NIÑOS DE 8 AÑOS CON PROBLEMAS DE
DENTICIÓN Y CÓMO ESTO AFECTA SU
DESEMPEÑO Y APRENDIZAJE EN EL AULA
8-YEAR-OLD CHILDREN WITH TEETHING PROBLEMS AND HOW
THIS AFFECTS THEIR PERFORMANCE AND LEARNING IN THE
CLASSROOM
Natalia Kristina Castillo Jiménez
Universidad Hispanoamericana
Yimberli Lissette Fajardo Zúñiga
Universidad Hispanoamericana

pág. 8443
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i5.20186
Niños de 8 años con problemas de dentición y cómo esto afecta su desempeño
y aprendizaje en el aula
Natalia Kristina Castillo Jiménez1
ncastilloj@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0003-6654-0245
Universidad Hispanoamericana
Yimberli Lissette Fajardo Zúñiga
yimberlif@gmail.com
https://orcid.org/0009-0004-0941-7133
Universidad Hispanoamericana
RESUMEN
Este estudio tiene como objetivo analizar la relación entre los problemas de dentición en niños de 8 años
y su impacto en el desempeño y aprendizaje en el aula. La hipótesis plantea que los problemas dentales
frecuentes a esta edad, como la pérdida de dientes temporales o el dolor asociado a la erupción de dientes
permanentes, afectan negativamente la concentración, la participación en clase y la autoestima del
menor. La metodología adoptada corresponde a un diseño cualitativo con enfoque exploratorio. Se
utilizará como instrumento una entrevista semiestructurada aplicada a la docente de grupo segundo
grado donde se tomó la muestra, la cual permitirá identificar cambios conductuales, de rendimiento
académico y de actitud en los niños con problemas de dentición.
Palabras clave: dentición infantil, rendimiento académico, autoestima, higiene bucodental
1 . Autor Principal
Correspondencia: ncastilloj@hotmail.com
pág. 8444
8-year-old children with teething problems and how this affects their
performance and learning in the classroom
ABSTRACT
This study aims to analyze the relationship between dentition problems in 8-year-old children and their
impact on classroom performance and learning. The hypothesis is that common dental problems at this
age, such as the loss of primary teeth or pain associated with the eruption of permanent teeth, negatively
affect children's concentration, class participation, and self-esteem. The methodology adopted is a
qualitative design with an exploratory approach. A semi-structured interview with second-grade
teachers and parents will be used as an instrument. This interview will identify behavioral, academic,
and attitudinal changes in children with dentition problems.
Keywords: childhood dentition, academic performance, self-esteem, oral hygiene
Artículo recibido 09 agosto 2025
Aceptado para publicación: 13 septiembre 2025

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INTRODUCCIÓN
La salud bucodental en la infancia es un aspecto fundamental del desarrollo integral. A los ocho años,
muchos niños atraviesan la etapa de recambio dentario, la cual puede implicar incomodidad, dolor y
alteraciones en la autoimagen. Se ha observado que estas condiciones pueden interferir con la dinámica
escolar, aunque la investigación científica en este ámbito sigue siendo limitada. Existe la creencia de
que las molestias asociadas a la dentición pueden repercutir en la atención y el rendimiento escolar, pero
aún es necesario comprobar esta relación de forma sistemática.
La pregunta de investigación que orienta este trabajo es: ¿De qué manera los problemas de dentición
afectan el desempeño y aprendizaje de los niños de 8 años en el aula? A partir de esta interrogante, se
formula la hipótesis de que los niños que presentan dificultades dentales muestran un rendimiento
académico más bajo y una menor participación en actividades escolares. El objetivo general es
identificar y describir el impacto de los problemas de dentición en el contexto escolar, y como objetivos
específicos se plantea analizar las percepciones de los docentes y padres, así como explorar los efectos
emocionales y sociales derivados de esta situación.
