La radio comunitaria como promotora del desarrollo local

en Puyango, Ecuador

 

C�sar Teodomiro Sandoya Valdiviezo

[email protected]

Universidad Nacional de Loja

Ecuador, Loja

 

RESUMEN

La presente investigaci�n se propone identificar las potencialidades de la radio comunitaria y su contribuci�n al desarrollo local, tomando como objeto de estudio una emisora del cant�n Puyango de la provincia de Loja, Ecuador, donde existen diferencias entre este modelo y el privado, lo cual reafirma el esp�ritu de lo comunitario, que es participaci�n, inclusi�n y cooperaci�n. El art�culo reflexiona sobre las diferentes teor�as que sustentan a la radio comunitaria, se reconoce el rol activo de esta clase de emisora en el desarrollo local y se aborda el rol de Radio Integraci�n en el desarrollo local. Se utilizaron los m�todos inductivo-deductivo y an�lisis-s�ntesis; adem�s, se aplicaron las t�cnicas de la encuesta, el grupo focal, las entrevistas estructurada y semiestructura. Entre las conclusiones se destaca que los medios comunitarios inciden en el desarrollo local y ciudadano del territorio donde se ubican; no deben perderse de vista las acciones que desde estos medios podr�an implementarse para estrechar los v�nculos con la comunidad y los procesos de desarrollo. Radio Integraci�n, a pesar que democratiza la comunicaci�n y fomenta el di�logo, a�n le falta involucrar a m�s sectores de la comunidad en proyectos de comunicaci�n orientados al desarrollo local.

 

Palabras clave: desarrollo local, comunidad, radio, participaci�n

 

 

 

 

 

 

 

Community radio as a promoter of local development

in Puyango, Ecuador

 

ABSTRACT

This research aims to identify the potential of community radio and its contribution to local development, taking as an object of study a radio station in the Puyango canton/town of the province of Loja, Ecuador, where there are differences between this model and the private one, which reaffirms the spirit of the community, which is participation, inclusion and cooperation. The article reflects on the different theories that support community radio, recognizes the active role of this type of radio station in local development and discusses the role of Radio Integraci�n in local development. The inductive-deductive and analysis-synthesis methods were used; in addition, the survey, focus group, structured and semi-structured interviews were applied. Among the conclusions, it is highlighted that community media have an impact on the local and citizen development of the territory where they are located; the actions that could be implemented from these media to strengthen the links with the community and the development processes should not be lost sight of. Radio Integraci�n, although it democratizes communication and promotes dialogue, still needs to involve more sectors of the community in communication projects aimed at local development.

 

Keywords:local development, community, community radio, participation

 

 

 

Art�culo recibido:� 05 febrero 2022

Aceptado para publicaci�n: 28 febrero 2022

Correspondencia: [email protected]

Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

1.����� INTRODUCCI�N�

El vocablo desarrollo comienza a tomar auge a fines del siglo XIX; pero se extiende su uso luego de la Segunda Guerra Mundial. En ese entonces, se asocia al escenario transformado por la incorporaci�n masiva de la industria como modo de producci�n y su impacto territorial.

Bajo el criterio burgu�s, la palabra desarrollo se vincula a indicadores que reflejan nivel de producci�n y circulaci�n de bienes y servicios. Esta visi�n concibe que el crecimiento de los factores econ�micos asesta un duro golpe a los sectores marginados, ya que la pobreza marca distancia entre la sociedad moderna y la sociedad tradicional relegada.

Simpatizante con este criterio, el economista franc�s Fran�ois Perroux (1967) manifiesta que el desarrollo es el conjunto interrelacionado de cambios mentales y sociales de una poblaci�n que la capacitan para aumentar su producto global. Esta definici�n valoriza lo psico-social, as� como el rol de los procesos educativos en esas estrategias de cambio, sin dejar de lado dimensiones como los productos culturales, humanos y ecol�gicos.

Se trata entonces de un t�rmino que supone la disminuci�n �de las desigualdades, la erradicaci�n de la pobreza y la conservaci�n del entorno natural, mediante el cual el sistema reproduzca las necesidades b�sicas mediante el desarrollo de capacidades y comprensi�n y soluci�n de sus integrantes, se refiere a cambios sociales� (Escudero, 2012, p. 81).

Mar�a del Rosario L�pez Vidal (2006) alude al espacio local como una forma de enfocar lo global desde el reconocimiento y valoraci�n de las particularidades regionales, a partir de una percepci�n m�s cercana del territorio donde se reformula la identidad del individuo y su sentido de pertenencia.

De su lado, la comunicaci�n comunitaria resignifica los derechos ancestrales a la informaci�n y la libre expresi�n, reconociendo legalmente la informaci�n p�blica como bien p�blico. Es decir, los medios comunitarios tienen el protagonismo, al nacer y representar una comunidad de intereses de tipo sindical, ecologista, ind�gena, campesino, profesional, etc. Esto no permite sintetizar que la radio comunitaria une a su audiencia con las nuevas trasformaciones, incluyendo contenidos que visibilizan a un p�blico que deja de ser pasivo para convertirse en protagonista en la producci�n de contenidos.

Si bien la radio comunitaria debe potenciar la participaci�n ciudadana, en el cant�n Puyango no se evidencia diferencias entre este modelo y el privado, toda vez que cumplen funciones similares, interponiendo el inter�s comercial sobre el servicio, lo cual se contrapone con el esp�ritu de lo comunitario, que es cooperaci�n y participaci�n.

Al coincidir en que los medios comunitarios inciden en el desarrollo local y ciudadano del territorio donde se ubican, no deben perderse de vista las acciones que desde estos medios ecuatorianos podr�an implementarse para estrechar los v�nculos entre ellos y los procesos de desarrollo.

En la presente investigaci�n se estudi� el caso de Radio Integraci�n del cant�n Puyango, localizado al suroccidente de la provincia de Loja, en Ecuador. Es la emisora comunitaria m�s antigua de la provincia y la de mayor cobertura en la zona, que estableci� temporalmente una estructura de corresponsales comunitarios con resultados interesantes, ya que logr� visibilizar la realidad de varias comunidades que tradicionalmente se manten�an ocultas por los medios tradicionales.

2. MATERIALES Y M�TODOS

La presente investigaci�n se fundamenta en que las radios comunitarias deben entenderse como potenciadoras, articuladoras e impulsoras de procesos de desarrollo local mediante la participaci�n y cooperaci�n ciudadanas por la v�a de la autogesti�n de la informaci�n. Estos procesos deben estar acoplados a las caracter�sticas de cada contexto geogr�fico y sujetarse a los cambios de los sistemas comunicativos y sociales de los cantones de la provincia de Loja. En este sentido, Radio Integraci�n podr�a constituir un instrumento de comunicaci�n valioso para lograr el empoderamiento ciudadano con miras a lograr la participaci�n en la b�squeda de fines comunes.

