pág. 4305
LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA Y EL DESARROLLO
SOCIOEMOCIONAL EN LA EDUCACIÓN INICIAL
MEDIANTE LA NEUROCIENCIA Y
NEUROEDUCACIÓN BASADO EN EL
FUNCIONAMIENTO CEREBRAL PARA OPTIMIZAR UN
APRENDIZAJE TEMPRANO.
EARLY STIMULATION AND SOCIOEMOTIONAL
DEVELOPMENT IN EARLY CHILDHOOD EDUCATION
THROUGH NEUROSCIENCE AND NEUROEDUCATION BASED
ON BRAIN FUNCTION TO OPTIMIZE EARLY LEARNING.
Maholy Antonella García Lascano
Investigador Independiente, Ecuador
Clara Marlene Bowen Morán
Unidad Educativa Fiscal Luis Felipe Chávez, Ecuador
Ana Ritha Véliz Paz
Unidad Educativa Fiscal Luis Felipe Chávez, Ecuador
Alisson Stephanie Pico Vargas
Investigador Independiente, Ecuador
Michelle Stephany López Flores
Investigador Independiente, Ecuador
pág. 4306
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i4.19068
La Estimulación Temprana y el Desarrollo Socioemocional en la Educación
Inicial mediante la Neurociencia y Neuroeducación basado en el
Funcionamiento Cerebral para Optimizar un Aprendizaje Temprano.
Maholy Antonella García Lascano1
garcia.lascano.maholy@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-5757-0085
Investigador Independiente
Ecuador
Clara Marlene Bowen Morán
clara.bowen@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0007-4154-9285
Unidad Educativa Fiscal Luis Felipe Chávez
Ecuador
Ana Ritha Véliz Paz
ana.veliz@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0004-2948-9070
Unidad Educativa Fiscal Luis Felipe Chávez
Ecuador
Alisson Stephanie Pico Vargas
alissonpicovargas52@gmail.com
https://orcid.org/0009-0003-1982-5897
Investigador Independiente
Ecuador
Michelle Stephany López Flores
michellelopezflores.300@gmail.com
https://orcid.org/0009-0005-3658-2908
Investigador Independiente
Ecuador
RESUMEN
La finalidad de este artículo es evidenciar la estimulación temprana para el desarrollo cognitivo y
socioemocional, basado en la neurociencia y neuroeducación, considerando como una herramienta
metodológica para la educación en la niñez en los inicios de vida. A través del entendimiento sobre el
desarrollo y la adaptabilidad del cerebro, se evidencia la necesidad de implementar tácticas que ayuden
a optimizar el aprendizaje infantil, involucrando a docentes y a padres, y así promover habilidades
cognitivas, emocionales y sociales en los pequeños. Con el objetivo de analizar los entornos educativos
que mejor favorecen el aprendizaje y el bienestar infantil, aprovechando al máximo el potencial cerebral
en sus primeros años. Esta investigación se llevó a cabo siguiendo una metodología de revisión de
literatura científica, enfocándose en el análisis de documentos a través de artículos previamente
publicados sobre el tema. Además, se resalta que el juego juega un papel fundamental en la vida de los
chicos, puesto que les permite aprender y desarrollar lazos con su entorno, ayudándoles a hacerse
responsables y a solucionar problemas apropiados a su desarrollo, lo que simplifica su proceso de toma
de decisiones. Los resultados muestran que, a pesar de la aplicación de enfoques como el juego, la
estimulación sensorial y la enseñanza de habilidades emocionales por parte de los educadores, se
encuentran con ciertas restricciones debido a la falta de recursos tecnológicos. A pesar de estos
obstáculos, se destaca la dedicación de los educadores por asegurar procesos de enseñanza adecuados,
que incluso buscan soluciones propias, para fomentar la participación familiar, promoviendo una
educación equitativa y personalizada.
Palabras claves: estimulación temprana, desarrollo socioemocional, educación inicial, neuroeducación
y neurociencia, desarrollo del cerebro infantil
Autor principal
Correspondencia: garcia.lascano.maholy@gmail.com
pág. 4307
Early Stimulation and Socioemotional Development in Early Childhood
Education through Neuroscience and Neuroeducation based on Brain
Function to Optimize Early Learning
ABSTRACT
The purpose of this article is to highlight early stimulation for cognitive and socioemotional
development, based on neuroscience and neuroeducation, considering it as a methodological tool for
early childhood education. Through an understanding of brain development and adaptability, the need
to implement tactics that help optimize children's learning, involving teachers and parents, and thus
promote cognitive, emotional, and social skills in children, is evident. The objective is to analyze the
educational environments that best support children's learning and well-being, maximizing brain
potential in their early years. This research was conducted following a scientific literature review
methodology, focusing on document analysis through previously published articles on the topic.
Furthermore, it is highlighted that play plays a fundamental role in children's lives, allowing them to
learn and develop bonds with their environment, helping them take responsibility and solve problems
appropriate to their development, which simplifies their decision-making process. The results show that,
despite educators' use of approaches such as play, sensory stimulation, and emotional skills training,
they encounter certain restrictions due to a lack of technological resources. Despite these obstacles,
educators' dedication to ensuring appropriate teaching processes is notable, even seeking their own
solutions to encourage family engagement and promote equitable and personalized education.
Keywords: early stimulation, socio-emotional development, early childhood education, neuroeducation
and neuroscience
Artículo recibido 17 julio 2025
Aceptado para publicación: 22 agosto 2025
pág. 4308
INTRODUCCN
Recientemente, la neuroeducación ha surgido como un campo de estudio que aplica los principios de la
neurociencia, la psicología y la educación al ámbito educativo para mejorar los métodos de enseñanza.
Esta fusión de conocimientos ha generado un creciente interés en la comunidad educativa, especialmente
en la etapa de Educación Inicial, donde el cerebro está en un momento crucial y receptivo. Comprender
el funcionamiento del cerebro infantil y su respuesta a los estímulos educativos se ha vuelto esencial
para crear prácticas educativas que sean más eficaces, relevantes y adecuadas al desarrollo integral de
los pequeños.
El sector educativo en la infancia temprana aún se enfrenta a varios obstáculos en cuanto a la calidad de
la enseñanza y las metodologías. A pesar de que muchas instituciones han implementado diversos
programas para fomentar el desarrollo cognitivo, todavía persisten limitaciones en la comprensión y en
los métodos para promover el desarrollo socioemocional en los infantes. Los estudiantes que poseen
habilidades sociales y emocionales sólidas normalmente exhiben un mejor rendimiento académico y
relaciones interpersonales más sanas. Por ello, es fundamental crear estrategias que potencien los
aspectos de la formación social en la infancia temprana, preparándolos para abordar futuros desafíos
sociales y emocionales.
La fase inicial constituye un momento crucial lleno de posibilidades para el crecimiento del intelecto,
las emociones y las relaciones sociales del individuo. Los primeros años de vida, con sus experiencias,
son decisivos para la formación de las estructuras cerebrales que permitirán los aprendizajes posteriores.
Dentro de este marco, la neuroeducación sugiere métodos educativos que se enfoquen en honrar los
ritmos naturales del aprendizaje, la adopción de técnicas activas, la creación de espacios seguros y
afectivos, así como la adecuada estimulación de habilidades y pensamiento. Desde esta óptica, se
subraya la relevancia de poner en práctica enfoques que no solo atiendan a los contenidos del currículo,
sino que también se consideren el bienestar emocional.
En la opinión de (JohnBull & Hardiman, 2024), indica que existen investigaciones recientes, que han
demostrado progresos importantes en la comprensión de los mecanismos cerebrales que respaldan el
aprendizaje, indicando que la participación emocional, los juegos de roles y la actividad física son
elementos claves para la asimilación de conocimientos en los primeros años de vida. Los educadores
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que implementan principios de neuroeducación en sus clases observarán avances en la concentración,
la retención de información y el control emocional de los niños. no obstante, a pesar de estos resultados,
continúan existiendo deficiencias en las capacitaciones de los docentes en neuroeducación y una escasa
aplicación estructurada de sus conceptos en situaciones reales de aula, lo cual obstaculiza que su
capacidad transformadora se traduzca de forma efectiva en la rutina diaria (Thompson & Carlson,
2022).
