RETOS CLÍNICOS Y PERSPECTIVAS
INNOVADORAS EN OSTEOMIELITIS ASOCIADA
A ÚLCERAS CUTÁNEAS CRÓNICAS
CLINICAL CHALLENGES AND INNOVATIVE PERSPECTIVES IN
OSTEOMYELITIS ASSOCIATED WITH CHRONIC SKIN ULCERS
Maritza Johanna Camacho Santamaria
Universidad de Santander UDES
María Alejandra vivas Prada
Universidad Autónoma de Bucaramanga
Andrea Marcela Daza Arrieta
Universidad Metropolitana de Barranquilla
Marcos Norberto Pinto Prada
Universidad de Pamplona
Hernán Darío Mejía Peña
Universidad Libre de Barranquilla
Jennifer Johana Torrado Mendoza
Universidad de Santander UDES
Leidy Paola Torres Chaparro
Universidad de Santander UDES
Natalia Ramírez Barbosa
Universidad Autonoma de Bucaramanga
Camilo Eliecer Rojas Velásquez
Universidad de Santander UDES
Marlon Adrian Manosalva Caro
Universidad de Santander UDES

pág. 12153
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i5.19982
Retos Clínicos y Perspectivas Innovadoras en Osteomielitis Asociada a
Úlceras Cutáneas Crónicas
Maritza Johanna Camacho Santamaria1
mcamacho26@gmail.com
https://orcid.org/0007-6950-664X
Medico general
Universidad de Santander UDES
María Alejandra vivas Prada
Mvivas462@gmail.com
https://orcid.org/0009-0005-4719-6244
Médico General
Universidad Autonoma de Bucaramanga
Andrea Marcela Daza Arrieta
Andredaza2@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-2254-6819
Médico General
Universidad metropolitana de Barranquilla
Marcos Norberto pinto prada
Drmarcos_1593@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0003-0496-3480
Médico General
Universidad de Pamplona
Hernán Darío Mejía Peña
Hermefo@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0003-6828-3086
Médico General
Universidad libre de Barranquilla
Jennifer Johana Torrado Mendoza
jennitmendoza@gmail.com
https://orcid.org/0009-0000-2309-0406
Medico general
Universidad de Santander UDES
Leidy Paola Torres Chaparro
Leidytorres19dr@gmail.com
https://orcid.org/0009-0002-3327-9274
Medico general
Universidad de Santander UDES
Natalia Ramírez Barbosa
nramirez5777@unab.edu.co
https://orcid.org/0009-0006-7844-6119
Médico General
Universidad Autonoma de Bucaramanga
Camilo Eliecer Rojas Velásquez
Camilorojas201210@gmail.com
https://orcid.org/0009-0005-6079-3414
Médico General
Universidad de Santander UDES
Marlon Adrian Manosalva Caro
Marlonmano13@gmail.com
https://orcid.org/0009-0004-4152-3809
Médico General
Universidad de Santander UDES
1 Autor principal
Correspondencia: mcamacho26@gmail.com

