LA FAMILIA COMO FACTOR POSITIVO
EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA-
APRENDIZAJE EN LOS ALUMNOS DE
CONALEP EXTENSIÓN RÍO HONDO

THE FAMILY AS A POSITIVE FACTOR IN THE

TEACHING-LEARNING PROCESS OF CONALEP

RÍO HONDO EXTENSION STUDENTS

Jairo Miguel Sanchez Gonzalez

Universidad Vizcaya de las Americas campus Chetumal, México
pág. 12497
DOI:
https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i4.20067
La Familia como Factor Positivo en el Proceso de Enseñanza-Aprendizaje
en los Alumnos de CONALEP Extensión Río Hondo

Jairo Miguel Sanchez Gonzalez
1
sanchezgonzalezjairomiguel@gmail.com

https://orcid.org/0009-0004-8222-6288

Universidad Vizcaya de las Americas campus Chetumal

México

RESUMEN

La educación es un concepto complicado, cambiante y con muchas variables que pueden interferir
positiva o negativamente, como podría ser problemas cognitivos, motivación, estrategias, la edad, la
familia, su contexto. Por lo tanto, este artículo expone cómo influye de manera positiva la participación
de la familia en el proceso enseñanza-aprendizaje en los estudiantes de media superior, mediante una
encuesta compuesta por 15 preguntas de opción múltiple, en donde se explora el rendimiento académico
y la relación de la familia del alumno, por lo tanto, la metodología es mixta. Para este nivel y esta edad
los padres de familia tienden a darles más margen para volverse independientes, que no está del todo
mal, el problema radica cuando les dan toda la libertad, existe desinterés por parte de los padres, pues
en este punto algunos alumnos comienzan a descuidar su rendimiento académico o en el peor de los
casos a la deserción escolar. Como es el caso en estos estudiantes donde los resultados muestran que la
familia sí influyen en su tránsito escolar.

Palabras clave: rendimiento escolar, proceso enseñanza-aprendizaje, relación intrafamiliar,
autoeficacia

1 Autor principal

Correspondencia:
sanchezgonzalezjairomiguel@gmail.com
pág. 12498
The Family as a Positive Factor in the Teaching-Learning Process of
CONALEP Río Hondo Extension Students

ABSTRACT

Education is a complex and ever
-changing concept, influenced by numerous variables that can either
positively or negatively impact it such as cognitive challenges, motivation, strategies, age, family, and

contextual factors. Therefore, this article present
s how family involvement positively influences the
teaching
-learning process of upper secondary school students, based on a survey composed of 15
multiple
-choice questions. The survey explores students' academic performance and their family
relationships,
making the methodology a mixed-methods approach. At this educational level and age,
parents tend to give their children more room to become independent, which is not inherently

problematic. The issue arises when they grant full freedom without supervisión this can lead to parental

disengagement. At this
stage, some students begin to neglect their academic performance, or in worse
cases, drop out of school altogether. Such is the case with the students in this study, where the results

indicate that family in
volvement does play a role in their educational path, such as assisting them with
their schoolwork.

Keywords
: academic performance, teaching-learning process, intra-family relationships, self-efficacy
Artículo recibido 04 Agosto 2025

Aceptado
para publicación: 29 Agosto 2025
pág. 12499
INTRODUCCIÓN

Esta investigación se inició porque muchas veces se ignoran algunos factores que pueden influir en el
rendimiento académico del alumnado, como es el caso de la participación de la familia en el proceso, y
es que muchas veces desvían su atención hacia otros intereses y descuidan la educación de sus hijos,
ignorando el hecho de cómo les puede afectar o en el caso contrario beneficiar. En el presente
documento se habla sobre la familia como factor positivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje en
los alumnos de CONALEP extensión Río Hondo.

La familia es fundamental en la vida educativa del estudiante porque puede influir en su motivación,
rendimiento escolar, bienestar emocional y preparación para el futuro. Por eso, es importante que los
padre y tutores se involucren activamente en la educación de sus hijos y trabajen en colaboración con
los educadores para garantizar el éxito académico y personal del estudiante. Según Jurado y Yarpaz,
(2021), la familia es importante porque es el primer contexto de aprendizaje que tiene un niño y la
manera en que se involucre la familia en la vida del infante, es el reflejo del compromiso que tendrá en
infante en otros ámbitos, en este caso el escolar.

