TRATAMIENTO ACTUAL DE INFECCIONES
URINARIAS EN GESTANTES EN LA
ATENCIÓN PRIMARIA: REVISIÓN
SISTEMÁTICA
CURRENT MANAGEMENT OF URINARY TRACT INFECTIONS IN
PREGNANT WOMEN IN PRIMARY CARE: A SYSTEMATIC REVIEW
Jaime Andrés Espinoza Párraga
Universidad Estatal de Milagro
Mao Rolando Antunish Antun
Universidad Estatal de Milagro

pág. 12583
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i4.20100
Tratamiento Actual de Infecciones Urinarias en Gestantes en la Atención
Primaria: Revisión Sistemática
Jaime Andrés Espinoza Párraga1
jaep1998@gmail.com
https://orcid.org/0009-0001-0456-831X
Universidad Estatal de Milagro
Ecuador
Mao Rolando Antunish Antun
rayden3030@yahoo.com
https://orcid.org/0009-0008-3863-0979
Universidad Estatal de Milagro
Ecuador
RESUMEN
Las infecciones del tracto urinario (ITU) durante la gestación son frecuentes y representan un riesgo
considerable tanto para la madre como para el feto, destacando entre sus consecuencias el parto
prematuro y el bajo peso al nacer. La alta prevalencia de bacteriuria asintomática y el uso inadecuado
de antibióticos subrayan la necesidad de establecer tratamientos seguros y eficaces. Esta investigación
realizó una revisión sistemática, basada en la estrategia PICO, para analizar las terapias antibióticas
empleadas en mujeres embarazadas con ITU atendidas en el primer nivel de atención a nivel mundial.
Se aplicaron los lineamientos PRISMA en una búsqueda en PubMed de artículos publicados en los
últimos cinco años. De un total de 138 estudios, se seleccionaron 10 investigaciones que cumplieron
con altos estándares metodológicos, priorizando aquellas ubicadas en los cuartiles 1 y 2. Los criterios
de inclusión y exclusión permitieron evaluar los principales agentes etiológicos, los patrones de
resistencia antimicrobiana y los factores de riesgo asociados. Los microorganismos más comunes fueron
Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae. Los antibióticos con mejor eficacia y menor resistencia
fueron la nitrofurantoína y la amoxicilina-ácido clavulánico, recomendados como tratamiento empírico
inicial. No obstante, se evidenció un aumento en la resistencia, especialmente cuando el diagnóstico no
fue confirmado mediante cultivo. Factores como nivel educativo bajo, escasos recursos económicos,
diabetes mellitus y mayor edad gestacional incrementan el riesgo de ITU. En conclusión, el manejo
adecuado debe incluir la realización de urocultivos y antibiogramas, educación sobre el uso racional de
antibióticos según guías clínicas actualizadas.
Palabras claves: embarazadas, infección del tracto urinario, tratamiento, resistencia antimicrobiana
1 Autor principal
Correspondencia: jaep1998@gmail.com

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Current Management of Urinary Tract Infections in Pregnant Women in
Primary Care: A Systematic Review
ABSTRACT
Urinary tract infections (UTIs) during pregnancy are common and pose a considerable risk to both the
mother and the fetus, with premature birth and low birth weight among the most notable consequences.
The high prevalence of asymptomatic bacteriuria and the inappropriate use of antibiotics underscore the
need to establish safe and effective treatments. This research conducted a systematic review, based on
the PICO strategy, to analyze the antibiotic therapies used in pregnant women with UTIs treated at the
primary care level worldwide. The PRISMA guidelines were applied in a PubMed search of articles
published in the last five years. Out of a total of 138 studies, 10 studies that met high methodological
standards were selected, prioritizing those in quartiles 1 and 2. The inclusion and exclusion criteria
allowed for the evaluation of the main etiological agents, antimicrobial resistance patterns, and
associated risk factors. The most common microorganisms were Escherichia coli and Klebsiella
pneumoniae. The most effective antibiotics with the lowest resistance were nitrofurantoin and
amoxicillin-clavulanic acid, recommended as initial empirical treatment. However, an increase in
resistance was observed, especially when the diagnosis was not confirmed by culture. Factors such as
low educational level, limited financial resources, diabetes mellitus, and advanced gestational age
increase the risk of UTI. In conclusion, appropriate management should include urine cultures and
antibiograms, as well as education on the rational use of antibiotics according to updated clinical
guidelines.
Keywords: pregnant women, urinary tract infection, treatment, antimicrobial resistance
Artículo recibido 12 agosto 2025
Aceptado para publicación: 15 septiembre 2025

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INTRODUCCIÓN
La infección de tracto urinario (ITU) es una patología que se presenta con alta frecuencia en mujeres, lo
cual, representa 8 millones de visitas anuales en varios centros de salud en Estados Unidos. La cistitis
es la principal infección debido a la cercanía de la vejiga al exterior. Así pues, el 20 % de las mujeres
padece de al menos un episodio de ITU a lo largo de su vida. Además, otras patologías usuales
desencadenadas a partir de ITU es la pielonefritis, es decir, las ITU superior, y bacteriuria la presencia
de bacterias o levaduras, en la orina (Ansaldi & Martinez de Tejada Weber, 2023).
A nivel global la prevalencia de ITU en mujeres en estado de gestación representa el 23,9%. Por lo tanto,
es recomendable que todas las embarazadas se realicen pruebas de detección de ITU durante su
gestación y reciban tratamiento adecuado si el caso los amerita. La detección y el tratamiento oportuno
de las ITU durante el embarazo son primordiales para evitar complicaciones para la madre como, el feto
y posterior neonato (Salari et al., 2023).
Las infecciones de tracto urinario y las infecciones vaginales, durante la gestación de las mujeres se
asocia con riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer. Por lo antes expuesto, la prevalencia de ITU
en embarazadas fue del 37,7% y su etiología con mayor frecuencia fue de Escherichia coli (Mera-Lojano
et al., 2023).
Existen factores modificables y no modificables en las mujeres en estado de gestación, la prevención
deficiente de las infecciones del tracto urinario favorece, es un factor modificable en las embarazadas,
sin embargo, si no se educa a las mujeres el riesgo de comorbilidades aumenta provocando diabetes
gestacional, enfermedades congénitas de las vías urinarias, poliquistosis renal, entre otras. Asimismo,
hay factores no modificables como la paridad, la edad materna, y la raza que desencadenan
complicaciones (Johnson et al., 2021).
La evidencia actual en el tratamiento de las infecciones del tracto urinario y sus alternativas con base
empírica y respalda en estudios se han convertido en la herramienta principal para abordar
adecuadamente, la misma que tiene más casos en gestantes, en consecuencia, conllevan complicaciones
de alto riesgo materno-fetal. Por lo tanto, el manejo oportuno e individualizado disminuye de manera
considerable la morbimortalidad de la madre e hijo (de Souza et al., 2023).
Para el abordaje de este artículo de revisión sistemática se consideró la estructura PICO (Paciente,

