Contexto de universitarios de enfermería en

educación remota de emergencia

 

Dra. Cristina Hortensia Saavedra Vélez

cindyenfe@hotmail.com csaavedra@uv.mx

ORCID 0000-0002-9639-8599

Académico de tiempo completo.

Universidad Veracruzana. Facultad de Enfermería, región Xalapa

 

Mtro. José de Jesús Daniel López Muñoz

 jojedanlm@hotmail.com  jeslopez@uv.mx

Académico de tiempo completo.

Universidad Veracruzana. Facultad de  Bioanálisis, región Xalapa

 

Dr. Lauro Fernández Cañedo

laferca@hotmail.com  lafernandez@uv.mx

Académico de tiempo completo.

Universidad Veracruzana. Facultad de Medicina, región Xalapa

 

Mtra. Claudia Belén Ortega Planell

cbelen1@hotmail.com cbelen1@hotmail.com

Técnico académico tiempo completo

Universidad Veracruzana. Facultad de  Bioanálisis, región Xalapa

 

Dr. Omar Sánchez de la Cruz

omsan1969@yahoo.com.mx

Profesor de asignatura

Universidad Veracruzana. Facultad de Enfermería, región Xalapa

 

ME Beatriz Adriana García Rivas

 beatrigarcia28@gmail.com

Profesor de asignatura

Universidad Veracruzana. Facultad de Enfermería, región Xalapa

 

RESUMEN

Introducción: En pandemia, la estrategia para continuar con el proceso educativo ha sido la educación remota de emergencia (ERE), trabajo mediado por tecnología en tres modalidades: educación virtual, enseñanza en línea y Blended. En contexto estudiantil, es importante conocer aspectos relacionados directamente con aprendizaje como tecnología e internet, soporte familiar, combinación estudio-trabajo y bienestar mental. Objetivo: Caracterizar el contexto de universitarios de enfermería en ERE. Tipo de estudio: Cuantitativo, descriptivo, transversal, exploratorio. Técnica de investigación e instrumento: Entrevista y cuestionario, explora dispositivos electrónicos e internet, área física para clases, relación enseñanza remota/dinámica familiar/aprendizaje, trabajo y estudio y bienestar emocional. Población y muestra: Alumnos inscritos 490, muestra conformada por 115 estudiantes (23% de la población). Resultados: Dispositivos utilizados, computadora personal 69%, teléfono celular 15%, computadora de escritorio; 14%; 65% equipo propio, 33% compartido. Conexión de internet, 52% línea telefónica, 38% cable, 8% datos. Calidad de conexión, 20% buena, 76% regular, 4% mala; 67% disponen de espacio físico. 87% recibieron respaldo económico, 67% y 65% apoyados para tareas hogareñas y cuidado de persona(s) a su cargo. 94% virtualidad interfiere con aprendizaje; 64% laboró, 15% trabajo relacionado con enfermería. 38% trabajo interfiere con estudios. 50% trabajó en apoyo a economía familiar. Ansiedad, preocupación y angustia originaron en91% más tiempo para actividades escolares, 87% disminución de concentración. Conclusión: Resulta importante continuar investigando para proponer alternativas a fin de incidir en las áreas de oportunidad detectadas, desde una perspectiva académica socialmente responsable.

 

Palabras clave: educación remota de emergencia; universitarios; enfermería


 

Context of university nursing students in distance

emergency education

 

ABSTRACT

Introduction: In a pandemic, the strategy to continue the educational process has been emergency remote education (ERE), work mediated by technology in three modalities: virtual education, online teaching and Blended. In a student context, it is important to know aspects directly related to learning such as technology and the Internet, family support, study-work combination and mental well-being. Objective: To characterize the context of nursing university students in ERE. Type of study: Quantitative, descriptive, cross-sectional, exploratory. Research technique and instrument: Interview and questionnaire, explores electronic devices and the Internet, physical area for classes, remote teaching/family dynamics/learning relationship, work and study, and emotional well-being. Population and sample: Enrolled students 490, sample made up of 115 students (23% of the population). Results: Devices used, personal computer 69%, cell phone 15%, desktop computer; 14%; 65% own team, 33% shared. Internet connection, 52% telephone line, 38% cable, 8% data. Connection quality, 20% good, 76% fair, 4% poor; 67% have physical space. 87% received financial support, 67% and 65% supported for household chores and care for the person(s) in their care. 94% virtuality interferes with learning; 64% worked, 15% work related to nursing. 38% work interferes with studies. 50% worked in support of the family economy. Anxiety, worry and anguish originated in 91% more time for school activities, 87% decreased concentration. Conclusion: It is important to continue researching to propose alternatives in order to influence the areas of opportunity detected, from a socially responsible academic perspective.

