EL PROYECTO DE IDENTIDAD
COMO ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA
EL FORTALECIMIENTO CULTURAL DEL
PUEBLO KANKUAMO -CESAR, COLOMBIA
THE IDENTITY PROJECT AS A PEDAGOGICAL
STRATEGY FOR THE CULTURAL STRENGTHENING
OF THE KANKUAMO PEOPLE -CESAR, COLOMBIA
Mg. Eudes Antonio Rodríguez Oñate
Universidad Metropolitana de Educación Ciencias y Tecnología, Colombia
Mg. Yolanda Genith Arias Maestre
Institución Educativa Agrícola La Mina, Colombia
Mg. Tomás Albeiro Arias Rodríguez
Institución Educativa Agrícola La Mina, Colombia
pág. 4498
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i3.18082
El Proyecto de Identidad como Estrategia Pedagógica para el
Fortalecimiento Cultural del Pueblo Kankuamo -Cesar, Colombia
Mg. Eudes Antonio Rodríguez Oñate1
paradoctorado2022@gmail.com
https://orcid.org/0009-0002-2910-9950
Universidad Metropolitana de Educación
Ciencias y Tecnología – UMECIT
Colombia
Mg. Yolanda Genith Arias Maestre
majura2568@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-9784-0947
Institución Educativa Agrícola La Mina
Colombia
Mg. Tomás Albeiro Arias Rodríguez
albeiroa127@gmail.com
https://orcid.org/0009-0001-9474-8129
Institución Educativa Agrícola La Mina
Colombia
RESUMEN
Este artículo tiene como objetivo analizar cómo la implementación del Proyecto Identidad, concebido
como una estrategia pedagógica, contribuye al fortalecimiento cultural del pueblo Kankuamo y a la
revitalización de la identidad cultural de los estudiantes de séptimo grado de la Institución Educativa
Agrícola La Mina, ubicada en el Resguardo Indígena Kankuamo del departamento del Cesar
(Colombia). Mediante un enfoque cualitativo fundamentado en el paradigma constructivista, se realizó
un estudio etnográfico-educativo con enfoque descriptivo para interpretar las prácticas pedagógicas y
culturales presentes en el contexto escolar. Los datos se recogieron a través de entrevistas, observación
participante, círculos de discusión, salidas pedagógicas y análisis de documentos, dirigidos a
estudiantes, profesores y guardianes del conocimiento de la comunidad. Los resultados revelan una
desconexión inicial entre el currículo escolar y los conocimientos tradicionales del pueblo kankuamo,
lo que ha contribuido a la pérdida de referencias culturales entre los jóvenes. Sin embargo, la integración
de actividades basadas en la identidad y el territorio en el proceso de enseñanza-aprendizaje ha
permitido avances significativos en la conciencia y apropiación cultural de los estudiantes. Se concluye
que el Proyecto Identidad, enmarcado en el Modelo Educativo Kankuamo, representa una herramienta
fundamental para asegurar la pervivencia cultural y construir una educación genuinamente intercultural
y arraigada en el territorio.
Palabras clave: identidad cultural, ordenamiento educativo, educación propia, pueblo indígena
kankuamo, interculturalidad
1 Autor principal
Correspondencia: paradoctorado2022@gmail.com
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i3.18082
El Proyecto de Identidad como Estrategia Pedagógica para el
Fortalecimiento Cultural del Pueblo Kankuamo -Cesar, Colombia
Mg. Eudes Antonio Rodríguez Oñate1
paradoctorado2022@gmail.com
https://orcid.org/0009-0002-2910-9950
Universidad Metropolitana de Educación
Ciencias y Tecnología – UMECIT
Colombia
Mg. Yolanda Genith Arias Maestre
majura2568@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-9784-0947
Institución Educativa Agrícola La Mina
Colombia
Mg. Tomás Albeiro Arias Rodríguez
albeiroa127@gmail.com
https://orcid.org/0009-0001-9474-8129
Institución Educativa Agrícola La Mina
Colombia
RESUMEN
Este artículo tiene como objetivo analizar cómo la implementación del Proyecto Identidad, concebido
como una estrategia pedagógica, contribuye al fortalecimiento cultural del pueblo Kankuamo y a la
revitalización de la identidad cultural de los estudiantes de séptimo grado de la Institución Educativa
Agrícola La Mina, ubicada en el Resguardo Indígena Kankuamo del departamento del Cesar
(Colombia). Mediante un enfoque cualitativo fundamentado en el paradigma constructivista, se realizó
un estudio etnográfico-educativo con enfoque descriptivo para interpretar las prácticas pedagógicas y
culturales presentes en el contexto escolar. Los datos se recogieron a través de entrevistas, observación
participante, círculos de discusión, salidas pedagógicas y análisis de documentos, dirigidos a
estudiantes, profesores y guardianes del conocimiento de la comunidad. Los resultados revelan una
desconexión inicial entre el currículo escolar y los conocimientos tradicionales del pueblo kankuamo,
lo que ha contribuido a la pérdida de referencias culturales entre los jóvenes. Sin embargo, la integración
de actividades basadas en la identidad y el territorio en el proceso de enseñanza-aprendizaje ha
permitido avances significativos en la conciencia y apropiación cultural de los estudiantes. Se concluye
que el Proyecto Identidad, enmarcado en el Modelo Educativo Kankuamo, representa una herramienta
fundamental para asegurar la pervivencia cultural y construir una educación genuinamente intercultural
y arraigada en el territorio.
Palabras clave: identidad cultural, ordenamiento educativo, educación propia, pueblo indígena
kankuamo, interculturalidad
1 Autor principal
Correspondencia: paradoctorado2022@gmail.com
pág. 4499
The Identity Project as a Pedagogical Strategy for the Cultural
Strengthening of the Kankuamo People -Cesar, Colombia
ABSTRACT
This article aims to analyze how the implementation of the Identity Project contributes to strengthening
educational ordering and recovering cultural identity among seventh-grade students at the Agricultural
Educational Institution La Mina, located in the Kankuamo Indigenous Reservation in the department of
Cesar (Colombia). From a qualitative approach, grounded in the constructivist paradigm, an
ethnographic-educational study with a descriptive focus was conducted to interpret pedagogical and
cultural practices in the school context. Data were collected through semi-structured interviews,
participant observation, discussion groups, pedagogical field trips, and document analysis involving
students, teachers, and community elders. The findings reveal an initial disconnect between the school
curriculum and the traditional knowledge of the Kankuamo people, which has contributed to a
weakening of cultural references among youth. However, the integration of identity- and territory-based
activities into the educational process has generated significant progress in students’ recognition and
appropriation of their culture. The study concludes that the Identity Project, framed within the
Kankuamo Educational Model, is a key strategy for ensuring cultural continuity and building a truly
intercultural education rooted in Indigenous territory.
Keywords: cultural identity, educational ordering, indigenous education, kankuamo indigenous people,
interculturality
Artículo recibido 15 mayo 2025
Aceptado para publicación: 16 junio 2025
The Identity Project as a Pedagogical Strategy for the Cultural
Strengthening of the Kankuamo People -Cesar, Colombia
ABSTRACT
This article aims to analyze how the implementation of the Identity Project contributes to strengthening
educational ordering and recovering cultural identity among seventh-grade students at the Agricultural
Educational Institution La Mina, located in the Kankuamo Indigenous Reservation in the department of
Cesar (Colombia). From a qualitative approach, grounded in the constructivist paradigm, an
ethnographic-educational study with a descriptive focus was conducted to interpret pedagogical and
cultural practices in the school context. Data were collected through semi-structured interviews,
participant observation, discussion groups, pedagogical field trips, and document analysis involving
students, teachers, and community elders. The findings reveal an initial disconnect between the school
curriculum and the traditional knowledge of the Kankuamo people, which has contributed to a
weakening of cultural references among youth. However, the integration of identity- and territory-based
activities into the educational process has generated significant progress in students’ recognition and
appropriation of their culture. The study concludes that the Identity Project, framed within the
Kankuamo Educational Model, is a key strategy for ensuring cultural continuity and building a truly
intercultural education rooted in Indigenous territory.