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Intervención, Comparación y Resultado), ya que, proporciona un marco específico y sistemático para
plantear preguntas de investigación y la selección de estudios relevantes, lo que facilita una búsqueda
directa de estudios pertinentes y desarrollo de análisis crítico del resultado (Sánchez-Martín et al., 2023).
Este artículo tiene como finalidad analizar la evidencia científica y empírica del tratamiento actual de
las infecciones de tracto urinario de gestantes en la Atención Primaria de Salud, con el propósito de
identificar enfoques terapéuticos eficaces, seguros que mejoren los resultados clínicos y prevengan
complicaciones materno-fetales, para así, garantizar la Salud Pública de mujeres en estado de gestación.
METODOLOGÍA
En esta investigación se empleó la estrategia PICO (Paciente, Intervención, Co––mparación y
Resultado) para la formulación de preguntas clínicas, con el propósito de examinar la evidencia existente
sobre el tratamiento actual de las infección del tracto urinario en mujeres en estado de gestación
atendidas en el Primer Nivel de Atención. El objetivo fue identificar alternativas terapéuticas eficaces y
seguras, que optimicen mejoría clínica y contribuir a prevenir complicaciones para la madre y el feto
(Santos et al., 2007).
Para el proceso de búsqueda, se establecieron términos clave en inglés y en español, utilizando los
vocabularios de Medical Subject Headings (MeSH) y Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS),
incluyendo palabras como “pregnant”, “urinary tract” y “treatment”. La estrategia de búsqueda se
estructuró bajo la línea “((pregnant) AND (Urinary Tract)) AND (treatment)” (Fernández-Altuna et al.,
2016).
Además, se aplicaron filtros específicos que delimitaron el tipo de documentos, el idioma y la
disponibilidad del texto completo, con el fin de definir el periodo de publicación. La revisión sistemática
se llevó a cabo bajo lineamientos de PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and
Meta-Analyses) a partir de abril de 2025. La búsqueda inicial se realizó en la base de datos PubMed,
una base de datos gratuita que abarca temas de medicina y ciencias de la vida, la cual, es de acceso libre,
se procedió a seleccionar únicamente artículos en seres humanos y publicados en los últimos cinco años.
Se identificaron 138 artículos a través de la base de datos PubMed utilizando una línea de búsqueda
específica antes descrita. Luego de aplicar un primer filtro de pertinencia, se excluyeron 93 estudios,
debido a que no se relacionan de manera directa con infecciones del tracto urinarias en gestantes, de los

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cuales 45 artículos fueron relevantes.
En una segunda fase de selección, se descartaron 12 publicaciones, ya que, no abordaban tratamientos
antibióticos, ni aportaban datos útiles al objetivo del estudio, por lo tanto, 33 artículos considerados
válidos.
Para garantizar la calidad de la evidencia, se aplicó un criterio de selección basado en el cuartil de
publicación, priorizando estudios de cuartil 1 y cuartil 2. Esto permitió eliminar 17 artículos, reduciendo
a 16 estudios pertinentes. Finalmente, se excluyeron 6 estudios adicionales, por no evidenciar datos
verificables ni ser compatibles con el enfoque de investigación, en consecuencia 10 artículos son válidos
para la síntesis cuantitativa.
En el diagrama PRISMA se sistematiza la selección de artículos.
Figura 1. Diagrama de PRISMA.
Fuente: Page MJ, McKenzie JE, Bossuyt PM, Boutron I, Hoffmann TC, Mulrow CD, et al. Declaración PRISMA 2020.
RESULTADOS
Las bacterias presentan menor resistencia a la nitrofurantoína y a la amoxicilina-ácido clavulánico como
tratamiento empírico de primera línea para las infecciones urinarias en mujeres en estado de gestación

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e inclusive en mujeres no embarazadas (Barnawi et al., 2024).
Existen mujeres embarazadas en situaciones de vulnerabilidad, a esto se suma que las mujeres gestantes
padecen regularmente de infecciones del tracto urinario, principalmente las provenientes de campos de
refugiados, las mismas que por su realidad recibieron antibióticos de manera innecesaria. Por lo tanto,
la realización de urocultivo para el diagnóstico y su accesibilidad en el Líbano, hace que se reduzca
considerablemente la prescripción de antibióticos no adecuados (Kady et al., 2024).
Las mujeres en estado de gestación con clínica o con orina con concentración considerable de esterasa
leucocitaria, se las considerada pacientes que deban realizarse un cultivo, ya que, con los resultados
obtenidos se les administra tratamiento específico. Además, la susceptibilidad registrada de los
uropatógenos a la ciprofloxacina y la gentamicina se propone sean los prescriptos en el tratamiento
empírico de las ITU (Ngong et al., 2021).
Los microorganismos con mayor frecuencia de causansal de ITU son a Klebsiella pneumoniae y la E.
coli, siendo la Klebsiella pneumanie el más prevalente. Asimismo, estos dos microorganismos antes
mencionados fueron los que presentaron alta resistencia a los antibióticos de uso común. Es por ello,
que se debe limitar el tratamiento empírico de las ITU, porque, la sensibilidad varía según el
microorganismo, el fármaco y el tiempo (Johnson et al., 2021).
Durante el primer trimestre la exposición a ciertos antibióticos, representa riesgo de malformaciones,
malformación cardíaca grave, omalformaciones cardíacas, labio leporino y paladar hendido, esta última
fue consecuencia de lactantes expuestos a TMP-SMX en comparación con antibióticos β-lactámicos. A
diferencia con la nitrofurantoína que no se registró riesgo (Osmundson et al., 2025).
Se llevaron a cabo aislamientos en los cuales la ceftriaxona, amoxicilina más ácido clavulánico,
cefixima, nitrofurantoína, ampicilina, azitromicina y eritromicina, mostraron alta sensibilidad. Así pues,
en lo que respecta a los factores no modificables y no modificables está la educación primaria o nula en
gestantes, los ingresos mensuales ≤ 500.000 chelines ugandeses, antecedentes de infecciones del tracto
urinario, la edad gestacional ≥ 26 semanas y la diabetes que tuvieron una asociación significativamente
alta con la infección del tracto urinario (Ifrah et al., 2025).
La bacteriuria en mujeres gestantes fue relativamente alta, lo cual, demuestra la valoración de
embarazadas, así pues, el tratamiento de pacientes con ITU deben seguir regímenes antimicrobianos