El recorrido metodol�gico del estudio se basa en el enfoque cualitativo, que seg�n Hern�ndez Sampieri, Fern�ndez y Baptista (2014) recolecta datos sin medici�n num�rica para descubrir o afinar preguntas de investigaci�n en el proceso de interpretaci�n. Esta perspectiva permite profundizar y analizar el objeto de estudio desde varias aristas y se caracteriza por ser hol�stica e interpretativa.

Se emple� el m�todo hist�rico-l�gico para sistematizar las bases te�ricas y referenciales de los aportes conceptuales de la investigaci�n. El an�lisis-s�ntesis ayud� a entender los elementos relacionados con el problema, la fijaci�n de indicadores y el procesamiento de los resultados, a partir de la aplicaci�n de los instrumentos; mientras, el inductivo-deductivo revel� las regularidades y divergencias del funcionamiento de la radio comunitaria e identific� criterios referidos a sus potencialidades en el desarrollo local, y los puntos de ruptura que se contraponen con su crecimiento.

Para examinar la informaci�n existente sobre el tema, se aplic� la revisi�n bibliogr�fica y documental.� Se analiz� la informaci�n antes y despu�s de la Ley Org�nica de Comunicaci�n (2013), la visi�n que se tiene sobre las radios comunitarias; as� como la consulta de fuentes primarias y secundarias, la catalogaci�n de los documentos y la selecci�n de temas afines a la investigaci�n para realizar lecturas comparativas.

Se aplic� una encuesta a una muestra de 158 moradores del cant�n Puyango, para conocer la acogida que tiene la emisora entre los ciudadanos. Se aplicaron adem�s entrevistas estructuradas a directivos, periodistas y personal del medio objeto de estudio, como comunicadores, locutores, comentaristas, gestores de informaci�n, gestores en redes sociales, etc. Seg�n Hern�ndez-Sampieri et al. (2014), el entrevistador sigue una gu�a de preguntas espec�ficas y se sujeta exclusivamente a esta (el instrumento prescribe qu� cuestiones se preguntar�n y en qu� orden).

A esto se agregan entrevistas semiestructuradas a profesionales con destacada trayectoria en la actividad pr�ctica, la academia y la pol�tica, vinculados al trabajo de los medios de comunicaci�n, quienes fueron consultados en calidad de especialistas.

3. RESULTADOS Y DISCUSI�N

El discurso de la radio comunitaria

Refiere Mata (1998) que el discurso radiof�nico tiene una elevada capacidad para configurar p�blicos debido a su capacidad para brindar im�genes sonoras, en las cuales aquellos se reconozcan e impongan modelos de interacci�n simb�lica (Soler y Jean, 2011).

En el caso espec�fico de la radio comunitaria, la construcci�n de un discurso contra-hegem�nico es su principal tendencia. Para ello deben conjugarse de modo arm�nico los contornos sonoros y no sonoros que constituyen el discurso radiof�nico sin apartarlos del contexto comunitario, por el contrario, es la mezcla con esos espacios los que conducen a formar una nueva realidad dial�ctica.

El principio de este discurso debe versar en que la radio transforma la sociedad y viceversa. Esto se fundamenta en Barbero (2003) quien refiere que gracias a las mediaciones, se hace posible la comunicaci�n como creaci�n de sentidos o interpretaciones provenientes en primer lugar del individuo con una historia personal y sociocultural, de las situaciones que imponen negociaciones entre las audiencias y el medio, de factores contextuales, institucionales y estructurales del entorno de interactividad y del discurso propio del medio, capaz de naturalizar su significaci�n y anclarse en el sentido com�n.

Eliseo Ver�n (1996), desde una �ptica semi�tica refiere que �un medio de comunicaci�n social es un dispositivo tecnol�gico de producci�n-reproducci�n de mensajes asociado a determinadas condiciones de producci�n y a determinadas modalidades (o pr�cticas) de recepci�n de dichos mensajes�. Por tanto, si la radio comunitaria implica mediatizar la realidad de determinada localidad, su base discursiva debe establecerse en el transcurso de la vida de ese sitio.

Esto significa que la radio comunitaria, como medio de rescate, no puede ser sino la imagen del espacio donde se produce. Un desplazamiento de las fuentes de materias primas de la emisora desvincular� al medio de los oyentes, pues ser� ajeno a su realidad espacial y temporal. La radio comunitaria es, ante todo, contextual. Su discurso se centra en la territorializaci�n de los s�mbolos y las referencias, es una reestructuraci�n del espacio globalizado, o al menos, un intento de ello. (Soler y Jean, 2011)

Desde una �ptica m�s compleja como la econ�mica, debe considerarse que� las poblaciones a las que se dirigen las radios comunitarias generalmente est�n excluidas de los beneficios del desarrollo. Esta situaci�n, provocada por la disposici�n de los agentes de poder para redistribuir la riqueza, la corrupci�n y la toma de decisiones por parte de las grandes empresas transnacionales o grupos bancarios, �refleja discursos en los medios ciudadanos y comunitarios, como medios horizontales que construyen territorio y tejido social, debates que afrontan desaf�os y propuestas de intervenci�n� (Krohling, Chaparro, Torrico, 2019, p. 35), orientadas a generar la participaci�n de los ciudadanos y favorecer la sostenibilidad de la comunidad.

De ah� que el surgimiento de la radio comunitaria se vio impulsado por la necesidad de dar voz a los relatos que los medios hegem�nicos silenciaban, y en consecuencia, difundir un discurso diferente al que esos medios construyen, involucrando a los ciudadanos en los problemas que realmente son de su inter�s. Los investigadores Cicilia Krohling, Manuel Chaparro y Erick Torrico (2019) fundamentan la idea anterior, cuando afirman que

Las narrativas desde las que piensan hoy las redes continentales y regionales de medios comunitarios empiezan a expresar discursos decoloniales, en el sentido en que reconocen haber asumido ense�anzas y discursos medi�ticos que contradicen la realidad y nuestra naturaleza misma, en la necesidad de descontaminar creencias, aprendizajes y pr�cticas nocivas instaladas por la sociedad del desarrollo. (pp. 35-36)

En la misma medida en que la comunidad vea m�s cercanos los mensajes que se emiten, mejor podr� involucrarse en el proceso comunicativo y de construcci�n discursiva de la radio comunitaria. Esto constituye a la vez un reto para los comunicadores, quienes ya no son los exclusivos emisores, sino que cuanto m�s se empodere la ciudadan�a en el papel de elaborar y dar forma a la informaci�n, m�s los emisores ser�n capaces de interactuar con los destinatarios, en un proceso que contribuya a recuperar la soberan�a de la localidad y a construir redes de experiencias y de conocimientos compartidos. �Ello implica trabajar no una �comunicaci�n para el desarrollo� sino m�s bien otra para salir de �l y de los desastres provocados por pr�cticas que amenazan con el colapso del planeta� (Krohling et Al., 2019, pp. 36- 37).