Este estudio se realiza con el propósito de aportar evidencia empírica que permita una mejor
comprensión del problema y motive la implementación de estrategias de apoyo escolar y atención
temprana. Al conocer cómo influye la salud bucodental en el proceso de aprendizaje, se pueden
desarrollar intervenciones más integrales en el entorno educativo. El lector encontrará en este artículo
un análisis detallado sobre un tema poco abordado, pero con gran relevancia para el desarrollo infantil
y el rendimiento académico.
DESARROLLO
Tipo de investigación: documental
Enfoque de investigación: cualitativo
Esta investigación consiste en un proceso inductivo recurrente, pues analiza múltiples realidades
subjetivas y no tiene una secuencia lineal. Se eligió la investigación cualitativa por las siguientes
características: consta de planteamientos más abiertos que van enfocándose, se conduce básicamente en
ambientes naturales, los significados se extraen de los conceptos y es una investigación no estadística.

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En sus bondades profundiza en los significados, cuenta con una amplitud teórica y conceptual, posee
una riqueza interpretativa y contextualiza el fenómeno.
Entre el dolor y el aprendizaje: conceptos fundamentales
Para comprender en profundidad la problemática abordada, es necesario definir los conceptos
fundamentales que articulan esta investigación: dentición infantil, rendimiento académico, autoestima y
salud bucodental. Estas nociones no solo delimitan el enfoque del estudio, sino que también permiten
establecer relaciones entre los aspectos físicos, emocionales y cognitivos que intervienen en el
desempeño escolar de los niños.
La dentición infantil hace referencia al proceso natural mediante el cual los dientes comienzan a emerger
desde las encías del niño. Este proceso, aunque fisiológico, puede generar molestias significativas como
dolor, irritabilidad, inflamación de encías y trastornos del sueño o del apetito (Colgate-Palmolive
Company, 2023). A los ocho años, muchos niños se encuentran en la fase de recambio dentario,
enfrentando la caída de dientes temporales y la erupción de los permanentes, lo que puede repercutir en
su bienestar general y su actitud frente al entorno escolar.
Por su parte, el rendimiento académico se entiende como el conjunto de logros obtenidos por un
estudiante en función de los aprendizajes esperados. Este rendimiento está influido por factores diversos,
entre ellos la salud física y emocional, el ambiente familiar, la motivación y la calidad de la enseñanza
(Gutiérrez-Monsalve et al., 2021 p. 14). En el contexto de esta investigación, se explora cómo las
afecciones orales pueden interferir en la concentración, el ánimo y la disposición del niño para participar
activamente en clase.
La autoestima constituye otro elemento relevante, ya que está estrechamente relacionada con la
percepción que el niño tiene de sí mismo, su apariencia física y su capacidad para socializar. Diversos
estudios señalan que los problemas dentales visibles pueden afectar negativamente la imagen personal
y, en consecuencia, disminuir la seguridad del menor, provocando retraimiento, ansiedad o baja
participación en el entorno escolar (Clínica Dental Belladent Bonanova, s.f.).
Desde una perspectiva integral, la salud bucodental se considera un componente esencial del desarrollo
infantil. No se limita únicamente a la ausencia de caries o infecciones, sino que incluye la capacidad del
niño para hablar, alimentarse, relacionarse y desenvolverse sin dolor ni incomodidad. De acuerdo con

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la Organización Mundial de la Salud (s.f.), una adecuada salud oral favorece el bienestar general,
impacta en la calidad de vida y contribuye al desempeño social y académico.
Estas definiciones permiten establecer una base teórica para analizar, en las secciones siguientes, cómo
la interacción entre estos factores puede influir en el desarrollo escolar de los niños con problemas de
dentición. Así, el estudio pretende no solo describir una realidad clínica y educativa, sino también
generar conciencia sobre la importancia de una atención integral en la etapa escolar.
