La radio comunitaria como promotora del desarrollo local

en Puyango, Ecuador

 

César Teodomiro Sandoya Valdiviezo

cesarsandoya@hotmail.es

Universidad Nacional de Loja

Ecuador, Loja

 

RESUMEN

La presente investigación se propone identificar las potencialidades de la radio comunitaria y su contribución al desarrollo local, tomando como objeto de estudio una emisora del cantón Puyango de la provincia de Loja, Ecuador, donde existen diferencias entre este modelo y el privado, lo cual reafirma el espíritu de lo comunitario, que es participación, inclusión y cooperación. El artículo reflexiona sobre las diferentes teorías que sustentan a la radio comunitaria, se reconoce el rol activo de esta clase de emisora en el desarrollo local y se aborda el rol de Radio Integración en el desarrollo local. Se utilizaron los métodos inductivo-deductivo y análisis-síntesis; además, se aplicaron las técnicas de la encuesta, el grupo focal, las entrevistas estructurada y semiestructura. Entre las conclusiones se destaca que los medios comunitarios inciden en el desarrollo local y ciudadano del territorio donde se ubican; no deben perderse de vista las acciones que desde estos medios podrían implementarse para estrechar los vínculos con la comunidad y los procesos de desarrollo. Radio Integración, a pesar que democratiza la comunicación y fomenta el diálogo, aún le falta involucrar a más sectores de la comunidad en proyectos de comunicación orientados al desarrollo local.

 

Palabras clave: desarrollo local, comunidad, radio, participación

 

 

 

 

 

 

 

Community radio as a promoter of local development

in Puyango, Ecuador

 

ABSTRACT

This research aims to identify the potential of community radio and its contribution to local development, taking as an object of study a radio station in the Puyango canton/town of the province of Loja, Ecuador, where there are differences between this model and the private one, which reaffirms the spirit of the community, which is participation, inclusion and cooperation. The article reflects on the different theories that support community radio, recognizes the active role of this type of radio station in local development and discusses the role of Radio Integración in local development. The inductive-deductive and analysis-synthesis methods were used; in addition, the survey, focus group, structured and semi-structured interviews were applied. Among the conclusions, it is highlighted that community media have an impact on the local and citizen development of the territory where they are located; the actions that could be implemented from these media to strengthen the links with the community and the development processes should not be lost sight of. Radio Integración, although it democratizes communication and promotes dialogue, still needs to involve more sectors of the community in communication projects aimed at local development.

 

Keywords:local development, community, community radio, participation

 

 

 

Artículo recibido:  05 febrero 2022

Aceptado para publicación: 28 febrero 2022

Correspondencia: cesarsandoya@hotmail.es

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

1.      INTRODUCCIÓN 

El vocablo desarrollo comienza a tomar auge a fines del siglo XIX; pero se extiende su uso luego de la Segunda Guerra Mundial. En ese entonces, se asocia al escenario transformado por la incorporación masiva de la industria como modo de producción y su impacto territorial.

Bajo el criterio burgués, la palabra desarrollo se vincula a indicadores que reflejan nivel de producción y circulación de bienes y servicios. Esta visión concibe que el crecimiento de los factores económicos asesta un duro golpe a los sectores marginados, ya que la pobreza marca distancia entre la sociedad moderna y la sociedad tradicional relegada.

Simpatizante con este criterio, el economista francés François Perroux (1967) manifiesta que el desarrollo es el conjunto interrelacionado de cambios mentales y sociales de una población que la capacitan para aumentar su producto global. Esta definición valoriza lo psico-social, así como el rol de los procesos educativos en esas estrategias de cambio, sin dejar de lado dimensiones como los productos culturales, humanos y ecológicos.

Se trata entonces de un término que supone la disminución “de las desigualdades, la erradicación de la pobreza y la conservación del entorno natural, mediante el cual el sistema reproduzca las necesidades básicas mediante el desarrollo de capacidades y comprensión y solución de sus integrantes, se refiere a cambios sociales” (Escudero, 2012, p. 81).

María del Rosario López Vidal (2006) alude al espacio local como una forma de enfocar lo global desde el reconocimiento y valoración de las particularidades regionales, a partir de una percepción más cercana del territorio donde se reformula la identidad del individuo y su sentido de pertenencia.

De su lado, la comunicación comunitaria resignifica los derechos ancestrales a la información y la libre expresión, reconociendo legalmente la información pública como bien público. Es decir, los medios comunitarios tienen el protagonismo, al nacer y representar una comunidad de intereses de tipo sindical, ecologista, indígena, campesino, profesional, etc. Esto no permite sintetizar que la radio comunitaria une a su audiencia con las nuevas trasformaciones, incluyendo contenidos que visibilizan a un público que deja de ser pasivo para convertirse en protagonista en la producción de contenidos.

Si bien la radio comunitaria debe potenciar la participación ciudadana, en el cantón Puyango no se evidencia diferencias entre este modelo y el privado, toda vez que cumplen funciones similares, interponiendo el interés comercial sobre el servicio, lo cual se contrapone con el espíritu de lo comunitario, que es cooperación y participación.

Al coincidir en que los medios comunitarios inciden en el desarrollo local y ciudadano del territorio donde se ubican, no deben perderse de vista las acciones que desde estos medios ecuatorianos podrían implementarse para estrechar los vínculos entre ellos y los procesos de desarrollo.

En la presente investigación se estudió el caso de Radio Integración del cantón Puyango, localizado al suroccidente de la provincia de Loja, en Ecuador. Es la emisora comunitaria más antigua de la provincia y la de mayor cobertura en la zona, que estableció temporalmente una estructura de corresponsales comunitarios con resultados interesantes, ya que logró visibilizar la realidad de varias comunidades que tradicionalmente se mantenían ocultas por los medios tradicionales.

2. MATERIALES Y MÉTODOS

La presente investigación se fundamenta en que las radios comunitarias deben entenderse como potenciadoras, articuladoras e impulsoras de procesos de desarrollo local mediante la participación y cooperación ciudadanas por la vía de la autogestión de la información. Estos procesos deben estar acoplados a las características de cada contexto geográfico y sujetarse a los cambios de los sistemas comunicativos y sociales de los cantones de la provincia de Loja. En este sentido, Radio Integración podría constituir un instrumento de comunicación valioso para lograr el empoderamiento ciudadano con miras a lograr la participación en la búsqueda de fines comunes.

