Linfoma difuso de c�lulas B primario de hueso,

reporte de caso cl�nico

 

Miguel Fern�ndez Freire

[email protected]

https://orcid.org/0000-0003-2489-5067

Posgrado de Oncolog�a Cl�nica, Universidad Central del Ecuador,

�residente de tercer a�o.

��

Vanesa Carrera Alcivar

[email protected]

https://orcid.org/0000-0003-4077-5495

Medico Especialista en Geriatr�a y Gerontolog�a,

Universidad Cat�lica del Ecuador

 

Ricardo Tixi Ram�rez

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-7458-0250

Cordinador del Posgrado Oncolog�a Cl�nica

 

Afiliaci�n institucional del equipo de investigaci�n

Quito - Ecuador

 

 

RESUMEN

El linfoma primario de hueso es una entidad rara, representa menos del 2% del total de linfomas no Hodgkin, el linfoma difuso de c�lulas B grandes es el subtipo m�s frecuente. El linfoma �seo requiere alta sospecha cl�nica y de m�todos invasivos de diagn�stico, para el tratamiento se debe tomar en cuenta varios factores tales como edad, comorbilidades, estadio, �ndice pron�stico, as� como una valoraci�n geri�trica integral en el paciente adulto mayor.

Se presenta un paciente masculino de 70 a�os, que debuta con una masa en cadera derecha de r�pida evoluci�n, que limita la deambulaci�n y conlleva repercusi�n sist�mica. Durante su instancia hospitalaria el paciente como complicaci�n presenta falla renal aguda lo cual retraso el diagn�stico por imagen, lo que llevo a tener varias opciones como diagn�stico diferencial se incluyen sarcomas en sus distintos tipos o met�stasis de neoplasias de otros �rganos.

El linfoma primario �seo es una presentaci�n poco com�n y su coexistencia con enfermedad extra�sea confiere mayor dificultad en el diagn�stico y tratamiento, ante un paciente con comorbilidades o edad avanzada se requiere de modificaci�n de esquemas est�ndar de quimioterapia, con la meta de rescatar al paciente de una enfermedad con alto �ndice de mortalidad y as� pueda tolerar un tratamiento m�s intenso. La identificaci�n oportuna requiere de personal entrenado y que la instituci�n cuente con todos las ayudas pertinentes para el diagn�stico tales como inmunohistoqu�mica, citometr�a de flujo entre otras.

 

Palabras clave: linfoma no hodgkin primario de hueso; adulto mayor; linfoma �seo�

 


 

Primary bone diffuse large B cell lymphoma, case report

 

ABSTRACT

�Primary bone lymphoma is a rare entity which represents less than 2% of all non-Hodgkin lymphomas, diffuse large B cell lymphoma is the most frequent type. Bone lymphoma requires a high degree of clinic suspicion and invasive diagnostic techniques, to treat this disease is necessary take in count age, comorbidities, stage, prognostic index, as well a Comprehensive Geriatric Assessment (CGA) in patients older than 70 years.

A male patient, 70 years old debuts with a large mass on the right hip, the mass has rapid growth witch limits ambulation and carries systemic repercussion. While he is hospitalized present a complication renal failure, because of that the imaging diagnostic were delayed. The differential diagnostic involves sarcomas or mets of other neoplasia.

Primary bone lymphoma is non common presentation and the extraosseous disease confers greater difficulty in diagnosing and treating. In the scenery of a patient with comorbidities or advance age is necessary to modify standard chemotherapy regimens, with the goal of rescue a patient with advance disease and high index of mortality and then could tolerate more intense treatment. The opportune identification requires trained health personal, and the institution must have adequate tools for diagnostic such as inmunohistochemistry, fluid cytometry, etc.