Keywords: cultural identity, educational ordering, indigenous education, kankuamo indigenous people,
interculturality
Artículo recibido 15 mayo 2025
Aceptado para publicación: 16 junio 2025
pág. 4500
INTRODUCCIÓN
La presente investigación tiene como propósito analizar cómo la implementación del Proyecto de
Identidad, como estrategia pedagógica, contribuye al fortalecimiento cultural del pueblo Kankuamo, a
través de su incorporación en el proceso formativo de los estudiantes de grado séptimo de la Institución
Educativa Agrícola La Mina, ubicada en el departamento del Cesar (Colombia). Esta iniciativa se
concibe como una estrategia pedagógica orientada a la revitalización de los elementos culturales del
pueblo Kankuamo, en respuesta a la necesidad imperativa de fortalecer progresivamente su identidad
cultural, resultado de múltiples factores internos y externos que han debilitado la transmisión
intergeneracional de los saberes ancestrales. En este contexto, se definen diseñan estrategias que buscan
promover procesos educativos significativos, centrados en la apropiación de la cultura propia y el
fortalecimiento del sentido de pertenencia de los estudiantes.
Desde esta perspectiva, se procura generar aportes que contribuyan al fortalecimiento identitario de una
comunidad que ha sufrido un proceso de desestructuración cultural desde la colonización, intensificado
posteriormente por el conflicto armado y la constante influencia de culturas externas. Este fenómeno
ha conllevado a la pérdida de elementos fundamentales como la lengua nativa, la vestimenta tradicional,
las danzas ceremoniales y las prácticas sagradas, afectando la construcción del sentido de pertenencia
en las nuevas generaciones.
La influencia de la economía, la iglesia el vestuario, y por supuesto la necesidad de hablar español para
poder sobrevivir en un nuevo orden político, llevó a que el pueblo kankuamo dejará de lado el uso de
sus mochilas y trajes tradicionales, dándose como resultado que estos se vistieran como lo hacían los
blancos (Coronado, 2010). Alves (2021) analiza el modo en que el sujeto político en Latinoamérica
abre caminos a una cultura de la vida, sin discriminación y con respeto a la diversidad histórico-cultural.
Según Según Martínez y Molina (2018), en su estudio "Identidad Cultural: Una Estrategia de
Intervención para la Convivencia Escolar", la identidad cultural desempeña un papel esencial en el
proceso de apropiación del entorno, tanto dentro del ámbito escolar como en sus alrededores. Los
autores sostienen que integrar esta identidad en la formación de los individuos, desde su contexto
específico, contribuye significativamente al desarrollo del respeto hacia los otros.
INTRODUCCIÓN
La presente investigación tiene como propósito analizar cómo la implementación del Proyecto de
Identidad, como estrategia pedagógica, contribuye al fortalecimiento cultural del pueblo Kankuamo, a
través de su incorporación en el proceso formativo de los estudiantes de grado séptimo de la Institución
Educativa Agrícola La Mina, ubicada en el departamento del Cesar (Colombia). Esta iniciativa se
concibe como una estrategia pedagógica orientada a la revitalización de los elementos culturales del
pueblo Kankuamo, en respuesta a la necesidad imperativa de fortalecer progresivamente su identidad
cultural, resultado de múltiples factores internos y externos que han debilitado la transmisión
intergeneracional de los saberes ancestrales. En este contexto, se definen diseñan estrategias que buscan
promover procesos educativos significativos, centrados en la apropiación de la cultura propia y el
fortalecimiento del sentido de pertenencia de los estudiantes.
Desde esta perspectiva, se procura generar aportes que contribuyan al fortalecimiento identitario de una
comunidad que ha sufrido un proceso de desestructuración cultural desde la colonización, intensificado
posteriormente por el conflicto armado y la constante influencia de culturas externas. Este fenómeno
ha conllevado a la pérdida de elementos fundamentales como la lengua nativa, la vestimenta tradicional,
las danzas ceremoniales y las prácticas sagradas, afectando la construcción del sentido de pertenencia
en las nuevas generaciones.
La influencia de la economía, la iglesia el vestuario, y por supuesto la necesidad de hablar español para
poder sobrevivir en un nuevo orden político, llevó a que el pueblo kankuamo dejará de lado el uso de
sus mochilas y trajes tradicionales, dándose como resultado que estos se vistieran como lo hacían los
blancos (Coronado, 2010). Alves (2021) analiza el modo en que el sujeto político en Latinoamérica
abre caminos a una cultura de la vida, sin discriminación y con respeto a la diversidad histórico-cultural.
Según Según Martínez y Molina (2018), en su estudio "Identidad Cultural: Una Estrategia de
Intervención para la Convivencia Escolar", la identidad cultural desempeña un papel esencial en el
proceso de apropiación del entorno, tanto dentro del ámbito escolar como en sus alrededores. Los
autores sostienen que integrar esta identidad en la formación de los individuos, desde su contexto
específico, contribuye significativamente al desarrollo del respeto hacia los otros.
pág. 4501
De este modo, al fortalecer la identidad cultural, se promueve la convivencia armónica con personas
que poseen características distintas, en diversos espacios sociales.
La pérdida de su lengua también fue por esta influencia, ya que muchos al vestirse diferente debían
también hablar diferente, para dar cuenta de que sí podían usar un estilo alterno, lo cual llevó a que se
fuera perdiendo una identidad dentro del pueblo. Así, la tradición de hablar la lengua kankuamo, o como
se denominó en un momento “Atánquez” (Talco, 1994), se fue perdiendo, y esta comunidad en algún
momento dejó de ser reconocida como pueblo indígena (Villa, W y Houghton, 2005) lo cual llevó a que
los otros tres pueblos de la SNSM apoyaran a los kankuamos para que fuesen reconocidos de nuevo
como indígenas.
Ante este panorama, se propone el diseño e implementación de estrategias didácticas contextualizadas
que permitan a los estudiantes reconocerse como sujetos activos dentro de su comunidad, conscientes
de su historia y su legado cultural. La apropiación de la identidad propia se plantea no solo como un
ejercicio de memoria, sino también como una herramienta de resistencia, cohesión social y
transformación educativa.
Fundamentos Culturales del Pueblo Kankuamo
La educación kankuama se concibe desde una visión holística que integra identidad, territorio,
espiritualidad y comunidad como pilares del proceso formativo. Bajo este enfoque, el aprendizaje
trasciende el aula y se extiende a todos los espacios en que se vive la cultura —familia, sitios sagrados
y relación con la Madre Tierra—, con el propósito de garantizar la permanencia de sus saberes,
fortalecer la conciencia identitaria y formar sujetos capaces de convivir armónicamente en su entorno
natural y social (Organización Indígena Kankuama, 2008).
El principio de territorialidad asume un significado múltiple para los Kankuamos: no solo un derecho
sobre la tierra, sino también un constructo simbólico, político y espiritual que nutre sus tradiciones y
organización social. En este sentido, la tierra encarna la memoria ancestral y la presencia de los seres
sagrados, configurando la base de su espiritualidad y de la cohesión comunitaria (Declaración Conjunta
de los Cuatro Pueblos Indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, 1999).
La identidad cultural se entiende como un proceso vivo de reafirmación colectiva, alimentado por la
lengua, las danzas, las costumbres, la tradición oral y los valores compartidos.
De este modo, al fortalecer la identidad cultural, se promueve la convivencia armónica con personas
que poseen características distintas, en diversos espacios sociales.
La pérdida de su lengua también fue por esta influencia, ya que muchos al vestirse diferente debían
también hablar diferente, para dar cuenta de que sí podían usar un estilo alterno, lo cual llevó a que se
fuera perdiendo una identidad dentro del pueblo. Así, la tradición de hablar la lengua kankuamo, o como
se denominó en un momento “Atánquez” (Talco, 1994), se fue perdiendo, y esta comunidad en algún
momento dejó de ser reconocida como pueblo indígena (Villa, W y Houghton, 2005) lo cual llevó a que
los otros tres pueblos de la SNSM apoyaran a los kankuamos para que fuesen reconocidos de nuevo
como indígenas.
Ante este panorama, se propone el diseño e implementación de estrategias didácticas contextualizadas
que permitan a los estudiantes reconocerse como sujetos activos dentro de su comunidad, conscientes
de su historia y su legado cultural. La apropiación de la identidad propia se plantea no solo como un
ejercicio de memoria, sino también como una herramienta de resistencia, cohesión social y
transformación educativa.
Fundamentos Culturales del Pueblo Kankuamo
La educación kankuama se concibe desde una visión holística que integra identidad, territorio,
espiritualidad y comunidad como pilares del proceso formativo. Bajo este enfoque, el aprendizaje
trasciende el aula y se extiende a todos los espacios en que se vive la cultura —familia, sitios sagrados
y relación con la Madre Tierra—, con el propósito de garantizar la permanencia de sus saberes,
fortalecer la conciencia identitaria y formar sujetos capaces de convivir armónicamente en su entorno
natural y social (Organización Indígena Kankuama, 2008).