Desde tiempos inmemoriales, la familia ha sido el primer y más influyente entorno de aprendizaje para
los niños, proporcionando los cimientos sobre los cuales se construye su educación formal. Sin
embargo, su papel va más allá de simplemente enviar a los niños a la escuela; implica una colaboración
activa entre padres, madres, tutores y la comunidad educativa en su conjunto.

Cuando la familia se involucra en la educación de sus hijos, se crea un ambiente de apoyo que fomenta
el éxito académico, emocional y social. Este compromiso se manifiesta de diversas formas, como
participar en actividades escolares y asistir a reuniones. De igual manera Martínez, et al. (2020)
comentan que:

Los alumnos que se desarrollan en un clima familiar favorable tienden a lograr más
fácilmente éxito escolar, ya que tienen ventajas, por ejemplo, que se les ayude en la
realización de las tareas escolares, se está al pendiente de su comportamiento y se les
orienta en sus acciones. (p.4).

El conocer la afectación que causa la familia en el proceso educativo es esencial para que se comprenda
mejor la educación de los niños y jóvenes.
pág. 12500
Abordar esta temática puede contribuir a identificar de qué manera las familias se pueden involucrar
dentro del proceso enseñanza-aprendizaje, orientar políticas educativas y mejorar un desarrollo integral
de los estudiantes, todo esto para un mejor rendimiento académico.

Según Paulette (2019), la participación de la familia da resultados positivos a los estudiantes sin
importar la edad, aunque esta participación va disminuyendo a medida que el estudiante avanza de nivel
educativo, sin embargo, no darles esta atención necesaria en los siguientes niveles puede hacer que el
estudiante se desvíe y no continúe los estudios.

Las expectativas y el apoyo emocional de los padres pueden influir en el rendimiento académico del
estudiante. La participación de la familia es un factor importante en el éxito académico del estudiante,
también los alumnos cuyos padres están más involucrados tienden a asistir más a clases, además que
los alumnos que cuentan con la participación activa de sus padres les ayuda a fortalecer la confianza y
autoestima en sí mismos, que esto los ayuda a un mayor compromiso en el aprendizaje y mejores
resultados en ámbito académico y social. Sin embargo, esta falta de participación puede tener
consecuencias que se ven reflejadas en el alumno, ya que puede provocar el poco interés del alumno en
la escuela, el bajo rendimiento académico e incluso llegar al abandono escolar. La familia tiene un papel
importante aquí ya que depende mucho para el rendimiento del alumno. Durante el nivel educativo
media superior se les suele dar más independencia a los alumnos, aunque no esté del todo mal hay que
ayudar a los estudiantes a que cumplan sus metas y objetivos, no importa la edad del estudiante habrá
una mejora. Durante el proceso educativo puede existir una participación insuficiente de parte de la
familia, y no haciendo referencia a la parte de los eventos, si no, en las actividades del aprendizaje del
alumno. La participación de la familia es importante ya que ayuda al alumno a su participación activa
y a generar interés al ver que su familia se preocupa por su educación ayudando en el rendimiento del
alumno. El mejor indicador del éxito de un estudiante es la medida en la que las familias están
involucradas en su educación. Al sentir el apoyo de sus padres, los alumnos se sienten más motivados
y desarrollan un amor por el aprendizaje.

De acuerdo con Cruz (2023) “la participación de los padres de familia en las actividades escolares de
sus hijos es de suma importancia debido a que existe un incremento de la motivación, logros
académicos, asistencia, adaptabilidad social y conducta positiva en el aula” (p.1)
pág. 12501
Durante el nivel escolar el cual se habla, es muy común que la familia descuide más a los estudiantes,
pero este es el error que cometen ya que confunden esta parte de darles más responsabilidades y
descuidarlos directamente.

Autores mencionan que en la actualidad existen diferentes tipos de familias y sin importar esto las
escuelas y docentes deben trabajar en conjunto para beneficio de los estudiantes, de esta manera el
estudiante tendrá un mejor desempeño por el trabajo en conjunto. En nuestra sociedad se puede
encontrar diferentes tipos de familias, como puede ser la familia nuclear, la familia monoparental, la
familia extensa, la familia reconstituida, la familia compuesta, la familia homoparental y la familia
unipersonal. Sin importar el tipo de familia son igual de importantes en el desarrollo del estudiante:

Las familias han de cumplir una función de apoyo y de seguridad. Aun cuando no hay
relación de consanguinidad o incluso convivencia, lo importante es que el núcleo familiar
sirva para que todo individuo tenga una estructura que le ayude a integrarse en la
comunidad (Martínez, 2022,párr.42).