Cuando el dolor se sienta en el aula: Efectos visibles de la dentición en el aprendizaje
Los resultados obtenidos en este estudio respaldan la hipótesis inicial, al evidenciar que los niños que
enfrentan dificultades relacionadas con la dentición presentan un rendimiento académico comprometido,
reducen su participación en clase y manifiestan signos emocionales como el retraimiento. A partir de
las entrevistas realizadas a la docente de grupo, fue posible identificar patrones reiterativos como
inasistencias constantes, baja motivación, problemas de atención y manifestaciones de dolor físico que
interrumpen el flujo normal del proceso educativo. Estos elementos guardan una estrecha relación con
los objetivos planteados, al permitir analizar el impacto de la salud bucodental en el entorno escolar
desde una perspectiva tanto cognitiva como social y emocional.
Desde un enfoque sociológico, es fundamental comprender que las dolencias del cuerpo infantil no
pueden desligarse del contexto en el que emergen. Como afirman Macionis y Plummer (2011), “la salud
no es solo una condición biológica, sino también una experiencia social que refleja la posición del
individuo en la estructura social” (Sociología, p. 616). Bajo esta óptica, la tendencia de algunas familias
a restar importancia al tratamiento dental —por considerar que se trata únicamente de “dientes de
leche”— refleja una visión cultural que invisibiliza el sufrimiento infantil y, a su vez, perpetúa
desigualdades dentro del ámbito escolar.
Aunado a lo anterior, los hallazgos permiten advertir que la salud bucodental en la infancia constituye
un componente transversal del desarrollo integral, cuya afectación incide en múltiples esferas de la vida
escolar. Lejos de tratarse de una molestia pasajera, el dolor o la incomodidad derivados de problemas
dentales provocan reacciones en cadena que comprometen la concentración, inhiben la expresión oral y
reducen la participación del estudiante en dinámicas colaborativas.

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Esta interpretación se alinea con lo expuesto por Mejía y Restrepo (2020), quienes sostienen que “la
salud oral en la infancia tiene un impacto directo en el rendimiento académico, ya que el dolor dental
afecta tanto la atención como la disposición emocional del niño para el aprendizaje” (p. 45). En
consecuencia, estos hallazgos subrayan la urgencia de que las políticas educativas reconozcan el
bienestar físico como un eje esencial en la formación de competencias, promoviendo intervenciones
intersectoriales que articulen salud y educación de manera efectiva.
Entre la incomodidad y la desconcentración: Un obstáculo silente al rendimiento escolar
Acorde con estudios como el de Ramos-Gómez et al. (2014) y Mouradian (2006), los niños con dolor
dental presentan más interrupciones en su rendimiento académico, disminución de la calidad de sueño
y mayor irritabilidad. En esta investigación, la docente observó que los estudiantes con dentición
alterada se mostraban más dispersos, evitaban hablar en público y pedían permiso para salir del aula con
mayor frecuencia. Estos síntomas impactan de forma directa la adquisición del conocimiento,
coincidiendo con lo planteado por el sociólogo Luis Carlos Morales (2010): “la educación no puede
comprenderse al margen de las condiciones materiales y simbólicas que la atraviesan” (Balance de la
Sociología de la Educación, p. 106).