El recorrido metodológico del estudio se basa en el enfoque cualitativo, que según Hernández Sampieri, Fernández y Baptista (2014) recolecta datos sin medición numérica para descubrir o afinar preguntas de investigación en el proceso de interpretación. Esta perspectiva permite profundizar y analizar el objeto de estudio desde varias aristas y se caracteriza por ser holística e interpretativa.

Se empleó el método histórico-lógico para sistematizar las bases teóricas y referenciales de los aportes conceptuales de la investigación. El análisis-síntesis ayudó a entender los elementos relacionados con el problema, la fijación de indicadores y el procesamiento de los resultados, a partir de la aplicación de los instrumentos; mientras, el inductivo-deductivo reveló las regularidades y divergencias del funcionamiento de la radio comunitaria e identificó criterios referidos a sus potencialidades en el desarrollo local, y los puntos de ruptura que se contraponen con su crecimiento.

Para examinar la información existente sobre el tema, se aplicó la revisión bibliográfica y documental.  Se analizó la información antes y después de la Ley Orgánica de Comunicación (2013), la visión que se tiene sobre las radios comunitarias; así como la consulta de fuentes primarias y secundarias, la catalogación de los documentos y la selección de temas afines a la investigación para realizar lecturas comparativas.

Se aplicó una encuesta a una muestra de 158 moradores del cantón Puyango, para conocer la acogida que tiene la emisora entre los ciudadanos. Se aplicaron además entrevistas estructuradas a directivos, periodistas y personal del medio objeto de estudio, como comunicadores, locutores, comentaristas, gestores de información, gestores en redes sociales, etc. Según Hernández-Sampieri et al. (2014), el entrevistador sigue una guía de preguntas específicas y se sujeta exclusivamente a esta (el instrumento prescribe qué cuestiones se preguntarán y en qué orden).

A esto se agregan entrevistas semiestructuradas a profesionales con destacada trayectoria en la actividad práctica, la academia y la política, vinculados al trabajo de los medios de comunicación, quienes fueron consultados en calidad de especialistas.

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El discurso de la radio comunitaria

Refiere Mata (1998) que el discurso radiofónico tiene una elevada capacidad para configurar públicos debido a su capacidad para brindar imágenes sonoras, en las cuales aquellos se reconozcan e impongan modelos de interacción simbólica (Soler y Jean, 2011).

En el caso específico de la radio comunitaria, la construcción de un discurso contra-hegemónico es su principal tendencia. Para ello deben conjugarse de modo armónico los contornos sonoros y no sonoros que constituyen el discurso radiofónico sin apartarlos del contexto comunitario, por el contrario, es la mezcla con esos espacios los que conducen a formar una nueva realidad dialéctica.

El principio de este discurso debe versar en que la radio transforma la sociedad y viceversa. Esto se fundamenta en Barbero (2003) quien refiere que gracias a las mediaciones, se hace posible la comunicación como creación de sentidos o interpretaciones provenientes en primer lugar del individuo con una historia personal y sociocultural, de las situaciones que imponen negociaciones entre las audiencias y el medio, de factores contextuales, institucionales y estructurales del entorno de interactividad y del discurso propio del medio, capaz de naturalizar su significación y anclarse en el sentido común.

Eliseo Verón (1996), desde una óptica semiótica refiere que “un medio de comunicación social es un dispositivo tecnológico de producción-reproducción de mensajes asociado a determinadas condiciones de producción y a determinadas modalidades (o prácticas) de recepción de dichos mensajes”. Por tanto, si la radio comunitaria implica mediatizar la realidad de determinada localidad, su base discursiva debe establecerse en el transcurso de la vida de ese sitio.

Esto significa que la radio comunitaria, como medio de rescate, no puede ser sino la imagen del espacio donde se produce. Un desplazamiento de las fuentes de materias primas de la emisora desvinculará al medio de los oyentes, pues será ajeno a su realidad espacial y temporal. La radio comunitaria es, ante todo, contextual. Su discurso se centra en la territorialización de los símbolos y las referencias, es una reestructuración del espacio globalizado, o al menos, un intento de ello. (Soler y Jean, 2011)

Desde una óptica más compleja como la económica, debe considerarse que  las poblaciones a las que se dirigen las radios comunitarias generalmente están excluidas de los beneficios del desarrollo. Esta situación, provocada por la disposición de los agentes de poder para redistribuir la riqueza, la corrupción y la toma de decisiones por parte de las grandes empresas transnacionales o grupos bancarios, “refleja discursos en los medios ciudadanos y comunitarios, como medios horizontales que construyen territorio y tejido social, debates que afrontan desafíos y propuestas de intervención” (Krohling, Chaparro, Torrico, 2019, p. 35), orientadas a generar la participación de los ciudadanos y favorecer la sostenibilidad de la comunidad.

De ahí que el surgimiento de la radio comunitaria se vio impulsado por la necesidad de dar voz a los relatos que los medios hegemónicos silenciaban, y en consecuencia, difundir un discurso diferente al que esos medios construyen, involucrando a los ciudadanos en los problemas que realmente son de su interés. Los investigadores Cicilia Krohling, Manuel Chaparro y Erick Torrico (2019) fundamentan la idea anterior, cuando afirman que

Las narrativas desde las que piensan hoy las redes continentales y regionales de medios comunitarios empiezan a expresar discursos decoloniales, en el sentido en que reconocen haber asumido enseñanzas y discursos mediáticos que contradicen la realidad y nuestra naturaleza misma, en la necesidad de descontaminar creencias, aprendizajes y prácticas nocivas instaladas por la sociedad del desarrollo. (pp. 35-36)

En la misma medida en que la comunidad vea más cercanos los mensajes que se emiten, mejor podrá involucrarse en el proceso comunicativo y de construcción discursiva de la radio comunitaria. Esto constituye a la vez un reto para los comunicadores, quienes ya no son los exclusivos emisores, sino que cuanto más se empodere la ciudadanía en el papel de elaborar y dar forma a la información, más los emisores serán capaces de interactuar con los destinatarios, en un proceso que contribuya a recuperar la soberanía de la localidad y a construir redes de experiencias y de conocimientos compartidos. “Ello implica trabajar no una “comunicación para el desarrollo” sino más bien otra para salir de él y de los desastres provocados por prácticas que amenazan con el colapso del planeta” (Krohling et Al., 2019, pp. 36- 37).

