pág. 5037
EL INGLÉS COMO MEJORA PARA LA
CARRERA PROFESIONAL Y
EMPRESARIAL LOCAL E
INTERNACIONAL
ENGLISH AS AN ENHANCER FOR LOCAL AND
INTERNATIONAL PROFESSIONAL AND BUSINESS
CAREERS
Olu Smith
University of Washington, USA
pág. 5038
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i5.19839
El Inglés como Mejora para la Carrera Profesional y Empresarial Local e
Internacional
Olu Smith1
isedipounds@gmail.com
https://orcid.org/0009-0007-7894-1686
University of Washington
Seattle, USA
RESUMEN
El presente artículo de revisión sistemática tiene como objetivo analizar cómo el dominio del inglés
contribuye a la mejora de la carrera profesional y la competitividad empresarial, tanto en contextos
locales como internacionales. Para ello, se aplicó la metodología PRISMA, realizando una búsqueda
exhaustiva en bases de datos académicas y literatura gris, con criterios de inclusión que consideraron
estudios empíricos, revisiones y reportes institucionales publicados entre 2013 y 2025. Se seleccionaron
estudios que abordaron la relación entre habilidades en inglés y empleabilidad, desempeño laboral,
expansión empresarial y políticas educativas. Los hallazgos indican que el inglés actúa como un
habilitador clave del desarrollo profesional, incrementando la empleabilidad, salarios y oportunidades
de movilidad internacional. A nivel empresarial, la competencia en inglés facilita la expansión a
mercados globales, la innovación y la coordinación de operaciones transnacionales. Además, la revisión
evidencia que la calidad educativa, la formación docente, la integración de herramientas digitales y las
políticas públicas estratégicas son determinantes para maximizar los beneficios del inglés. Se
identificaron brechas socioeconómicas y desigualdades en el acceso a formación, que condicionan la
equidad de oportunidades. Los resultados destacan la necesidad de políticas inclusivas y programas de
capacitación contextualizados, que combinen desarrollo lingüístico, competencias digitales y estrategias
corporativas alineadas con los objetivos de crecimiento y competitividad.
Palabras clave: inglés, carrera profesional, competitividad empresarial
1
Autor principal
Correspondencia: isedipounds@gmail.com
pág. 5039
English as an Enhancer for Local and International Professional and
Business Careers
ABSTRACT
This systematic review article aims to analyze how English proficiency contributes to the improvement
of professional careers and business competitiveness in both local and international contexts. To achieve
this, the PRISMA methodology was applied, conducting a comprehensive search in academic databases
and gray literature, with inclusion criteria considering empirical studies, reviews, and institutional
reports published between 2013 and 2025. Studies addressing the relationship between English skills
and employability, job performance, business expansion, and educational policies were selected. The
findings indicate that English serves as a key enabler of professional development, increasing
employability, salaries, and opportunities for international mobility. At the organizational level, English
proficiency facilitates expansion into global markets, innovation, and the coordination of transnational
operations. Furthermore, the review highlights that educational quality, teacher training, integration of
digital tools, and strategic public policies are critical to maximizing the benefits of English.
Socioeconomic gaps and inequalities in access to training were identified, affecting the equity of
opportunities. The results emphasize the need for inclusive policies and context-based training programs
that combine language development, digital competencies, and corporate strategies aligned with growth
and competitiveness objectives.
Keywords: English, professional career, business competitiveness
pág. 5040
INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas la creciente globalización económica y la integración de mercados han
posicionado al inglés no sólo como una lengua franca internacional, sino también como una herramienta
estratégica en el desarrollo profesional y empresarial. El dominio del inglés facilita el acceso a
información técnica, redes internacionales y oportunidades de empleo que trascienden fronteras
nacionales; por ello, muchas empresas multinacionales y organizaciones transnacionales lo consideran
una competencia indispensable para puestos de alta responsabilidad y para funciones vinculadas al
comercio exterior, la tecnología y la investigación (British Council, s.f.; OECD, 2023).
Desde la perspectiva del mercado laboral, la demanda de competencias lingüísticas en inglés se ha
documentado de manera consistente: estudios y análisis de vacantes muestran que un porcentaje
importante de ofertas laborales en regiones como Europa especifican explícitamente conocimientos de
inglés como requisito, lo que se traduce en una ventaja competitiva para quienes poseen dichas
habilidades (OECD, 2023). Esta ventaja se manifiesta tanto en la posibilidad de acceder a puestos mejor
remunerados como en la movilidad profesional internacional, puesto que el inglés facilita la interacción
con clientes, proveedores y colaboradores de diversos países (OECD, 2023; British Council, 2014).
