Alimentaci�n en tiempos de covid-19.

Estudio de caso para el Cant�n de Santo Domingo

 

Katherine Marisol Macas Moreira

[email protected]

https://orcid.org/0000-0001-9405-5966

Instituto Superior Tecnol�gico Ts�chila

�

Rodolfo Abelardo L�pez Salazar

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-8473-2772

Instituto Tecnol�gico Ts�chila

 

Ronald Ricardo Jim�nez Delgado

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-7853-7540

Instituto Tecnol�gico Ts�chila

 

Pablo An�bal Jumbo Romero

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-7273-1385

Instituto Tecnol�gico Ts�chila

 

Wilson Vladimir Chicaiza Morales

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-3611-4742

Instituto Tecnol�gico Ts�chila

 

RESUMEN

La pandemia de COVID-19 ha cambiado el estilo de vida e incluso los h�bitos alimentarios de las personas debido al confinamiento. Por tal motivo, el objetivo del estudio fue determinar la relaci�n entre los h�bitos alimentarios y el nivel socioecon�mico de hombres y mujeres adultos del estado de Santo Domingo. Como parte de la metodolog�a se propone una estimaci�n transversal, a trav�s de la recolecci�n de datos en l�nea, utilizando un cuestionario semiestructurado. Los h�bitos alimentarios se determinaron mediante la repetici�n de cuestionarios de consumo y utilizando el �ndice de Alimentaci�n Saludable (HII). El estatus socioecon�mico est� determinado por los ingresos econ�micos. Adem�s, se requiere informaci�n sobre las percepciones y actitudes hacia la detenci�n. Los resultados mostraron que, seg�n los criterios de la IAS, la poblaci�n se clasifica en las siguientes categor�as: 10,9% seg�n dieta saludable, 69,3% seg�n dieta que necesita cambiar y 19,7% seg�n dieta no saludable. Los residentes reportan que sus ingresos econ�micos oscilan entre $121 y $400 y que gastan entre $50 y $100 mensuales en gastos de alimentaci�n. Las mujeres notaron aumento de peso corporal, disminuci�n de la actividad f�sica, disminuci�n del tiempo dedicado a la actividad f�sica y h�bitos alimentarios poco saludables. Se demostr� una asociaci�n significativa entre los h�bitos alimentarios y el nivel socioecon�mico, con una p igual a 0,0001. La estrecha relaci�n entre los h�bitos alimentarios y el poder adquisitivo hace que la poblaci�n analizada se encuentre restringida en la adopci�n de h�bitos alimentarios saludables.

 

Palabras clave: alimentaci�n saludable; h�bitos alimenticios; nutrici�n; IAS; covid-19.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Food in times of COVID-19. Case study for the

Canton of Santo Domingo

 

ABSTRACT

The COVID-19 pandemic has changed people's lifestyles and even eating habits due to the lockdown. For this reason, the objective of the study was to determine the relationship between eating habits and the socioeconomic level of adult men and women in the state of Santo Domingo. As part of the methodology, a cross-sectional estimation is proposed, through online data collection, using a semi-structured questionnaire. Eating habits were determined by repeating consumption questionnaires and using the Healthy Eating Index (HII). Socioeconomic status is determined by economic income. In addition, information on perceptions and attitudes towards detention is required. The results showed that according to the IAS criteria, the population is classified into the following categories: 10.9% according to a healthy diet, 69.3% according to a diet that needs to change, and 19.7% according to an unhealthy diet. Residents report that their economic income ranges between $121 and $400 and that they spend between $50 and $100 per month on food expenses. The women noted increased body weight, decreased physical activity, decreased time spent in physical activity, and unhealthy eating habits. A significant association was demonstrated between eating habits and socioeconomic level, with p equal to 0.0001. The close relationship between eating habits and purchasing power means that the analyzed population is restricted in adopting healthy eating habits.

 

Keywords: healthy eating; eating habits; nutrition; IAS; covid-19.