De acuerdo con (Herrera Gallegos, Franco Pico, Mendoza Macías, & Garzón Plúas, 2025) manifiestan
la existencia de niños que enfrentan retos al manejar sus emociones, tales como la ira, la alegría o el
descontento. Esto a menudo influye en su relación con sus compañeros y en su participación efectiva en
actividades grupales. La integración de tecnologías en el ámbito educativo se muestra como una
estrategia eficaz para mejorar el aprendizaje, el interés y la disposición de los alumnos, facilitando la
organización del contenido y la interacción con exuberante información. Esta realidad resalta la
necesidad de realizar más estudios sobre la educación en la infancia temprana, particularmente a través
del enfoque neurológico, para optimizar el desarrollo cognitivo en las etapas iniciales del proceso
educativo.
Actualmente, la neurociencia ha demostrado que el desarrollo cerebral es continuo, pero existen
períodos críticos donde los estímulos externos moldean la estructura neuronal. Estos instantes críticos
son particularmente significativos durante la infancia. En el campo de la educación, se han creado nexos
entre disciplinas que, aunque puedan parecer desconectadas, relacionan el entendimiento de cómo la
mente y el cerebro apoyan la enseñanza y el aprendizaje.
Se dice que la niñez representa una etapa esencial para el crecimiento y desarrollo completo del ser
humano, por lo que durante este ciclo el cerebro se encuentra en su punto máximo de adaptabilidad y
aprendizaje. Las vivencias iniciales no solo moldean la estructura cerebral, sino que además tienen un
impacto importante en el desarrollo emocional, social y cognitivo.
De acuerdo con Piaget, esta fase del progreso cognitivo se denomina como la etapa preoperacional, que
abarca desde los dos hasta los cinco años de edad. En este tiempo, los pequeños logran hitos importantes,
tales como comprender que ciertos objetos o símbolos pueden simbolizar a otros, así como la capacidad
de planificar acciones antes de ejecutarlas. Este proceso de internalización del pensamiento ayuda a
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corregir su relación con el entorno y favorecer a un avance formidable en su inteligencia, convirtiendo
que su aprendizaje sea altamente fructuoso.
Como dice (Bodero, 2017), esta fase se distingue por un evidente crecimiento físico y un considerable
avance en la percepción y los sentidos. Es fundamental para el surgimiento de habilidades
socioemocionales y cognitivas, así como para la evolución del lenguaje y variadas formas de
comunicación, como cantar, bailar, moverse, llorar, pintar y explorar, que son indispensables en la vida
humana. A través de técnicas basadas en evidencia, como el juego organizado, la estimulación sensorial
y la enseñanza centrada en las emociones, se puede cultivar un aprendizaje que aproveche este potencial
en la educación temprana.
Por tal motivo para (Barrios & Gutiérrez , 2020) indican que cuando los alumnos perciben un entorno
de seguridad y respaldo, muestran una mayor disposición para aprender. Por ende, es crucial establecer
un contexto educativo que aprecie el aprendizaje intelectual para alcanzar un éxito académico. Los
factores como la falta de recursos, una alta cantidad de estudiantes por clase y currículos rígidos
dificultan la adecuada adaptación a las necesidades particulares de los niños.
La escasez de políticas que promuevan el aprendizaje, hace que se vea reflejado la inexistencia de un
marco normativo que impulse la aplicación en la enseñanza preescolar. Sin embargo, varias
investigaciones indican que en los años recientes ha aumentado el interés por este tema, numerosas
iniciativas tanto del gobierno como académicas son todavía incipientes o carecen de orden. Se traduce
en una aplicación deficiente de los planes educativos, que podrían ser optimizados con los
conocimientos neurocientíficos y evitar que sea afectado de forma contundente en la niñez temprana
concierne verdaderamente con la educación preescolar y el apoyo perenne de los papás y pedagogos,
que son esenciales para la neuroplasticidad y el progreso cognoscitivo en la formación y maduración del
cerebro (Cobos, 2022).
La estimulación temprana, se considera un programa destinado a potenciar las destrezas cognitivas,
entusiastas, lingüísticas y motoras de niños entre 0 y 5 años. Estas son actividades clave que se apoyan
en los principios de la neurociencia y neuroeducación para optimizar el aprendizaje en el ámbito
psicológico, pediátrico y en la educación en general. La familia juega un papel crucial, especialmente
en lo que respecta a los aspectos emocionales y sociales. Para facilitar esta conexión, es fundamental
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reconocer que el proceso es multidisciplinario y abarca conocimientos técnicos, educativos y
económicos; los cuales fomenten el desarrollo mental y refuercen las habilidades y competencias
lingüísticas de los niños. La estimulación no se limita a niños sin afecciones, también se utiliza para
mejorar significativamente las capacidades psicomotrices en aquellos que requieren educación especial,
ya sea debido a discapacidades o problemas de audición y visión (Escamilla, Pineda, Rocío, & García,
2023).
Por su parte para (Barreno & Macías, 2015) indica que la estimulación tiene como objetivo promover
el talento natural que poseen los niños para aprender de manera sencilla, considerando los momentos
sensibles, lingüísticos y cognitivos. Logrando inducir el progreso psicomotriz de los infantes,
proporcionar un avance cognitivo a través de actividades encaminadas al aprendizaje. En este contexto,
la intervención en la niñez es una de las estrategias utilizadas para potenciar su capacidad intelectual.
Por lo tanto, el término más adecuado que debería usarse en el proceso de intervención temprana es la
motivación, por lo que, a través de esta, los niños aprenden y desarrollan seguridad y confianza.
El objetivo principal de la investigación es analizar cómo la estimulación temprana, desde una
perspectiva neurocientífica y neuroeducativa, puede influir positivamente en el desarrollo
socioemocional de los niños en la educación inicial, con el fin de optimizar su aprendizaje, y entender
cómo el funcionamiento cerebral se relaciona con este proceso y cómo se pueden aplicar estos
conocimientos para diseñar intervenciones educativas más efectivas. Por lo que busca potenciar las
capacidades cognitivas, socioafectivas, lingüísticas y psicomotrices de los niños en sus primeros años,
a través de estrategias que se alineen con el desarrollo cerebral. Esto implica no solo estimular
habilidades, sino también prevenir o compensar posibles déficits en el neurodesarrollo, contribuyendo
a un desarrollo integral y un aprendizaje más eficaz.
La importancia de este tema investigativo, reside en que el desarrollo infantil, son términos que se
utilizan para poder describir varias estrategias y actividades basadas en potencializar el desarrollo
exhaustivo de los infantes, esto se da mediante de los avances científicos relacionado a la neurociencia
y neuroeducación, facilitando el progreso socioemocional y el aprendizaje en la niñez, la plasticidad
cerebral, estimula el crecimiento cognitivo, y relacional-afectivo.
pág. 4312
Según (Diamond & Ling, 2016), los descubrimientos neurocientíficos señalan que la gestación y la
infancia son periodos decisivos para la construcción del desarrollo humano, que avanza paso a paso,
donde nuevas habilidades adquiridas se construyen sobre habilidades solidificadas, pudiendo identificar
con mayor facilidad las dificultades que un alumno tiene al estudiar y asimilar conceptos, permitiendo
tomar medidas adecuadas para minimizar y evitar estos obstáculos, proponiendo contextos educativos
que promuevan la estimulación de la atención, la memoria y la motivación, en cada uno de los alumnos.
La relevancia de esta investigación es esencial porque facilita herramientas y conocimientos
significativos para elevar la calidad de la educación temprana, fomentando un crecimiento integral y
mejorando el proceso de aprendizaje de los infantes desde sus primeros inicios de vida. Al comprender
cómo funciona el cerebro y cómo aprende, se pueden diseñar estrategias pedagógicas positivas que
favorezcan el desarrollo general del niño, incluyendo cada una de las habilidades con las que cuenta. Por
lo tanto, se deben contar con métodos que fortifiquen las competencias socioemocionales en los
pequeños, destacando la importancia de la estimulación temprana y el desarrollo socioemocional.
