SOBRECARGA EN EL CUIDADOR PRIMARIO INFORMAL
DE ADULTOS MAYORES PREVIO Y POSTERIOR A UNA

INTERVENCIÓN EDUCATIVA EN LA UNIDAD DE

MEDICINA FAMILIAR 2

OVERLOAD IN THE INFORMAL PRIMARY CAREGIVER OF

OLDER ADULTS BEFORE AND AFTER AN EDUCATIONAL

INTERVENTION IN FAMILY MEDICINE UNIT 2

Daniela Pérez Andrade

Instituto
Mexicano del Seguro Social, México
Enrique Pérez Romero

Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los trabajadores del Estado, México
Flor de Areli Serrano Campos

Instituto
Mexicano del Seguro Social, México
Erendira de Jesús González Grifaldo

Instituto
Mexicano del Seguro Social, México
Dulce Alejandra Ramos Romano

Instituto
Mexicano del Seguro Social, México
Briseis Aguilar Barradas

Instituto
Mexicano del Seguro Social, México
Darig Iván Vázquez Pallares

Instituto
Mexicano del Seguro Social, México
Ariadna Magaly Velazquez Molina

Instituto
Mexicano del Seguro Social, México
Mariana Moreno Batista

Instituto
Mexicano del Seguro Social, México
Francisco José Álvarez Quiroz

Instituto
Mexicano del Seguro Social, México
pág. 6393
DOI:
https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i5.19998
Sobrecarga en el Cuidador Primario Informal de Adultos Mayores Previo
y Posterior a una Intervención Educativa en la Unidad de Medicina
Familiar 2

Daniela Pérez Andrade
1
danii.perez.andrade@gmail.com

https://orcid.org/0009-0000-3151-4504

Instituto Mexicano del Seguro Social

México

Enrique Pérez Romero

enrique.perez.romero07@gmail.com

https://orcid.org/0009-0009-70268575

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales

de los trabajadores del Estado

México

Flor de Areli Serrano Campos

f
ille_4ever@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0003-0576-8409

Instituto Mexicano del Seguro Social

México

Erendira de Jesús González Grifaldo

britzymltaps25@gmail.com

h
ttp://orcid.org/0009-0009-7493-5726
Instituto Mexicano del Seguro Social

México

Dulce Alejandra Ramos Romano

britzymltaps25@gmail.com

http://orcid.org/0009-0005-3635-0410

Instituto Mexicano del Seguro Social

México

Briseis Aguilar Barradas

britzymltaps25@gmail.com

h
ttp://orcid.org/0009-0003-5884-3617
Instituto Mexicano del Seguro Social

México

Darig Iván Vázquez Pallares

mussian_rosku@hotmail.com

http://orcid.org/0009-0008-4452-0952

Instituto Mexicano del Seguro Social

México

Ariadna Magaly Velazquez Molina

md.magy@outlook.com

http://orcid.org/0009-0004-2150-095X

Instituto Mexicano del Seguro Social

México

Mariana Moreno Batista

anairambatista@gmail.com

http://orcid.org/0009-0004-6559-314X

Instituto Mexicano del Seguro Social

México

Francisco José Álvarez Quiroz

fco.jaq68@gmail.com

http://orcid.org/0009-0008-4777-3410

Instituto Mexicano del Seguro Social

México

1 Autor principal

Correspondencia:
danii.perez.andrade@gmail.com
pág. 6394
RESUMEN

El objetivo fue evaluar la sobrecarga en el cuidador primario informal de adultos mayores previo y
posterior a una intervención educativa en la UMF 2 IMSS. Se realizó un estudio experimental, analítico,
transversal, prolectivo, prospectivo, unicéntrico, homodémico, durante el primer semestre del 2024,
incluyendo 30 cuidadores primarios informales de ambos sexos. Se obtuvo el nivel de dependencia, así
como de sobrecarga, se realizó la intervención educativa y posterior, se midió la sobrecarga. Se utilizó
la prueba de Wilcoxon para comparar los niveles de sobrecarga basales y finales. Y, se consideraron
como significativos valores p < 0.05. En relación con los pacientes dependientes, el 80% son mujeres,
46% viudos, el grado de dependencia es severo en el 30%. El mayor parentesco del cuidador es de hijos
en 63.3%, 76.6% son mujeres. El 56.6% son solteros y 43% son hijos menores; el 33.3% tienen
escolaridad bachillerato, el 53.3% son empleados. Se encontró que posterior a una intervención
educativa disminuyó el porcentaje de la escala de Zarith, mediante la prueba de Wilcoxon con una p.000
con valor Z -5.014. Concluyendo que existió una mejora en el nivel de sobrecarga de cuidadores
primarios informales de adultos mayores posterior a la intervención educativa.

