ABSCESO PRESACRO EN UN PACIENTE
CON CÁNCER RECTAL EN TRATAMIENTO:
REPORTE DE CASO
PRESACRAL ABSCESS IN A PATIENT WITH RECTAL
CANCER UNDER TREATMENT: CASE REPORT
Cheryl Zilahy Díaz Barrientos
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México
Alejandro Rodriguez Gonzalez
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México
María Alejandra Campos Serrano
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México
José Miguel Espinosa González
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México
pág. 5300
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i5.19882
Absceso Presacro en un Paciente con Cáncer Rectal en Tratamiento:
Reporte de Caso
Cheryl Zilahy Díaz Barrientos1
zilady.diaz@correo.buap.mx
https://orcid.org/0000-0003-3046-1185
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
México
Alejandro Rodriguez Gonzalez
alexrgd.000@gmail.com
https://orcid.org/0009-0009-3672-4856
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
María Alejandra Campos Serrano
https://orcid.org/0009-0002-0370-898X
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
México
José Miguel Espinosa González
https://orcid.org/0009-0005-1581-1898
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
RESUMEN
El cáncer colorrectal (CCR) es el tercer cáncer más frecuente y la segunda causa de mortalidad por
cáncer a nivel mundial de acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer
(IARC). Entre estos casos, el cáncer de recto (CR) representa el 28% de todos los CCR. A pesar de que
el manejo actual reconoce a la terapia neoadyuvante como pilar fundamental del tratamiento de los
estadios clínicos II y III, existen complicaciones que puede desencadenar, en particular asociadas a la
radioterapia (RT), como la proctitis y, en consecuencia, la formación de abscesos perirrectales, incluido
el absceso presacro. La patogénesis no está del todo comprendida, debido a su baja frecuencia y a que
la mayoría de los reportes establecen su relación tras un evento quirúrgico, más no en ausencia de este.
El objetivo de este artículo es presentar el caso clínico de un paciente con absceso presacro asociado al
tratamiento neoadyuvante del ncer de recto, sin intervención quirúrgica previa, atendido en el
Hospital Universitario de Puebla.
Palabras clave: absceso presacro, absceso perirrectal, absceso residual, cáncer de recto, drenaje
endoscópico guiado por ultrasonido
1
Autor principal
Correspondencia: zilady.diaz@correo.buap.mx
pág. 5301
Presacral Abscess in a Patient with Rectal Cancer Under Treatment: Case
Report
ABSTRACT
Colorectal cancer (CRC) is the third most frequent cancer and the second leading cause of cancer-related
mortality worldwide, according to the International Agency for Research on Cancer (IARC). Among
these cases, rectal cancer (RC) accounts for 28% of all CRCs. Although current management recognizes
neoadjuvant therapy as a fundamental pillar of treatment for clinical stage II and III disease, it can cause
complications, particularly those associated with radiotherapy (RT), such as proctitis and, consequently,
the formation of perirectal abscesses, including presacral abscess. The pathogenesis is not fully
understood, due to its low frequency and the fact that most reports describe its occurrence after a surgical
event, but not in its absence. The objective of this article is to present the clinical case of a patient with
presacral abscess associated with neoadjuvant treatment for rectal cancer, without prior surgical
intervention, treated at the University Hospital of Puebla.
Keywords: presacral abscess, perirectal abscess, residual abscess, rectal cancer, endoscopic ultrasound-
guided drainage
Artículo recibido 15 agosto 2025
Aceptado para publicación: 25 setiembre 2025
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INTRODUCCIÓN
El cáncer actualmente se clasifica como una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo
en el siglo XXI 1. Según las estimaciones de GLOBOCAN proporcionadas por la Agencia Internacional
para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), el cáncer colorrectal (CCR) es el tercer cáncer más común
y la segunda causa de mortalidad por cáncer en todo el mundo 2, 3.
