Oratoria y competencias comunicativas orales

en estudiantes universitarios

 

Vásquez Sánchez, Ana Melva
anitamelva12@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-6551-3152
Universidad César Vallejo, Trujillo, Perú

 

 


RESUMEN

El estudio pretende determinar la relación entre la oratoria y las competencias comunicativas orales en los estudiantes universitarios peruanos y realizar un abordaje científico sobre los conceptos de ambas variables. El diseño del estudio fue cualitativo y de tipo analítico. Para determinar la relación de las variables, se realizó una búsqueda sistemática en fuentes bibliográficas como Scielo y Google Académico, donde se obtuvieron un total de seis artículos, de los cuales se extrajo la información más importante y se analizó a detalle. La búsqueda de los conceptos descritos sobre ambas variables se realizó sin filtros. Los resultados manifiestan que los estudiantes universitarios no poseen estas competencias comunicativas pero que, al aplicarles programas de oratoria, estas se ven mejoradas. Por ello, los programas de oratoria están estrechamente relacionados con la mejoría de las competencias comunicativas en los universitarios, lo que les permitirá lograr un correcto desempeño académico y profesional.

 

Palabras clave: competencia comunicativa; expresión oral; oratoria; programa educativo.

 

 

 

 

 

 

 

Oratory and oral communication competences

 in university students

 

ABSTRACT

The study aims to determine the relationship between oratory and oral communication skills in Peruvian university students and to carry out a scientific approach on the concepts of both variables. The study design was qualitative and analytical. To determine the relationship of the variables, a systematic search was carried out in bibliographic sources such as Scielo and Google Scholar, where a total of six articles were obtained, from which the most important information was extracted and analyzed in detail. The search for the concepts described on both variables was carried out without filters. The results show that university students do not have these communicative skills but that, when speaking programs are applied, these are improved. Therefore, public speaking programs are closely related to the improvement of communication skills in university students, which will allow them to achieve correct academic and professional performance.

 

Keywords: communicative competence; oral expression. oratory; educational program.

 

 

 

Artículo recibido:  15 enero 2022

Aceptado para publicación: 08 febrero 2022

Correspondencia: anitamelva12@gmail.com

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

 

 

 

 


INTRODUCCIÓN

Una de las características innatas del ser humano es la socialización, por ello la necesidad de interrelacionarse con su entorno.  Esta acción se logra concretar   a través de la comunicación tanto oral como escrita. En el caso de la oral, se hace uso de un conjunto de sonidos articulados   para expresar ideas, sentimientos, opiniones, creencias, etc., mediante signos y palabras habladas; sin embargo, cabe resaltar que, para el correcto dominio de este tipo de comunicación, es necesario el conocimiento y aprendizaje de ciertas técnicas con el fin de lograr un buen manejo de las competencias comunicativas orales, las que pueden ser definidas como un conjunto de saberes, capacidades, habilidades o aptitudes que contribuyen con la convivencia y las relaciones interpersonales  e intergrupales). Una de ellas, es la expresión oral (Pasqualy, 1972, como se citó en Bermúdez & Gonzáles, 2001).

El presente artículo ha centrado especial atención en la expresión oral, ya que, dentro de los muchos problemas observados en el contexto superior universitario, desde los primeros ciclos hasta la culminación de las carreras, es uno de los más perceptibles. Los estudiantes, a pesar de haber transitado por los tres niveles educativos escolares: inicial, primaria y secundaria, aún presentan dificultades para compartir sus ideas a través de la palabra oral al llegar a la etapa universitaria. Cabe destacar que    el dominio de las habilidades orales en los estudiantes universitarios   es trascendental para su desarrollo académico y la imagen que vayan a proyectar dentro de la comunidad educativa de su casa de estudios y ante la sociedad en general. Esta problemática es perceptible en las diferentes universidades del mundo, así como en las locales y nacionales. Un ejemplo claro de ello es el que se presenta en la Universidad de Jaén, España:  los estudiantes desconocen las estrategias para lograr la confianza en sí mismos y para vencer el miedo al momento de sustentar sus trabajos de fin de Grado o fin de Maestría (Faramiñán, 2019, p. 136). Por otro lado, en la Universidad Privada Cesar Vallejo, casa de estudios peruana, se observan deficiencias en el desarrollo de las competencias orales por parte de los estudiantes de pregrado, lo que se refleja en las diferentes situaciones comunicativas orales a las cuales hacen frente: sustentación de los productos de aprendizaje, al presentar un discurso argumentativo, al participar en debates, diálogos, mesas redondas, etc. En palabras de la maestra de esta universidad esto se debe a que la enseñanza de nuestro idioma se ha ceñido al desarrollo del aspecto teórico y el desarrollo de la oralidad se ha visto desplazado con el argumento de que esta se puede aprender de manera espontánea.

