PREVALENCIA DE LA ENFERMEDAD DE
INTOLERANCIA AL ESFUERZO SISTÉMICO
EN ADULTOS QUE PADECIERON COVID-19
EN UMF 03 IMSS
PREVALENCE OF INTOLERANCE TO SYSTEMIC
EFFORT IN ADULTS WHO SUFFERED FROM COVID-19
IN UMF 03 IMSS
Fredy Vázquez Vázquez
Instituto Mexicano del Seguro Social
Jesús Cuauhtémoc Díaz Salinas
Instituto Mexicano del Seguro Social
Miguel Ángel Nuñez Calvillo
Instituto Mexicano del Seguro Social
Tábatha Gabriela Anguiano Velázquez
Instituto Mexicano del Seguro Social
pág. 5531
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i3.18197
Prevalencia de la Enfermedad de Intolerancia al Esfuerzo Sistémico en
Adultos que Padecieron Covid-19 en UMF 03 IMSS
Fredy Vázquez Vázquez1
drfreyariday@gmail.com
https://orcid.org/0009-0008-5339-9445
Instituto Mexicano del Seguro Social
Estados Unidos Mexicanos
Jesús Cuauhtémoc Díaz Salinas
kuaulang@gmail.com
https://orcid.org/0009-0009-9121-0460
Instituto Mexicano del Seguro Social
Estados Unidos Mexicanos
Miguel Ángel Nuñez Calvillo
dr.miguelnc82@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-7261-0332
Instituto Mexicano del Seguro Social
Estados Unidos Mexicanos
Tábatha Gabriela Anguiano Velázquez
tabata.anguiano@imss.gob.mx
https://orcid.org/0000-0002-4735-8398
Instituto Mexicano del Seguro Social
Estados Unidos Mexicanos
RESUMEN
Introducción. La infección por el virus COVID-19 produce síntomas neuropsiquiátricos como
alteraciones del sueño y la fatiga. La Enfermedad de Intolerancia al Esfuerzo Sistémico (EIES) presenta
un componente neurobiológico posterior a infecciones virales. Objetivo: Determinar la prevalencia de
la Enfermedad por Intolerancia al Esfuerzo Sistémico en pacientes adultos que padecieron COVID-19.
Material y métodos. Se realizó un estudio transversal en 352 pacientes, ambos sexos de 18 a 59 años
que padecieron Covid-19, excluyéndose enfermedades asociadas, se utilizó la Escala de Gravedad de
Fatiga en población mexicana, se utilizó medidas de tendencia central y dispersión, T de Student y U
de Mann Whitney. Resultados: Se encontró 44.6% de hombres, 55.4% de mujeres, edad promedio de
38.20±12.20 y 40.77±12.79 respectivamente, la artralgia se presentó con 31.5% como síntoma
relacionado, el insomino y el cansancio con 74.5% y 84.7% respectivamente más en hombres y la fatiga
presentó 52.8% leve y 47.1% moderada siendo las mujeres las más afectadas. Conclusiones. La EIES
se presentó con más prevalencia en mujeres más que en hombres, continúa la confusión entre el COVID-
19 y la EIES para el diagnóstico por la limitada información del tema que impacta en la vida de nuestra
población.
Palabras clave: sars-cov2, covid-19, intolerancia, esfuerzo, sistémico
1
Autor principal
Correspondencia: drfreyariday@gmail.com
pág. 5532
Prevalence of Intolerance to Systemic Effort in Adults who Suffered from
Covid-19 in UMF 03 IMSS
ABSTRACT
Introduction. COVID-19 infection produces neuropsychiatric symptoms such as sleep disturbances and
fatigue. Systemic Exertion Intolerance Disease (SEID) presents a neurobiological component following
viral infections. Objective: To determine the prevalence of Systemic Exertion Intolerance Disease in
adult patients who suffered from COVID-19. Material and methods. A cross-sectional study was
conducted on 352 patients, both sexes aged 18 to 59 years, who had suffered from COVID-19, excluding
associated diseases. The Fatigue Severity Scale was used in a Mexican population, employing measures
of central tendency and dispersion, Student's t-test, and Mann-Whitney U test. Results: It was found
that 44.6% were men, 55.4% were women, with an average age of 38.20±12.20 and 40.77±12.79
respectively. Arthralgia was present in 31.5% as a related symptom, insomnia and fatigue were found
in 74.5% and 84.7% respectively, more in men, and fatigue presented 52.8% mild and 47.1% moderate,
with women being more affected. Conclusions: SEID was more prevalent in women than in men. There
remains confusion between COVID-19 and SEID for diagnosis due to the limited information on the
subject that impacts the lives of our population.