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adecuados para mejorar su cuadro y por ende sus complicaciones. Así pues, la sensibilidad de las
bacterias aisladas a los antibióticos comúnmente prescritos en el centro es alarmante, por lo cual, la
educación sanitaria sobre el tratamiento de esta patología debe incorporarse a los controles de educación
prenatal en Ghana (Karikari et al., 2020).
En estudio realizado en Jordania la E. coli fue el microorganismo aislado con mayor frecuencia,
seguida de K. pneumoniae. Es decir, la K. pneumoniae es el agente etiológico con mayor frecuencia en
las infecciones urinarias (ITU), al mismo tiempo, se encontró alta resistencia a la amoxicilina-ácido
clavulánico entre los aislados de E. coli, mientras que la resistencia a múltiples antibióticos/fármacos
fue del 62 % (Al Momani et al., 2025).
En la actualidad con el aumento de la resistencia a los antibióticos, la mayoría de las mujeres en
estado de gestación con bacteriuria experimentan al menos una infección por un microorganismo
resistente a ciertos antibióticos. En efecto, estos patrones de resistencia tienen un impacto clínico real,
porque, las embarazadas con infecciones del tracto urinario inferior por bacterias gramnegativas
resistentes a los antibióticos tienen probabilidad estimada de 2 a 3 veces mayor de desarrollar
pielonefritis (Denoble et al., 2022).
La resistencia a los antimicrobianos fue significativamente mayor entre las mujeres no embarazadas,
a diferencia, con las mujeres en estado de gestación. Es por ello, que se considera la necesidad de
desarrollar un antibiograma local, para iniciar tratamiento empírico y así prevenir la aparición de
resistencia a los antimicrobianos (Salari et al., 2023).
DISCUSIÓN
El estudio de Ifrah (2025) resalta que uno de sus principales hallazgos del perfil etiológico de las
infecciones urinarias fue la Escherichia coli como el agente más común con 42,98%, seguido por
Enterococcus spp 24,56% y Staphylococcus spp 11,4%. Esta distribución coincide con las tendencias
descritas a nivel internacional, como lo muestra el estudio global GLOSS, E. coli fue aislado con 87,3%
de los casos con diagnóstico microbiológico confirmados (Ribeiro-do-Valle et al., 2024). A diferencia,
del estudio llevado a cabo en Uganda, que proporcionó una visión específica del contexto regional
africano, evidenciando alta prevalencia de ITU, que supera los estándares internacionales y los datos
reportados en países vecinos con mayor desarrollo en infraestructura sanitaria.

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El análisis de sensibilidad antimicrobiana realizado por Ifrah (2025) revela alta eficacia terapéutica de
ceftriaxona con 81%, cefixima con 78% y amoxicilina-ácido clavulánico 73%, mientras que antibióticos
como azitromicina 34% y eritromicina 28%, mostraron una respuesta significativamente menor. Estos
resultados son relevantes en contextos donde el diagnóstico microbiológico no está ampliamente
disponible y el manejo empírico se vuelve la principal estrategia clínica. En contraste, el estudio GLOSS
identificó variabilidad en la selección de antimicrobianos, entre países con distintos niveles de ingreso,
sin embargo, se reportó uso común de cefalosporinas como primera opción terapéutica en las ITU
(Ribeiro-do-Valle et al, 2024). Esta heterogeneidad refleja debilidad estructural, así pues, la carencia de
guías terapéuticas homogéneas en naciones de ingresos bajos y medios, dificulta la elección adecuada
del tratamiento, con ello, favorecer la propagación de la resistencia antimicrobiana.
En el metaanálisis de Wang (2020)se evidenció la comparación entre la administración de fosfomicina
trometamol en dosis única con buena efectividad, en la clínica y en microbiología, en contraste con la
de otros antibióticos en el tratamiento de mujeres embarazadas con infección del tracto urinaria o
bacteriuria asintomática. Asimismo, su uso conlleva beneficios adicionales, con tolerancia y mayor
facilidad de cumplimiento terapéutico por parte de las pacientes. No obstante, ni el trabajo de Ifrah
(2025) ni el de Ribeiro-do-Valle (2024) hacen alusión a la fosfomicina, lo que indicar disponibilidad
limitada en los entornos africanos estudiados. Esta ausencia señala una oportunidad importante para
introducir opciones terapéuticas simplificadas y eficaces, que favorecen el cumplimiento, reduce los
riesgos asociados a infecciones tratadas de forma inadecuada o no tratadas.
El estudio de Ifrah (2025) realizó su metodología en el uso de un diseño transversal en contexto
hospitalario, con confirmación diagnóstica a través de cultivo de orina. Esta metodología contrasta con
la utilizada en el estudio GLOSS, donde una proporción significativa de los casos fue diagnosticada sin
pruebas microbiológicas confirmatorias Ribeiro-do-Valle (2024) , lo cual, afecta la exactitud del
diagnóstico y el riesgo de tratamientos empíricos inadecuados.
Los hallazgos de Ifrah (2025) confirman la elevada carga de infecciones urinarias en mujeres
embarazadas con parto pretérmino, y también proporciona información para profundizar las guías
clínicas en entornos y realidades con recursos limitados. La comparación con información internacional,
pone en evidencia la necesidad de políticas sanitarias integrales, que aseguren el acceso a pruebas