Palabras clave: cuidador primario informal, dependencia, sobrecarga, intervención educativa

Artículo recibido 25 agosto 2025

Aceptado para publicación: 25 setiembre 2025
pág. 6395
Overload in the
Informal Primary Caregiver of Older Adults Before and
After
an Educational Intervention in Family Medicine Unit 2
ABSTRACT

The objective was to evaluate the burden on informal primary caregivers of older adults before and after

an educational intervention at IMSS UMF 2. An experimental, analytical, cross
-sectional, prolective,
prospective, single
-center, homodemic study was conducted during the first half of 2024, including 30
informal primary caregivers of both sexes. The level of dependency and burden were obtained; the

educational intervention was carried out and subsequently, the burden was measured. The Wilcoxon

test was u
sed to compare baseline and final burden levels. p < 0.05 were considered significant.
Regarding dependent patients, 80% are women, 46% widowed, and the degree of dependency is severe

in 30%. The caregiver's closest kinship is children in 63.3%, 76.6% are
women. 56.6% are single, and
43% are minor children; 33.3% had a high school education, and 53.3% were employed. It was found

that after an educational intervention, the Zarith scale percentage decreased using the Wilcoxon test,

with a p
-value of -5.014 and a Z-value of -0.000. The conclusion was that there was an improvement in
the level of burden among informal primary caregivers of older adults after the educational intervention.

Keywords
: informal primary caregiver, dependency, overload, educational intervention
pág. 6396
INTRODUCCIÓN

A lo largo del tiempo, se ha estudiado al envejecimiento, el cual se define como los cambios tanto
fisiológicos como morfológicos a nivel molecular, celular y orgánico de los seres vivos a través del
tiempo (1). Según Hoyl es el proceso de pérdida de capacidad de adaptación creando vulnerabilidad
que conduce a la pérdida de autonomía en diferentes grados (Martínez et al., 2020). López y Rodríguez
la definen como la incapacidad relacionada con la edad de mantener una homeostasis provocando la
disminución de la funcionalidad y adaptabilidad o resistencia al estrés de los cambios de estilo de
vida(María del Roció Coutiño-Rodríguez et al., 2020).

Es importante mencionar, que, desde el punto de vista biológico, el envejecimiento tiene características
específicas: es universal, heterogéneo, irreversible, intrínseco, individual y letal; además se modula por
fatores genéticos y ambientales(Rico-Rosillo et al., 2018).

Se conoce que a nivel mundial la población geriátrica ha incrementado de manera exponencial en
comparación a la población pediátrica. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2020
la población mayor de 60 años superó a los niños de 5 años, y entre el 2015-2050 la población geriátrica
se duplicará, teniendo de un 12% a un 22% (Organización Mundial de la Salud, 2022). En México la
población de adultos mayores que registró en el año 1950 el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI) fue de 1,400000 de personas, en el 2000 gracias a las políticas en salud existiendo
menor mortalidad se registraron 6 900 000 adultos mayores, en el 2017 el Consejo Nacional de
Población (CONAPO) registro 13 000 000 de mayores de 60 años (3); éste 2023 de 10,939,569 de
habitantes, lo cual se traduce en el aumento de este grupo de población 400 veces más en 50 años (5).

Existen diferentes causas para esta transición demográfica, tales como la disminución de la fertilidad,
los cambios a nivel social, industrial, económico y tecnológico, y tal vez la más importante, el avance
en investigaciones para la salud con el consecuente aumento de atención a personas gracias a las
políticas de salud pública y el alcance de esta a más personas (Sequera, 2018).

Encontramos, así como ejemplo, que las personas con discapacidades congénitas que solían tener
esperanza de vida corta y ahora con mayor frecuencia alcancen la vejez (Cruz-Ortiz et al., 2017), de
igual forma, desde la potabilización de agua, las vacunas y el descubrimiento de la penicilina se ha
reducido la mortalidad infantil logrando así, la llegada de más personas a la vejez (Sequera, 2018).
pág. 6397
Con esta transición demográfica, se destacan dos consecuencias principales; la primera que el aumento
de esperanza de vida no necesariamente significa una mejor calidad, por el contrario, podemos encontrar
una población frágil, con aumento en las discapacidades y autonomía independientemente de si son
genéticas, adquiridas, temporales, permanentes o si la limitación es generalizada o focalizada; la
segunda es la transición epidemiológica de causa de muerte por enfermedades infecto-contagiosas a
enfermedades crónico-degenerativas (Sequera, 2018).

