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cursar con hipokalemia y un pH urinario elevado (> 5.3). La ATR2 el defecto se centra en la
imposibilidad de reabsorber bicarbonato a nivel del túbulo proximal. Esta se caracteriza por hipokalemia
y un pH urinario bajo (<5.3) (dada la conservación del mecanismo de eliminación de hidrogeniones a
nivel distal) (2). Finalmente, la ATR4, en la cual el defecto se centra en la acción deficiente en los
receptores de aldosterona (pseudoaldosteronismo) lo que genera hiperkalemia y un pH urinario bajo (<
5.3) (3). La Acidosis Tubular Renal tipo 3 (ATR3) es extremadamente rara y corresponde a una forma
de Acidosis Tubular Renal mixta: distal y proximal (2, 3).
Se desconoce la incidencia de ATR1 en Latinoamérica por la falta de registros debido a su rareza y a la
posibilidad de que muchos casos no sean diagnosticados o estén mal codificados. Según un estudio que
utilizó datos del Reino Unido, la prevalencia de ATR1 en 2017 se estimó entre 0.46 y 1.60 por cada
10,000 personas, dependiendo de si se incluían casos sospechosos además de los diagnosticados (4).
Esta variabilidad en las estimaciones refleja la dificultad en la detección y el diagnóstico de la
enfermedad, que puede estar subestimada en la práctica clínica.
Dentro de la gran constelación de causas nos encontramos con dos grandes divisiones: las causas
primarias que son las más comunes en los niños identificándose varias mutaciones genéticas que se
transmiten de forma autosómica dominante o autosómica recesiva y que afectan la secreción de protones
en las células intercaladas tipo A del túbulo colector (p. ej. SLC4A1, ATP6V0A4 y ATP6V1B1) (5).
Por otro lado, múltiples enfermedades sistémicas pueden ser causas secundarias de acidosis tubular
renal, por ejemplo, las enfermedades autoinmunes (Como el lupus eritematoso sistémico (LES), el
síndrome de Sjögren), las infecciones (Como Tuberculosis, Infección por Hepatitis B o C, Infección por
VIH), medicamentos (Como Anfotericina B, Trimetroprima, Inhibidores de Calcineurina, inhalación de
Tolueno), etc. De las anteriores, en el lupus eritematoso sistémico (LES) la ATR cuenta con una
incidencia que varía según los estudios. Según Eren N et al en un estudio realizado em Turquía que
incluyó a 108 pacientes con LES, encontró que el 16.7% presentaba ATR, siendo la mayoría de tipo 1
(distal) (6). Por tanto, los adultos con ATR1 aparentemente idiopática deben ser evaluados para detectar
enfermedades autoinmunes y etiologías infecciosas (7).
Para el diagnostico de este trastorno tubular se necesita seguir una serie de pasos. El primer paso es
determinar la presencia de acidemia metabólica por medio de una gasometría arterial o venosa y calcular