A nivel microeconómico, la literatura empírica ha mostrado vínculos positivos entre la competencia en
inglés y los ingresos individuales. Investigaciones en contextos tan diversos como inmigrantes en
Estados Unidos y trabajadores de países en desarrollo reportan primas salariales asociadas al dominio
del inglés, aun controlando por educación formal y experiencia laboral (Moeller, 2018; Churkina et al.,
2023). Estas primas responden a la mayor productividad esperada de trabajadores que comunican
eficazmente en contextos internacionales y que pueden asumir tareas con alto componente
comunicativo, técnico o gerencial que exigen interacción en inglés (Moeller, 2018; Churkina et al.,
2023).
Para las empresas, la inversión en capacidades lingüísticas de su personal constituye una estrategia de
competitividad: la capacidad de negociar, coordinar cadenas de suministro globales, adoptar tecnologías
extranjeras y acceder a mercados internacionales depende parcialmente de la fluidez comunicativa en
inglés. Informes de organismos y de consultoras señalan que compañías que incorporan políticas de
formación en inglés, o que reclutan con criterios de competencia lingüística, observan mejoras en la
pág. 5041
eficacia de comunicaciones internacionales y en la apertura a nuevos mercados (British Council;
Economist Intelligence Unit). En suma, el inglés no sólo es una herramienta operativa sino un activo
estratégico organizacional.
No obstante, el impacto del inglés en la trayectoria profesional y empresarial no es homogéneo: depende
de factores estructurales como la demanda sectorial, la segmentación del mercado laboral y las políticas
educativas nacionales. En economías con sectores exportadores intensivos en conocimiento o con fuerte
presencia de inversión extranjera directa, la ventaja de poseer inglés es más pronunciada; mientras que
en economías donde la demanda interna domina y los vínculos internacionales son limitados, la prima
del inglés puede ser menor (World Bank; OECD). Por otra parte, la calidad de la enseñanza de lenguas,
el acceso a formación continua y las desigualdades socioeconómicas condicionan quiénes acceden a las
oportunidades que ofrece el dominio del inglés (World Bank; OECD).
La relevancia del inglés también se articula con fenómenos contemporáneos del mundo laboral, como
la digitalización y la economía del conocimiento. El acceso a plataformas digitales, documentación
técnica, foros científicos y cursos online en inglés incrementa el capital humano de aquellos que
dominan la lengua, ampliando su capacidad de aprendizaje autodirigido y su inserción en circuitos
profesionales especializados. Instituciones internacionales insisten en que cerrar la brecha de
competencias incluyendo las lingüísticas es crítico para que los países aprovechen las
oportunidades que ofrece la transformación digital y para reducir vulnerabilidades frente a cambios
tecnológicos (World Bank, 2024).
Desde una óptica formativa, la relación entre la enseñanza del inglés y la empleabilidad exige una
aproximación integral: no basta con instruir en contenidos gramaticales; es preciso articular la enseñanza
con contextos de uso profesional (English for Specific Purposes), prácticas comunicativas auténticas y
evaluaciones que reflejen demandas laborales reales. Estudios sobre inglés para el trabajo recomiendan
mapear competencias por rol profesional (reading, writing, speaking, listening) y alinéalas con niveles
del MCER/CEFR para diseñar programas que respondan a las necesidades del mercado (British Council;
Arkoudis et al., s.f.). Esta orientación hacia la relevancia funcional maximiza la transferencia de lo
aprendido al puesto de trabajo.
pág. 5042
Más allá de los efectos económicos directos, el dominio del inglés influye en la empleabilidad a través
de capitales sociales y culturales: profesionales con fluidez en inglés suelen tener mayor acceso a redes
internacionales, oportunidades de formación posgradual en el extranjero, y mayor visibilidad en foros y
publicaciones globales. Tales efectos intangibles, aunque más difíciles de cuantificar, amplifican la
trayectoria profesional a mediano y largo plazo y potencian la capacidad de las empresas para innovar
y aprender de prácticas internacionales (British Council, Culture at Work report).
Sin embargo, la adopción del inglés como vehículo preferente de comunicación empresarial también
plantea dilemas y riesgos. Una política corporativa que privilegie únicamente el inglés puede agravar
desigualdades internas, marginando a trabajadores con menos oportunidades de aprendizaje formal y
reforzando barreras de ascenso profesional. Además, la dependencia excesiva del inglés puede debilitar
capacidades en lenguas locales y la comunicación con mercados y comunidades no anglófonas, por lo
que las estrategias organizacionales deben equilibrar la promoción del inglés con políticas inclusivas de
capacitación y reconocimiento de competencias lingüísticas diversas (Erling & Seargeant, British
Council studies).
En términos de políticas públicas y educativas, la integración de la enseñanza del inglés en sistemas
formales requiere atención a la calidad docente, formación continua del profesorado, materiales
contextualizados y evaluación de resultados. Informes del Banco Mundial y de organismos
multilaterales indican que mejorar la calidad educativa incluyendo la enseñanza de lenguas es esencial
para traducir la inversión educativa en crecimiento económico y mayor equidad; la enseñanza del inglés
debe enmarcarse en políticas de habilidades más amplias que contemplen también alfabetización digital
y competencias socioemocionales (World Bank, 20202024; OECD).