pág. 12154
RESUMEN
Objetivo: Revisar los aspectos fisiopatológicos, diagnósticos y terapéuticos de la osteomielitis asociada
a úlceras cutáneas crónicas, destacando los retos clínicos actuales y las perspectivas innovadoras en su
manejo. Métodos: Se realizó una revisión narrativa de la literatura científica disponible en PubMed,
Scopus y Web of Science, incluyendo guías de práctica clínica, revisiones sistemáticas y estudios
originales publicados entre 2000 y 2024. Se priorizaron artículos que abordaran fisiopatología,
diagnóstico clínico e imagenológico, microbiología, tratamiento antimicrobiano, quirúrgico y terapias
adyuvantes. Resultados: La osteomielitis en úlceras crónicas, particularmente en el pie diabético y las
úlceras por presión, se desarrolla por extensión de la infección desde los tejidos blandos hacia el hueso
subyacente, favorecida por hipoxia, isquemia, neuropatía y formación de biofilm bacteriano. El
diagnóstico requiere un enfoque integral, en el que la resonancia magnética y la biopsia ósea son las
herramientas más sensibles y específicas, aunque limitadas por disponibilidad y accesibilidad. El
tratamiento debe combinar antibioticoterapia dirigida (4–6 semanas, hasta 3 meses en casos crónicos),
cirugía selectiva de desbridamiento o resección ósea, y terapias adyuvantes como presión negativa u
oxigenoterapia hiperbárica. La prevención de recurrencias exige control glucémico estricto,
revascularización y cuidado avanzado de heridas. Pese a estos avances, la recurrencia y la resistencia
antimicrobiana continúan siendo desafíos frecuentes. Conclusión: La osteomielitis asociada a úlceras
cutáneas crónicas requiere un abordaje multidisciplinario e individualizado para reducir complicaciones
y amputaciones. Se necesitan estudios prospectivos que evalúen nuevas estrategias diagnósticas y
terapéuticas, incluyendo biomarcadores, biomateriales y tecnologías basadas en inteligencia artificial,
con el fin de optimizar el pronóstico y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Palabras clave: osteomielitis, úlceras cutáneas crónicas, pie diabético, diagnóstico, tratamiento, biofilm

pág. 12155
Clinical Challenges and Innovative Perspectives in Osteomyelitis
Associated with Chronic Skin Ulcers
ABSTRACT
Objective: To review the pathophysiological, diagnostic, and therapeutic aspects of osteomyelitis
associated with chronic skin ulcers, highlighting current clinical challenges and innovative perspectives
in its management. Methods: A narrative review of the scientific literature available in PubMed, Scopus,
and Web of Science was conducted, including clinical practice guidelines, systematic reviews, and
original studies published between 2000 and 2024. Articles addressing pathophysiology, clinical and
imaging diagnosis, microbiology, antimicrobial treatment, surgery, and adjuvant therapies were
prioritized. Results: Osteomyelitis in chronic ulcers, particularly in diabetic foot and pressure ulcers,
develops due to the spread of infection from soft tissues to the underlying bone, favored by hypoxia,
ischemia, neuropathy, and bacterial biofilm formation. Diagnosis requires a comprehensive approach,
in which magnetic resonance imaging and bone biopsy are the most sensitive and specific tools,
although limited by availability and accessibility. Treatment should combine targeted antibiotic therapy
(4–6 weeks, up to 3 months in chronic cases), selective bone debridement or resection surgery, and
adjuvant therapies such as negative pressure or hyperbaric oxygen therapy. Preventing recurrence
requires strict glycemic control, revascularization, and advanced wound care. Despite these advances,
recurrence and antimicrobial resistance remain common challenges. Conclusion: Osteomyelitis
associated with chronic skin ulcers requires a multidisciplinary and individualized approach to reduce
complications and amputations. Prospective studies evaluating new diagnostic and therapeutic
strategies, including biomarkers, biomaterials, and artificial intelligence-based technologies, are needed
to optimize prognosis and improve patient quality of life.
Keywords: osteomyelitis, chronic skin ulcers, diabetic foot, diagnosis, treatment, biofilm
Artículo recibido 04 Agosto 2025
Aceptado para publicación: 29 Agosto 2025

