pág. 8773
La revuelta de Tuxtepec, que permitió a Porfirio Díaz ascender al poder, causó la interrupción de las
obras ferroviarias y la destrucción de tramos ya existentes. Para 1902, la red ferroviaria alcanzaba los
15,135 km, agrupados en cuatro sistemas, destacando el "mexicano e interoceánico" por su conexión
con el comercio internacional. Entre 1903 y 1906 se construyeron 2,375 km adicionales, fortaleciendo
los Ferrocarriles Nacionales. Finalmente, en 1908 se constituyó la empresa Ferrocarriles Nacionales de
México, consolidando 8,343 km de vías y extendiendo su influencia a más de 10,000 km, incluyendo
el Texas Mexican (Hermosillo, 2017).
Aunque entre 1909 y 1912 la empresa mostró buenos resultados, para 1913, tras cumplir con sus
compromisos, registró su primer déficit y una disminución de reservas. No obstante, la red ferroviaria
se expandió 390 km entre septiembre de 1911 y el mismo mes de 1912. Durante una década, la
operación de los ferrocarriles mexicanos enfrentó múltiples riesgos e inconvenientes, lo que llevó a un
programa de rehabilitación, resultando en la mejora de 3,000 km de líneas troncales (Ortiz, 1974).
La nacionalización de los Ferrocarriles de México por el presidente Lázaro Cárdenas en 1938 impulsó
significativamente la infraestructura y el desarrollo del norte de México durante las seis décadas
siguientes (Brown, 2015). En 1964, México contaba con diez administraciones ferroviarias, y entre
1965 y 1970, la secretaria de Comunicaciones y Transportes impulsó un programa para los ferrocarriles,
logrando su nacionalización total en 1970. Sin embargo, esa década vio agudizarse conflictos y una
crisis. En 1976, se propuso un Plan Nacional del Transporte para revitalizar el sistema. A partir de 1983,
durante la presidencia de Miguel de la Madrid, se implementaron mejoras en el servicio ferroviario, el
cual fue reorientado y desde entonces se dedicó exclusivamente al transporte de carga (Bühler, 2010).
Para 1988, la red ferroviaria alcanzaba 26,280 km, aunque su crecimiento fue mínimo entre 1970 y
1985. El transporte de carga disminuyó, perdiendo terreno frente al autotransporte. A pesar de la entrada
de México al Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994 con una infraestructura básica,
el presidente Zedillo privatizó los ferrocarriles para evitar nuevas deudas, un proceso que concluyó en
1999, mejorando la eficiencia y calidad del servicio (Hermosillo, 2017).
A partir de la privatización, los ferrocarriles fueron divididos por los tres sistemas troncales.
Ferrocarriles del Noroeste fue adquirido por el grupo de Transportación Marítima Mexicana (TMM) y
Kansas City Southem (KCS). De la unión de ambas empresas nació Transportación Ferroviaria