El estado actual de la investigación sobre el impacto del inglés en empleabilidad y desempeño
empresarial muestra avances pero también vacíos: existen múltiples estudios correlacionales que asocian
mejor dominio del inglés con mayores ingresos y oportunidades, pero faltan análisis longitudinales
robustos en variados contextos nacionales que permitan identificar causalidad y mecanismos precisos
(Galvez-Soriano, 2025; Daqiq, 2024). Asimismo, se requiere más investigación aplicada que evalúe
programas de formación en inglés orientados al mundo laboral y que examine cómo la competencia en
inglés interactúa con otras capacidades (técnicas, digitales, interpersonales) para producir resultados
pág. 5043
laborales. Estos vacíos justifican la presente revisión, que busca sintetizar la evidencia sobre cómo el
inglés contribuye y bajo qué condiciones a la mejora de la carrera profesional y al desempeño
empresarial tanto en mercados locales como internacionales.
Contexto y Relevancia del Estudio
El inglés se ha consolidado como la lengua franca del comercio internacional, la ciencia y la tecnología,
convirtiéndose en un factor clave de competitividad para individuos y organizaciones (Crystal, 2019).
La globalización de los mercados, la digitalización y el auge de las economías basadas en el
conocimiento han incrementado la necesidad de profesionales con dominio de esta lengua, tanto en
contextos locales como en escenarios de negocios globales (Graddol, 2021). En América Latina, por
ejemplo, informes del British Council (2023) subrayan que la competencia en inglés está estrechamente
vinculada con la capacidad de atraer inversión extranjera y de acceder a empleos de alta cualificación.
Asimismo, el inglés opera como un habilitador de movilidad laboral y educativa, ampliando el acceso a
estudios de posgrado, oportunidades de formación en línea y redes de colaboración internacional
(Dearden, 2020). Esta dimensión trasciende la mera comunicación: incide en la generación de capital
humano altamente cualificado y en la creación de ecosistemas empresariales innovadores (OECD,
2023). Sin embargo, la distribución de estas competencias es desigual y depende de factores como la
calidad de la enseñanza, las políticas lingüísticas y las brechas socioeconómicas (World Bank, 2024).
En este contexto, el presente estudio resulta relevante porque examina de manera sistemática la
evidencia que vincula el dominio del inglés con la mejora de las trayectorias profesionales y con la
competitividad empresarial, tanto a nivel local como internacional. Tal análisis es necesario para
fundamentar políticas educativas, estrategias de formación corporativa y programas de desarrollo de
habilidades que respondan a las demandas de un mercado laboral cada vez más globalizado.
Fundamentación Teórica
La fundamentación de este estudio se apoya en varios marcos conceptuales. En primer lugar, la teoría
del capital humano (Becker, 1993) sostiene que las habilidades adquiridas mediante educación y
formación aumentan la productividad y, por ende, los ingresos. El dominio del inglés representa una
inversión en capital humano que puede traducirse en mayores salarios y mejores oportunidades de
empleo (Chiswick & Miller, 2014).
pág. 5044
Desde la perspectiva de la economía del conocimiento, el inglés se considera un “recurso habilitador”
que permite acceder a información científica, tecnológica y comercial de alcance global (Powell &
Snellman, 2004). La literatura sobre competencias globales refuerza esta idea al destacar que, para
competir en un entorno internacional, los profesionales deben poseer no sólo habilidades técnicas sino
también comunicativas y culturales (Deardorff, 2015).
En el ámbito empresarial, el modelo de capacidades dinámicas (Teece, 2007) explica cómo las
organizaciones que integran habilidades lingüísticas en inglés pueden adaptarse más rápidamente a
cambios del mercado, negociar con socios internacionales y acceder a cadenas de valor globales.
Estudios de caso en multinacionales muestran que las políticas de “English as a corporate language”
facilitan la coordinación transnacional y la innovación (Neeley, 2017).
Finalmente, desde una perspectiva sociolingüística, el inglés funciona como un capital lingüístico
(Bourdieu, 1991) que confiere prestigio y poder simbólico en el mercado laboral. No obstante, esta
ventaja puede reproducir desigualdades si el acceso a la enseñanza de calidad está concentrado en grupos
socioeconómicos privilegiados (Erling & Seargeant, 2013). Por ello, el análisis crítico de la literatura
no sólo evalúa beneficios económicos, sino también las implicaciones de equidad y justicia social.
Problemática
Pese a la creciente demanda de inglés en entornos profesionales, persisten brechas significativas entre
la necesidad del mercado y las competencias efectivamente adquiridas. Informes internacionales
evidencian que gran parte de la población adulta en América Latina mantiene niveles básicos o
insuficientes de inglés, limitando su competitividad en empleos de alta cualificación (EF EPI, 2023).