Keywords: sars-cov2, covid-19, intolerance, exercise, systemic
Artículo recibido 12 abril 2025
Aceptado para publicación: 15 mayo 2025
pág. 5533
INTRODUCCIÓN
La infección pandémica por el virus SARS-CoV2 causante de la enfermedad de coronavirus (COVID-
19) ha sido un reto titánico para la medicina del mundo al enfrentarse a una nueva enfermedad en la
humanidad que ha afectado todos los sectores a nivel mundial, salud, economía, política, etcétera,
siendo el sector salud el principal responsable para combatir el problema en coordinación con las
autoridades de los países del mundo (Reyes et al 2021, Woods 2021).
La enfermedad COVID-19 ha puesto al mundo a límite en la cual la población experimentó cambios en
la forma de vida se ha aconsejado que la población se involucre en programas integrales con actividades
cognitivas y ejercicios de estimulación mental para preservar la funcionalidad del cerebro tras una
enfermedad, debido a que las consecuencias pueden ser variadas (León 2020, Rodríguez et al 2020).
Humberto Estrada y cols, revisaron un estudio de tipo metaanálisis de seguimiento de pacientes por 77
días posterior a que hayan padecido COVID-19, el cual produce síntomas neuropsiquiátricos como
alteraciones del sueño (24.4%), fatiga (24.4%), deterioro cognitivo (20.2%), ansiedad (19.1%) y estrés
postraumático (15.7%) (Estrada et al 2022).
Dentro de las estructuras afectadas posterior a la recuperación de la enfermedad Covid-19 es el sistema
nervioso central (SNC), pulmones, hígado, intestino, piel y daño ocular entre otros, de acuerdo con
Wang D y cols se encontró que la presencia de complicaciones pulmonares posteriores a la enfermedad
fue del 81.7% y estuvo en relación directa con el sexo masculino (Balsa et al 2022, Wang et al 2020,
Estrada E 2020).
La infección por SARS-CoV2, como algunos otros virus, en ocasiones provoca síntomas persistentes y
se conoce como COVID-19 prolongado, con características típicas de la Encefalomielitis Miálgica /
Síndrome de Fatiga Crónica (EM/SFC), con una duración de 4 a 6 semanas posterior a la Infección
aguda (Wong 2021).
El SFC el cual se describió en 1988, y que en 2015 cambió al de Enfermedad por Intolerancia al
Esfuerzo Sistémico (EIES), antes llamada Encefalomielitis miálgica (EM), se ha asociado a la
enfermedad de COVID-19, esta presenta un componente neurobiológico posterior a una infección viral,
afectando la vida de las personas en la parte física y también la mental habiendo similitud
sintomatológica, sin embargo, para el diagnóstico de la EM el tiempo de evolución se da en poco tiempo
pág. 5534
a diferencia de la EIES la cual tiene un inicio posterior a 6 meses de la infección viral (Só-Almirall et
al 2021, Chang-Gue 2019).
En la actualidad no se sabe si los síntomas persistentes se deban directamente al COVID- 19 o estén
relacionados al efecto emocional que produce la pandemia. La Organización Mundial de la Salud
(OMS) propone el término post-COVID-19 refiriéndose a los síntomas que no sean secundarios al
tratamiento, como interferir con las actividades del individuo en casa y el trabajo posterior a 3 semanas
una vez recuperado aún hayan sido tratados en domicilio u hospital, además de presentar síntomas
asociados como incapacidad de concentración, alteraciones de la memoria, cefaleas, trastorno del sueño
entre otras (Morga et al 2019, Nieto et al 2022).
En la literatura son pocos los estudios sobre fatiga crónica, Cubillo et al publicó sobre Fatiga Crónica
mencionando que en Costa Rica y Centroamérica la prevalencia varía entre 0.007% hasta el 2.8% de la
población adulta y en Inglaterra de 0.05% hasta 0.1% siendo los adolescentes los más afectados (Cubillo
2020), pero ninguno sobre la enfermedad de EIES en población mexicana, Velasco y colaboradores en
2017 estudiaron a población general de la Ciudad de México con el fin de validar la Escala de Gravedad
de Fatiga (EFC) en población Mexicana además de tener un punto de corte para la prueba de manera
unidimensional desarrollada por Krupp en 1989 con 9 reactivos y 7 opciones de respuesta, por lo que
se aplicó a 180 habitantes de la Ciudad de México para su validación, obteniéndose una versión de 6
reactivos contestados, concluyendo una adecuada confiabilidad de la prueba con un Alpha de Cronbach
de 0.91 (Velasco et al 2017).