Ante esta situación, surge la necesidad de aprender nuevos recursos y estrategias educativas que estén encaminadas a mejorar estas competencias y de esta manera, permitir al estudiante universitario desenvolverse correctamente en todos los ámbitos de su carrera a lo largo de su etapa académica, lo que le permitirá, además, prepararlo para enfrentarse a la sociedad y el mundo laboral. Uno de estos es justamente la oratoria, la cual es definida por la autora del presente artículo como el arte de expresarse oralmente con claridad, facilidad, precisión y carisma, haciendo uso de diversas técnicas. De hecho, las diferentes universidades locales hacen frente a la problemática expuesta a través de la realización de talleres de oratoria; sin embargo, son de carácter opcional y al ser facultativos, no logran la efectividad anhelada, ya que los estudiantes al desconocer la real importancia que tiene la oratoria, deciden no participar de ellos u optan por asistir a otros que no les “genere mucho esfuerzo”.

Debido a lo anteriormente expuesto, el presente estudio tiene como finalidad determinar la relación entre la oratoria y las competencias comunicativas orales en los estudiantes universitarios peruanos y, asimismo, realizar un abordaje científico sobre los conceptos de ambas variables con el fin de conocer su importancia.

ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS

El estudio presenta un diseño con enfoque cualitativo y de tipo analítico, ya que la finalidad del mismo es describir los conceptos que se tienen con respecto a la oratoria y las competencias comunicativas y al mismo tiempo determinar lo que la literatura presenta en cuanto a la relación entre ellas en estudiantes universitarios peruanos. Además, el método de investigación utilizado fue el análisis documental, el mismo que requiere de una lectura cuidadosa de los documentos disponibles y la realización de notas. Las palabras clave utilizadas para la búsqueda de la información se extrajeron de los tesauros de la Unesco, las que son: Expresión Oral, Oratoria, Programa Educativo, Competencia comunicativa.

Para la selección de los artículos que serían analizados para evaluar la relación entre las variables de estudio, se realizó una búsqueda sistemática en bases de datos y fuentes bibliográficas como Scielo y Google Académico, para lo cual se emplearon estrategias de búsqueda diferentes en cada caso con la ayuda de la combinación de términos mediante operadores boleanos. Se consideraron como criterios de inclusión a aquellos artículos que habían ejecutado su investigación en universidades peruanas y que fueron desarrollados en los últimos quince años (2006-2021); además, se descartaron a los que se enfocaban en determinar las competencias comunicativas de los alumnos con respecto a otro idioma que no sea el español y de igual manera, a aquellos que evaluaron estas competencias en alumnos extranjeros que estudiaban en Perú, los cuales no dominaban correctamente este idioma. Finalmente, los artículos que cumplían con estos criterios sumaron un total de seis, los mismos de los que fue extraída información relevante como: objetivos, metodología y principales resultados, con la finalidad de realizar un análisis detallado de cada uno de ellos.

Con respecto al abordaje científico de las variables “oratoria” y “competencias comunicativas”, se realizó una búsqueda exhaustiva en las ya antes mencionadas bases de datos y fuentes bibliográficas. Para esto, no se consideraron fechas límites de inicio o fin, solo se tomaron en cuenta a aquellos artículos, capítulos de libros, investigaciones y demás, que expliquen detalladamente los conceptos de cada una de ellas.

RESULTADOS

Según la Real Academia de la Lengua Española, la oratoria es el “arte de hablar con elocuencia; de deleitar, de persuadir y conmover por medio de la palabra”. Para Albán (2007), es el “conjunto de habilidades y técnicas que permite expresarnos, principalmente, de manera oral, con claridad facilidad y sin temores ante un público numeroso y variado con la finalidad de transmitir un determinado mensaje”. En sus inicios, su finalidad fue muy distinta a la actual: esta era utilizada como instrumento para lograr prestigio y poder político en la sociedad de ese entonces (siglo V y IV a.C.). Más adelante,    los aportes de dos grandes  logógrafos griegos: Tisias y Corax, a través de  su obra “Arte”, dieron  origen a la Retórica: “arte de emplear atinadamente la  lengua, en sus  dos niveles de significante y significado para lograr la persuasión al hablar en público”  (López, 1995, p.875); “arte que enseña al ciudadano a  defenderse  con el uso de la palabra, allí donde  se respetan las reglas del juego  democrático que permiten a todo ciudadano, en primer lugar, a hablar en público , y, en segundo término, decir lo que quiera sin correr el riesgo  de ofender con la palabra a ningún poder más que  el determinado por la ley” (López, 2000, p.14).

A diferencia de la oratoria clásica, la actual tiene como finalidad enseñar, ya que, al transmitir el mensaje cargado de información, el receptor o receptores absorben y aprenden algo nuevo. Por otro lado, pretende convencer con fundamentos lógicos e ideas racionales y válidas. Trata de persuadir la voluntad del oyente, a aceptar planteamientos propuestos, a realizar una acción determinada por medio de razones válidas. La oratoria de hoy en día, además, busca entretener o deleitar, complacer y entusiasmar a través de un mensaje dinámico (Sánchez, 2016, citado por Huallpa, 2017).