Esta situación repercute en la productividad de las empresas locales, que enfrentan dificultades para
insertarse en cadenas de suministro globales o para atraer inversión extranjera directa (World Bank,
2024).
Las causas de esta brecha son multifactoriales. En el sistema educativo, la falta de formación continua
para docentes, materiales actualizados y metodologías centradas en la comunicación real dificultan el
desarrollo de competencias funcionales (British Council, 2022). Además, la enseñanza suele enfocarse
en gramática y traducción, en lugar de habilidades orales y de comprensión auditiva, que son cruciales
en el entorno laboral (Richards, 2015).
pág. 5045
En el ámbito corporativo, muchas pequeñas y medianas empresas carecen de programas de capacitación
en inglés o los implementan de manera fragmentaria, sin vincularlos con objetivos estratégicos (Neeley,
2017). Esta carencia se agudiza en sectores tradicionales o en regiones donde el comercio exterior no es
predominante, creando un círculo vicioso de baja exposición al inglés y limitadas oportunidades de
desarrollo (OECD, 2023).
La desigualdad socioeconómica también desempeña un papel central: los individuos de mayores
ingresos suelen acceder a colegios bilingües o cursos privados, mientras que los de menores recursos
dependen de sistemas públicos con menor calidad de enseñanza, perpetuando así la brecha de
oportunidades (Erling & Seargeant, 2013). Esta problemática no solo es educativa, sino también de
equidad social y desarrollo económico.
Objetivos y Preguntas de Investigación
Objetivo general
Analizar de manera sistemática la evidencia científica sobre el impacto del dominio del inglés en la
mejora de la carrera profesional y la competitividad empresarial en contextos locales e internacionales.
Objetivos específicos
Identificar los principales beneficios del dominio del inglés en el desarrollo profesional,
incluyendo empleabilidad, salarios y movilidad laboral.
Examinar cómo las empresas utilizan la competencia en inglés como estrategia para expandirse
en mercados internacionales y mejorar su desempeño.
Explorar las barreras estructurales y sociales que limitan el acceso equitativo al aprendizaje del
inglés.
Preguntas de investigación
¿En qué medida el dominio del inglés influye en la empleabilidad y los ingresos de los
profesionales?
¿Cómo impacta la competencia en inglés en la capacidad de las empresas para
internacionalizarse y aumentar su competitividad?
¿Qué factores educativos y socioeconómicos condicionan el acceso a una formación en inglés
de calidad?
pág. 5046
METODOLOGÍA
Diseño del estudio
Se realizó una revisión sistemática siguiendo las directrices PRISMA 2020 (Preferred Reporting Items
for Systematic Reviews and Meta-Analyses) con el fin de sintetizar la evidencia sobre el impacto del
dominio del inglés en la mejora de la carrera profesional y la competitividad empresarial, tanto en
contextos locales como internacionales. El protocolo fue definido antes de iniciar la búsqueda y se
registró de manera interna para garantizar trazabilidad y transparencia.
Fuentes de información y estrategia de búsqueda
Entre abril y mayo de 2025 se consultaron las bases de datos Scopus, Web of Science, ERIC, ProQuest
y Google Scholar, así como literatura gris (informes de organismos internacionales y documentos de
políticas públicas). Se emplearon combinaciones de palabras clave en español e inglés, incluyendo:
("English language proficiency" OR "English skills") AND ("career development" OR "professional
advancement" OR "employability") AND ("business competitiveness" OR "international business").
La búsqueda se limitó a estudios publicados entre 2013 y 2025, sin restricción geográfica, y a
documentos revisados por pares o reportes institucionales con metodología explícita.
Criterios de inclusión y exclusión
Inclusión: (a) estudios empíricos o revisiones que analicen la relación entre dominio del inglés
y desarrollo profesional o empresarial; (b) publicaciones en español o inglés; (c) disponibilidad
de texto completo.
Exclusión: (a) estudios centrados exclusivamente en enseñanza escolar sin vínculo laboral o
empresarial; (b) artículos de opinión o editoriales; (c) duplicados.
Proceso de selección
Los resultados se exportaron a un gestor bibliográfico (Zotero). Dos revisores independientes realizaron
la depuración en tres fases:
Eliminación de duplicados.
Revisión de títulos y resúmenes para descartar estudios irrelevantes.
Evaluación de texto completo aplicando los criterios de inclusión/exclusión.
pág. 5047
Las discrepancias se resolvieron mediante consenso o un tercer revisor. El proceso de selección se
documentó en el diagrama de flujo PRISMA, indicando el número de registros identificados,
seleccionados y excluidos, con sus razones.