Se han detectado a personas, que padecieron COVID-19, con sintomatología sugestiva, por tanto, el
interés en reconocer los síntomas recurrentes de la EIES los cuales condiciona limitaciones funcionales
que se presentan en pocos meses impactando el entorno familiar, social y laboral de la población
ocasionando un retorno tardío a sus actividades cotidianas. En México y sobre todo en la Unidad Médico
Familiar sede son limitados los estudios hechos a pacientes que presentaron la EIES sin haber reportado
la prevalencia con que se presenta en nuestra población, por esta razón surgió el interés en el tema.
METODOLOGÍA
Se realizó un estudio transversal analítico en la UMF No. 03 del IMSS CDMX. De un universo de 4167
derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se estudió una muestra de 352
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pacientes entre 18 y 59 años que padecieron Covid-19 6 meses antes de participar en el estudio. Se
aplicó una encuesta preguntando lo siguiente: Genero, edad, cefalea, fiebre mayor a 38 grados, tos
dificultad respiratoria dolor de garganta, dolor muscular, articular de pecho, rinorrea, escalofrió, ojos
rojos, respiración aumentada perdida del olfato o del gusto (Covid-19 Agudo), disminución de su
capacidad para mantener su actividad diaria, malestar después de hacer su actividad física, después de
hacer actividades mentales, cansancio extremo al despertar, insomnio o cansancio al estar parado en
poco tiempo, considerando como EIES posterior a 6 meses posterior a la recuperación de Covid-19.
Los pacientes aceptaron participar de forma voluntaria, con el correcto llenado de la carta de
consentimiento informado y el aval del comité de ética con número de registro R-2023-3509-005. Se
excluyeron pacientes con limitaciones neuro-psiquiátricas para llevar a cabo el estudio, enfermedades
reumatológicas, cardiorrespiratorias y en tratamiento farmacológico que influyeran sobre el sistema
nervioso central (sedantes, hipnóticos, ansiolíticos, etc.), finalmente se eliminaron pacientes que
desearon retirarse del estudio. Se utilizó una fórmula para población finita con valor de p=0.05, la cual
dio un total de 352 pacientes que fueron elegidos a través de un muestreo no probabilístico por
conveniencia. Para el análisis se utilizó el paquete estadístico SPSS, se llevó a cabo un análisis
univariado, los datos obtenidos se expresaron en promedios y desviación estándar, así como medianas
y cuartiles para las variables cuantitativas y cualitativas respectivamente. El contraste de las diferencias
se realizó con pruebas de diferencia de promedios (t de Student) previa prueba de normalidad (sesgo y
curtosis), si las variables siguieron una distribución libre se utilizó una U de Mann-Whitney, con un
valor de significancia de ≤ 0.05.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
De los 352 pacientes estudiados de acuerdo al sexo se encontraron 157 (44.6%) hombres con edad
promedio de 38.20±12.20, de las 195 (55.4%) mujeres tuvieron edad promedio de 40.77±12.79 (Tabla
I).
Por otro lado, los pacientes refirieron algunos ntomas de COVID-19 agudo relacionados con la
enfermedad de Intolerancia al Esfuerzo Sistémico como dolor articular presentado en 111 (31.53%)
pacientes (p= 0.001) en relación con el dolor muscular 77 (21.87%) pacientes (p= 0.04) (Tabla II).
pág. 5536
Respecto a los síntomas de la EIES el malestar posterior a la actividad mental presenta un porcentaje
similar en ambos sexos con 0.4% de diferencia más en mujeres, el cansancio extremo al despertar y/o
insomnio y al estar parado en poco tiempo predominó en hombres con el 74.5% y el 84.7%
respectivamente y el resto de los síntomas predominaron más en mujeres con excepción de los ya
mencionados (Gráfica I).
La EIES se presentó de forma leve en 201 pacientes (57.1%) y moderada en 151 pacientes (42.3%) en
todo el grupo, siendo mujeres las más afectadas (p=0.04) presentando 103 (52.8%) y 92 (47.1%)
respectivamente. (Gráfica II).
