g. 1
PROPUESTA DE MODELO CONCEPTUAL
PARA TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA
AGRÍCOLA EN MÉXICO
PROPOSED CONCEPTUAL MODEL FOR
AGRICULTURAL TECHNOLOGY TRANSFER IN
MEXICO
Arturo García Saldaña
Tecnológico Nacional de México, Veracruz-México
Alejandro Humberto Mata
Universidad Veracruzana, México
Luis alfonso Aguilar Pérez
Universidad Veracruzana, México
pág. 10926
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i5.20370
Propuesta de Modelo Conceptual para Transferencia de Tecnología
Agcola en México
Arturo García Saldaña1
asaldana@bdelrio.tecnm.mx
https://orcid.org/0000-0002-9209-0431
Tecnológico Nacional de México
Veracruz, México
Alejandro Humberto Mata
hmata@uv.mx
https://orcid.org/0000-0002-9381-9159
Universidad Veracruzana
Veracruz, México
Luis Alfonso Aguilar Pérez
luiaguilar@uv.mx
https://orcid.org/0009-0001-9365-7233
Universidad Veracruzana
Veracruz, México
RESUMEN
Se propone un modelo conceptual para la transferencia de tecnología agrícola en México, con base en
el enfoque de agroecosistemas desde un marco epistémico de los Sistemas Complejos. Como resultado,
se obtuvo un modelo que puede funcionar como detonador de la reactivación del agro mexicano. Dicho
modelo contempla cuatro etapas en su implementación: un Diagnóstico, una Estrategia de operación, la
Adopción y Empoderamiento, y una Evaluación continua. Se obtuvo un modelo gráfico que explica las
etapas para la transferencia de la tecnología. Por tanto, el objetivo del presente trabajo, fue proponer un
modelo de transferencia de tecnología y su difusión, basado en cuatro actores: Investigador (I), Difusor
del Conocimiento (DC), Productor (P) y Gobierno (G).
Palabras Clave: enfoque de sistemas, extensionismo, desarrollo rural
1
Autor principal.
Correspondencia
pág. 10927
Proposed Conceptual Model for Agricultural Technology Transfer in
Mexico
ABSTRACT
A conceptual model for agricultural technology transfer in Mexico is proposed, based on the
agroecosystems approach from an epistemic framework of Complex Systems. The result is a model that
can serve as a catalyst for the reactivation of Mexican agriculture. This model includes four stages in
its implementation: Diagnosis, an Operational Strategy, Adoption and Empowerment, and Continuous
Evaluation. A graphic model was obtained that explains the stages of technology transfer. Therefore,
the objective of this work was to propose a model for technology transfer and dissemination based on
four actors: Researcher (R), Knowledge Disseminator (KD), Producer (P), and Government (G).
Keywords: systems approach, extensionism, rural development
Artículo recibido 02 setiembre 2025
Aceptado para publicación: 30 setiembre 2025
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INTRODUCCIÓN
La investigación científica es de vital importancia para el desarrollo de la humanidad; sin ella no podría
haberse desarrollado la tecnología. El desarrollo de la ciencia y su aplicación, es, por ende, el resultado
de un peregrinar en el mundo científico donde se ponen en práctica las teorías y descubrimientos de la
ciencia. Como resultado de los descubrimientos científicos y sus aplicaciones para el desarrollo de la
sociedad, tenemos el desarrollo tecnológico. De manera que, la transferencia de tecnología es de vital
importancia para hacer un uso eficiente de los recursos naturales, de los cuales el ser humano se apropia,
para transformarlos y obtener beneficios de diversas índoles.
En consecuencia, la aplicación de la ciencia y la tecnología ha permeado en la mayoría de los ámbitos
de la humanidad; como lo es en el Desarrollo Rural. Para lograr el desarrollo rural, es necesario el
desarrollo agrícola; y para ello, la ciencia, a través de la transferencia de tecnología agrícola, subsana
parte de la problemática que pueda suscitarse en el agro. Algunas de éstas soluciones son el desarrollo
de nuevas técnicas de cultivo, el mejoramiento genético y el desarrollo de herramientas agrícolas, entre
otros. Lo anterior, garantiza un incremento en la producción de bienes y servicios necesarios en los
agroecosistemas.