 

 

 

Art�culo recibido:� 15 enero 2022

Aceptado para publicaci�n: 08 febrero 2022

Correspondencia: [email protected]

Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar

 

 

 

1.       INTRODUCCI�N�

A fines de diciembre de 2019, estall� un brote de neumon�a sin nombre en los Estados Unidos en Wuhan, provincia de Hubei, China, los crecientes problemas del pa�s llevaron a los investigadores chinos a brindar asistencia a los investigadores en t�cnicas respiratorias m�s profundas y menos profundas (OIT, 2012). Descubre el nuevo corona virus. Un n�mero selecto de casos present� s�ndrome respiratorio agudo severo (SARS), con neumon�a y patrones de rayos X anormales. Posteriormente, la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS) clasific� la enfermedad como m�s que la COVID-19, enfermedad causada por la infecci�n por el virus COV-2 (OMS, 2020b). Se declar� la pandemia del COVID-19, en tan solo dos semanas se observ� la propagaci�n del virus en complicaciones, gran parte del mundo se report� a partir de casos.

De la enfermedad, es decir, (OMS, 2021)se incrementa. El virus SAAR-COV-2 se asocia significativamente con una persona protegida por las gotas respiratorias de una organizaci�n para otros despu�s de hablar, estornudar o toser mientras mantiene un contacto cercano (Izzo et al., 2021). Desde el 13 de abril de 2021, se calcularon en todo el mundo. En Ecuador, seg�n informes urgentes y nacionales de gesti�n de riesgos hasta el 16 de abril de 2021, los datos de estado se confirman hasta 355.964, donde la capacidad de 5.528 Coven-19, ha alcanzado una base m�s alta para la moneda escolar en las provincias de Pichincha, Guaya, Annabi, Azway, Oro y Loga. Por otro lado, el mismo d�a en Santo Domingo, se informaron 11528 casos de amato, reconocidos como la cantidad de infecciones importantes en la provincia, con un total de 8117 (MPS, 2021), COVID-19 proporciona muchos s�ntomas diferentes con Fiebre, tos, fatiga y dolor muscular, dolor de cabeza, energ�a, dificultad para respirar y lanzar y problemas de digesti�n. Por otro lado, los s�ntomas aparecen en diferentes situaciones, la evidencia muestra que el 81% ha sido considerado un caso peque�o, el 14%, la enfermedad grave y el 5% juega una imagen cl�nica b�sica (De Faria Coelho-Ravagnani et al., 2021).

La prevalencia de comorbilidades es un factor que contribuye al aumento de la morbilidad y mortalidad en pacientes cr�ticos. Se ha evaluado que los pacientes con enfermedad desarrollan complicaciones respiratorias, cardiovasculares, renales y neurol�gicas, asociadas a la descompensaci�n de la enfermedad cr�nica no transmisible (ECNT), exacerbando la progresi�n de la enfermedad (Ruiz-Roso et al., 2020). Debido al aumento de casos de Covid-19 en la regi�n y el resto del mundo, la estrategia propuesta por las autoridades es declarar el confinamiento, como medida de control para evitar la propagaci�n del virus. Tambi�n se recomiendan medidas preventivas y de precauci�n para evitar la propagaci�n del virus, como el lavado frecuente de manos, el uso de cubrebocas y la distancia f�sica entre las personas. Esta restricci�n ha provocado una disminuci�n de los ingresos econ�micos, como consecuencia de la disminuci�n de las actividades comerciales, lo que ha afectado el bienestar de las familias y por ende su alimentaci�n (Z��iga, 2020). La Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS) inform� que Corona es un virus importante, y manteniendo una dieta saludable que podr�a ayudarles a enfrentar mejor la enfermedad. M�s espec�ficamente, los h�bitos alimenticios saludables deben mantenerse a trav�s de diversos consumos de alimentos, moderaci�n de grasa y aceite, y reduce el consumo de sal y az�car durante las comidas, hidratantes, el cuerpo del agua y evitando los bebedores de beber (El Comercio, 2021). Apoye el sistema inmunol�gico gracias a la dieta completa y en la enfermedad, permitir� que su desarrollo se vuelva menos positivo y r�pidamente. Sin embargo, las restricciones a la movilidad y los factores econ�micos han influido en las preferencias alimentarias, claramente, el consumo preferido de la poblaci�n de nutrientes peque�os, peque�os y baratos.