Según Rodríguez y Guzmán (2019), uno de los primeros estudios en reconocer los efectos de la familia
sobre el rendimiento académico fue realizado por James Coleman. En esa publicación llegaron a la
conclusión que el factor que más influye con el rendimiento de los estudiantes era la composición social
del alumnado, sus antecedentes y entorno familiar. Muchas veces creen que las familias en niveles de
estudio como media superior deben solo apoyar económicamente a los estudiantes, pero ayudarían más
si se involucraran en su educación, como participando en actividades escolares y no solo cuando es
entrega de calificaciones, que si bien todo eso, ya se hace en línea, es decir, que desde donde se
encuentren pueden tener ese acceso a la información, lo que ha hecho que los padres ya no se paren en
las escuelas e incluso la comunicación se haya hecho por medio de los grupos de WhatsApp o mensajes
directos, esto ha causado un alejamiento de la familia.

Ahora bien, pregúntense ¿cómo los percibe la familia?, si dentro de la familia existen comentarios
negativos o pocas expectativas sobre el estudiante, él o ella se lo va a tomar enserio y caerá en una
desmotivación, pero por lo contrario si existen comentarios positivos y altas expectativas el estudiante
va a creer en eso, y se sentirá más motiva para el proceso de enseñanza aprendizaje.

Para Criollo, et. al. (2016):
pág. 12502
La autoeficacia puede ser entendida como un sistema de creencias construidas por el sujeto
a partir de sus experiencias personales, que condicionan y predicen la organización y
ejecución de respuestas motivacionales, cognitivas y afectivas vinculadas con la capacidad
de desempeño de determinadas acciones humanas. (p. 2).

La autoeficacia tiene un peso importante en la educación de los estudiantes, ya que
favorece el rendimiento escolar, la motivación y su desempeño durante este trayecto
escolar, sin embargo, no todos cuentan con la habilidad de auto motivarse, es por eso que,
su círculo social inmediato, en este caso la familia, debe apoyar al estudiante para mejorar
su desempeño del individuo al completar un objetivo, que en este caso se habla sobre
proceso de enseñanza aprendizaje.

En la revista UNIR (2020) comenta que en la educación una teoría importante es la Zona de Desarrollo
Próximo de Vygotsky que habla sobre el papel que juegan las relaciones sociales en el desarrollo de
habilidades. Estas interacciones son una fuente de estimulación cognitiva. En la teoría explica cómo es
que esas personas cercanas al estudiante tanto física como afectivamente, son los que los motiva a seguir
adquiriendo nuevos aprendizajes y se convierte en una relación con característica transferencial, a
medida que incita el desarrollo cognitivo por medio de del traspaso de conocimientos, habilidades y
actitudes.

METODOLOGÍA

La presente investigación es del tipo mixta, ya que hace uso de los elementos cuantitativos y
cualitativos. El enfoque cualitativo permitió tener una interpretación más profunda de los resultados
obtenidos y su relación con el contexto familiar de los estudiantes. Mientras que el enfoque cualitativo
se utilizó principalmente para analizar y recolectar datos estadísticos mediante una encuesta.

El enfoque es descriptivo, ya que se pretende observar y detallar cómo se manifiesta la participación
familiar en el proceso de enseñanza-aprendizaje en estudiantes de nivel medio superior, sin intervenir
directamente en las condiciones del entorno. A través de esta investigación se busca comprender la
relación entre el rendimiento académico de los alumnos y el nivel de involucramiento de sus familias,
permitiendo así identificar patrones o tendencias significativas.
pág. 12503
La población que se tomó como base para este estudio estuvo conformada por alumnos del tercer
semestre de la carrera de Hospitalidad Turística del CONALEP Extensión Río Hondo, ubicado en el
poblado de Álvaro Obregón. En total, participaron 20 estudiantes, quienes respondieron de forma
voluntaria a la encuesta, la cual fue enviada durante el periodo vacacional con el fin de asegurar una
mayor tasa de respuesta.