Según la Organización Mundial de la Salud, la mayoría de las personas presentarán algún tipo de
discapacidad durante la vida, ya sea temporal o permanente como consecuencia de las enfermedades
crónicas, siendo estas, las que se agravan durante la vejez y llevan a una discapacidad. Según la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), nos dice que existen 85 millones de personas con alguna
discapacidad en América latina, de los cuales el 5.1% le corresponde a México; el INEGI aporta que,
de cada 100 personas con discapacidad, 39 la obtuvieron por enfermedad, 23 por edad avanzada, 16 son
congénitas, 15 a consecuencia de accidentes, 8 sin causa determinada; sin embargo, más allá de la causa
debemos enfatizar en la consecuencia, que es la llegada a la vejez con algún tipo de discapacidad con
la consecuente necesidad de cuidado.

Las principales afectaciones que se presentan durante la vejez son de manera cognitiva con la pérdida
o disminución de la memoria, falta de orientación, pérdida parcial de habilidades visoespaciales, perdida
de atención que repercuten en la realización de las actividades diarias de una persona, como son el baño,
ducha, control de esfínteres, vestido, alimentación, movilidad funcional, higiene, entre otras (Sigüeza-
Tenesaca & Serrano, 2021).

Se entiende como cuidador a la persona que está encargada tanto de la atención, así como de la asistencia
de otra persona enferma o con alguna discapacidad. Éste, es un proceso que, dependiendo de la
enfermedad o condición, con el paso del tiempo requerirá elevar las atenciones y que en el 70% de los
casos supera los seis años (9).

Existen dos tipos de cuidadores: los cuidadores primarios formales que se refiere a personas con
estudios profesionales y no tienen relación familiar con el paciente dependiente; y los cuidadores
primarios informales, quien es un familiar directo o persona cercana encargada de otorgar cuidado
económico, físico y muchas veces emocional sin recibe ningún tipo de instrucción o remuneración (10).
pág. 6398
El cuidar a una persona por un periodo prolongado, cuando no se tienen las herramientas y
conocimientos necesarios es una tarea difícil y que requiere realizar actividades que pueden resultar
poco agradables para el cuidador. Esto supone cambios en la vida del cuidador en diferentes esferas
como la personal, familiar, laboral y social despertando sentimientos de conflicto; afectando así la salud
física y psicológica (11).

En múltiples estudios se ha detectado que el perfil del cuidador primario informal es mujer, ama de
casa, con relación de esposa o hija, con menor nivel educativo, sin empleo formal y generalmente de
clase social baja (Rivera Mora et al., 2011).

Las tareas que debe realizar dependerán de las necesidades del beneficiario, y muchas veces superan
las posibilidades, además de que los propios intereses y enfermedades pasan a ser secundarios
repercutiendo de manera negativa y creando una sobrecarga negativa (11).

El síndrome del cuidador primario o síndrome del cuidador primario, mental quemado en referencia al
“burn out” se define como el sobre agotamiento físico y mental de la persona a cargo de un paciente
dependiente y se caracteriza por sentimientos de culpa, tristeza, aislamiento social, apatía, cefalea,
dificultad para concentrarse, palpitaciones, cambios de humor constantes, desesperanza, fatiga
constante, pérdida de apetito, insomnio, irritabilidad e incluso pueden llegar a abusar de sustancias
nocivas, dejan de realizar activades de ocio que se resultaban placenteras y son incapaces de relajarse
(12).

Existen ciertos factores de riesgo, tales como: mientras mayor edad tenga el paciente dependiente,
mayor será la probabilidad, que exista agresividad por parte del paciente, el número de enfermedades o
discapacidades físicas y psicológicas, inexistencia o apoyo de otros familiares, no contar con grupos de
ayuda (12).

Los familiares son el primer apoyo de los pacientes con enfermedades crónicas, ellos proporcionan
entre el 60 y 90% de personas que viven con fragilidad o alguna discapacidad (Parmar et al., 2021).

