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IMPACTO DE VIOLENCIA OBSTÉTRICA
EN EL CONTROL PRENATAL
IMPACT OF OBSTETRIC VIOLENCE ON PRENATAL CARE
Deasy Mariana Alfonsin-Melendez
Unidad de Medicina Familiar No.35
Nadia Esmeralda Crisantos-Reyes
Unidad de Medicina Familiar No.35
Veronica Ramirez-Contreras
Unidad de Medicina Familiar No.35
Uriel Ventura Soriano
Unidad de Medicina Familiar No.35

pág. 11640
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i4.19790
Impacto de violencia obstétrica en el control prenatal
Deasy Mariana Alfonsin-Melendez1
deasy_94@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0007-6557-6819
Unidad de Medicina Familiar No.35, Instituto
Mexicano del Seguro Social
Ciudad de México, México.
Nadia Esmeralda Crisantos-Reyes
nadiacrisey5279@gmail.com
https://orcid.org/0009-0001-7753-4487
Unidad de Medicina Familiar No.35.
Instituto Mexicano del Seguro Social
Ciudad de México, México.
Veronica Ramirez-Contreras
veronica.ramirezc@imss.gob.mx
https://orcid.org/0009-0002-8620-0750
Unidad de medicina Familiar No. 35
Instituto Mexicano del Seguro Social
Ciudad de México, México.
Uriel Ventura Soriano
doooorsolumbar@gmail.com
https://orcid.org/0009-0008-9429-0585
Unidad de medicina Familiar No. 35
Instituto Mexicano del Seguro Social
Ciudad de México, México.
RESUMEN
Objetivos: este estudio evaluó la prevalencia de violencia obstétrica y su relación con la adherencia al
control prenatal en mujeres atendidas en la Unidad de Medicina Familiar No. 35. Metodología: se
realizó un estudio observacional y transversal entre marzo y mayo de 2024, con una muestra por
conveniencia de 132 mujeres que cursaron un embarazo en 2023. Se utilizó una versión adaptada del
“Test de violencia obstétrica en hospitales extremeños” y se aplicaron pruebas de correlación de
Spearman para analizar la relación entre edad y número de consultas prenatales, con significancia
estadística de p<0.05. Resultados: La edad promedio fue de 29.39 años (DE ±4.54). Todas las
participantes reportaron haber sufrido al menos un tipo de violencia obstétrica, destacando críticas
sobre el comportamiento (100%) y la prohibición de caminar (85.6%). A pesar de esta alta
prevalencia, el 85.6% acudió a cinco o más consultas prenatales. Se encontró una correlación débil
pero significativa entre edad y número de consultas (r = 0.19, p = 0.025). Conclusión: Se concluye que
la violencia obstétrica está presente de forma alarmante, aunque no se asoció a una menor adherencia
al control prenatal. Se recomienda fortalecer la formación del personal para garantizar una atención
obstétrica más respetuosa y libre de violencia.
Palabras clave: violencia obstétrica, control prenatal, mujeres embarazadas
1 Autor principal
Correspondencia: deasy_94@hotmail.com

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Impact of obstetric violence on prenatal care
ABSTRACT
Objetive: Obstetric violence has gained attention as a form of gender-based violence affecting
women's experiences during pregnancy and childbirth. This study aimed to assess the prevalence of
obstetric violence and its relationship with adherence to prenatal care among women who attended
Family Medicine Unit No. 35. Methods: A cross-sectional observational study was conducted from
March to May 2024, involving a convenience sample of 132 women who had been pregnant in 2023.
An adapted version of the "Obstetric Violence Test in Extremadura Hospitals" was used to measure
perceived violence. Spearman’s correlation test was applied to analyze the relationship between age
and the number of prenatal visits, with statistical significance set at p<0.05. Results: The mean age of
participants was 29.39 years (SD ±4.54). All participants (100%) reported experiencing at least one
form of obstetric violence. The most frequently reported incidents included criticism of behavior
(100%) and prohibition of walking (85.6%). Despite this, 85.6% of women attended five or more
prenatal consultations. A weak but statistically significant correlation was found between age and
number of visits (r=0.19,p=0.025). Conclusion: Obstetric violence was highly prevalent but did not
significantly impact adherence to prenatal care. Strengthening training for healthcare providers and
promoting respectful obstetric care are recommended.
Key words: Obstetric violence; Prenatal care; Pregnant women
Artículo recibido 04 Agosto 2025
Aceptado para publicación: 29 Agosto 2025