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diagnósticas, confiables y tengan acceso a tratamientos antimicrobianos efectivos, con mejoría de los
resultados en salud materna y neonatal.
El estudio de Ali (2022) realizado en Etiopía, reporta una tasa de infección urinaria del 26% en mujeres
embarazadas, ligeramente inferior a la observada en el estudio principal, en donde se identificó a
Escherichia coli como el patógeno predominante. A diferencia de Ifrah (2025), que este estudio encontró
una buena sensibilidad de los uropatógenos frente a ciprofloxacina, norfloxacina y nitrofurantoína, y se
documentó alta resistencia a ampicilina y tetraciclina. Además, la ceftriaxona no figura entre los
antibióticos más eficaces en este análisis, lo cual respalda la necesidad de basar las decisiones
terapéuticas en pruebas locales de susceptibilidad antimicrobiana, evitando tratamientos empíricos que
no podrían no ser efectivos en todos los contextos.
En el estudio de Ifrah (2025) se encontró una asociación significativa entre las ITU y condiciones como
la diabetes mellitus, antecedentes personales de infección urinaria, bajo nivel educativo y desempleo, lo
que respalda la necesidad de intervenciones preventivas focalizadas. En contraste, el estudio de Ngong
(2021) que no reportó relaciones estadísticamente significativas entre los factores de riesgo analizados
como: edad, número de gestaciones, prácticas de higiene o uso de anticonceptivos, y la presencia de
ITU. Esta diferencia se explica por variaciones en el diseño del estudio, el tamaño de la muestra o
limitación en la calidad de los datos recolectados.
En cuanto a la metodología, los estudios de Ifra, Ngong y Ali, coinciden en utilizar el cultivo de orina
como método diagnóstico principal, pero se distinguen en cuanto a la población objetivo. Ifrah (2025)
se centró en mujeres con partos pretérmino atendidas en un hospital de referencia; Ngong (2021) incluyó
gestantes que acudían a centros comunitarios; mientras que Ali (2022) trabajó con pacientes de
hospitales generales. Por otro lado, Ifrah (2025) al enfocarse en una población de alto riesgo obstétrico,
le otorga particular valor para el diseño de estrategias clínicas en escenarios similares.
En relación con la resistencia a los antimicrobianos, los estudios de Karikari (2020), (Ngong (2021) y
Johnson (2021) coinciden en señalar una resistencia elevada frente a ampicilina y trimetoprim-
sulfametoxazol. Según Karikari (2020) reportaron tasas de multiresistencia que superan el 80%, lo que
sugiere una mayor presión selectiva por el uso de antibióticos y mayor circulación de cepas resistentes
en el contexto de Ghana. Por su parte, Johnson et al. demostró buena sensibilidad a nitrofurantoína

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79,3% y ciprofloxacina 82,9%, datos que coinciden con el estudio de Ngong (2021). Sin embargo, este
último identificó resistencia preocupante a ceftriaxona en el 70,6%, a diferencia, con los resultados
observados en los estudios realizados en Ghana y Uganda Ngong (2021); Johnson (2021).
Los estudios de Al Momani (2025) y Ali (2022) coinciden en que fármacos como meropenem,
ceftriaxona, gentamicina y nitrofurantoína muestran buena actividad frente a los uropatógenos
identificados. No obstante, Al Momani (2025) al reportan resistencia considerable a la combinación de
amoxicilina con ácido clavulánico alrededor del 40%, mientras que Ali (2022) registran nivel aún más
alto 46,7% y patrones similares de resistencia a ampicilina y trimetoprim-sulfametoxazol. Estos
hallazgos evidencia reducción progresiva en la eficacia de varios antibióticos comúnmente utilizados en
tratamientos empíricos.
Los estudios de Denoble (2022) y Mohapatra (2022) coinciden en identificar a Escherichia coli como el
uropatógeno más frecuente y la necesidad de un uso responsable de los antibióticos. Sin embargo, se
diferencian en cuanto al enfoque adoptado: Denoble (2022) destacan las implicancias clínicas de la
resistencia antimicrobiana en contextos hospitalarios, mientras que Mohapatra (2022) priorizan la
vigilancia epidemiológica como estrategia fundamental para el control comunitario. Esta diferencia en
la orientación metodológica permite una comprensión profunda del problema, abarcando tanto la
atención especializada en entornos de mayor complejidad como las acciones preventivas en el primer
nivel de atención.
El estudio desarrollado por Mohapatra (2022) evidencia significativa al tratamiento empírico de las
infecciones del tracto urinario (ITU) en mujeres, al comparar, mediante un enfoque prospectivo y
multicéntrico, la resistencia antimicrobiana en embarazadas y no embarazadas. En contraste, el trabajo
Barnawi (2024), que presenta limitaciones al tratarse de un estudio retrospectivo realizado en un solo
centro de Arabia Saudita, lo que restringe la generalización de sus conclusiones.
Uno de los puntos destacados del estudio de Mohapatra (2022) es su planteamiento de mujeres
embarazadas, al estar menos expuestas previamente a tratamientos antibióticos. Esta hipótesis fue
respaldada por los resultados, que mostraron menor resistencia a antibióticos como cefixime,
amoxicilina-ácido clavulánico y trimetoprim-sulfametoxazol en dicho grupo. Por su parte, Barnawi
(2024) identificó una buena sensibilidad a nitrofurantoína y amoxicilina-clavulánico en ambas

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poblaciones estudiadas, aunque sin diferencias estadísticamente relevantes entre ellas.
Ambas investigaciones coinciden en que Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae son los principales
agentes etiológicos de las ITU. Sin embargo, Mohapatra (2022) advierten niveles preocupantes de
resistencia a antibióticos comúnmente utilizados como ciprofloxacina y ampicilina, particularmente en
mujeres no gestantes, lo cual enfatiza la necesidad de adaptar las guías terapéuticas empíricas según las
características de cada subgrupo poblacional y la realidad epidemiológica local. En cuanto a las
recomendaciones terapéuticas, ambos estudios coinciden en proponer la nitrofurantoína como
tratamiento de primera línea, con la precaución de evitar su uso en el tercer trimestre de embarazo, por
riesgos para el feto (Mohapatra, 2022) y (Barnawi, 2024).
Los estudios realizados en África Subsahariana revelan elevada carga de enfermedad. En Uganda,
Johnson (2021) reportaron una prevalencia de ITU de 36,7% en mujeres embarazadas con sospecha
clínica, con Escherichia coli como el principal uropatógeno aislado. De manera similar, en Camerún,
Ngong (2021) encontraron una prevalencia de 28,6%, destacando también altos niveles de resistencia a
ampicilina, cotrimoxazol y amoxicilina. Estos hallazgos ponen en evidencia la necesidad de reforzar el
tamizaje microbiológico temprano en el embarazo.
En Medio Oriente, se identificaron tasas de resistencia superiores al 50% para betalactámicos en mujeres
embarazadas con ITU en Riad, Arabia Saudita, lo que representa menor efectividad del tratamiento
empírico tradicional. Estos datos reafirman la recomendación de usar agentes como nitrofurantoína y
fosfomicina, los cuales conservan alta sensibilidad (Barnawi, 2024), (De Souza, 2023), (Gianella, 2019).
La ciencia en la actualidad enfatiza el uso racional de antibióticos durante el primer trimestre del
embarazo. El estudio de cohorte de Osmundson (2025), con datos de 270.000de mujeres en estado de
gestación, mostró que el uso de nitrofurantoína, trimetoprim-sulfametoxazol y cefalosporinas en el
primer trimestre no se asocia con un aumento significativo del riesgo de malformaciones congénitas,
por lo cual, se lo puede utilizar en este trimestre.
No obstante, el uso inadecuado de antibióticos sigue siendo un desafío, en un contexto humanitario,
Kady (2024)documentó uso excesivo de antibióticos para ITU sin confirmación microbiológica en
mujeres embarazadas refugiadas en el Líbano. El 69% de las prescripciones se emitieron sin cultivo
previo, y en muchos casos se utilizaron antibióticos no recomendados en el embarazo.