pág. 12156
INTRODUCCIÓN
La osteomielitis asociada a úlceras cutáneas crónicas constituye un reto diagnóstico y terapéutico
frecuente en la práctica clínica, especialmente en pacientes con comorbilidades como diabetes mellitus,
enfermedad vascular periférica y síndrome de inmovilidad. La persistencia de una úlcera con exposición
ósea, tejido necrótico o secreción purulenta orienta hacia la posibilidad de infección profunda, cuya
progresión compromete de manera significativa el pronóstico funcional y vital del paciente【1】.
En el contexto del pie diabético, se estima que entre un 20% y un 60% de las úlceras crónicas desarrollan
osteomielitis, lo cual incrementa el riesgo de amputaciones y hospitalizaciones prolongadas【2】. El
diagnóstico continúa siendo un desafío, dado que los hallazgos clínicos e imagenológicos pueden
solaparse con procesos inflamatorios o degenerativos no infecciosos, y la confirmación mediante
biopsia ósea no siempre es factible en la práctica rutinaria【3】.
El tratamiento demanda un abordaje multidisciplinario que combine terapia antimicrobiana dirigida,
procedimientos quirúrgicos de desbridamiento o resección, y estrategias de cuidado avanzado de
heridas, con el objetivo de preservar la extremidad y mejorar la calidad de vida【4,5】. A pesar de los
avances en el desarrollo de nuevos antibióticos y tecnologías de soporte como la terapia de presión
negativa o la oxigenoterapia hiperbárica, la recurrencia y la resistencia bacteriana continúan siendo
problemas frecuentes【6】.
En este artículo se revisan los aspectos fisiopatológicos, diagnósticos y terapéuticos de la osteomielitis
asociada a úlceras crónicas, destacando las principales controversias actuales y los retos de innovación
en su manejo.
Fisiopatología
La osteomielitis en el contexto de úlceras cutáneas crónicas se origina, en la mayoría de los casos, por
la contigüidad de la infección desde tejidos blandos hacia el hueso subyacente. La persistencia de una
solución de continuidad cutánea, sumada a factores de hipoxia tisular e isquemia, permite la
colonización bacteriana y la posterior formación de biofilm sobre el hueso expuesto, lo cual favorece
la infección crónica y la resistencia al tratamiento antimicrobiano【1,2】.

pág. 12157
El mecanismo inicial suele estar relacionado con la colonización polimicrobiana de la herida,
especialmente en pacientes con pie diabético, donde predominan bacterias aerobias Gram positivas
(Staphylococcus aureus, Streptococcus spp.) y anaerobias (Bacteroides spp., Peptostreptococcus),
aunque la prevalencia de bacilos Gram negativos como Pseudomonas aeruginosa es cada vez mayor en
infecciones nosocomiales y casos recidivantes【3,4】.
La hipoxia y la alteración de la microcirculación desempeñan un papel clave en la fisiopatología. En
pacientes con enfermedad arterial periférica o neuropatía diabética, la reducción de la perfusión
disminuye la capacidad de defensa inmunológica local y limita la llegada de antibióticos a
concentraciones efectivas en el hueso infectado【5】.
Otro factor determinante es la formación de biofilm bacteriano, que confiere resistencia a la fagocitosis
y reduce la penetración de antibióticos, generando un estado de infección persistente con
exacerbaciones periódicas. Esto explica por qué, a pesar de tratamientos prolongados, la osteomielitis
asociada a úlceras crónicas suele evolucionar hacia un curso recalcitrante y de difícil resolución【6】.
La respuesta inflamatoria crónica favorece la necrosis ósea (secuestro) y la formación de cavidades que
perpetúan el reservorio bacteriano. En fases avanzadas, puede desarrollarse esclerosis ósea reactiva y
formación de tejido de granulación, lo cual dificulta la erradicación completa de la infección【7】.
En resumen, la fisiopatología de la osteomielitis asociada a úlceras cutáneas crónicas integra fenómenos
de colonización bacteriana, hipoperfusión, biofilm y necrosis ósea, en un terreno de vulnerabilidad
inmunológica, lo que explica su alta cronicidad y recurrencia clínica.
Diagnóstico
El diagnóstico de la osteomielitis asociada a úlceras cutáneas crónicas requiere una aproximación
clínica, microbiológica e imagenológica, dado que ningún método por sí solo presenta sensibilidad y
especificidad absolutas.
Clínica
La sospecha debe plantearse ante úlceras de larga evolución con exposición ósea, dolor localizado,
secreción purulenta o tejido necrótico persistente. La prueba de “sondeo al hueso” (probe-to-bone test)
es una herramienta clínica sencilla: su positividad aumenta la probabilidad de osteomielitis,
especialmente en pacientes con úlceras profundas y crónicas【12】.