La encuesta es una herramienta muy útil en la investigación social y en diversas áreas de estudio. A
través de ella se permite recolectar datos de manera sistemática de una muestra representativa de una
población determinada. Esta técnica es clave para conocer las opiniones, actitudes y comportamientos
de los individuos, lo que ayuda a los investigadores a obtener una visión más clara y precisa de la
realidad.

Para la recolección de datos se hizo uso de ella como instrumento en línea, elaborada mediante un
formulario digital, compuesta por 15 preguntas cerradas de opción múltiple. Algunas de las preguntas
que se abordaron fue sobre el rendimiento escolar del alumno, el apoyo económico en el hogar, la
relación familiar y el grado de participación de la familia en sus actividades escolares, entre otros. La
elección de este instrumento respondió a la necesidad de obtener datos claros, organizados y fácilmente
comparables, permitiendo al mismo tiempo que los estudiantes respondieran en un entorno cómodo y
sin presión.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los resultados de la encuesta aplicada a los estudiantes de tercer semestre de la carrera de Turismo del
CONALEP Plantel Río Hondo, en Álvaro Obregón Nuevo, permiten detectar factores clave que
influyen en su rendimiento académico y en la relación familiar que mantienen estos estudiantes. La
encuesta, compuesta principalmente por preguntas cerradas, permitió obtener datos cuantificables que
fueron posteriormente analizados con el objetivo de sustentar y justificar las conclusiones obtenidas en
este estudio.

Uno de los hallazgos más significativos es que la gran mayoría de los estudiantes reportan mantener
una relación familiar positiva y estable. Esta característica constituye un elemento favorable para su
desarrollo y trayectoria escolar. La ausencia de reportes sobre relaciones familiares conflictivas o
negativas sugiere que el entorno familiar de estos jóvenes es emocionalmente saludable, lo que facilita
pág. 12504
la comunicación abierta y el acompañamiento constante en el ámbito educativo. En este sentido, Meza-
Rodríguez y Trimiño-Quiala (2020) afirman que “la participación familiar en la educación escolar en
México constituye un elemento fundamental para el desarrollo académico del estudiante, ya que su falta
puede limitar significativamente la motivación, el rendimiento y la adaptación social en el aula” (p.
123). Esta afirmación respalda la importancia de un ambiente familiar armónico, en donde el apoyo
emocional y el involucramiento activo de los padres o tutores tienen un papel crucial.

Un entorno familiar positivo, caracterizado por un apoyo constante, involucramiento activo en las
actividades escolares y una comunicación abierta entre padres e hijos, tiene efectos claros y
comprobados en la mejora del rendimiento académico, particularmente en el nivel medio superior.
Además, la implicación de los padres en acciones concretas, como supervisar las tareas o asistir a
eventos escolares, se asocia con una mayor motivación por parte del alumno, una asistencia regular a
clases y conductas responsables dentro del aula. Esto se alinea con estudios previos que destacan la
relación directa entre el apoyo familiar y el éxito escolar, subrayando la necesidad de fortalecer estos
lazos para promover mejores resultados educativos.

Respecto al rendimiento académico, el 76.2% de los alumnos se calificó a sí mismo dentro de un nivel
“medio”, mientras que un 23.8% se ubicó en un nivel “alto”. No se registraron percepciones de
rendimiento “bajo”, un dato que resulta relevante y alentador. Este resultado indica que, aunque no
todos los estudiantes sobresalen académicamente, ninguno se percibe en una situación crítica o
alarmante dentro de su desempeño escolar. Este panorama apunta a una autoeficacia académica estable,
es decir, los estudiantes confían en sus capacidades para enfrentar sus retos académicos de forma
adecuada. Este dato es respaldado por estudios realizados en México, como el de Ornelas, et. al. (2012),
quienes encontraron que “las alumnas de primer ingreso con mayor autoeficacia percibida presentan
mejor conducta académica, mayor deseo y probabilidad de éxito” (p. 45).

La autoeficacia académica, entendida como la confianza que tienen los estudiantes en su capacidad
para organizar sus actividades, mantener la motivación y aplicar estrategias metacognitivas de
aprendizaje, es un factor que influye positivamente en el rendimiento. Cuando un alumno cree en sus
habilidades, su desempeño tiende a ser significativamente superior. Los resultados obtenidos reflejan
que la mayoría de los estudiantes se encuentran en un nivel promedio de autoeficacia, una condición
pág. 12505
común en muchos grupos escolares, mientras que un porcentaje relevante se sitúa en un nivel superior.
Esto apoya la idea de que la autoeficacia no solo anticipa el rendimiento académico, sino que también
funciona como un motor interno que impulsa a los estudiantes a perseverar en sus esfuerzos incluso
ante dificultades. En términos prácticos, esto significa que cuando los jóvenes se sienten seguros de sí
mismos, es más probable que desarrollen hábitos de estudio efectivos y enfrenten con resiliencia los
desafíos escolares.