 

Keywords: remote emergency education; university students; nursing

 

Artículo recibido:  03 marzo 2022

Aceptado para publicación: 20 marzo 2022

Correspondencia: cindyenfe@hotmail.com csaavedra@uv.mx

Conflictos de Interés: Ninguna que declarar


 

INTRODUCCIÓN

Las condiciones sanitarias derivadas de la pandemia de COVID-19 determinaron, en el ámbito educativo, transitar hacia formas diferentes de enseñanza, ante la imposibilidad de hacerlo de manera presencial.

Así, en marzo 2020, surge el concepto de educación remota de emergencia (ERE) cuando el sistema educativo se enfrentó a la necesidad imperante de adaptar a nuevas modalidades los métodos tradicionales de enseñanza, en un lapso de tiempo muy corto, a fin de seguir impartiendo clases a todos sus estudiantes. (Ibáñez, 2020)

En palabras de Hodges , C., Moore , S., Lockee, B., Trust , T., & Bond, A. (2020), la ERE “es un cambio temporal de la enseñanza a un modo alternativo debido a circunstancias de crisis. Implica el uso de soluciones de enseñanza totalmente remotas para la instrucción o la educación que, de otro modo, se impartirían de forma presencial o como cursos combinados o híbridos y que volverán a ese formato una vez que la crisis o emergencia haya disminuido”.

Desde esta conceptualización puede decirse que “el objetivo principal en estas circunstancias no es recrear un ecosistema educativo robusto, sino más bien proporcionar acceso temporal a los materiales de enseñanza de una manera rápida y fácil de configurar”. (Torres Burriel, 2020)

La finalidad de esta forma de educación consiste en trasladar a un aula remota, virtual o en línea, los cursos que cotidianamente se impartían presencialmente. (Ibañez, 2020).

Así, en cada país o instituciones de diferentes niveles educativos, se tomaron decisiones respecto a cómo enfrentar la crisis determinando el tipo de ERE a implementar.

En niveles educativos medio superior y superior, la estrategia generalizada y que se ajusta a necesidades de dichos niveles, “ha sido el trabajo mediado por tecnología digital, el cual permite añadir a las necesidades académicas, redes de apoyo conformadas por comunidades escolares que permitan enfrentar la crisis”. (Portillo, S., Castellanos, L., Reynoso, O., & Gavotto, O.,2020)

Siendo necesario hacer algunas precisiones sobre las variantes educación en línea, educación virtual y Blended.

Respecto a educación en línea, Hodges et. al (2020), mencionan que dicho diseño de aprendizaje puede adoptar tres modalidades, las cuales son: Completamente en línea, Blended con dos variantes (+ 50% en línea y de 25 a 50% en línea) y Presencial habilitado para la web.

Es importante enfatizar que los términos educación en línea y educación virtual, no son sinónimos, toda vez que ambas modalidades son distintas. En ese sentido, las diferencias existentes entre éstas, están determinadas por temporalidad y espacialidad.

Para el caso de la modalidad virtual, ésta funciona de manera asincrónica requiriendo recursos tecnológicos obligatorios, tales como computadora o tableta, conexión a internet y uso de plataforma multimedia, en tanto que en la educación en línea, alumnos y docente interactúan en sesiones sincrónicas a través de internet y redes de computadoras. (Ibañez, 2020). En tanto que el Blended se refiere al aprendizaje que combina encuentros asincrónicos con encuentros presenciales o sincrónicos, retomando las ventajas de ambos tipos de aprendizajes. (e-ABC LEARNING, 2019)

Lo cierto es que el distanciamiento social determinó una verdadera crisis en el proceso de enseñanza, en la que estudiantes, padres de familia y profesores se vieron obligados a recurrir a la tecnología. (Almazán, 2020).

Entorno universitario local

Para el caso de la Universidad, en que se enmarca este trabajo, el programa educativo (PE) de Licenciatura de Enfermería se imparte en las cinco regiones que la conforman: Xalapa, Veracruz- Boca del Río, Coatzacoalcos – Minatitlán, Poza Rica – Tuxpan y Córdoba - Orizaba.

El PE en cuestión de la región Xalapa, cuenta con una matrícula integrada por 490 alumnos, para la realización de la investigación, se tomaron en cuenta estudiantes inscritos en el semestre febrero- julio 2021, cursando 2°, 4°, 6° y 8° periodo.

El Plan de estudios, respecto al total de las horas que lo conforman, tiene una orientación teórica ligeramente superior a la orientación práctica.