Al ser la radio un medio ef�mero, en que el mensaje si no es bien recibido por el radioescucha, se pierde en un instante, debe atenderse con sumo cuidado el modo en que se emplea el recurso expresivo de la palabra. La profesora mexicana Mart�nez (2019) sostiene que �la radio debe ser valorada como un instrumento de uso social que pone en com�n los saberes y valores de la comunidad, entre ellos: el sonido� (p. 32); sin embargo, cr�ticas actuales a medios radiof�nicos hegem�nicos se sustentan en el hecho de que con ellos la palabra se aleja del pueblo, y la voz ya no expresa el sentir, la emoci�n y la vida de la comunidad, alejando de esta forma a la radio tradicional de la audiencia.

Muchos locutores de las poblaciones cuando empiezan un trabajo radial lo hacen con la conciencia deformada por la radio tradicional y lo pretenden llevar a la pr�ctica imitando gestos, poses y el estilo del locutor comercial. Sin embargo, es oportuno que el locutor de una radio comunitaria logre dominar el lenguaje cargado de emoci�n, sentimiento y vida, convirti�ndose en un artista capaz de alegrar, entretener, de dar una palabra de aliento, de vida, una esperanza. Esto es una habilidad que se forja en las tareas de la emisora popular, a medida que esta se construye y avanza, pues como refiere Garc�a (1980) �todo lo que decimos se lo lleva el viento; si no logramos el impacto inicial, �nico y definitivo, hemos perdido el tiempo� (p. 159).

Radio comunitaria, participaci�n ciudadana y sostenibilidad

Contrario a lo que se piensa, los medios comunitarios en sentido general son empresas sociales de propiedad colectiva sin fines de lucro (Jean, 2006; S�ez, 2008; Moscoso y �vila, 2017). Aunque en su nacimiento pueden entenderse como resultado de actos de buena voluntad emancipatoria de un grupo de personas o instituciones p�blicas, privadas, laicas, religiosas o de cualquier otro tipo, �los ingresos se revierten en el mismo medio y en proyectos de desarrollo social� (Moscoso y �vila, 2017, p. 51).

A pesar de que la radio comunitaria carece de una expectativa de vida, pues puede desaparecer a unos meses de creada o resistir el tiempo para trascender como testigo de la historia viva de un lugar, su puesta en funcionamiento exige de un proceso de gesti�n multidimensional, donde las v�as de financiamiento son formas que la emisora debe adoptar a pesar de las complejidades que supone para este tipo de medio de comunicaci�n.

Aunque el beneficio econ�mico es considerado un valor tangible socialmente aceptado, en el caso de la radio comunitaria �la actividad p�blica suele medir el coste econ�mico del servicio en comparaci�n con el beneficio social que supone� (El Mohammadiane y Espinar, 2019, p. 185). Lo anterior se traduce en el aporte que realice la emisora a la construcci�n de valores, a la informaci�n plural y debidamente contextualizada, sin �nimos de lucrar.

Ernesto Lamas (2003) refiere que desde el punto de vista econ�mico un proyecto es sostenible cuando obtiene �los recursos materiales necesarios y [es capaz de] gestionarlos de manera eficaz para el cumplimiento de sus objetivos, porque la sostenibilidad econ�mica es la construcci�n de una base econ�mica s�lida que permita desarrollar de forma sostenida y continua los objetivos que nos planteamos� (p. 61).

Esta forma de sostenibilidad escapa de la estructura de la radio comercial o estatal, aunque demuestra que �la radio comunitaria es una instituci�n con entradas y salidas, por lo que sus gastos tienen que ser planificados en funci�n de sus gastos financieros� (Jean, 2006, p. 78).

Y es que una de las diferencias entre la radio comunitaria y las tradicionales estriba en la manera en que se atienden las necesidades econ�mico-financieras; ya sea en materiales y equipos para su consecuci�n o en el sustento del cuerpo de la emisora, incluyendo a la fuerza trabajadora asalariada. La importancia de la sostenibilidad econ�mica se evidencia en �la posibilidad de darle continuidad a un proyecto. Involucra la capacidad que tiene un grupo humano de mantener en funcionamiento la radio y de hacerla crecer� (Lamas, 2003, p. 20).

L�pez Vigil (2005), defiende la idea de que el hecho de que una emisora comunitaria transmita publicidad comercial no la aleja de su concepto,

(...) pero la publicidad tiene que cumplir el mismo rol de la emisora para as� convertirse en un aporte y diferenciarse en ese aspecto tambi�n de las radios comerciales. (...) La publicidad es fundamental dentro de la programaci�n y hace que los contenidos dentro de la radio sean m�s integrales y funcionales a la comunidad. (Chiriboga, 2016, p. 23)

Otras v�as por las que las radios comunitarias pueden lograr ser sostenibles econ�micamente es ofertando servicios a la localidad. Sea �prestaci�n de servicios, cooperaci�n, producci�n, ayuda y otras, una manera debe encontrarse para que la emisora se perpet�e en todas sus aristas necesarias� (Jean, 2006, p. 79).

Como refiere Gumucio (2001), sin la sustentabilidad econ�mica es imposible visualizar horizontes de crecimiento, pues esta implica que todo proyecto de radio comunitaria debe tener fuentes diversas y s�lidas de financiamiento, estrategias de distribuci�n y uso eficiente de recursos.

Del mismo modo, las autoras Valeria Moscoso y Caroline �vila (2017) sostienen que para que un proyecto sea socialmente sustentable primero debe plantear una propuesta comunicacional, a partir de la que se construir� una agenda propia con una parrilla de programaci�n inclusiva y que diversifique los g�neros y formatos radiof�nicos, pues

La programaci�n hay que armarla desde los p�blicos, desde los gustos, incluso desde los malos gustos; por supuesto para no quedarse en ese nivel, hay que ofrecer cosas nuevas, hay que armar la programaci�n a partir de sondeos de audiencia bien elaborados. (L�pez Vigil, s. a, como lo cita San Mart�n, 2013)

En esta misma l�nea de pensamiento, Herrera (2015) asegura que al implementar un proyecto que pretenda ser sostenible y perpetuo en el tiempo, deben tomarse en consideraci�n

