pág. 10585
En paralelo, la medición continua de indicadores de desempeño permitió conformar una base de datos
histórica que ahora sirve como referencia para la planeación de recursos, la programación de tareas y la
priorización de intervenciones, pues la recopilación y análisis de estos datos en intervalos regulares
generó información de valor para proyectar mejoras a largo plazo y reducir la probabilidad de
reincidencia de errores; esto coincide con lo indicado por Montgomery (2020), quien sostiene que el
control estadístico de procesos es esencial para detectar desviaciones antes de que estas se conviertan
en no conformidades graves, ya que permite intervenir de manera preventiva y no reactiva.
Por último, la integración de herramientas como la matriz de mudas y el análisis de economía de
movimientos aportó una visión más profunda sobre los desperdicios presentes en el taller, ya que se
detectaron no solo ineficiencias evidentes, como tiempos muertos o recorridos innecesarios, sino
también desperdicios ocultos relacionados con la disposición del espacio, la ubicación de herramientas
y la secuencia de tareas, puesto que estas mejoras, al eliminar operaciones redundantes y optimizar la
asignación de recursos, contribuyeron a aumentar la productividad sin necesidad de realizar inversiones
en infraestructura. Según INLAC (2016), la eliminación sistemática de desperdicios constituye uno de
los pilares de la mejora continua, dado que permite maximizar el rendimiento del sistema productivo y
generar beneficios sostenibles para la organización.
Otro de los resultados significativos fue la disminución del tiempo total de reparación en un 18 %, lo
cual se logró mediante la estandarización de procedimientos y la capacitación del personal técnico en el
uso de herramientas y técnicas específicas; este avance no solo optimizó el uso de los recursos, sino que
también fortaleció la capacidad de respuesta del taller frente a incrementos en la demanda. González
(2018) sostiene que la mejora continua, al aplicarse de forma estructurada, no solo repercute en
indicadores internos como la eficiencia o la reducción de costos, sino que además se traduce en una
mayor percepción de valor por parte del cliente, incrementando la lealtad y la competitividad de la
empresa en el mercado.
En cuanto al impacto en la satisfacción del cliente, las encuestas realizadas posterior a la implementación
de las mejoras evidenciaron un incremento del 15 % en la valoración general del servicio, especialmente
en los aspectos relacionados con el tiempo de entrega y la calidad percibida, pues este resultado
demuestra la correlación entre eficiencia operativa y experiencia del cliente, tal como señalan Slack