El principio de territorialidad asume un significado múltiple para los Kankuamos: no solo un derecho
sobre la tierra, sino también un constructo simbólico, político y espiritual que nutre sus tradiciones y
organización social. En este sentido, la tierra encarna la memoria ancestral y la presencia de los seres
sagrados, configurando la base de su espiritualidad y de la cohesión comunitaria (Declaración Conjunta
de los Cuatro Pueblos Indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, 1999).
La identidad cultural se entiende como un proceso vivo de reafirmación colectiva, alimentado por la
lengua, las danzas, las costumbres, la tradición oral y los valores compartidos.
pág. 4502
Lejos de ser estática, esta identidad se reconstruye continuamente a través de las experiencias históricas
y las interacciones con el entorno. Como señala Freire, “la identidad es ese proceso histórico-social que
se construye entre lo natural y lo adquirido, entre lo dado y lo conquistado en el camino hacia la
humanización” (Estupiñán Quiñones & Agudelo Cely, 2008, p. 32). Por ello, el sistema educativo
propio debe articular la Ley de Origen, la espiritualidad, el trabajo colectivo y la recuperación de saberes
ancestrales, de modo que la escuela funcione como un espacio vital donde se forjen líderes
comprometidos con la defensa de su territorio y cultura, y donde el Proyecto de Identidad opere como
eje transversal del ordenamiento etnoeducativo (Consejo Territorial de Cabildos Kankuamos, 1999).
El Proyecto de Identidad Cultural
La identidad cultural se configura como un entramado de valores, creencias, costumbres, símbolos,
comportamientos y sentimientos de pertenencia que comparten los miembros de una comunidad, y que
les permite reconocerse como parte de un mismo grupo social (Morales, 2023). El Proyecto de
Identidad, según la Organización Indíne Kankuama (OIK) (2008), está orientado por los principios del
Ordenamiuento Educativo Propio del pueblo Kankuamo (OEK), se fundamenta en la Ley de Origen,
entendida como el eje filosófico y normativo que regula la vida comunitaria en coherencia con la
naturaleza y el entorno social. Esta ley articula la Ley Natural y la Ley Orgánica. Promueviendo una
educación basada en la cosmovisión indígena, la tradición oral, el trabajo colectivo, la investigación
propia y la articulación de los procesos escolares con los saberes ancestrales.
De acuerdo a Sánchez et al., (2015) la identidad cultural como fundamento esencial de los procesos
educativos, promueve la convivencia en contextos diversos. Este enfoque facilita un diagnóstico
contextualizado que guíe el diseño de proyectos de investigación educativa basados en las creencias
ancestrales kankuamas, y favorezca una formación ciudadana intercultural capaz de fortalecer la
identidad de este pueblo. En este sentido, la escuela se concibe como un espacio de diálogo intercultural,
donde la identidad no se enseña como contenido, sino que se vive y se reconstruye desde la experiencia
pedagógica.
La identidad se reconoce como eje fundamental de la educación y se pone de manifiesto cómo la
etnoeducación kankuama, sustentada en su cosmovisión y en el diálogo intercultural, contribuye de
manera activa a la formación y fortalecimiento de la identidad de sus miembros.
Lejos de ser estática, esta identidad se reconstruye continuamente a través de las experiencias históricas
y las interacciones con el entorno. Como señala Freire, “la identidad es ese proceso histórico-social que
se construye entre lo natural y lo adquirido, entre lo dado y lo conquistado en el camino hacia la
humanización” (Estupiñán Quiñones & Agudelo Cely, 2008, p. 32). Por ello, el sistema educativo
propio debe articular la Ley de Origen, la espiritualidad, el trabajo colectivo y la recuperación de saberes
ancestrales, de modo que la escuela funcione como un espacio vital donde se forjen líderes
comprometidos con la defensa de su territorio y cultura, y donde el Proyecto de Identidad opere como
eje transversal del ordenamiento etnoeducativo (Consejo Territorial de Cabildos Kankuamos, 1999).
El Proyecto de Identidad Cultural
La identidad cultural se configura como un entramado de valores, creencias, costumbres, símbolos,
comportamientos y sentimientos de pertenencia que comparten los miembros de una comunidad, y que
les permite reconocerse como parte de un mismo grupo social (Morales, 2023). El Proyecto de
Identidad, según la Organización Indíne Kankuama (OIK) (2008), está orientado por los principios del
Ordenamiuento Educativo Propio del pueblo Kankuamo (OEK), se fundamenta en la Ley de Origen,
entendida como el eje filosófico y normativo que regula la vida comunitaria en coherencia con la
naturaleza y el entorno social. Esta ley articula la Ley Natural y la Ley Orgánica. Promueviendo una
educación basada en la cosmovisión indígena, la tradición oral, el trabajo colectivo, la investigación
propia y la articulación de los procesos escolares con los saberes ancestrales.
De acuerdo a Sánchez et al., (2015) la identidad cultural como fundamento esencial de los procesos
educativos, promueve la convivencia en contextos diversos. Este enfoque facilita un diagnóstico
contextualizado que guíe el diseño de proyectos de investigación educativa basados en las creencias
ancestrales kankuamas, y favorezca una formación ciudadana intercultural capaz de fortalecer la
identidad de este pueblo. En este sentido, la escuela se concibe como un espacio de diálogo intercultural,
donde la identidad no se enseña como contenido, sino que se vive y se reconstruye desde la experiencia
pedagógica.
La identidad se reconoce como eje fundamental de la educación y se pone de manifiesto cómo la
etnoeducación kankuama, sustentada en su cosmovisión y en el diálogo intercultural, contribuye de
manera activa a la formación y fortalecimiento de la identidad de sus miembros.
pág. 4503
Cultura, Educación y Territorio: Pilares del Ordenamiento Educativo Kankuamo
Se reconoce que la identidad cultural constituye un pilar esencial en cualquier proceso educativo, pues
articula la transmisión de saberes, valores y prácticas que dan sentido a la experiencia de aprendizaje.
En el caso de la comunidad Kankuama, esta dimensión pedagógica se soporta en la cosmovisión
indígena, la cual conceptualiza el conocimiento no como un cúmulo de contenidos aislados, sino como
un tejido vivo que integra la relación armónica con la naturaleza, la memoria ancestral y las normas de
convivencia establecidas por la Ley de Origen (OIK, 2008).
Según Sanchéz et al., (2015), la etnoeducación Kankuama, al centrarse en la revitalización de sus
tradiciones —lengua, rituales, músicas y formas de organización social—, ejerce un impacto directo en
los procesos de construcción identitaria de los estudiantes. Mediante actividades pedagógicas diseñadas
desde la perspectiva propia del pueblo (salidas a sitios sagrados, narraciones orales, talleres de artesanía
y ejercicios de reciprocidad comunitaria).
Asimismo, el enfoque del Ordenamiento Educativo Kankuamo (OEK) que sustenta el proyecto de
identidad cultural, promueve el diálogo respetuoso entre distintas cosmovisiones, enriqueciendo el
proyecto formativo. Al establecer espacios de encuentro con comunidades vecinas y con la educación
oficial, la etnoeducación Kankuama fortalece la capacidad crítica de sus miembros, fomenta la empatía
y contribuye a la construcción de una convivencia plural. De esta manera, la identidad cultural se
convierte en el motor de una educación transformadora y socialmente inclusiva.
Territorialidad
El territorio, por su parte, se configura como un elemento sagrado e indispensable para permanecer
como pueblo. Para los Kankuamos, la tierra no representa únicamente un espacio físico o de propiedad,
sino que constituye un ser vivo con el cual se establece una relación espiritual. Esta concepción del
territorio como matriz cultural exige su reapropiación desde la infancia, mediante prácticas pedagógicas
que involucren caminatas, pagamentos, interpretación de símbolos ancestrales, reconocimiento de
guardianes naturales y fortalecimiento de la relación con los sitios sagrados (Consejo Territorial de
Cabildos, 1999).
De lo anterior, se considera que el territorio, más que un espacio geográfico, representa una entidad
viva con profundo significado espiritual para el pueblo Kankuamo.
Cultura, Educación y Territorio: Pilares del Ordenamiento Educativo Kankuamo
Se reconoce que la identidad cultural constituye un pilar esencial en cualquier proceso educativo, pues
articula la transmisión de saberes, valores y prácticas que dan sentido a la experiencia de aprendizaje.