... la efectividad de la apropiaci�n ciudadana de los procesos y contenidos comunicacionales (empoderamiento ciudadano), del sentido de pertenencia local que se vaya creando sobre el medio que, indudablemente, va a responder en gran medida y en primera instancia, a nivel micro, de una real intensi�n y necesidad de aplicarlo, y a nivel macro de una intenci�n gubernamental e institucional de dar respaldo a la propuesta. En segundo lugar, de un grupo gestor que lo asuma con seriedad, responsabilidad y entusiasmo, de la presencia de una tecnolog�a apropiada en correspondencia con las habilidades y competencias de la comunidad local, del establecimiento de alianzas estrat�gicas y redes de convergencia y finalmente, aunque m�s importante, de una comunidad local que se vincule a los procesos de transformaci�n y los asuma como propios. (p. 103)

Para complementar lo anterior, cabe referenciar a Camilo Mora (2011), cuando plantea que una radio comunitaria debe �generar espacios de participaci�n de los ciudadanos desde la gesti�n, cogesti�n y autogesti�n, como los niveles m�s elevados de compromisos con la pluralidad y libertad de expresi�n para la consecuci�n de los mejores intereses de las comunidades� (p. 140). Entra entonces a tomar protagonismo la participaci�n, concepto impreciso seg�n algunos autores (Bolos, 2001; Guill�n, S�enz, Badii y Jim�nez, 2009), pues se refiere a �las organizaciones cooperativas, a las asociaciones civiles, a las comunidades de autoayuda, a la organizaci�n sindical, a la gesti�n de las empresas, a los movimientos sociales (...) a la emisi�n del voto, a la asistencia comunitaria (...) � (Bolos, 2001).

Tal imprecisi�n como refiere Silvia Bolos (2001), encuentra explicaci�n en Herrera (2021) cuando reconoce el car�cter polis�mico del t�rmino participaci�n, por lo cual ha sido extensamente definido, a partir de la multiplicidad de niveles y formas de expresi�n que los autores (Linares,1996; N��ez, 1998; Rebellato, 2000) le han atribuido.

Ha de considerarse que la participaci�n no s�lo alude a procesos electorales sino que se relaciona con una manera de controlar y moderar el poder otorgado a representantes pol�ticos mediante formatos y protocolos de participaci�n social que fortalezcan y alimenten la vida democr�tica de la sociedad (P�rez, 1999). En este sentido, Mauricio Merino (1995) valora el car�cter dual de la participaci�n cuando explica que se trata de �tomar parte� de un lado y, de otro, de �compartir�. Este autor concluye que participar es un acto social que abarca como m�nimo a dos personas, pues nadie puede participar aislado. Sobre esta misma base, los investigadores Amalia Guill�n, Karla S�enz, Mohammad H Badii y Jorge Castillo (2009) aluden que �participar significa que la gente sea capaz de estar activamente presente en los procesos de toma de decisiones que ata�en a lo colectivo que definen el rumbo de nuestro Estado� (p. 180).

Para Linares (1996), la participaci�n es el medio a trav�s del cual puede construirse una sociedad integrada, cuyos miembros tengan la posibilidad de decidir sobre aspectos esenciales de su vida. En este sentido, el profesor mexicano Carlos N��ez (1998) destaca la existencia de una participaci�n sustantiva y una participaci�n reactiva.

La participaci�n sustantiva es tener la capacidad de decidir, controlar, ejecutar y evaluar los procesos y sus proyectos; si no hay capacidad de decisi�n y de control estaremos hablando m�ximo de una participaci�n reactiva (la sociedad reacciona, pero no expresa una cultura y una pr�ctica cotidiana de participaci�n, entre otras razones porque no hay suficientes canales institucionales ni est�mulos que la favorezcan). (p. 128)

Al estudiar el concepto, Jos� Luis Rebellato (2000) afirma que la verdadera participaci�n trae aparejada transformaciones cualitativas en las actitudes y valores del ser humano, que pasa de pasivo a protagonista de su historia personal o colectiva, con proyectos y aspiraciones que lograr. Este investigador refiere que la participaci�n tiene lugar de tres maneras: formar parte, tener parte y tomar parte. Al formar parte los ciudadanos concurren a una movilizaci�n o asisten a un evento, esta modalidad enfatiza en lo cuantitativo sobre lo cualitativo; cuando se tiene parte en algo, se desempe�an funciones del proceso a trav�s de mecanismos interactivos de cooperaci�n y competencia, la emisi�n de criterios, la negociaci�n mutua; el hecho de tomar parte, implica la verdadera participaci�n, pues en ella se detectan problemas, se proponen y aplican soluciones, se eval�an los resultados.

Radio Integraci�n y desarrollo local

En la p�gina web de la emisora, puede leerse que su objetivo general persigue: �Desarrollar una comunicaci�n radial libre, democr�tica, incluyente e intercultural a trav�s de una programaci�n educativa, informativa, cultural y de entretenimiento para la consolidaci�n de los derechos del buen vivir y la participaci�n de la ciudadan�a� (Radio Integraci�n, 2020). Por ello el logro del mismo se concreta en el desarrollo de proyectos de comunicaci�n popular, educaci�n y entretenimiento en toda la regi�n.

Esos proyectos son financiados por organismos no gubernamentales (ONGs) e instituciones estatales, para la concepci�n de programas radiales dirigidos a audiencias espec�ficas como ni�as, ni�os, adolescentes, j�venes, integrantes de organizaciones sociales, campesinos, adultos y adultos mayores.

Gracias a este modo de hacer comunicaci�n, la audiencia de Radio Integraci�n se ha visto incrementada, coincidiendo con su posicionamiento en la comunidad lojana. Seg�n datos de la ONG PCI Media Impact de New York (2011), en 2009 el 61,6% de la poblaci�n de Loja escuchaba Radio Integraci�n y su aceptaci�n popular rondaba el 72%.

Un estudio realizado en 2018 a 200 habitantes de Puyango, revel� que el 56% escucha la emisora �por ser un medio local, que lleva varios a�os impartiendo informaci�n imparcial, de calidad, cosas que acontecen en el cant�n generando informaci�n de inter�s para la colectividad y sus alrededores� (Rueda, 2018, p. 50).

Este elevado nivel de audiencias lo confirman tambi�n instituciones gubernamentales de la localidad. En el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de la parroquia Mercadillo del cant�n Puyango, se reafirma que radio Integraci�n es la principal fuente de informaci�n y la m�s sintonizada en la regi�n sur (Fundaci�n Ecodes, 2011). Lo mismo es confirmado en estudios realizados en los Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de las parroquias P�zul y Teniente Maximiliano Rodr�guez del cant�n Celica, donde Radio Integraci�n es l�der en sinton�a (GAD Parroquial P�zul y GAD Parroquial Teniente Maximilia Rodr�guez, 2011).