En la transferencia de tecnología agrícola está implícito el estudio de los agroecosistemas; por tanto, se
requiere de un enfoque sistémico para poder contemplar factores como el comportamiento de los
productores, sus estratos sociales, su cultura, situación socio económica y, de esta manera, dicha
transferencia tenga los resultados esperados.
En algunos modelos de transferencia de tecnología propuestos con anterioridad, sólo se contemplan
modelos lineales que tienen como actor principal al investigador (I) y al difusionista o Difusor del
Conocimiento (E); y en el mejor de los casos también al productor (P). Esta triada (I-E-P) (Coetano y
Mendoza, 1992) aparentemente ha funcionado. Sin embargo, el tiempo de adopción de la transferencia
tecnológica se extiende hasta10 años, en el mejor de los casos; para una adopción del 100 % de los
productores involucrados (Rogers, 1995).
Por otra parte, Naranjo (2002) mencionó que es importante enfatizar en la apropiación del conocimiento
por parte de los productores, para lo cual es necesario llevar a cabo un mayor esfuerzo en las acciones
de difusión del conocimiento. Esto se consigue a través de proyectos específicos para tal efecto. Como
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complemento, es necesario realizar análisis de congruencia entre las demandas iniciales de los
agricultores y la satisfacción de las mismas.
Para obtener resultados positivos en la transferencia de tecnología agrícola, es de vital importancia que
cada actor tenga presente su participación activa en el proceso, llevando a cabo actividades paralelas de
evaluación continua en todo el tiempo de la duración de la transferencia.
El objetivo del presente trabajo, fue proponer un modelo de transferencia de tecnología y su difusión,
con base en cuatro actores: Investigador (I), Difusor del Conocimiento (E), Productor (P) y Gobierno
(G). Dicho modelo contempla cuatro etapas en su implementación: un Diagnóstico, una Estrategia de
operación, la Adopción y Empoderamiento y una Evaluación continua.
El modelo
El modelo de transferencia de tecnología aquí descrito, tiene su fundamento epistemológico en la línea
Idealista Galileana. Para ser más exactos, se basa en el la ideología de la globalización de Norteamérica,
la cual constituye una serie de políticas recientes, incluyendo el Tratado México-Estados Unidos-
Canadá, TMEC (antes Tratado del Libre Comercio de América del Norte, TLCAN), el cual requiere se
priorice la liberalización del mercado, el comercio y la ''eficiencia'' de la agricultura (Otero et al., 1997).
Pero dicha corriente ideológica tiene una especial preferencia por los agricultores dentro del desarrollo
agrícola; por lo que los campesinos, que son la mayoría, quedan rezagados. Se hace referencia a “los
agricultores” como aquellos productores con grandes extensiones de tierra, que cuentan con los recursos
para la explotación intensiva del agro. Por el contrario, se considera a “los campesinos” como aquellos
productores de autoconsumo, mismos que sus extensiones de tierra son pequeñas o sólo tienen cultivos
de traspatio.
Con la propuesta de este modelo, se intenta incluir a los agricultores y campesinos, y con ello acortar
también el tiempo promedio de adopción de la transferencia de tecnología.
A continuación se describe la propuesta de un modelo de transferencia de tecnología agrícola que tiene
su fundamento en los modelos propuesto por Rogers (1962) (Rogers, 1995) y su teoría Difusionista
(Sahin, 2006), e INIFAP (Coetano y Mendoza, 1992; González, 2001; Naranjo, 2002; Cadena-Iñiguez
et al., 2009), en un marco de referencia del desarrollo agrícola.
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En la conceptualización de este modelo se toman en cuenta cuatro actores primordiales para la
explicación del mismo. En primer lugar, se contemplan los agricultores y campesinos quienes necesitan
del desarrollo agrícola; a los que en adelante se mencionan como productores. Los productores (P) se
encargan de la planificación, manejo y control de los agroecosistemas con la finalidad de producir
alimentos y servicios que la demanda estimada que el mercado requiere. La producción agrícola atiende
esa demanda de alimentos, y a su vez ofrece un valor agregado por la calidad de sus productos y
servicios, transformándose así en una oferta económica. La producción agrícola obtenida de las
unidades productivas se distribuye a mercados locales, nacionales e internacionales de manera
constante; originándose así un círculo virtuoso en la producción de alimentos y servicios por parte de
los productores.