Extracción y análisis de datos
Se diseñó una matriz para extraer: autor, año, país, objetivo, diseño, muestra, principales hallazgos y
limitaciones. Posteriormente, se realizó un análisis de contenido temático para agrupar la información
en categorías de análisis, definidas a partir de la pregunta de investigación y de la literatura previa:
Impacto en la carrera profesional: empleabilidad, salarios, movilidad internacional.
Competitividad empresarial: expansión de mercados, innovación, negociación global.
Factores educativos y formativos: calidad de enseñanza, metodologías, formación docente.
Brechas y equidad: desigualdades socioeconómicas, acceso a formación en inglés.
Dimensión tecnológica y digital: inglés en entornos de transformación digital y aprendizaje en
línea.
Políticas públicas y estrategias corporativas: programas nacionales y prácticas empresariales de
capacitación.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Impacto en la carrera profesional
La primera categoría analiza cómo el dominio del inglés influye en la trayectoria profesional de los
individuos. La literatura destaca que la competencia en inglés se asocia con mayores oportunidades de
empleo, acceso a puestos de mayor responsabilidad y movilidad internacional (Crystal, 2019; Chiswick
& Miller, 2014). Desde la perspectiva del capital humano (Becker, 1993), el inglés constituye una
inversión estratégica que incrementa la productividad esperada de los trabajadores, particularmente en
sectores donde la comunicación internacional es clave, como tecnología, comercio exterior y
consultoría.
Estudios sobre empleabilidad muestran que los profesionales con dominio del inglés tienden a recibir
salarios más altos y tienen mayor probabilidad de participar en proyectos internacionales, lo que se
traduce en experiencias que fortalecen su perfil profesional (Moeller, 2018). Además, la fluidez en inglés
pág. 5048
facilita la obtención de certificaciones internacionales y el acceso a programas de formación posgradual,
consolidando ventajas competitivas en el mercado laboral (Dearden, 2020). La teoría del capital
lingüístico (Bourdieu, 1991) explica que el inglés, como recurso simbólico, otorga prestigio y
legitimidad en contextos profesionales, incrementando la percepción de competencia y confiabilidad
por parte de empleadores y colegas internacionales.
Sin embargo, no todos los trabajadores se benefician de manera uniforme. Las brechas socioeconómicas,
el acceso desigual a educación de calidad y la concentración de programas de formación en inglés en
sectores privilegiados generan desigualdades en la posibilidad de aprovechar estas oportunidades (Erling
& Seargeant, 2013). Esto evidencia que, aunque el inglés es un habilitador profesional, su impacto
depende de condiciones estructurales y contextuales.
En términos prácticos, esta categoría sugiere que las políticas educativas y corporativas deben orientarse
a democratizar el acceso a la formación en inglés y combinarla con desarrollo de habilidades técnicas y
socioemocionales, para maximizar la transferencia de competencias al desempeño profesional.
Competitividad empresarial
El inglés no solo beneficia a los individuos sino también a las organizaciones. La competencia en inglés
facilita la comunicación con clientes, proveedores y socios internacionales, permitiendo la expansión
hacia nuevos mercados (Neeley, 2017). Según el modelo de capacidades dinámicas (Teece, 2007), las
empresas que integran habilidades lingüísticas en su capital humano pueden adaptarse más rápidamente
a cambios del mercado, innovar y coordinar operaciones transnacionales con mayor eficiencia.
Estudios de casos en empresas multinacionales muestran que adoptar el inglés como lengua corporativa
mejora la coordinación interdepartamental y reduce errores en proyectos globales (Erling & Seargeant,
2013). Asimismo, en sectores tecnológicos y financieros, el inglés es el idioma predominante de
documentación técnica, normas y regulaciones, lo que convierte la competencia lingüística en un factor
clave para mantener la competitividad frente a rivales internacionales (Graddol, 2021).
No obstante, el énfasis excesivo en el inglés puede generar desafíos internos, como exclusión de
empleados con menor dominio de la lengua o dependencia de contrataciones internacionales, lo que
implica costos adicionales de capacitación y gestión de diversidad lingüística. La literatura sugiere que
pág. 5049
las estrategias corporativas deben equilibrar la promoción del inglés con políticas inclusivas y programas
de capacitación sostenibles.
Factores educativos y formativos
La tercera categoría analiza la influencia del sistema educativo y programas de formación en el
desarrollo de competencias en inglés. La evidencia indica que no basta con la instrucción tradicional
centrada en gramática: la enseñanza debe incluir habilidades comunicativas funcionales, aprendizaje
basado en proyectos y contexto laboral (Richards, 2015; Arkoudis et al., s.f.).
La teoría del aprendizaje situado (Lave & Wenger, 1991) enfatiza que las competencias se consolidan
en contextos auténticos. Así, programas de inglés orientados a tareas profesionales (English for Specific
Purposes) aumentan significativamente la transferencia de habilidades al desempeño laboral
(Basturkmen, 2010). Además, la formación docente continua y la disponibilidad de recursos
actualizados son determinantes clave de la efectividad educativa.