Las experiencias educativas (EE) de naturaleza práctica se desarrollan en ámbito comunitario (Clínica de APS y Práctica profesional comunitaria) y ámbito hospitalario (Clínica fundamental, Clínica de atención a la mujer y el niño, Clínica de atención al adulto). Cabe señalar que desde el inicio de la pandemia los campos clínicos fueron cancelados derivado de las medidas de contingencia sanitaria.

Ante la suspensión de toda actividad académica y administrativa, en abril 2020, de forma abrupta se pasó de clases y prácticas presenciales a modalidad virtual.

 

Las autoridades universitarias a fin de salvaguardar la salud e incluso la vida de la comunidad universitaria se ocuparon de desarrollar un Plan de Contingencia Sanitaria, así como, de manera periódica, lineamientos y disposiciones de aplicación en las cinco regiones que la conforman.  Actualmente con orientación hacia un retorno seguro.

Tomando como referencia lo señalado en julio 2021 de manera general, las disposiciones del Área académica de Ciencias de la Salud, consideraron.

Planta docente

En el caso de los maestros realizar diagnóstico de disponibilidad de equipo de cómputo y búsqueda de alternativas para solventar  necesidades esenciales, identificar posibilidad del académico para trabajar a distancia la o las  Experiencias Educativas  (EE) o en caso contrario buscar soluciones conjuntas con autoridades, conocer si el docente utiliza tecnología para impartir  EE a distancia de forma libre o institucional, así como si cuenta con competencias básicas de uso de tecnologías. (Universidad Veracruzana. Área académica de Ciencias de la Salud, 2021)

Alumnos

Identificar si cuenta con equipo de cómputo e internet para las clases virtuales, en caso necesario y de ser posible resolver la situación de necesidad de accesibilidad o bien buscar estrategias que le permitan el mejor desempeño en sus EE, así como establecer alternativas que delimiten el nivel de exigencia con respecto a los que sí cuentan con todos los recursos.  Que reciban retroalimentación de las actividades y/o participación de forma continua, adoptando criterios de flexibilidad para los casos en que por condiciones geográficas o económicas no es posible el cumplimiento oportuno de dichas actividades. El desarrollo del Servicio Social, seguirá siendo direccionado por indicaciones de la Secretaria de Salud. (Universidad Veracruzana. Área académica de Ciencias de la Salud, 2021)

Herramientas virtuales

A manera de sugerencia se menciona usar de Google Classroom); para el caso de que el académico haga manejo de más de una herramienta virtual se recomienda uso de plataforma EMINUS, video llamadas, redes sociales, correo electrónico institucional, ZOOM y Skype, entre otros.

 

Planeación

Ante un inminente retorno a clases en modalidad híbrida se contempla: Realizar diagnóstico para el próximo regreso, escalonado acorde al programa educativo, analizar espacios y horarios, propuestas para concluir las EE acorde a calendario escolar, diversificar las prácticas de laboratorio, clínicas y comunitarias, sin afectación de otras actividades académicas, considerando aulas, laboratorios, horarios y días disponibles, con apego a las recomendaciones de la OMS. (Universidad Veracruzana. Área académica de Ciencias de la Salud, 2021)

Antecedentes

La educación virtual depende de herramientas tecnológicas, un computador o dispositivo móvil con cámara, micrófono y conexión a internet, lo que puede ser limitante para muchos estudiantes. Situación de interés ya que el acceso a dispositivos, conectividad y espacios alternativos de instrucción presenta variaciones significativas. (Vasquez, 2020).

En siete países, incluido México, de la región de América Latina y el Caribe, en el año 2018, se observaba acceso desigual a dispositivos digitales en el hogar, aparte del celular, la computadora portátil era el dispositivo de mayor accesibilidad.  (NU. CEPAL, 2020)

En promedio 57% de los estudiantes contaban con dicho dispositivo, existiendo diferencias marcadas según condición socioeconómica y cultural. Entre 70% y 80% de los estudiantes de nivel socioeconómico y cultural más alto (cuartil IV) tenían computadora portátil en el hogar, en contraste con solo 10% o 20% de los estudiantes de nivel socioeconómica y cultural más bajo (cuartil 1). El acceso a computadoras de escritorio y tabletas era menor. (NU. CEPAL, 2020)

Para el caso de México, de los estudiantes ubicados en el cuartil IV 66% contaban computadora de escritorio y 78% con computadora portátil y tableta, a diferencia del 11% para computadora portátil y 13% computadora portátil y tableta en estudiantes ubicados en el cuartil I. (NU. CEPAL, 2020)

Teniendo como referente esos niveles de acceso no es difícil imaginar lo que significan en el contexto actual, agregando la alta probabilidad de que varios miembros del hogar requieran acceder a un mismo dispositivo para atender actividades ya sea educativas o laborales. (NU. CEPAL, 2020)

Mendoza Castillo (2020) señala que, en nuestro país, los recursos tecnológicos distan de ser una solución total para continuar con el proceso educativo, toda vez que menos de la mitad de la población tiene acceso a las tecnologías, ya que de acuerdo a INEGI (2020) 44.3%de los hogares cuenta con computadora, 56.4% cuenta con conexión a Internet y 10.7%acceden a Internet fuera de su hogar.