La cantidad de alimentos de los alimentos en grasa saturada, az�car, sal y carbohidratos refinados fomenta las dietas no saludables. Por lo tanto, las comidas pobres producen metabolismo, como el aumento de peso y la obesidad en el aumento del desarrollo de la ECN, que se consideran criterios en riesgo de la infecci�n por CVIV-19. Las enmiendas COVID-19 se crearon en los patrones de vida humana, as� como los cambios en los h�bitos alimenticios y el estilo de vida, pero es importante cuidar alimentos no saludables y puede aumentar la carga de las enfermedades asociadas con los alimentos. Cuide menos alimentos, as� como los comportamientos de menos movilizaci�n, reducen la actividad f�sica y aumentan el peso, especialmente durante un tiempo, es posible que deba protegerse para evitar las complicaciones futuras porque la enfermedad es mayor para el acceso a los alimentos, puede mantener alimentos saludables. La comida est� haciendo la elecci�n de alimentos, deje que las partes de los moldes de cada comida, un proceso voluntario consciente, explicadas por personas de acuerdo con el entorno viviente, las costumbres y las tradiciones corporales y sus circunstancias personales. La comida tiene uno o m�s nutrientes, una vez que coma, los convierte y lo utilice y utilice el cuerpo humano para satisfacer las necesidades de energ�a, estructura, empleos y regulaciones. Mezcle alimentos que proporcionen acceso a una variedad de nutrientes, por ejemplo, comer tomates proporciona licopeno y potasio, pero no vitamina A, y las zanahorias son bajas en prote�nas y carbohidratos, por lo que combine las legumbres con una variedad de alimentos. Todos los alimentos ingeridos durante el d�a se consideran una dieta equilibrada, nutritiva y saludable si cumplen los siguientes criterios: los alimentos se consumen con moderaci�n y variedad, aportan los nutrientes suficientes y necesarios y una nutrici�n completa.

Est� espec�ficamente dise�ado para satisfacer las necesidades nutricionales de todos. La cantidad de nutrientes y energ�a necesarios para esa propiedad y el tipo de nutrientes y energ�a necesarios para la salud. Cuando la dieta se repite durante un per�odo de tiempo, los h�bitos alimenticios comienzan a formarse. Los h�bitos alimentarios son patrones de comportamiento que aparecen en una persona a una edad temprana, influenciados por variables demogr�ficas que determinan el tipo y la cantidad de alimentos y la forma de elegirlos. La familia es un factor importante, ya que los padres muchas veces eligen qu� hacer o no hacer a la hora de buscar, manipular o preparar los alimentos, de ah� la importancia de mantener una alimentaci�n saludable en el hogar.

2.        MATERIALES Y M�TODOS

Este estudio se basa en un an�lisis descriptivo y explicativo, donde se recolecta la informaci�n mediante la aplicaci�n de una encuesta transversal asumiendo un enfoque cualitativo y cuantitativo. Esta herramienta est� dise�ada para recopilar datos sobre variables socioecon�micas, h�bitos alimentarios y percepciones sobre los efectos de la declaraci�n de pandemia por COVID-19, dividida en tres partes. La primera parte tiene como objetivo recopilar datos socioecon�micos como g�nero, edad, nivel educativo, duraci�n del uso de la vivienda, n�mero de miembros de la familia, situaci�n laboral, campo de trabajo, etc., empleo, nivel de ingresos, gasto en alimentos. Los tramos de ingresos econ�micos nos ayudar�n a saber a qu� clase socioecon�mica pertenece la poblaci�n.