Al ser la radio un medio efímero, en que el mensaje si no es bien recibido por el radioescucha, se pierde en un instante, debe atenderse con sumo cuidado el modo en que se emplea el recurso expresivo de la palabra. La profesora mexicana Martínez (2019) sostiene que “la radio debe ser valorada como un instrumento de uso social que pone en común los saberes y valores de la comunidad, entre ellos: el sonido” (p. 32); sin embargo, críticas actuales a medios radiofónicos hegemónicos se sustentan en el hecho de que con ellos la palabra se aleja del pueblo, y la voz ya no expresa el sentir, la emoción y la vida de la comunidad, alejando de esta forma a la radio tradicional de la audiencia.

Muchos locutores de las poblaciones cuando empiezan un trabajo radial lo hacen con la conciencia deformada por la radio tradicional y lo pretenden llevar a la práctica imitando gestos, poses y el estilo del locutor comercial. Sin embargo, es oportuno que el locutor de una radio comunitaria logre dominar el lenguaje cargado de emoción, sentimiento y vida, convirtiéndose en un artista capaz de alegrar, entretener, de dar una palabra de aliento, de vida, una esperanza. Esto es una habilidad que se forja en las tareas de la emisora popular, a medida que esta se construye y avanza, pues como refiere García (1980) “todo lo que decimos se lo lleva el viento; si no logramos el impacto inicial, único y definitivo, hemos perdido el tiempo” (p. 159).

Radio comunitaria, participación ciudadana y sostenibilidad

Contrario a lo que se piensa, los medios comunitarios en sentido general son empresas sociales de propiedad colectiva sin fines de lucro (Jean, 2006; Sáez, 2008; Moscoso y Ávila, 2017). Aunque en su nacimiento pueden entenderse como resultado de actos de buena voluntad emancipatoria de un grupo de personas o instituciones públicas, privadas, laicas, religiosas o de cualquier otro tipo, “los ingresos se revierten en el mismo medio y en proyectos de desarrollo social” (Moscoso y Ávila, 2017, p. 51).

A pesar de que la radio comunitaria carece de una expectativa de vida, pues puede desaparecer a unos meses de creada o resistir el tiempo para trascender como testigo de la historia viva de un lugar, su puesta en funcionamiento exige de un proceso de gestión multidimensional, donde las vías de financiamiento son formas que la emisora debe adoptar a pesar de las complejidades que supone para este tipo de medio de comunicación.

Aunque el beneficio económico es considerado un valor tangible socialmente aceptado, en el caso de la radio comunitaria “la actividad pública suele medir el coste económico del servicio en comparación con el beneficio social que supone” (El Mohammadiane y Espinar, 2019, p. 185). Lo anterior se traduce en el aporte que realice la emisora a la construcción de valores, a la información plural y debidamente contextualizada, sin ánimos de lucrar.

Ernesto Lamas (2003) refiere que desde el punto de vista económico un proyecto es sostenible cuando obtiene “los recursos materiales necesarios y [es capaz de] gestionarlos de manera eficaz para el cumplimiento de sus objetivos, porque la sostenibilidad económica es la construcción de una base económica sólida que permita desarrollar de forma sostenida y continua los objetivos que nos planteamos” (p. 61).

Esta forma de sostenibilidad escapa de la estructura de la radio comercial o estatal, aunque demuestra que “la radio comunitaria es una institución con entradas y salidas, por lo que sus gastos tienen que ser planificados en función de sus gastos financieros” (Jean, 2006, p. 78).

Y es que una de las diferencias entre la radio comunitaria y las tradicionales estriba en la manera en que se atienden las necesidades económico-financieras; ya sea en materiales y equipos para su consecución o en el sustento del cuerpo de la emisora, incluyendo a la fuerza trabajadora asalariada. La importancia de la sostenibilidad económica se evidencia en “la posibilidad de darle continuidad a un proyecto. Involucra la capacidad que tiene un grupo humano de mantener en funcionamiento la radio y de hacerla crecer” (Lamas, 2003, p. 20).

López Vigil (2005), defiende la idea de que el hecho de que una emisora comunitaria transmita publicidad comercial no la aleja de su concepto,

(...) pero la publicidad tiene que cumplir el mismo rol de la emisora para así convertirse en un aporte y diferenciarse en ese aspecto también de las radios comerciales. (...) La publicidad es fundamental dentro de la programación y hace que los contenidos dentro de la radio sean más integrales y funcionales a la comunidad. (Chiriboga, 2016, p. 23)

Otras vías por las que las radios comunitarias pueden lograr ser sostenibles económicamente es ofertando servicios a la localidad. Sea “prestación de servicios, cooperación, producción, ayuda y otras, una manera debe encontrarse para que la emisora se perpetúe en todas sus aristas necesarias” (Jean, 2006, p. 79).

Como refiere Gumucio (2001), sin la sustentabilidad económica es imposible visualizar horizontes de crecimiento, pues esta implica que todo proyecto de radio comunitaria debe tener fuentes diversas y sólidas de financiamiento, estrategias de distribución y uso eficiente de recursos.