Al respecto, Ruíz Cuellar (2020), hace referencia a que en las condiciones actuales la desigualdad social y educativa puede profundizarse materializándose “en la brecha de acceso a las tecnologías según el nivel socioeconómico de las familias.”

De acuerdo a Rieble-Aubourg y Viteri (2020) los sectores de menores ingresos o mayor vulnerabilidad son quienes resultan más afectados debido al acceso desigual a conexiones a internet, que se refleja en distribución desigual de recursos y estrategias

Vargas (2020) menciona que el acceso de estudiantes a computadores y a internet, constituye uno de los aspectos importantes a explorar antes del inicio de un curso virtual. Toda vez que, entre las principales necesidades y dificultades detectadas, en algunos hogares, se encuentra la no disponibilidad de suficiente y adecuado equipo de cómputo, así como, acceso deficiente a internet.

Por su parte Ávila (2020) señala “en una mirada elitista, se supone que la mayoría de los estudiantes tiene un computador personal, acceso a internet ilimitado y de buena calidad, espacio disponible para estudiar y una familia que puede encargarse de las tareas hogareñas, del cuidado de hijos o hermanos o de la generación de ingresos económicos. Sin embargo, lo anterior no siempre es así”.

Considerando que al interior de la familia pueden existir varias necesidades de uso de la tecnología como son la realización de actividades escolares y aquellas derivadas de oficina en casa (generalmente de los padres), la situación que se complica aún más cuando existe la necesidad de compartir el (os) dispositivo (s) informático, además en ocasiones son equipos obsoletos no compatibles con algunas aplicaciones más utilizadas para las actividades anteriores. Aunado a que no todos los hogares tienen acceso a internet estable que permita conexión de varios usuarios simultáneamente. (Vargas Jiménez, 2020)

La situación de educación en tiempos de pandemia ha permitido visualizar fragilidades del sistema, entre ellas la conectividad a internet, que representa una brecha que puede a su vez aumentar la de acceso a la educación en modalidad no presencial. Razón por la cual “hay que entregar internet a las familias de mayor vulnerabilidad, capacitar capital humano en las escuelas, colegios y universidades para alfabetizar digitalmente pero que no sea un curso de Excel o Word, que sea cómo construir una educación online.” (Celedón, 2020)

Portillo, S., Castellanos, L., Reynoso, O., & Gavotto, O. (2020), reportan haber encontrado en estudiantes de bachillerato y de licenciatura de Sonora, que, para continuar con clases a distancia, la computadora o laptop fue el dispositivo más utilizado (67.2%), seguido del teléfono inteligente 31.9%. En cuanto a propiedad de dichos dispositivos fue de 84.5%, el resto refirió utilizar dispositivos prestados o propiedad de las instituciones educativas. Referente a conectividad a internet sólo 25.0% tenía internet de banda ancha, el resto accedía a internet por servicios limitados (50.9%) y datos celulares (12.9%); 11.2% confirmó no tener ninguna forma de conexión a internet en el hogar; 81% manifestó tener un gran soporte familiar, al haber contado con el apoyo de sus padres o tutores.

Para el caso específico de formación en enfermería, la situación no es muy diferente, la pandemia ha dado visibilidad a problemas de desigualdad que afectan la capacidad de los estudiantes para aprender y tener éxito. Entre ellos se pueden mencionar los siguientes: Estudiantes en confinamiento sin acceso a Internet o Wi-Fi, estudiantes radicados en áreas rurales sin acceso al ancho de banda necesario y asimismo estudiantes sin accesibilidad a computadoras portátiles y/o computadoras en el hogar. (Morin, 2020)

En un estudio realizado con 73 alumnos de séptimo semestre de la carrera de Enfermería de la Universidad Estatal del sur de Manabí, se encontró, entre otros resultados, que solamente 75.3% tenían ordenador en su domicilio. (Vargas Jiménez, 2020)

Un estudio de la Universidad Técnica de Ambato, Ecuador reporta que, de 284 estudiantes de la Carrera de Enfermería, en el Período   octubre 2020 a enero 2021, 95% utilizaba nuevas tecnologías de información y comunicación para el aprendizaje a distancia, el 5% restante no las empleaba. En lo concerniente a dispositivos más utilizados para clases virtuales, 52% utilizaba celular, 35% laptop y 13% computador. Sobre problemática durante la pandemia para su formación como profesional de la salud, 32%   refirió haber tenido   inconvenientes respecto a la tecnología a causa de no contar con un dispositivo tecnológico, manejo de plataformas educativas y limitado acceso a internet. (Flores Hulicatoma & Martínez García, 2021)