 

Keywords: primary bone non-hodgkin's lymphoma; pathology; older adult, bone lymphoma

 

 

Art�culo recibido:� 25 febrero 2022

Aceptado para publicaci�n: 10 marzo 2022

Correspondencia: [email protected]

Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

1. INTRODUCCI�N

El linfoma primario de hueso (PBL) es una presentaci�n rara del linfoma no Hodgkin (NHL), representa menos del 2% (Limb et al., 1994), adem�s del total de tumores �seos en general representa menos del 5% (Jain et al., 2013). Por lo que se requiere alto �ndice de sospecha para su diagn�stico. La Valoraci�n Geri�trica Integral, por sus siglas en ingl�s (CGA) Comprehensive geriatric assessment, es el est�ndar de oro para identificar a los pacientes oncol�gicos con alto riesgo de resultados adversos y optimizar el tratamiento general y antineopl�sico, como es caso del paciente motivo de este reporte (NCCN, 2021). El objetivo de la presentaci�n de este reporte de caso es dar a conocer la presentaci�n poco com�n del linfoma y su manejo. Se dispone por parte de hija consentimiento informado para el reporte de este caso cl�nico. La presentaci�n de este caso sigue las recomendaciones CARE (CAse REports) (Riley et al., 2017)

2. ESTRATEGIAS METODOL�GICAS O MATERIALES Y M�TODOS

Se presenta un paciente de 70 a�os, acude en mal estado general, astenia, perdida de apetito, refiere masa en cadera derecha de dos meses de evoluci�n que condiciona la deambulaci�n, acompa�ada de dolor en rodilla y articulaci�n ipsilateral. El paciente no tiene antecedentes de importancia, no detalla comorbilidades asociadas y ni antecedentes familiares llamativos, esto con un sesgo ya el paciente tiene escolaridad b�sica y no conoce ciertamente los detalles

En la exploraci�n f�sica se observa tendencia a la somnolencia, bradipsiquia, desorientaci�n en tiempo y espacio, conjuntivas p�lidas, escleras con tinte ict�rico, en cadera derecha presencia de masa dolorosa, fija de aproximadamente 10 cm de di�metro mayor, atrofia muscular derecha, edema junto cambios tr�ficos. Por tratarse de un adulto mayor, se realiz� valoraci�n geri�trica integral, ver tabla 1, parte a.

Tabla 1. Valoraci�n Geri�trica Integral

a.      Previa (19/11/2019)

b.      Actual (21/04/2021)

-Funcional: �ndice de Barthel 80/100 dependiente leve para ABVD. (requiere ayuda para traslados, deambulaci�n, uso de escaleras, continente doble). Lawton y Brody 1/5

Dependiente total para AIVD.

-Funcional: �ndice de Barthel 100/100 independiente para ABVD.

Lawton y Brody 5/5

Independiente para AIVD.

�  Cognitivo

�cuestionario de Pfeiffer (SPMSQ): 3 errores (probable deterioro cognitivo leve).

�  Cognitivo

�cuestionario de Pfeiffer (SPMSQ): 1 error (valoraci�n cognitiva normal).

�  Afectivo

�test de 2 preguntas: negativo, no ideas de muerte, no ansiedad.

�  Afectivo

test de 2 preguntas: negativo, no ideas de muerte, no ansiedad.

�  Social

escala de Gij�n 7/25 aceptable situaci�n social.

�  Social

escala de Gij�n 7/25 aceptable situaci�n social.

�  S�ndromes geri�tricos detectados:

Cuestionario frail: 3 puntos. Indica fragilidad.

Escala de evaluaci�n para la capacidad de marcha (FAC): nivel 1. Marcha con gran ayuda f�sica de una persona.

Desnutrici�n proteica cal�rica

Riesgo de ca�das

Riesgo de delirium durante hospitalizaci�n

�  S�ndromes geri�tricos detectados

Cuestionario frail: 0 puntos. Paciente robusto.

Velocidad de la marcha: 0.8 m/s

Escala de evaluaci�n para la capacidad de marcha (FAC): nivel 5. Marcha en terrenos irregulares.

ABVD actividades b�sicas de la vida diaria; AIVD actividades independientes de la vida diaria.

Se hospitaliza y se complementa con ex�menes, en los que resalta una anemia moderada normoc�tica normocr�mica. Se inici� dexametasona 8 mg intravenoso cada 12 horas previo a toma de biopsia por presencia de s�ndrome caqu�ctico. Inicialmente, por caracter�sticas de masa se sospechaba en osteosarcoma. Tras inicio de corticoide, el paciente desarroll� lesi�n renal aguda AKIN II olig�rica, con elevaci�n de creatinina a 2.22 mg/dl desde un valor basal de 0.88 mg/dl, adem�s de cuadro bioqu�mico compatible con s�ndrome de lisis tumoral (SLT). En esa ocasi�n no se dispon�a en la instituci�n de ex�menes completos para catalogar objetivamente el SLT, por lo cual se brind� manejo cl�nico con hidrataci�n profusa y estrecha observaci�n, en radiograf�a de t�rax se observ� derrame pleural izquierdo secundario a hidrataci�n intensa.