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Desde una perspectiva latinoamericana, De Rossi (2020); Gianella (2019) enfatizarón la importancia
de un abordaje escalonado del tratamiento de ITU en gestantes, comenzando con esquemas orales
seguros como nitrofurantoína (100 mg c/12h por 5–7 días) y fosfomicina (3 g dosis única), con transición
a tratamiento endovenoso en casos de pielonefritis o fallos terapéuticos. Estas recomendaciones son
consistentes con las de Hoz (2020), quien también resalta la necesidad de vigilancia posterior al
tratamiento para evitar recurrencias. En conjunto, estos estudios refuerzan la necesidad de mejorar la
vigilancia epidemiológica, inclucar el uso racional de antimicrobianos y fortalecer la capacidad
diagnóstica en todos los niveles de atención, priorizando el tratamiento seguro y eficaz durante el
embarazo. La implementación de guías basadas en evidencia, ajustadas al perfil de resistencia local, es
esencial para reducir las complicaciones materno-fetales y preservar la eficacia de los antibióticos
sensibles.
CONCLUSIONES
La nitrofurantoína y la amoxicilina con ácido clavulánico son considerados medicamentos
eficaces y apropiados para el tratamiento empírico de las infecciones urinarias en mujeres embarazadas,
respaldados por la Medicina Basada en la Evidencia. Su uso se justifica por los bajos niveles de
resistencia bacteriana que presentan, lo cual es clave para reducir el riesgo de complicaciones como la
pielonefritis.
La alta frecuencia de infecciones urinarias en embarazadas, sobre todo en aquellas con condiciones de
vulnerabilidad como bajo nivel educativo, escasos recursos económicos, historia de ITU previas,
diabetes mellitus o gestación avanzada— se asocia a un mayor riesgo de infección y al empleo
innecesario de antibióticos. Esto resalta la urgencia de mejorar la precisión diagnóstica mediante el uso
sistemático del urocultivo, garantizando así un manejo más dirigido y efectivo.
El aumento sostenido en la resistencia bacteriana, especialmente frente a antibióticos de uso común
como la amoxicilina-ácido clavulánico, justifica limitar el uso indiscriminado de tratamientos empíricos.
Por tanto, es esencial promover la educación continua en el personal de salud y sensibilizar a las
gestantes sobre la importancia del uso responsable de antibióticos. La formación y concientización en
este ámbito son fundamentales para prevenir el desarrollo de resistencias y asegurar terapias efectivas
en el contexto materno-fetal.

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RECOMENDACIONES
Con base en los resultados del estudio y ante el incremento en la resistencia a la amoxicilina-
ácido clavulánico, se sugiere limitar el uso de tratamientos empíricos en fases iniciales, dando
preferencia a la nitrofurantoína como primera línea terapéutica. La elección del antimicrobiano debe
guiarse por los patrones locales de resistencia bacteriana y los hallazgos del urocultivo.
En mujeres embarazadas con sospecha de infección urinaria, particularmente aquellas con factores
predisponentes como bajos niveles educativos, escasos recursos económicos, historia previa de ITU,
edad gestacional avanzada o presencia de diabetes, es fundamental realizar un urocultivo antes de iniciar
tratamiento. Esta medida permite identificar el microorganismo causante y orientar el uso del antibiótico
más adecuado.
La investigación también enfatiza la necesidad de fortalecer la educación sobre el uso racional de
antimicrobianos, dirigida tanto a los equipos de salud como a las gestantes. Es prioritario concientizar
sobre la importancia de seguir el tratamiento completo, evitar el consumo innecesario de antibióticos y
respetar las indicaciones médicas, como estrategia para prevenir el desarrollo de resistencias.
En situaciones en las que el microorganismo identificado presenta resistencia a nitrofurantoína, se
recomienda optar por alternativas como fosfomicina o antibióticos del grupo de las cefalosporinas,
siempre según los resultados del antibiograma. Finalmente, se destaca la relevancia de realizar
seguimiento clínico y microbiológico, incluyendo urocultivos de control, para confirmar la resolución
de la infección y prevenir complicaciones como la pielonefritis.
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pág. 12600
Autores País Muestra Métodos RESULTADOS CONCLUSIONES
(Barnawi et
al., 2024)
Arabia
Saudita
Se realizaron 2418
urocultivos (985 en
mujeres embarazadas y
1433 no
embarazadas)(Barnawi
et al., 2024)
Se implementó un diseño de
cohorte retrospectivo. El análisis
estadístico se realizó con pruebas
de chi-cuadrado a través del
programa SPSS (versión 27),
considerando significativas las
asociaciones con un valor
de p menor a 0,05.(Barnawi et al.,
2024)
La prevalencia de infecciones
urinarias en mujeres embarazadas
fue del 5 % (IC 95 %: 3,6–6,4), de
las cuales el 1 % presentó síntomas
clínicos y el 4 % permaneció
asintomático. En el total de la
cohorte, 244 mujeres (10,1 %)
fueron diagnosticadas con ITU
mediante cultivo bacteriano. Las
bacterias más frecuentemente
identificadas, tanto en embarazadas
como en no embarazadas, fueron
Escherichia coli (134 casos; 54,9 %)
y Klebsiella pneumoniae (48 casos;
19,6 %). En cuanto a sensibilidad
antibiótica, E. coli fue más
Las bacterias presentan
menor resistencia a la
nitrofurantoína y a la
amoxicilina-ácido
clavulánico como
tratamiento empírico de
primera línea para las
infecciones urinarias en
mujeres en estado de
gestación e inclusive en
mujeres no embarazadas.
(Barnawi et al., 2024)
pág. 12601
susceptible a nitrofurantoína (94 %)
y amoxicilina-ácido clavulánico
(82,8 %), mientras que K.
pneumoniae mostró mayor
sensibilidad a ciprofloxacino
(83,3 %) y trimetoprima-
sulfametoxazol (79,2 %). La
respuesta a cefalotina fue de 47 %
para E. coli y 68,8 %
para K. pneumoniae.(Barnawi et
al., 2024)
(Kady et al.,
2024)
Líbano El estudio incluyó a 449
mujeres embarazadas
con sospecha de
infección urinaria.
positivo.(Kady et al.,
2024)
Durante el período de abril a junio
de 2022 se llevó a cabo un estudio
transversal de tipo prospectivo,
dirigido a mujeres embarazadas
que asistieron a una clínica de
salud sexual y reproductiva de
Si los antibióticos se hubieran
indicado únicamente según los
resultados de la tira reactiva de
orina, 368 mujeres habrían recibido
tratamiento sin justificación clínica,
lo que representa una tasa de
Existen mujeres
embarazadas en situaciones
de vulnerabilidad, a esto se
suma que las mujeres
gestantes padecen
regularmente de infecciones
pág. 12602
Médicos Sin Fronteras en el sur de
Beirut. Los datos fueron
procesados utilizando análisis
descriptivos, y se definió como
estadísticamente significativo un
valor de p igual o menor a 0,05,
empleando la
calculadora OpenEpi.(Kady et al.,
2024)
sobreprescripción del 82 % (368 de
449). En cambio, si la decisión
terapéutica se hubiera basado en los
síntomas de ITU junto con el
resultado del urocultivo, 144 de las
368 mujeres con cultivo negativo
habrían recibido antibióticos
innecesarios, lo que equivale a una
sobreprescripción del
39,1 % (144/368).(Kady et al.,
2024)
del tracto urinario,
principalmente las
provenientes de campos de
refugiados, las mismas que
por su realidad recibieron
antibióticos de manera
innecesaria. Por lo tanto, la
realización de urocultivo
para el diagnóstico y su
accesibilidad en el Líbano,
hace que se reduzca
considerablemente la
prescripción de antibióticos
no adecuados.(Kady et al.,
2024)