En el caso de la comunidad Kankuama, esta dimensión pedagógica se soporta en la cosmovisión
indígena, la cual conceptualiza el conocimiento no como un cúmulo de contenidos aislados, sino como
un tejido vivo que integra la relación armónica con la naturaleza, la memoria ancestral y las normas de
convivencia establecidas por la Ley de Origen (OIK, 2008).
Según Sanchéz et al., (2015), la etnoeducación Kankuama, al centrarse en la revitalización de sus
tradiciones —lengua, rituales, músicas y formas de organización social—, ejerce un impacto directo en
los procesos de construcción identitaria de los estudiantes. Mediante actividades pedagógicas diseñadas
desde la perspectiva propia del pueblo (salidas a sitios sagrados, narraciones orales, talleres de artesanía
y ejercicios de reciprocidad comunitaria).
Asimismo, el enfoque del Ordenamiento Educativo Kankuamo (OEK) que sustenta el proyecto de
identidad cultural, promueve el diálogo respetuoso entre distintas cosmovisiones, enriqueciendo el
proyecto formativo. Al establecer espacios de encuentro con comunidades vecinas y con la educación
oficial, la etnoeducación Kankuama fortalece la capacidad crítica de sus miembros, fomenta la empatía
y contribuye a la construcción de una convivencia plural. De esta manera, la identidad cultural se
convierte en el motor de una educación transformadora y socialmente inclusiva.
Territorialidad
El territorio, por su parte, se configura como un elemento sagrado e indispensable para permanecer
como pueblo. Para los Kankuamos, la tierra no representa únicamente un espacio físico o de propiedad,
sino que constituye un ser vivo con el cual se establece una relación espiritual. Esta concepción del
territorio como matriz cultural exige su reapropiación desde la infancia, mediante prácticas pedagógicas
que involucren caminatas, pagamentos, interpretación de símbolos ancestrales, reconocimiento de
guardianes naturales y fortalecimiento de la relación con los sitios sagrados (Consejo Territorial de
Cabildos, 1999).
De lo anterior, se considera que el territorio, más que un espacio geográfico, representa una entidad
viva con profundo significado espiritual para el pueblo Kankuamo.
pág. 4504
Su conservación y reapropiación deben iniciarse desde la infancia, mediante prácticas educativas que
fortalezcan el vínculo cultural con la tierra, los símbolos ancestrales y los sitios sagrados que conforman
su identidad colectiva.
La identidad representa nuestra forma de ser, sentir, pensar y actuar del Pueblo Kankuamo. El apoyo
mutuo la reciprocidad y la solidaridad, junto a la visión comunitaria de la propiedad y el uso de la tierra,
son los elementos que definen significativamente la identidad del pueblo kankuamo. (OIK, 2008).
La identidad cultural es, en este sentido, un proceso dinámico que se construye desde la interacción
entre lo heredado y lo vivido, entre la memoria colectiva y las experiencias contemporáneas. Según
Paulo Freire, “la identidad es ese proceso histórico-social que se construye entre lo natural y lo
adquirido, entre lo dado y lo conquistado en el camino hacia la humanización” (Estupiñán Quiñones &
Agudelo Cely, 2008, p. 32). Bajo esta comprensión, el sistema educativo Kankuamo debe permitir que
cada estudiante se reconozca en su cultura, valore su historia y proyecte su rol como sujeto colectivo y
transformador de su realidad.
Así, el Proyecto de Identidad se convierte no solo en una estrategia pedagógica, sino en el eje articulador
del ordenamiento educativo propio. Este proyecto no busca únicamente transmitir saberes culturales,
sino vivenciar la identidad como una práctica cotidiana, territorial y comunitaria que permite a las
nuevas generaciones asumir con orgullo y compromiso su pertenencia al pueblo Kankuamo. En este
sentido, se propone una formación integral en la que el conocimiento ancestral no quede relegado a lo
anecdótico, sino que sea fundamento para construir saberes significativos desde la cosmovisión
indígena. Además, el proyecto promueve el diálogo intergeneracional, reconociendo a los sabios y
sabias como portadores legítimos del saber. De esta manera, el Proyecto de Identidad como estrategia
pedagógica fortalece la autonomía cultural, lingüística y espiritual del pueblo kankuamo, permitiendo
que el proceso educativo sea coherente con su historia, territorio y formas de vida.
Cosmovisión e Interculturalidad
Bajo la premisa de que la educación debe reflejar la visión holística y promover el diálogo entre culturas,
el ordenamiento educativo propio integra la cosmovisión ancestral y la interculturalidad como ejes
centrales. Según Bernabé (2012), la interculturalidad
Su conservación y reapropiación deben iniciarse desde la infancia, mediante prácticas educativas que
fortalezcan el vínculo cultural con la tierra, los símbolos ancestrales y los sitios sagrados que conforman
su identidad colectiva.
La identidad representa nuestra forma de ser, sentir, pensar y actuar del Pueblo Kankuamo. El apoyo
mutuo la reciprocidad y la solidaridad, junto a la visión comunitaria de la propiedad y el uso de la tierra,
son los elementos que definen significativamente la identidad del pueblo kankuamo. (OIK, 2008).
La identidad cultural es, en este sentido, un proceso dinámico que se construye desde la interacción
entre lo heredado y lo vivido, entre la memoria colectiva y las experiencias contemporáneas. Según
Paulo Freire, “la identidad es ese proceso histórico-social que se construye entre lo natural y lo
adquirido, entre lo dado y lo conquistado en el camino hacia la humanización” (Estupiñán Quiñones &
Agudelo Cely, 2008, p. 32). Bajo esta comprensión, el sistema educativo Kankuamo debe permitir que
cada estudiante se reconozca en su cultura, valore su historia y proyecte su rol como sujeto colectivo y
transformador de su realidad.
Así, el Proyecto de Identidad se convierte no solo en una estrategia pedagógica, sino en el eje articulador
del ordenamiento educativo propio. Este proyecto no busca únicamente transmitir saberes culturales,
sino vivenciar la identidad como una práctica cotidiana, territorial y comunitaria que permite a las
nuevas generaciones asumir con orgullo y compromiso su pertenencia al pueblo Kankuamo. En este
sentido, se propone una formación integral en la que el conocimiento ancestral no quede relegado a lo
anecdótico, sino que sea fundamento para construir saberes significativos desde la cosmovisión
indígena. Además, el proyecto promueve el diálogo intergeneracional, reconociendo a los sabios y
sabias como portadores legítimos del saber. De esta manera, el Proyecto de Identidad como estrategia
pedagógica fortalece la autonomía cultural, lingüística y espiritual del pueblo kankuamo, permitiendo
que el proceso educativo sea coherente con su historia, territorio y formas de vida.
Cosmovisión e Interculturalidad
Bajo la premisa de que la educación debe reflejar la visión holística y promover el diálogo entre culturas,
el ordenamiento educativo propio integra la cosmovisión ancestral y la interculturalidad como ejes
centrales. Según Bernabé (2012), la interculturalidad
pág. 4505
Implica reconocimiento y comprensión ante la existencia de otras culturas, además de respeto,
comunicación e interacción. Una sociedad será intercultural cuando sus miembros interactúen y se
enriquezcan con esa interacción. La educación intercultural pretende favorecer el dialogo entre
diferentes culturas que comparten territorio; de manera que, la interculturalidad podría designar la
comunicación entre sus miembros (p. 70).
Se plantea que la interculturalidad debe trascender el mero reconocimiento y diálogo cultural,
convirtiéndose en un instrumento para identificar y corregir desigualdades estructurales. En el contexto
Kankuamo, esto implica integrar críticamente saberes ancestrales y occidentales, promoviendo una
educación que genere aprendizajes recíprocos y consolide relaciones de equidad y respeto mutuo entre
sus miembros.
Según Walsh (2000) & Krainer y Guerra (2012), la interculturalidad se construye mediante la
identificación y aprendizaje de valores compartidos que sostienen relaciones entre grupos, surgidos de
las actitudes internas de las personas y su capacidad de transformación personal, la cual posibilita la
transformación recíproca en los demás. Es de resaltar que el comprender y asumir la interculturalidad
desde la educación, es un proceso, que en palabras de (Walsh, 2010, como se citó en Arredondo y
Paidican, 2023), debe estar enfocado en el desarrollo del ser, el saber hacer y el vivir, puesto que inculcar
valores y proporcionar de manera razonable la aceptación y respeto hacia los demás.