Es necesario indicar que Albán (2005) clasifica la oratoria de acuerdo a dos criterios:  según el tema y el ámbito profesional y según la actitud de comunicación del orador. En el primer grupo, se ubican las ponencias especializadas que son puestas en prácticas entre las personas que comparten la misma profesión, oficio o tema de interés; entre ellas, la oratoria social, cuya finalidad es informar y sensibilizar en eventos académicos, institucionales, laborales y reuniones familiares; la pedagógica o académica es propia de los maestros, quienes buscan enseñar, instruir y transmitir conocimientos; la forense o judicial, utilizada por los abogados frente a los tribunales con el propósito de actuar, convencer o persuadir a favor o en contra de determinada situación comunicativa.  También se encuentran en esta primera clasificación, la oratoria política, centrada en temas del estado y puesta en práctica, generalmente en época de elecciones, con la finalidad de convencer a los votantes; la religiosa, utilizada por los sacerdotes y predicadores para llamar a la reflexión sobre temas relacionados con la palabra de Dios, la fe y la religión; la militar, la cual por medio de ella los castrenses  inculcan  el amor y la defensa  de  la patria; la artística, que busca el placer estético a través de  la voz, principalmente es  usada por los cantantes, artistas teatrales y televisivos, maestros de ceremonia y locutores radiales. Finalmente, la oratoria empresarial, también conocida como “Management Speaking”, es utilizada por gerentes, vendedores y relacionistas públicos, con fines empresariales.

Según la actitud de comunicación del orador, esta puede ser individual (solo él interviene): las conferencias, los discursos conmemorativos, inaugurales, de presentación, de bienvenida, de ofrecimiento, de despedida, de augurio, de sobremesa, el brindis, discurso televisado, radiado y fúnebre, o de manera colaborativa (participan varios): la conversación, la entrevista, la asamblea, la mesa redonda, el simposio, el debate, el foro, etc.

Al centrarse en el ámbito educativo universitario, los estudiantes deben conocer algunas técnicas modernas de oratoria. Al respecto, García y Micó (2018, p. 37) citado por Farramiñán (2019, p.136), expresan que  es  necesario que se consideren las reglas de la oratoria de Cicerón respecto de las partes del discurso: el Exordium (justificación del tema) ,en el que  se debe intentar atraer la atención y mantener la curiosidad ; el Narratío (introducción), donde se expondrá de  manera clara y breve la línea  del trabajo y  se darán a conocer  los objetivos; el Argumentatio, donde se hará referencia a las ideas, explicaciones  o hipótesis desarrollados  por  distintos autores y analizado por  los alumnos, teniendo en cuenta que esta sería la parte más importante  del trabajo, y finalmente, el Peroratio, el cual comprenderá las conclusiones a las que se ha llegado. Los autores indican que después del acopio y estructuración de la bibliografía de acuerdo a las reglas de oratoria de Cicerón, se ha cumplido con la etapa de la planificación, luego se debe poner en práctica la comunicación oral, considerando la proxemia para generar la comodidad del orador, el contacto visual y la correcta postura. También consideran necesario el dominio de la capacidad de elocución: tonos de voz y ritmo discursivo adecuado, claridad en la articulación de los sonidos y entonación adecuada (García y Micó, 2018, p.40, citado por Farramiñán, 2019, p.138).

La noción de “competencia comunicativa” surge en el seno de la lingüística y su definición ha ido variando con el paso inexorable del tiempo: el clásico Chomsky (1965) manifiesta que las competencias lingüísticas son las “capacidades y disposiciones para la interpretación y actuación”; además, considera a la dicotomía hablante/oyente ideal en una comunidad lingüística del todo homogénea, que conoce su lengua de manera perfecta y al que no le afectan condiciones sin valor gramatical.  Él defiende la existencia de una facultad de lenguaje innato universal, común a todos los seres y la teoría de que los seres humanos poseemos un conocimiento interiorizado inconsciente de la lengua. Este punto de vista es ampliado por Hymes (1971), quien la concibe como una “actuación comunicativa de acuerdo a las demandas del entorno”. Además, aclara que no son ideales ni invariables, sino que se desenvuelven cuando el ser humano desarrolla su autonomía como individuo y logra decidir cuándo hablar, sobre qué tema hablar, en dónde y en qué forma, por lo que la persona es capaz de integrarse, desarrollar actos de habla, formar parte de eventos comunicativos y evaluar sobre su propia participación y la de los demás.

Por otro lado, se  manifiesta  que  la competencia comunicativa  es el conjunto de saberes, capacidades, habilidades o aptitudes que contribuyen con la convivencia y las relaciones interpersonales e intergrupales; es decir, la comunicación es la base para el desarrollo y coexistencia del ser humano, como proceso de interacción  en el que dos o más sujetos se reconocen como iguales, comparten experiencias, actúan con sentido de comunidad en función de un diálogo orientado a la construcción de acuerdos (Pasqualy, 1972, como se citó en Bermúdez & Gonzales, 2001).