Sin embargo, la desigualdad en el acceso a educación de calidad persiste. Los estudiantes de entornos
socioeconómicos desfavorecidos enfrentan limitaciones en infraestructura, docentes capacitados y
oportunidades de práctica real del idioma, perpetuando brechas de competencias que afectan su
empleabilidad futura (World Bank, 2024). La política educativa, por tanto, juega un papel crítico al
implementar estrategias que reduzcan estas desigualdades.
Brechas y equidad
El análisis de brechas y equidad evidencia que, aunque el inglés es un facilitador de desarrollo
profesional, su acceso no es equitativo. Factores socioeconómicos, regionales y de género influyen en
la adquisición de competencias lingüísticas (Erling & Seargeant, 2013). La literatura sobre capital
lingüístico indica que quienes poseen acceso temprano y sostenido a educación de calidad obtienen
ventajas acumulativas en el tiempo, generando inequidades estructurales.
Estas brechas también impactan en las organizaciones, ya que la concentración de empleados
competentes en inglés suele reflejar desigualdades sociales más amplias. La literatura sugiere políticas
de capacitación inclusivas, becas y programas de mentoring para equilibrar oportunidades y garantizar
que el dominio del inglés no reproduzca inequidades.
pág. 5050
Dimensión tecnológica y digital
La revolución digital ha ampliado las oportunidades de aprendizaje y práctica del inglés, a través de
plataformas online, cursos masivos abiertos (MOOCs) y foros profesionales internacionales. La
competencia digital combinada con habilidades en inglés permite acceder a conocimiento técnico
actualizado, participación en comunidades profesionales globales y aprendizaje autodirigido (World
Bank, 2024; Powell & Snellman, 2004).
El inglés se convierte en un habilitador de acceso a recursos, normativas y documentación tecnológica,
lo que potencia la competitividad profesional y empresarial. La integración de herramientas digitales en
la formación aumenta la eficiencia y reduce barreras geográficas, aunque requiere alfabetización digital
previa y supervisión metodológica para asegurar la calidad del aprendizaje.
Políticas públicas y estrategias corporativas
Las políticas públicas y corporativas definen el alcance del impacto del inglés. Gobiernos y empresas
que implementan programas estratégicos de formación y certificación logran mejorar la empleabilidad
y la productividad (British Council, 2023). La evidencia indica que estas estrategias son más efectivas
cuando se combinan con incentivos, seguimiento de resultados y articulación con la industria.
La literatura también señala riesgos de exclusión si las políticas privilegian únicamente a quienes ya
poseen ventajas previas. Por ello, se recomienda un enfoque integral que considere equidad, calidad
educativa y alineación con necesidades del mercado global.}
Tabla 1: Síntesis Principales hallazgos
Categoría de análisis
Principales hallazgos
Evidencia /
Estudios citados
Implicaciones
1. Impacto en la
carrera profesional
- Mayor empleabilidad y
acceso a puestos de mayor
responsabilidad.
- Incremento salarial asociado
al dominio del inglés.
- Mejora de la movilidad
internacional y oportunidades
de formación.
Crystal (2019);
Chiswick & Miller
(2014); Moeller
(2018); Dearden
(2020)
El inglés funciona como inversión en
capital humano; quienes dominan la
lengua obtienen ventaja competitiva en
mercados laborales globalizados.
2. Competitividad
empresarial
- Mejora de la coordinación
con socios internacionales.
- Mayor capacidad para
expandirse a mercados
globales.
- Facilita innovación y
adopción de estándares
internacionales.
Neeley (2017);
Teece (2007);
Graddol (2021)
Las empresas con empleados
competentes en inglés logran mayor
eficiencia operativa y ventajas
estratégicas; la implementación
requiere políticas inclusivas para evitar
exclusión interna.
pág. 5051
Categoría de análisis
Principales hallazgos
Evidencia /
Estudios citados
Implicaciones
3. Factores
educativos y
formativos
- La enseñanza centrada en
comunicación funcional
incrementa la efectividad.
- Programas tipo ESP (English
for Specific Purposes) mejoran
la transferencia al trabajo.
- La formación docente y
recursos actualizados son
críticos.
Richards (2015);
Arkoudis et al., s.f.;
Basturkmen (2010)
La calidad de la formación educativa y
la metodología aplicada son
determinantes clave para que el inglés
tenga impacto real en la carrera
profesional y competitividad.
4. Brechas y equidad
- Acceso desigual al
aprendizaje del inglés por
factores socioeconómicos y
geográficos.
- Concentración de
oportunidades en grupos
privilegiados.
- Riesgo de perpetuar
inequidades estructurales.