Consecuentemente, los avances tecnológicos que ha hecho posible el uso de herramientas brinden la
oportunidad de crear intervenciones que se adapten a las necesidades neurobiológicas de los niños en
edad preescolar, lo que hace que los entornos de aprendizaje sean más efectivos. (Iraola Real & Iraola
Real , 2021). Además, el entorno sociocultural en el que crecen los niños es fundamental para la
formación de sus conexiones neuronales. Desde esta perspectiva, la labor del educador se extiende más
allá de la instrucción tradicional, asumiendo las funciones de mentor, mediador y creador de ambientes
propicios para el crecimiento integral del niño. Por lo tanto, es crucial que los programas de educación
para niños incluyan no sólo materias académicas, sino también actividades que apoyen la
autorregulación emocional, la empatía y la interacción social (Gargiulo & Mesones Arroyo, 2017).
En definitiva, es importante señalar que la neuroeducación no busca reemplazar la enseñanza clásica,
sino complementarla con una base científica que respalde elecciones más informadas sobre las
metodologías de enseñanza y aprendizaje. La meta final es fomentar una educación que sea más justa,
integradora y efectiva, tomando en cuenta el crecimiento natural del cerebro infantil y potenciando sus
capacidades desde las etapas iniciales de vida. Esto requiere una reconsideración de las estrategias de
enseñanza, las interacciones en clase y los métodos de evaluación, impulsando una transformación
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fundamental, en el cual se pueda adaptar pedagogía a la plasticidad cerebral (Pinheiro, Sato, Soares
Junior, Barreto, & Ambriola Oku, 2024).
La Neuroeducación en la Etapa Infantil.
De acuerdo con (Herrera Calvopiña , y otros, 2025), la neuroeducación constituye un elemento esencial
en la fase de crecimiento cerebral de los pequeños, lo que les permite cultivar pensamientos divergentes
o pensamientos creativos. Algunas investigaciones resaltan que los enfoques pedagógicos
fundamentados en la neurociencia aumentan las oportunidades que favorecen la educación inicial en los
menores. La implementación de la neuroeducación en la enseñanza para niños es sumamente relevante,
dado que la infancia temprana representa un momento crucial en el avance del cerebro y las
competencias socioemocionales de los infantes.
Un enfoque basado en la neurociencia proporciona una comprensión más detallada sobre el crecimiento
del cerebro de los bebés y cómo la experiencia de aprendizaje puede influir en su desarrollo cerebral.
Empleando métodos diseñados para potenciar el crecimiento del cerebro, tales como la atención plena,
la conexión emocional y la autorregulación, los programas de neuroeducación pueden ofrecer a los niños
las herramientas necesarias para gestionar sus emociones, comunicarse eficazmente y relacionarse con
sus pares. Este método no solo aporta beneficios temporales para mejorar las capacidades sociales y
emocionales, sino que también establece una base sólida para un desarrollo posterior en entornos
académicos.
De acuerdo con (Blanco Galán, 2019), el crecimiento cognitivo es la manera en la que los individuos
obtienen saberes desde que son pequeños, gracias a la educación y la experiencia. Este crecimiento surge
de la necesidad inherente de conectar y formar parte de la comunidad, y está ligado a la habilidad natural
para adaptarse y unirse. Las funciones cognitivas, se refieren a las habilidades mentales complejas que
permiten a los humanos procesar información, razonar y adaptarse al entorno, durante a lo largo de su
etapa infantil.
El autor más reconocido en este contorno es Piaget, aunque las aportaciones de Tolman, Gestalt y
Bandura también tienen un papel relevante. Todos ellos coinciden en que cada persona tiene un proceso
de pensamiento, capacitado en resolver y reconocer diversas formas ante un mismo estímulo. Piaget
clasifica el desarrollo cognitivo en cuatro fases:
pág. 4314
Fase sensoriomotriz: Empieza desde el nacimiento hasta los 2 años. El aprendizaje se da
mediante la imitación.
Fase preoperacional: En esta fase, el individuo comienza a tener un pensamiento centrado en
mismo. La creatividad se desarrolla y el lenguaje se convierte en un medio esencial de
expresión personal y se da a partir desde los 2 años hasta los 7 años.
Fase de operaciones concretas: Durante este período, el individuo adquiere la capacidad para
el razonamiento lógico. Su pensamiento se ve restringido por lo que puede ver, tocar y
experimentar y se presenta en la etapa desde los 7 años hasta los 11 años.
Fase de operaciones formales: Desde los 11 hasta los 15 años, comienza en la adolescencia,
se caracteriza por la capacidad de razonar lógicamente sobre ideas abstractas, hipotéticas y
proposicionales, sin necesidad de ejemplos concretos.
Mediante los aportes de (Unir, 2020), el modelo de desarrollo cognitivo propuesto por Piaget ha tenido
una influencia considerable en la educación y continúan ejerciendo su efecto en el aprendizaje dentro
de las escuelas. Es crucial que los docentes comprendan en qué etapa de desarrollo se encuentra cada
infante, su proceso de maduración y cómo se pueden maximizar sus habilidades para apoyarlos en la
superación de barreras, desarrollo de estrategias o aprendizaje resiliente. El avance del lenguaje
representa una de las facetas más significativas del desarrollo cognitivo durante la infancia temprana.
Entre los dos y cinco años, los pequeños comienzan a expandir su léxico y a perfeccionar su capacidad
para crear oraciones más complejas. La estimulación verbal, combinada con la práctica de leer juntos,
promueve un notable desarrollo lingüístico, beneficiando tanto la comprensión como la expresión oral.
De hecho, se ha observado que la lectura en voz alta está vinculada a mejoras en la estructura cerebral
relacionada con las habilidades de procesamiento del lenguaje (Suárez , Gálvez , & Reyes , 2023).
La atención y la memoria de trabajo son esenciales para el desarrollo cognitivo durante los primeros
años de vida. En esta fase, los niños desarrollan sus destrezas para recordar información a plazo breve
y concentrándose en acciones concretas. Estas capacidades les facilitan realizar tareas más complejas,
como seguir indicaciones o resolver problemas sencillos. Los estudios sugieren que los juegos que
requieren de memoria y atención, tales como los rompecabezas y los juegos de cartas, pueden reforzar
pág. 4315
estas habilidades y se asociarán con un rendimiento académico más elevado en el futuro (Castellos,
2019).
La habilidad para resolver problemas es crucial y se va formando en los primeros años de vida. Los
niños pequeños comienzan a experimentar con distintas estrategias para conseguir sus objetivos, como
descubrir cómo encajar una pieza de un rompecabezas. Este proceso involucra tanto la lógica como la
memoria, y se ve influenciado por la interacción con adultos y otros niños. La retroalimentación positiva
y los retos intelectuales adecuados a su edad estimulan el pensamiento crítico, lo cual resulta
fundamental para su desarrollo académico y social en el futuro (Valverde Gutiérrez & Esteve Fajardo,
2023).
(Herrera Occ & Gonzales Soto, 2023) afirma que los juegos son esenciales para el crecimiento mental
durante los primeros años de vida, ya que facilita el aprendizaje autónomo y la investigación del entorno,
diversos análisis han evidenciado que el juego sin restricciones impulsa la originalidad y la
autorregulación, habilidades clave para alcanzar el éxito tanto en la educación como en otras facetas de
la vida.
Citando a (Rosales, Revelo, & Guijarro, 2023), el avance mental en la infancia temprana crea un
aprendizaje continuo y el alcance de metas significativas a lo largo de la trayectoria vital. Los estudios
recientes subrayan la relevancia de un entorno rico en estímulos y lleno de interacciones para potenciar
el desarrollo cerebral. Es imprescindible que maestros y personas a cargo del cuidado de niños
reconozcan el impacto del lenguaje, la memoria, la atención, la resolución de conflictos y el juego en la
formación integral de los infantes, con el fin de fomentar un crecimiento sostenible y crear entornos
propicios que viene siendo crucial para su prosperidad en el futuro.
Fases del periodo cerebral del niño en la educación preescolar.