El cáncer de colon (CC) representa el 72% y el cáncer de recto (CR) el 28% de todos los CCR, aunque
la incidencia del CCR generalmente establece ambas estadísticas conjuntamente 1, aunque de manera
particular, en Estados Unidos, el cáncer de recto tiene una tasa de incidencia de 13.9 casos por 100 000
por año en hombres y 8. 6 casos por 100 000 en mujeres, lo que refleja casi un tercio de todos los CCR4
El cáncer de recto, que comprende principalmente adenocarcinoma, se define como la transformación
del epitelio rectal normal a una lesión precancerosa (adenoma) y, en última instancia, en un carcinoma
invasivo (adenocarcinoma), que puede extenderse a diferentes órganos distantes y dar lugar a lesiones
metastásicas, todo este evento es mediado a partir de la acumulación de mutaciones genéticas que son
somáticas (adquiridas) y/o germinales (hereditarias) durante un período de 10 a 15 años. A este proceso
se le denomina “teoría de la carcinogénesis colorrectal” 5,1.
El manejo actual del cáncer de recto es producto de mejoras tanto en la técnica quirúrgica como en su
combinación con quimioterapia y/o radioterapia, en donde su elección sigue un enfoque multimodal
que depende de las características relacionadas con el tumor, como la ubicación, el tamaño, la extensión
de la metástasis del cáncer y el estado de salud del paciente 5, 1.
El tratamiento neoadyuvante, terapia oncológica que se administra antes de un tratamiento local
definitivo potencialmente curativo, para el cáncer de recto cuenta con recomendaciones sólidas para el
estadio II (T3 o T4 sin afectación ganglionar) y III (con afectación ganglionar). Tras la terapia
neoadyuvante, el momento recomendado para la cirugía varía según las directrices de la NCCN (5 a 12
semanas) y la ESMO (4 a 12 semanas). Según ensayos clínicos, la quimiorradiacion (TRC) no aumenta
las complicaciones quirúrgicas entre los intervalos quirúrgicos recomendados 6,5, 7.
A pesar de los beneficios de la neoadyuvancia, existen complicaciones que puede desencadenar,
particularmente la radioterapia (RT), puede inducir proctitis y con ello la formación de abscesos
perirrectales, entre los que incluye el absceso presacro 8, 9.
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Aunque la patogénesis no está del todo comprendida, debido a que su aparición es poco frecuente en el
cáncer colorrectal, la evidencia actual sugiere, que la radiación ionizante puede dañar el ADN, ARN,
proteínas y lípidos, así como producir especies reactivas de oxígeno (ROS) y radicales libres que pueden
descomponer las proteínas y el ADN. Como resultado del daño al ADN, múltiples vías de transducción
activan factores de transcripción como p53 y el factor nuclear κB, que a su vez regulan positivamente
las citocinas proinflamatorias (factor de necrosis tumoral-α, IL-1β e IL-6), quimiocinas (IL-8 y proteína
quimioatrayente de monocitos-1), moléculas de adhesión celular (selectinas e integrinas) 10, 8, 9.
La histología puede mostrar edema mucoso, infiltrado inflamatorio agudo, infiltrado eosinofílico,
apoptosis, lisis celular, erosiones, endarteritis obliterante, ulceraciones, necrosis y fistulas. La alteración
de las barreras intestinales causa translocación bacteriana y provoca la colección purulenta 8, 9, 11. La
participación de la quimioterapia podría ligarse principalmente a la neutropenia inducida por
quimioterapia (NIC) un evento adverso común en pacientes con cáncer, que podría estar asociada con
el pronóstico del paciente al favorecer la inmunosupresión 12.
Debido a que la asociación de un absceso presacro en un paciente con cáncer de recto en ausencia de
antecedente quirúrgico es un evento poco frecuente, presentamos el siguiente caso para su estudio.
CASO CLÍNICO
Se presenta paciente masculino de 68 años, derechohabiente del Hospital Universitario de Puebla, con
diagnóstico confirmado por biopsia de adenocarcinoma de recto en el tercio medio Estadio Clínico (EC)
IIIA. Recibió tratamiento neoadyuvante con quimioterapia y radioterapia, logrando una remisión total
del tumor, confirmada por colonoscopia 12 semanas posteriores a la finalización de la radioterapia.