La segunda parte analiza los h�bitos alimentarios de la poblaci�n estudiada a trav�s de su consumo de alimentos, y estos datos se recogen a trav�s de un cuestionario de frecuencia de consumo. Para evaluar la ingesta de alimentos en funci�n de la frecuencia de ingesta, Nutrisurvey 2007, programa de an�lisis de energ�a y micronutrientes(Nader et al., 2018). El tama�o de las porciones se determin� con base en las pautas del USDA y las Pautas diet�ticas GABA de Ecuador. Y un libro de im�genes para las secciones de cantidad de comida ecuatoriana. Adem�s, en esta secci�n se incluyen preguntas sobre la accesibilidad y disponibilidad de alimentos. Al final del cuestionario pregunt� sobre la percepci�n de riesgo de contraer COVID-19, ya que el estudio estuvo sujeto a autoinforme de cambios de peso, actividad f�sica, uso de dispositivos m�viles y sedentarismo. El p�blico objetivo del estudio fueron los habitantes de la ciudad de Santo Domingo, la cual consta de 9 parroquias urbanas y 18 parroquias rurales(Bernal, 2016).

Dado que se desconoce el tama�o de la poblaci�n, se decidi� estratificar la poblaci�n considerando los grupos de edad de 18 a 39 a�os, que se consideran j�venes. Seg�n un informe en Am�rica Latina, este grupo de edad juega un papel importante en la din�mica de transmisi�n del virus que causa el COVID-19, que es un grupo poblacional que necesita ser estudiado. La tecnolog�a de encuestas se utiliza para recopilar informaci�n con preguntas cerradas. La encuesta presenta una parte creativa de la informaci�n recopilada a trav�s de la informaci�n recopilada a trav�s de la informaci�n recopilada a trav�s de la informaci�n recopilada a trav�s de la informaci�n recopilada a trav�s de la informaci�n recopilada, las actas. Las secciones restantes incluyen datos socioecon�micos, h�bitos alimentarios y percepciones de cambios en torno a la cuarentena por COVID-19.

 

3. RESULTADOS Y DISCUSI�N

Los resultados obtenidos del estad�stico se analizaron caracterizando variables relacionadas con los h�bitos alimentarios. Posteriormente se desarroll� la interpretaci�n de los resultados para sustentar el marco te�rico, destacando aspectos que inciden en la adecuaci�n nutricional de la poblaci�n durante el confinamiento epid�mico. Los resultados establecieron seg�n los objetivos planteados y bas�ndose en los resultados obtenidos.

 

 

 

 

 

Tabla 1.� Caracter�sticas socioecon�micas de los adultos de la ciudad Santo Domingo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Los resultados obtenidos se presentan en la Tabla 1 mostrando que el 55,8% de la poblaci�n analizada son mujeres. El grupo etario evaluado va de 18 a 39 a�os, sin embargo, predomina el grupo etario de 24 a 29 (42,3%). En cuanto al sistema de uso de la vivienda, el 74,1% dijo que les pertenec�a. El 47,8% tiene una composici�n familiar de 4 a 5 personas y de 2 a 3 personas (56,6%) contribuyen econ�micamente a la familia. Los encuestados son empleados, dependientes (27%), cuenta propia (22,3) e irregulares (14,2%), asalariados en manufactura (13,5%), comercio al por mayor y al por menor (9,5%), agricultura, avicultura y ganader�a (8%). En contraste, el 36,5% de los encuestados reportaron que no trabajan, de los cuales el 32,1% son estudiantes y el 10,2% son jefes de hogar. el 56,9% tiene estudios superiores. El 48,2% tiene un ingreso econ�mico que oscila entre $121 a $400 y $50 a $100 mensuales para alimentaci�n. Cabe se�alar que el nivel educativo y los ingresos de una persona pueden influir en los criterios de acceso y selecci�n de alimentos. El 64,6% atribuy� la disminuci�n de los ingresos econ�micos al anuncio de la cuarentena provocada por el Corona virus.

Tabla 2. Formas de acceso y disponibilidad de alimentos de la población durante la cuarentena
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


En la Tabla 2, notamos que para la compra de alimentos gastaron todos sus ahorros (58%), y de igual manera, el 35% dej� de comprar alimentos. En cuanto al cambio de h�bitos alimenticios durante el per�odo de cuarentena, el 42,3% dijo que reemplaz� el consumo de algunos productos por productos similares m�s econ�micos, el 31,8% opt� por reducir la cantidad de alimentos consumidos y el 37,2% dej� de comer ciertos alimentos que consum�a antes de la cuarentena.

