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En conjunto, los resultados de esta investigación refuerzan la necesidad de implementar un enfoque
ecológico integral, tal como lo propone Bronfenbrenner, donde la protección de la infancia no dependa
exclusivamente de la familia, sino también del entorno comunitario, institucional y político. La
prevención del abuso sexual infantil debe abordarse desde múltiples niveles: mediante la formación de
cuidadores, la educación emocional de los niños, la implementación de programas escolares de
prevención, y el fortalecimiento de las políticas públicas con enfoque de derechos.
CONCLUSIONES
El abuso sexual infantil en niños menores de 10 años en Chetumal representa una problemática
compleja, multicausal y profundamente arraigada en contextos familiares, comunitarios y estructurales
donde predominan la negligencia, la violencia y la ausencia de protección efectiva. Los resultados
obtenidos en esta investigación revelan que los factores de riesgo más señalados por los participantes
fueron la falta de supervisión parental, la violencia intrafamiliar, el acceso libre a tecnologías digitales,
la pobreza, el desconocimiento de los derechos infantiles y la insuficiencia de las políticas públicas.
Estos hallazgos refuerzan la urgencia de diseñar estrategias de intervención intersectoriales que integren
la formación de cuidadores, la educación preventiva en entornos escolares y comunitarios, así como la
creación de marcos institucionales más eficaces para la protección de la infancia. En este sentido, el
modelo ecológico de Bronfenbrenner proporciona una base teórica sólida para comprender la
interacción entre los diversos sistemas que influyen en la vulnerabilidad o protección de los menores.
Asimismo, es fundamental que las políticas públicas en Chetumal y en otras regiones del país transiten
de un enfoque reactivo hacia uno preventivo, basado en la educación, el empoderamiento infantil y el
fortalecimiento de las redes comunitarias de apoyo. La niñez requiere de un entorno seguro, informado
y comprometido, donde su integridad física, emocional y sexual esté garantizada por la
corresponsabilidad de todos los actores sociales.
Finalmente, se recomienda continuar con investigaciones que amplíen el tamaño muestral y profundicen
en metodologías mixtas que incorporen también las voces de las infancias, con el objetivo de generar
conocimiento más integral y transformador para la protección de los derechos de niñas y niños en
México.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS