Paciente
con quiste de Rathke, reporte de caso
Viviana Elizabeth Granja Ojeda
https://orcid.org/0000-0002-7573-4784
Investigador
Independiente
Ecuador,
Santo Domingo
Héctor
David Tito Tito
https://orcid.org/0000-0001-6131-4028
Investigador Independiente
Ecuador Riobamba
Edison Hernán Agila Acurio
https://orcid.org/0000-0002-1301-1169
Investigador Independiente
Ecuador,
Quito
Víctor Manuel Pérez
Rumipamba
https://orcid.org/0000-0002-7176-4038
Investigador
Independiente
Ambato
- Ecuador
Verónica Raquel Quinquituña Campoverde
https://orcid.org/0000-0002-9703-3831
Investigador
Independiente
Ecuador/ Nueva Loja
Johanna Soledad García
Rengel
https://orcid.org/0000-0001-6178-4548
Investigadora
Independiente
Ecuador-Manta
RESUMEN
El
quiste de la bolsa de Rathke es una lesión derivada de los restos epiteliales
del ectodermo que se asienta sobre la región selar, afecta principalmente a los
jóvenes, asintomático en la mayoría de los casos, sobre todo en la población
pediátrica, en los adultos el síntoma principal es la cefalea frontal teniendo
en casos más graves síntomas relacionados con la compresión de estructuras
vecinas como disfunciones visuales y alteración del eje hipotálamo/hipófisis.
El
siguiente caso clínico, es una paciente femenina de 62 años que refiere cuadros
de cefaleas frontales asociados a estados de estrés, presenta exacerbación de
los síntomas sin mejoría con tratamiento habitual, en la tomografía se observa
lesión quística a nivel de silla turca que desplaza la neurohipófisis en
sentido posterior. A la paciente se inicia terapia analgésica con amitriptilina
logrado alivio de la sintomatología y se decide conducta expectante.
Palabras clave: craneofaringioma; neoplasias; infratentoriales;
tumores neuroectodérmicos; cefaleas primarias y
tratamientos conservadores del órgano.
Patient with Rathke's cyst, case report
ABSTRACT
Rathke's bag cyst is a lesion derived from the
epithelial remains of the ectoderm that sits on the sellar region, an unusual
cyst that is characterized by affecting mainly young people, asymptomatic in
most cases, especially in the population Pediatric, in adults the main symptom
is frontal headache, with symptoms related to compression of neighboring
structures such as visual dysfunctions and alteration of the hypothalamic /
pituitary axis in more severe cases.
We present the following clinical case, a 62-year-old
female patient who refers to frontal headaches associated with stress states,
presents exacerbation of symptoms without improvement with usual treatment, a
tomography was performed where a cystic lesion was observed at the level of
sella turcica that displaces the neurohypophysis posteriorly. Analgesic therapy
was complemented with amitriptyline, alleviating the symptoms, and expectant
management was decided.
Keywords: craniopharyngeal,
infratentorial neoplasms, neuroectodermal tumors, primary headaches y conservative treatments of the organ.
Artículo
recibido: 05 febrero 2022
Aceptado para
publicación: 28 febrero 2022
Correspondencia: vivi_.12@hotmail.com
Conflictos de
Interés: Ninguna que declarar
El
quiste de la hendidura de Rathke es una patología poco común que se localiza en
la región selar, sea esta intra o supraselares e inusualmente en la región del
seno esfenoidal. Fue descrita en el año 1793-1860 por Martin
Heinrich Rathke(Alfieri et al., 2002)
Su
tasa de incidencia es baja, caracterizándose
por presentarse en el grupo etario de 10 y 29 años, es decir en niños y adultos jóvenes.
Con un alto índice de predominio en el sexo femenino.
Generalmente
son asintomáticos, motivo por el cual se han encontrado con frecuencia en
autopsias que en pacientes vivos. Mientras que al presentarse síntomas su
clínica principal es caracterizada por cefalea, alteraciones visuales, y
finalmente una disfunción adenohipofisiaria, estos síntomas pueden aumentar a
medida que el quiste adquiera más tamaño llegando a comprimir las estructuras
adyacentes(Bermejo,
2020).