Figura� 1.� Grupos Alimentarios seg�n frecuencia de consumo durante la cuarentena

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: elaboraci�n propia.

 

En la Figura 1 se observaron los grupos de alimentos seg�n la frecuencia de consumo, se destac� el consumo diario de granos como el arroz con un 46,7%, as� como un 43,1% de la poblaci�n consumidora de tub�rculos y tub�rculos. y ra�ces diariamente, en cambio de forma manual el 49,5% de la poblaci�n consume diariamente hortalizas y el 32,5% frutas. En cuanto a las prote�nas de origen animal, se consum�an mayoritariamente 3 o m�s veces por semana, el 41,6% de pollo y huevo, y las carnes rojas (39,4%) se consum�an habitualmente, m�s de 1-2 veces por semana. Para las prote�nas de la leche, se asign� a los l�cteos la frecuencia de consumo de tres o m�s veces y de una a dos veces por semana del 34,3%. El 39,1% inger�a prote�nas de origen vegetal como las legumbres 3 o m�s veces por semana. El consumo del 47,8% de pescado se observ� principalmente de una a dos veces por semana. Entre los alimentos con menor valor nutricional, consumir de una a dos veces por semana las grasas y aceites (39,1%) y el 35,4% las bebidas azucaradas.

 

Figura� 2. Consumo de alimentos procesados durante la cuarentena

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Elaboraci�n propia.

Y sobre el consumo de alimentos procesados, el 47,4% de los encuestados inform� que. En cambio, no consumiste este tipo de alimentos durante el confinamiento epid�mico. Por otro lado, el 30,3% de los encuestados aument� su consumo de alimentos enlatados y 17,5% snacks envasados.

Figura� 3. H�bitos alimenticios

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Elaboraci�n propia

Para especificar la dieta de la poblaci�n, se utilizaron 10 variables donde se utilizan grupos de alimentos, frutas, verduras, tub�rculos, productos l�cteos, huevos, gordas, grasas, grasas y bebidas dulces. Si se encuentran con recomendaciones del consumidor, las comidas saludables var�an de 80 y 100, que pidieron que no comieran grupos de alimentos en funci�n de la frecuencia consumida a trav�s de los puntos de recomendaciones mayores de 50 y menos de 80 a�os, lo que significa que la dieta necesita cambiar, mientras que aquellos que No ha sido cuidadosamente cuidadoso de acuerdo con las recomendaciones, su puntaje es inferior a 50 con una dieta saludable. Este m�todo, a una tasa de 68 puntos, el 69.3% de la poblaci�n ha proporcionado la dieta requiere cambios, con 46.8 puntos, que se encuentran en personas con comidas no saludables no saludables (19.7%), este grupo no respeta las recomendaciones diarias. Consumo de comida. Solo el 10.9% de los encuestados proporcionan una dieta saludable con 81.8 puntos, como Mire en la Figura 3. Aunque el 73.7% de la poblaci�n cree que mantener la salud de los alimentos ayuda a mejorar el sistema inmunol�gico.

Tabla 3. Estimaci�n de la ingesta diet�tica realizada a trav�s de frecuencia de consumo

 

 

 

 

 

 

En la tabla 3 se describe la energ�a diaria y los macronutrientes (prote�nas, grasas y carbohidratos) de los adultos de la ciudad de Santo Domingo. En general, se observ� un 94,18% de adherencia a los niveles de energ�a recomendados, con un ligero aumento en la poblaci�n que segu�a una dieta saludable. En la composici�n del macronutriente se observa un alto consumo de prote�nas, en mayor medida en personas con dietas poco saludables. La ingesta diaria de grasas y carbohidratos constituy� el 99,93% y el 79,22%, respectivamente.