Por otro lado, en los a�os 2008, 2009 y 2010, Radio Integraci�n lider� un proceso de participaci�n y acci�n social. Gracias al financiamiento de la ONG PCI-Media Impact de New York, se produjo una radionovela enfocada en tres temas de inter�s comunitario: el fortalecimiento sociorganizativo, la protecci�n de recursos naturales y la salud sexual y reproductiva en adolescentes.

Se realiz� un casting para seleccionar a las actrices y los actores de entre los habitantes de la zona. De ese modo, se lograba mayor identificaci�n de los oyentes con el programa. La radionovela se llam� �As� Somos� y su transmisi�n se realiz� atendiendo al formato de radiorevista de una hora de duraci�n. Cada cap�tulo se denominaba seg�n la tem�tica a abordar.

Se realizaron actividades complementarias como: la capacitaci�n a organizaciones sociales, la promoci�n y venta de canastas solidarias con productos agr�colas y pecuarios agroecol�gicos, la conformaci�n de una red de corresponsales comunitarios de la radio y la estructuraci�n de tres cabinas radiof�nicas. A su vez se desarroll� la campa�a �Ponte pilas con las pilas� para recolectar desechos. Se conformaron y capacitaron Eco Clubes en colegios de la zona y se hicieron reportajes promocionando lugares tur�sticos de la regi�n.

En 2011 el PCI Media Impact de New York midi� el impacto de la radionovela y sus 3 temporadas. El estudio arroj� que el 78% de los habitantes de Puyango escuchan Radio Integraci�n; el 29% de los oyentes son mayores de 51 a�os, el 37% tiene entre 31 y 50 a�os, el 24% tiene entre 18 y 30 a�os y el 11%, entre 4 y 11 a�os. En cuanto a la composici�n de g�nero, 49% de los oyentes son hombres y el 51% mujeres.

El sondeo tambi�n ofreci� pistas sobre las preferencias de los oyentes: el 66,6% destac� la buena m�sica, el 59,8% resalt� el valor de los conductores de los programas que orientan y fomentan opini�n, en tanto un 50,6% aludi� a la presencia de entrevistas a personas del entorno y de especialistas en diversidad de temas (Impact, 2011).

A lo anterior se suma que el 34% de los oyentes de Radio Integraci�n ha establecido alg�n tipo de comunicaci�n por medio de la radio, enviando saludos o utilizando sus servicios. Un 68,4% no tiene horarios predilectos para sintonizarla, sino que sigue la programaci�n durante todo el d�a, en tanto un 54,1% prefiere escucharla en los horarios de 5:00 a 9:00 AM y de 5:00 a 9:00 PM.

Consecuentemente, como producto del trabajo constante y responsable, Radio Integraci�n se ha convertido en un referente de la actividad educomunicacional en la provincia de Loja. La emisora ha elaborado microprogramas educativos referentes al manejo y clasificaci�n de los recursos s�lidos en Alamor; con la Uni�n Popular de Mujeres de Loja y la Fundaci�n Pa� Rivet se tranmitieron microprogramas referentes a la migraci�n y al derecho, por el alto porcentaje de migrantes europeos que habitan en la localidad.

Constantemente, en los estudios de esta emisora se producen cu�as educativas para organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Esa constancia en el trabajo con la comunidad y en pro de construir una sociedad sobre la base de la moral c�vica, provoc� que el Ministerio de Inclusi�n Econ�mica y Social, a trav�s del Instituto de Econom�a Popular Solidaria financiara el proyecto Fortalecimiento de la organizaci�n y participaci�n social a trav�s de la comunicaci�n popular�. Ello permiti� mejorar t�cnicamente al medio, fortalecer las capacidades del talento humano e implementar cabinas radiof�nicas en los cantones de Algarrobillo y Pindal, las mismas que sirven como centro de producci�n e informaci�n en territorio para transmitir y hacer comunicaci�n desde cada sector.

Lo anterior se corrobora con el estudio de Nelvia Rueda (2018), que manifest� que el 87% de los encuestados admiten que los contenidos de la programaci�n de Radio Integraci�n contribuyen a su educaci�n, orientaci�n y valorizaci�n de su cultura. Los encuestados aseguraron que �se puede aprender de programas cuyo contenido sea educativo, cient�fico y cultural, los mismos fortalecen el conocimiento de los habitantes del sector, ya que la radio como instrumento de comunicaci�n incentiva a la gente a trav�s de dichos programas� (p. 57).

Las fortalezas que permite a la emisora contar con el respaldo y aceptaci�n de la ciudadan�a, es precisamente la credibilidad lograda en el trascurso del quehacer radiof�nico. Las personas saben que cuentan con un medio que garantiza su derecho a la libre expresi�n, siempre y cuando se enmarque en las normas establecidas para el efecto que involucra el respeto a los dem�s. Esa libre expresi�n permite tambi�n diversificar las voces, las opiniones, los puntos de vista, analizar las realidades o problemas desde otras perspectivas. Aqu� interviene el pensamiento de personas de todas las edades, sectores sociales, lugares urbanos o rurales, en fin, en Radio Integraci�n se encuentran esos pensamientos distintos que enriquecen la comunicaci�n y construyen ciudadan�a.

Otro aspecto es la programaci�n diaria dirigida para toda la poblaci�n de la regi�n que se dedica al comercio de productos de primera necesidad, la compra-venta de productos de la zona; las actividades agr�colas (ma�z, caf�, ca�a, guineo, preferentemente) y ganaderas (vacuno, porcino, caprino, pisc�cola, ap�cola, preferentemente); la elaboraci�n de productos procesados: queso, quesillo, balanceados, caf�, panela, dulces, pan, etc.; las artesan�as de tagua y guad�a, los tejidos de material reciclable y la prestaci�n de servicios profesionales, principalmente. En las zonas urbanas, la radio se acerca a quienes laboran en instituciones financieras, p�blicas, privadas y el transporte p�blico.

La programaci�n de Radio Integraci�n es incluyente y participativa, y en cada programa se transmite informaci�n verificada; la m�sica es seleccionada para evitar contenidos sexistas, violentos o discriminatorios; los mensajes motivan, dejan una ense�anza, entretienen y elevan la autoestima de quienes la escuchan.

Desde sus inicios, Radio Integraci�n lleg� a las audiencias como un medio diferente. Su nombre tuvo prop�sitos: integrar amigos y comunidades.� La lideresa comunitaria Carmelina Aldaz, describe que el trabajo de Radio Integraci�n se fundamenta en la visita a los territorios,

... a ver la realidad de los hechos. El personal de la radio ayuda incluso en las programaciones, dando las cu�itas gratis para las rifas, para todo lo que es solidaridad. Esa es la diferencia con las dem�s radios, esos son los objetivos que se est�n logrando a�n m�s en Radio Integraci�n. (2021, Grupo Focal 1)

En este sentido, la encuesta aplicada a los 158 oyentes potenciales recoge que dentro de la oferta de programaci�n de Radio Integraci�n, estos prefieren espacios noticiosos (105), de entretenimiento (79) y culturales (79); de corte comunitario (75), educativo (73) y de opini�n (72), y en menor medida deportivos (29).