Su
método de diagnóstico de elección es la resonancia magnética, ya que sus
características radiológicas por medio de Tomografias son variables y poco
específicas. Finalmente su tratamiento
dependerá su sintomatología, es decir en casos asintomáticos se realiza
seguimiento con estudios de imagen, mientras que en los pacientes sintomáticos
se realiza una intervención quirúrgica buscando el drenaje del quiste para
descompresión de estructuras adyacentes(Bermejo,
2020).
2.
DESARROLLO
En una revisión de la historia
natural de los incidentalomas hipofisarios, se ha visto que la mayoría (80%) de
estos no modifica su tamaño tras una media de seguimiento de 4,3 años, mientras
que un 10% aumentan y el 10% restante disminuye. Estos mismos estudios muestran
que el 63% de los macroincidentalomas permanecen estables, mientras que un 24%
aumentan de tamaño y un 13% disminuyen(Montesinos et al., 2016).
La mayoría de los pacientes
hipofisarios con dolores de cabeza crónicos tienen quistes en la hendidura de
Rathke. Se cree que esto es causado por el cambio constante de volumen y los
cambios drásticos en la vasopresión por fluctuaciones en gonadotrofos y ADH .
Los adenomas hipofisarios generan dos
grandes grupos de manifestaciones clínicas: a) Aquellas causadas por
hipersecreción hormonal , y b) aquellas derivadas de la ocupación de espacio en
la cavidad craneana.
La manifestación neurológica clave es
la cefalea, observándose en el 37,5 a 70% de los casos66, cuyas características
son ampliamente variables incluso dentro de un mismo caso, ya que
frecuentemente cada paciente describe variaciones en el patrón del dolor o
síntomas diferentes, mientras que su origen se atribuye al estiramento de la
vaina dural.
El cuadro clínico causado por los
adenomas hipofsarios empeora en función del tiempo, particularmente en los
casos de macroadenoma: En el seguimiento de macroadenomas realizado por Donovan
et al.8 durante 6,7 años; 25% exhibieron aumento en el tamaño, mientras que 6%
desarrollaron alteraciones del campo visual, y otro 6% desarrolló infarto
hipofsario(Bermejo, 2020).
Los quistes de la bolsa de Rathke son
otro tipo de lesión que raramente producen problemas hormonales o visuales, en
la IRM son hipointensos en T1 e hiperintensos en T2, lo cual puede originar
confusiones con quistes aracnoideos, los cuales son menos frecuentes (Sofía Martínez et al., 2017).
3.
PRESENTACION DEL CASO
Paciente
femenina de 62 años, etnia mixta, casada, residencia Santo Domingo, instrucción
superior, ocupación ama de casa, religión católica, grupo sanguíneo ORH +,
declara no tener hábitos perniciosos.
§ Antecedentes Patológicos
Personales: hipotiroidismo en
tratamiento con levotiroxina de 50mcg cada día.
§ Antecedentes Patológicos
Quirúrgicos: cesárea
§ Dato de interés: En antecedentes
familiares, refiere que padre falle por rotura de aneurisma cerebral hace 15
años.
Acude
a consulta de medicina general debido a que hace 24
horas sufrió un cuadro brusco de cefalea de intensidad 9/10, durante la noche,
sin causa aparente, no alivia con analgésicos no esteroideos, no se acompaña de
vómitos ni náuseas y remite espontáneamente.
En
la anamnesis refiere cefalea de un año de evolución que lo relaciona con estrés
emocional, de intensidad moderada, acompaña de mareo ocasional que no llega al
vómito, automedica paracetamol un gramo por raciones necesarias, que alivia
sintomatología.
Examen físico
Paciente con glasgow 15/15, orientada en tres esferas, pupilas
normoreactivas a luz y la acomodación y examen neurológico normal.