De acuerdo a la opinión de  5 profesionales de enfermería que laboran en Instituciones de Educación Superior de diferentes países de Latinoamérica, los retos  de la formación de profesionales de enfermería en tiempos de pandemia son muchos, pero en su mayoría están relacionados con la falta de habilidades y experiencia en el manejo de las herramientas digitales y aulas virtuales, e interferencia para aprovechar las oportunidades o ventajas que ofrece la educación virtual , determinada por  falta de dispositivos electrónicos  y  de  conectividad adecuada tanto en estudiantes como en docentes . (Cedeño Tapia, Villalobos Guiza, Rodríguez López, & Fontal Vargas, 2021)

Para el caso de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), en la investigación realizada, que incluyó 74 estudiantes de pregrado, del ciclo académico 2020-1 de Estudios generales de Letra, se refiere que la salud mental se ve más afectada por una obligada enseñanza virtual inesperada e incluso no planificada. Los resultados obtenidos señalan que la percepción de los alumnos que gira en torno a las clases virtuales, corresponde a: 83.8% considera que afectan su salud mental, 93.2% identifica  que han aumentada la carga académica, entre las emociones que causan estas clases,  sobresalen  estrés (40%), ansiedad  (alrededor de 36%) y frustración (ligeramente superior a 20%), seguidas de miedo, enojo y tranquilidad. Por lo que un aspecto sugerido, por los autores, a tener en cuenta es el que remite a la salud mental de los estudiantes universitarios en educación a distancia. ( Lovón Cueva & Cisneros Terrones, 2020)

Los estudiantes que de manera paralela trabajan, enfrentan una doble exigencia de cumplimiento, académico y laboral, lo que puede ser fuente de estrés manifestado por ansiedad y angustia, situación que puede intensificarse si se le suman deberes u obligaciones familiares y demandas de su vida afectiva, es decir enfrentan una tensión derivada del esfuerzo para el cumplimiento de múltiples tareas. Siendo importante mencionar que, en algunos casos, el trabajo significa, contribuir a la manutención de otras personas a su cargo (Barreto Osman, Celis Estupiñán, & Pinzón Arteaga, 2019)

De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (2020), en la población de 18 a 29 años, se estima que desde que inició la pandemia más del 70% de jóvenes que estudian o bien que combinan estudio y empleo, han sido afectados por el cierro de centros escolares; también uno de cada seis jóvenes ha tenido que dejar de trabajar. De manera general, los trabajadores más jóvenes laboran en áreas que tienen que ver con atención a clientes, prestación de servicios y ventas, lo que los ubica en situación de vulnerabilidad derivada de los efectos económicos de la pandemia. Asimismo, existen datos acerca de que el 42% conservan su trabajo, pero sus ingresos han sido disminuidos. “Ello ha repercutido en su bienestar mental………… 50% de los jóvenes es susceptible de padecer episodios de ansiedad o depresión, y el 17% probablemente los padezcan”.

Atendiendo a todo lo anteriormente mencionado, en calidad de académicos integrantes de la comunidad docente, no es difícil  presuponer el impacto de la pandemia en el proceso formativo de los alumnos y asimismo se reconoce la importancia y el papel que juegan múltiples factores del entorno inmediato estudiantil, siendo por ello que surgió el interés de realizar la presente investigación, a fin de conocer cuáles son las condiciones de universitarios de enfermería de una universidad pública de la ciudad de Xalapa, Veracruz, México. Planteando los objetivos que se señalan a continuación.

Objetivos

General

§  Caracterizar el contexto de universitarios de enfermería en educación remota de emergencia

Específicos

Identificar en relación a educación remota de emergencia:

§  Tipo y accesibilidad de dispositivos electrónicos

§  Tipo y calidad de conexión a internet

§  Disponibilidad de área física dentro del hogar para tomar clases, estudiar y realizar deberes escolares

§  Apoyo y soporte familiar

§  Sistema de educación como factor de afectación de la dinámica familiar y barrera para el proceso de aprendizaje

§  Desempeño paralelo de trabajo y estudio

§  Relación entre trabajo, asistencia a clases y dedicación a estudio y tareas

§  Bienestar emocional y actividad académica

 

 

Metodología

Tipo de estudio y diseño metodológico

§  Estudio cuantitativo, descriptivo, transversal, exploratorio, efectuado de febrero a julio 2021.