Erling & Seargeant
(2013); Bourdieu
(1991)
Las políticas educativas y corporativas
deben ser inclusivas y considerar
estrategias de equidad para garantizar
que el inglés no refuerce desigualdades
sociales.
5. Dimensión
tecnológica y digital
- Inglés combinado con
habilidades digitales permite
acceso a MOOCs,
documentación técnica y
comunidades internacionales.
- Facilita aprendizaje
autónomo y actualización
profesional.
- Requiere alfabetización
digital y supervisión
metodológica.
World Bank
(2024); Powell &
Snellman (2004)
La integración de inglés y tecnología es
un habilitador clave de empleabilidad y
competitividad, especialmente en
sectores de conocimiento y tecnología.
6. Políticas públicas
y estrategias
corporativas
- Programas estratégicos de
formación y certificación
aumentan productividad.
- Incentivos y seguimiento de
resultados mejoran la
efectividad.
- Riesgo de exclusión si se
privilegia a quienes ya poseen
ventajas.
British Council
(2023); OECD
(2023)
Las políticas efectivas combinan
calidad educativa, equidad, alineación
con mercado y seguimiento de
resultados; son determinantes para
maximizar el impacto del inglés a nivel
profesional y empresarial.
Fuente: Elaboración propia
CONCLUSIONES
El presente estudio de revisión sistemática ha permitido analizar de manera integral cómo el dominio
del inglés influye en la mejora de la carrera profesional y la competitividad empresarial en contextos
locales e internacionales, así como identificar las barreras y oportunidades asociadas a su adquisición y
aplicación. A partir de la revisión de la literatura académica y de informes institucionales, se confirma
que el inglés constituye un habilitador clave del desarrollo humano y organizacional, actuando
pág. 5052
simultáneamente como capital humano, capital lingüístico y recurso estratégico en mercados
globalizados.
En primer lugar, respecto al impacto del inglés en la carrera profesional, la evidencia consolidada indica
que los individuos con un nivel competente en esta lengua poseen ventajas significativas en términos de
empleabilidad, movilidad laboral y salarios. La literatura sobre capital humano (Becker, 1993) y capital
lingüístico (Bourdieu, 1991) subraya que el inglés no solo permite acceder a puestos de mayor
responsabilidad, sino que también amplía el horizonte profesional mediante la posibilidad de
participación en proyectos internacionales, formación posgradual y redes de colaboración global. Los
hallazgos muestran que la adquisición del inglés aumenta la productividad esperada de los trabajadores,
especialmente en sectores intensivos en conocimiento y comunicación internacional, como tecnología,
comercio, consultoría y finanzas. Asimismo, los profesionales con competencia en inglés se benefician
de primas salariales asociadas, evidenciando que la inversión en habilidades lingüísticas se traduce en
ventajas económicas tangibles y sostenibles a lo largo de la trayectoria profesional.
Sin embargo, estas ventajas no son distribuidas de manera equitativa. La evidencia revisada señala que
las brechas socioeconómicas y la desigualdad en el acceso a educación de calidad condicionan quién
puede beneficiarse del inglés como herramienta de desarrollo profesional. La concentración de
oportunidades de aprendizaje en contextos urbanos y de altos ingresos reproduce ventajas acumulativas,
mientras que los grupos desfavorecidos continúan enfrentando limitaciones estructurales que restringen
su movilidad laboral y acceso a puestos especializados. Por ello, se sugiere que políticas educativas y
programas de formación profesional deben diseñarse con enfoque inclusivo, garantizando acceso
equitativo y apoyando la adquisición de competencias complementarias que fortalezcan la
empleabilidad de los sectores más vulnerables.
En cuanto a la competitividad empresarial, la revisión demuestra que las organizaciones que incorporan
competencias en inglés en su capital humano logran ventajas estratégicas en la comunicación
transnacional, coordinación de proyectos globales, expansión hacia nuevos mercados y adopción de
estándares internacionales. La literatura sobre capacidades dinámicas (Teece, 2007) evidencia que la
integración de habilidades lingüísticas permite a las empresas adaptarse con mayor rapidez a cambios
del entorno, innovar y negociar eficazmente en mercados internacionales. Estudios de caso en
pág. 5053
multinacionales indican que políticas corporativas como “English as a corporate language” mejoran la
eficiencia de operaciones globales, reducen errores de comunicación y fortalecen la colaboración entre
sedes internacionales.
No obstante, la literatura también advierte sobre posibles riesgos: la promoción del inglés sin medidas
inclusivas puede generar exclusión de empleados con menor dominio de la lengua, perpetuando
desigualdades internas y limitando el potencial de desarrollo profesional de algunos trabajadores.