Por otra parte, la teoría de la autoeficacia académica explica que los estudiantes que perciben un fuerte
apoyo por parte de su entorno desarrollan una creencia firme en sus capacidades. Esta creencia se
traduce en una mejor organización personal, un uso más eficiente de las estrategias de estudio y una
mayor persistencia frente a las dificultades escolares. Diversos estudios han documentado la existencia
de una correlación significativa entre la autoeficacia, el apoyo social académico, el bienestar escolar y
el rendimiento académico. Esta interrelación subraya la importancia de considerar factores emocionales
y sociales dentro del proceso educativo.

Una de las preguntas con mayor relevancia fue: “¿Cómo te sientes con el apoyo de tu familia referente
a tus estudios?” Los resultados muestran que el 95.3% de los estudiantes perciben un apoyo familiar
positivo, ya sea en niveles altos o moderados. Solo un pequeño porcentaje manifestó una percepción
baja del apoyo familiar. Esta percepción coincide con el buen rendimiento escolar reportado por la
mayoría de los estudiantes, pues el interés y respaldo de los padres suelen ser un pilar fundamental en
el desarrollo educativo de los jóvenes. Castillo (2023) destaca que “cuando la familia está implicada
desde educación inicial tiene un impacto significativo en el proceso de enseñanza aprendizaje lo que
influye en el desempeño; mejora la calidad de las relaciones interpersonales; y tiene una influencia
positiva en el desarrollo socioemocional”(párr. 3), lo cual reafirma la importancia del ambiente familiar
en el éxito académico.

Respecto a la participación familiar en el ámbito escolar, el 38.1% de los estudiantes prefirió que sus
familias se involucren más en actividades culturales y en la entrega de calificaciones. Estas respuestas
reflejan una valoración equilibrada de la participación familiar, que no solo debe limitarse a lo
académico sino también incluir eventos extracurriculares que fortalecen el sentido de pertenencia y la
motivación del alumno.
pág. 12506
Un estudio con muestra nacional realizado en bachilleratos mexicanos por Pizarro et. al. (2013) señala
que “en el ambito escolar, la familia y en la forma que este acute en función de la formación de los
niños tiene diversos impactos, uno de ellos es el aprendizaje”(p. 5). Este hallazgo es importante porque
resalta cómo la participación familiar trasciende lo estrictamente escolar y contribuye a la formación
integral del estudiante.

En contraste, el 9.5% de los estudiantes manifestó preferir que sus familias tengan un interés constante
en su desempeño escolar, mientras que otro 9.5% prefirió recibir asistencia específica en sus tareas.
Aunque estos porcentajes son menores, no pueden ser ignorados, pues reflejan la necesidad de promover
una participación familiar más activa y sostenida en el tiempo, y no solo limitada a eventos puntuales.
De acuerdo con Valdés y Urías (2010), “La participación de los padres y madres de familia en la
educación de sus hijos se asocia a una actitud y conducta positiva hacia la escuela, mayores logros en
lectura, tareas de mejor calidad y mejor rendimiento académico en general. (párr. 25).

En cuanto a la asistencia en tareas escolares, el 47.6% indicó recibir ayuda de manera poco frecuente,
el 23.8% con mayor regularidad, y un 28.6% mencionó no recibir ningún tipo de asistencia en esta área.
Si bien la mayoría de los estudiantes cuentan con algún nivel de acompañamiento familiar, este dato es
significativo, ya que en el nivel medio superior no es común encontrar niveles altos de involucramiento
familiar en las actividades diarias del estudiante. Esto puede deberse a diversos factores, entre ellos las
obligaciones laborales de los padres o la falta de conocimiento sobre cómo apoyar en tareas específicas.