Del mismo modo, las autoras Valeria Moscoso y Caroline Ávila (2017) sostienen que para que un proyecto sea socialmente sustentable primero debe plantear una propuesta comunicacional, a partir de la que se construirá una agenda propia con una parrilla de programación inclusiva y que diversifique los géneros y formatos radiofónicos, pues

La programación hay que armarla desde los públicos, desde los gustos, incluso desde los malos gustos; por supuesto para no quedarse en ese nivel, hay que ofrecer cosas nuevas, hay que armar la programación a partir de sondeos de audiencia bien elaborados. (López Vigil, s. a, como lo cita San Martín, 2013)

En esta misma línea de pensamiento, Herrera (2015) asegura que al implementar un proyecto que pretenda ser sostenible y perpetuo en el tiempo, deben tomarse en consideración

... la efectividad de la apropiación ciudadana de los procesos y contenidos comunicacionales (empoderamiento ciudadano), del sentido de pertenencia local que se vaya creando sobre el medio que, indudablemente, va a responder en gran medida y en primera instancia, a nivel micro, de una real intensión y necesidad de aplicarlo, y a nivel macro de una intención gubernamental e institucional de dar respaldo a la propuesta. En segundo lugar, de un grupo gestor que lo asuma con seriedad, responsabilidad y entusiasmo, de la presencia de una tecnología apropiada en correspondencia con las habilidades y competencias de la comunidad local, del establecimiento de alianzas estratégicas y redes de convergencia y finalmente, aunque más importante, de una comunidad local que se vincule a los procesos de transformación y los asuma como propios. (p. 103)

Para complementar lo anterior, cabe referenciar a Camilo Mora (2011), cuando plantea que una radio comunitaria debe “generar espacios de participación de los ciudadanos desde la gestión, cogestión y autogestión, como los niveles más elevados de compromisos con la pluralidad y libertad de expresión para la consecución de los mejores intereses de las comunidades” (p. 140). Entra entonces a tomar protagonismo la participación, concepto impreciso según algunos autores (Bolos, 2001; Guillén, Sáenz, Badii y Jiménez, 2009), pues se refiere a “las organizaciones cooperativas, a las asociaciones civiles, a las comunidades de autoayuda, a la organización sindical, a la gestión de las empresas, a los movimientos sociales (...) a la emisión del voto, a la asistencia comunitaria (...) ” (Bolos, 2001).

Tal imprecisión como refiere Silvia Bolos (2001), encuentra explicación en Herrera (2021) cuando reconoce el carácter polisémico del término participación, por lo cual ha sido extensamente definido, a partir de la multiplicidad de niveles y formas de expresión que los autores (Linares,1996; Núñez, 1998; Rebellato, 2000) le han atribuido.

Ha de considerarse que la participación no sólo alude a procesos electorales sino que se relaciona con una manera de controlar y moderar el poder otorgado a representantes políticos mediante formatos y protocolos de participación social que fortalezcan y alimenten la vida democrática de la sociedad (Pérez, 1999). En este sentido, Mauricio Merino (1995) valora el carácter dual de la participación cuando explica que se trata de “tomar parte” de un lado y, de otro, de “compartir”. Este autor concluye que participar es un acto social que abarca como mínimo a dos personas, pues nadie puede participar aislado. Sobre esta misma base, los investigadores Amalia Guillén, Karla Sáenz, Mohammad H Badii y Jorge Castillo (2009) aluden que “participar significa que la gente sea capaz de estar activamente presente en los procesos de toma de decisiones que atañen a lo colectivo que definen el rumbo de nuestro Estado” (p. 180).

Para Linares (1996), la participación es el medio a través del cual puede construirse una sociedad integrada, cuyos miembros tengan la posibilidad de decidir sobre aspectos esenciales de su vida. En este sentido, el profesor mexicano Carlos Núñez (1998) destaca la existencia de una participación sustantiva y una participación reactiva.

La participación sustantiva es tener la capacidad de decidir, controlar, ejecutar y evaluar los procesos y sus proyectos; si no hay capacidad de decisión y de control estaremos hablando máximo de una participación reactiva (la sociedad reacciona, pero no expresa una cultura y una práctica cotidiana de participación, entre otras razones porque no hay suficientes canales institucionales ni estímulos que la favorezcan). (p. 128)

Al estudiar el concepto, José Luis Rebellato (2000) afirma que la verdadera participación trae aparejada transformaciones cualitativas en las actitudes y valores del ser humano, que pasa de pasivo a protagonista de su historia personal o colectiva, con proyectos y aspiraciones que lograr. Este investigador refiere que la participación tiene lugar de tres maneras: formar parte, tener parte y tomar parte. Al formar parte los ciudadanos concurren a una movilización o asisten a un evento, esta modalidad enfatiza en lo cuantitativo sobre lo cualitativo; cuando se tiene parte en algo, se desempeñan funciones del proceso a través de mecanismos interactivos de cooperación y competencia, la emisión de criterios, la negociación mutua; el hecho de tomar parte, implica la verdadera participación, pues en ella se detectan problemas, se proponen y aplican soluciones, se evalúan los resultados.

Radio Integración y desarrollo local

En la página web de la emisora, puede leerse que su objetivo general persigue: “Desarrollar una comunicación radial libre, democrática, incluyente e intercultural a través de una programación educativa, informativa, cultural y de entretenimiento para la consolidación de los derechos del buen vivir y la participación de la ciudadanía” (Radio Integración, 2020). Por ello el logro del mismo se concreta en el desarrollo de proyectos de comunicación popular, educación y entretenimiento en toda la región.

Esos proyectos son financiados por organismos no gubernamentales (ONGs) e instituciones estatales, para la concepción de programas radiales dirigidos a audiencias específicas como niñas, niños, adolescentes, jóvenes, integrantes de organizaciones sociales, campesinos, adultos y adultos mayores.

Gracias a este modo de hacer comunicación, la audiencia de Radio Integración se ha visto incrementada, coincidiendo con su posicionamiento en la comunidad lojana. Según datos de la ONG PCI Media Impact de New York (2011), en 2009 el 61,6% de la población de Loja escuchaba Radio Integración y su aceptación popular rondaba el 72%.

Un estudio realizado en 2018 a 200 habitantes de Puyango, reveló que el 56% escucha la emisora “por ser un medio local, que lleva varios años impartiendo información imparcial, de calidad, cosas que acontecen en el cantón generando información de interés para la colectividad y sus alrededores” (Rueda, 2018, p. 50).

Este elevado nivel de audiencias lo confirman también instituciones gubernamentales de la localidad. En el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de la parroquia Mercadillo del cantón Puyango, se reafirma que radio Integración es la principal fuente de información y la más sintonizada en la región sur (Fundación Ecodes, 2011). Lo mismo es confirmado en estudios realizados en los Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de las parroquias Pózul y Teniente Maximiliano Rodríguez del cantón Celica, donde Radio Integración es líder en sintonía (GAD Parroquial Pózul y GAD Parroquial Teniente Maximilia Rodríguez, 2011).