Las culturas se edifican desde la niñez, y cuando se tiene arraigado ciertos prototipos culturales, a veces
resulta complicado para algunos individuos, aceptar que más allá de su cultura, existen otras culturas
con costumbres distintas, de allí el trabajo de la escuela, el cual resulta siendo un desafío, y a la vez una
necesidad; desafío por lo complejo de crear en el otro la cultura del respeto y la valoración de las
diferencias; y una necesidad, debido a la importancia de crear una sociedad justa, donde todas las
personas sientan y tengan los mismos derechos, sin importar las diferencias entre los individuos.
En este enfoque, desde el proyecto de identidad y cultura, la escuela se erige como un espacio dinámico
en el que estudiantes de diversas culturas participan activamente en ceremonias, intercambios de saberes
y expresiones artísticas como danzas y rituales. Asimismo, adoptan emblemas identitarios propios y
ejercen plenamente su derecho a la manifestación cultural. De este modo, el aula se transforma en un
escenario de encuentro, respeto y construcción colectiva de significados.
Implica reconocimiento y comprensión ante la existencia de otras culturas, además de respeto,
comunicación e interacción. Una sociedad será intercultural cuando sus miembros interactúen y se
enriquezcan con esa interacción. La educación intercultural pretende favorecer el dialogo entre
diferentes culturas que comparten territorio; de manera que, la interculturalidad podría designar la
comunicación entre sus miembros (p. 70).
Se plantea que la interculturalidad debe trascender el mero reconocimiento y diálogo cultural,
convirtiéndose en un instrumento para identificar y corregir desigualdades estructurales. En el contexto
Kankuamo, esto implica integrar críticamente saberes ancestrales y occidentales, promoviendo una
educación que genere aprendizajes recíprocos y consolide relaciones de equidad y respeto mutuo entre
sus miembros.
Según Walsh (2000) & Krainer y Guerra (2012), la interculturalidad se construye mediante la
identificación y aprendizaje de valores compartidos que sostienen relaciones entre grupos, surgidos de
las actitudes internas de las personas y su capacidad de transformación personal, la cual posibilita la
transformación recíproca en los demás. Es de resaltar que el comprender y asumir la interculturalidad
desde la educación, es un proceso, que en palabras de (Walsh, 2010, como se citó en Arredondo y
Paidican, 2023), debe estar enfocado en el desarrollo del ser, el saber hacer y el vivir, puesto que inculcar
valores y proporcionar de manera razonable la aceptación y respeto hacia los demás.
Las culturas se edifican desde la niñez, y cuando se tiene arraigado ciertos prototipos culturales, a veces
resulta complicado para algunos individuos, aceptar que más allá de su cultura, existen otras culturas
con costumbres distintas, de allí el trabajo de la escuela, el cual resulta siendo un desafío, y a la vez una
necesidad; desafío por lo complejo de crear en el otro la cultura del respeto y la valoración de las
diferencias; y una necesidad, debido a la importancia de crear una sociedad justa, donde todas las
personas sientan y tengan los mismos derechos, sin importar las diferencias entre los individuos.
En este enfoque, desde el proyecto de identidad y cultura, la escuela se erige como un espacio dinámico
en el que estudiantes de diversas culturas participan activamente en ceremonias, intercambios de saberes
y expresiones artísticas como danzas y rituales. Asimismo, adoptan emblemas identitarios propios y
ejercen plenamente su derecho a la manifestación cultural. De este modo, el aula se transforma en un
escenario de encuentro, respeto y construcción colectiva de significados.
pág. 4506
Los planes de área y las actividades de aula, diseñados a partir de los principios de la Ley de Origen,
fomentan la reflexión crítica sobre prejuicios y estereotipos, garantizan la libertad cultural y fortalecen
la cohesión social. De este modo, cosmovisión e interculturalidad no son solo contenidos, sino la base
de una práctica educativa democrática que empodera a los jóvenes Kankuamos para reconocer, valorar
y proyectar su identidad cultural en todos los ámbitos de la vida comunitaria.
De acuerso a Santiago (2019) la cosmovision indígenas se fundamentan en la primacía del bienestar
colectivo por encima de los intereses individuales, promoviendo una organización social basada en los
principios de reciprocidad y distribución equitativa de los bienes, en lugar de su acumulación. Esta
lógica se articula con una profunda dimensión espiritual que vincula al ser humano con su comunidad
y con el entorno natural.
METODOLOGÍA
La presente investigación se desarrolló bajo el enfoque cualitativo, sustentado en el paradigma
constructivista, el cual reconoce que la realidad es una construcción social basada en la interacción de
los sujetos con su entorno. Este paradigma orienta el estudio desde una perspectiva interpretativa y
contextual, en la que los significados emergen de las experiencias compartidas por los participantes en
su contexto natural (Hernández et al., 2014).
El tipo de investigación adoptado fue etnográfico-educativo, con un enfoque descriptivo, lo cual
permitió documentar e interpretar prácticas, creencias y significados culturales relacionados con la
identidad del pueblo indígena Kankuamo. Creswell y Creswell (2018) explican que la etnografía es una
metodología de investigación en la que el investigador se integra durante un periodo prolongado a un
grupo cultural específico, con el fin de observar y registrar, en su contexto natural, los comportamientos,
formas de comunicación y prácticas cotidianas del grupo.
Desde una perspectiva etnográfica, según Jurado et al., (2024), la observación por sí sola no resulta
suficiente; es necesario complementar este proceso con la indagación directa a través de preguntas que
revelen las percepciones y significados particulares de los participantes. Para ello, el investigador
recurre a entrevistas que pueden ser estructuradas, informales, en profundidad, y aplicarse de manera
individual o colectiva, según los objetivos del estudio. Este enfoque se apoya principalmente en
observaciones directas y entrevistas a sus integrantes.
Los planes de área y las actividades de aula, diseñados a partir de los principios de la Ley de Origen,
fomentan la reflexión crítica sobre prejuicios y estereotipos, garantizan la libertad cultural y fortalecen
la cohesión social. De este modo, cosmovisión e interculturalidad no son solo contenidos, sino la base
de una práctica educativa democrática que empodera a los jóvenes Kankuamos para reconocer, valorar
y proyectar su identidad cultural en todos los ámbitos de la vida comunitaria.
De acuerso a Santiago (2019) la cosmovision indígenas se fundamentan en la primacía del bienestar
colectivo por encima de los intereses individuales, promoviendo una organización social basada en los
principios de reciprocidad y distribución equitativa de los bienes, en lugar de su acumulación. Esta
lógica se articula con una profunda dimensión espiritual que vincula al ser humano con su comunidad
y con el entorno natural.
METODOLOGÍA
La presente investigación se desarrolló bajo el enfoque cualitativo, sustentado en el paradigma
constructivista, el cual reconoce que la realidad es una construcción social basada en la interacción de
los sujetos con su entorno. Este paradigma orienta el estudio desde una perspectiva interpretativa y
contextual, en la que los significados emergen de las experiencias compartidas por los participantes en
su contexto natural (Hernández et al., 2014).
El tipo de investigación adoptado fue etnográfico-educativo, con un enfoque descriptivo, lo cual
permitió documentar e interpretar prácticas, creencias y significados culturales relacionados con la
identidad del pueblo indígena Kankuamo. Creswell y Creswell (2018) explican que la etnografía es una
metodología de investigación en la que el investigador se integra durante un periodo prolongado a un
grupo cultural específico, con el fin de observar y registrar, en su contexto natural, los comportamientos,
formas de comunicación y prácticas cotidianas del grupo.
Desde una perspectiva etnográfica, según Jurado et al., (2024), la observación por sí sola no resulta
suficiente; es necesario complementar este proceso con la indagación directa a través de preguntas que
revelen las percepciones y significados particulares de los participantes. Para ello, el investigador
recurre a entrevistas que pueden ser estructuradas, informales, en profundidad, y aplicarse de manera
individual o colectiva, según los objetivos del estudio. Este enfoque se apoya principalmente en
observaciones directas y entrevistas a sus integrantes.
pág. 4507
Este enfoque favorece la recolección de datos significativos desde la inmersión directa en el entorno
escolar, valorando el conocimiento local y las narrativas de los actores involucrados.
El diseño metodológico se estructuró en torno a la acción participativa, incorporando técnicas como
entrevistas semiestructuradas, conversatorios, observación de clases, salidas de campo y visitas a sitios
sagrados. Según Fals (1999), la investigación-acción participativa trasciende la simple generación de
conocimientos, ya que su propósito fundamental es transformar la realidad social mediante la
implicación activa de las comunidades en todas las etapas del proceso investigativo, reconociéndolas
como agentes protagonistas de cambio y no solo como objeto de estudio.
