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INTRODUCCIÓN
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte a nivel mundial1, con 17.9
millones de muertes en 2019, representando el 32% de las muertes globales.2 En México, las ECV
también lideran las estadísticas de mortalidad, con 225,449 muertes en 2021 y 200,023 en 2022.3 Estas
enfermedades comprenden la cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, enfermedad vascular
cerebral y la insuficiencia arterial periférica,4 la inflamación es un factor clave en su desarrollo,
especialmente en pacientes con artritis reumatoide (AR).
Los factores de riesgo de ECV incluyen hábitos de vida modificables como el tabaquismo, la obesidad,
la falta de actividad física y dietas poco saludables, así como condiciones como hipertensión arterial,
dislipidemia y diabetes. Los factores no modificables son la edad, sexo, factores genéticos / historia
familiar).5 En el caso de la AR, se añaden factores no tradicionales, como la enfermedad articular
erosiva y manifestaciones extraarticulares. La identificación y manejo de estos factores son esenciales
para prevenir enfermedades.6
La AR, una enfermedad autoinmune que afecta principalmente a mujeres, puede tener consecuencias
graves si no se trata.7 La inflamación crónica asociada a la AR está relacionada con disfunción endotelial
y aterosclerosis, lo que incrementa el riesgo de ECV.8-9 Los pacientes con AR, especialmente aquellos
con enfermedad activa, presentan un perfil lipídico desfavorable, con disminución del colesterol HDL
y aumento del índice aterogénico, lo que contribuye a su riesgo cardiovascular (RCV).10
Históricamente, los pacientes con AR han tenido una expectativa de vida reducida11, con la ECV como
la principal causa de muerte, incluso casi igual o más que en la diabetes tipo 2.12-13 El RCV en estos
pacientes es similar entre hombres y mujeres, lo que difiere de la población general.14 Por ello, se
recomienda evaluar el riesgo de ECV en pacientes con AR al menos cada cinco años para identificar a
aquellos que podrían beneficiarse de intervenciones preventivas.15 Sin embargo, en ciertos casos se
sugiere una evaluación más frecuente.16
La ECV se reconoce como una manifestación extraarticular crítica de la AR,17 y se han desarrollado
herramientas específicas para evaluar el RCV en estos pacientes, por ejemplo, El Expanded
Cardiovascular Risk Prediction y Score for RA (ERS-RA). Sin embargo, estas herramientas no han
demostrado ser más efectivas que las calculadoras de riesgo tradicionales. Aunque ERS-RA incluye