Signos vitales: tensión arterial: 120/60 mm Hg, frecuencia
cardíaca: 78 latidos/min, frecuencia respiratoria: 22 respiraciones/min,
saturación de oxígeno: 99%
Cabeza normocefálica, ojos con pupilas isocóricas reactivas a la
luz, mucosa oral hidratada, tiroides calificadas de OA.
Tórax simétrico, auscultación pulmonar conservada, ruidos
cardiacos R1 y R2 rítmicos,
Abdomen: suave depresible no doloroso a la palpación superficial y
profunda, ruidos hidroaeros normales.
Extremidades: en relación con las superiores, simétricas, sin
edemas, con fuerza y movilidad conservadas, pulsos distales, fuerza y movilidad
conservadas.
Exámenes Complementarios
En
exámenes complementarios de laboratorio se
visualiza: Recuento de glóbulos rojos
3.60, Hemoglobina 12.1 Hematocrito 37.9 VCM 105.3 CHCM 33.6 Plaquetas 231 Glóbulos
blancos 9.08 Linfocitos 45 %, Neutrófilos 39.6%, Eosinofilos 9.5%,
Triglicéridos 184. 90 mg/dl , TGO/AST
43.60 U/L TGP/ ALT 40.30 U/L ,
Colesterol 246.30 mg/dl, se enviar nuevamente biometría para confirmar valores
: Recuento de glóbulos rojos 3.95
Hemoglobina 12.7 Hematocrito 38.9 VCM
98.4 CHCM 32.3 Plaquetas 231 Glóbulos blancos 6.88 Linfocitos 49.2 %,
Neutrófilos 35 %, Eosinofilos 9.3%, urea creatina valores normales TSH Y T4
igual valores normales.
Evolución
En base a resultado de laboratorio se instaura medidas higiénico,
dietéticas, cambio de estilo de vida y actividad física.
Episodios similares de cefalea se repite a los pocos días, por lo
cual se deriva a médico neurólogo, quien envía los siguientes exámenes para
descartar un posible origen tumoral.
Tomografía cerebral: reporta que nivel de la silla turca
impresiona visualizarse una probable lesión quística la cual desplaza la
neurohipofisis en sentido posterior en probable relación a quiste de Rathke
mide 7mm AP X 9mmL X 7 mmT
Corte sagital T1 con contraste. Muestra la
ausencia de captación del quiste.
Angiografía arterial
cerebral: No hay alteraciones vasculares arteriales a descartar.
Angiografía
en parámetros normales, polígono de Willis
Angiografía en parámetros normales, polígono de Willis
Tratamiento e
intervención
En base a cuadro clínico y estudios realizados se confirma
diagnóstico de Quiste Rathke.
Por parte de neurología deciden continuar
con indicaciones prescritas por médico general, señala una conducta expectante
sobre el quiste Rathke, adiciona amitriptilina tableta de 12.5milgramos hora
sueño un mes, empezar un cuarto de tableta todos los días a las 8 pm por 4 días
y luego 4 días subir la dosis a la mitad como dosis de mantenimiento por 6
meses y control subsecuente en 6 meses.
Paciente
cursando su cuarto mes de tratamiento asintomática.
4.
DISCUSIÓN
El
quiste de la bolsa de Rathke es la lesión selar no adenomatosa más frecuente,
fue descrita por Martin Heinrich Rathke (1793-1860), a quien debe su nombre, su
formación está dada por una obliteración inadecuada de la bolsa de Rathke que
produce quistes o restos quísticos en la superficie de contacto entre los
lóbulos anterior y posterior de la hipófisis.
Su formación quística que proviene de la
persistencia de un remanente embriológico del ectodermo formado en la cuarta
semana de gestación.
Comprenden
aproximadamente el 15% de todos los tumores intracraneales; los adenomas
hipofisarios (AH) representan la mayoría en un 85%, seguidos de craneofaringiomas
3%, quistes de Rathke 2%, meningiomas 1% y metástasis 0,5%, en términos
generales los tumores pituitarios son responsables de un 70% del HP, son una de
las lesiones más frecuentes en la región selar, se encuentran en el 13-33% de
las autopsias y se diagnostican en el 1% de todas las lesiones intracraneales.