Un mes después de la colonoscopia, el día 10/03/2025, presentó dolor rectal tipo cólico de intensidad
4/10 en escala visual análoga (EVA) y fiebre de 39.5º C, por lo que acude al servicio de urgencias de
esta unidad hospitalaria, donde se indica manejo sintomático. Al día siguiente (11/03/2025), presentó
exacerbación de la sintomatología con aumento del dolor rectal tipo cólico de intensidad 8/10 en EVA,
motivo por el cual acudió nuevamente a urgencias. A su ingreso se documentaron datos de choque:
hipotensión arterial (60/40 mmHg, TAM 46.6 mmHg), desaturación al aire ambiente (78%) y
compromiso hemodinámico que requirió inicio de aminas vasoactivas; por lo anterior, fue valorado por
el servicio de Medicina Interna.
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El día 13/03/2025, se realizó tomografía computarizada (TC), la cual reporto la presencia de un absceso
presacro de 65.4 x 51 x 61 mm con un volumen de aproximado de 54 cc localizado en el tercio medio
en parte posterior del recto. Con base en este hallazgo, se decide su ingreso al servicio de
Coloproctología.
El día 19/03/2025 se intenta realizar drenaje del absceso guiado por TC (Figura 1), logrando únicamente
la aspiración de 20 cc de material purulento (Figura 2) y sin la posibilidad de colocar una sonda de
drenaje; por consiguiente, se indica continuar con el tratamiento antibiótico.
Figura 1. Corte axial en tomografía simple de pelvis. Flecha gris señala absceso presacro
Figura 2. Material purulento drenado de absceso presacro.
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Dada la persistencia de la sintomatología, el día 27/03/2025, se solicitó TC de pelvis contrastada, que
evidenció engrosamiento difuso de la pared rectal en relación con el proceso neoplásico previamente
diagnosticado, así como absceso presacro de aproximadamente 55 cc, con incremento en tamaño
respecto al estudio previo del día 19/03/2025. Ante estos hallazgos se decide programar un manejo
quirúrgico combinado: colostomía + drenaje de absceso presacro. Durante la intervención, al abordar
el espacio retrorrectal hasta el cóccix, no se identificó absceso visible, posteriormente se procedió a la
confección de colostomía en asa de colon transverso asegurando su adecuada maduración. El resto del
procedimiento concluyó sin complicaciones, continuándose el manejo con antibiótico. En el
posoperatorio mediato mostró evolución estable y sin complicaciones aparentes, por lo que se decidió
su egreso con seguimiento ambulatorio.
Un mes después, el paciente refirió persistencia del dolor, al realizar una nueva TC se observa absceso
residual que mide aproximadamente 70 cc, debido a esto, se solicita drenaje guiado por ultrasonido
endoscópico (Figura 3 y Figura 4), realizado el 14/06/2025. El procedimiento fue exitosos, con los
siguientes hallazgos: a 25 cm del margen anal, se observa una colección de 40 x 20 mm anterior a los
cuerpos vertebrales de la región sacra, observandoso salida de material purulento a través del recto y
posteriormente disminución de la colección tras la compresión endoscópica, se inyectó solución salina
al 0.9% con aguja Expect 19 G, se realizó lavado con 100 cc y aspiración de 50 cc aproximadamente
de material purulento, seguido de lavado y aplicación de 20 cc de microdacyn.
Figura 3. Ultrasonido Endoscópico. Absceso en región perirectal anterior al sacro de 40 x 20 mm ,
drenaje de 50 cc de material purulento y aplicación de microdacyn con Expect 19G.
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Figura 4. Material purulento drenado del absceso perirrectal anterior al sacro mediante ultrasonido
endoscópico.
El material purulento aislado se envió al laboratorio de microbiología para cultivo e identificación de
bacterias piogénicas, cuyo reporte final fue el siguiente:
Microorganismo aislado: Escherichia coli
ANTIBIOGRAMA:
Susceptible a Piperacilina/Tazobactam, Ertapenem, Imipenem, Meropenem.
Resistente a Ampicilina/sulbactam, Cefazolina, Ceftazidima, Ceftriaxona, Cefepima, Gentamicina,
Ciprofloxacina
Una semana posterior al drenaje endoscópico, una nueva TC confirmó la resolución completa del
absceso.
DISCUSIÓN
La formación de un absceso presacro en un paciente con cáncer de recto en ausencia de tratamiento
quirúrgico y únicamente con terapia neoadyuvante es un evento clínico extremadamente infrecuente.