Esta etapa esrelacionada en el proceso mediante el cual el cerebro va adquiriendo una organización
ya sea simple o compleja, lo cual se transforma en nuevas habilidades funcionales y en un desarrollo
humano positivo. Estos procesos del neurodesarrollo son continuos, empezando desde la concepción y
culminando con la muerte. Las primeras fases son ágiles y activas para la secuencia genética. El cerebro
se estructura en áreas específicas para realizar tareas sensoriales y mentales complejas, abarcando la
percepción de lo social.
pág. 4316
Figura N°1
Fuente: Elaboración propia
Importancia del desarrollo cognoscitivo en la educación inicial
De acuerdo con (Bósquez León, Cachupud Morocho, & Chica Macay, 2024), al hablar de educación
inicial abarca al desarrollo cognitivo de los infantes, por lo que se busca reflejar en ellos la adquisición
de habilidades y conocimientos de manera óptima durante la infancia, donde el cerebro de los niños pasa
por una camino rápido a la plasticidad, permitiendo absorber información y crear conectores neuronales
que les facilite captar información para luego ser transmitida en conocimientos y aprendizajes
significativos. Además, cabe mencionar que estudios recientes dan a conocer que, mediante las
experiencias a temprana edad, incluyen la obtención de una estimulación cognitiva, que facilite los
procesamientos de información desde una recepción de estímulos hasta conseguir la formación de ideas
y la toma de decisiones, donde se llevan a cabo las tareas mentales, por medio de actividades educativas
apropiadas que involucran directamente a los estudiantes.
Esto se da mediante la implementación de ofrecer experiencias educativas que se basen en juegos de
aprendizaje, lo que mejorará evidentemente las capacidades cognitivas de cada estudiante. Por lo tanto,
es fundamental organizar y detallar actividades que ayuden a estimular el pensamiento reflexivo y
analítico desde el inicio de la infancia, fomentando un desarrollo de habilidades complejas. El propósito
de estas habilidades, es que los niños construyan ambientes de aprendizaje que promuevan la indagación,
el razonamiento analítico y la innovación en las actividades diarias.
Aprendizaje y memoria:
En esta etapa se busca
conocer cómo el cerebro
es capaz de procesar,
almacenar y recuperar la
información obtenida en
un determinado tiempo.
Desarrollo cerebral: Se
debe analizar cómo el
cerebro evoluciona desde
la infancia hasta la adultez
y cómo el aprendizaje se
puede ver afectado.
Neuroplasticidad: En
esta fase se da a conocer
cómo el cerebro es capaz
de cambiar y adaptar
respuestas al aprendizaje
con la experiencia.
Emoción y motivación:
Se debe tomar en cuenta
cómo las emociones y la
motivación pueden
generar problemas en el
aprendizaje y cómo el
aprendizaje puede
perjudicar a las emociones
del infante.
Atención y
concentración: Se enfoca
en conocer cómo el
cerebro es capaz de
seleccionar y procesar
información y cómo esta
puede alterar la atención y
concentración.
Funciones ejecutivas:Se
debe investigar de cómo
el cerebro puede
planificar, organizar,
tomar decesiones y
resolver problemas que se
presenten en el diario
vivir.
pág. 4317
La educación infantil no solo promueve el pensamiento, sino también las relaciones interpersonales. Es
por esto que existen varias investigaciones que indagan acerca del tema antemencionado, por lo que
demuestran que los niños que logren adquirir habilidades socioemocionales desde la primera infancia,
tienen más probabilidades de conseguir el éxito en tareas que tenga que ver la parte cognitiva y en el
ambiente escolar.
En palabras de (Olavarría Sánchez, Valencia Medina, Caicedo Cangá, & Ocampo mez, 2024)
argumentan que, para que exista un aprendizaje académico, se debe tomar en cuenta el desarrollo de
habilidades como la autorregulación y la comprensión infantil, consolidando la concentración por parte
de los niños y de cierto modo puedan manejar de forma correcta el estrés que puede ser causado por las
actividades o el entorno en general.
La neuroplasticidad educativa aplicada los procesos de aprendizaje en la primera infancia.
Para (De Souza Martins, Posada Bernal, & Lucio Tavera, 2019)la neuroeducación, está relacionada con
la neurociencia, la psicología y la educación, está revolucionando y llevando a cabo en las prácticas
pedagógicas en la infancia. Existen ciertos estudios que demuestran que la neuroplasticidad es la
capacidad del cerebro para cambiar y reorganizarse, lo que es fundamental para el aprendizaje y la
adaptación en el contexto educativo En este periodo de la neuroeducación se pueden aplicar técnicas
que puedan fomentar el progreso cognitivo, social y emocional de los niños, incorporando prácticas
relacionadas a la evidencia para demostrar el potencial de aprendizaje antes y durante la etapa crucial.
La plasticidad cerebral revela que las conexiones neuronales se pueden reforzar o debilitar en relación
de los estímulos en la que los infantes estén expuestos. Para poder favorecer la formación de nuevas
conexiones sinápticas, es importante enriquecer las experiencias, como la música, el juego y el arte,
contribuyendo de esta manera al desarrollo intelectual. La plasticidad en varios autores como (González
de la Roca, Chocoj González, Guzmán Pérez, Alfaro Méndez, & Ríos Ramírez, 2021), está ligada a la
cabida que tienen los chiquillos en aprender nuevas estrategias o habilidades, para luego lograr adaptarse
a los cambios que se pueden dar en la etapa escolar. A medida que los investigadores en neurociencia
profundizan este proceso, las estrategias educativas pueden ser cambiadas para aprovechar nuevas
oportunidades en la etapa infantil.
pág. 4318
Los niños que se involucran en actividades que promueven la resolución de problemas, la colaboración
y la creatividad tienden a mostrar un desarrollo más avanzado en las áreas intelectuales, referentes con
la lógica analítica y la regulación emocional. Cientos de estudio demuestran que desde el instante que
el docente implementa el juego al momento de impartir una clase, obtendrá como resultado positivo un
desarrollo de habilidades cognitivas, entusiastas y sociales, que accede la aceleración de cada espacio
del cerebro, mediante los juegos no solo aprenden a resolver problemas, sino en adquirir habilidades
esenciales para la autorregulación y control de conducta.
La neuroplasticidad ofrece diferentes perspectivas clave sobre cómo abordar a los escolares para que
puedan mejorar el aprendizaje y la adaptación de cambios existentes al momento de adquirir
conocimiento, por lo que se sugiere que las intervenciones educativas deben ser flexibles y ajustarse a
las habilidades emergentes de los pequeños. Esta estrategia individualizada no solo beneficia el proceso
de aprendizaje, sino que también estimula el bienestar emocional y social, lo que resulta fundamental
para un desarrollo completo durante la infancia temprana (Ramos, 2023).
Tácticas Neuroeducativas implementadas en el salón infantil.
Las tácticas neuroeducativas se dan al momento de realizar una integración multisensorial, en el uso de
juego o en las creaciones de un entorno emocionalmente seguro. Como se ha mencionado en párrafos
anteriores, la implementación de los juegos al momento de impartir una clase a los infantes es una de
las mejores maneras para llegar a ellos y que puedan lograr obtener un aprendizaje significativo, por lo
que les permite asociarse con las diferentes áreas del cerebro y ayuda a mejorar la parte cognitivas. Por
consiguiente, la participación multisensorial facilita el aprendizaje en los infantes a través de los sentidos
corporales, perfeccionando de cierto modo la asimilación y retención de conceptos abstractos, para
proporcionar la compresión profunda de ideas complejas.
El ámbito de la neuroeducación se compone de tres enfoques distintos: el operacional, el socioemocional
y el metodológico. Cada uno de estos enfoques cumple un papel particular enfocado en la enseñanza de
conceptos y en la mejora de la experiencia formativa, abarcando tanto los aspectos intelectuales como
emocionales. Los métodos de acción se centran en la creatividad del educador para presentar el
contenido de forma que se alinee con la curiosidad del alumno y las características del entorno educativo.
Por otro lado, los enfoques socioemocionales promueven la creación de vínculos que refuerzan la
pág. 4319
1. Aprende mediante el juego. 2. Incentivar el trabajo en equipo dentro
del aula.
3. Basado en proceso formativo. 4. Priorizar el proceso formativo en
lugar de la evaluación sumativa.
5. El infante es el contructor de sus
conocimientos.
conexión entre profesores, alumnos y la comunidad, generando así una experiencia de aprendizaje más
involucrada y una educación más dinámica.
Metodología activa en el desarrollo cognitivo y emocional en los infantes.