Esta preferencia de los p�blicos se corresponde con las palabras de L�pez Vigil, entrevistado para esta investigaci�n, cuando apuesta por la variedad de la parrilla de programaci�n de una radio comunitaria �donde haya programas musicales, de entretenimiento, por supuesto donde haya informativos, donde haya programas educativos, (...) mejores programas de valores, donde se defiendan los derechos humanos y los derechos de la naturaleza� (2021, Comunicaci�n personal).

Otro participante de los grupos focales, Leonidas Loyola, se�ala, que �se trata de una radio pionera, la mejor sintonizada a nivel cantonal, a nivel provincial y a nivel parroquial� (2021, Grupo Focal 1). Igualmente, esta emisora se caracteriza por estar �al servicio de la ciudadan�a de diferentes sectores del suroccidente de la provincia de Loja, los cantones Zapotillo, Celica, Pindal, Puyango.

Recuerda Aldaz (2021, Grupo Focal 1) que, al instaurarse como medio comunitario, Radio Integraci�n marc� ciertas diferencias con respecto a las restantes emisoras. Mientras la radio tradicional continuaba con sus mismas propuestas de programas, en Radio Integraci�n:

... la gente empez� a hablar y decir el problema de la comunidad, qu� es lo que est� pasando con la comunidad. Hab�a alg�n enfermo y ellos dec�an: �Aqu� no hay quien a nosotros nos socorra. Son ustedes los que vienen aqu� a saber, a enterarse de lo que nos est� pasando en la comunidad�. Entonces eso se logr� y hoy estamos con los buenos frutos.

En este sentido, Radio Integraci�n demostr� que otra comunicaci�n es posible. Y es que en Puyango como ya se ha dicho, la emisora en cuesti�n se considera pionera, no por haber sido la primera en surgir, sino por la real importancia que le concede al sector rural, al campesino, a las comunidades (Armijos, 2021, Grupo Focal 2). Asimismo, Nelson Quevedo (2020, Comunicaci�n personal) reconoce que Radio Integraci�n simula �una herramienta terap�utica, favorece la participaci�n social y lucha contra el estigma social proyectando una imagen positiva y realista de las personas, y de integraci�n comunitaria para quienes tienen derecho a la libertad de opini�n y de expresi�n�.

En sus a�os de existencia, la estaci�n radiof�nica ha tenido que asumir el reto de no dejarse influenciar por los intereses de pol�ticos que no prioricen el sentir o las necesidades de la comunidad. Para el comunicador Fabi�n Jumbo, la participaci�n en Radio Integraci�n es un factor clave, pues la experiencia de trabajo ha sido fabulosa.

En primer lugar, tuvimos una capacitaci�n, y supimos por qu� una radio est� dispuesta a recibir todas las voces, a diferencia de las otras que pr�cticamente s�lo seleccionan los grupos de poder. En cambio, en una radio de la comunidad hablamos todos. En ese tiempo dec�amos que �ramos la voz del que no tiene voz. Aunque despu�s se cambiaron los t�rminos, se apunta a que tengamos el poder de expresar libremente en una radio comunitaria y eso es lo que nosotros hemos aprendido. La experiencia m�s grande fue la de coger un micr�fono por primera vez y empezar a hacer entrevistas al uno y al otro, y dar la noticia todos los d�as, el comentario todos los d�as. Claro, sin dejarnos tomar del poder pol�tico y eso es en lo que Radio Integraci�n se destaca: no discrimina y no se doblega ante el poder pol�tico. (2021, Grupo Focal 1)

La din�mica participativa de Radio Integraci�n se materializa en el recorrido que esta emisora realiza por las comunidades. Los realizadores est�n pendientes, preocupados por lo que ocurre en los distintos sectores a los que llega la se�al. �Entonces desde ah� logra tambi�n promover la participaci�n, y el momento de participar propicia una mayor inclusi�n de aquellos sectores marginados, que han sido m�s olvidados por los poderes provinciales centrales o poderes cantonales o seccionales� (Maza, 2021, Grupo Focal 2). Es as� como esta estaci�n comunitaria ha logrado que las personas participen con dinamismo y cooperaci�n en temas locales, despertando el inter�s por denunciar los hechos que tienen lugar en el interior de las comunidades.

Otros participantes en los grupos focales desarrollados para esta investigaci�n, afirman que Radio Integraci�n �es la voz del pueblo� (C�rdova, 2021, Grupo Focal 2), �es una radio interactiva que no discrimina y transmite amor a la sociedad� (Vaca, 2021, Grupo Focal 1), �es la radio m�s solidaria del cant�n� (C�rdova, 2021, Grupo Focal 2) y �democratiza la palabra abri�ndose a los diferentes sectores para que puedan intervenir y opinar� (Jumbo, 2021, Grupo Focal 2).

Por otro lado, una encuesta aplicada a 158 oyentes potenciales (79 hombres y 79 mujeres) de edades comprendidas en el rango de 18 a 70 a�os, entre el 18 de septiembre y el 6 de octubre de 2020, arroj� que 149 personas escuchan Radio Integraci�n. Las 9 personas que declararon no escuchar la emisora, coinciden con que tienen un nivel de estudios superiores y se desempe�an en el sector profesional (3), comercial (1) o estudiantil (5). Al indagar sobre los motivos por los que no la sintoniza s�lo seis respondieron. Un encuestado refiri� que a su vivienda no llega una buena se�al de radio, tres no escuchan la radio, uno prefiere el peri�dico y otro no se siente identificado con el tipo de m�sica que emite el medio.

Sin embargo, la mayor�a que afirm� ser oyente de la estaci�n, se caracteriza por su heterogeneidad, pues este grupo est� integrado por profesionales (48), estudiantes (39), amas de casa (19), agricultores (14), ganaderos (2), artesanos (5), comerciantes (15), servidores p�blicos (2), operador de maquinaria (1), jubilado (1) y sin v�nculo laboral (3). Estos encuestados destacaron que Radio Integraci�n, desde las 5 de la ma�ana hasta la noche, emite buenos programas, y mantiene a los oyentes informados sobre la realidad de sus pueblos.