Por otro lado, en los años 2008, 2009 y 2010, Radio Integración lideró un proceso de participación y acción social. Gracias al financiamiento de la ONG PCI-Media Impact de New York, se produjo una radionovela enfocada en tres temas de interés comunitario: el fortalecimiento sociorganizativo, la protección de recursos naturales y la salud sexual y reproductiva en adolescentes.

Se realizó un casting para seleccionar a las actrices y los actores de entre los habitantes de la zona. De ese modo, se lograba mayor identificación de los oyentes con el programa. La radionovela se llamó “Así Somos” y su transmisión se realizó atendiendo al formato de radiorevista de una hora de duración. Cada capítulo se denominaba según la temática a abordar.

Se realizaron actividades complementarias como: la capacitación a organizaciones sociales, la promoción y venta de canastas solidarias con productos agrícolas y pecuarios agroecológicos, la conformación de una red de corresponsales comunitarios de la radio y la estructuración de tres cabinas radiofónicas. A su vez se desarrolló la campaña “Ponte pilas con las pilas” para recolectar desechos. Se conformaron y capacitaron Eco Clubes en colegios de la zona y se hicieron reportajes promocionando lugares turísticos de la región.

En 2011 el PCI Media Impact de New York midió el impacto de la radionovela y sus 3 temporadas. El estudio arrojó que el 78% de los habitantes de Puyango escuchan Radio Integración; el 29% de los oyentes son mayores de 51 años, el 37% tiene entre 31 y 50 años, el 24% tiene entre 18 y 30 años y el 11%, entre 4 y 11 años. En cuanto a la composición de género, 49% de los oyentes son hombres y el 51% mujeres.

El sondeo también ofreció pistas sobre las preferencias de los oyentes: el 66,6% destacó la buena música, el 59,8% resaltó el valor de los conductores de los programas que orientan y fomentan opinión, en tanto un 50,6% aludió a la presencia de entrevistas a personas del entorno y de especialistas en diversidad de temas (Impact, 2011).

A lo anterior se suma que el 34% de los oyentes de Radio Integración ha establecido algún tipo de comunicación por medio de la radio, enviando saludos o utilizando sus servicios. Un 68,4% no tiene horarios predilectos para sintonizarla, sino que sigue la programación durante todo el día, en tanto un 54,1% prefiere escucharla en los horarios de 5:00 a 9:00 AM y de 5:00 a 9:00 PM.

Consecuentemente, como producto del trabajo constante y responsable, Radio Integración se ha convertido en un referente de la actividad educomunicacional en la provincia de Loja. La emisora ha elaborado microprogramas educativos referentes al manejo y clasificación de los recursos sólidos en Alamor; con la Unión Popular de Mujeres de Loja y la Fundación Paú Rivet se tranmitieron microprogramas referentes a la migración y al derecho, por el alto porcentaje de migrantes europeos que habitan en la localidad.

Constantemente, en los estudios de esta emisora se producen cuñas educativas para organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Esa constancia en el trabajo con la comunidad y en pro de construir una sociedad sobre la base de la moral cívica, provocó que el Ministerio de Inclusión Económica y Social, a través del Instituto de Economía Popular Solidaria financiara el proyecto Fortalecimiento de la organización y participación social a través de la comunicación popular”. Ello permitió mejorar técnicamente al medio, fortalecer las capacidades del talento humano e implementar cabinas radiofónicas en los cantones de Algarrobillo y Pindal, las mismas que sirven como centro de producción e información en territorio para transmitir y hacer comunicación desde cada sector.

Lo anterior se corrobora con el estudio de Nelvia Rueda (2018), que manifestó que el 87% de los encuestados admiten que los contenidos de la programación de Radio Integración contribuyen a su educación, orientación y valorización de su cultura. Los encuestados aseguraron que “se puede aprender de programas cuyo contenido sea educativo, científico y cultural, los mismos fortalecen el conocimiento de los habitantes del sector, ya que la radio como instrumento de comunicación incentiva a la gente a través de dichos programas” (p. 57).

Las fortalezas que permite a la emisora contar con el respaldo y aceptación de la ciudadanía, es precisamente la credibilidad lograda en el trascurso del quehacer radiofónico. Las personas saben que cuentan con un medio que garantiza su derecho a la libre expresión, siempre y cuando se enmarque en las normas establecidas para el efecto que involucra el respeto a los demás. Esa libre expresión permite también diversificar las voces, las opiniones, los puntos de vista, analizar las realidades o problemas desde otras perspectivas. Aquí interviene el pensamiento de personas de todas las edades, sectores sociales, lugares urbanos o rurales, en fin, en Radio Integración se encuentran esos pensamientos distintos que enriquecen la comunicación y construyen ciudadanía.

Otro aspecto es la programación diaria dirigida para toda la población de la región que se dedica al comercio de productos de primera necesidad, la compra-venta de productos de la zona; las actividades agrícolas (maíz, café, caña, guineo, preferentemente) y ganaderas (vacuno, porcino, caprino, piscícola, apícola, preferentemente); la elaboración de productos procesados: queso, quesillo, balanceados, café, panela, dulces, pan, etc.; las artesanías de tagua y guadúa, los tejidos de material reciclable y la prestación de servicios profesionales, principalmente. En las zonas urbanas, la radio se acerca a quienes laboran en instituciones financieras, públicas, privadas y el transporte público.

La programación de Radio Integración es incluyente y participativa, y en cada programa se transmite información verificada; la música es seleccionada para evitar contenidos sexistas, violentos o discriminatorios; los mensajes motivan, dejan una enseñanza, entretienen y elevan la autoestima de quienes la escuchan.

Desde sus inicios, Radio Integración llegó a las audiencias como un medio diferente. Su nombre tuvo propósitos: integrar amigos y comunidades.  La lideresa comunitaria Carmelina Aldaz, describe que el trabajo de Radio Integración se fundamenta en la visita a los territorios,

... a ver la realidad de los hechos. El personal de la radio ayuda incluso en las programaciones, dando las cuñitas gratis para las rifas, para todo lo que es solidaridad. Esa es la diferencia con las demás radios, esos son los objetivos que se están logrando aún más en Radio Integración. (2021, Grupo Focal 1)

En este sentido, la encuesta aplicada a los 158 oyentes potenciales recoge que dentro de la oferta de programación de Radio Integración, estos prefieren espacios noticiosos (105), de entretenimiento (79) y culturales (79); de corte comunitario (75), educativo (73) y de opinión (72), y en menor medida deportivos (29).