La literatura que existente sobre la prevalencia de EIES es limitada, Cubillo B discute en su artículo la
prevalencia de esta condición en la población general adulta entre 0.007% y el 2.8% y del 0.006 al 3%,
identificando una afectación predominante en individuos de 40 a 50 años, mujeres 4 veces más que el
hombres (Cubillo 2013). Se estima que la fatiga como síntoma afecta entre el 5% y el 20% de los
pacientes en atención primaria, con una prevalencia de la EIES que oscila entre el 0.002% y el 0.04%,
comparativamente investigaciones realizadas en Estados Unidos e Inglaterra reportan una prevalencia
que varía del 0.006% al 2.5% en contraste, en Japón, la prevalencia se estima en un 1.5%. Estos datos
provienen de estudios en población general, donde se observa que las edades más afectadas fluctúan
entre los 20 y 40 años, con una mayor incidencia en mujeres que en hombres, en una proporción de 3:1
(Arruti et al 2009, Ruiz et al 2011). En el año 2016, la Secretaría de Salud de México difundió a través
de su portal oficial datos sobre la frecuencia del EM/SFC/EIES, señalando que afecta
predominantemente a hombres entre 25 y 60 años. Se estimó que aproximadamente 7 de cada 100,000
individuos a nivel mundial padecen esta condición. Estos datos contrastan parcialmente con los
resultados de nuestro estudio, que no distingue en función de la somatometría de los pacientes, ni
tampoco en cuanto a las características específicas y etiología de la EIES (Prensa 2016). En nuestro
estudio, el SFC/EIES se presentó de forma leve en 201 pacientes (57.1%) y moderada en 151 pacientes
(42.3%), siendo 157 (44.6%) hombres con edad promedio de 38.20±12.20 presentando fatiga leve 98
(62.4%), moderada 59 (37.5%), y 195 (55.4%) mujeres con edad promedio de 40.77±12.79, presentaron
fatiga leve 103 (52.8%) y moderada 92 (47.1%) siendo las más afectadas. Estos datos son consistentes
con los observados en nuestro estudio, particularmente en términos de edad y género.
pág. 5537
En relación a los síntomas de COVID-19 presentados en el cuadro agudo la frecuencia del dolor
articular fue el que más se presentó 111 (31.5%) pacientes en relación con el dolor muscular 77 (21.8%,
p= 0.001) en la fatiga leve, el cansancio extremo al despertar y/o insomnio predominó en hombres con
el 74.5%. Estos resultados de nuestro estudio son inferiores a los reportados por Molero GJ en un estudio
sobre pacientes reportados en el RENAVE en España en el cual reportan el 45% de mialgias y más del
50% de artralgias, pero también fueron síntomas frecuentes en pacientes de COVID-19 en adultos en
ambos estudios (Molero et al 2021).
En un estudio italiano tras un seguimiento de 60 días, solo el 12,6% no presentaba ningún síntoma,
mientras que el 33% presentaba uno o dos síntomas, y el 55% tres o más. Entre los síntomas relatados
con mayor frecuencia estaban la fatiga (53%), la disnea (43%), las artralgias (27%) y el dolor torácico
(22%). En cuanto a los síntomas de la EI ES, el malestar posterior a la actividad mental presento un
porcentaje similar en ambos sexos, este dato difiere del estudio de Carfi A y et.al. quien encontró que
el 27% de los pacientes presentaron artralgias (Carfí et al 2020).
La distinción entre COVID prolongado y el SFC/EIES sigue siendo un tema de investigación activa
debido a la similitud en los cuadros clínicos reportados por diversas fuentes. Organizaciones como la
Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC) y la Sociedad Española de Médicos
de Atención Primaria (SEMEGEN) han publicado guías que difieren en sus criterios temporales para la
sintomatología. La CAMFiC sostiene que los síntomas deben exceder las 4 semanas, mientras que la
SEMEGEN extiende este periodo a más de 12 semanas, basándose en una compilación de documentos
sobre COVID-19. Esta discrepancia subraya la diferencia en la historia natural de cada enfermedad y
refuerza la noción de ser entidades distintas. Sin embargo, es crucial no asumir estas declaraciones
como definitivas, ya que mientras persista la controversia en la definición de estas entidades, los
criterios finales para el diagnóstico no se podrán establecer con certeza (Espinosa et al 2022).
En su revisión de la literatura Pérez destaca aspectos clave del SFC y el COVID prolongado. Se
reconoce que, aunque el origen de estas condiciones sigue siendo un misterio, la hipótesis de una
etiología autoinmune gana fuerza, especialmente al considerar la mayor incidencia en mujeres. Los
estudios analizados revelan una diferencia significativa en la prevalencia entre géneros, con un 73.9%
en mujeres frente a un 51.5% en hombres, con un valor de p<0.05, además, se identificaron síntomas
pág. 5538
crónicos comunes a ambas entidades. Aunque la prevalencia conjunta del SFC y COVID-19 no está
claramente establecida, se observa que hasta el 27% de los pacientes podrían experimentar síntomas
crónicos tras la infección por SARS-CoV-2, lo que concuerda con los hallazgos de nuestro estudio
(Pérez 2021).