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INTRODUCCIÓN
La violencia obstétrica ha surgido como una problemática de derechos humanos y de salud pública,
con serias implicaciones en la adherencia al control prenatal. La Organización Mundial de la Salud
(World Health Organization, 2016) ha destacado que el maltrato durante el parto puede generar
desconfianza en el sistema de salud, afectando la calidad del cuidado materno y aumentando la
morbimortalidad materno-fetal.
En México, el 31.4% de las mujeres reportan haber experimentado alguna forma de violencia
obstétrica durante su último embarazo, lo que refleja un problema sistémico en los servicios de salud
pública (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2021). Este fenómeno no es exclusivo
de los países en desarrollo. En Suecia, por ejemplo, se estima que el 20% de las mujeres ha
experimentado algún tipo de maltrato durante el parto, mientras que en Estados Unidos la cifra
asciende al 17% (Wijma, Persson, Ockander, & Brüggemann, 2019).
Un estudio realizado en Brasil encontró que el maltrato obstétrico influye negativamente en la
asistencia a las consultas prenatales posteriores (d’Oliveira, Diniz, & Schraiber, 2002). De igual
manera, en México, investigaciones han mostrado que la percepción de violencia durante el parto
afecta significativamente la confianza de las mujeres en el sistema de salud, lo que puede llevar a la
disminución de la adherencia a los controles prenatales (Figueroa-Palomino et al., 2019). En muchos
casos, las prácticas que las mujeres consideran maltrato, como los tactos vaginales reiterados sin
consentimiento, son vistas como procedimientos rutinarios por el personal médico (Bohren et al.,
2015). Esto resalta la necesidad de mejorar la formación en derechos reproductivos y la sensibilización
del personal de salud para reconocer y erradicar estas conductas. En este contexto, utilizamos el
instrumento "Test de violencia obstétrica en hospitales extremeños" que nos ayudó a tener un
panorama de la situación por la que cruzan las mujeres al momento del parto (Mena-Tudela et al.,
2020).
En Latinoamérica se han implementado leyes que buscan sancionar a los profesionales de la salud que
incurren en maltrato obstétrico, lo cual ha marcado un precedente en la región (Williams et al., 2018).
Sin embargo, en muchos otros países, como México, aunque existen normativas que protegen los

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derechos de las mujeres embarazadas, la aplicación de estas leyes es aún limitada (Calvo Aguilar,
Torres Falcón, & Valdez Santiago, 2019).
Este enfoque es particularmente relevante en México, donde la desconfianza en el sistema de salud,
producto del maltrato obstétrico, podría estar influyendo en la baja asistencia a las consultas prenatales
(Leal, Gama, Pereira, Pacheco, & Carmo, 2020).
Métodos
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y analítico, con un enfoque transversal. La
investigación tuvo lugar en la Unidad de Medicina Familiar No. 35 del Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS), ubicada en la Alcaldía Iztacalco, Ciudad de México, durante el período de marzo 2023
a mayo 2024.
La población del estudio incluyó a mujeres derechohabientes del IMSS que cursaron con un embarazo
previo en 2023 y realizaron su control prenatal en dicha unidad. El tamaño de la muestra se determinó
mediante un muestreo no probabilístico por conveniencia, seleccionando a todas las mujeres que
cumplieran con los siguientes criterios de inclusión: ser mayores de 18 años, haber llevado su control
prenatal en la UMF No. 35 y aceptar participar mediante la firma de consentimiento informado.
Criterios de exclusión: Se excluyeron a mujeres con complicaciones graves que afectaran el control
prenatal y aquellas que no completaron el cuestionario.
Los datos se obtuvieron a través de un cuestionario estructurado, validado previamente en contextos
latinoamericanos, con una confiabilidad aceptable (alfa de Cronbach > 0.80), que evaluó la percepción
de violencia obstétrica y la adherencia a las consultas prenatales. El cuestionario contenía ítems
relacionados con la experiencia de maltrato durante el embarazo y parto. Los criterios de que se
utilizaron para los parámetros de control prenatal son los mencionados en la Norma Oficial Mexicana
NOM-007-SSA2-2016.
Se estableció una base de datos en Microsoft 365 para la organización y almacenamiento de la
información. A cada participante se le asignó una clave única para mantener la confidencialidad de sus
datos. Se utilizaron técnicas de análisis descriptivo para las variables categóricas mediante frecuencias
y porcentajes, y medidas de tendencia central y dispersión para las variables continuas. Para la
estadística inferencial, se empleó la correlación de Spearman con el fin de determinar la relación entre