pág. 12158
Pruebas de laboratorio
Los reactantes de fase aguda son útiles como apoyo diagnóstico, aunque inespecíficos. La elevación de
leucocitos, proteína C reactiva (PCR) y velocidad de sedimentación globular (VSG) orienta hacia
infección activa, mientras que la procalcitonina puede tener mayor especificidad en contextos de
infección sistémica【13,14】 Sin embargo, valores normales no descartan la enfermedad, especialmente
en casos crónicos.
Imágenes
▪ Radiografía simple: presenta baja sensibilidad en fases iniciales, pues los cambios óseos se
evidencian solo después de 10–14 días de infección, cuando ya se ha perdido entre un 30% y un
50% de la densidad mineral【15】.
▪ Resonancia magnética (RMN): constituye la herramienta más sensible y específica, permitiendo
detectar edema óseo, destrucción cortical y abscesos adyacentes, incluso en fases tempranas【16】
▪ Gammagrafía ósea y PET-CT: se reservan para casos seleccionados cuando la RMN no es
concluyente o está contraindicada. La gammagrafía con leucocitos marcados y el PET con
fluorodesoxiglucosa (FDG) ofrecen elevada sensibilidad, aunque con limitaciones de
disponibilidad y costo【17,18】.
Microbiología
La confirmación definitiva se logra mediante biopsia ósea con cultivo histopatológico, considerada el
estándar de oro【19】.
No obstante, se trata de un procedimiento invasivo, no siempre factible en la práctica rutinaria. En su
lugar, se utilizan cultivos de tejidos profundos obtenidos tras desbridamiento quirúrgico, que presentan
mejor correlación con la microbiología real que los cultivos de superficie, los cuales suelen estar
contaminados por flora colonizadora【20】.
En conjunto, el diagnóstico debe basarse en una integración de la clínica, los hallazgos de laboratorio,
la imagenología y la microbiología, lo cual permite establecer con mayor certeza la presencia de
osteomielitis y orientar el abordaje terapéutico.

pág. 12159
Opciones terapéuticas
El manejo de la osteomielitis asociada a úlceras cutáneas crónicas requiere un enfoque
multidisciplinario, que combine la terapia antimicrobiana, el tratamiento quirúrgico y las intervenciones
adyuvantes orientadas a la cicatrización y la prevención de recurrencias.
Antibióticos
El tratamiento antimicrobiano constituye el pilar inicial del manejo. Los esquemas empíricos deben
cubrir bacterias Gram positivas (incluido Staphylococcus aureus, sensible y resistente a meticilina),
Gram negativos y anaerobios, ajustándose posteriormente con base en los resultados del cultivo óseo o
de tejidos profundos【21,22】.
La duración de la terapia depende de la extensión y del tipo de manejo quirúrgico. En casos con
resección ósea completa, una terapia más corta (2–3 semanas) puede ser suficiente; sin embargo, en la
mayoría de los pacientes se recomienda un curso de 4–6 semanas, prolongándose hasta 3 meses en
infecciones crónicas o cuando no se realiza resección quirúrgica completa【23】. La vía intravenosa se
emplea al inicio, aunque la transición a antibióticos orales con adecuada biodisponibilidad es segura y
efectiva en muchos casos【24】.
Cirugía
El desbridamiento quirúrgico es fundamental para remover tejido necrótico, secuestros óseos y biofilm
bacteriano.
En lesiones avanzadas, puede requerirse resección parcial de hueso o incluso amputación en casos
refractarios, con el objetivo de controlar la infección y preservar la función【25,26】. La cirugía
reconstructiva y la revascularización periférica son opciones valiosas para mejorar la perfusión y
favorecer la cicatrización en pacientes con compromiso vascular.
Terapias adyuvantes
Entre las estrategias complementarias destacan:
▪ Terapia de presión negativa (VAC): promueve la granulación, disminuye el exudado y reduce la
carga bacteriana【27】.