Figura� 4. Percepci�n del cambio en el peso corporal y los patrones de actividad f�sica, sedentarismo y tipo de alimentaci�n durante el encierro por COVID-19.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La figura 4 muestra que el 39,8% de la poblaci�n realizaba actividad f�sica 2-3 veces por semana durante el cese de la pandemia, el 16,4% de la poblaci�n realizaba actividad f�sica y el 64,4% eran mujeres. El 82,8% de la poblaci�n encuestada dijo pasar de 6 a 8 horas al d�a sentado o acostado, el 33,2% opt� por un comportamiento sedentario de 6 a 8 horas de los cuales el 57,1% eran mujeres. Adem�s, el 64,6% dijo que hab�a aumentado el uso de dispositivos m�viles durante las comidas. En cuanto a la variaci�n del peso corporal, el 36,5 % report� un aumento del peso corporal, mientras que el 34,3 % se mantuvo en el mismo peso que ten�a antes de la pandemia. Los residentes consideran que su dieta mientras est� confinados a COVID-19 es 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 1 veces 2-3 veces m�s de 4 veces - no haga ejercicio. Menos de 6 am 6 am a 8 am a 9 am a 11 am 12 mediod�a a m�s de 2 pm Ha incrementado. Sigue igual que antes de la pandemia. Abajo, no lo sab�a. Muy saludable Ni saludable ni no saludable Tipo de dieta Peso Sedentarismo Actividad f�sica saludable (40,1%) de modo similar un 36,5% de los encuestados consideran que su alimentaci�n ha sido ni saludable ni poco saludable.

Figura� 5. Asociaci�n de los indicadores socioecon�micos, cambios en el estado de salud y percepciones sobre los h�bitos alimentarios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Elaboraci�n propia.

Algunos indicadores y cambios en el estado de salud y la conciencia de los comportamientos alimentarios relacionados con los h�bitos alimentarios en cuarentena y se pueden demostrar que 7 indicadores de enlaces. La Tabla 5 implica indicadores econ�micos con los h�bitos alimenticios y las personas que notan que las personas tienen altos niveles de educaci�n, por la otra, las personas con comidas de alimentos poco saludables no son un nivel educativo poco saludable. Dentro de estos resultados, muestran que los h�bitos alimenticios y los niveles educativos tienen una asociaci�n estad�sticamente significativa (x2 = 19 340, p = 0,004), que establecen una asociaci�n, nivel de educaci�n si un elemento espec�fico en el tipo de comida, puedes ver. El nivel de ingreso econ�mico para las personas con alimentos poco saludables que caen en ingresos de menos de $ 120 de propiedad de bajos niveles sociales y econ�micos, por otro lado, proporcionaron un ingreso de conocimiento saludable.

La econom�a pertenece a m�s de $ 1,200 a altos niveles econ�micos. Los resultados mostraron que los h�bitos alimenticios y los ingresos econ�micos con enlaces estad�sticamente significativos (x2 = 98,537, p = 0,000) con el tipo de capacidad seg�n lo observado. El poder de compra se limita al �rea de prohibici�n, lo que provoca la asignaci�n de personas entre $ 50 y $ 100 por mes para incluir el costo de la nutrici�n que crea h�bitos de alimentos poco saludables, por los compa�eros de estas personas asignados a m�s de $ 300 por mes para comprar alimentos, proporcion� una dieta saludable.

Para las personas con dietas etiquetadas como "necesita un cambio", sus costos de alimentos est�n cubiertos de $101 a $200. As�, a partir de la relaci�n entre las variables h�bitos alimentarios y gasto en alimentos, se observ� una asociaci�n estad�sticamente significativa (X2 = 184.624, p = 0,000) con el tipo de alimentaci�n como se muestra. Las restricciones de movilidad impiden que las personas salgan a la calle y realicen actividad f�sica, por lo que la poblaci�n analizada tiene poca actividad f�sica y una alimentaci�n poco saludable, adem�s de pasar 6-8 horas al d�a sentada. En cuanto al grupo de dieta saludable, hac�an ejercicio durante al menos 30 minutos al d�a 4 o m�s veces a la semana y pasaban menos de 6 horas al d�a acostados o sentados. Mientras que el grupo de dieta modificada practicaba actividad f�sica 2-3 veces por semana y conducta sedentaria 6-11 horas al d�a. M�s tarde, obtuve esa actividad f�sica y el comportamiento de comportamiento tiene una asociaci�n estad�stica (x2 = 29.872, p = 0,000) y (x2 = 24 393, p = 0,002) con h�bitos. El aumento de peso se ha asociado positivamente con las personas que no sean de enfermer�a de salud, las dietas mantenidas que requieren cambios que no realicen cambios en el peso corporal en comparaci�n con esto antes de la cuarentena, estas variables tienen una asociaci�n. Importancia estad�stica (x2 = 24,593, p = 0,000) mientras se mantiene el tipo de poblaci�n de energ�a. Cabe se�alar que dentro de la pandemia Kofi de 19 a�os, se recomienda en una dieta, generalmente come saludable, para evitar el deterioro de IRVII -19 (Butler & Barrientos, 2020).