En los ‘90, se propuso cuatro componentes de la competencia comunicativa: el gramatical, centrado en el conocimiento de las reglas  de la morfología, la sintaxis  y la semántica  de la oración gramatical y de la fonología; el sociolingüístico, centrado en la adecuación del mensaje a un contexto determinado (normas socioculturales); el discursivo, referido a la combinación de unidades gramaticales para elaborar textos orales o escritos, coherentes y completos; y, por último, el estratégico, con enfoque en el dominio de estrategias de comunicación verbal y no verbal para lograr una comunicación efectiva (Canales, 1995). Posteriormente, se establecen diferencias entre competencia lingüística y comunicativa: “la primera es el resultado de la segunda”. Según esto, la primera, que viene a ser la competencia lingüística, se centra en el conocimiento de las reglas y patrones del idioma; mientras que la segunda, es decir, la competencia comunicativa, se enfoca en el conocimiento, que le permite al ser humano comunicarse de manera interactiva y funcional que incluye factores socio psicológicos y culturales, sin negar su estrecha relación con los factores lingüístico (Pérez, 1996).

Ya en el siglo XXI, Pulido (2004) brinda nuevas luces al proponer el concepto de competencia comunicativa de la siguiente manera: “Habilidad del que aprende la lengua para expresar, interpretar y negociar significados socioculturales en la interacción entre dos o más personas o entre una persona y un texto oral o escrito, de forma tal que el proceso de comunicación sea eficiente y esté matizado por modos de actuación apropiados”. De igual forma, si se habla de las competencias lingüísticas, Casany (2000) presenta cuatro habilidades básicas para la comunicación: hablar, escribir escuchar y leer. El autor menciona que estas deben ser dominadas por el usuario de una lengua para poder comunicarse con eficacia en todas las situaciones posibles.

Las diferencias entre las competencias comunicativas orales y escritas han sido objeto de diversos estudios: Saussure (1975), menciona que la lengua oral es primordial y fundamental y que la escrita es una simple transcripción de la anterior. Por el contrario, para Casany (1987), ambos modos son equivalentes y autónomos, con funciones sociales diferentes y complementarias; por lo tanto, en el aprendizaje de la lengua, debería recibir un tratamiento independiente y adecuado a las necesidades del estudiante.

Casany (1987) manifiesta que el código oral es diferente al escrito; por ello el comportamiento del usuario que habla o escribe no es igual al que escucha o lee. En el código oral, menciona el autor, el canal es auditivo, pues el receptor captará por medio del oído los diversos signos del mensaje; es espontáneo, ya que el emisor puede rectificar o añadir; es más rápido y ágil, pues es una comunicación inmediata, se desarrolla el uso de códigos no verbales. Por el contrario, en el código escrito, el canal es visual: el receptor lee el mensaje a través de la vista. Este canal tiene una capacidad de transmisión de información superior al auditivo, la comunicación es más elaborada: el emisor puede corregir y rehacer el mensaje sin dejar rastros o huellas. Además, el receptor puede elegir cuándo y cómo quiere leer (orden, velocidad, releer, etc.) ya que la información es duradera en el tiempo ya que los signos quedan grabados; el canal escrito adquiere el valor social de ser testigo y registro de los hechos. Utiliza códigos paralingüísticos, como fotos, esquemas, gráficos, espacios, tipos de letra, entre otros. No existe interacción entre el emisor y el receptor y el contexto es poco importante ya que el autor crea el contexto a medida que escribe el texto y no según el momento en que se recepciona la información del texto.

Si se habla de la percepción de los signos por parte del receptor, en el código oral, los signos son percibidos de manera secuencial (proceso serial), a diferencia del escrito, donde se pueden captar a la vez todos los signos grabados en un soporte (proceso holístico). Cabe resaltar que las habilidades lingüísticas varían de un individuo a otro de acuerdo al tipo de vida comunicativa que lleven: por la profesión o el oficio que desempeñen y otros por placer. Pero no siempre aciertan al elegir las estrategias adecuadas para hablar o escribir en cada situación. Todos hemos sufrido algunas situaciones de comunicación fallida: un congreso aburrido en el que las comunicaciones habían sido escritas para ser leídas y no escuchadas; o un artículo (una exposición oral posteriormente transcrita y publicada en una revista) que no puede esconder su origen oral y que reitera las mismas ideas con diferentes palabras. En todos estos casos, las consecuencias de olvidar las características de la percepción de los canales oral y escrito son catastróficas y lo más probables es que el receptor o el lector se cansen del texto y que acaben de abandonarlo. (Casany, 1987),