Esta preferencia de los públicos se corresponde con las palabras de López Vigil, entrevistado para esta investigación, cuando apuesta por la variedad de la parrilla de programación de una radio comunitaria “donde haya programas musicales, de entretenimiento, por supuesto donde haya informativos, donde haya programas educativos, (...) mejores programas de valores, donde se defiendan los derechos humanos y los derechos de la naturaleza” (2021, Comunicación personal).

Otro participante de los grupos focales, Leonidas Loyola, señala, que “se trata de una radio pionera, la mejor sintonizada a nivel cantonal, a nivel provincial y a nivel parroquial” (2021, Grupo Focal 1). Igualmente, esta emisora se caracteriza por estar “al servicio de la ciudadanía de diferentes sectores del suroccidente de la provincia de Loja, los cantones Zapotillo, Celica, Pindal, Puyango.

Recuerda Aldaz (2021, Grupo Focal 1) que, al instaurarse como medio comunitario, Radio Integración marcó ciertas diferencias con respecto a las restantes emisoras. Mientras la radio tradicional continuaba con sus mismas propuestas de programas, en Radio Integración:

... la gente empezó a hablar y decir el problema de la comunidad, qué es lo que está pasando con la comunidad. Había algún enfermo y ellos decían: “Aquí no hay quien a nosotros nos socorra. Son ustedes los que vienen aquí a saber, a enterarse de lo que nos está pasando en la comunidad”. Entonces eso se logró y hoy estamos con los buenos frutos.

En este sentido, Radio Integración demostró que otra comunicación es posible. Y es que en Puyango como ya se ha dicho, la emisora en cuestión se considera pionera, no por haber sido la primera en surgir, sino por la real importancia que le concede al sector rural, al campesino, a las comunidades (Armijos, 2021, Grupo Focal 2). Asimismo, Nelson Quevedo (2020, Comunicación personal) reconoce que Radio Integración simula “una herramienta terapéutica, favorece la participación social y lucha contra el estigma social proyectando una imagen positiva y realista de las personas, y de integración comunitaria para quienes tienen derecho a la libertad de opinión y de expresión”.

En sus años de existencia, la estación radiofónica ha tenido que asumir el reto de no dejarse influenciar por los intereses de políticos que no prioricen el sentir o las necesidades de la comunidad. Para el comunicador Fabián Jumbo, la participación en Radio Integración es un factor clave, pues la experiencia de trabajo ha sido fabulosa.

En primer lugar, tuvimos una capacitación, y supimos por qué una radio está dispuesta a recibir todas las voces, a diferencia de las otras que prácticamente sólo seleccionan los grupos de poder. En cambio, en una radio de la comunidad hablamos todos. En ese tiempo decíamos que éramos la voz del que no tiene voz. Aunque después se cambiaron los términos, se apunta a que tengamos el poder de expresar libremente en una radio comunitaria y eso es lo que nosotros hemos aprendido. La experiencia más grande fue la de coger un micrófono por primera vez y empezar a hacer entrevistas al uno y al otro, y dar la noticia todos los días, el comentario todos los días. Claro, sin dejarnos tomar del poder político y eso es en lo que Radio Integración se destaca: no discrimina y no se doblega ante el poder político. (2021, Grupo Focal 1)

La dinámica participativa de Radio Integración se materializa en el recorrido que esta emisora realiza por las comunidades. Los realizadores están pendientes, preocupados por lo que ocurre en los distintos sectores a los que llega la señal. “Entonces desde ahí logra también promover la participación, y el momento de participar propicia una mayor inclusión de aquellos sectores marginados, que han sido más olvidados por los poderes provinciales centrales o poderes cantonales o seccionales” (Maza, 2021, Grupo Focal 2). Es así como esta estación comunitaria ha logrado que las personas participen con dinamismo y cooperación en temas locales, despertando el interés por denunciar los hechos que tienen lugar en el interior de las comunidades.

Otros participantes en los grupos focales desarrollados para esta investigación, afirman que Radio Integración “es la voz del pueblo” (Córdova, 2021, Grupo Focal 2), “es una radio interactiva que no discrimina y transmite amor a la sociedad” (Vaca, 2021, Grupo Focal 1), “es la radio más solidaria del cantón” (Córdova, 2021, Grupo Focal 2) y “democratiza la palabra abriéndose a los diferentes sectores para que puedan intervenir y opinar” (Jumbo, 2021, Grupo Focal 2).

Por otro lado, una encuesta aplicada a 158 oyentes potenciales (79 hombres y 79 mujeres) de edades comprendidas en el rango de 18 a 70 años, entre el 18 de septiembre y el 6 de octubre de 2020, arrojó que 149 personas escuchan Radio Integración. Las 9 personas que declararon no escuchar la emisora, coinciden con que tienen un nivel de estudios superiores y se desempeñan en el sector profesional (3), comercial (1) o estudiantil (5). Al indagar sobre los motivos por los que no la sintoniza sólo seis respondieron. Un encuestado refirió que a su vivienda no llega una buena señal de radio, tres no escuchan la radio, uno prefiere el periódico y otro no se siente identificado con el tipo de música que emite el medio.

Sin embargo, la mayoría que afirmó ser oyente de la estación, se caracteriza por su heterogeneidad, pues este grupo está integrado por profesionales (48), estudiantes (39), amas de casa (19), agricultores (14), ganaderos (2), artesanos (5), comerciantes (15), servidores públicos (2), operador de maquinaria (1), jubilado (1) y sin vínculo laboral (3). Estos encuestados destacaron que Radio Integración, desde las 5 de la mañana hasta la noche, emite buenos programas, y mantiene a los oyentes informados sobre la realidad de sus pueblos.