Lamentablemente, el número de muertes entre los ancianos enfermos es mayor, y muchos más se
enfrentan al aislamiento social, la soledad, la depresión y el miedo. En tales circunstancias, se espera
que los miembros de la familia asuman el papel y la responsabilidad de cuidadores.
pág. 6399
Dicha tarea afecta entre múltiples cosas, los vínculos sociales, exacerbándose cuando los cuidadores
son también pacientes geriátricos, siendo lo más común el conyugue, a este grupo de personas se les
define como “victimas ocultas” (Biderman et al., 2021).

El cuidado de estos pacientes se vuelve más oneroso a medida que las enfermedades crónicas, la
fragilidad y las discapacidades avanzan, y a medida que esto sucede resulta más complejo el cuidado,
aumentando la demanda de atención y tiempo que amenaza el bienestar de los familiares cuidadores
(Parmar et al., 2021).

Los cuidadores principales a menudo quedan marginados por un sistema de salud que se centra en los
pacientes dependientes para salvaguardar su salud, autonomía y privacidad sin evaluar la salud,
habilidades o voluntad de los cuidadores, por lo que, en países como Estados Unidos y Reino Unido, se
han creado políticas para la evaluación, reconocimiento y apoyo a este grupo de personas(Parmar et al.,
2021).

En México, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en el 2012, mencionó que es indispensable
facilitar a los adultos mayores y sus cuidadores, información acerca de las instituciones de salud o
sociales públicas, para que se les pueda proporcionar información, educación y capacitación para la
mejora de su calidad de vida a través de actividades productivas (Delfín-Ruiz et al., 2023).

La sobrecarga del cuidador además de interferir con los intereses y vida propia del familiar principal,
lo hace también con el correcto manejo del paciente condicionándolo a un mayor deterioro, creando un
círculo vicioso. Zarit y colaboradores sopesaron que la sobrecarga es la estimación y apreciación del
cuidador ante los estresores que se derivan de cuidar con los únicos recursos que tiene, por lo que
crearon un instrumento de medición (Pardo et al., 2014).

El instrumento creado que inicialmente contenía 29 ítems actualmente cuenta con 22 ítems validados
en su última revisión, dicho instrumento toma en cuenta aspectos psicológicos, de salud física,
económica, laboral, relaciones sociales y con la persona cuidada (Pardo et al., 2014).

De acuerdo con Jessnet-Parmat, en el estudio realizado en Canadá en 2021, en donde hubo 52
participantes médicos y miembros del equipo de atención primaria, busca el apoyo a los cuidadores
primarios en las redes de atención primaria, se adoptó un diseño de descripción interpretativa para
explorar la percepción de los médicos familiares y del equipo de atención primaria sobre las practicas
pág. 6400
que tienen para dar apoyo a los cuidadores de familiares, detectando que sólo el 7.5% de consultorios
de primer nivel cuentan con procedimientos estandarizados de evaluación d ellos cuidadores, y como
factores de riesgo principal para no hacerlo, es la falta de tiempo en el 81.1% de las veces y falta de
reconocimiento económico en el 39.9% (Parmar et al., 2021).

Dentro de las complicaciones que debe enfrentar la medicina familiar, es la desestabilización dentro del
núcleo familiar, como se menciona en el estudio realizado por Salazar-Barajas, en Mexico, en 2019,
donde tuvieron como objetivos la identificación de relación entre el funcionamiento familiar y calidad
de vida del adulto mayor, además de la determinación de sobrecarga y calidad de vida del cuidador
primario, de octubre 2019 a abril 2020 en donde hubo una muestra de 86 cuidadores usando el índice
de Barthel para conocer la dependencia del adulto mayor, Test APGAR familiar para el estudio familiar,
prueba de Zarit para valorar el nivel de sobrecarga y la escala de Calidad de Vida WHOQOL-BREF,
donde se detectó que a mayor funcionalidad familiar mayor calidad de vida del cuidador con una p
<0.05, y a mayor sobrecarga, menor calidad de vida del cuidador en todas las dimensiones con una p
<0.05 planteando la posibilidad de diseñar estrategias de intervención para mejorar la calidad de vida
del cuidador, así como su entorno (Salazar-Barajas et al., 2019).

Como hemos mencionado, para el cuidado de los cuidadores primarios informales se debe crear
conciencia y educar al familiar, de esta manera se puede mencionar que en el estudio realizado por
Cuevas-Cansino en México, en 2019, donde se tuvo como objetivo evaluar el efecto de una intervención
de enfermería por medio de la psicoeducación para facilitar el proceso de afrontamiento y adaptación
al rol de cuidador familiar del adulto mayor, el cual se realizó en un grupo de 70 cuidadores con
mediciones previo y posterior a una intervención de 10 sesiones; donde se concluyó que los cuidadores
primarios de adultos mayores que participaron en la intervención, mostraron efecto positivo en la
adaptación de su rol de cuidador familiar con una p 0.001.