Sin embargo, aunque su prevalencia en adultos es bastante alta, es mucho más
rara en niños(Massa
et al., 2021).
Predominan en el sexo femenino entre los
30 y 50 años de edad, aunque se los ha descripto en niños y ancianos(Sofía Martínez et al., 2017). dato que se relaciona con nuestro caso clínico, debido que
nuestra paciente sexo femenino.
A
pesar de ser una malformación de nacimiento, la edad de presentación de los
síntomas suele darse alrededor de la sexta década de la vida, relacionado con
el crecimiento del mismo (al superar los 10 mm), siendo asintomática en la
mayoría de los casos, apenas un 5.4% de los casos presentan sintomatología(Montesinos
et al., 2016). en su mayoría es un hallazgo fortuito en estudios de imagen realizados por
otros motivos(Sofía
Martínez et al., 2017).
El síntoma más común es la disfunción
hipofisaria, en forma de hipopituitarismo o de hiperprolactinemia con o sin
amenorrea galactorrea debida a la compresión del tallo y en consecuencia, a la
interferencia en la secreción de la hormona inhibidora de la prolactina.
La segunda manifestación más frecuente
son las alteraciones visuales, debidas principalmente a la compresión del
quiasma originando una hemianopsia bilateral. La cefalea es la tercera causa de
consulta en estos pacientes, probablemente con el contacto con la duramadre. Es
menos común la instalación brusca de este síntoma, por la hemorragia
intraquística o la extravasación del contenido al espacio subaracnoideo, dando
lugar a una meningitis aséptica(DynaMed, 2020).
Algunos pacientes presentan hidrocefalia
por la compresión del agujero de Monro(Bermejo, 2020). Su presentación clínica más
frecuente consiste en
cefalea, alteración visual por
compresión del quiasma
óptico y disfunción
adenohipofisaria, síntomas que
se producen al
aumentar el tamaño
del quiste lo
suficiente para comprimir estructuras
adyacentes(Sofía
Martínez et al., 2017).
En el caso de los pacientes pediátricos
debido al escaso tiempo de desarrollo la lesión no logra ser lo suficientemente
grande para comprimir alguna estructura subyacente, de no ser este el caso su
principal sintomatología involucra la presencia de una baja estatura es decir
alteración en la hormona de crecimiento acompañado en algunos casos de cefalea,
esto nos indica una afectación directa al sistema endocrino. Por el contrario,
en la población adulta como se evidencia en el caso presentado y con más
frecuencia en mujeres llama la atención el síntoma principal y más frecuente
como cefalea frontal episódica, ya en otros escenarios de mayor complejidad se
podría presentar opresión del quiasma óptico ocasionando una hemianopsia
heterónima o bitemporal, nistagmo, fotofobia o diplopía por compresión de los
nervios oculomotores.
El
diagnóstico de adenoma hipofisiario no funcionante se confirma mediante:
Análisis de sangre (utilizados para descartar anomalías hormonales y ayudar a
identificar subtipos de adenoma hipofisarios no funcional).
En
cuanto a los estudios de imagen: por resonancia magnética (IRM) de las regiones
selar y supraselar de la hipófisis.
Las características asociadas con el adenoma en la
resonancia magnética incluyen:
1.
Imágenes ponderadas en T1 hipo o isointensas
2.
Imágenes ponderadas en T2 isointensas
3.
Captación de contraste retardada y/o heterogénea
4.
Sangrado hiperintenso en imágenes ponderadas en
T1 sin contraste si hay apoplejía hipofisaria (el sangrado asintomático en
tumores hipofisario puede ocurrir sin apoplejía)
5.
Quiasma óptico hiperintenso en imágenes
ponderadas en T2 si la vía óptica esta comprimida (asociada con un mal
pronóstico para la función visual a largo plazo)
La tomografía computarizada se puede utilizar para completar la
resonancia magnética o si la resonancia magnética no está disponible o esta
contraindicada(Prokop-Piotrkowska et al., 2018).