El espacio de participaci�n que ofrecen las ondas de Radio Integraci�n, es reconocido por 108 encuestados como id�neo para que la comunidad d� a conocer sus necesidades mediante sus ondas; no obstante, 36 respondieron que esa condici�n s�lo se cumple a veces, y en menor medida 3 respondieron que casi nunca y 5 nunca. Asimismo, 107 participantes aseguran que los programas de la emisora siempre ofrecen espacio para que la comunidad sepa de los proyectos comunitarios que se ejecutan en Puyango y contribuyen al desarrollo de la comunidad; en tanto, 39 afirman que esto s�lo ocurre a veces y 6 que casi nunca (3) o nunca (3) tiene lugar este acto.

Esas respuestas confirman que �la comunicaci�n participativa, a pesar del desarrollo tecnol�gico, sigue siendo un reto, ya que el camino no est� exento de dificultades� (Lagos y Rodr�guez, 2014), a la vez que no �podemos obviar que los procesos participativos no surgen de un d�a para otro, sino que consensuar el proceso implica que este debe ser lento, gradual y realista� (De la Noval, 2018).

Algunos participantes en los grupos focales comentaron que a diferencia de otras emisoras que se mueven por prop�sitos lucrativos, en Radio Integraci�n sucede lo contrario, como refiere el l�der comunitario Dar�o Jumbo:

Radio Integraci�n contribuye much�simo a la sociedad en todo aspecto. Pero lo que m�s impacta es que se interesa por la obra social. Est� ayudando much�simo a todos los l�deres comunitarios, interactuando con ellos para estar atentos a la obra social. Est� integrando a la sociedad sin mirar si es clase social baja, alta o media. Est� con los que m�s necesitan. Eso es lo que a m� me impulsa a seguir escuchando la emisora. Un medio de comunicaci�n que nos impulsa a ser m�s humanos, a ser m�s comprendidos, da voz a quien no la tiene para que sea escuchado en todos los �mbitos, no solamente de nuestro pa�s, no solamente de nuestro cant�n, sino a nivel nacional e internacional. (2021, Grupo Focal 1)

Asimismo, un oyente como Tito �lvarez destaca el encargo social de Radio Integraci�n, fundamentado en los procesos de participaci�n activa de los individuos:

Radio Integraci�n es comunitaria. Comunitaria quiere decir que est� m�s asociada a la comunidad y s�, como le digo, han venido hasta ac� y nos han dado el micr�fono para que hablemos. Y como a unos no les gusta hablar -pues somos el pueblo que callamos la voz-, algunos tenemos esa voz para reclamar nuestras necesidades, pero no lo hacemos por temor o por miedo. Creo que hoy en d�a ya estamos listos para abrirnos, para dar nuestro mensaje, para dar nuestra opini�n, para pedir lo que necesitamos y buscar, porque hay manera de buscar lo que necesitamos. (2021, Grupo Focal 2)

Semejante democratizaci�n de la palabra como base de la responsabilidad social de Radio Integraci�n, se expres� desde sus inicios en los programas que transmit�a. Una oyente como Aldaz refiere que, a trav�s de la programaci�n, la emisora �fue dando un impulso a la gente que vive en el sector rural al permitirles darse cuenta de c�mo ellos viven y c�mo es el trajinar de cada d�a� (2021, Grupo Focal 1). Cobos es otra miembro del p�blico que complementa lo anterior, al calificar de responsable la programaci�n que transmite la emisora:

... los programas son serios, responsables. Radio Integraci�n siempre se ha caracterizado por eso, y es por lo que se ha ganado el cari�o de la gente, de nosotros como ciudadanos. Adem�s, s� nos sentimos incluidos en la programaci�n de esta radio. Pr�cticamente difunden el mensaje hacia las comunidades, hacia la gente para que nosotros tambi�n, a trav�s de importantes programas, seamos parte de ella. (2021, Grupo Focal 1)

Tales planteamientos coinciden con lo expresado en las entrevistas a directivos, periodistas y realizadores de espacios de Radio Integraci�n. Patricia Guerra (2021, Comunicaci�n personal) asegura que la estaci�n radiof�nica lleva una programaci�n educacional y motivadora para los radioescuchas, con espacios 100% inclusivos. En este sentido, el realizador Junior Gonz�lez asegura que la programaci�n de la emisora tiene la funci�n de �difundir la cultura, historia y necesidades de las personas que habitamos el sur occidente del Ecuador, uni�ndonos por cu�nto compartimos historia y anhelamos el progreso y bienestar de toda nuestra comunidad�. (2021, Comunicaci�n personal)

A la vez, el Director Ejecutivo de la Coordinadora de Medios Comunitarios, Populares y Educativos del Ecuador (CORAPE) Jorge Guacham�n, destaca que la parrilla de programaci�n de una emisora comunitaria debe reflejar �b�sicamente los contenidos de derechos humanos, contenidos que van en vinculaci�n con la comunidad, contenidos que ayudan a generar estas aperturas de micr�fono hacia las comunidades, que se pueda visibilizar las actividades que est�n haciendo de manera local� (2021, Comunicaci�n personal).

En correspondencia, los l�deres comunitarios reconocen que Radio Integraci�n �se ha caracterizado por estar al servicio de la gente, de los sectores rurales. Escucha las necesidades de cada sector y las da a conocer a trav�s de este importante medio de comunicaci�n, que es solidario y transparente� (Ram�rez, 2021, Grupo Focal 1), lo cual avala la condici�n que debe tener una radio para ser comunitaria: �estar vinculada con todas las necesidades de la comunidad y eso que se contemple en la programaci�n, entonces esa cercan�a es la que tambi�n es parte del medio de comunicaci�n comunitaria� (Chela, 2021, Comunicaci�n personal).

Ese v�nculo se hace m�s notable, cuando al indagar en el cuestionario aplicado sobre la satisfacci�n de las necesidades comunicativas de la comunidad a trav�s de la programaci�n, 107 encuestados coincidieron en que siempre se ven resueltas, 42 declararon que a veces, tres y uno respondieron casi nunca o nunca, respectivamente, y los cinco que aseguraron no sintonizar la emisora, dejaron en blanco la interrogante.

Al respecto, una de las participantes en el primer grupo focal, afirma que:

... todas las programaciones son bien analizadas para que salgan al aire. El programa informativo de la ma�ana lo escucho porque se abren los micr�fonos a todos, por eso es una radio que es para todos y todas, incluso con quien tiene su religi�n. Por ejemplo, de cuatro y media ya est�n transmitiendo LA FE CAT�LICA a trav�s de las oraciones. Entonces, esto va bien con los programas. (Encalada, 2021, Grupo Focal 1)

La diversidad de programas en Radio Integraci�n responde tambi�n en buena medida, seg�n la directora general de CIESPAL Gisela D�vila, a los intereses de un proyecto latinoamericano nombrado Onda Rural, que �trabaja sobre agricultura familiar y tiene programas de capacitaci�n, programas educativos e informativos sobre este sector en toda la regi�n, no s�lo en el pa�s� (2021, Comunicaci�n personal). Tal planteamiento se sustenta adem�s en Ben�tez, cuando asegura que la radio comunitaria �es una ventana para educar� (2020, Comunicaci�n personal).