Estas técnicas pedagógicas permiten que los enfoques de enseñanza convencionales se conviertan en
formas más dinámicas, donde el docente adopta un rol más sencillo, y los estudiantes asuman un papel
central en su proceso educativo. Estas estrategias educativas son recursos que introducen nuevos
procedimientos y métodos, al mismo tiempo fomentan un desarrollo flexible, creativo y centrado en el
estudiante. Esto transforma la visión de la enseñanza, que tradicionalmente se enfocaba en el maestro,
hacia un modelo donde el alumno es considerado un participante activo. Ante la posibilidad de estos
cambios, el docente debe elaborar una planificación adecuada que responda a las necesidades culturales,
fomentar experiencias de aprendizaje significativas y enfoques de actividades que propicien el
aprendizaje basado en problemas con enfoque social.
Características de las metodologías activas.
La implementación de estas técnicas tiene como objetivo promover la independencia del alumno, su
habilidad para crecer, colaborar con sus compañeros, el aprendizaje práctico y dinámico, así como una
educación centrada en la resolución de problemas. En relación con esta metodología, existen
características que son comunes a todos los enfoques activos:
Figura N°2
Fuente: Elaboración propia
pág. 4320
Enfoque neuroeducativo en la enseñanza.
Durante el primer año de vida, la creación de la estructura neural es seguida por una fase de reducción
sináptica en el período posterior al nacimiento, que permite conservar el funcionamiento de las
conexiones neuronales. Recalcando que existe la eliminación neuronal programada genéticamente, pero
también es influenciada por el entorno, cada área del cerebro que sigue una secuencia temporal diferente.
Existen iniciativas en la primera infancia que relacionan grandes formaciones neuronales durante los
primeros tres años con la necesidad de potenciar la capacidad intelectual de los niños, proporcionándoles
todo tipo de estímulos. No obstante, no se ha encontrado evidencia sólida que demuestre que una mayor
estimulación en el cerebro infantil mejore las habilidades cognitivas en años posteriores. En cambio,
esto podría generar estrés perjudicial en ciertas áreas del cerebro, como la corteza frontal que está
completamente desarrollada, es decir, una falta emocional, social o sensorial puede dañar el crecimiento
cerebral del niño. La investigación indica que el desarrollo neurológico más adecuado en la primera
infancia necesita un entorno con estimulación normal, que sea rico en experiencias sensoriales, motoras,
sociales y especialmente que ofrezca un ambiente emocional seguro y cálido.
La implementación de la neuroeducación en las aulas no solo depende de la aceptación de nuevos
enfoques, sino que implica modificaciones en la función del docente para modernizar sus conocimientos
y métodos de enseñanza. La formación constante y el respaldo de las instituciones se revelan como
aspectos fundamentales para sortear los retos que impiden la incorporación de estas estrategias. Los
estudios indican que la formación en neuroeducación no solo enriquece las técnicas educativas, sino que
además favorece el crecimiento profesional y el bienestar general de los educadores.
Evaluación para obtener un aprendizaje significativo donde trabaje la neurociencia y la
neuroeducación.
Como menciona (Cerna Alfaro, 2025), La formación académica está en continuo avance, sobre todo en
un entorno global donde la enseñanza: el proceso de adquisición de conocimientos demanda innovación
que tome en cuenta cómo funciona el cerebro. En este sentido, la neuroeducación se presenta como un
método multidisciplinario que combina la neurociencia, la psicología y la pedagogía para potenciar no
solo el rendimiento escolar, sino también el bienestar emocional y social de los estudiantes. La
implementación de estrategias de neuroeducación en las aulas puede verse obstaculizada por la falta de
pág. 4321
capacitación docente, la escasez de recursos y la dificultad para adaptar los métodos educativos a las
necesidades individuales de los estudiantes. A continuación, se detallará las pautas que se deben tomar
en cuenta el momento de realizar una evaluación innovadora, estratégica y útil para el bienestar de los
infantes en las instituciones educativas.
Tabla N°1
Hacer uso de estrategias en el aula.
Se deben implementar estrategias
neuroeducativas para poder incluir metodologías
destinadas al uso de las funciones cerebrales y de
cierto modo mejorar el proceso de aprendizaje.
Hacer que las actividades sean
multisensoriales a través del juego.
Estimulación de actividades que involucren
varios sentidos, al mismo tiempo que fortalece la
conexión entre neuronas y favoreciendo el
fortalecimiento de la memoria.
Descansos dinámicos y técnicas de regulación
emocional.
Intervalos de actividad y tiempo libre, junto con
la implementación de enfoques como la
gestionada, facilitan el control de la atención y las
emociones, que son componentes clave para un
aprendizaje efectivo.
Atención a las diferencias individuales
Al tener en cuenta las diferencias entre alumnos
y sus estilos de aprendizaje mediante métodos
flexibles, se puede atender a cada estudiante, lo
que a su vez fomenta la inclusión y mejora los
resultados académicos.
Fuente: Elaboración propia
Potenciación del desarrollo cognitivo en la infancia
La estimulación en la fase inicial del crecimiento cerebral infantil ha sido el foco de numerosos análisis
en los últimos años debido a su impacto en el avance cognitivo, emocional y social. En los primeros
años de vida, el cerebro demuestra una plasticidad notable, lo que implica que las experiencias y los
estímulos que recibe son esenciales para su desarrollo y funcionamiento. La búsqueda de información
de (Gallego, 2019) muestra que una estimulación adecuada en esta fase favorece un crecimiento
integral, preparándolos para los retos educativos y sociales que se avecinan, destacando sus efectos en
aspectos como el lenguaje, la motricidad, la interacción social y el rendimiento académico. Los estudios
sugieren que los infantes que son expuestos a estímulos adecuados desde una edad temprana, tales como
juegos educativos, lectura y experiencias sensoriales, desarrollan habilidades cognitivas concretas. Estos
estímulos refuerzan las conexiones neuronales en áreas del cerebro que están asociadas con la atención,
pág. 4322
la memoria y la solución de problemas. A medida que los niños exploran y aprenden de su entorno, se
forman nuevas sinapsis que mejoran su habilidad para aprender y adaptarse a situaciones nuevas (Ramos
Miño, Pincay Cevallos, Llanos González, & Vinueza Villacis, 2019).
Desarrollo motor
Según (Ávila Guaman & Cazarez Valdiviezo, 2024) indica que mediante las actividades físicas
adecuadas como el gateo, andar o interactuar con objetos, se fortalecen tanto las habilidades motoras
gruesas como las detalladas, estas vivencias son fundamentales para fomentar la coordinación, el
equilibrio y la destreza, que son claves para las tareas diarias y académicas. La actividad física y el
pensamiento están estrechamente ligados, y el progreso motor impulsa el avance cognitivo, por lo que
las capacidades físicas permiten a los niños explorar su entorno vivir.
Beneficios socioemocionales
Los infantes que forman parte de actividades de estimulación temprana, tienden a contar con destrezas
socioemocionales que son vitales para fortalecer el ambiente educativo y social. Un ambiente que ofrece
variedad de experiencias sensoriales, oportunidades para la exploración y la interacción social, así como
apoyo emocional, ayuda a construir una base sólida para el bienestar emocional y la confianza en
mismo. (Holguín Llerena & Grasst, 2024).
Rendimiento escolar
En las primeras etapas, la estimulación esencial para que los niños logren un desempeño académico
óptimo. Estudios a largo plazo han revelado que aquellos que reciben la estimulación necesaria en sus
años iniciales tienen más posibilidades de alcanzar el éxito académico en el futuro. Las habilidades
cognitivas, lingüísticas, motoras y socioemocionales que se cultivan a partir de esta estimulación les
facilitan adaptarse al entorno escolar, mejorando su habilidad para seguir instrucciones, que les facilite
concentración en sus tareas diarias y ser empático con sus compañeros de clase. (Bósquez León,
Cachupud Morocho, & Chica Macay, 2024).
Métodos didácticos eficaces para el crecimiento cognitivo
Las metodologías didácticas eficaces deben enfocarse en motivar de manera adecuada las funciones
mentales de los pequeños, como la memoria, la atención y la solución de problemas. En este sentido, la
enseñanza mediante el juego se considera una de las tácticas sumamente importante, al momento en el
pág. 4323
que el niño se encuentre adquiriendo conocimiento por parte de los educadores, por lo cual buscan
conseguir que los pequeños mantengan esa confianza, esa seguridad y oportunidad por aprender de
manera activa y participativa, promoviendo su habilidad para pensar de forma crítica y abordar
problemas de manera eficiente.