pág. 12603
(Ngong et
al., 2021)
Cameru
n
Fueron 287 mujeres
embarazadas (Ngong et
al., 2021)
Se llevó a cabo un estudio
transversal; que incluyó a mujeres
embarazadas registradas para
control prenatal durante el período
de agosto a noviembre de 2017.
Para un análisis comparativo, se
utilizaron pruebas de chi-
cuadrado (χ²) y se calcularon
Odds ratios con sus intervalos de
confianza alrededor del 95 %,
considerando estadísticamente
significativas aquellas
asociaciones con un valor de p
igual o inferior a 0,05.(Ngong et
al., 2021)
La mayoría de las participantes se
encuentran en el rango de edad de
21 hasta 25 años (33,5 %), tenía
estudios secundarios completos
(55,8 %), estaba unida en
matrimonio (68,3 %), cursaba el
tercer trimestre del embarazo
(56,1 %) y había comenzado el
control prenatal en el segundo
trimestre de gestación.(Ngong et
al., 2021)
Las mujeres en estado de
gestación con clínica o con
orina con concentración
considerable de esterasa
leucocitaria, se las
considerada pacientes que
deban realizarse un cultivo,
ya que, con los resultados
obtenidos se les administra
tratamiento específico.
Además, la susceptibilidad
registrada de los
uropatógenos a la
ciprofloxacina y la
gentamicina se propone
sean los prescriptos en el

pág. 12604
tratamiento empírico de las
ITU.(Ngong et al., 2021)
(Johnson et
al., 2021)
Uganda Participaron 400
mujeres embarazadas
con ITU
sintomática.(Johnson et
al., 2021)
Se realizó un estudio de tipo
transversal entre noviembre de
2019 y febrero de 2020. Los datos
fueron ingresados en REDCap
versión 8.2 y posteriormente
exportados al programa Stata
versión 14.1 para su
procesamiento y análisis.(Johnso
n et al., 2021)
Se identificó cultivo positivo en el
35 % de los casos (140 de 400). Las
bacterias gramnegativas fueron
predominantes, representando el
73 % de los aislamientos, con
Klebsiella pneumoniae como la más
frecuente (52 casos; 37,41 %),
seguida de Escherichia coli (40
casos; 28,78 %). Pseudomonas
aeruginosa y Proteus mirabilis se
presentaron en 7 muestras cada una
(5,04 %), y Citrobacter freundii en
una muestra (1 %). En cuanto a los
grampositivos, solo se aisló
Staphylococcus aureus (33 casos;
Los microorganismos con
mayor frecuencia de
causansal de ITU son a
Klebsiella pneumoniae y la
E. coli, siendo la Klebsiella
pneumanie el más
prevalente. Asimismo, estos
dos microorganismos antes
mencionados fueron los que
presentaron alta resistencia
a los antibióticos de uso
común. Es por ello, que se
debe limitar el tratamiento
empírico de las ITU,
porque, la sensibilidad varía

pág. 12605
23,57 %). Todos los
microorganismos mostraron
resistencia a ampicilina (95,7 %),
amoxicilina (95,0 %), amoxicilina
con ácido clavulánico (72,9 %) y
ceftazidima con ácido
clavulánico (50,7 %).(Johnson et
al., 2021)
según el microorganismo, el
fármaco y el
tiempo.(Johnson et al.,
2021)
(Osmundso
n et al.,
2025)
Estados
Unidos
Participaron 71 604
embarazos elegibles
(Osmundson et al.,
2025)
Este estudio, se realiza cohorte
con base en la población incluyó a
mujeres embarazadas entre 15 y
49 años que contaban con seguro
comercial. Para el análisis, se
emplearon estimadores robustos
de varianza tipo sándwich al
calcular los errores estándar (EE),
teniendo en cuenta los pesos
La cohorte incluyó 71.604
embarazos que cumplían con los
criterios de elegibilidad, con una
edad materna mediana de 30 años
(RIC: 27–34). De estas gestantes,
42.402 (59,2 %) estuvieron
expuestas a nitrofurantoína, 3.494
(4,9 %) a trimetoprima-
sulfametoxazol (TMP-SMX), 3.663
Durante el primer trimestre
la exposición a ciertos
antibióticos, representa
riesgo de malformaciones,
malformación cardíaca
grave, omalformaciones
cardíacas, labio leporino y
paladar hendido, esta última
fue consecuencia de