pág. 12160
▪ Oxigenoterapia hiperbárica: incrementa la oxigenación tisular, favorece la actividad bactericida
de los neutrófilos y acelera la cicatrización; aunque su disponibilidad es limitada, algunos estudios
sugieren beneficio en pacientes seleccionados【28】.
▪ Factores de crecimiento y biomateriales: en investigación y uso clínico limitado, con potencial
para estimular la regeneración tisular y ósea【29】.
Prevención de recurrencia
La probabilidad de reinfección es alta en pacientes con factores predisponentes no controlados. Por ello,
es esencial implementar medidas preventivas como el control estricto de la glucemia, la
revascularización en casos de enfermedad arterial periférica, y el cuidado avanzado de heridas con
abordaje interdisciplinario (infectología, cirugía, medicina interna, endocrinología y rehabilitación)30
Casos clínicos ilustrativos
Caso 1. Pie diabético con osteomielitis confirmada por resonancia magnética
Varón de 62 años, con diabetes mellitus tipo 2 de 15 años de evolución y neuropatía periférica sensitivo-
motora. Consulta por una úlcera plantar de 3 cm en la cabeza del primer metatarsiano, de seis meses de
evolución, con exposición ósea y secreción seropurulenta. La prueba de sondeo al hueso resultó
positiva, con elevación de PCR (45 mg/L) y VSG (85 mm/h).
La resonancia magnética evidenció edema óseo difuso y destrucción cortical compatible con
osteomielitis.
Se realizó desbridamiento quirúrgico con toma de biopsia ósea, que confirmó infección por
Staphylococcus aureus sensible a meticilina. El paciente recibió antibioticoterapia dirigida durante seis
semanas con buena respuesta clínica y resolución progresiva de la úlcera tras complementar con terapia
de presión negativa.
Este caso ejemplifica la utilidad de la RMN como herramienta diagnóstica de alta sensibilidad, así como
la importancia de la confirmación microbiológica para guiar el tratamiento【31】.
Caso 2. Úlcera por presión complicada con biofilm multirresistente
Mujer de 78 años, con antecedente de accidente cerebrovascular isquémico y dependencia funcional,
quien presenta una úlcera por presión sacra de 5 × 7 cm, con necrosis superficial y exposición ósea.

pág. 12161
A pesar de curaciones locales y antibioticoterapia empírica, la lesión mostró progresión lenta con
recidivas frecuentes.
La biopsia ósea reveló osteomielitis crónica, con aislamiento de Pseudomonas aeruginosa
multirresistente y Enterococcus faecalis. El tratamiento incluyó desbridamiento quirúrgico repetido,
antibioticoterapia combinada de amplio espectro y aplicación de terapia de presión negativa, sin
embargo, la respuesta fue parcial y se optó finalmente por colgajo musculocutáneo para cobertura.
Este caso refleja la dificultad en el manejo de infecciones polimicrobianas con biofilm multirresistente,
en las que la cirugía radical y la reconstrucción tisular representan la mejor alternativa para controlar la
infección y recuperar la integridad cutánea【32】.
DISCUSIÓN
La osteomielitis asociada a úlceras cutáneas crónicas constituye un problema clínico complejo en el que
convergen múltiples factores predisponentes y determinantes sociales de la salud. La evidencia
demuestra que esta entidad se asocia a altas tasas de hospitalización, prolongación de estancias, aumento
de los costos sanitarios y riesgo significativo de amputaciones【33】. A pesar de los avances
diagnósticos y terapéuticos, persisten desafíos que limitan los resultados clínicos.
Uno de los principales problemas es el diagnóstico temprano y preciso. Aunque la resonancia magnética
se considera la técnica más sensible para la detección inicial, su disponibilidad es limitada en muchos
entornos, particularmente en países de ingresos bajos y medios【34】. Del mismo modo, la biopsia ósea
sigue siendo el estándar de oro, pero su carácter invasivo, el riesgo de complicaciones y la falta de
acceso en la práctica diaria restringen su aplicación sistemática【35】. En consecuencia, muchos
pacientes son tratados de manera empírica, lo que puede favorecer la selección de cepas resistentes.
El tratamiento antibiótico enfrenta la dificultad añadida de la formación de biofilm bacteriano y la
creciente prevalencia de microorganismos multirresistentes, lo que disminuye la eficacia de los
antimicrobianos convencionales【36】. La duración óptima del tratamiento continúa siendo motivo de
debate; si bien estudios recientes sugieren que cursos más cortos podrían ser suficientes tras resección
quirúrgica adecuada, la mayoría de las guías aún recomiendan tratamientos prolongados en infecciones
crónicas【37】.