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la edad de las participantes y el número de consultas prenatales, con un nivel de significancia
establecido en p<0.05.
El análisis se llevó a cabo utilizando el paquete estadístico **SPSS versión 25**, y los resultados se
presentaron en gráficos y tablas para facilitar su interpretación.
El estudio fue avalado por el Comité Local de Investigación en Salud (CLIES) 3509, y todas las
participantes proporcionaron su consentimiento informado tras una explicación detallada sobre los
objetivos y beneficios del estudio. Se les garantizó que no enfrentarían riesgos ni repercusiones en su
atención médica por participar en la investigación.
RESULTADOS
Se entrevistaron y respondieron el cuestionario un total de 132
mujeres que acudieron a la unidad de medicina familiar No. 35.
De las cuales se obtuvo un un promedio de 29.39 años de edad
con D.E. +- 4.54 años. El estado civil de las mujeres involucradas
fue que n=73 (55.3%) están casadas, n=54 (40.9%) se encuentra
en unión libre y el resto corresponde a mujeres solteras y
divorciadas.
El grado de escolaridad fue variado como se muestra en la tabla 1.
Las participantes tuvieron una distribución libre en el número de
gestas reportaron una media de 2 gestas, con un rango de 3 gestas
y un máximo de 5 gestas.
El análisis de la correlación e 3ntre edad y número de consultas mostró una correlación Spearman de
0.19 (correlación débil), indicando que, a mayor edad, mayor número de consultas (p=0.025).
La Gráfica 2 muestra el desglose del número de consultas prenatales según el estado civil de las
mujeres encuestadas. Es evidente que la mayoría de las mujeres casadas y en unión libre acudieron al
menos a cinco consultas prenatales, mientras que la participación fue menor entre las mujeres solteras
y divorciadas.
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Grafica 2. Relación entre el estado civil y el adecuado control que se encontró entre las participantes.
En relación con la violencia obstétrica se observó que todas las mujeres encuestadas (n=132, 100%)
reportaron haber sufrido algún tipo de violencia obstétrica. Los incidentes más frecuentes incluyeron
crítica sobre su comportamiento, impedimento de postura cómoda para pujar, y sentimientos de
vulnerabilidad durante el trabajo de parto. Además:
• 85.6% (n=113) reportaron prohibición para caminar.
• 78.8% (n=104) indicaron haber sido sometidas a tactos vaginales reiterados por diferentes
personas.
• 63.6% (n=84) fueron sometidas a cesáreas o les administraron medicamentos para acelerar el
parto.
Los incidentes menos frecuentes incluyeron el enema (n=132, 100% de respuestas negativas) y la
rotura de bolsa artificial (n=108, 81.8%).

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Gráfica 3. Frecuencia de control prenatal suficiente e insuficiente
*Datos expresados en porcentaje
La grafica 3 muestra la distribución del control prenatal por el número de consultas que tuvieron las
mujeres de la muestra; 113 de 132, es decir el 85.6% de las mujeres reportan haber tenido 5 o más
consultas de atención prenatal.
DISCUSIÓN
La violencia obstétrica ha ganado visibilidad en la literatura médica en los últimos años,
particularmente en países con sistemas de salud en desarrollo como lo es México. En este estudio, el
100% de las mujeres reportaron haber experimentado alguna forma de violencia obstétrica, lo que es
alarmante en comparación con estudios internacionales. Por ejemplo, en Brasil, solo el 18.3% de las
mujeres percibieron haber sido víctimas de violencia obstétrica (Leal, Gama, Pereira, Pacheco, &
Carmo, 2020).
En Argentina, se estima que entre el 25-40% de las mujeres han sufrido algún tipo de maltrato durante
el parto (Ramos, 2018), similar a lo observado en México en encuestas nacionales. similar a lo
observado en México en encuestas nacionales. Sin embargo, los resultados de este estudio superan
estas cifras, lo que sugiere que las percepciones de las mujeres podrían estar afectadas por factores
específicos de la unidad de salud o la falta de capacitación del personal.
El "Test de violencia obstétrica en hospitales extremeños", utilizado en este estudio, también ha sido
empleado en países como Chile y Argentina, donde los resultados muestran una prevalencia similar
(García-Caro, Sanjuán-Quiles, Sánchez-López, & Montoya-Juárez, 2019). Sin embargo, los resultados