pág. 12606
muestrales y la correlación entre
embarazos múltiples en una
misma mujer. Para medir el
impacto de la exposición sobre el
desenlace, se utilizó el número
necesario para dañar (NNH),
obtenido como el inverso de la
diferencia
de riesgos (RD).(Osmundson et
al., 2025)
(5,1 %) a fluoroquinolonas y 22.045
(30,8 %) a antibióticos β-
lactámicos. La mediana de edad
gestacional al momento de la
exposición fue distinta según el
antibiótico utilizado: 62 días (RIC:
45–77) para nitrofurantoína, 26 días
(RIC: 13–59) para TMP/SMX, 18
días (RIC: 9–27) para
fluoroquinolonas y 63 días (RIC:
48–77) para β-
lactámicos.(Osmundson et al.,
2025)
lactantes expuestos a TMP-
SMX en comparación con
antibióticos β-lactámicos. A
diferencia con la
nitrofurantoína que no se
registró riesgo.(Osmundson
et al., 2025)
(Ifrah et al.,
2025)
Uganda El estudio fue con 385
gestantes (Ifrah et al.,
2025)
Se realizó un estudio hospitalario
de corte transversal entre el 1 de
enero y el 30 de abril de 2024. El
análisis estadístico incluyó una
La prevalencia de infección del
tracto urinario (ITU) en la población
estudiada fue del 29,6 %, con un
total de 114 casos confirmados. La
Se llevaron a cabo
aislamientos en los cuales la
ceftriaxona, amoxicilina
más ácido clavulánico,

pág. 12607
regresión logística binaria para el
análisis bivariado y una regresión
logística multivariable para el
análisis multivariado.(Ifrah et al.,
2025)
eficacia de los antibióticos frente a
los patógenos urinarios más
frecuentes mostró diferencias
notables. Escherichia coli fue el
agente etiológico predominante,
aislado en el 42,98 % de los casos,
seguido por Enterococcus, presente
en el 24,56 %. Entre los
antimicrobianos evaluados,
ceftriaxona presentó la mayor tasa
de sensibilidad (81 %), seguida de
cefixima (78 %) y
amoxicilina/ácido clavulánico
(73 %). Nitrofurantoína y
cefuroxima mostraron una
efectividad moderada, con tasas de
sensibilidad del 64 % y 66 %,
cefixima, nitrofurantoína,
ampicilina, azitromicina y
eritromicina, mostraron alta
sensibilidad. Así pues, en lo
que respecta a los factores
no modificables y no
modificables está la
educación primaria o nula
en gestantes, los ingresos
mensuales ≤ 500.000
chelines ugandeses,
antecedentes de infecciones
del tracto urinario, la edad
gestacional ≥ 26 semanas y
la diabetes que tuvieron una
asociación
significativamente alta con
pág. 12608
respectivamente, mientras que
ampicilina resultó menos eficaz
(50 %). Por otro lado, azitromicina
(34 %) y eritromicina (28 %) fueron
los antibióticos con menor actividad
frente a los microorganismos
aislados.
En el análisis multivariado, se
identificaron varios factores
significativamente asociados a un
mayor riesgo de ITU durante el
embarazo. Las mujeres sin
educación formal presentaron un
riesgo significativamente mayor
(aOR: 8,00; IC 95 %: 1,75–36,48; p
= 0,007), al igual que aquellas
desempleadas (aOR: 2,72; IC 95 %:
la infección del tracto
urinario. (Ifrah et al.,
2025)
pág. 12609
1,38–5,23; p = 0,003) y con ingresos
inferiores a 500.000 UGX (aOR:
2,55; IC 95 %: 1,29–5,16; p =
0,007). Asimismo, tener
antecedentes de ITU (aOR: 4,60; IC
95 %: 2,64–8,25; p < 0,001), haber
tenido al menos un parto previo
(aOR: 1,90; IC 95 %: 1,07–3,45; p =
0,028), y estar en etapas más
avanzadas del embarazo también
aumentaron el riesgo. En particular,
las mujeres en edad gestacional
media (aOR: 5,64; IC 95 %: 2,59–
12,31; p < 0,001) y tardía (aOR:
11,40; IC 95 %: 5,28–24,42; p <
0,001) mostraron una asociación
fuerte con ITU. Además, la
pág. 12610
presencia de diabetes fue otro factor
de riesgo significativo (aOR: 3,11;
IC 95 %: 1,33–7,12; p = 0,009).
Estos hallazgos evidencian que
tanto las condiciones
socioeconómicas como los
antecedentes clínicos y la etapa del
embarazo influyen de forma
relevante en la probabilidad de
desarrollar una ITU.(Ifrah et al.,
2025)
(Karikari et
al., 2020)
Ghana Fueron 200 mujeres
embarazadas (Karikari
et al., 2020)
Fue un estudio transversal
hospitalario se realizó con
mujeres embarazadas que
acudieron a un centro de salud
secundario en Ghana para su
atención prenatal.
Casi la mitad, 48,0% (96) de todas
las participantes del estudio, se
reportaron para la reserva en el
segundo trimestre de su embarazo.
En este estudio se observó un
crecimiento positivo del cultivo del
La bacteriuria en mujeres
gestantes fue relativamente
alta, lo cual, demuestra la
valoración de embarazadas,
así pues, el tratamiento de
pacientes con ITU deben
pág. 12611
Se utilizo para análisis estadístico
el Chi-cuadrado de
Pearson.(Karikari et al., 2020)
39,0% (78/200) en todas las
muestras de orina, con especies
bacterianas responsables del
crecimiento del cultivo en el 21,5%
(43/200) del total de muestras de
orina. Se aislaron noventa y un
organismos, con un 38,5% (35/91)
siendo células similares a levaduras,
un 31,9% (29/91) Escherichia coli,
un 8,8% (8) Pseudomonas spp. y un
7,7% (7) siendo Klebsiella spp.
Entre los principales hallazgos
estadísticamente significativos se
encuentran: una diferencia
significativa en los perfiles de
resistencia antibiótica entre
hospitales, con un valor de p =
seguir regímenes
antimicrobianos adecuados
para mejorar su cuadro y por
ende sus complicaciones.
Así pues, la sensibilidad de
las bacterias aisladas a los
antibióticos comúnmente
prescritos en el centro es
alarmante, por lo cual, la
educación sanitaria sobre el
tratamiento de esta
patología debe incorporarse
a los controles de educación
prenatal en Ghana.(Karikari
et al., 2020)