Tres d�as despu�s del ingreso, por medio de biopsia eco dirigida se toma muestra de la masa, en el intervalo de revisi�n de la biopsia y obtener el diagn�stico definitivo paciente continu� con corticoterapia evidenci�ndose mejor�a cl�nica. Bajo protocolo de nefroprotecci�n de la instituci�n, se realiz� tomograf�a simple y contrastada en la que se evidencia, derrame pleural bilateral, masa en cadera derecha que causa destrucci�n �sea en hueso iliaco derecho causado efecto de masa, adem�s de compromiso ganglionar inguinal derecho, espl�nico y retroperitoneal. Ver imagen 1a.

Imagen 1. Im�genes de tomograf�a corporal

Interfaz de usuario gráfica, Aplicación, Word

Descripción generada automáticamentea) Interfaz de usuario gráfica

Descripción generada automáticamente�b)

Descripci�n. a. 29/11/2019. Presencia de ganglios a nivel inguinal derecho de 30 mm. Cirulo Masa en gl�teo mayor bien definida de 15 x 83 x 85 mm. Punto. Presencia de destrucci�n �sea en iliaco derecho. Flecha. El bazo se muestra incrementado de tama�o con longitud de 18 cm, al uso del medio de contraste se muestran m�ltiples im�genes nodulares intraparenquimatosas con realce perif�rico. b. 6/3/2020. No se evidencian adenopat�as, h�gado, p�ncreas, bazo, gl�ndulas suprarrenales sin alteraciones

 

Con resultado final de la revisi�n de la biopsia, se cataloga como linfoma no Hodgkin (NHL) de tipo difuso de c�lulas B grandes, KI-67 de 90 % con CD 20 positivo. Tras haber excluido diagn�sticos como melanoma, osteosarcoma y met�stasis �sea de c�ncer de pr�stata. Ver imagen 2.

 

 

Imagen 2. Im�genes de biopsia realizada

Imagen

Comentario

Rosa de color morado

Descripción generada automáticamente con confianza media�A)

Biopsia de masa cadera derecha

Hematoxilina � Eosina

Los cortes muestran cilindros de tejido infiltrado por neoplasia epitelial maligna dispuesta en sabanas de c�lulas con n�cleos agradados, pleom�rficos, nucleolo prominente eosin�filo, y citoplasma escaso, rodeados de detritos celulares y necrosis coagulativa.

A)    40 x

 

Imagen que contiene exterior, campo, jugando, joven

Descripción generada automáticamente�B)

 

 

 

B) CD 20 positivo

Imagen que contiene parado, jugando, azul, gente

Descripción generada automáticamente�C)

 

 

 

C) PSA negativo

Imagen en blanco y negro

Descripción generada automáticamente con confianza baja�D)

 

 

 

D) MELAN A negativo

Imagen que contiene azul, parado, aire, vuelo

Descripción generada automáticamente�E)

 

 

 

E) citoqueratina de amplio espectro negativa

 

El pron�stico para DLBCL estadio IV en un paciente de 70 a�os seg�n IPI y R-IPI de 4 puntos confiere un mal pron�stico, lo ubica en el grupo de alto riesgo, 55% de sobrevida global a 5 a�os y un riesgo de progresi�n de la enfermedad de 53%.

Se plantea tratamiento con quimioterapia, en el contexto de un paciente fr�gil con dependencia para ABVD e IVD, se propone inicialmente esquema COP (C) Ciclofosfamida, (O) Vincristina, (P) Prednisona, modificaci�n del esquema est�ndar CHOP, que incluye doxorrubicina. No se administra rituximab, f�rmaco anti-CD20 porque no se dispon�a en la instituci�n.