En conjunto, los datos obtenidos demuestran que una buena relación familiar tiene un impacto positivo
en la percepción que los estudiantes tienen sobre su propio rendimiento académico. La presencia, el
interés y la participación familiar, aunque variables en su frecuencia, se destacan como factores
protectores y potenciadores del éxito escolar. El apoyo emocional de la familia se convierte en un factor
crucial para el desarrollo integral del estudiante. Cuando los padres y familiares se involucran
activamente en el proceso educativo, no solo contribuyen a mejores resultados académicos, sino que
también favorecen un desarrollo más completo en términos de habilidades sociales, emocionales y
cognitivas. Medina (2023) afirma que “la implicación familiar activa fortalece el bienestar emocional
del estudiante y su rendimiento académico, creando un ambiente propicio para el aprendizaje” (p. 34).
pág. 12507
De esta manera, se abre una perspectiva importante para diseñar intervenciones educativas que
promuevan la participación familiar no solo en aspectos académicos, sino también culturales y
emocionales, con el fin de fortalecer una educación integral que atienda las diversas necesidades de los
estudiantes.

En cuanto a los desafíos personales que afectan a los estudiantes en casa, una pregunta clave fue:
“¿Enfrentas algún desafío en casa que afecte tus estudios?” La respuesta más significativa fue la
presencia de problemas económicos, señalados por el 38.1% de los estudiantes como el principal
obstáculo. Esta cifra refleja una realidad común para muchas familias mexicanas, en la cual las
condiciones de precariedad económica dificultan el acceso a recursos básicos indispensables para el
desarrollo académico, como material escolar adecuado, conexión a internet para actividades en línea o
una alimentación balanceada.

La condición de pobreza tiene un impacto directo en la salud y nutrición de los estudiantes, lo que se
traduce en desventajas en términos de aprendizaje y progreso escolar. Además, muchos hogares en
situación económica vulnerable se ven en la necesidad de enviar a sus hijos a trabajar para
complementar los ingresos familiares, lo cual implica que los estudiantes dispongan de menos tiempo
para dedicar a sus actividades escolares. Campos y Urbina (2022) señalan que “las condiciones de
pobreza afectan negativamente la capacidad de los estudiantes para aprovechar las oportunidades
educativas, creando barreras adicionales que requieren atención integral” (p. 110).

En un segundo nivel de frecuencia, se encuentran tres categorías de desafíos con igual porcentaje (19%):
mala relación con los padres, problemas familiares privados y obligaciones laborales. Aunque cada una
de estas situaciones es distinta, todas comparten la característica de representar una carga emocional o
de tiempo que interfiere negativamente en la vida escolar de los estudiantes. Hernández y Monroy
(2024) explican que “las relaciones conflictivas con los padres afectan la estabilidad emocional de los
adolescentes, lo que puede traducirse en bajo rendimiento, ausentismo o falta de motivación en la
escuela” (p. 56). Estos hallazgos enfatizan la necesidad de un abordaje multidimensional para apoyar a
los estudiantes, que incluya el acompañamiento psicológico y social.

Los resultados de esta encuesta también permiten analizar cómo los estudiantes perciben las
expectativas que sus familias tienen respecto a su futuro académico.
pág. 12508
De los 21 participantes, el 66.7% afirmó que sus familias mantienen “buenas” expectativas sobre su
trayectoria escolar. Un 28.6% consideró que dichas expectativas son “muy buenas”, mientras que solo
un pequeño grupo, el 4.7%, percibió que las expectativas familiares eran “muy malas”. Esto refleja que
la mayoría de los estudiantes sienten que sus familias confían en sus capacidades y en su potencial
educativo.

Esta percepción de expectativas familiares altas ha sido identificada por diversos estudios como un
factor decisivo en la formación académica de los jóvenes. Ramírez y Ballesteros (2022) mencionan que
“los jóvenes describen cómo viven el apoyo familiar en el desarrollo de sus actividades escolares,
enfatizando aquellas experiencias que han sido significativas para su motivación y éxito académico” (p.
16). Este respaldo emocional y la creencia en el potencial del estudiante juegan un papel importante en
el impulso hacia la superación personal y educativa.

Finalmente, este estudio subraya la pertinencia de fortalecer la relación familia-escuela en el nivel
medio superior, un nivel educativo en el que a menudo se asume que el acompañamiento familiar
disminuye. En el caso analizado, se evidencia que el interés familiar sigue siendo valorado por los
estudiantes, lo que ofrece una base sólida para diseñar y promover políticas y programas educativos con
un enfoque comunitario, que fomenten el sentido de pertenencia y el apoyo emocional como elementos
clave para el éxito académico.