Técnica de investigación e instrumentos

La técnica utilizada fue la entrevista y el instrumento un cuestionario autoadministrado en línea, elaborado exprofeso, que explora a través de 17 ítems, el contexto de educación remota de estudiantes de Enfermería, a través de los siguientes aspectos:

§  Dispositivos electrónicos e internet: Tipo, accesibilidad y calidad

§  Entorno familiar: Disponibilidad de área física dentro del hogar para tomar clases, estudiar y realizar deberes escolares. Apoyo y soporte.

§  Educación remota: Relacionada con afectación de la dinámica familiar y barrera para el proceso de aprendizaje

§  Estudiantes que trabajan: Desempeño paralelo trabajo y estudio, tipo de trabajo, motivos para trabajar, relación trabajo con asistencia a clases y dedicación a estudio y tareas

§  Bienestar emocional y actividad académica

Población y muestra

La población estuvo constituida, por 490 estudiantes de licenciatura en enfermería, de una universidad pública, con inscripción vigente durante el Período febrero – julio 2021. La muestra fue no probabilística, al azar, conformada por 115 alumnos, lo que representa el 23% de la población total, atendiendo a los criterios de selección establecidos.

Criterios de selección

Inclusión

Alumnos:

1.      Con inscripción vigente, Período febrero – julio 2021, en el programa educativo de licenciatura de enfermería, región Xalapa.

2.      Que aceptaron participar y contestaran cuestionario completo

 

 

 

Exclusión

Alumnos:

1.      Con inscripción vigente, Período febrero – julio 2021, en el programa educativo de licenciatura de enfermería, de otras regiones.

2.      Que no aceptaron participar.

Eliminación

1.       Cuestionarios contestados de manera incompleta.

2.      Alumnos que desistieran de participar

RESULTADOS

Dispositivos electrónicos

El dispositivo reportado como mayormente utilizado fue la computadora personal (69%), seguido de teléfono celular (15%), computadora de escritorio (14%) y en una minoría (2%) la tableta. (Gráfico 1)

Grafico 1

 

Referente a accesibilidad, 65% declaró el equipo como propio y de uso personal, 33% propiedad familiar y por tanto uso compartido y 2% refirió utilizar equipo rentado y prestado. (Gráfico 2)

 

 

 

Gráfico 2

 

Conexión a internet

En cuanto a conexión de internet, 52% respondió que cuenta con canal de línea telefónica, 38% canal de cable, 8% datos de telefonía celular y el 2% restante accede a través de renta o prestada. (Gráfico 3)

Gráfico 3

 

Respecto a la calidad de dicha conexión, sólo 20% contestó que es buena, 76% la consideró regular y 4% mala. (Gráfico 4)

Grafico 4

 

Entorno familiar

En lo concerniente a disposición, dentro del hogar, de espacio físico destinado para clases y realización de tareas o estudio, 67% y 69% de los estudiantes respondieron que, si cuentan con ello, por el contrario 33% y 31% no disponen de un espacio destinado para tal fin.  (Tabla 1)

Tabla 1. Disponibilidad de área física en ERE- Período febrero – julio 2021

Disponibilidad de espacio físico

SI

NO

Núm.

%

Núm.

%

Para clases

77

67%

38

33%

Para realizar tareas y/o estudiar

79

69%

36

31%

 

Por lo que respecta a soporte o apoyo familiar, 87% de los estudiantes recibieron respaldo económico, 67% colaboración para disminuir la realización de tareas hogareñas y 65% para el cuidado de persona(s) bajo su cargo. Solamente una minoría representada por el 13% no recibió apoyo económico. 33% y 35% manifestaron no recibieron ayuda para realizar labores del hogar ni para la atención de personas bajo su responsabilidad. Tabla 2)

 

Tabla 2. Apoyo familiar en ERE - Período febrero – julio 2021

Aspecto o actividad apoyada por la familia

SI

NO

Núm.

%

Núm.

%

Realización de tareas hogareñas

77

67%

38

33%

Cuidado de hijos, hermanos menores, enfermos, adultos mayores

75

65%

40

35%

Respaldo económico

100

87%

15

13%

 

Educación remota de emergencia relacionada con dinámica familiar y proceso de aprendizaje

94% de los estudiantes afirman que esta modalidad de enseñanza ha afectado su proceso de aprendizaje y 66% opina que ha alterado o interferido con la dinámica familiar.

Gráfico 5

 

Estudiantes y trabajo

64% de los estudiantes refirieron haber laborado durante el periodo de estudio, de ellos, solamente 15% desempeñó trabajo relacionado con enfermería. Y 38% respondió que el trabajar si ha interferido con estudiar, cumplimiento de tareas y asistencia virtual a clases. (Tabla 3)

 

Tabla 3. Dedicación estudio y trabajo paralelamente - Período febrero – julio 2021

Alumnos que estudian y trabajan

SI

NO

Núm.