La dosis administrada fue vincristina 2 mg, ciclofosfamida 1300 mg con una reducci�n de dosis del 10%, se suspende dexametasona y se inicia prednisona 100 mg por 5 d�as. Tras recibir un ciclo de quimioterapia, el paciente mejora su estado funcional de un ECOG 2 a un ECOG 1. Se indica alta m�dica y se contin�a tratamiento con el mismo esquema e igual dosis durante 4 ciclos. Despu�s se complet� 3 ciclos m�s con r�gimen CHOP completo, se mantuvo dosis de vincristina y ciclofosfamida, se agreg� doxorrubicina 70 mg. En ninguno de los ciclos fue necesario administrar rescate con factor estimulador de colonias.

El objetivo m�dico fue mejorar el estado funcional y cl�nico del paciente, y luego completar el esquema de quimioterapia, de COP a CHOP, lo cual se cumpliment� a partir del ciclo 5, con la finalidad de poder mejorar la calidad de vida y obtener una OS mayor a 55% y prolongar el requerimiento de una segunda l�nea de tratamiento. No se complet� 8 ciclos ni se program� radioterapia debido a abandono del tratamiento por emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19. Paciente acude 3 meses despu�s de s�ptimo ciclo y se realiza nueva valoraci�n con tomograf�a corporal en la que la respuesta al tratamiento es importante con respuesta objetiva del 90%, ver imagen 1b.

Desde el inicio se explic� toda la situaci�n cl�nico-oncol�gica y su pron�stico al paciente y su familia, comprendieron que, por el riesgo otorgado por el estadio de la enfermedad, no era posible su curaci�n, pero prim� la m�xima de mejorar su calidad de vida, algo que se observa en la nueva valoraci�n geri�trica integral tras 1 a�o, 5 meses del nuevo control. Ver tabla 1, parte b.

La familia y el paciente se encuentran comprometidos con el seguimiento y est�n conscientes de la posible reca�da de la enfermedad por lo que no fue necesario realizar intervenci�n en este contexto, no present� efectos adversos derivados del tratamiento hasta la fecha de control.

3. RESULTADOS Y DISCUSI�N

El linfoma difuso de c�lulas B grandes (DLBCL) es un tipo de NHL de grado intermedio a alto que afecta com�nmente a ancianos y es el tipo que predomina en PBL en el 80% de los casos (Mikhaeel, 2012). Como el fue la presentaci�n de este caso que concuerda con esta histolog�a. Representa menos del 2% de todos los linfomas (Limb et al., 1994), menos del 5% de los tumores �seos y tiene una incidencia de 1.7 por mill�n de habitantes (Jain et al., 2013; Jawad et al., 2010). Es importante recalcar que en el Ecuador no se dispone de estos datos para hacer una referencia aproximada. Se describe como una estructura que infiltra hueso y tejidos adyacentes hasta en el 70% de los casos, caracter�sticas de la masa motivo de estudio del caso, en etapas avanzadas es imposible determinar si la enfermedad es primaria del hueso o resulta de una invasi�n secundaria. Seg�n la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS), PBL se define como una neoplasia compuesta por c�lulas linfoides, produciendo masas dentro del hueso sin compromiso suprarregional ganglionar o extranodal y se debe distinguir del compromiso �seo por un linfoma sist�mico (Antonescu & Blay, 2020), pero esta definici�n no es un criterio est�ndar y no se aplica a todas las presentaciones de esta entidad (Bindal et al., 2020). Como fue el caso de nuestro paciente que debuto con una enfermedad extra�sea y no se pudo detallar el origen certero del linfoma.� Existe una clasificaci�n en la que PBL se puede agrupar como grupo 1 PBL solitario, grupo 2 lesiones �seas multifocales, grupo 3 compromiso nodal a distancia y grupo 4 compromiso visceral (Ostrowski et al, 1986). Se clasific� en grupo 4 a nuestro paciente.

La localizaci�n extraxial es la m�s frecuente, m�s habitual en la met�fisis, las series evidencian la localizaci�n en pelvis y columna como las m�s comunes (M�ller et al., 2020). En este sentido el paciente presento su masa en pelvis en el hueso iliaco derecho. Afecta principalmente a hombres 1.8 versus 1 en mujeres, con una media de edad de 42 a�os, pero m�s de la mitad de los casos se presenta sobre los 60 a�os (Gill et al., 2005; Jawad et al., 2010).