En este contexto, la investigación-acción participativa se concibe como una estrategia para producir
conocimiento y transformador en el que las comunidades asumen un rol activo en la construcción y
análisis de su propia realidad. Esta metodología reconoce a los sujetos sociales como protagonistas de
cambio, promoviendo la reflexión crítica y la acción colectiva como ejes fundamentales del quehacer
investigativo.
En este diseño los miembros de la comunidad o grupo de estudio por el problema están involucrados
de manera activa en todas las etapas de la investigación y la toma de decisiones. Estas actividades se
integraron como herramientas fundamentales para documentar las prácticas formativas y culturales
relacionadas con el Proyecto de Identidad en los estudiantes del grado séptimo de la Institución
Educativa Agrícola La Mina (Cesar).
En cuanto a la población, se trabajó con estudiantes de grado séptimo pertenecientes a comunidades
indígenas, principalmente Kankuamo, aunque también se identificó participación de estudiantes Wiwa
y Arhuaco. La selección de los participantes se realizó de manera intencional, considerando aquellos
estudiantes que ya han pasado por un proceso de adaptación escolar básico y se encuentran en una etapa
clave de apropiación identitaria.
Para el análisis de la información, se empleó la técnica de categorización y triangulación de datos, con
el fin de identificar patrones, significados y dimensiones culturales emergentes. Esta fase incluyó la
sistematización de datos mediante el uso de matrices de análisis que permitieron contrastar las voces de
los participantes con los documentos institucionales y las observaciones de campo.
Este enfoque favorece la recolección de datos significativos desde la inmersión directa en el entorno
escolar, valorando el conocimiento local y las narrativas de los actores involucrados.
El diseño metodológico se estructuró en torno a la acción participativa, incorporando técnicas como
entrevistas semiestructuradas, conversatorios, observación de clases, salidas de campo y visitas a sitios
sagrados. Según Fals (1999), la investigación-acción participativa trasciende la simple generación de
conocimientos, ya que su propósito fundamental es transformar la realidad social mediante la
implicación activa de las comunidades en todas las etapas del proceso investigativo, reconociéndolas
como agentes protagonistas de cambio y no solo como objeto de estudio.
En este contexto, la investigación-acción participativa se concibe como una estrategia para producir
conocimiento y transformador en el que las comunidades asumen un rol activo en la construcción y
análisis de su propia realidad. Esta metodología reconoce a los sujetos sociales como protagonistas de
cambio, promoviendo la reflexión crítica y la acción colectiva como ejes fundamentales del quehacer
investigativo.
En este diseño los miembros de la comunidad o grupo de estudio por el problema están involucrados
de manera activa en todas las etapas de la investigación y la toma de decisiones. Estas actividades se
integraron como herramientas fundamentales para documentar las prácticas formativas y culturales
relacionadas con el Proyecto de Identidad en los estudiantes del grado séptimo de la Institución
Educativa Agrícola La Mina (Cesar).
En cuanto a la población, se trabajó con estudiantes de grado séptimo pertenecientes a comunidades
indígenas, principalmente Kankuamo, aunque también se identificó participación de estudiantes Wiwa
y Arhuaco. La selección de los participantes se realizó de manera intencional, considerando aquellos
estudiantes que ya han pasado por un proceso de adaptación escolar básico y se encuentran en una etapa
clave de apropiación identitaria.
Para el análisis de la información, se empleó la técnica de categorización y triangulación de datos, con
el fin de identificar patrones, significados y dimensiones culturales emergentes. Esta fase incluyó la
sistematización de datos mediante el uso de matrices de análisis que permitieron contrastar las voces de
los participantes con los documentos institucionales y las observaciones de campo.
pág. 4508
Figura 01 Esquematización de las categorias.
Fuente. Elaboración Propia (2025)
Los testimonios recogidos en entrevistas a estudiantes, madres de familia y sabedores del pueblo
evidencian cómo el Proyecto de Identidad ha permitido recuperar elementos clave de la cultura, aunque
aún persisten desafíos.
La comunidad considera vital la implementación de estrategias como charlas educativas, integración de
proyectos transversales, uso de material cultural propio y la creación de espacios de diálogo con pueblos
hermanos para consolidar procesos identitarios.
Figura 01 Esquematización de las categorias.
Fuente. Elaboración Propia (2025)
Los testimonios recogidos en entrevistas a estudiantes, madres de familia y sabedores del pueblo
evidencian cómo el Proyecto de Identidad ha permitido recuperar elementos clave de la cultura, aunque
aún persisten desafíos.
La comunidad considera vital la implementación de estrategias como charlas educativas, integración de
proyectos transversales, uso de material cultural propio y la creación de espacios de diálogo con pueblos
hermanos para consolidar procesos identitarios.
pág. 4509
Triangulacion Partiendo de la investigación de las categorías se pudo llegar a concluir a través de las entrevistas, diarios de campo y la relación con el marco
teórico podemos analizar una de las conclusiones y reflexiones.
Tabla 1 Modelo de Triangulación de la investigación.
Categorización Preguntas Análisis de
Investigador
Respuestas
Entrevistados Marco Teórico Conclusiones
Construyendo las
huellas de la identidad
cultural del Pueblo
Kankuamo.
¿Reconoce el pueblo
indígena kankuamo
su identidad cultural?
Se pudo analizar que en
su gran mayoría los
estudiantes se
reconocerse como
indígenas kankuamos,
pero todavía existen
algunos que no se
reconocen debido a la
falta de apropiación de
sus historias, arraigo
por las costumbres que
no dejaron nuestros
ancestros.
Falta la apropiación de
auto reconocerse como
indígenas y de sus usos
y costumbres
1. Representado mi
cultura
2. El rescate y
apropiación de nuestra
lengua
3. Fortalecer la cultura, la
identidad, usos y
costumbres. Usar el
vestido propio y conocer
más nuestra lengua
La identidad cultural se
configura como un entramado de
valores, creencias, costumbres,
símbolos, comportamientos y
sentimientos de pertenencia que
comparten los miembros de una
comunidad, y que les permite
reconocerse como parte de un
mismo grupo social (Morales,
2023).
La identidad representa nuestra
forma de ser, sentir, pensar y
actuar del Pueblo Kankuamo. El
apoyo mutuo la reciprocidad y la
solidaridad, junto a la visión
comunitaria de la propiedad y el
uso de la tierra, son los
elementos que definen
significativamente la identidad
del pueblo kankuamo (OIK,
2008).
La implementación del
Proyecto de Identidad como
estrategia pedagógica ha
demostrado ser una
herramienta significativa para
fortalecer los procesos de
revitalización cultural en el
contexto del pueblo
Kankuamo. Los hallazgos de
esta investigación evidencian
que cuando la escuela integra
prácticas educativas basadas
en la cosmovisión ancestral —
como los saberes territoriales,
se potencia el sentido de
pertenencia y la conciencia
identitaria en los estudiantes.
Fuente. Elaboración Propia (2025).
Triangulacion Partiendo de la investigación de las categorías se pudo llegar a concluir a través de las entrevistas, diarios de campo y la relación con el marco
teórico podemos analizar una de las conclusiones y reflexiones.
Tabla 1 Modelo de Triangulación de la investigación.
Categorización Preguntas Análisis de
Investigador
Respuestas
Entrevistados Marco Teórico Conclusiones
Construyendo las
huellas de la identidad
cultural del Pueblo
Kankuamo.
¿Reconoce el pueblo
indígena kankuamo
su identidad cultural?
Se pudo analizar que en
su gran mayoría los
estudiantes se
reconocerse como
indígenas kankuamos,
pero todavía existen
algunos que no se
reconocen debido a la
falta de apropiación de
sus historias, arraigo
por las costumbres que
no dejaron nuestros
ancestros.
Falta la apropiación de
auto reconocerse como
indígenas y de sus usos
y costumbres
1. Representado mi
cultura
2. El rescate y
apropiación de nuestra
lengua
3. Fortalecer la cultura, la
identidad, usos y
costumbres. Usar el
vestido propio y conocer
más nuestra lengua
La identidad cultural se
configura como un entramado de
valores, creencias, costumbres,
símbolos, comportamientos y
sentimientos de pertenencia que
comparten los miembros de una
comunidad, y que les permite
reconocerse como parte de un
mismo grupo social (Morales,
2023).
La identidad representa nuestra
forma de ser, sentir, pensar y
actuar del Pueblo Kankuamo. El
apoyo mutuo la reciprocidad y la
solidaridad, junto a la visión
comunitaria de la propiedad y el
uso de la tierra, son los
elementos que definen
significativamente la identidad
del pueblo kankuamo (OIK,
2008).