En el estudio realizado por Carrillo G, en Colombia, en 2020 buscó que efecto tenía la intervención
educativa en 290 cuidadores primarios informales de adultos con cáncer posterior a cirugías
oncológicas, para poder fortalecer el cuidado y disminuir la sobrecarga, usando un grupo control de 145
personas y un grupo de intervención con 145 personas detectando que hubo un impacto positivo y
significativo estadísticamente encontrando previo a la intervención una sobrecarga severa de 9%,
pág. 6401
sobrecarga leve 9% y sin sobrecarga del 82%, posterior a la intervención disminuyó a sobrecarga severa
0%, sobrecarga leve 3.4% y sin sobrecarga el 96.6% de los pacientes (Carrillo et al., 2021).

Guijarro-Requena, en España, en el 2021, buscó mejorar la calidad de vida en los cuidadores primarios
informales de personas con dependencia mediante talleres educativos, lo realizó con 99 personas,
creando un grupo control y otro de intervención, arrojando como resultado una mejora en la calidad de
vida estadísticamente significativo con p = 0.0005 en el grupo de intervención versus p=0.001 en el
grupo control (Guijarro-Requena et al., 2022).

Chávez de la Luz, en México, en 2023 realizó un estudio en 36 cuidadores primarios informales, para
demostrar la disminución de la sobrecarga en el cuidador mediante intervenciones gerontológicas y
educativas realizada a los cuidadores primarios informales de pacientes geriátricos, además de evaluar
la calidad de vida, capacidad de autocuidado y redes de apoyo aplicando la escala de Zarit con un
porcentaje inicial de 79.2% para cuidadores con sobrecarga, disminuyendo posterior a la intervención
a 25.2%; y con la escala de índice de Tensión del cuidador detecto un 64.8% previo a la intervención,
logrando la reducción a 32.4% posterior a la intervención (Chávez de la Luz et al., 2023).

En contraste, Díaz-Escalante realizó un estudio empírico para la propuesta de intervención en
cuidadores primarios informales de adultos mayores con demencia

Según el estudio realizado por Villa-Alarcón en México, en 2020, donde comparó las estrategias
participativas vs tradicionales centradas en la disminución de la sobrecarga del cuidador, realizó dos
grupos de 20 personas aplicando escala de Barthel para determinar el grado de dependencia y la escala
de Zarit para medir el nivel de sobrecarga, destacando que la escala de Zarit tiene una especificidad de
80% con sensibilidad de 93% y concluyendo que la educación participativa es de mayor utilidad para
poder disminuir la sobrecarga leve con una p <0.05 y un índice de confianza del 95%, sin embargo se
necesita apoyo especializado para disminuir la sobrecarga intensa. Además, se puede destacar que
cuando se educa a la población para la salud, el resultado es la mejora de condiciones, el progreso y el
pronóstico de las enfermedades (Villa Alarcón et al., 2020).
pág. 6402
METODOLOGÍA

Se realizó un estudio analítico, cuasiexperimental, longitudinal, prolectivo, prospectivo, unicéntrico, y
homodémico con una muestra de tipo no probabilístico a conveniencia del autor, seleccionando 28
cuidadores primarios informales; tomando como criterios de inclusión a cuidadores primarios
informales mayores de 18 años de ambos sexos, que no tuvieran limitaciones auditivas o visuales, sin
enfermedades terminales, sin dependencia a sustancias tóxicas y que estuvieran comprometidos a asistir
a las pláticas educativas programadas. Se excluyó a los cuidadores primarios con antecedentes de
violencia o que no pudieran asistir a las pláticas, se eliminó a los cuidadores primarios que abandonaran
las pláticas educativas, sufrieran la pérdida del paciente dependiente o a quienes dejaran de ser los
cuidadores primarios.

A los adultos mayores se les aplicó la escala de Barthel para evaluar su grado de dependencia y los
datos del nivel de sobrecarga en el que se encontraban los cuidadores primarios informales por medio
de la “Encuesta de Zarit”. Se aplicó un taller de una hora por semana durante cuatro semanas con dos
sesiones vía digital y dos sesiones presenciales de una hora y media, posterior a la intervención
educativa, se realizó nuevamente la “Encuesta de Zarit” para valorar el nivel de sobrecarga de los
cuidadores primarios informales.