La RM con gadolinio resulta
fundamental para definir la
localización exacta de la lesión: el patrón de realce de gadolinio,
la presencia de vacíos vasculares o regiones quísticas, y el
edema vasógeno en el tejido cerebral circundante
En
el departamento de Neurocirugía Vivian en Texas, presenta una que paciente
presentaba desequilibrio en la marcha con caídas, episodios letárgicos, fatiga
e incontinencia, en el cual para el diagnóstico usaron exámenes de imagen
efectivamente, añaden en el texto que todos los craneofaringiomas o masas
selares, para un mejor diagnostico deben someterse a pruebas de mutación BRAF 1600E antes de iniciar un
tratamiento pues en el futuro se espera que los diagnósticos se realicen
únicamente por medio de muestras de sangre(Prokop-Piotrkowska
et al., 2018)
Ante
la presencia de masas selares, para su detección se recomienda realizar una
evaluación hormonal, como función hormonal hipotalámica pituitaria siempre que
se en encuentre una masa selar (Schmidt P et al., 2012).
En
un estudio de 30 pacientes con diagnóstico de craneofaringioma, a todos los
pacientes realizaron resonancia magnética cerebral con contraste antes de la
cirugía, ya que este tipo de examen de imagen , ayudan a medir el grado de
reacción y presencia de tumor residual y recidiva tumoral lo cual se vuelve a
evaluar con la resonancia magnética. En
estos exámenes de imagen la
hipercaptación de contraste solo es visible en una estructura anatómica
por invasión pero sin presencia de volumen tumoral y resección subtotal por lo cual la RM ayuda en el
diagnóstico y seguimiento de un paciente con diagnóstico de masas selares(Ninla
Elmawati Falabiba, 2019).
El
tratamiento óptimo a realizarse dependerá de los síntomas que presente el
paciente principalmente, aunque cabe
recalcar que debido a la ubicación del mismo representa un alto riesgo
como por ejemplo se presenta parálisis del tercer par, como cita el caso clínico de un paciente de
29 años, presentado por los hospitales
de Málaga España y el de Balicki de Polónia
de la Universidad ya que la
resolución quirúrgica busca una
resección completa, por medio de las diversas trayectorias quirúrgicas como es la ruta transsilviana, transclival,
suboccipital y subtemporal, según nos menciona en un artículo publicado por el
departamento de neurocirugía de la Universidad Médica de Kansai(Baca
Riofrío, 2020)(Mayank
Rao, 2019).
La
cirugía está indicada en casi todos los casos, el objetivo es establecer el
diagnóstico aliviar los síntomas, algunos neurocirujanos abogan por una
estrategia de reducción de la compresión neural mediante drenaje de quiste y
resección limitada del tumor sólido en previsión de la irradiación del tumor
residual(Peter
J. Snyder, n.d.)
En
el artículo científico de William Rojas
y colaboradores señalan que comparando las dos manejos quirúrgicos transesfenoidales se prefiere la técnica
endonasal endoscópica, ha demostrado un mejor resultado quirúrgico con menor
recidiva (8-14%) gracias a que las estructuras se visualizan directamente con
una mejor resolución, versus la técnica microscópica que muestra un mayor
porcentaje de recidiva (14-25%)(Massa
et al., 2021), aunque
la endoscopía puede implicar menor tiempo de internación hospitalaria en comparación con la cirugía
microscópica, el grado de resección tumoral total, necesidad de adyuvancia y mortalidad a corto plazo son similares
entre una técnica y la otra
La
técnica de craneotomía abierta se ha desplazado a lo largo de los años dada su
resección poco selectiva, ya que la técnica quirúrgica propone la extracción
del quiste con su cápsula, lo cual lesiona células glandulares hipofisarias
sanas aumentando el riesgo posoperatorio de presentar disfunción endocrina,
casi siempre con diabetes insípida(Massa
et al., 2021)
Se
mencionó que el abordaje endoscópico transnasal de la base del cráneo se ha
convertido en una corriente común para el tratamiento, se han descrito nuevas
técnicas para mantener la permeabilidad del tracto incluido el uso de stents y
colgajos con el fin de prevenir la estenosis y la reacumulacion del quiste(Ninla
Elmawati Falabiba, 2019).