La implementación del
Proyecto de Identidad como
estrategia pedagógica ha
demostrado ser una
herramienta significativa para
fortalecer los procesos de
revitalización cultural en el
contexto del pueblo
Kankuamo. Los hallazgos de
esta investigación evidencian
que cuando la escuela integra
prácticas educativas basadas
en la cosmovisión ancestral —
como los saberes territoriales,
se potencia el sentido de
pertenencia y la conciencia
identitaria en los estudiantes.
Fuente. Elaboración Propia (2025).
pág. 4510
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los hallazgos de este estudio evidencian que el Proyecto de Identidad implementado en el grado séptimo
de la Institución Educativa Agrícola La Mina ha generado transformaciones significativas en los
procesos de revitalización de la identidad cultural del pueblo Kankuamo. En coherencia con la
perspectiva holística planteada por la Organización Indígena Kankuama (2008), la educación propia no
se limita al aula, sino que se desarrolla a partir de una interacción dinámica entre el territorio, la
espiritualidad, la comunidad y la memoria cultural. Esta visión fue confirmada por la valoración positiva
que hicieron estudiantes y docentes de las actividades pedagógicas realizadas en sitios sagrados, los
conversatorios con sabedores y la inclusión de contenidos culturales en la planeación docente.
Uno de los aspectos más relevantes identificados es la desconexión entre los saberes escolares y los
conocimientos ancestrales, lo cual coincide con lo expuesto por Sánchez et al. (2015), quienes advierten
que una educación descontextualizada puede debilitar el sentido de pertenencia cultural de los
estudiantes. En este estudio, se constató que muchos jóvenes desconocen prácticas fundamentales de su
cultura como la lengua, los rituales y la medicina tradicional. Esta situación refleja una tensión
persistente entre el currículo oficial y el ordenamiento educativo propio, lo cual refuerza la necesidad
de fortalecer modelos interculturales que integren ambas perspectivas (Bernabé, 2012).
La implementación del Proyecto de Identidad permitió visibilizar que la identidad cultural, lejos de ser
una esencia fija, se construye de manera histórico-social, como lo plantea Freire en el texto de Estupiñán
Quiñones y Agudelo Cely (2008). Esta identidad es continuamente resignificada por los sujetos en
función de sus experiencias, relaciones y luchas simbólicas. En el caso de los estudiantes de grado
séptimo, su participación activa en prácticas culturales revitalizadas favoreció procesos de
autoidentificación y reconocimiento colectivo. Esto refuerza lo afirmado por Morales (2023), quien
considera que la identidad cultural es un entramado de símbolos, valores y sentimientos de pertenencia
que permite a las comunidades reconocerse y afirmarse como tales. Desde la perspectiva de los docentes,
el proyecto representa una oportunidad para resignificar la práctica pedagógica desde un enfoque
intercultural, siempre que exista un respaldo institucional coherente y un compromiso real de las
autoridades educativas.
Esta idea se alinea con lo planteado por Sánchez et al. (2015), quienes afirman que la escuela puede
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los hallazgos de este estudio evidencian que el Proyecto de Identidad implementado en el grado séptimo
de la Institución Educativa Agrícola La Mina ha generado transformaciones significativas en los
procesos de revitalización de la identidad cultural del pueblo Kankuamo. En coherencia con la
perspectiva holística planteada por la Organización Indígena Kankuama (2008), la educación propia no
se limita al aula, sino que se desarrolla a partir de una interacción dinámica entre el territorio, la
espiritualidad, la comunidad y la memoria cultural. Esta visión fue confirmada por la valoración positiva
que hicieron estudiantes y docentes de las actividades pedagógicas realizadas en sitios sagrados, los
conversatorios con sabedores y la inclusión de contenidos culturales en la planeación docente.
Uno de los aspectos más relevantes identificados es la desconexión entre los saberes escolares y los
conocimientos ancestrales, lo cual coincide con lo expuesto por Sánchez et al. (2015), quienes advierten
que una educación descontextualizada puede debilitar el sentido de pertenencia cultural de los
estudiantes. En este estudio, se constató que muchos jóvenes desconocen prácticas fundamentales de su
cultura como la lengua, los rituales y la medicina tradicional. Esta situación refleja una tensión
persistente entre el currículo oficial y el ordenamiento educativo propio, lo cual refuerza la necesidad
de fortalecer modelos interculturales que integren ambas perspectivas (Bernabé, 2012).
La implementación del Proyecto de Identidad permitió visibilizar que la identidad cultural, lejos de ser
una esencia fija, se construye de manera histórico-social, como lo plantea Freire en el texto de Estupiñán
Quiñones y Agudelo Cely (2008). Esta identidad es continuamente resignificada por los sujetos en
función de sus experiencias, relaciones y luchas simbólicas. En el caso de los estudiantes de grado
séptimo, su participación activa en prácticas culturales revitalizadas favoreció procesos de
autoidentificación y reconocimiento colectivo. Esto refuerza lo afirmado por Morales (2023), quien
considera que la identidad cultural es un entramado de símbolos, valores y sentimientos de pertenencia
que permite a las comunidades reconocerse y afirmarse como tales. Desde la perspectiva de los docentes,
el proyecto representa una oportunidad para resignificar la práctica pedagógica desde un enfoque
intercultural, siempre que exista un respaldo institucional coherente y un compromiso real de las
autoridades educativas.
Esta idea se alinea con lo planteado por Sánchez et al. (2015), quienes afirman que la escuela puede
pág. 4511
funcionar como un espacio de diálogo intercultural en el que la identidad no se enseña como un
contenido cerrado, sino que se vive, se cuestiona y se reconstruye desde la experiencia compartida. En
este sentido, la escuela debe convertirse en un espacio formativo donde lo propio y lo occidental no se
opongan, sino que dialoguen creativamente. Además, se identificó que el grado séptimo constituye una
etapa crítica en la construcción identitaria, ya que los estudiantes comienzan a definir con mayor claridad
su lugar en el mundo y su pertenencia comunitaria. Este hallazgo es consistente con las ideas de Santiago
(2019), quien afirma que las cosmovisiones indígenas promueven una formación basada en la
colectividad, la reciprocidad y el equilibrio con la Madre Tierra, principios que resultan fundamentales
para orientar procesos educativos culturalmente pertinentes. Por tanto, fortalecer este ciclo escolar con
estrategias pedagógicas fundamentadas en la Ley de Origen y la cosmovisión Kankuama contribuye no
solo al desarrollo integral de los educandos, sino también a la pervivencia cultural del pueblo.
Finalmente, este estudio aporta elementos relevantes para avanzar en una educación que combine el
sentido espiritual, territorial y comunitario del aprendizaje, con la construcción crítica de saberes
contemporáneos. La articulación efectiva entre el ordenamiento educativo propio y el currículo nacional
sigue siendo un desafío pendiente, pero experiencias como el Proyecto de Identidad demuestran que es
posible construir puentes de sentido cuando se parte del reconocimiento profundo de la cultura, el
territorio y los saberes ancestrales como ejes legítimos del proceso educativo.
Figura 02 Nivel de reconocimiento de la identidad cultural del pueblo kanuamo
Fuente. Elaboración propia (2025)
La figura evidencia la distribución porcentual de aspectos relacionados con la identidad cultural del
pueblo Kankuamo, abordados en el contexto de un proceso educativo. Se observa que el 50 %
corresponde a la población total, lo que indica el universo de referencia de los datos. Dentro de este
funcionar como un espacio de diálogo intercultural en el que la identidad no se enseña como un
contenido cerrado, sino que se vive, se cuestiona y se reconstruye desde la experiencia compartida. En
este sentido, la escuela debe convertirse en un espacio formativo donde lo propio y lo occidental no se
opongan, sino que dialoguen creativamente. Además, se identificó que el grado séptimo constituye una
etapa crítica en la construcción identitaria, ya que los estudiantes comienzan a definir con mayor claridad
su lugar en el mundo y su pertenencia comunitaria. Este hallazgo es consistente con las ideas de Santiago
(2019), quien afirma que las cosmovisiones indígenas promueven una formación basada en la
colectividad, la reciprocidad y el equilibrio con la Madre Tierra, principios que resultan fundamentales
para orientar procesos educativos culturalmente pertinentes. Por tanto, fortalecer este ciclo escolar con
estrategias pedagógicas fundamentadas en la Ley de Origen y la cosmovisión Kankuama contribuye no
solo al desarrollo integral de los educandos, sino también a la pervivencia cultural del pueblo.