pág. 12162
La cirugía desempeña un papel crucial, pero también controversial. Mientras que el desbridamiento
amplio y la resección ósea ofrecen mayor probabilidad de erradicación de la infección, se asocian con
pérdida funcional y riesgo de amputación. Por otra parte, las terapias conservadoras sin cirugía muestran
resultados variables, dependiendo de la extensión del compromiso y del estado general del paciente【
38. En este contexto, las decisiones terapéuticas deben individualizarse considerando la comorbilidad,
la expectativa funcional y la calidad de vida.
Las terapias adyuvantes como la presión negativa y la oxigenoterapia hiperbárica han mostrado
beneficios en algunos estudios, aunque la evidencia aún es heterogénea y se requieren más ensayos
clínicos controlados para definir su verdadero impacto【39】. En paralelo, se exploran estrategias
innovadoras como el uso de biomateriales impregnados con antibióticos, factores de crecimiento y
terapias celulares regenerativas, que podrían mejorar la cicatrización y reducir la recurrencia en el futuro
40. Finalmente, la prevención de recurrencias es fundamental. El control glucémico estricto en pacientes
diabéticos, la revascularización en casos de enfermedad arterial periférica y el abordaje
interdisciplinario de las heridas son determinantes para reducir complicaciones a largo plazo【41】. En
este sentido, la incorporación de tecnologías digitales y herramientas de inteligencia artificial para la
estratificación de riesgo, el seguimiento remoto de heridas y la interpretación automatizada de imágenes
podría representar un cambio de paradigma en el manejo de esta entidad【42】.
En conjunto, la literatura evidencia que la osteomielitis en úlceras cutáneas crónicas sigue siendo una
condición de difícil resolución, donde la clave radica en un abordaje integral, multidisciplinario e
individualizado, que combine diagnóstico oportuno, manejo antimicrobiano dirigido, cirugía adecuada
y medidas de prevención sostenida.
CONCLUSIÓN
La osteomielitis asociada a úlceras cutáneas crónicas continúa representando un reto clínico de gran
relevancia, dada su elevada morbimortalidad y el impacto funcional que conlleva para los pacientes. El
diagnóstico temprano, basado en la integración de criterios clínicos, estudios de laboratorio,
imagenología avanzada y confirmación microbiológica, constituye un paso esencial para instaurar un
tratamiento oportuno y eficaz.

pág. 12163
El manejo debe ser necesariamente multidisciplinario, combinando la antibioticoterapia dirigida, la
cirugía selectiva y el uso racional de terapias adyuvantes, en un contexto de prevención y control de los
factores predisponentes. Estas estrategias han demostrado reducir complicaciones, limitar la recurrencia
y disminuir la necesidad de amputaciones mayores.
Finalmente, se requieren estudios prospectivos y ensayos clínicos robustos que permitan optimizar la
selección de terapias, definir la duración óptima de los tratamientos y validar nuevas intervenciones
innovadoras, incluyendo biomarcadores, biomateriales y tecnologías basadas en inteligencia artificial.
Estos avances podrían marcar un cambio sustancial en el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes
con esta compleja condición.
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