La comunicación ocupa el 80% de la vida del ser humano; del cual, aproximadamente un 45% lo dedicamos a escuchar, un 30% a hablar, un 16% a leer y un 9% a escribir. Este porcentaje confirma que las habilidades orales son las más practicadas. Por ello, la relevancia de que ameritan las habilidades orales; a pesar de que no disfrutan del mismo prestigio social ni del mismo trato que las escritas. (Rivers y Temperley, 1978) y (Gauquelin, 1982). Tradicionalmente, las escuelas se centraban en enseñar a leer y escribir y se entendía que el estudiante ya sabía hablar. Es evidente que esta concepción ancestral, no resiste ninguna crítica; ya que todos somos conscientes de que presentan dificultades de expresión (falta de fluidez y corrección, pobreza léxica e inmadurez sintáctica) y que son incapaces de realizar determinadas intervenciones orales más complicadas: exponer, hablar en público, leer en voz alta, participar en diálogos, entrevistas, debates, etc. (Casany, 1997)

Tomando como referente lo expresado en el párrafo anterior, es necesario conocer algunos aportes teóricos sobre habilidades comunicativas orales: Para (Ramírez, 2002), comunicarse oralmente desde la perspectiva de emisor y receptor, implica dominar habilidades comunicativas orales integradas que van más allá de la interpretación de sonidos acústicos, organizados en signos lingüísticos y regulados por la gramática. También implica interpretar otros elementos acústicos simultáneos como los silencios, los ritmos, las cadencias, la intensidad de voz, la velocidad del habla, la sonrisa y entre muchos más que complementan y le dan el discurso oral expresividad y matices de humanidad.

En el contexto educativo, el Currículo Nacional de Educación Básica, 2016) en la competencia 10: “Se comunica oralmente en castellano como segunda lengua”, define a la expresión oral como una interacción dinámica entre uno o más interlocutores para expresar y comprender ideas y emociones. Supone un proceso activo de construcción del sentido de los diversos tipos de textos orales, ya que el estudiante alterna los roles de hablante y oyente con el fin de lograr su propósito comunicativo. Asimismo, considera que la comunicación oral es una herramienta fundamental para la constitución de las identidades y el desarrollo personal. Esta competencia se asume como una práctica social donde el estudiante interactúa con diferentes individuos o comunidades socioculturales, ya sea de forma presencial o virtual. Esta competencia implica la combinación de las siguientes capacidades: Obtiene información del texto oral: el estudiante recupera y extrae información explícita expresada por los interlocutores. Infiere e interpreta información del texto oral: el estudiante construye el sentido del texto a partir de relacionar información explícita e implícita para deducir una nueva información o completar los vacíos del texto oral.

A partir de estas inferencias, el estudiante interpreta el sentido del texto, los recursos verbales, no verbales y gestos, el uso estético del lenguaje y las intenciones de los interlocutores con los que se relaciona en un contexto sociocultural determinado, expresa las ideas en torno a un tema de forma lógica, relacionándolas mediante diversos recursos cohesivos para construir el sentido de distintos tipos de textos y géneros discursivos. Utiliza recursos no verbales y paraverbales de forma estratégica. Reflexiona y evalúa la forma, el contenido y contexto del texto oral: compara y contrasta los aspectos formales y de contenido con su experiencia, el contexto donde se encuentra y diversas fuentes de información. Asimismo, emite una opinión personal sobre los aspectos formales, el contenido, y las intenciones de los interlocutores con los que interactúa, en relación al contexto sociocultural donde se encuentran.

Si se toma  en cuenta  las  características relacionadas con la actitud  que el  comunicador oral debe adoptar ente situaciones comunicativas concretas: la puesta en escena, la distancia entre interlocutores, la vestimenta, los movimientos, posturas, miradas gestos, calidez, simpatía   y todas las iniciativas comunicativas que favorezcan una interacción  grata (Casany, 1994) , se pueden   mencionar   cuatro sistemas  de comunicación que complementan la expresión oral: el paralenguaje, la quinésica, la proxémica y la cronémica. Los dos primeros son considerados básicos, porque se ponen en funcionamiento a la vez que el sistema verbal al transmitir un mensaje, a diferencia de los otros dos, los cuales son considerados secundarios, ya que actúan de refuerzo, complemento o de forma independiente ofreciendo información social o cultural. El paralenguaje, conformado por un lado por las cualidades físicas del sonido: timbre, cantidad e intensidad, y los modificadores fónicos o tipos de voz: dependiendo del control que se ejerza sobre los órganos implicados en la articulación y fonación, pueden aportar en cualquier expresión oral componentes inferenciales que, convencionalmente, pueden determinar el propósito del mensaje, matizar el contenido o dar sentido a un enunciado. Las reacciones fisiológicas y emocionales: risa, suspiros, gritos, tos, carraspeo, bostezo, llanto, sollozo, entre otros, cuyos componentes inferenciales pueden variar de una cultura a otra.