La inmensa mayor�a de los encuestados (106) refiri� que los programas emitidos por la estaci�n, siempre aportan a su desarrollo por incluir contenidos educativos, culturales y de orientaci�n. En tanto, el resto marc� las opciones: a veces (41), casi nunca (2) o nunca (4).�

Sin embargo, llama la atenci�n la preferencia de los oyentes por los programas de noticias. Seg�n expresa Alba Encalada, esto se debe a que en la noticia �siempre nosotros estamos apegados a solucionar los problemas de nuestras comunidades y nuestros pueblos que necesitan obras, y abre las puertas no solo a Alamor sino a muchos cantones cercanos como es Macara, Celica, Zapotillo y Pindal� (2021, Grupo Focal 1).

Seg�n refiere la profesora de Comunicaci�n de la Universidad T�cnica de Machala Karina Ben�tez, el valor del periodismo en una emisora comunitaria se manifiesta con la puesta en pr�ctica de tres aspectos cuya responsabilidad recae sobre el periodista, pues este 1) debe ser consciente de las caracter�sticas del medio comunitario; 2) debe conocer los problemas de su entorno; y 3) debe ser consciente de la necesidad del acceso a la poblaci�n para generar opini�n p�blica desde la comunidad (2021, Comunicaci�n personal). Este planteamiento lo corrobora en la actividad pr�ctica el periodista Junior Gonz�lez para quien el periodismo que se hace en Radio Integraci�n sigue la pauta de que �debe ser equitativo en informaci�n y oportunidades; no debe juzgar las creencias y anhelos individuales de las personas; debe encontrar puntos comunes sobre los que trabajar e informar� (2021, Comunicaci�n personal).

Asumir la actividad period�stica como un compromiso con la comunidad sobre y por la que se narra, debe convertirse en una aspiraci�n radical para los medios comunitarios. El docente de la Universidad Nacional del Chimborazo Julio Bravo Spoch declara que con la influencia que estos medios ejercen sobre las personas, se fortalece la unidad con los ciudadanos, y se contribuye a la b�squeda de determinadas soluciones:

Cuando el reportero de una radio comunitaria llega y se mezcla con la gente, �cu�l es el resultado que obtiene finalmente? Es una aceptaci�n y ya no llega cualquier persona, llega el amigo de la radio comunitaria que va y, aunque eso es muy complejo, han buscado en las comunidades que seamos los que les han ayudado a resolver sus problemas, cuando el eje del periodismo no es eso. A trav�s de nuestra difusi�n podemos posibilitar o tener fuentes para que eso ocurra, pero nosotros no solucionamos nada.

Por lo anterior, en entrevista con el radialista Nelson Quevedo, se dej� claro que en Radio Integraci�n, �la aspiraci�n de ser imparcial y la parcialidad transparente no agotan de ning�n modo las opciones del buen periodismo. Se aplica un conjunto totalmente distinto de convenciones. Lo esencial es que exista la confianza de hacer un buen periodismo� (2021, Comunicaci�n personal).

En sentido general, otros entrevistados aportaron elementos que en su conjunto, caracterizan globalmente el periodismo que se desarrolla en la emisora: informaci�n contrastada, veraz y oportuna, matizada por cualidades como honestidad, juicio cr�tico e independencia (D�az, 2021, Comunicaci�n personal); asertividad en cuanto al nivel de conocimiento de la realidad social que se expresa en la elaboraci�n de preguntas y la b�squeda de respuestas (Torres, 2021, Comunicaci�n personal); trabajo en equipo y responsabilidad (Robles, 2021, Comunicaci�n personal).

Tales particularidades determinan la manera en que el periodista puede ser un enlace entre las comunidades y su entorno social, pol�tico y cultural, al considerarse un mediador con el rol de �generar espacios para el di�logo, la reflexi�n y el encuentro. Un mediador que aproxima o acerca a las partes, y que cuando hay conflicto comunitario aporta su desescalamiento, en muchos casos debe actuar como buen componedor� (Olaya, 2021, Comunicaci�n personal).

De esta manera, Radio Integraci�n como medio comunitario es producto de una construcci�n colectiva signada por el acuerdo, el di�logo y la socializaci�n, que defiende el derecho a participar en la vida cultural sin discriminaci�n, el derecho al beneficio del conocimiento cient�fico, la contribuci�n con iniciativas socio-art�sticas y el derecho a conocer la historia y preservar la memoria de los pueblos.

4. CONSIDERACIONES FINALES

La radio comunitaria en Ecuador pretende responder a las necesidades comunicativas de la sociedad, recogiendo y divulgando valores, pr�cticas y pensamientos que construyen un modo de vivir, sustentado en la preeminencia del bienestar colectivo, la gesti�n del conflicto que propugne por la convivencia y la promoci�n de los espacios democr�ticos, en busca del mejor rumbo para las comunidades.

La radio comunitaria est� llamada a conocer a fondo los territorios, las pr�cticas habituales e idiosincr�ticas de los habitantes, abordar tem�ticas que interesen y movilicen a los imaginarios colectivos, y velar por el cumplimiento de las iniciativas de desarrollo. A su vez, est� llamada a construir productos radiof�nicos con la participaci�n de los miembros de la sociedad, en los que se vean representados e identificados.

En el cant�n Puyango, Radio Integraci�n es una radio comunitaria que, aunque est� adecuadamente posicionada en el imaginario colectivo de la comunidad, a�n debe trabajar m�s por involucrar a las personas en las iniciativas de comunicaci�n, incluyendo espacios en su programaci�n que promuevan valores, convocando la participaci�n de la comunidad, explotando las plataformas digitales y las nuevas formas de comunicaci�n en la red para un mayor posicionamiento del medio.

Una emisora que tiene una programaci�n desde y para la comunidad, puede considerarse estrat�gica porque motiva a los ciudadanos a tener sentido de pertenencia por su comunidad y las instituciones que la conforman, a integrarse con los funcionarios p�blicos para solucionar determinadas situaciones y a expresar las necesidades que la comunidad m�s siente.

La radio comunitaria, por medio de la sostenibilidad social, es capaz de movilizar a los actores de la comunidad en funci�n de lograr la auto-organizaci�n y la b�squeda del bienestar. De esta manera, este medio contribuye al empoderamiento de la comunidad y hace que sus ciudadanos sean decisores del destino que deben tener sus situaciones, realzando el valor de la toma de decisiones de car�cter colectivo que se pone de manifiesto gracias a los procesos de participaci�n democr�tica.

5.� LISTA DE REFERENCIAS (Ideal al menos 20 fuentes citadas)

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