Un aspecto relevante identificado en este estudio es que el aula se convierte en el primer espacio donde
se manifiestan los efectos de los problemas de dentición. Las señales observadas por las docentes, tales
como ausencias reiteradas, apatía, desmotivación y retraimiento, son síntomas que indican que el
malestar físico trasciende lo biológico para instalarse en la esfera pedagógica. Es decir, la escuela
percibe el problema, pero muchas veces carece de herramientas sistemáticas para abordarlo de manera
eficaz. La socióloga argentina Amelia Podetti (2009) sostiene que “la educación no puede limitarse a la
transmisión de saberes, sino que debe constituirse en un espacio de acogida para la vida cotidiana del
niño, en sus dolores y en sus potencialidades” (p. 82). Esta visión plantea un desafío importante para los
sistemas educativos: lograr una articulación efectiva entre salud, familia y escuela para atender de
manera temprana y preventiva las condiciones que obstaculizan el aprendizaje. A pesar de que la Escuela
La Trinidad cuenta con un servicio odontológico mensual gracias a la CCSS, el seguimiento deficiente
por parte de algunas familias pone de manifiesto una desigualdad estructural: el acceso no siempre se
traduce en atención. Esto sugiere que el problema no es solo de cobertura, sino de apropiación del

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conocimiento sobre la importancia de la salud oral en el desarrollo infantil. De acuerdo con la
perspectiva de Bourdieu (1986), esta situación puede interpretarse como una manifestación del “capital
cultural” desigualmente distribuido, donde el conocimiento sobre hábitos saludables y el valor atribuido
a la prevención no circula de forma equitativa entre todas las familias. En efecto, si una familia no
considera importante llevar a su hijo a una cita odontológica “porque son dientes de leche”, esto refleja
una construcción cultural del cuidado infantil que invisibiliza el dolor y naturaliza el malestar como
parte del crecimiento. Esta lógica no solo incide en la salud del niño, sino que, como muestra este
estudio, también impacta su desempeño escolar, perpetuando ciclos de bajo rendimiento y rezago.
Esta situación pone de relieve la necesidad urgente de transformar la mirada institucional sobre el
bienestar infantil. Más allá de contar con recursos técnicos o servicios disponibles, lo esencial es generar
una cultura escolar sensible al dolor y al malestar de los estudiantes, que no los perciba como obstáculos
individuales, sino como expresiones de contextos sociales que requieren intervención colectiva. La falta
de respuesta estructurada ante síntomas físicos reiterados en el aula, como los asociados a los problemas
de dentición, expone una debilidad en los modelos educativos tradicionales, centrados exclusivamente
en los aprendizajes cognitivos y desvinculados de los procesos de salud integral. De ahí que sea
indispensable promover una pedagogía que considere el cuidado como un eje transversal, capaz de
integrar lo emocional, lo físico y lo social como condiciones necesarias para el aprendizaje significativo.
En este marco, las escuelas pueden convertirse en verdaderos espacios de detección temprana,
derivación oportuna y acompañamiento empático, contribuyendo así a romper los ciclos de exclusión
que muchas veces se inician con una dolencia tan aparentemente menor como un diente flojo, una muela
mala, o una encía inflamada.
La escuela como espacio de reproducción y posible transformación
Que la Escuela La Trinidad de Moravia cuente con un acceso a revisión odontológica periódica, con la
intervención de profesionales en salud, representa una fortaleza significativa en comparación con otras
instituciones. Sin embargo, la efectividad del seguimiento se ve reducida por la falta de compromiso de
algunas familias. Este hallazgo refleja la idea de que “la escuela, aunque reproduce desigualdades,
también puede ser un espacio donde se introduzcan mecanismos correctivos” (Macionis y Plummer,

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2011, p. 593). Si bien el servicio existe, la corresponsabilidad con el hogar es determinante para
garantizar la salud integral de los niños.
Abordar el problema de la dentición en el aula no es una función exclusiva del sistema de salud, sino
una responsabilidad compartida donde el docente se convierte en un agente de transformación.
En este sentido, la escuela puede y debe generar espacios de sensibilización con las familias, fortalecer
programas de promoción de la salud y garantizar que ningún niño vea afectado su aprendizaje por una
causa prevenible. Además, se vuelve necesario incorporar en la formación docente herramientas para
identificar y abordar señales de malestar físico que interfieren con el proceso educativo.
Asimismo, resulta fundamental que las instituciones educativas asuman un rol más activo en la
construcción de entornos escolares saludables, integrando prácticas de cuidado que trasciendan lo
curricular. La atención a la salud bucodental infantil puede convertirse en una oportunidad para
fortalecer la función socializadora de la escuela, al promover valores como la prevención, la empatía y
la corresponsabilidad colectiva. Iniciativas como charlas informativas, jornadas de higiene oral, y el
trabajo conjunto con profesionales de la salud y orientadores pueden contribuir significativamente a
modificar patrones culturales que minimizan el dolor físico infantil. De esta manera, la escuela no solo
cumple con su función instructiva, sino que se posiciona como un agente clave en la transformación de
realidades sociales que perpetúan desigualdades, siendo un puente entre las políticas públicas de salud
y las prácticas cotidianas del hogar.