Por otro lado, los elementos cuasi léxicos son vocalizaciones y consonantizaciones  convencionales de escaso contendido léxico, pero con gran valor funcional: interjecciones, onomatopeyas, emisiones  sonoras que cuentan con nombre propio (chistar, sisear, roncar, resoplar) y otros muchos sonidos (uff, psi-psa, hm, ou, etc.), que sin tener nombre, se utilizan con un valor comunicativo  similar al de determinados signos lingüísticos  o quinésicos, de allí que  se conozcan como alternantes paralingüísticos. Además, las pausas, que regulan  el cambio de turno o el inicio y el fin; también pueden funcionar  como presentadoras de  distintas clases de actos comunicativos: preguntas, narraciones, peticiones de apoyo, etc. y los silencios, que  pueden  confirmar enunciados previos , cambio de hablante, corrección, respuesta a una pregunta, fallo comunicativo, énfasis  en  el contenido de enunciados emitidos  o que se van a emitir; también  presentar  actos comunicativos ( preguntas, narraciones) y marcar fenómenos pragmáticos discursivos (ironía, sarcasmo, metáfora, etc.) (Poyatos, 1994). La quinésica comunica o matiza el significado de los enunciados verbales. De manera general, se pueden distinguir tres categorías básicas de los signos quinésicos: los gestos o movimientos faciales y corporales, las maneras o formas convencionales de realizar las acciones o los movimientos y las posturas o posiciones estáticas comunicativas, resultantes o no de la realización de ciertos movimientos.

La proxemia son los hábitos relativos al comportamiento, al ambiente y a las creencias de una comunidad relacionadas con la concepción, el uso y la distribución del espacio y con las distancias culturales que mantienen las personas en interacción; la proxémica interaccional establece la distancia entre las personas de una comunidad: conversar, consolar, entrevistar, impartir clases, dar conferencias. Finalmente, la cronémica (tiempo) comunica pasivamente, ofreciendo información cultural o activamente, modificando o reforzando el significado de los elementos del resto de sistemas de comunicación humana. En este sistema de comunicación, se pueden diferenciar tres categorías: el tiempo conceptual (hábitos de comportamiento y creencias relacionadas con el concepto que tienen del tiempo las distintas culturas), el tiempo social (manejo del tiempo en las relaciones sociales), el tiempo interactivo: mayor o menor duración de signos de otros sistemas de comunicación que tienen valor informativo o porque refuerza el significado de sus elementos o especifica o cambia su sentido.

El Cuadro Nº 1 evidencia los objetivos, metodología y principales resultados de los artículos de investigación seleccionados para el estudio acerca de la relación entre la oratoria y competencias comunicativas orales en estudiantes universitarios del Perú, con lo que podemos decir que en la mayoría de los casos los autores reportaron, si bien es cierto, con diferentes cifras y porcentajes de acuerdo a sus investigaciones, que los estudiantes universitarios manifestaron problemas con respecto a sus habilidades comunicativas, especialmente en el ámbito de la  expresión oral, de esta forma, presentaron características como: incapacidad de autocontrol para improvisar un discurso, mala entonación de voz, dificultades en la vocalización, deficiencias en la pronunciación, incoherencias al estructurar ideas, interferencias lingüísticas, poca fluidez, uso constante de muletillas y poco poder de persuasión. Por otro lado, la mayoría de los autores realizó una comparación de las habilidades comunicativas de los universitarios con la ayuda de la aplicación de test antes y después de la realización de programas de oratoria e improvisación dirigidos a los alumnos, los cuales demostraron en todos los casos, que eran significativamente relevantes para mejorar dichas habilidades, ya que contribuyeron a dar una mayor seguridad para hablar en público y tener una mejor actitud para expresarse ante los demás.

Asimismo, la mayoría de los estudios concuerdan en que el miedo, el nerviosismo y la vergüenza surgidos al hablar en público, son una de las causas más frecuentes que generan limitaciones en cuanto a la expresión oral en los estudiantes universitarios. Se ha reportado que las principales consecuencias manifestadas a causa de ello, son: olvidarse la información que se va a presentar pese a una previa preparación, tendencia a sobre expresar emociones, insatisfacción al terminar las presentaciones, entre otros. Por esta razón, es que muchos de ellos prefieren evitar hablar ante los demás, de esta manera, cuando se les pregunta si quieren participar de alguna actividad de manera voluntaria que involucre un desenvolvimiento ante un público, prefieren ceder el paso a otros compañeros “que ellos consideren lo hacen mejor”. De la misma manera, los docentes no prestan especial importancia al desarrollo de la expresión oral de sus estudiantes, ya que consideran que ese tipo de habilidades debieron ser aprendidas en la etapa escolar (Misme, 2020).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuadro Nº 1: Características de los estudios seleccionados

AUTOR

TÍTULO

OBJETIVOS

METODOLOGÍA

PRINCIPALES RESULTADOS

Damas, G. (2007)

Influencia del taller de oratoria en el desarrollo de la expresión oral y escrita.

Demostrar la influencia que ejerce el Taller de Oratoria en el incremento tanto de la expresión oral como escrita en los estudiantes del  I Semestre de la Especialidad de Lengua y Literatura de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán

Muestra conformada por

Muestra conformada por 10 alumnos del I semestre de la Especialidad de Lengua y Literatura.