El espacio de participación que ofrecen las ondas de Radio Integración, es reconocido por 108 encuestados como idóneo para que la comunidad dé a conocer sus necesidades mediante sus ondas; no obstante, 36 respondieron que esa condición sólo se cumple a veces, y en menor medida 3 respondieron que casi nunca y 5 nunca. Asimismo, 107 participantes aseguran que los programas de la emisora siempre ofrecen espacio para que la comunidad sepa de los proyectos comunitarios que se ejecutan en Puyango y contribuyen al desarrollo de la comunidad; en tanto, 39 afirman que esto sólo ocurre a veces y 6 que casi nunca (3) o nunca (3) tiene lugar este acto.

Esas respuestas confirman que “la comunicación participativa, a pesar del desarrollo tecnológico, sigue siendo un reto, ya que el camino no está exento de dificultades” (Lagos y Rodríguez, 2014), a la vez que no “podemos obviar que los procesos participativos no surgen de un día para otro, sino que consensuar el proceso implica que este debe ser lento, gradual y realista” (De la Noval, 2018).

Algunos participantes en los grupos focales comentaron que a diferencia de otras emisoras que se mueven por propósitos lucrativos, en Radio Integración sucede lo contrario, como refiere el líder comunitario Darío Jumbo:

Radio Integración contribuye muchísimo a la sociedad en todo aspecto. Pero lo que más impacta es que se interesa por la obra social. Está ayudando muchísimo a todos los líderes comunitarios, interactuando con ellos para estar atentos a la obra social. Está integrando a la sociedad sin mirar si es clase social baja, alta o media. Está con los que más necesitan. Eso es lo que a mí me impulsa a seguir escuchando la emisora. Un medio de comunicación que nos impulsa a ser más humanos, a ser más comprendidos, da voz a quien no la tiene para que sea escuchado en todos los ámbitos, no solamente de nuestro país, no solamente de nuestro cantón, sino a nivel nacional e internacional. (2021, Grupo Focal 1)

Asimismo, un oyente como Tito Álvarez destaca el encargo social de Radio Integración, fundamentado en los procesos de participación activa de los individuos:

Radio Integración es comunitaria. Comunitaria quiere decir que está más asociada a la comunidad y sí, como le digo, han venido hasta acá y nos han dado el micrófono para que hablemos. Y como a unos no les gusta hablar -pues somos el pueblo que callamos la voz-, algunos tenemos esa voz para reclamar nuestras necesidades, pero no lo hacemos por temor o por miedo. Creo que hoy en día ya estamos listos para abrirnos, para dar nuestro mensaje, para dar nuestra opinión, para pedir lo que necesitamos y buscar, porque hay manera de buscar lo que necesitamos. (2021, Grupo Focal 2)

Semejante democratización de la palabra como base de la responsabilidad social de Radio Integración, se expresó desde sus inicios en los programas que transmitía. Una oyente como Aldaz refiere que, a través de la programación, la emisora “fue dando un impulso a la gente que vive en el sector rural al permitirles darse cuenta de cómo ellos viven y cómo es el trajinar de cada día” (2021, Grupo Focal 1). Cobos es otra miembro del público que complementa lo anterior, al calificar de responsable la programación que transmite la emisora:

... los programas son serios, responsables. Radio Integración siempre se ha caracterizado por eso, y es por lo que se ha ganado el cariño de la gente, de nosotros como ciudadanos. Además, sí nos sentimos incluidos en la programación de esta radio. Prácticamente difunden el mensaje hacia las comunidades, hacia la gente para que nosotros también, a través de importantes programas, seamos parte de ella. (2021, Grupo Focal 1)

Tales planteamientos coinciden con lo expresado en las entrevistas a directivos, periodistas y realizadores de espacios de Radio Integración. Patricia Guerra (2021, Comunicación personal) asegura que la estación radiofónica lleva una programación educacional y motivadora para los radioescuchas, con espacios 100% inclusivos. En este sentido, el realizador Junior González asegura que la programación de la emisora tiene la función de “difundir la cultura, historia y necesidades de las personas que habitamos el sur occidente del Ecuador, uniéndonos por cuánto compartimos historia y anhelamos el progreso y bienestar de toda nuestra comunidad”. (2021, Comunicación personal)

A la vez, el Director Ejecutivo de la Coordinadora de Medios Comunitarios, Populares y Educativos del Ecuador (CORAPE) Jorge Guachamín, destaca que la parrilla de programación de una emisora comunitaria debe reflejar “básicamente los contenidos de derechos humanos, contenidos que van en vinculación con la comunidad, contenidos que ayudan a generar estas aperturas de micrófono hacia las comunidades, que se pueda visibilizar las actividades que están haciendo de manera local” (2021, Comunicación personal).

En correspondencia, los líderes comunitarios reconocen que Radio Integración “se ha caracterizado por estar al servicio de la gente, de los sectores rurales. Escucha las necesidades de cada sector y las da a conocer a través de este importante medio de comunicación, que es solidario y transparente” (Ramírez, 2021, Grupo Focal 1), lo cual avala la condición que debe tener una radio para ser comunitaria: “estar vinculada con todas las necesidades de la comunidad y eso que se contemple en la programación, entonces esa cercanía es la que también es parte del medio de comunicación comunitaria” (Chela, 2021, Comunicación personal).

Ese vínculo se hace más notable, cuando al indagar en el cuestionario aplicado sobre la satisfacción de las necesidades comunicativas de la comunidad a través de la programación, 107 encuestados coincidieron en que siempre se ven resueltas, 42 declararon que a veces, tres y uno respondieron casi nunca o nunca, respectivamente, y los cinco que aseguraron no sintonizar la emisora, dejaron en blanco la interrogante.

Al respecto, una de las participantes en el primer grupo focal, afirma que:

... todas las programaciones son bien analizadas para que salgan al aire. El programa informativo de la mañana lo escucho porque se abren los micrófonos a todos, por eso es una radio que es para todos y todas, incluso con quien tiene su religión. Por ejemplo, de cuatro y media ya están transmitiendo LA FE CATÓLICA a través de las oraciones. Entonces, esto va bien con los programas. (Encalada, 2021, Grupo Focal 1)

La diversidad de programas en Radio Integración responde también en buena medida, según la directora general de CIESPAL Gisela Dávila, a los intereses de un proyecto latinoamericano nombrado Onda Rural, que “trabaja sobre agricultura familiar y tiene programas de capacitación, programas educativos e informativos sobre este sector en toda la región, no sólo en el país” (2021, Comunicación personal). Tal planteamiento se sustenta además en Benítez, cuando asegura que la radio comunitaria “es una ventana para educar” (2020, Comunicación personal).