pág. 12612
0.000. La prevalencia de bacteriuria
asintomática fue de 20% en TCH y
35.5% en TTH. La prevalencia de
piuria estéril en TCH fue del 66%.
La tasa de multirresistencia
antimicrobiana alcanzó el 92.3% en
TCH y el 81.3% en TTH.(Karikari
et al., 2020)
(Al Momani
et al., 2025)
Jordania Participaron 28 mujeres
embarazadas(Al
Momani et al., 2025)
Se llevó a cabo un estudio de tipo
transversal, en el cual se aplicó el
cálculo del índice MAR
(Resistencia Múltiple a
Antibióticos) para evaluar la
resistencia antimicrobiana.(Al
Momani et al., 2025)
En total se aislaron ocho especies
bacterianas, de las cuales el 75 % (6
de 8) correspondieron a bacilos
Gram negativos y el 25 % (2 de 8) a
cocos Gram positivos. La especie
más frecuente fue Escherichia coli,
presente en el 71,4 % de las
muestras (50 de 70), seguida por
Klebsiella pneumoniae con un 10 %
En estudio realizado en
Jordania la E. coli fue el
microorganismo aislado con
mayor frecuencia, seguida
de K. pneumoniae. Es decir,
la K. pneumoniae es el
agente etiológico con mayor
frecuencia en las
infecciones urinarias (ITU),
pág. 12613
(7 de 70), Enterobacter cloacae con
un 5,7 % (4 de 70), y Proteus
mirabilis con un 4,3 % (3 de 70).
También se aislaron Enterococcus
faecalis y Acinetobacter baumannii
en un 2,9 % cada una (3 de 70), y en
menor proporción, Lelliottia
amnigena y Streptococcus
agalactiae, ambas con un 1,4 % (1
de 70).
El índice MAR (Multiple Antibiotic
Resistance) fue el método más
relevante para evaluar la resistencia
bacteriana, ya que permitió
cuantificar el nivel de resistencia
múltiple y compararlo entre los
diferentes patógenos. El valor
al mismo tiempo, se
encontró alta resistencia a la
amoxicilina-ácido
clavulánico entre los
aislados de E. coli, mientras
que la resistencia a
múltiples
antibióticos/fármacos fue
del 62 %.(Al Momani et al.,
2025)

pág. 12614
promedio del índice fue de 0,66
(66 %), lo que indica una alta carga
de resistencia antimicrobiana entre
los
microorganismos estudiados.(Al
Momani et al., 2025)
(Denoble et
al., 2022)
Estados
Unidos
Fueron 573 mujeres
fueron elegibles para la
inclusión.(Denoble et
al., 2022)
Se desarrolló un estudio de
cohorte retrospectivo que incluyó
a mujeres embarazadas
diagnosticadas con bacteriuria
asintomática o cistitis aguda,
dentro de un único sistema de
salud, entre julio de 2013 y mayo
de 2019. Para el análisis de los
datos se utilizó regresión logística
multivariable como método
principal, y se aplicaron también
El estudio incluyó a 573 mujeres, de
las cuales 334 (58 %) presentaron
bacterias gramnegativas en el
urocultivo. Dentro de este grupo,
173 casos (52 %) fueron sensibles a
los antibióticos, 74 (22 %)
mostraron resistencia y 87 (26 %)
correspondieron a infecciones
multirresistentes. Se encontró que
las mujeres con infecciones
resistentes o multirresistentes tenían
En la actualidad con el
aumento de la resistencia a
los antibióticos, la mayoría
de las mujeres en estado de
gestación con bacteriuria
experimentan al menos una
infección por un
microorganismo resistente a
ciertos antibióticos. En
efecto, estos patrones de
resistencia tienen un
pág. 12615
pruebas complementarias como
chi-cuadrado, prueba exacta de
Fisher, t de Student y prueba de
Wilcoxon, según la naturaleza de
las variables analizadas.(Denoble
et al., 2022)
mayor probabilidad de desarrollar
hipertensión (p = 0,004), ser de raza
negra (p = 0,03), estar afiliadas a un
seguro de salud público (p = 0,002)
y presentar antecedentes más
frecuentes de infecciones urinarias
(p = 0,001). Asimismo, la
pielonefritis fue más común en los
casos de infecciones resistentes (OR
ajustada: 2,27; IC 95 %: 1,08–4,78)
y multirresistentes (OR ajustada:
3,06; IC 95 %: 1,57–5,96), en
comparación con las infecciones
sensibles a
los antibióticos.(Denoble et al.,
2022)
impacto clínico real,
porque, las embarazadas
con infecciones del tracto
urinario inferior por
bacterias gramnegativas
resistentes a los antibióticos
tienen probabilidad
estimada de 2 a 3 veces
mayor de desarrollar
pielonefritis.(Denoble et al.,
2022)

pág. 12616
(Mohapatra
et al.,
2022b)
India Participaron 1758
mujeres (embarazadas:
43,3%; no embarazadas:
56,6%) fueron
examinadas en el
estudio por 2 años, de
las cuales el 9,3%
(163/1758) tenían
bacteriuria
significativa.(Mohapatr
a et al., 2022b)
Se realizó un estudio prospectivo
con diseño transversal a lo largo
de dos años, en el que se
incluyeron mujeres embarazadas
de la comunidad con diagnóstico
clínico de cistitis o
bacteriuria asintomática.
Se utilizó: prueba t de Student,
prueba chi-cuadrado (χ²), prueba z
para proporciones y modelo de
efectos mixtos multinivel para
variables binarias.(Mohapatra et
al., 2022b)
Escherichia coli y Klebsiella
pneumoniae fueron los
uropatógenos predominantes en
ambos grupos, con una prevalencia
de 83,6 % en mujeres embarazadas
y 85,2 % en mujeres no
embarazadas. Se encontró que las
mujeres embarazadas presentaban
significativamente menor
resistencia a varios antibióticos,
incluidos ampicilina, cefixima,
cefoxitina, ceftazidima, ceftriaxona
y amoxicilina con ácido
clavulánico, en comparación con las
no embarazadas.
En cuanto al análisis ajustado, la
resistencia a cefixima presentó una
En este estudio la resistencia
a los antimicrobianos fue
significativamente mayor
entre las mujeres no
embarazadas residentes en
la comunidad, en
comparación con las
embarazadas, en el caso de
un bajo uso de antibióticos.
El estudio destacó la
necesidad de desarrollar un
antibiograma local que
ayude a iniciar el
tratamiento empírico y, por
lo tanto, a prevenir la
aparición de resistencia a los
pág. 12617
asociación significativa (OR
ajustada: 3,06; IC 95 %: 1,32–7,12),
al igual que la amoxicilina/ácido
clavulánico (OR ajustada: 3,88; IC
95 %: 1,12–13,46) y el co-
trimoxazol (OR ajustada: 2,66; IC
95 %: 1,14–6,17). Por otro lado, la
resistencia a ampicilina (OR
ajustada: 2,36; IC 95 %: 0,94–5,93)
y a gentamicina (OR ajustada: 0,94;
IC 95 %: 0,28–3,15) no alcanzó
significancia estadística.(Mohapatr
a et al., 2022b)
antimicrobianos.(Mohapatr
a et al., 2022b)