Las
alteraciones endocrinas pueden regresar rápidamente después de la cirugía, el
déficit hormonal más frecuente que tiende a persistir luego de la cirugía es la
Diabetes insípida aún en su forma más leve; esto pudiera ser explicado por la
localización del quiste adyacente al tallo hipofisario, produciendo un mayor
daño a su función, frecuentemente la Diabetes insípida posoperatoria se
resuelve espontáneamente dentro de algunos meses posteriores a la cirugía
En
un trabajo publicado en 2014 realizado por
Frank y colaboradores en su serie de 22 pacientes abordados por vía
endoscópica endonasal, reportaron que todos sus pacientes tuvieron una mejoría
de su visión y cefalea, así como de su prolactinemia, si esta estuvo presente.
Algunos
autores describen recidivas del 16% a 18% en pacientes posquirúrgicos,
sugiriendo el manejo conservador posterior, como opción en quistes recurrentes
de gran tamaño se ha planteado la radioterapia, se utiliza para tratar a
pacientes con enfermedad residual después de una resección quirúrgica parcial o
que ha recurrido después de lo que inicialmente se pensó que era una resección
total macroscópica(Bobeff et al., 2019)(Kamei et al., 2017).
A lo que se refiere tratamiento conservador Hirayama
Y. y colaboradores señalan que
15,9% disminuyeron de forma
espontánea su tamaño con terapia de reemplazo con glucocorticoides(Harsh et al., 2021)
En
nuestra paciente debido a la edad se decide un tratamiento expectante con
revisión médica cada 6 meses. La
evidencia de tasa de mortalidad a largo plazo en pacientes con adenomas
hipofisario no funcionantes es limitada, la mortalidad suele ser secundaria a
casusas circulatorias, respiratorias o infecciosas(DynaMed,
2020)
La
paciente tiene actitud tranquila ante al diagnóstico, señala que nunca ha
escuchado sobre esta enfermedad, pero la información que recibió del médico
neurólogo fue muy precisa y la intervención del médico general fue esencial
debido derivo al médico especialista.
5.
CONCLUSIONES
§ El quiste de Rathke es una patología con una baja tasa de
diagnósticos ya que suele ser asintomática, esa es una de las razones
principales por la que no existen datos certeros sobre su prevalencia, además
que en nuestro país el acceder a métodos de imagen como una resonancia
magnética implica un alto costo monetario. Por otro lado si se obtiene una
imagen sugestiva de un quiste de Rathke se evalúa al paciente si este presenta
síntomas o es asintomático. En el caso de ser sintomático se plantea una resolución quirúrgica mientras
que al ser asintomático podría mantener un seguimiento clínico para su
posterior resolución quirúrgica dado el caso e incluso plantear un tratamiento
basado en radioterapia.
§ El
tratamiento implementado en la mayoría de los casos como ya lo hemos mencionado
y con una adecuada valoración médica previa, se realiza mediante una
intervención quirúrgica, pero en
relación a nuestro caso clínico su manejo fue mediante tratamiento ambulatorio
con amitriptilina, debido a su edad
avanzada representaría un riesgo someterla a dicho procedimiento quirurgico,
por lo que la paciente continua con su medicación via oral y controles
periódicos.
§ El
primer contacto de los pacientes es el médico general, él debe tener la
capacidad de decidir hasta donde puede tratar y cual es momento adecuado para
realizar interconsultas a especialidades, siempre basándose en los cuatro
principios de la ética médica.
CONFLICTO DE INTERESES: Todos los autores declaramos que no
existe conflictos de interés.
DECLARACIÓN DE CONTRIBUCIÓN: Todos los autores contribuyeron en
la selección de búsqueda o artículos del escrito.
6. LISTA DE REFERENCIAS
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