Las personas que est�n comprometidas con diverso consumo de alimentos se pueden hacer de acuerdo con las recomendaciones para lograr comidas saludables. As� es como los h�bitos alimenticios reflejan a los habitantes de la ONU, una lista de productos alimenticios proporcionados a los encuestados que deben ver la frecuencia de consumo durante la prevenci�n obligatoria a trav�s de la epidemia. Seg�n los resultados, el grupo de grano y los derivados, el arroz con frecuencia de consumo diario es de 46.7%, luego el pan (33.9%), por otro lado, el 42.3% se�al� que consumi� 1 a dos semanas. Un estudio informado por (Matzkin et al., 2021), el consumo diario ha mostrado el 41,1% del almid�n, como el arroz, la pasta, las papas y las horcas en Argentina. En Am�rica Latina, el arroz es esencial, lo que contribuye a un 19.2% de prote�nas, por lo que, en el ecuador, el consumo de arroz en epidemias aument� en un 30%. Para los consumidores en Ecuador, el consumo de un pan de rutina diario se registr� a lo largo del tiempo, y el mayor consumo de hornear ocurre en las clases m�s populares para personalizar un ingreso importante para los productos,(Qin et al., 2020)

En el grupo de productos frescos en frutas, verduras y tub�rculos, se distinguen las frutas diarias bajas (32.5%). Estos resultados son consistentes con los de Sudri� et al (2020), donde el consumo de alimentos con potencial inmunomodulador como la fruta represent� el 32%, lo que es inferior a la ingesta diaria recomendada. GABAS Ecuador recomienda comer frutas y verduras con todas las comidas ya que mejoran la digesti�n y sus nutrientes fortalecen el sistema inmunol�gico (FAO, 2021). El 21,9% de los encuestados consum�a diariamente productos l�cteos y el 26,3% reportaba consumo semanal de huevo, valores que no siguen las recomendaciones de consumo. (Guillen, 2021), report� que el 22% de la poblaci�n de estudio presentaba un bajo consumo de productos l�cteos. Los productos l�cteos son muy nutritivos y pueden desempe�ar un papel importante en las comidas humanas. Estos alimentos limitados pueden estar disponibles para las restricciones de dispositivos port�tiles, que se vieron afectados por el calendario de movilizaci�n tanto l�cteos como de huevos, m�s del 35% de la poblaci�n.

�El estudio sugiere que generalmente se realiza antes de la cuarentena. Este estudio se�ala que el consumo de carne y pollo rojo tiene una mayor frecuencia de consumo semanal para recomendaciones. Se encontraron resultados similares sobre el aumento de la carne y / o los huevos en los adultos polacos, los adultos estadounidenses aumentaron farsa para el consumo de carne, el cerdo y el embarazo en cuarentena (Bin Zarah et al., 2020). Al mismo tiempo, el estudio se estima en el consumo de alimentos en los que se revela el valor del valor de prote�na de 109.67 g / d�a para el valor recomendado, su alta contribuci�n es clara debido al consumo de alta pimienta. Modo de prote�na animal diariamente. Para mantener una buena alimentaci�n se recomienda limitar el consumo de alimentos procesados ​​hipercal�ricos, el consumo de bebidas azucaradas y alimentos grasos (De Faria Coelho-Ravagnani et al., 2021).En este contexto, encontramos que el 47,4% de la poblaci�n conoc�a las recomendaciones de no comer alimentos procesados, mientras que el resto report� un aumento en el consumo de alimentos envasados, snacks envasados, pasteles y alimentos envasados, y dulces, comidas r�pidas y bebidas. Alcoh�lico. �El consumo de grasas y bebidas azucaradas tampoco disminuye, ya que se toman una o dos veces por semana. Estos resultados pueden diferir con los reportes de (G�rnicka et al., 2020), lo que indica que el consumo de este grupo de alimentos era el mismo que antes de la cuarentena. Sin embargo, (Di Renzo et al., 2020), informaron un aumento del 25,5 % en el consumo total de comida r�pida. Las emergencias sanitarias han establecido que las capacidades m�viles y de la poblaci�n se limitan a las posiciones menos movilizantes, que contribuir�n al desarrollo de enfermedades cr�nicas para mantener este programa, por lo que, para cuidar la situaci�n f�sica, reduciendo el tiempo sentado para que todav�a est� trabajando y F�sicamente activo durante 150 minutos, menos semanales (Jakobsson et al., 2020)