 

Se empleó un pre test antes del taller, el cual consistía en improvisar un discurso oral y escrito.

 

Dicho taller tuvo una duración de un semestre.

Se aplicó un post test finalizando el taller y se evaluó el mismo ejercicio.

El taller de Oratoria sí ejerce una influencia notablemente positiva en el desarrollo de la expresión oral de los estudiantes.

 

El 90% de los alumnos presentaba mucha incoherencia al estructurar sus ideas antes del Taller. Finalizando el mismo, el 30% alcanzó un buen nivel y el 60% quedó en un nivel regular. Del 60% de alumnos que tenían un buen nivel de entonación antes del taller, se incrementó al 80% después del mismo.

 

 

 

                                                                                                             

 

Gonzáles, M.(2015)

 

 Las dificultades de estudiantes universitarios en la expre­sión oral

Determinar las características específicas de las dificultades expresadas por los estudiantes en una actividad del modo discursivo narrativo

Muestra conformada por 60 estudiantes ingresantes del primer semestre académico del 2014 del Integrado de Letras y por 15 alumnos de la EAP de Química.

 

Los alumnos tuvieron que realizar una pre­sentación artística de cuentacuentos y

responder posterior­mente por escrito a la pregunta ¿cuáles son mis dificultades en la expresión oral? Para ello, las respuestas  se clasificaron según respuestas emocionales y actitudinales relacionadas con las características de la comunicación no verbal.

 

De acuerdo a las respuestas emocionales, el nerviosismo y el miedo ante un público, son las reacciones más frecuentes.  Respecto a las respuestas actitudinales, la mayoría manifestó falta de expresión y soltura corporal, temblor en las manos, flaqueza de la voz, entre otros.

Illestas, O. (2021)

 

Habilidades comunicativas y

comunicación política en

estudiantes del VI ciclo de la Facultad

de Derecho de la Universidad

Nacional José Faustino Sánchez

Carrión de Huacho – 2018

 

 

Establecer la relación de las habilidades comunicativas y la comunicación política en estudiantes de 6to ciclo de la facultad de derecho de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión de Huacho.

 

Muestra conformada por 49 estudiantes del VI ciclo de la Facultad de Derecho.

Para valorar el desempeño del estudiante acerca de su habilidad política, se empleó una ficha de observación al docente.

Para medir las habilidades comunicativas, se aplicó a los alumnos una encuesta, a través de un cuestionario.

 

Las habilidades comunicativas se relacionan directamente con la comunicación política de los estudiantes.

 

Los estudiantes demuestran sus habilidades para preparar el contenido de sus discursos (75.5%); para estructurar sus discursos (73.50%) y para mejorar estos últimos, tanto en la vocalización y gesticulación de las palabras como en el manejo del lenguaje corporal (69.40%).

 

Misme, N. (2020)

Improvisación como Estrategia Didáctica para el Desarrollo de la Expresión Oral en Estudiantes de la Escuela Profesional de Educación de la UNSAAC, 2020

Mejorar la expresión oral de los estudiantes utilizando como estrategia didáctica la improvisación.

 

Muestra conformada por los estudiantes ingresantes matriculados en el semestre 2020-I en la Escuela Profesional de Educación.

 

Se empleó un cuestionario para evaluar la expresión oral de los estudiantes constituido por 30 ítems con categorías Siempre, A veces y Nunca, este se aplicó como pre y post test (antes y después del taller de improvisación aplicado durante 10 sesiones)

Hubo un cambio significativo entre el pre test y post test tras la aplicación de la improvisación como estrategia didáctica.

 

El miedo es el factor desencadenante que genera limitaciones para la expresión oral.

Torres, A. (2019)

“Programa de oratoria para mejorar la expresión oral de los estudiantes de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional de Ucayali, Ucayali - 2018”

Demostrar que el Programa de oratoria mejora la expresión oral de los estudiantes de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional de Ucayali 2018

 

Muestra conformada por 52 estudiantes de la Facultad de Educación.

 

Se empleó una ficha de observación para seguir el proceso del programa de oratoria y dos listas de cotejo que sirvieron como pre y post test para evaluar las dimensiones de la expresión oral (claridad, fluidez, persuasión y coherencia).

El 53.85% de los estudiantes lograron el nivel bueno.

En la dimensión claridad, el 34.61%; fluidez, el 46.15%; persuasión, 36.54% y coherencia, 42.31%.

 

 

Verde, E. (2018)

Efectividad del programa “Me expreso con cada verso” en la mejora de la expresión oral de los estudiantes del primer ciclo de Arquitectura de la Universidad Peruana Unión, 2018

Identificar la efectividad del programa “Me expreso con cada verso” en la mejora de la expresión oral de los estudiantes del 1er ciclo de Arquitectura de la Universidad Peruana Unión, 2018

 

El recojo de la información fue realizado con una guía de observación, la cual evaluaba cuatro aspectos (kinésico, paralingüístico, verbal, proxémica y otros), utilizada para medir el nivel de logro en el pre y post test (antes y después de la aplicación del programa: “Me expreso con cada verso”). La valoración de la guía se clasificaba en: Inicio, proceso y logro.