En la mayoría de los reportes, los abscesos presacrales se describen como una complicación
posoperatoria, Veenhof et al. (2009) señala que tiene una prevalencia aproximada del 10 % tras la cirugía
de escisión mesorrectal total (TME), principalmente en pacientes con mal estado general, radioterapia
neoadyuvante y tumores grandes 13, porcentaje similar al obtenido por Vermeer et al. (2014), quien
presento una incidencia de 9.7% en el cáncer de recto localmente avanzado (LARC, T3+/T4M0) 14,
mientras que, van der Vaart a través de un estudio retrospectivo entre enero de 2000 y 2004 determino
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un aumento significativo en la formación de abscesos presacros (13% vs. 40%) tras la administración
de radioterapia preoperatoria de corta duración, concluyendo que la radioterapia resultó ser un factor
de riesgo importante 15. De manera más reciente en 2022 Yang et al., realizaron un meta-análisis que
sugirió que la radioterapia neoadyuvante aumenta el riesgo de absceso pélvico en comparación con la
cirugía inicial (OR = 2,12; IC del 95 %, 1,52-2,96; p < 0,00001) 16.
A pesar de lo anterior, la literatura limitada reporta escenarios clínicos similares que respaldan esta
asociación, tal y como el estudio descrito en 2022 por Niteesh Sundaram et al. presentando a una
paciente femenino de 60 años con diagnostico confirmado por biopsia de adenocarcinoma, sin
metástasis distantes en la TC, compatible con cáncer de recto estadio clínico III, quien recibió
quimiorradioterapia neoadyuvante, pero ante la negativa de la colostomía y los efectos secundarios del
tratamiento inicial, opto por cuidados paliativos, sin embargo, desde su diagnóstico inicial ha
desarrollado numerosos absceso presacros requiriendo de drenaje guiado por TC, características que se
correlacionan con las reportadas con respecto a nuestro caso 17.
Otro caso similar es el abordado en 2023 por Takuya Yano y colaboradores, en donde un paciente
masculino de 73 años con diagnóstico de adenocarcinoma tubular bien diferenciado en recto mediante
biopsia por colonoscopia, al momento de realizarle una resonancia magnética pélvica revelo la
presencia de un absceso perirrectal 10. Estos reportes, aun siendo aislados, aportan evidencia que
coincide con la evolución clínica documentada en nuestro paciente.
En un estudio retrospectivo realizado por Maher Al Khaldi y colaboradores, que abarcó el periodo de
2002 a 2020, se evaluó la seguridad y eficacia del drenaje de abscesos pélvicos mediante ecoendoscopia
(EUS) por vía transrectal. Los autores reportaron un éxito técnico del 97% y un éxito clínico del 72.7%,
concluyendo que se trata de una técnica factible y segura. Asimismo, este abordaje se considera una
alternativa eficaz frente al drenaje quirúrgico abierto o percutáneo, especialmente en colecciones de
difícil acceso, como las situadas en el espacio presacro. En nuestro caso, el drenaje percutáneo guiado
por tomografía computarizada (TC) no permit una evacuación completa. Sin embargo, tras la
intervención con EUS, se logró un drenaje completo, lo que coincide con la literatura. 19, 20
En los abscesos presacros la infección suele ser polimicrobiana, con predominio de bacterias
anaerobias.
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El aislamiento de Escherichia coli en el cultivo del pus es congruente con la flora entérica tipificada en
colecciones pélvicas asociadas absceso presacros 21. Este hallazgo coincide con lo reportado por
Bourekas et al. en 2024, quienes describieron un absceso presacro en el que, tras el drenaje, el material
purulento enviado a cultivo también resultó positivo para E. coli 22.
CONCLUSIONES
El absceso presacro en pacientes con cáncer de recto sin antecedente quirúrgico constituye una
complicación poco frecuente, cuya aparición puede estar asociada a los efectos adversos de la
radioterapia y, en menor medida, a la inmunosupresión inducida por la quimioterapia. Este caso pone
en manifiesto la importancia del seguimiento estrecho en pacientes sometidos a terapia neoadyuvante y
la necesidad de emplear un abordaje personalizado en escenarios complejos. Debido a que el drenaje
percutáneo puede presentar limitaciones en colecciones de difícil acceso, como los abscesos presacros,
el abordaje guiado por ultrasonido endoscópico se considera una opción viable, segura y eficaz.
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