Por otra parte, se enfoca en una perspectiva relevante relacionada al aprendizaje en conjunto, que
fomenta la interacción social y el crecimiento del lenguaje, ambos aspectos son cruciales para el
desarrollo cognitivo. La colaboración en grupo permite que los menores se confronten con diversas
visiones, lo cual enriquece su capacidad de razonamiento y asimilación de conceptos nuevos. También
se ha evidenciado que el trabajo conjunto entre compañeros promueve el avance de habilidades
metacognitivas, tales como la autorregulación y la reflexión sobre su proceso de aprendizaje.
Incluso, la estimulación temprana, a través de estrategias lúdicas basadas en la neuroeducación, puede
ser fundamental para el desarrollo socioemocional en la educación inicial. Este enfoque busca fortalecer
las habilidades socioafectivas de los niños mediante actividades que estimulen su cerebro de manera
natural y divertida, promoviendo un aprendizaje significativo y un desarrollo integral.
Beneficios de la Estimulación Temprana en la neurociencia y neuroeducación.
Existen diversos autores con diferente punto de vista acerca de la estimulación temprano en la
neurociencia y neuroeducación que abarcan soluciones para mejorar la parte educativa en los niños, y
jóvenes de la sociedad en la que vivimos. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que una buena educación
y un fututo hacia el éxito depende mucho de la etapa inicial educativa, por lo que es en ese momento en
el que el cerebro capta mayor información y se logra obtener como resultados aprendizajes duraderos
que jamás los niños podrán olvidar y a eso se le conoce como un aprendizaje significativo. Por lo tanto,
a continuación, se detallará varios ítems donde se dará a conocer los beneficios del tema
antemencionado.
pág. 4324
Tabla N°2
Desarrollo cognitivo.
Estimular las funciones cognitivas. Este término engloba el fortalecimiento de la atención, la
memoria, el razonamiento y la capacidad para resolver problemas, que son procesos mentales
esenciales.
Desarrollo motor.
Mejora las habilidades de psicomotricidad.
Desarrollo socioafectivo.
engloba el proceso de enseñar a los niños a reconocer, comprender y manejar sus emociones, así como
a desarrollar habilidades sociales y relacionales, que incluye aspectos como
la autoconciencia, la regulación emocional, la empatía y las habilidades de comunicación.
Desarrollo del lenguaje.
Facilita la adquisición y el desarrollo del lenguaje, tanto comprensivo como expresivo.
Fortalecimiento de la autoestima.
El éxito en las actividades lúdicas y la interacción positiva con los demás contribuyen a un mejor
autoconcepto y confianza en sí mismos.
Fuente: Elaboración propia.
Estrategias Lúdicas en la Estimulación Temprana
Tabla N°3
Juegos de roles
Los infantes pueden indagar diferentes roles sociales, desarrollar empatía y comprender
circunstancias habituales.
Juegos sensoriales.
Estimulan los sentidos a través del tacto, la vista, el oído, el olfato y el gusto, promoviendo la
exploración y el descubrimiento.
Actividades musicales.
Fomentan la expresión emocional, la coordinación motora y la atención auditiva.
Actividades artísticas.
Facilita la expresión artística y el desarrollo de habilidades manuales.
Actividades al aire libre.
Promueve el crecimiento en diversas áreas, incluyendo la curiosidad por el entorno, el movimiento
físico y las relaciones con otros.
Fuente: Elaboración propia.
Importancia del juego.
Citando a (Hernández Caicedo, 2016), la Dirección Nacional de Educación Inicial, manifiesta que el
uso de herramientas en la parte educativa, ayuda a generar experiencias de aprendizaje significativas e
innovadoras en los infantes, evitando de cierto modo esquemas tradicionales que lo que hacen es
disminuir la posibilidad de la experimentación y movimiento. El Juego ayuda a transformar el proceso
de aprendizaje en una experiencia estimulante, activa y amena. También ofrece la oportunidad de
enriquecer el saber y desarrollar destrezas cognitivas, motoras y emocionales, al mismo tiempo que
pág. 4325
permite a los educadores mejorar el uso de este enfoque para llevar a cabo su labor educativa de manera
más innovadora y relevante. Es por esto que, a continuación, se describen cinco aspectos que ayudan al
desarrollo de la personalidad de los niños y la forma en el que se encuentran interconectados:
La afectividad
El juego potencia el crecimiento emocional, ya que representa una actividad llena de diversión, disfrute
y felicidad.
La motricidad
La actividad psicomotora brinda al niño sensaciones físicas agradables y ayuda a su proceso de
desarrollo, autonomía y separación motriz. A través de esta experiencia, comienza a comprender su
propio cuerpo, mientras mejora y une aspectos neuromusculares como la coordinación y el equilibrio,
elementos clave para potenciar sus habilidades sensoriales, logrando destreza y rapidez.
La inteligencia
En las primeras etapas, el desarrollo de las facultades intelectuales está relacionado con el crecimiento
sensoriomotor. Según Piaget, la mayoría de los actos intelectuales pueden transformarse en juego cuando
se repiten por simple asimilación; es decir, cuando un niño desarma un juguete, comienza a observar y
analizar los objetos, lo que representa su primer paso hacia el razonamiento.
La creatividad
Mediante el juego, se fomenta la creatividad de manera innata, ya que, en todas las formas de juego, los
niños deben utilizar habilidades y procesos que les ofrecen la posibilidad de expresar y crear de manera
única.
pág. 4326
Jugar con
Bolos.
Jugar a
las
escondida
s.
Jugar a
enhebrar
objetos.
Jugar a
encestar
pelotas.
Jugar a
disfrazars
e.
Jugar con
la caja de
los
tesoros.
Jugar a
caminar
por una
línea.
Seguir
con la
mirada.
Hacer
muecas.
Escuchar
sonidos. Atrapa el
juguete.
Frente al
espejo.
Juego con
bloques.
Juego de
los bailes.
Juegos para los infantes de acuerdo a su edad.
Juegos para niños de 0 a 1 año.
Figura N°3
Fuente: Elaboración propia.
Juegos para niños de 1 a 2 años.
Figura N°4
Fuente: Elaboración propia.
pág. 4327
Figura N°5
Juegos para niños de 2 a 3 años.
Fuente: Elaboración propia.
Juegos para niños de 3 a 4 años.
Figura N°6
Fuente: Elaboración propia.
Juegos para niños de 4 a 5 años.
Figura N°7
Fuente: Elaboración propia.
Juego con
burbujas.
Juego al
conejo
saltarín.
Juego
ayudando
en casa.
Juego
pintando
con dedos.
Jugar con
globos.
Juego de
rompecab
ezas.
Juego de
rol
Juego con
plastilina
Jugar
circuito
con
obstpácul
os.
Búsqueda
del
tesoro.
Jugar a
identificar
emocione
s.
Juego del
laberinto.
Juego del
dominós
Juegar a
buscar
objetos.
pág. 4328
Crear
objetos
con
materiales
reciclable.
Juego de
mover los
dedos.
Jugar a
ejercitar
nociones
de espacio.
Jugar a
elaborar
pulseras.
Juego de
memoria
casero.
Buscar
errores y
completar
dibujos.
Imitar
sonido de
animales.
Juego del
loro.
Juegos para niños de 5 a 8 años.
Figura N°8
Fuente: Elaboración propia.
En definitiva, para (Unir, 2021) la función del educador es fundamental para orientar y facilitar las
vivencias de aprendizaje. Un maestro que emplea métodos de enseñanza basados en la observación
atenta de los intereses y requerimientos particulares de los niños puede modificar las actividades para
favorecer su desarrollo cognitivo. Las interacciones de calidad entre el docente y los niños, que incluyen
feedback constructivo y el estímulo de la curiosidad, son cruciales para el crecimiento de habilidades
cognitivas más avanzadas. Por lo tanto, es necesario obtener resultados favorables tales como:
Estimula el aprendizaje,
Fomenta el razonamiento lógico.