Fortalezas y limitaciones del estudio: Un primer paso necesario
Entre las fortalezas, destaca el enfoque cualitativo, que permitió una comprensión profunda de las
emociones, experiencias y percepciones de los actores escolares. Además, el hecho de haber trabajado
con una muestra concreta (10 estudiantes y sus respectivos contextos) facilita el análisis contextualizado.
No obstante, el tamaño reducido de la muestra y su localización en una sola escuela impiden hacer
generalizaciones.
En efecto, el enfoque cualitativo utilizado no solo posibilitó captar matices emocionales y conductuales
difíciles de registrar mediante instrumentos cuantitativos, sino que también permitió visibilizar las voces
de los docentes como observadores privilegiados del día a día escolar. La riqueza de esta aproximación
reside en su capacidad para reconstruir realidades desde las vivencias subjetivas, lo que resulta

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especialmente útil en el análisis de fenómenos complejos como el impacto del dolor físico en el proceso
educativo. Esta perspectiva, centrada en la comprensión profunda más que en la medición estadística,
aporta una mirada que considera al niño en su totalidad: como sujeto biológico, emocional, social y
cultural.
No obstante, es importante señalar que la validez externa del estudio es limitada debido a la muestra
reducida y a su enfoque contextualizado en una única institución. Esta delimitación, aunque
metodológicamente pertinente para los fines exploratorios del trabajo, requiere ser ampliada en futuras
investigaciones que incluyan una mayor diversidad de contextos educativos, niveles socioeconómicos y
perspectivas familiares. Asimismo, incorporar la voz directa de los propios estudiantes que atraviesan
estas experiencias permitiría enriquecer el análisis, otorgando una dimensión más completa a la
comprensión del fenómeno. De este modo, se avanzaría hacia un conocimiento más representativo y útil
para la formulación de políticas públicas y prácticas pedagógicas inclusivas.
Hacia un futuro sin dolor: Recomendaciones e investigaciones futuras
Este trabajo abre la puerta a una serie de investigaciones necesarias. Sería relevante ampliar el estudio
a otras escuelas, comparar zonas rurales y urbanas, e incorporar entrevistas con los propios niños para
integrar su vivencia directa del dolor dental. Además, sería valioso investigar si los problemas de
dentición están asociados a factores como el nivel socioeconómico o los hábitos alimenticios.
En palabras de Macionis y Plummer (2011): “la sociología nos enseña que, para entender un problema,
debemos mirar más allá del individuo y observar las estructuras sociales que lo rodean” (p. 4).
Comprender que un diente flojo o una muela sin tratar puede ser un reflejo de condiciones estructurales
permite a la escuela y a la sociedad asumir un rol más activo en la garantía de derechos infantiles.
Del mismo modo, sería pertinente analizar las diferencias en el abordaje institucional del problema
según el tipo de gestión educativa (pública o privada), así como evaluar el grado de formación de los
docentes en temas de salud integral infantil. Esto permitiría no solo identificar buenas prácticas
replicables, sino también detectar vacíos estructurales que requieren atención urgente. La creación de
protocolos escolares específicos para atender manifestaciones de dolor físico y malestar visible podría
representar una innovación significativa en la prevención del rezago académico relacionado con
condiciones de salud bucodental.

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Por otra parte, futuras investigaciones podrían beneficiarse del uso de metodologías mixtas que
combinen el rigor estadístico con la riqueza interpretativa del enfoque cualitativo. Esto permitiría
establecer correlaciones más amplias entre variables como la higiene oral, la asistencia escolar, el
rendimiento académico y el entorno socioeconómico familiar. Considerar al niño como sujeto inserto
en múltiples sistemas: biológico, emocional, familiar y estructural, es esencial para comprender la
complejidad del fenómeno y proponer soluciones que trasciendan la atención clínica, avanzando hacia
políticas públicas con enfoque de derechos y equidad social.
