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Dicho mapa plantea la división de las habilidades en 4 tipos: solución de problemas, autogestión, trabajo
con personas, uso y desarrollo de tecnología. En donde dentro del rubro de autogestión se han añadido
aprendizaje activo, resistencia, tolerancia al estrés y flexibilidad.
Un uso mayor de tecnología define que las habilidades demandas crecerán y por lo tanto el cambio del
ámbito laboral también lo hará. La habilidad que encabeza el ranking es el pensamiento crítico-analítico,
seguido por la creatividad, inteligencia artificial y big data, liderazgo, resiliencia, resolución de
problemas, entre otras que enriquecen y fortalecen el desempeño laboral actual.
El pensamiento crítico según Bailin (1999) puede definirse como un concepto en el que se emplean
normas, o estándares para el análisis de las ideas que se expresaban. Para Elder (2001) se define como
la adhesión a estándares.
Pithers (2000) señaló la importancia de desarrollar el pensamiento crítico y conocer cuáles son las
dificultades que se pueden presentar al momento de desarrollarlo. Dichas dificultades pueden
encontrarse como una necesidad de tener más información y saber cómo ponerla en práctica iniciando
con la disertación de la información que no es necesaria para solucionar un planteamiento (Lane, 2016).
Para poder desarrollar el pensamiento crítico se deben poner en práctica diferentes procesos mentales
que van desde el análisis de la información, buscar fuentes confiables, contrastar la información,
mantener la mente abierta y reconocer opiniones diferentes hasta valorar la verdad y la realidad de lo
que se puede interpretar como información falsa o ficticia (Carbonell Valls, 2023).
Cabe mencionar que por su parte el Tecnológico Nacional de México, entidad que ha publicado
recientemente su nuevo modelo educativo "Humanismo para la Justicia Social", que se ha definido
como “…órgano educativo que ha implementado perspectivas formativas pertinentes al contexto,
contribuyendo de manera sostenida al desarrollo social, económico, científico, técnico y tecnológico de
México” (Tecnológico Nacional de México, 2024).
El deber que manifiesta el Tecnológico Nacional de México, por sus siglas TecNM, es:
Contribuir al desarrollo social, cultural, científico, tecnológico, humanístico, productivo y
económico del país, a través de la formación de personas con capacidad creativa, innovadora
y emprendedora con un alto compromiso social que ponga al servicio de la Nación y de la
sociedad sus conocimientos (TecNM, 2023).