%

Núm.

%

Desempeñaron algún trabajo remunerado

74

64%

41

36%

Trabajo relacionado directamente con la carrera

17

15%

98

85%

Interferencia con clases, tareas, estudio

44

38%

71

62%

 

Asimismo, 50% de quienes laboraron respondieron haberlo hecho para contribuir a la economía familiar, 23% para cubrir gastos escolares e igual porcentaje para manutención independiente, y solamente 4% refirió para cumplir con obligación de jefe de familia. (Gráfico 6)

 

Gráfico 6

 

Bienestar emocional y actividad académica

Concerniente a ansiedad, preocupación y angustia generadas por la pandemia, 91% contestó que han determinado necesidad de invertir más tiempo para la realización de actividades escolares y 87% refirió han sido causa de disminución de la capacidad de concentración.

 

Tabla 4. Emociones originadas por pandemia y actividad académica,Período febrero – julio 2021

Emociones de preocupación, ansiedad y angustia causantes de

SI

NO

Núm.

%

Núm.

%

Requerir mayor tiempo de lo habitual para realizar alguna actividad o tarea académica

105

91%

10

9%

Disminución de la capacidad de concentración

100

87%

15

13%

 

DISCUSIÓN

En cuanto a dispositivos mayormente utilizados la computadora personal ocupó un 69%, dato mayor al 57% encontrado en la región de América Latina y el Caribe y al 11%, reportada para México en estudiantes de nivel socioeconómico más desfavorecido (NU. CEPAL, 2020); así como al 35% reportado en estudiantes de enfermería de Ecuador (Flores Hulicatoma & Martínez García, 2021).  Siendo más bajo que el 78% e estudiantes mexicanos de nivel socioeconómico más alto.  Por otro lado, el uso de tableta correspondió a 2% contra 13% reportado para nuestro país (NU. CEPAL, 2020). Respecto al uso del celular 15% es diferente al 52% identificado por Flores Hulicatoma & Martínez García (2020).

Referente a accesibilidad, 65% el equipo de cómputo es propio y 33% propiedad familiar, cifras que, si se ven de forma sumativa, rebasa el 44.3% de los hogares en México que cuentan con computadora de acuerdo a INEGI (2020). Siendo superior también, al 75.3% en estudiantes de enfermería que contaban con ordenador en su domicilio. (Vargas Jiménez, 2020). Lo cual puede representar una fortaleza para continuar con el proceso educativo en esta modalidad.

En cuanto a conexión de internet, 98% tiene acceso (a través de canal de línea telefónica, canal de cable y datos de telefonía celular), cifra superior al 56.4% reportada por INEGI (2020). En tanto que el acceso por medio de renta se encontró en el 2% dato inferior al 11.2% de Portillo (2020) acerca de no tener ninguna forma de conexión a internet en el hogar y al 10.7% de INEGI (2020)

Los resultados obtenidos acerca de la calidad de conexión a internet, 20% considera que es buena, 76% regular y 4% mala, reflejan que efectivamente la conectividad a internet, es un factor que puede impactar en el acceso a la educación en modalidad no presencial. (Celedón, 2020). Asimismo, la deficiente calidad de conectividad difícilmente permitirá conexión de varios usuarios de forma simultánea. (Vargas Jiménez, 2020) Además refuerza lo señalado por Cedeño Tapia, Villalobos Guiza, Rodríguez López, & Fontal Vargas (2021) en el sentido de que la falta de conectividad  adecuada es uno de los factores que limitan aprovechar los beneficios de la educación virtual.

Cifras superiores al 60% correspondieron a aquellos que contaron con espacio físico en el hogar destinado para clases y realización de tareas o estudio y además contaron con apoyo familiar para tareas hogareñas y para el cuidado de persona(s) bajo su cargo. Sin embargo, los porcentajes restantes (entre 31% y 35%) no tuvieron lugar específico para aspectos escolares ni recibieron apoyo o soporte familiar para atender las otras actividades mencionadas. Lo que dista mucho de suponer que todos o la mayor parte de los estudiantes cuentan con estas condiciones Ávila (2020) siendo de interés aquellos que constituyen los porcentajes menores, toda vez que representan un grupo vulnerable al no poder acceder a condiciones básicas en apoyo al proceso formativo.

94% refirió afectación del proceso de aprendizaje derivada de la modalidad de enseñanza. Lo que puede relacionarse con el 32% que señaló inconvenientes con la tecnología por no contar con un dispositivo tecnológico, falta de experiencia en el manejo de plataformas educativas y limitado acceso a internet. (Flores Hulicatoma & Martínez García, 2021). Aspectos que podrían englobarse en lo que Cedeño Tapia, Villalobos Guiza, Rodríguez López, & Fontal Vargas (2021) denominan retos de la formación de profesionales de enfermería en tiempos de pandemia y que en mayor parte se relacionan con falta de habilidades y experiencia para manejar herramientas digitales y aulas virtuales.