Conclusiones desde el aula: una mirada compartida entre docentes
Comprensiones desde la práctica educativa
Como docentes de segundo grado en la Escuela La Trinidad de Moravia, este estudio nos ha permitido
constatar que los problemas de dentición infantil, lejos de ser un asunto exclusivamente clínico,
configuran una condición que interfiere sensiblemente con los procesos pedagógicos cotidianos. Los
hallazgos expuestos nos enfrentan a una realidad que ya veníamos percibiendo: niños que, por dolor o
incomodidad bucal, presentan una participación reducida, dificultades de concentración y afectaciones
visibles en su autoestima. Estas experiencias se manifiestan de manera clara dentro del aula y alteran
tanto el ritmo individual como colectivo del aprendizaje.
El hecho de que la institución cuente con una clínica odontológica de la CCSS debería representar una
ventaja considerable. Sin embargo, la falta de seguimiento por parte de algunas familias pone en
evidencia un desfase entre la oferta institucional y la corresponsabilidad familiar. Esta desconexión
impide una atención efectiva e integral del problema, como también lo señala Morales Zúñiga (2010),
al destacar que la escuela, aunque reproduce desigualdades, puede ser también un espacio de
transformación si logra articular su función socializadora con acciones estructurales correctivas.
Además, esta experiencia nos ha permitido tomar conciencia de la necesidad de observar más allá del
rendimiento académico visible. Muchos estudiantes con bajo desempeño presentan manifestaciones
físicas y emocionales que, como en el caso de los problemas de dentición, pasan inadvertidas en el
ajetreo diario del aula. La práctica docente debe incluir habilidades de observación aguda, sensibilidad
empática y apertura para establecer vínculos entre el bienestar corporal del niño y su participación

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escolar, especialmente en los primeros ciclos educativos donde el desarrollo integral está en pleno
proceso.
Este estudio también reafirma la importancia del trabajo colaborativo entre docentes, familias y
profesionales de salud. La comunicación efectiva entre estos actores es vital para generar alertas
tempranas y respuestas oportunas. El aula no debe ser solo un espacio de instrucción, sino un entorno
donde se validen las emociones del niño, se reconozcan sus malestares y se actúe a favor de su dignidad
y derecho a aprender sin dolor. Desde nuestra experiencia, cualquier señal física persistente debe
considerarse un llamado a intervenir con acompañamiento y comprensión
La dentición infantil como factor educativo relevante
Los problemas de dentición infantil tienen un impacto significativo en el rendimiento académico, la
autoestima y la participación de los estudiantes en el aula. Es indispensable reconocer que el proceso de
recambio dentario no solo es fisiológico, sino también psicosocial y pedagógico. La presencia de dolor,
incomodidad o alteraciones visibles en la dentadura repercute en la seguridad del niño, su expresión oral
y su vinculación con el
Aun cuando existen servicios institucionales de salud dental en algunas escuelas públicas, como el caso
de estudio, la falta de acompañamiento familiar limita la efectividad de estas intervenciones. Es urgente
reforzar las estrategias de corresponsabilidad con las familias, fomentando una cultura del autocuidado
desde la infancia. La coordinación intersectorial entre educación, salud y comunidad debe ser fortalecida
para lograr un abordaje integral del bienestar estudiantil.
Este vínculo entre salud oral y desempeño escolar invita a repensar incluso el currículo desde una mirada
más integral, donde el desarrollo físico tenga un lugar dentro de las prioridades educativas. Si bien la
enseñanza tradicional ha estado centrada en lo cognitivo, las nuevas perspectivas pedagógicas reconocen
que el aprendizaje está condicionado por múltiples factores, entre ellos el bienestar corporal. La
inclusión de contenidos relacionados con el cuidado bucodental en las asignaturas de Ciencias,
Orientación o incluso en actividades transversales como proyectos de vida saludable, puede convertirse
en una herramienta educativa eficaz para prevenir problemáticas como las evidenciadas en este estudio.