En la Universidad de Sunway, Subanj Jaya, Malasia, Jie Yong S llevó a cabo una revisión bibliográfica
en la base de datos de PubMed utilizando algoritmos. Esta revisión destaca las lagunas de conocimiento
existentes en relación con el COVID-19 prolongado y la sintomatología que comparte con el SFC,
subrayando la inconsistencia de los datos disponibles. Se observó que tanto el COVID-19 prolongado
como el SFC/EM (EIES) se presentan predominantemente en mujeres, sugiriendo que el género
femenino podría considerarse un factor de riesgo. Además, se reportó que los síntomas pueden persistir
hasta seis meses después del inicio de la infección aguda, proporcionando una base sólida para la
diferenciación de estas patologías ya que la EIES se establece posterior a 6 meses de la recuperación de
la infección aguda (Jie Yong 2021).
López en su publicación menciona la dificultad del diagnóstico de SFC al presentar sintomatología
asociada a otras entidades reumatológicas y neurológicas principalmente por lo que recomienda los
criterios de internacionales de Fakuda para el diagnóstico (López 2020), a diferencia de nuestro estudio
el cual se realizó con la Escala de Gravedad de Fatiga para población mexicana la cual es fácil de
aplicar. A pesar de las debilidades que pueda tener nuestro estudio creemos que invita a los
investigadores a seguir esta línea de investigación para conocer el impacto en la vida de aquellos
pacientes que padecen EIES.
TABLAS Y GRÁFICAS.
Tabla I. Características socio-demográficas de los pacientes estudiados
Característica
Masculino
F (%)
Femenino
F (%)
Genero
157(44.6)
195(55.4)
Variable Numérica
Media y DE
Media y DE
Edad
38.20 ±12.20
40.77±12.79
Fuente: Hoja de recolección de datos.
pág. 5539
Tabla II: Síntomas de Covid-19 relacionados con la intensidad de la fatiga
Variables COVID-19
Fatiga
Leve
Fatiga
Moderada
Fatiga
Grave
Valor de P
Dificultad Respiratoria
175
129
0
0.3
Dolor Muscular
77
44
0
0.04
Dolor Articular
111
58
0
0.001
Fuente: Hoja de recolección de datos
Gráfico I
Fuente: Hoja de recolección de datos.
Síntomas de la Enfermedad de Intolerancia al Esfuerzo Sistémico expresados en porcentajes.
Disminución de la capacidad de mantener su actividad diaria (DCMAD); Malestar después de hacer
actividad física (MDAF); Malestar después de hacer actividad mental (MDAM); Cansancio extremo al
despertar y/o Insomnio (CEDI); Cansancio al estar parado en poco tiempo (CEPPT).
Gráfica II
Fuente: Hoja de recolección de datos.
0,0%
20,0%
40,0%
60,0%
80,0%
100,0%
DCMAD MDAF MDAM CEDI CEPPT
Síntomas de Enfermedad de Intolerancia al
Esfuerzo Sistémico
HOMBRES MUJERES
10,0%
15,0%
20,0%
25,0%
30,0%
LEVE MODERADA GRAVE
Gravedad de Fatiga por sexo
HOMBRES MUJERES
pág. 5540
Representa la distribución de la intensidad de fatiga crónica que mostraron los pacientes expresados en
porcentajes
CONCLUSIONES
El SFC/EIES se presentó con más prevalencia en mujeres más que en hombres, continúa la confusión
entre el COVID-19 y la EIES para el diagnóstico por la limitada información del tema que impacta en
la vida de nuestra población
El SFC/EIES se presentó con mayor prevalencia en mujeres que en hombres y los síntomas se asocian
al COVID- 19 por lo que persiste la confusión de los criterios de ambas entidades para el diagnóstico
por la limitada información acerca de la entidad que impacta en la vida de nuestra población.
Los síntomas como la discapacidad funcional y alteraciones psicosomáticas, ejercen un impacto
significativo en la vida, planteando la necesidad de realizar estudios para probar dicha condición,
especialmente en individuos en su etapa productiva. Asimismo, es imperativo capacitar al personal
médico en el diagnóstico diferencial para minimizar el daño. El género emerge como un factor de riesgo
relevante, siendo los adultos jóvenes desproporcionadamente los más afectados en comparación con
otras demografías. Los hallazgos actuales sientan las bases para futuras investigaciones en nuestra
población, con el objetivo de desarrollar estrategias preventivas y mejorar el diagnóstico y tratamiento,
lo que a su vez mejorará la vida de las personas en nuestro país.
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