Despierta el interés,
Optimizan el aprendizaje a largo plazo
Ayuda a la adaptación de estímulos del entorno y
Conocimiento del propio cuerpo.
pág. 4329
METODOLOGÍA
La metodología utilizada en esta investigación se basa en una revisión de la literatura científica acerca
de la estimulación temprana que se da en la etapa de educación inicial basado en el desarrollo
socioemocional, neuroeducación y la neurociencia que forma parte de la evolución y funcionamiento
del cerebro, garantizando un aprendizaje temprano. Para ello, se llevó a cabo una recopilación de
información científica para luego realizar los respectivos análisis críticos de estudios previo a las
publicaciones de los diversos autores que reposa la información en revistas indexadas, libros académicos
y otras fuentes científicas que garantiza el tema de la neuroeducación y neurociencia en la estimulación
temprana de los infantes. Al momento de obtener los resultados se pudo realizar la selección de
referencias que tengan relación con un enfoque de investigaciones actualizadas y que sea relevante a la
temática antemencionada. Luego se inició con la realización de análisis comparativo sobre los hallazgos
de diferentes escritores, con el único fin de identificar las principales aportaciones de la neurociencia en
el ámbito educativo, así como las condiciones y desafíos en la ejecución de estrategias pedagógicas
basadas en estos conocimientos. Este enfoque ha sido seleccionado con el fin de conectar la información
que se puede observar y medir la experiencia de los actores involucrados en el ámbito educativo, lo que
facilita una combinación de información y conocimiento que ayuda a garantizar la validez y la fiabilidad
del estudio.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los hallazgos esta investigación, se dará a conocer mediante el diseño de una tabla donde reflejará la
información recopilada por varios autores mencionados con anterioridad, por el cual determinan que es
esencial implementar estrategias educativas que ayuden a mejorar la educación, partiendo desde la etapa
inicial de los infantes. La siguiente tabla se detalla a continuación:
pág. 4330
Tabla N°4
Fortalecimiento de la capacitación Magistral.
Para muchos literatos, la capacitación continua en los educadores es crucial para las estrategias de
neuroeducación adecuada para implementarlas en el aula de clases. Es fundamental que los docentes
puedan asistir a seminarios prácticos y a programas de capacitaciones que se centren no solo en los
aspectos teóricos de la neurociencia, sino más bien en la parte práctica de esta disciplina. Teniendo
como resultado que estos programas deben incluir ejemplos que fomenten la plasticidad cerebral, la
gestión de las emociones, la concentración plena y el desarrollo integral de los niños en sus primeros
años.
Crecimiento del Uso de Tecnología Adaptativa.
El uso de herramientas digitales que se ajustan a las necesidades tanto cognitivas como emocionales
de cada alumno puede enriquecer significativamente el proceso de enseñanza. Al contar con un
software educativo personalizado, facilita a los infantes interactuar con contenidos dinámicos para
perfeccionar la retentiva y fomentar la motivación. A través de juegos y aplicaciones interactivas, se
busca proporcionar retroalimentación instantánea, para que los niños sean capaces de aprender de
forma más eficiente y al mismo tiempo se sientan motivados.
Elaboraciones correctas de evaluaciones formativas y personalizada.
Para estos autores mencionados en esta investigación, indican que los procesos de evaluación deben
ir más allá de una simple medición de resultados académicos. Es importante que las evaluaciones sean
personalizadas según las necesidades de cada infante, considerando su crecimiento mental y
emocional, al momento de implementar instrumentos de evaluación formativa, como archivos
digitales, observaciones constantes y retroalimentación directas, permitiendo realizar constantes
monitoreos más detallados de los avances de cada estudiante, ofreciendo de cierto modo información
valiosa para modificar las estrategias educativas de forma inmediata.
Crear un ambiente seguro y de confianza para garantizar en los infantes un aprendizaje flexible,
creativo y significativo.
Para muchos autores en esta investigación, indican que para que los niños logren alcanzar un
aprendizaje significativo, tiene mucho que ver la confianza y seguridad que un docente puede
transmitirle a los infantes, tanto dentro del aula como fuera de clases. Por tal es necesario que las
evaluaciones se adapten a las necesidades personalizadas de cada niño, teniendo en cuenta que el
desarrollo cognitivo y emocional de cada escolar son totalmente distintos. Al momento de incrementar
una herramienta de evaluación formativa, como carteras digitales, la observación continua o la
retroalimentación directa, permite de cierto modo monitorear la evolución de cada estudiante de
manera más explícita, proporcionando información segura para ajustar o mejorar técnicas en tiempo
real.
Integrar elementos de aprendizaje socioemocional.
Al momento de hablar del desarrollo de capacidades socioemocionales, debe ser una parte
fundamental de cualquier enfoque interactivo. Es recomendable incorporar una mayor cantidad de
actividades que faciliten a los niños el reconocimiento, la comprensión y la gestión de sus emociones,
así como fomentar la empatía y las destrezas para resolver conflictos. La implementación de un grupo
dinámico que favorezca la colaboración y el respeto entre todos, además de potenciar la confianza,
contribuirá a establecer un ambiente educativo más inclusivo y constructivo.
pág. 4331
Buscar alternativas para que las familias, docentes y comunidades formen parte de este proceso
educativo y puedan colaborar en este aprendizaje.
La implicación de los padres es indispensable para llevar a cabo metodologías que promuevan la
participación del estudiante. Por tal razón es importe, proponer actividades que fomenten la
involucración de los padres, tales como talleres familiares, encuentros de seguimiento regulares y
proyectos colaborativos, puede potenciar el efecto de las tácticas proactivas en el crecimiento de los
niños. Asimismo, crear lazos con la comunidad permitirá a los niños participar de manera más
significativa en su entorno y reforzar su compromiso y responsabilidad social.
Asimismo, los educadores deben hacer uso de estrategias neuroeducativas para fortalecer su rol
profesional al momento de contar con herramientas prácticas para acompañar en el desarrollo integral
del infante. Las capacitaciones previas y el acompañamiento durante el proceso, vienen siendo
factores esenciales que ayudan a la asimilación de recursos y favorecen en su integración sostenible
en la labor educativa.
Optimizar habilidades ejecutivas como la concentración, retención y la plasticidad cognitiva.
El desarrollo de habilidades ejecutivas, no solo se evidencia en pruebas formales, sino también en la
identificación diaria del comportamiento infantil en el aula. Estos progresos indican que la creación
de experiencias de aprendizaje que se enfoquen en el funcionamiento del cerebro puede ser un recurso
eficaz para mejorar el aprendizaje en la educación temprana en las instituciones educativas.
Desarrollo emocional y regulación de un comportamiento eficaz.
Durante el uso de técnicas fundamentadas en la neurociencia, se pueden observar en cómo los niños
tienen la capacidad de reconocer, expresar y regular sus emociones. Este progreso emocional conduce
a mejorar la gestión de conducta, adaptación a las reglas del entorno escolar y a establecer relaciones
sociales de manera positiva.
Muchas veces, este cambio se da por la implementación de métodos de enseñanzas que activan las
áreas del cerebro vinculadas con la autorregulación emocional, especialmente en las zonas
prefrontales y límbicas.
Alcanzar la motivación personal.
Los métodos de enseñanza fundamentados en principios de neurociencia no solo mejoran el
rendimiento intelectual, sino que también refuerzan la actitud emocional y motivacional de los niños
hacia la educación. Promover el interés interno desde una edad temprana es un objetivo educativo
fundamental, ya que impacta directamente en la calidad del aprendizaje, la formación del carácter y
el desarrollo de la independencia personal. En esta investigación, los autores indican que este análisis
muestra que es posible desarrollar esta motivación a través de una planificación educativa que enfoque
la conexión emocional, el significado personal de las tareas y la implicación del estudiante como
protagonista en su propio proceso de aprendizaje.
Fuente: Elaboración propia.
Esta investigación demuestra que la aplicación de estrategias neuroeducativas en la enseñanza infantil,
al enseñar sobre el funcionamiento del cerebro, tiene efectos positivos en el diseño y la aplicación
pedagógica. A través de una revisión de la literatura científica, se evidencian avances en el desarrollo de
capacidades cognitivas cómo en los cambios relacionadas a las dinámicas emocionales y sociales de los
niños, así como en la percepción de los adultos que forman parte del aprendizaje de los infantes. Estas
observaciones hacen posible cuestionar la efectividad de las estrategias implementadas, su uso en
pág. 4332
diferentes contextos, y las consecuencias que esta metodología tiene para las reformas educativas
convencionales.