Se calcularon conteos y porcentajes para las variables categóricas y se realizaron tablas. Se calculó
mediana y rango intercuartílico para aquellas variables numéricas, así como mínimo y máximo.

Se calcularon intervalos de confianza con 95% de confianza (IC 95%) para las variables de interés. Se
utilizó la prueba de Wilcoxon para comparar los niveles de sobrecarga basales y finales. Y, se
consideraron como significativos valores p < 0.05. El análisis se realizó en el programa IBM SPSS

Stadistics para Windows, versión 26 (IBM Cor., Amonk, N.Y., USA).

RESULTADOS

Se observó que la mediana de edad es 78 (RIC 9), siendo la mínima de 60 y la edad máxima de 95
(Tabla 1), En cuanto a las enfermedades crónicas se observó que los pacientes tienen como mediana 2
(RIC 1), siendo la mínima de 1 y máxima de 4 (Tabla 2). En relación con los pacientes dependientes,
se detectó que el género que tiene más dependencia es el femenino con un porcentaje de 80% (n=24)
contra el género masculino con un 20% (n=6). (Tabla 3).
pág. 6403
El estado civil que predomina en la población dependiente de un cuidador primario es la viudez en el
46% (n=14) (Tabla 3). En cuanto el grado de dependencia que tienen los adultos mayores de este
estudio, se encontró un mayor porcentaje en el grado severo con 30 % (n=9) (Tabla 3).

Con respecto a los resultados de los cuidadores primarios informales, se detectó que generalmente son
las hijas quienes se dedican al cuidado de los padres con un 63.3% (n=19). Además, se observó que
mayormente se vuelven cuidadores primarios son las mujeres con un 76.6% (n=23). El estado civil de
los cuidadores primarios fue en su mayoría soltero con 56.6% (n=17). (Tabla 3)

Para el estudio sobre el número de hijo que es el cuidador primario para el paciente dependiente, se
refiere con NA a hijos únicos o cuidadores que son nietos o hermanos, en donde se detectó que es más
común que se vuelve cuidador primario el hijo menor con 43% (n=13); con un grado de estudios en su
mayoría bachillerato con 10 cuidadores (n= 33.3%), encontrándose en una situación laboral una
población comúnmente empleada con 16 cuidadores (n= 53.3%) (Tabla 4).

Se encontró que el número de hijos que tuvieron los adultos mayores se obtuvo una mediana de 5, con
un rango mínimo de 0 tomando en cuenta que algunos adultos mayores no tuvieron hijos siendo sus
cuidadores primarios son hermanos, y un rango máximo de 12 hijos (Tabla 5).

Se detectó que la mediana en la edad de los cuidadores primarios informales, es de 50 años, (RIC14),
siendo la mínima de 28 años y máximo de edad 65 años (Tabla 6).

En cuanto a los años que el familiar tiene como cuidador primario se encontró una mediana de 7 (RIC
6), siendo la mínima de 30 años y máxima de 30 años (Tabla 7).

En cuanto a los resultados de la sobrecarga posterior a la intervención educativa, entendemos como
rangos negativos a la disminución de puntaje y por consiguiente el grado de sobrecarga según la escala
de Zarith, teniendo así que disminuyo en 29 de los 30 cuidadores mediante la prueba de Wilcoxon con
una p <0.05 (p.000) con valor Z -5.014. Detectando asi que existe una diferencia significativa en la
sobrecarga del cuidador primario antes y después de la intervención educativa (Tabla 9).

DISCUSIÓN

Cuevas-Cansino en México en 2019, en su estudio “Efecto de la psicoeducación en el afrontamiento y
adaptación al rol de cuidador familiar del adulto mayor” realizó una intervención por parte del personal
de enfermería con los cuidadores primarios y en donde obtuvieron resultados favorables con una p
pág. 6404
<0.001. Comparando con este estudio, se demostró que una intervención educativa en los cuidadores
primarios informales mejora la adaptación de dicho rol y disminuye la sobrecarga con una p <0.05
(p.000) (22).