Aun cuando 87% mencionó haber recibido respaldo económico de la familia, 64% refirió haber laborado durante el periodo de estudio; solamente 15% de ellos desempeñó trabajo relacionado con enfermería y el resto en actividades diversas, lo que concuerda con lo referido por la Organización Internacional del Trabajo (2020)  en el sentido de que  los trabajadores más jóvenes se ubican en sectores mayormente afectados económicamente por la pandemia (atención a clientes, ventas, prestación de servicios) lo que los coloca en situación de riesgo.

Del total de la población que trabaja, 38% afirma que ha interferido con lo académico. Por lo que respecta a motivos para laborar, 50% respondió para contribuir a la economía familiar, esto último guarda relación con el significado de trabajar para contribuir a la manutención de otras personas a su cargo (Barreto Osman, Celis Estupiñán, & Pinzón Arteaga, 2019).

El bienestar emocional no puede deslindarse de trabajo y proceso de aprendizaje, experimentar emociones como ansiedad, preocupación y angustia generadas por la pandemia, fue identificado en 87% como motivo de diminución en la concentración lo que probablemente se relaciona con que 91% refirió necesitó dedicar más tiempo para los deberes escolares. Al respecto, Lovón Cueva, M. A., & Cisneros Terrones, S. A. (2020), reportan que las clases virtuales originan emociones tales como estrés (40%), ansiedad (alrededor de 36%) y frustración (ligeramente superior a 20%), seguidas de miedo, enojo y tranquilidad. Asimismo, Barreto Osman, Celis Estupiñán, & Pinzón Arteaga (2019), señalan que ansiedad y angustia pueden ser manifestaciónes de estrés, derivado de  trabajar y estudiar, pudiendo exacerbarse si se agregan otros deberes u obligaciones familiares y demandas de su vida afectiva, determinando más esfuerzo para el cumplimiento de múltiples tareas.

CONCLUSIONES

Es innegable que el proceso formativo requiere mediaciones de orden pedagógico y tecnológico, sin embargo, al respecto, los datos en la población estudiada, reflejan que en el 35% las opciones para acceder a computadora se ven reducidas a uso familiar compartido o bien a renta o préstamo de equipo y 80% no cuenta con conectividad adecuada.

Ante el confinamiento social, en el entorno familiar se centralizaron las actividades educativas y laborales de los integrantes del núcleo, encontrándose que en promedio 38% no contaron con área física específica para clases, estudio y tareas, en cuanto a soporte familiar 13% no recibió apoyo económico, así como 33% y 35% tuvieron que continuar cumpliendo con realización de actividades del hogar y cuidado de personas bajo su responsabilidad (hijos, hermanos, enfermos, adultos mayores). Lo que probablemente guarda relación estrecha con lo referido sobre afectación del aprendizaje (94%) e interferencia con la dinámica familiar (66%).

Desempeñarse laboralmente, puede representar la oportunidad de que los jóvenes experimenten independencia y en algunos casos mejoren su formación disciplinar, sin embargo, se encontró que sólo 23% trabajaron por ser independientes e igual porcentaje para cubrir gastos escolares y 50% para contribuir a los ingresos familiares, esto último probablemente por las afectaciones económicas de la pandemia. Llamando la atención dos datos: del 64% que trabajó, solamente 15% desempeñó trabajo relacionado con enfermería, es decir, en la mayoría, la actividad desempeñada no fue de impacto directo para su formación y que 38% respondió que el trabajar afectó el estudio, cumplimiento de tareas y asistencia remota a clases

Es de considerar que, ante el parcial alejamiento de los vínculos sociales, el bienestar emocional puede verse afectado, encontrándose que emociones tales como ansiedad, preocupación y angustia, en 91% fue causa de invertir más tiempo para la realización de actividades escolares y en 87% de disminución de la capacidad de concentración.

Los resultados obtenidos refuerzan la importancia de continuar investigando, desde una perspectiva académica socialmente responsable, para que, a partir del diagnóstico del contexto estudiantil, se propongan alternativas a fin de incidir en las áreas de oportunidad detectadas.

Finalmente, si bien la enseñanza remota de emergencia surge como respuesta temporal a una situación de contingencia sanitaria, ofrece la oportunidad de un proceso de deconstrucción del modelo de educación vigente, es decir, analizar la posibilidad de contar con otros tipos de educación no solamente como medida emergente, sino como solución factible para el proceso formativo integral. 

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