DLBCL es un subtipo agresivo de NHL, la sobrevida es de menos de un a�o sin tratamiento. Generalmente se observa una sobrevida a 3, 5 y 10 a�os de 70.7%, 65.7% y 54.4%, respectivamente (Liu et al., 2020).� A la fecha de este reporte el paciente tiene una sobrevida de 2 a�os. El compromiso extra nodal se relaciona con peor pron�stico, este compromiso debe aparecer tard�amente despu�s de 6 meses tras el diagn�stico de PBL para una correcta definici�n (Castillo et al., 2014; Gill et al., 2005). Esto no se cumple en todos los pacientes ya que el NHL es una enfermedad sist�mica que se puede tornar con un curso agresivo, por lo que identificar la lesi�n primaria solitaria es una tarea dif�cil. Los factores de mal pron�stico son localizaci�n anat�mica, subtipo histol�gico y estadio avanzado (Liu et al., 2020). Los factores de riesgo para desarrollo de PBL son VIH, osteomielitis, quimioterapia previa y enfermedades autoinmunes (Messina et al., 2015). Es importante recalcar que nuestro paciente no presentaba antecedentes personales, familiares ni laborales que predispongan a inmunosupresi�n y el consecuente desarrollo de la enfermedad y aqu� es importante la identificaci�n de alteraciones gen�ticas de Novo que ayuden a esclarecer el origen de la neoplasia.

La identificaci�n del NHL de c�lulas B es m�s f�cil con el uso de inmunohistoqu�mica (IHQ), la expresi�n de BCL-6 y CD-10 son marcadores centro germinal. La expresi�n de MUN-1 es evidente en el paso final del desarrollo de las c�lulas B y con esto se concluye que DLBCL es de origen centro germinal y predomina en PBL (Mikhaeel, 2012; Salles et al., 2011). Lastimosamente en este paciente no se determin� por IHQ el subtipo de DLBCL.

La presentaci�n cl�nica se relaciona con s�ntomas sist�micos como fiebre, p�rdida de peso, sudoraci�n (s�ntomas B), p�rdida de apetito, anorexia y caquexia, ninguno de ellos es espec�fico, datos orientativos son el dolor local que no se alivia con el reposo, edema, presentes m�s de un a�o, otros pacientes describen un crecimiento r�pido de la masa (Gill et al., 2005; Govi et al., 2014). Caracter�sticas que, si presento nuestro paciente, pero es amplio el diagnostico diferencial al que orientan. Se requiere un examen f�sico extenso en busca de adenopat�as palpables, esplenomegalia y hepatomegalia, adem�s de determinar el estado funcional (NCCN, 2021). Si bien en la tomograf�a se observa esplenomegalia importante, al examen f�sico, al bazo estar bajo la parrilla costa no fue palpable. El compromiso nodal se observa en el 28% de los casos y de medula �sea en el 35% (Bindal et al., 2020). Estos hallazgos inespec�ficos retrasan el diagn�stico, aumentado el riesgo de muerte y costos.

En la evaluaci�n diagn�stica de enfermedad de extranodal se debe recurrir a biopsia, sobre este tejido se requiere determinar inmunofenotipo por medio panel de IHQ CD20, CD3, CD5, CD10, BCL2, BCL6, CD45, Ki-67, IRF4/MUN1, MYC. Se debe complementar con citometr�a de flujo. Seg�n la expresi�n de estos marcadores, se clasificar� el subtipo de DLBCL (NCCN, 2021). El diagn�stico diferencial se debe realizar con sarcomas �seos, met�stasis de neoplasias pulmonares, pr�stata, leucemias infiltrativas, entre otros (M�ller et al., 2020). En orden de frecuencia se descart� por inmunohistoqu�mica que sea met�stasis de c�ncer de pr�stata, melanoma o sarcoma, pero hubiese sido esencial determinar el fenotipo del linfoma identificado.

Se requiere ex�menes de laboratorio que incluyan biometr�a hem�tica, LDH, beta-2-microglobulina, panel metab�lico completo, �cido �rico. Adem�s, descartar la presencia de VHB, VIH (NCCN, 2021). No se realiz� en panel completo ac� detallado, principalmente por falta de recursos. Para determinar la extensi�n de la enfermedad, lo ideal es por medio de PET-CT scan, si no se dispone, a trav�s de tomograf�a corporal simple y contrastada de cuello, t�rax, abdomen y pelvis (Cheson et al., 2014; NCCN, 2021). En el escenario de nuestro paciente fue complicado, ante un fallo renal agudo, el uso de contraste se limit�, hasta el control del fallo, lo que retraso el diagnostico. Los hallazgos en las im�genes demuestran im�genes osteol�ticas, aunque tambi�n pueden tener patr�n mixto osteobl�stico y osteol�tico. Las fracturas patol�gicas se observan en el 16% de los casos, como fue la presentaci�n de este caso. La gammagraf�a �sea puede derivar en falsos positivos, la mejor herramienta es la imagen por resonancia magn�tica (MRI) (Caracciolo et al., 2015; Krishnan et al., 2003).