Carrillo G, en Colombia en 2020, en su estudio “Efecto de una intervención educativa para cuidadores
familiares de personas con cáncer en cirugía” en donde realizó una intervención educativa en 290
cuidadores primarios informales de adultos con cáncer posterior a cirugías oncológicas, para poder
fortalecer el cuidado y disminuir la sobrecarga, usando un grupo control de 145 personas y un grupo de
intervención con 145 personas detectando que hubo un impacto positivo y significativo estadísticamente
encontrando previo a la intervención una sobrecarga severa de 9%, sobrecarga leve 9% y sin sobrecarga
del 82%, posterior a la intervención disminuyó a sobrecarga severa 0%, sobrecarga leve 3.4% y sin
sobrecarga el 96.6% de los pacientes. Comparando con los resultados del presente estudio, también
existió una disminución de la sobrecarga en el 76.6% de la población paso de tener sobrecarga severa a
ligera, y el 23.3% paso de sobrecarga ligera a ausencia de sobrecarga (18).

Chávez de la Luz, en 2023, en su estudio “Importancia de las intervenciones educativas y gerontológicas
en cuidadores primarios de pacientes geriátricos en donde realizó un estudio con 36 cuidadores
primarios realizando una intervención educativa, el 79.2% presentó sobrecarga y el 64.8% reportó una
disminución de esta, también se realizó el perfil del cuidador primario, donde detectó que el 97.4% son
hijos, el 93.6% son del sexo femenino. Comparando con este estudio existió también una mejoría en el
100% de los cuidadores primarios, un 76.6% de severa a ligera y el 23.3%, y comparando también el
perfil del cuidador de este estudio detectando que el 63.3% siendo hijos, el 76.6% es mujer, y el 53%
labora; agregando también que el 33% tiene escolaridad bachillerato (20).

Villa-Alarcón en México, en 2020, en su estudio “Comparación de estrategias educativas centradas en
la sobrecarga del cuidador primario” en donde realizó una intervención en 40 personas, en dos grupos,
en donde, existió sobrecarga leve al inicio de la intervención en 80% (n=16) del grupo correspondiente
a cuidadores con estrategia participativa y 75% (n=15) del grupo B correspondiente a cuidadores con
estrategia tradicional; después de la intervención, el grupo A reporto 55% (n=11) y el grupo B, 60%
(n=12) de participantes con sobrecarga leve (p<0.05).
pág. 6405
Comparándolo con éste estudio, existió de la misma manera, una disminución en la sobrecarga de los
cuidadores primarios con una p <0.05 (p.000) (21).

Guijarro-Requena, en España. En 2021, en su estudio “Mejora de la calidad de vida en cuidadores
informales de personas dependientes mediante talleres educacionales”, en donde realizó una
intervención formativa con el fin de disminuir la incapacidad que causa el cuidado, detecto que el 91.9%
eran mujeres, la edad media fue de 53.8 años. En contraste con este estudio, en el que se observó que
el 76.6% son mujeres y la edad media fue de 65 años, siendo mismos adultos mayores quienes cuidan
a otros adultos mayores, sin embargo existe una igual entre ambos estudios, en cuanto a detectar que
los hijos son quienes cuidan en mayor proporción con el 65.4% según Guijarro-Requema y en este
estudio con un 83.3%, Con respecto al estado civil, el 88% estaban casados, al contrario de este estudio,
donde se detectó que el 56% se encuentran solteros (19).

Escobedo-Martinez, en México, en 2020, encontró que el 76% de los cuidadores son mujeres, el grado
de escolaridad predominó con un 28% la educación técnica superior, la ocupación era de fue de
empleado con un 36%; 56% de los participantes son casados, el 24% tenían un parentesco de hijos, un
promedio de 2.04 años (DE= .93) de cuidado al adulto mayor, con un promedio de cuidado diario de
11.2 horas (DE= 6.75).

En comparación a este estudio, el 76% es mujer, la escolaridad es bachillerato en un 33%, la ocupación
es de empleados en un 53.3%, un 56.6% es casado, el parentesco que predomina es de igual forma
hijo/a, el promedio de tiempo de cuidado al dependiente es de 7 horas, siendo mayor el tiempo, lo que
probablemente ha condicionado a mayor grado de sobrecarga (2).

Tabla 1

Estadígrafo de edad

Mediana
78
RIC
9
Minimo
60
Maximo
95
Fuente: “Nivel de sobrecarga en el cuidador primario informal de adultos mayores previo posterior a una intervención
educativa en la UMF 2.
pág. 6406
Tabla 2

Número de enfermedades crónicas de los adultos mayores

Mediana
2
RIC
1.75
Mínimo
1
Máximo
4
Fuente. “Nivel de sobrecarga en el cuidador primario informal de adultos mayores previo posterior a una intervención
educativa en la UMF 2.