Las habilidades ejecutivas observadas en esta investigación, marcan la importancia de una enseñanza
intencionada que fomente el desarrollo temprano de la atención, la memoria de trabajo y la flexibilidad
mental. El uso de actividades y juegos estructurados, que involucren diferentes tipos de estímulos, es
beneficioso para el desarrollo cognitivo en áreas específicas, potencializando el desarrollo de
habilidades de autogestión y resolución de problemas.
De esta manera, la autorregulación emocional y la reducción de comportamientos revelan que las
tácticas neuroeducativas no solo se centran en los aspectos mentales, sino que también impactan
significativamente en el ámbito emocional. Los hallazgos evidencian que, cuando el entorno educativo
ofrece experiencias emocionalmente significativas, organizadas y seguras, los niños logran una mayor
conciencia de sus emociones internas y adquieren estrategias para manejarlas. El desarrollo emocional
se exterioriza en comportamientos más estables, interacciones sociales más equilibradas y una mayor
habilidad para ajustarse a las exigencias del entorno escolar.
Sin embargo, la investigación muestra que las metodologías educativas con base neurocientífica mejoran
la participación y el interés de los estudiantes en su propio aprendizaje, al surgir de un interés real en
una actividad, no solo mejora el rendimiento inmediato, sino que también establece una base para un
aprendizaje autónomo, duradero y resiliente. La información sugiere que la motivación interna puede
fomentarse en el aula mediante un diseño pedagógico que equilibre el reto y las habilidades del niño,
proporcionando experiencias exitosas que fortalezcan su autoconfianza.
El aspecto social de esta investigación, incorpora elementos importantes en el análisis. La valoración
favorable de las técnicas por parte de maestros y familias señala que estas intervenciones no solo
benefician a los niños, sino que también producen cambios en los adultos que los apoyan. La
capacitación docente basada en el conocimiento cerebral, así como el uso de estrategias prácticas y
adaptadas, permite, a los educadores adoptar un enfoque más comprensivo y eficiente ante las
necesidades de sus alumnos. Además, la posibilidad de que los padres implementen algunas estrategias
en casa ayuda a la continuidad del aprendizaje y refuerza la conexión entre la escuela y la familia. Esta
colaboración entre instituciones se convierte en un elemento crucial para la sostenibilidad de los cambios
pág. 4333
observados. En fin, la evidencia recopilada muestra que un enfoque conducente en el desarrollo cerebral
fomenta aprendizajes más profundos, relaciones más empáticas y entornos más adecuados para el
crecimiento integral infantil.
DISCUSIÓN
Uno de los hallazgos más relevantes de esta información es que no solo contribuye a un ambiente de
aprendizaje más equilibrado, sino que lo considera como un pilar fundamental para el desarrollo
socioemocional saludable en el futuro. En este sentido, la neurociencia respalda que los primeros años
de existencia son cruciales para las conexiones cerebrales que controlan las emociones y el
comportamiento social, lo que hace que la intervención temprana sea vital. Asimismo, La
neuroeducación resalta la significancia de la interacción social en el aprendizaje, lo que explica cómo
las actividades que promueven la cooperación pueden tener un impacto duradero en el desarrollo de
habilidades interpersonales.
La implementación exitosa de estrategias activas depende en gran medida de la preparación y
disposición de los maestros para aplicar enfoques educativos novedosos. La formación continua en
neuroeducación y el desarrollo de habilidades para gestionar una clase activa son aspectos clave que
deben ser priorizados en cualquier proceso de innovación en la educación. Además, los educadores
deben verse como coordinadores de aprendizaje, en lugar de meros transmisores de información, lo que
implica un cambio significativo en sus funciones de manera comprensible.
Finalmente, esta investigación respalda la eficacia de las estrategias activas con un enfoque relacionado
a neuroeducación y neurociencia, para potenciar el crecimiento integral de los niños y mejorar la
estimulación temprana. Al implementar estos enfoques en el ámbito educativo, es esencial tener en
cuenta las dinámicas del aula, la variabilidad entre los alumnos y la función crucial de los docentes en
el aprendizaje. La educación en la primera infancia, que representa un periodo fundamental para el
avance cognitivo y emocional, se aplica considerablemente a través de la intervención temprana, la cual
fomenta tanto el aprendizaje académico como las competencias socioemocionales importantes para el
desarrollo de actividades infantiles.
pág. 4334
CONCLUSIONES
Mediante esta investigación científica se pudo conocer que la neuroeducación y la neurociencia,
proporcionan una nueva forma de entender la educación y el desarrollo de métodos didácticos. Del
mismo modo, se entiendo la importancia de diseñar un proceso educativo para cada infante,
considerando su manera de pensar y de adquirir conocimientos. Por lo tanto, es esencial reconocer que
cada estudiante es único y que se debe encontrar enfoques personalizados para enriquecer su aprendizaje
y crecimiento.
Estas investigaciones destacan la importancia de contar con un entorno que estimule el aprendizaje y
los métodos pedagógicos que promuevan el desarrollo del cerebro. En la educación inicial de los
pequeños, la inclusión de estrategias esenciales en la neurociencia ayuda a los educativos fomentar
habilidades fundamentales como la memoria, la concentración y el aprendizaje emocional, estableciendo
de esta manera los cimientos para un desarrollo holístico. Asimismo, la comprensión de la capacidad de
adaptación cerebral resalta la necesidad de llevar a cabo intervenciones tempranas que potencien al
máximo las capacidades cognitivas de los infantes.
La implementación efectiva de la neuroeducación en la educación inicial no solo se basa en la
comprensión personal de los educadores, sino que también requiere de una perspectiva institucional que
valore su importancia en la creación de un plan pedagógico. Es esencial reconocer que enseñar desde
un enfoque neuroeducativo implica tener en cuenta los ritmos, sentimientos y estilos de aprendizaje de
cada estudiante, promoviendo así una educación más humana, inclusiva y consciente. Al momento de
emplear estrategias centradas en el desarrollo cerebral y emocional del niño, se logran avances
significativos en su concentración, autorregulación, lenguaje y habilidades sociales, reafirmando el
efecto positivo de este enfoque en el entorno escolar.
La necesidad de incorporar nuevos campos del conocimiento y contextualizar su contenido implica que
el aprendizaje se construye a partir de las percepciones y acciones de los niños, influenciadas por
estructuras mentales ya formadas por otras áreas del saber. En este sentido, la interdisciplinariedad se
hace cada vez más relevante en el sistema educativo y en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Todos los niños necesitan jugar, crear, imaginar y disfrutar. Cuando un niño participa en actividades con
un enfoque lúdico, recibe apoyo para enfrentar sus dificultades de aprendizaje y mejorar su percepción
pág. 4335
y relación con el entorno. Al participar en estas dinámicas, los pequeños se sienten más incentivados a
aplicar lo que saben, ya que desean jugar correctamente y se esfuerzan por superar retos tanto mentales
como emocionales.
En conclusión, la educación inicial es fundamental para el crecimiento cognitivo, ya que se aprovecha
la flexibilidad del cerebro que se manifiesta en la infancia, promoviendo destrezas como la memoria, el
lenguaje y el razonamiento. Las experiencias de aprendizaje de alta calidad, que integran el juego con
la estimulación mental, fomentan habilidades superiores y socioemocionales que son claves para el éxito
académico. Además, la neurociencia aplicada a la educación temprana enfatiza la necesidad de
intervenciones iniciales basadas en evidencia para maximizar el aprendizaje y el crecimiento cerebral
en la niñez. Los enfoques académicos tradicionales continúan utilizándose, desestimando las
necesidades socioemocionales y cognitivas de los niños, a pesar de los progresos en la comprensión de
sus formas óptimas de aprendizaje. Es fundamental capacitar a los educadores y modificar los entornos
de aprendizaje educativos para aplicar estrategias pedagógicas respaldadas por hallazgos
neurocientíficos que favorezcan el desarrollo infantil.
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