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género a través de normas y valores que otorgan privilegios al género masculino y restringen las
oportunidades de las mujeres y personas no conformes con el binarismo de género.
En el ámbito educativo, las estructuras patriarcales se manifiestan, por ejemplo, en la sobre-
representación masculina en puestos de liderazgo académico, como rectores, decanos y directores,
mientras que las mujeres suelen estar concentradas en roles administrativos o de menor prestigio. Este
fenómeno refuerza la idea de que los hombres están mejor capacitados para ocupar posiciones de poder,
perpetuando la exclusión y la desigualdad (Lagarde, 2021).
Desde una perspectiva legal, estas estructuras se sostienen cuando las normativas no abordan
explícitamente la discriminación de género o no contemplan mecanismos efectivos para garantizar la
equidad. De esta forma, el patriarcado no solo opera en las interacciones sociales, sino que también se
consolida en las políticas y leyes que rigen la convivencia social.
Dinámicas de Poder
Las dinámicas de poder hacen referencia a las relaciones asimétricas entre individuos o grupos dentro
de un contexto específico, donde ciertas personas o colectivos ejercen control, influencia o autoridad
sobre otros. Estas relaciones no solo se configuran a partir de jerarquías institucionales, como en el caso
de docentes y estudiantes, sino también por factores socioculturales, como género, raza, clase o edad.
En las universidades, las dinámicas de poder pueden observarse en las relaciones jerárquicas que
permiten el abuso de autoridad. Por ejemplo, un docente que condiciona el rendimiento académico de
una estudiante a cambio de favores personales o sexuales está utilizando su posición de poder para
vulnerar los derechos de la otra persona. Estas dinámicas, si no son reguladas por normativas
institucionales claras, perpetúan la violencia de género y generan un ambiente hostil para las víctimas
(De Welde & Stepnick, 2015).
Desde el punto de vista jurídico, abordar las dinámicas de poder implica analizar si las normativas y
protocolos existentes contemplan estas relaciones asimétricas y si brindan garantías suficientes para
proteger a las víctimas y sancionar a los agresores de manera efectiva.
Estereotipos de Género y Micromachismos
Los estereotipos de género son creencias y expectativas sociales preconcebidas sobre cómo deben
comportarse, actuar o participar hombres y mujeres en la sociedad. Estos estereotipos asignan