Se debe calcular el �ndice Pronostico Internacional (IPI) para determinar sobrevida y riesgo de recurrencia (Olszewski et al., 2015). Completar el estadiaje en paciente con riesgo de compromiso de SNC con punci�n lumbar e MRI de enc�falo. La biopsia de medula �sea no es necesaria si se realiza PET-CT scan (Cheson et al., 2014; NCCN, 2021). Con todos estos datos y con ayuda de la clasificaci�n de Lugano se debe estadificar la enfermedad (Cheson et al., 2014). En el caso de nuestro paciente no se realiz� biopsia de medula �sea, pero con los datos obtenidos se catalog� como DLBCL estadio IV de alto riesgo.

National Comprehensive Cancer Network (Extermann et al., 2005), la European Organisation for Research and Treatment of Cancer (Pallis et al., 2010) y la American Society of Clinical Oncology (Mohile et al., 2018) recomiendan ampliamente la Valoraci�n Geri�trica Integral, por sus siglas en ingl�s (CGA) Comprehensive geriatric assessment en todo paciente adulto mayor que� potencialmente se beneficie con un tratamiento oncol�gico (Sourdet et al., 2020).

La Sociedad Internacional de Oncolog�a Geri�trica (SIOG)(Wildiers et al., 2014) describe las principales razones por las que la CGA puede ser una pr�ctica oncol�gica valiosa, y �stas son detecci�n de deterioro funcional no detectado en la historia cl�nica o exploraci�n f�sica rutinaria, predicci�n de toxicidad grave relacionada con el tratamiento, a trav�s de los esquemas de Hurria y cols. (CARG) (Hurria et al., 2016) y Extermann y cols. (CRASH) (Extermann et al., 2012), descubrir situaciones de pre-fragilidad y fragilidad pudiendo as� estratificar bien a los pacientes a la hora de tomar decisiones sobre el tratamiento (elegibilidad e intensidad),� revelar �reas de mejora de impacto cl�nico, �reas de vulnerabilidad no conocidas, y as�, elaborar un plan terap�utico individualizado (Puts et al., 2012). Valoraci�n que fue �til en nuestro paciente, ya que permiti� modificar el tratamiento est�ndar y acoplarlo a la situaci�n cl�nica presentada.

El Consenso Delphi, un comit� de expertos en oncogeriatr�a sobre la valoraci�n geri�trica integral en adultos mayores con c�ncer en Espa�a (Molina-Garrido et al., 2018), concluye que los siguientes dominios (y las escalas para evaluarlos) deben incluirse en la CGA: funcional (�ndice de Barthel, escala de Lawton-Brody, velocidad de la marcha), cognitivo (cuestionario de Pfeiffer), nutricional (Mini Nutritional Assessment - MNA), estado psicol�gico / afectivo (escala Yesavage), condiciones socio-familiares (escala de Gij�n), comorbilidad (�ndice de Charlson), medicamentos (polifarmacia, prescripci�n potencialmente inapropiadas) y detecci�n de s�ndromes geri�tricos (incontinencia urinaria y / o fecal, disminuci�n de agudeza visual y / o auditiva, historia de ca�das, �lceras por presi�n, insomnio y maltrato) (Molina-Garrido et al., 2018). Todas ellas fueron valoradas en nuestro paciente y lo importante es que se pudo valorar las mismas al inicio y al final del tratamiento completo, y fue evidente la mejor�a.

Como parte de la valoraci�n pretratamiento debido a la necesidad de utilizar medicaci�n cardiot�xica se tiene que obtener el valor basal de funci�n cardiaca por medio de ecocardiograma o ventriculograf�a (NCCN, 2021). Estudios que no se realizaron en nuestro paciente.