 

Los resultados muestran que el programa es eficaz para mejorar la expresión oral en los estudiantes.

 

El pre test muestra que el 63,2% de los estudiantes se encontraba en el nivel inicio, mientras que el post test evidencia que el 52,5% de los estudiantes alcanzaron el nivel de logro y el 36,8% el nivel de proceso.

 

Fuente: Elaboración propia

 

DISCUSIÓN

Los resultados del estudio ponen en evidencia la importancia del correcto uso de la lengua oral y los beneficios que esto trae en nuestra vida profesional, personal y social. Tal y como lo menciona Saussure (1975), la lengua oral es primera o primordial, mientras que la lengua escrita es una simple transcripción de la anterior, por ello los métodos estructurales globales de aprendizaje de una lengua basados en este enfoque, conceden total importancia a la lengua oral y a la lengua escrita como refuerzo. De aquí se hace importante entonces, el hecho de aprender técnicas y estrategias que nos permitan repotenciar nuestras competencias comunicativas.

Los resultados del estudio reflejan la deficiente capacidad de los alumnos universitarios para desarrollar sus competencias comunicativas correctamente, problema que se ha evidenciado años atrás y lo demuestra la Universidad de Quindío en Colombia, donde los estudiantes del cuarto ciclo de la Licenciatura en Español y Literatura, manifestaban problemas para argumentar sus ideas oralmente (Rodríguez & Valencia ,2012, p.107), al igual que la Universidad Regional  Autónoma de Los Andes, donde los estudiantes  presentaban  limitaciones  en la sustentación de sus proyectos integradores y  trabajos de  grado, así como en la argumentación científica en talleres o seminarios (Alvarez et. Al. 2021). Esto, en su mayoría de casos, se explica por el miedo que enfrentan cuando se exponen en público, algo que se puede justificar con el hecho de que no han sido preparados ni capacitados en el aprendizaje de este tipo de competencias en su formación educativa anterior; es decir, en la etapa escolar. Así lo evidencia Llamoque (2017) en su estudio titulado: “Nivel de expresión oral de los estudiantes del tercer grado “A” de la institución educativa Nº 36009 Yananaco – Huancavelica”, donde se observa que los alumnos presentaban deficiencias en su nivel de expresión oral, principalmente en cuanto a claridad y fluidez.

Por otro lado, los docentes universitarios no muestran mayor interés con respecto a la enseñanza de este tipo de competencias ni tienen iniciativas para ello, ya que piensan que esto debió ser aprendido durante la etapa escolar. Los investigadores Rodríguez & Valencia (2012) manifestaron en su estudio que pareciera que los maestros hubiesen centrado especial atención al desarrollo de la comprensión lectora y la producción de textos, descuidando la expresión oral. (p.107).

Como se manifiesta en el estudio, la mayoría de los artículos analizados emplean como instrumento de recolección de datos, las guías de observación y test aplicados antes y después de la realización de programas de oratoria dirigidos a los alumnos universitarios, con el fin de determinar si este tipo de metodologías son útiles en la mejora de su expresión oral y competencias comunicativas. De esta manera, se pudo corroborar que, en todos los casos, los programas fueron efectivos, al evidenciar resultados significativos. Becerra (2012), realizó un estudio titulado: “Programa básico de actividades para mejorar el nivel de expresión oral en los alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México”, donde llegó a la conclusión de que cuando los alumnos son estimulados con programas básicos de actividades, evidencian mejoría en su nivel de expresión oral, obteniendo resultados estadísticamente significativos al demostrar la eficacia del estímulo.

Para todo ser humano, saber comunicar lo que conoce, piensa, siente o desea, es una realidad insoslayable, es el valor añadido de cualquier persona que contribuye con su imagen, por ello quien posea y domine una serie de técnicas comunicativas tendrá más probabilidades de lograr el éxito académico, social, laboral, profesional y personal dentro de la sociedad. Por ello, es necesario destacar la importancia que tienen las competencias comunicativas orales en los estudiantes universitarios. Además, se hace importante reconocer que los recursos no verbales son el complemento necesario en la expresión oral. Dada la problemática en el dominio de las habilidades orales, resulta prioritario dotar a los estudiantes universitarios con las técnicas que le permitan mejorar sus habilidades lingüísticas orales.

Los programas de oratoria aplicados a los alumnos universitarios peruanos representaron una mejoría significativa y relevante con respecto a sus habilidades de expresión oral y competencias comunicativas, por lo que sería recomendable incorporar este tipo de enseñanza como parte de la malla curricular de todas las carreras de las universidades del Perú.

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BIODATA:
Licenciada en Lengua y Literatura, Magíster en Educación con mención en Docencia y Gestión Educativa.