Por otro lado, la dentición también puede influir en el área del lenguaje, una de las competencias clave
en los primeros años escolares. Cuando los niños experimentan dolor o molestias al hablar, tienden a

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retraerse o evitar situaciones comunicativas, lo que afecta su participación, sus procesos de
alfabetización y su confianza para expresarse. Este impacto, si no se detecta a tiempo, puede generar un
rezago en habilidades fundamentales como la lectura oral, la pronunciación clara o la construcción del
discurso. Por ello, es vital que docentes cuenten con herramientas para observar y atender estos signos,
promoviendo entornos donde el cuerpo, la voz y la salud sean entendidos como parte del aprendizaje.
La necesidad de políticas públicas sensibles a la salud infantil
Existe una evidente necesidad de incluir la salud bucodental infantil como variable relevante en los
programas de mejoramiento del rendimiento escolar. La formulación de políticas públicas debe
considerar los vínculos entre salud y aprendizaje, integrando campañas educativas, revisiones periódicas
obligatorias, e incluso sistemas de alerta escolar para niños que presenten signos recurrentes de dolor o
retraimiento asociado a condiciones físicas.
Una política pública verdaderamente efectiva debe integrar la dimensión de la salud bucodental infantil
como una prioridad vinculada a la calidad educativa. Esto incluye no solo programas de atención
odontológica gratuita, sino también capacitaciones docentes, estrategias de sensibilización familiar y
seguimiento sistemático desde el ámbito escolar. La inversión en salud preventiva representa, a largo
plazo, una inversión en mejores aprendizajes y trayectorias escolares más equitativas.
Además, es necesario que dichas políticas tengan en cuenta las particularidades de cada contexto. En
zonas con mayor vulnerabilidad social, la intervención debe ser más intensiva, con un enfoque
interseccional que considere las múltiples barreras que enfrentan las familias para acceder a servicios
de salud. Solo así se logrará cerrar la brecha entre quienes pueden garantizar el bienestar físico de sus
hijos y quienes dependen de la acción articulada entre escuela y Estado para romper los ciclos de
exclusión.
Aportes del estudio y sus márgenes
Entre las principales fortalezas de este estudio destaca su enfoque cualitativo y contextualizado, que
permitió capturar con profundidad las vivencias tanto de los docentes como de las familias. Se logra así
una aproximación rica y situada al fenómeno estudiado. No obstante, reconocemos que la muestra fue
reducida (10 estudiantes de una sola institución), lo cual impide realizar generalizaciones más amplias.
Además, aunque se capturaron indicadores de tipo emocional, cognitivo y conductual, no se incluyó la

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voz directa de los estudiantes, lo cual representa una limitación metodológica relevante para futuras
investigaciones.
Implicaciones sociológicas y educativas
A la luz del análisis sociológico propuesto por autores como Bourdieu, Passeron y Durkheim, retomado
en el balance de la sociología costarricense, comprendemos que los problemas de dentición no son
meramente individuales, sino que reflejan estructuras sociales, prácticas familiares y visiones culturales
arraigadas. La desatención a la salud bucodental infantil, incluso cuando existe acceso institucional,
puede entenderse como un síntoma de una reproducción de desigualdades más profundas, donde el
capital cultural y el conocimiento sobre la salud oral siguen siendo desigualmente distribuidos.
Esto coincide con lo señalado por Musgrave (1983) y Ottaway (1965), quienes entienden la sociología
de la educación como la disciplina que estudia las relaciones entre la educación y la sociedad, así como
las dinámicas interpersonales dentro de las organizaciones escolares. Desde esta perspectiva, el
fenómeno observado en este estudio ofrece evidencia de cómo los factores de salud infantil se
entrecruzan con procesos educativos, afectando la equidad y el desarrollo integral del alumnado.