CONCLUSIONES

La información recabada a través de esta investigación permite afirmar que la participación familiar
sigue siendo un pilar en el desarrollo educativo de los jóvenes, incluso en niveles como el medio
superior, donde comúnmente se asume que los estudiantes deben adquirir mayor autonomía. No
obstante, los datos obtenidos muestran que esa independencia no debería ir acompañada del alejamiento
familiar, sino de una transformación en la manera de acompañar al estudiante.

Los resultados de las encuestas aplicadas en el CONALEP extensión Río Hondo revelan que los
estudiantes valoran profundamente el interés y la cercanía de sus familias en aspectos escolares,
particularmente en actividades como la entrega de calificaciones o los eventos culturales. Aunque no
todos reciben ayuda constante en sus tareas, la mayoría mantiene una buena relación con sus familias,
lo cual se refleja en un rendimiento académico aceptable y, en muchos casos, alto.
pág. 12509
Este tipo de apoyo emocional, aunque no siempre visible, tiene una función clave en la motivación y
seguridad del estudiante.

El sustento teórico permite comprender de manera más profunda los resultados obtenidos. Uno de los
pilares más importantes para interpretar el papel del entorno familiar y escolar en el rendimiento
académico es el concepto de Zona de Desarrollo Próximo, desarrollado por Lev Vygotsky. Según esta
perspectiva, el aprendizaje no ocurre únicamente por la capacidad individual del estudiante, sino en
gran medida por la calidad de las interacciones sociales que tiene con otros, especialmente con aquellos
que pueden ofrecerle apoyo, guía y herramientas para resolver tareas que aún no puede realizar de
manera autónoma.

Como lo argumentan Venet y Correa (2014), la Zona de Desarrollo Próximo no solo explica cómo
ocurre el aprendizaje, sino que también orienta la práctica docente al mostrar cuándo intervenir y cómo
hacerlo para que el estudiante avance desde lo que ya puede hacer hacia lo que está en posibilidad de
lograr.

A pesar de que existe una tendencia cultural a disminuir la participación familiar en la medida en que
los estudiantes crecen, esta investigación demuestra que tal distanciamiento puede ser perjudicial. De
hecho, cuando los jóvenes no sienten respaldo en casa, suelen presentar signos de desmotivación o falta
de compromiso escolar. En cambio, quienes se sienten acompañados, aunque sea de forma indirecta,
suelen involucrarse más con su aprendizaje y mantener un mejor desempeño académico.

Este estudio también deja claro que la escuela no puede sustituir completamente el papel de la familia.
Aunque los docentes cumplen una función fundamental en la enseñanza, es el entorno familiar el que
proporciona estabilidad emocional, valores y hábitos que fortalecen lo aprendido en el aula. Por ello,
una colaboración constante entre escuela y familia resulta indispensable para lograr una educación
integral.

En conclusión, la participación de la familia no debe limitarse a los primeros años escolares. Acompañar
a los estudiantes de nivel medio superior sigue siendo necesario, no solo en términos académicos, sino
también en lo emocional y formativo. Promover este vínculo, reforzarlo desde las instituciones
educativas y comprender su impacto real es una forma concreta de mejorar la calidad educativa y
contribuir al éxito de los jóvenes en todas las dimensiones de su vida escolar.
pág. 12510
Este estudio pone en evidencia la importancia decisiva del entorno familiar en la trayectoria académica
de los estudiantes de nivel medio superior. No basta con otorgarles autonomía; lo esencial es mantener
un acompañamiento emocional, comunicativo y estructurado que refuerce su sentido de pertenencia y
logro. Los resultados muestran que una mayoría de estudiantes se percibe con rendimiento académico
estable o alto y que identifican en su familia un espacio de apoyo significativo.

Adicionalmente, la teoría de la autoeficacia académica evidencia que los estudiantes que se ven
respaldados emocionalmente y reconocidos por sus padres desarrollan una creencia firme en sus
capacidades, lo cual impulsa su motivación, persistencia y uso de estrategias efectivas de aprendizaje.
Un estudio en estudiantes universitarios mexicanos muestra que la autoeficacia académica presenta una
correlación moderada con el rendimiento académico y con el apoyo social académico percibido, incluso
proveniente de la familia. (Torres & González,2021).

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