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de este estudio superan estas cifras, lo que sugiere que las percepciones de las mujeres podrían estar
afectadas por factores específicos de la unidad de salud o la falta de capacitación del personal.
El "Test de violencia obstétrica en hospitales extremeños", utilizado en este estudio, también ha sido
empleado en países como Chile y Argentina, donde los resultados muestran una prevalencia similar.
Esto indica que la percepción de violencia obstétrica podría estar influenciada por factores como el
contexto cultural, el nivel educativo de las pacientes y las normativas del sistema de salud(García-
Caro, Sanjuán-Quiles, Sánchez-López, & Montoya-Juárez, 2019).
Un estudio en Etiopía encontró que las mujeres con mayores ingresos y niveles educativos más altos
tienden a asistir a más consultas, debido a un mayor conocimiento sobre la importancia del
seguimiento médico (Gebremichael, Alemnew, & Gelagay, 2018). Además, el estado civil y el apoyo
familiar son cruciales en la adherencia al control prenatal. Un estudio en Brasil reveló que las mujeres
solteras o con menor apoyo social asistían a menos consultas, poniendo en riesgo su salud y la del feto
(Leal, Gama, Pereira, Carmo, & Pacheco, 2020). En este estudio, la mayoría de las mujeres estaban
casadas o en unión libre, lo que podría haber facilitado una mayor asistencia a las consultas prenatales.
En países desarrollados, como Suecia y Noruega, se ha observado que una de cada cinco mujeres
embarazadas experimenta abuso o violencia durante las consultas prenatales (Vedam et al., 2019). En
México, la asistencia al control prenatal suele estar influenciada por la confianza en el sistema de
salud y la calidad percibida de la atención. Sin embargo, este estudio muestra que, a pesar de la
percepción negativa del trato, las mujeres continuaron asistiendo a un número adecuado de consultas.
Una fortaleza del estudio es su enfoque en una unidad de medicina familiar, lo que permitió analizar
las percepciones de las mujeres en un entorno controlado. No obstante, una limitación importante es la
subjetividad de las percepciones de violencia, ya que esta puede no ser reconocida debido a la
normalización de ciertas conductas por parte del personal médico. Un estudio realizado en Tanzania
subrayó cómo la falta de educación y mecanismos de denuncia afectan la percepción y respuesta frente
a la violencia obstétrica (Freedman et al., 2014). Además, el tamaño muestral y la concentración
geográfica limitan la capacidad de generalizar los resultados a otras regiones de México. Aunque se
utilizó un instrumento confiable, este aún no ha sido validado oficialmente para la población
mexicana, lo que podría impactar la precisión de los resultados.

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CONCLUSIÓN
Los hallazgos de esta investigación permiten afirmar que se cumplió con el objetivo de evaluar la
prevalencia de violencia obstétrica y su impacto en el control prenatal en una muestra de mujeres que
acudieron a la Unidad de Medicina Familiar No. 35. Los resultados evidencian que, aunque existe una
percepción de buena atención médica, persisten prácticas que reflejan formas sutiles o abiertas de
violencia obstétrica, lo cual nos confirma la importancia de visibilizar y atender este fenómeno dentro
de las unidades de salud. De esta manera, se cumplió con la meta de generar evidencia que contribuya
al entendimiento de la situación actual y a la necesidad de implementar medidas correctivas. En cuanto
a las propuestas, se sugiere el diseño e implementación de programas de sensibilización y capacitación
continua dirigidos al personal de salud, centrados en el respeto a los derechos humanos y
reproductivos de las mujeres. Asimismo, sería pertinente establecer mecanismos de evaluación
periódica de la calidad de la atención, incorporando encuestas de satisfacción y protocolos de denuncia
accesibles y confidenciales. Estas acciones, combinadas con una comunicación empática y efectiva
entre médico y paciente, permitirían atenuar significativamente la problemática encontrada,
fortaleciendo un modelo de atención prenatal más humano y respetuoso.
Contribución de los autores
DM A-M: conceptualización, desarrollo, aplicación de encuestas y análisis de datos, escritura,
discusión de resultados y preparación del documento para su envío a publicación;
NE C-R: conceptualización, análisis y discusión de resultados y escritura. Todos los autores hicieron
revisión crítica del documento y aprueban la publicación del presente escrito.
Financiamiento
La presente investigación no recibió financiamiento externo.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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