As� es como el resultado muestra que 39, el 8% de los residentes de investigaci�n se han activado activamente al menos 30 minutos de 2 a 3 veces a la semana, no se aproxima al nivel inferior recomendado para una parte de la poblaci�n. No est� completo. La actividad f�sica, por otro lado, sigue siendo inferior a 8 horas / 33.2%. Los resultados obtenidos por (Ordo�ez-Araque et al., 2021), muestran que el 25.7% de los encuestados decidieron realizar una actividad f�sica moderada (90 minutos a la semana) durante el proceso de confirmaci�n. Por otro lado, en el estudio (Reyes-Olavarr�a et al., 2020) se informa que el 54,4% de las muestras no mantienen menos tiempo de transferencia durante m�s de 6 horas. El sedentarismo es un factor de riesgo modificable, lo que significa que la adopci�n de ejercicio contribuye a mejorar la salud, un aspecto muy importante de la pandemia de COVID-19. En el an�lisis de la calidad de la dieta se determin� que la mayor�a de los adultos ambate�os necesitaban cambiar su alimentaci�n, es decir el 69,3% de la poblaci�n de estudio. Los porcentajes de otros estudios mostraron que el 68% de la poblaci�n requiri� cambios en la dieta, mientras que el 42,05% de la poblaci�n en un estudio local tuvo cambios en la dieta (Bhutani & Cooper, 2020) Asimismo, el 19,7% de los encuestados segu�a una dieta que segu�a determinados h�bitos alimentarios

4. CONSIDERACIONES FINALES

Los h�bitos alimenticios en ambate�os fueron evaluados a trav�s de un �ndice de reembolso de salud donde se pide a la mayor�a de las personas mientras mantiene la cuarentena para los h�bitos alimenticios regulares. Existe una relaci�n entre una dieta saludable y un alto nivel socioecon�mico, que consume una variedad de alimentos, a diferencia de aquellos que tienen alimentos triviales de bajos niveles socioecon�micos y econ�micos. Su canasta est� disponible antes

Sus recursos.� De acuerdo con la aplicaci�n de cuestionarios, el consumo de alimentos ha sido analizado por consumo de frecuencia, que incluye poblaci�n madura en la ciudad de Ampato, tiene un consumo significativo de prote�nas en comparaci�n con las recomendaciones de la Gu�a de Alimentos de Ecuador. Los valores de carbohidratos se conservan cerca de la tasa de cumplimiento de alimentos. VIP En una dieta com�n para adaptarse a las comidas saludables de acuerdo con la dieta recomienda un aumento en el consumo de frutas y los productos l�cteos son valores remotos para las personas recomendadas. Adem�s, el consumo semanal debe reducirse para la carne roja, el pollo, los huevos, las gordas y las bebidas dulces cuando. Las frecuencias de alto consumo contribuyen a las dietas incompletas para contribuir a la moderaci�n. Se evaluaron factores socioecon�micos en cuanto a educaci�n, trabajo, vivienda, miembros de la familia y situaci�n laboral, los cuales determinaron que tener un mayor nivel educativo afecta la alimentaci�n saludable y los recursos econ�micos destinados a la compra de alimentos.

5.� LISTA DE REFERENCIAS

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