuster et al., 2010). El uso excesivo de plaguicidas produce contaminaci�n ambiental (Palumbo et al., 2001). El uso de barreras de malla fina en las plantas de tomate como m�todo f�sico aumentan el costo de producci�n, y solo sirve como prevenci�n, pero no reduce el tama�o de las poblaciones de mosca blanca (Antignus et al., 1998). En los programas de mejoramiento de plantas de tomate utilizan fuentes gen�ticas para obtener una resistencia confiable y duradera contra TYLCV, las cuales han sido eficaces para prevenir p�rdidas de rendimiento debido a este virus y a su vez reducir el costo de control de enfermedades (Dhaliwal et al., 2020).

Los hongos entomopat�genos (EPF) durante mucho tiempo han demostrado ser enemigos naturales de la poblaci�n de insectos (Jiang et al., 2020), ya que las especies de EPF de diferentes g�neros ayudan a combatir de manera natural a poblaciones de B. tabaci, identific�ndose alrededor de 20 especies que act�an de manera eficaz contra este insecto (Ali et al., 2018, Sain et al., 2019). Las especies de EPF m�s utilizadas como agentes de control para B. tabaci son: Ashersonia spp., Isaria fumosoroseus Metarhizium anisopliae, Beauveria bassiana y Verticillium lecanii, (Abdel-Raheem & Al-Keridis, 2017; Zhang et al., 2017) ya que los EPF se conocen por infectar y matar a B. tabaci en todas las etapas de su vida (Iannacone & G�mez 2008).

CONCLUSIONES

El cultivo de tomate en el sur de Tamaulipas enfrenta p�rdidas estimadas de un 60 a 100% en el rendimiento, adem�s de una baja calidad de la cosecha, esta problem�tica es ocasionada por los fitopat�genos Alternaria spp., Botrytis cin�rea, Fusarium oxysporum, Xanthomonas campestri y Virus del rizado de la hoja amarilla del tomate (TYLCV). Para el manejo de las enfermedades se debe realizar una planeaci�n donde se integren los diferentes m�todos de control, elaborando un programa de monitoreo en las distintas etapas fenol�gicas del cultivo, para detectar los signos y s�ntomas de las enfermedades y condiciones clim�ticas favorables para el desarrollo de estas. Con todo lo anterior, se tomar�n las decisiones pertinentes para el establecimiento del cultivo y la aplicaci�n de sustancias activas para el control de vectores, hongos y bacterias, aplicando las dosis recomendadas y evitar que el pat�geno genere resistencia y as� mismo, se eviten da�os y p�rdidas econ�micas.�

LISTA DE REFERENCIAS

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