Finalmente, este estudio aporta elementos relevantes para avanzar en una educación que combine el
sentido espiritual, territorial y comunitario del aprendizaje, con la construcción crítica de saberes
contemporáneos. La articulación efectiva entre el ordenamiento educativo propio y el currículo nacional
sigue siendo un desafío pendiente, pero experiencias como el Proyecto de Identidad demuestran que es
posible construir puentes de sentido cuando se parte del reconocimiento profundo de la cultura, el
territorio y los saberes ancestrales como ejes legítimos del proceso educativo.
Figura 02 Nivel de reconocimiento de la identidad cultural del pueblo kanuamo
Fuente. Elaboración propia (2025)
La figura evidencia la distribución porcentual de aspectos relacionados con la identidad cultural del
pueblo Kankuamo, abordados en el contexto de un proceso educativo. Se observa que el 50 %
corresponde a la población total, lo que indica el universo de referencia de los datos. Dentro de este
pág. 4512
grupo, se destacan componentes específicos de la identidad cultural: el vestido representa un 13 %,
seguido por los usos y costumbres (13 %), el rescate y apropiación de la lengua nativa (12 %) y la
representación y fortalecimiento de la cultura (12 %). Estos datos reflejan una distribución relativamente
equitativa entre los elementos identitarios, lo que sugiere que todos son considerados relevantes en el
proceso de revitalización cultural, aunque aún se requiere mayor esfuerzo para integrar de forma más
profunda cada uno de estos aspectos dentro de las prácticas pedagógicas y comunitarias.
Figura 03 Tradiciones que los estudiantes consideran máss representativas del pueblo kankuam.
Fuente. Elaboración propia (2025)
La figura presenta los resultados de una consulta sobre las tradiciones culturales que los estudiantes
consideran más representativas de su identidad como pueblo indígena Kankuamo. Destaca que el 50 %
de los encuestados identifica a la medicina tradicional como el principal elemento cultural que los
representa, evidenciando su alto valor simbólico y funcional dentro de la comunidad. Le siguen con un
13 % tanto la danza como los sitios sagrados, lo cual resalta la importancia de las expresiones artísticas
y los espacios de espiritualidad. Por su parte, la Ley de Origen y los elementos tradicionales fueron
reconocidos por un 12 % de los participantes. Estos datos reflejan que, aunque todos los aspectos
mencionados son valorados, existe una clara centralidad de la medicina tradicional como eje identitario,
lo que sugiere la necesidad de fortalecer su presencia dentro del currículo escolar y los proyectos
educativos interculturales.
CONCLUSIONES
Los resultados de esta investigación cualitativa permiten concluir que la implementación del Proyecto
de Identidad en el grado séptimo de la Institución Educativa Agrícola La Mina ha contribuido de manera
significativa a la revitalización de la identidad cultural del pueblo Kankuamo, al propiciar espacios
grupo, se destacan componentes específicos de la identidad cultural: el vestido representa un 13 %,
seguido por los usos y costumbres (13 %), el rescate y apropiación de la lengua nativa (12 %) y la
representación y fortalecimiento de la cultura (12 %). Estos datos reflejan una distribución relativamente
equitativa entre los elementos identitarios, lo que sugiere que todos son considerados relevantes en el
proceso de revitalización cultural, aunque aún se requiere mayor esfuerzo para integrar de forma más
profunda cada uno de estos aspectos dentro de las prácticas pedagógicas y comunitarias.
Figura 03 Tradiciones que los estudiantes consideran máss representativas del pueblo kankuam.
Fuente. Elaboración propia (2025)
La figura presenta los resultados de una consulta sobre las tradiciones culturales que los estudiantes
consideran más representativas de su identidad como pueblo indígena Kankuamo. Destaca que el 50 %
de los encuestados identifica a la medicina tradicional como el principal elemento cultural que los
representa, evidenciando su alto valor simbólico y funcional dentro de la comunidad. Le siguen con un
13 % tanto la danza como los sitios sagrados, lo cual resalta la importancia de las expresiones artísticas
y los espacios de espiritualidad. Por su parte, la Ley de Origen y los elementos tradicionales fueron
reconocidos por un 12 % de los participantes. Estos datos reflejan que, aunque todos los aspectos
mencionados son valorados, existe una clara centralidad de la medicina tradicional como eje identitario,
lo que sugiere la necesidad de fortalecer su presencia dentro del currículo escolar y los proyectos
educativos interculturales.
CONCLUSIONES
Los resultados de esta investigación cualitativa permiten concluir que la implementación del Proyecto
de Identidad en el grado séptimo de la Institución Educativa Agrícola La Mina ha contribuido de manera
significativa a la revitalización de la identidad cultural del pueblo Kankuamo, al propiciar espacios
pág. 4513
pedagógicos en los que los estudiantes pueden reconocerse, reconstruir su historia colectiva y fortalecer
su sentido de pertenencia.
Este proceso ha puesto en evidencia la importancia de vincular el currículo nacional con el ordenamiento
educativo propio, superando la fragmentación entre la educación formal y los saberes ancestrales. Las
experiencias vividas por los estudiantes y docentes demuestran que una pedagogía basada en la
cosmovisión, la espiritualidad, el territorio y la comunidad favorece el desarrollo integral de los
educandos y garantiza la pervivencia cultural de los pueblos originarios.
Asimismo, se reafirma que la identidad cultural no se transmite únicamente a través de contenidos
académicos, sino que se construye de forma vivencial, histórica y colectiva, tal como lo sugieren autores
como Freire (en Estupiñán Quiñones & Agudelo Cely, 2008) y Morales (2023). En este sentido, el
Proyecto de Identidad representa un ejemplo de cómo la interculturalidad educativa puede materializarse
en prácticas concretas que transformen la escuela en un verdadero escenario de diálogo de saberes.
Finalmente, se destaca la necesidad de que este tipo de iniciativas cuenten con el respaldo de las
autoridades educativas, tanto tradicionales como institucionales, y que se fortalezcan las políticas
públicas en favor de la etnoeducación. Solo así será posible avanzar hacia un modelo formativo que
reconozca la diversidad cultural no como un obstáculo, sino como una riqueza pedagógica fundamental
para la construcción de una sociedad más equitativa, respetuosa y plural.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Alaminos-Fernández, P., & Alaminos-Fernández, A. (2018). Prejuicios, estereotipos y discrimanación
laboral en las sociedades europeas: Países Bajos, PDSEPaises_Bajos_2015_L. Obets Ciencia
Abierta. Universidad de Alicante.
Alves Pérez. E. (2021) Cultura del trabajo y de la vida con sentido solidario. Perfiles Latinoamericanos,
29(58) FLACSO México. DOI: http://dx.doi.org/10.18504/pl2958-010-2021
Bernabé, M. D. M. (2012). Pluriculturalidad, multiculturalidad e interculturalidad, conocimientos
necesarios para la labor docente. Hekademos: revista educativa digital, (11), 67-76.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4059798
Consejo Territorial de Cabildos (1999). Declaración Conjunta de las Cuatro Organizaciones Indígenas de
la Sierra Nevada de Santa Marta para la Interlocución con el Estado y la Sociedad Nacional.
pedagógicos en los que los estudiantes pueden reconocerse, reconstruir su historia colectiva y fortalecer
su sentido de pertenencia.
Este proceso ha puesto en evidencia la importancia de vincular el currículo nacional con el ordenamiento
educativo propio, superando la fragmentación entre la educación formal y los saberes ancestrales. Las
experiencias vividas por los estudiantes y docentes demuestran que una pedagogía basada en la
cosmovisión, la espiritualidad, el territorio y la comunidad favorece el desarrollo integral de los
educandos y garantiza la pervivencia cultural de los pueblos originarios.
Asimismo, se reafirma que la identidad cultural no se transmite únicamente a través de contenidos
académicos, sino que se construye de forma vivencial, histórica y colectiva, tal como lo sugieren autores
como Freire (en Estupiñán Quiñones & Agudelo Cely, 2008) y Morales (2023). En este sentido, el
Proyecto de Identidad representa un ejemplo de cómo la interculturalidad educativa puede materializarse
en prácticas concretas que transformen la escuela en un verdadero escenario de diálogo de saberes.
Finalmente, se destaca la necesidad de que este tipo de iniciativas cuenten con el respaldo de las
autoridades educativas, tanto tradicionales como institucionales, y que se fortalezcan las políticas
públicas en favor de la etnoeducación. Solo así será posible avanzar hacia un modelo formativo que
reconozca la diversidad cultural no como un obstáculo, sino como una riqueza pedagógica fundamental
para la construcción de una sociedad más equitativa, respetuosa y plural.
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