En este sentido, la salud bucodental puede entenderse como un indicador más de las desigualdades
estructurales que atraviesan a la infancia costarricense. Tal como lo plantea la sociología crítica, los
sistemas educativos, lejos de ser espacios neutros, reflejan y reproducen las brechas sociales existentes.
Así, un problema aparentemente menor como el dolor dental se convierte en una barrera significativa
para la participación plena del estudiante, especialmente en contextos donde las oportunidades de
prevención, tratamiento y acompañamiento son limitadas. Este hallazgo refuerza la necesidad de
considerar la dimensión corporal como parte inseparable del análisis sociológico de la educación.
Además, el abordaje del problema desde una lógica interdisciplinaria resulta clave para transformar estas
realidades. La sociología de la educación, al vincular los procesos escolares con las condiciones sociales
del entorno, permite visibilizar que el sufrimiento físico de un niño no es solo una cuestión médica, sino
también un asunto pedagógico, político y cultural. En este marco, la intervención no puede limitarse a
la atención odontológica puntual, sino que debe contemplar acciones de formación familiar, trabajo
comunitario y desarrollo de políticas públicas que promuevan la equidad en el acceso a la salud infantil.

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Finalmente, estas reflexiones apuntan a la urgencia de construir una escuela más sensible a las
condiciones de vida de sus estudiantes. Una escuela que logra identificar el dolor, que lo nombra, lo
acompaña y actúa frente a él, se transforma en una institución que educa desde el reconocimiento y el
cuidado. Incorporar esta mirada en los proyectos educativos institucionales representa un paso firme
hacia una educación inclusiva, humana y verdaderamente transformadora.
CONCLUSIÓN
Consideraciones finales para la comunidad académica y educativa
Este trabajo no pretende clausurar el análisis sobre la relación entre dentición infantil y desempeño
escolar, sino más bien abrir un campo de estudio poco explorado. La experiencia de la Escuela La
Trinidad puede ser un punto de partida para investigaciones comparativas entre zonas rurales y urbanas,
análisis longitudinales sobre el rendimiento académico vinculado a la salud oral, o estudios
participativos que incorporen la percepción directa de los niños.
Invitamos a la comunidad científica y a los tomadores de decisiones en educación y salud a considerar
estas intersecciones como esenciales en la formulación de políticas públicas. Entender que un diente
flojo puede simbolizar más que una fase de crecimiento, puede ser la antesala del rezago educativo o de
la exclusión social, nos obliga a actuar de manera articulada, interdisciplinaria y con enfoque de
derechos. Para profundizar el conocimiento, es necesario ampliar la muestra, comparar distintos
contextos socioeconómicos y territoriales, e incluir la voz directa de los estudiantes. También sería
pertinente explorar la relación entre la salud oral y el rendimiento en áreas específicas como lectura en
voz alta, participación en inglés oral o desarrollo del lenguaje. El aprendizaje es un proceso integral que
incluye el bienestar físico, emocional y social del niño. El dolor dental en el aula no debe ser normalizado
ni invisibilizado, sino entendido como una señal de alerta que requiere atención, comprensión y acción
inmediata.
En definitiva, este estudio nos recuerda que detrás de cada gesto de incomodidad o silencio en el aula
puede haber una historia corporal no dicha, un malestar que demanda ser escuchado con sensibilidad y
compromiso. Reconocer la salud bucodental como una dimensión educativa es dar un paso hacia una
escuela más humana, donde el aprendizaje no se construye únicamente desde los contenidos, sino
también desde el cuidado, la empatía y la justicia social. Que una situación referente a la salud bucal no
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sea motivo de rezago o exclusión es una responsabilidad compartida entre docentes, familias,
profesionales de salud y tomadores de decisiones. Abrir espacio a esta conversación es, en sí mismo, un
acto de transformación pedagógica y social.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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