Tabla 3

De Frecuencias Sociodemográficas

n (%)

Sexo de pacientes dependientes

Femenino
24 (80%)
Masculino
6 (20%)
Estado civil de pacientes dependientes

Soltero
4 (13.3%)
Casado
12 (40%)
Union libre
0 (0%)
Viudez
14 (46.7%)
Grado de dependencia del adulto mayor según escala de bathel

Severa
9 (30%)
Grave
8 (26.6%)
Moderada
6 (20%)
Total
5 (16.6%)
Ligera
2 (6.6%)
Fuente: “Nivel de sobrecarga en el cuidador primario informal de adultos mayores previo posterior a una intervención
educativa en la UMF 2.
pág. 6407
Tabla 4

Caracteristicas sociodemograficas del cuidador primario

Parentesco del cuidador primario con el adulto mayoR

Hija
19 (63.3%)
Hijo
6 (20%)
Hermana
2 (6.6%)
Sobrina
2 (6.6%)
Nieto
1 (3.3%)
Sexo del cuidador primario

Femenino
23 (76.6%)
Masculino
7 (23.3%)
Estado civil de pacientes dependientes

Soltero
17 (56.6%)
Divorciado
7 (23.3%)
Casado
6 (20%)
Numero de hiijo que es en la familia

Último
13 (43%)
En medio
6 (20%)
Primero
4 (13.3%)
Na
7 (23.3%)
Grado de estudios del cuidador primario

Bachillerato
10 (33.3%)
Tecnico
7 (23.3%)
Licenciatura
6 (20%)
Secundaria
5 (16.6%)
Posgrado
2 (6.6%)
Empleo del cuidador primario

Trabaja
16 (53.3%)
Emprende
9 (30%)
Jubilado
4 (13.3%)
Hogar
1 (3.3%)
Fuente: “Nivel de sobrecarga en el cuidador primario informal de adultos mayores previo posterior a una intervención
educativa en la UMF 2.
pág. 6408
Tabla 5

Numero de hijos de adultos mayores

Mediana
5
RIC
3
Minimo
0
Maximo
12
Fuente: “Nivel de sobrecarga en el cuidador primario informal de adultos mayores previo posterior a una intervención
educativa en la UMF 2.

Tabla 6

Fuente: “Nivel de sobrecarga en el cuidador primario informal de adultos mayores previo posterior a una intervención
educativa en la UMF 2.

Tabla 7

Fuente: “Nivel de sobrecarga en el cuidador primario informal de adultos mayores previo posterior a una intervención
educativa en la UMF 2.

Tabla 8

Evaluación de la sobrecarga previo y posterior a una intevención educativa

Previo
MEDIANA 66.57
WILCOXON

Z = - 5.014

p: 0.000

Posterior
MEDIANA 47.63
Rangos negativos
29
Rangos positivos
0
Empate
1
Fuente: “Nivel de sobrecarga en el cuidador primario informal de adultos mayores previo posterior a una intervención
educativa en la UMF 2.

Edad de los cuidadores primarios

Mediana
50
RIC
14
Minimo
28
Maximo
65
Tiempo siendo cuidador

Mediana
7
RIC
6
Minimo
2
Maximo
30
pág. 6409
CONCLUSIONES

De acuerdo con los resultados obtenidos en el trabajo “Nivel de sobrecarga en el cuidador primario
informal de adultos mayores previo posterior a una intervención educativa en la UMF 2.” Se concluye
de esta manera que la intervención educativa tiene efecto sobre la sobrecarga en el cuidador primario
informal de adultos mayores.

A pesar de la existencia en otros países de estudios sobre la mejora de la sobrecarga en el cuidador
primario informal con intervenciones educativas, en México, no se le ha dado la importancia que
debiera, empezando porque no se identifica como un problema, probablemente por los usos y costumbre
de nuestro país, sin embargo, en este estudio se comprueba la necesidad de apoyo que tienen.

Finalmente, los médicos de primer nivel son los que generalmente pueden identificar al cuidador
primario, y es así que deberían iniciar un manejo en conjunto con ellos, enviándolos a los servicios
correspondientes y generar redes de apoyo, ya que, un cuidador cansado, es también un cuidador que
no podrá desempañar de manera correcta las actividades, pudiendo afectar en lugar de ayudar.

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