Además, la dependencia excesiva del inglés puede crear barreras en la comunicación con clientes locales
y mercados donde predominan lenguas diferentes, lo que sugiere que las estrategias corporativas deben
equilibrar la formación en inglés con políticas de diversidad lingüística y capacitación gradual. En este
sentido, la planificación estratégica y el seguimiento del impacto de la competencia en inglés son
esenciales para garantizar que la adopción de esta lengua contribuya realmente a la competitividad y
sostenibilidad empresarial.
La categoría de factores educativos y formativos resalta la importancia de la calidad de la enseñanza y
la relevancia del aprendizaje contextualizado para el desarrollo de habilidades funcionales en inglés.
Los estudios revisados muestran que programas orientados a tareas profesionales (English for Specific
Purposes, ESP) aumentan significativamente la transferencia de competencias al entorno laboral,
mientras que enfoques tradicionales centrados exclusivamente en gramática y traducción presentan
limitaciones evidentes. Asimismo, la capacitación continua de docentes, el acceso a materiales
actualizados y la implementación de metodologías basadas en la comunicación efectiva son
determinantes críticos para que la formación en inglés tenga un impacto real y sostenible en la carrera
profesional y el desempeño organizacional.
En relación con las brechas y equidad, la revisión evidencia que las desigualdades socioeconómicas,
geográficas y de género condicionan el acceso al aprendizaje de inglés, creando un efecto acumulativo
que favorece a quienes ya poseen ventajas iniciales. Esta situación tiene implicaciones directas en la
empleabilidad y movilidad profesional, así como en la capacidad de las empresas para construir equipos
diversos y competentes. Por ello, resulta imprescindible que políticas educativas y programas
corporativos incluyan mecanismos de inclusión, becas, mentorías y estrategias de formación
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diferenciadas que reduzcan estas brechas y amplíen la cobertura de aprendizaje de inglés de manera
equitativa.
La dimensión tecnológica y digital ha demostrado ser un catalizador relevante en la adquisición y
aplicación del inglés. Plataformas de aprendizaje online, MOOCs, foros internacionales y recursos
digitales permiten que los profesionales desarrollen competencias lingüísticas de manera autónoma,
flexible y contextualizada. La combinación de inglés y alfabetización digital amplía el acceso a
información actualizada, documentación técnica y redes profesionales, fortaleciendo tanto la
empleabilidad individual como la capacidad competitiva de las organizaciones. Sin embargo, se requiere
supervisión metodológica y acompañamiento pedagógico para asegurar que estas herramientas digitales
generen aprendizajes efectivos y no solo acceso pasivo a información.
El análisis de políticas públicas y estrategias corporativas indica que la planificación estructurada y el
diseño de programas estratégicos de formación en inglés son factores determinantes para maximizar los
beneficios de esta competencia. Programas nacionales de formación, incentivos para empresas,
certificaciones oficiales y seguimiento de resultados contribuyen a incrementar la productividad y a
mejorar la inserción de los trabajadores en mercados globalizados. No obstante, la literatura también
señala la necesidad de combinar estas políticas con medidas de equidad y calidad educativa, evitando
que la implementación privilegie exclusivamente a quienes ya poseen ventajas socioeconómicas o
educativas.
El dominio del inglés se configura como un habilitador multifacético: potencia la empleabilidad,
aumenta la competitividad empresarial, mejora la transferencia de conocimiento y abre oportunidades
de movilidad internacional. Su valor se maximiza cuando está acompañado de estrategias educativas
inclusivas, formación docente de calidad, integración con herramientas digitales y políticas públicas que
promuevan el acceso equitativo. Al mismo tiempo, se evidencia que las brechas socioeconómicas, la
desigualdad educativa y la falta de estrategias corporativas inclusivas representan barreras significativas
que limitan el potencial del inglés como factor de desarrollo profesional y empresarial.
La revisión también identifica vacíos de investigación importantes. Entre ellos destacan: (1) la necesidad
de estudios longitudinales que cuantifiquen el impacto del inglés en ingresos y desarrollo profesional a
mediano y largo plazo; (2) análisis comparativos entre distintos contextos geográficos y sectores
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productivos; (3) evaluación del impacto combinado del inglés y competencias digitales; y (4) estudios
que analicen de manera crítica la equidad en el acceso a programas de formación en inglés. Estos vacíos
ofrecen oportunidades para investigaciones futuras que permitan diseñar políticas y estrategias más
efectivas, contextualizadas y sostenibles.
La evidencia revisada confirma que el inglés constituye un recurso estratégico que influye decisivamente
en la carrera profesional y la competitividad empresarial, siempre que su enseñanza y aplicación estén
acompañadas de políticas inclusivas, calidad educativa, integración tecnológica y planificación
estratégica. Los hallazgos resaltan que la adquisición del inglés no es únicamente una cuestión
lingüística, sino un componente integral del desarrollo profesional, la innovación organizacional y la
equidad social, consolidándose como un factor crítico para la inserción y éxito en mercados locales e
internacionales.
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