La inmensa mayoría de los encuestados (106) refirió que los programas emitidos por la estación, siempre aportan a su desarrollo por incluir contenidos educativos, culturales y de orientación. En tanto, el resto marcó las opciones: a veces (41), casi nunca (2) o nunca (4). 

Sin embargo, llama la atención la preferencia de los oyentes por los programas de noticias. Según expresa Alba Encalada, esto se debe a que en la noticia “siempre nosotros estamos apegados a solucionar los problemas de nuestras comunidades y nuestros pueblos que necesitan obras, y abre las puertas no solo a Alamor sino a muchos cantones cercanos como es Macara, Celica, Zapotillo y Pindal” (2021, Grupo Focal 1).

Según refiere la profesora de Comunicación de la Universidad Técnica de Machala Karina Benítez, el valor del periodismo en una emisora comunitaria se manifiesta con la puesta en práctica de tres aspectos cuya responsabilidad recae sobre el periodista, pues este 1) debe ser consciente de las características del medio comunitario; 2) debe conocer los problemas de su entorno; y 3) debe ser consciente de la necesidad del acceso a la población para generar opinión pública desde la comunidad (2021, Comunicación personal). Este planteamiento lo corrobora en la actividad práctica el periodista Junior González para quien el periodismo que se hace en Radio Integración sigue la pauta de que “debe ser equitativo en información y oportunidades; no debe juzgar las creencias y anhelos individuales de las personas; debe encontrar puntos comunes sobre los que trabajar e informar” (2021, Comunicación personal).

Asumir la actividad periodística como un compromiso con la comunidad sobre y por la que se narra, debe convertirse en una aspiración radical para los medios comunitarios. El docente de la Universidad Nacional del Chimborazo Julio Bravo Spoch declara que con la influencia que estos medios ejercen sobre las personas, se fortalece la unidad con los ciudadanos, y se contribuye a la búsqueda de determinadas soluciones:

Cuando el reportero de una radio comunitaria llega y se mezcla con la gente, ¿cuál es el resultado que obtiene finalmente? Es una aceptación y ya no llega cualquier persona, llega el amigo de la radio comunitaria que va y, aunque eso es muy complejo, han buscado en las comunidades que seamos los que les han ayudado a resolver sus problemas, cuando el eje del periodismo no es eso. A través de nuestra difusión podemos posibilitar o tener fuentes para que eso ocurra, pero nosotros no solucionamos nada.

Por lo anterior, en entrevista con el radialista Nelson Quevedo, se dejó claro que en Radio Integración, “la aspiración de ser imparcial y la parcialidad transparente no agotan de ningún modo las opciones del buen periodismo. Se aplica un conjunto totalmente distinto de convenciones. Lo esencial es que exista la confianza de hacer un buen periodismo” (2021, Comunicación personal).

En sentido general, otros entrevistados aportaron elementos que en su conjunto, caracterizan globalmente el periodismo que se desarrolla en la emisora: información contrastada, veraz y oportuna, matizada por cualidades como honestidad, juicio crítico e independencia (Díaz, 2021, Comunicación personal); asertividad en cuanto al nivel de conocimiento de la realidad social que se expresa en la elaboración de preguntas y la búsqueda de respuestas (Torres, 2021, Comunicación personal); trabajo en equipo y responsabilidad (Robles, 2021, Comunicación personal).

Tales particularidades determinan la manera en que el periodista puede ser un enlace entre las comunidades y su entorno social, político y cultural, al considerarse un mediador con el rol de “generar espacios para el diálogo, la reflexión y el encuentro. Un mediador que aproxima o acerca a las partes, y que cuando hay conflicto comunitario aporta su desescalamiento, en muchos casos debe actuar como buen componedor” (Olaya, 2021, Comunicación personal).

De esta manera, Radio Integración como medio comunitario es producto de una construcción colectiva signada por el acuerdo, el diálogo y la socialización, que defiende el derecho a participar en la vida cultural sin discriminación, el derecho al beneficio del conocimiento científico, la contribución con iniciativas socio-artísticas y el derecho a conocer la historia y preservar la memoria de los pueblos.

4. CONSIDERACIONES FINALES

La radio comunitaria en Ecuador pretende responder a las necesidades comunicativas de la sociedad, recogiendo y divulgando valores, prácticas y pensamientos que construyen un modo de vivir, sustentado en la preeminencia del bienestar colectivo, la gestión del conflicto que propugne por la convivencia y la promoción de los espacios democráticos, en busca del mejor rumbo para las comunidades.

La radio comunitaria está llamada a conocer a fondo los territorios, las prácticas habituales e idiosincráticas de los habitantes, abordar temáticas que interesen y movilicen a los imaginarios colectivos, y velar por el cumplimiento de las iniciativas de desarrollo. A su vez, está llamada a construir productos radiofónicos con la participación de los miembros de la sociedad, en los que se vean representados e identificados.

En el cantón Puyango, Radio Integración es una radio comunitaria que, aunque está adecuadamente posicionada en el imaginario colectivo de la comunidad, aún debe trabajar más por involucrar a las personas en las iniciativas de comunicación, incluyendo espacios en su programación que promuevan valores, convocando la participación de la comunidad, explotando las plataformas digitales y las nuevas formas de comunicación en la red para un mayor posicionamiento del medio.

Una emisora que tiene una programación desde y para la comunidad, puede considerarse estratégica porque motiva a los ciudadanos a tener sentido de pertenencia por su comunidad y las instituciones que la conforman, a integrarse con los funcionarios públicos para solucionar determinadas situaciones y a expresar las necesidades que la comunidad más siente.

La radio comunitaria, por medio de la sostenibilidad social, es capaz de movilizar a los actores de la comunidad en función de lograr la auto-organización y la búsqueda del bienestar. De esta manera, este medio contribuye al empoderamiento de la comunidad y hace que sus ciudadanos sean decisores del destino que deben tener sus situaciones, realzando el valor de la toma de decisiones de carácter colectivo que se pone de manifiesto gracias a los procesos de participación democrática.

5.  LISTA DE REFERENCIAS (Ideal al menos 20 fuentes citadas)

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