El rol de la cirug�a se reserva para el caso de complicaciones neurol�gicas, posibles fracturas o fracturas manifiestas (D�rr et al., 2002). En nuestro paciente la recuperaci�n de la fractura �sea fue r�pida, sin la necesidad de intervenci�n quir�rgica.

El esquema R-CHOP (rituximab, ciclofosfamida, vincristina, doxorrubicina, prednisona) es el esquema m�s com�nmente usado, recomendaci�n categor�a I en tratamiento de DLBCL, se administra cada 21 d�as o en algunos casos dosis densas cada 14 d�as, en el caso de pacientes fr�giles las opciones son R mini CHOP, o preferiblemente un tratamiento individualizado, basado en la CGA, esto se realiz� en el manejo del paciente presentado (3, 27). Se utilizo el esquema COP invertido en el que se utiliz� en el primer ciclo, una fase inicial de corticoides y tras 7 d�as se complement� con quimioterapia en base a ciclofosfamida y vincristina, los ciclos subsiguientes se llevaron de manera usual como se detall� en la descripci�n del caso. Esto fue importante ya que al dar un tratamiento intenso de entrada en un paciente fr�gil con alta carga de enfermedad puede llevar desenlaces negativos, como SLT, toxicidad cardiaca, hep�tica y renal. Al hacerlo de manera escalada se permite disminuir el riesgo de complicaciones y recuperar al paciente.

Tras la administraci�n de 2 a 4 ciclos se requiere valorar repuesta al tratamiento, situaci�n que no se hizo el paciente por falta de recursos, si hay adecuada respuesta, se completar� 6 ciclos con revaloraci�n posterior. Se continuar� con observaci�n estrecha, en caso de enfermedad voluminosa mayor a 7 cm, se debe completar con radioterapia, tratamiento no realizado por abandono por emergencia sanitaria. En el escenario en el que no se evidencia respuesta tras 2 a 4 ciclos o cuando tras 6 ciclos s�lo se obtenga respuesta parcial o progresi�n de la enfermedad, se requiere la toma de una nueva biopsia y dar tratamiento como enfermedad refractaria (NCCN, 2021).

4. CONCLUSI�N O CONSIDERACIONES FINALES

El linfoma primario de hueso es una presentaci�n poco com�n y su coexistencia con enfermedad extra�sea confiere mayor dificultad en el diagn�stico, por lo que no existen criterios unificados en cuanto a definici�n y estadiaje. Ante un paciente con comorbilidades o edad avanzada se requiere de modificaci�n de esquemas est�ndar de quimioterapia, con la meta de rescatar al paciente de una enfermedad con alto �ndice de mortalidad y as� pueda tolerar un tratamiento m�s intenso, para alcanzar una mejor sobrevida global y enfermedad libre de progresi�n.

5.� LISTA DE REFERENCIAS

Antonescu, C., & Blay, J. (2020). WHO Classification of Soft Tissue and Bone Tumours. In International Agency for Research on Cancer.

Bindal, P., Desai, A., Delasos, L., Mulay, S., & Vredenburgh, J. (2020). Primary Bone Lymphoma: A Case Series and Review of Literature. Case Reports in Hematology, 2020, 1�6. https://doi.org/10.1155/2020/4254803

Caracciolo, J. T., Rose, T., & Bui, M. M. (2015). Primary Lymphoma of Bone: Imaging Findings to Improve Diagnosis of a Rarely Considered Disease Prior to Biopsy. Open Journal of Clinical Diagnostics, 05(03), 97�106. https://doi.org/10.4236/ojcd.2015.53017

Castillo, J. J., Winer, E. S., & Olszewski, A. J. (2014). Sites of extranodal involvement are prognostic in patients with diffuse large B-cell lymphoma in the rituximab era: An analysis of the Surveillance, Epidemiology and End Results database. American Journal of Hematology, 89(3), 310�314. https://doi.org/10.1002/ajh.23638

Cheson, B. D., Fisher, R. I., Barrington, S. F., Cavalli, F., Schwartz, L. H., Zucca, E., & Lister, T. A. (2014). Recommendations for initial evaluation, staging, and response assessment of hodgkin and non-hodgkin lymphoma: The lugano classification. Journal of Clinical Oncology, 32(27), 3059�3067. https://doi.org/10.1200/JCO.2013.54.8800

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