El segundo actor son las instituciones de investigación (I), representadas por los investigadores expertos
en el agro. Los investigadores son los encargados de identificar las necesidades en el desarrollo agrícola
y desarrollar las tecnologías para subsanarlas para proponer innovaciones tecnológicas (González,
2001). Es imperante, entonces, que la Institución de Investigación sea la promotora del desarrollo
agrícola y sea la primera en contemplar la transferencia tecnológica.
Un tercer actor es el Difusor del Conocimiento (DC), quien es el intermediario entre P e I. El DC se
encarga de extender las tecnologías desde el I hacia el productor; pero juega un papel importante en
cuanto a que debe de acercarse al P para recoger sus inquietudes e iniciar, con gran lucidez, el proceso
de transferencia (ya que el productor tiene poca oportunidad de dominar la tecnología) (Naranjo, 2002).
El DC debe de cumplir con ciertas características que lo conduzcan hacia el diálogo mediático entre
productor e investigador; y viceversa (Freire, 1998). Se propone que el DC pueda ser un agente por
parte de la iniciativa privada, que proporcione sus servicios a través de un despacho de asesores
regulados por parte del gobierno (G). Otra opción es que G cree dichas instancias a través de la
secretaría correspondiente como parte integral de un esquema de políticas públicas.
Finalmente, se hace mención del último actor en el modelo: el gobierno (G), este tiene la obligación de
aplicar las políticas para el buen desempeño de la sociedad. Un sector de dicha sociedad es el entorno
rural que, dicho sea de paso, ocupa un porcentaje alto en la sociedad mexicana. Es por esto que G, es
de vital importancia en el desarrollo rural y, por tanto, una parte importante en el funcionamiento de
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este modelo: el desarrollo agrícola. Mediante la aplicación de políticas públicas en el desarrollo rural,
G, en sus tres niveles (municipal, estatal y federal), favorece el desarrollo agrícola en busca de la
autosuficiencia agroalimentaria. Mediante el funcionamiento del consejo municipal rural sustentable
(COMUDER) en los municipios, G destina los financiamientos y programas gubernamentales para
impulsar el desarrollo agrícola y rural (Naranjo, 2002). Los COMUDERS funcionan como vínculo entre
el Gobierno y desarrollo agrícola.
En la Figura 1 se muestra el modelo propuesto para la transferencia de tecnología agrícola en México.
A continuación, se menciona la ruta crítica de dicho modelo, partiendo del supuesto que Las
instituciones de investigación agrícolas (I) y el Gobierno (G), están interesadas en el apoyo y la
difusión de innovaciones tecnológicas que conlleven a una mejora en la producción agrícola,
fundamentada en la oferta de mercado y su demanda estimada, para satisfacer la seguridad alimentaria
del país.
Con base en el supuesto anterior, se explica a continuación el modelo de transferencia de tecnología
propuesto. En el modelo gráfico se indica con números la continuidad del proceso, mismo que no ocurre
de manera lineal, si no que se puede llevar a cabo a la par con otros procesos. En este caso los números
encerrados en un círculo servirán de manera explicativa.
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Figura 1: Modelo de transferencia de tecnología agrícola. Las puntas de las flechas indican el sentido
de la comunicación. Los números indican de manera parcial, la continuidad del proceso. Las flechas
naranja proponen el flujo “lineal” del proceso de difusión-adopción.Etapa de diagnóstico
El inicio del proceso (1) se origina donde I a través de la Institución de Investigación Agrícola (IIA) y
el Gobierno Federal (G), establecen un convenio de colaboración para que, de manera incluyente, G
tome en cuenta a I como asesor dentro de los programas de desarrollo rural y en políticas públicas
incluyentes. (2) G deberá tener en cuenta su acercamiento a través de los COMUDERScon P, para
reforzar la vinculación con I mediante una retroalimentación con base en las respuestas endógenas
provenientes de su diálogo con P. Establecida la vinculación I-G, se incluye a la IIA en la toma de
decisiones en las políticas públicas y el desarrollo rural sustentable.
Posteriormente, IIA empleando un proceso de selección, determina a DC más que un participante en el
desarrollo de la innovación (3), como un agente de cambio (Rogers, 1995). En este punto, DC toma la
iniciativa para acercarse a P, con la intención de atender la demanda de innovaciones tecnológicas
requeridas en el desarrollo agrícola con base a la oferta y la demanda del mercado. Como P no tienen
la capacidad tecnológica de producir innovaciones y solucionar sus carencias en éste sentido, es
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necesario que DC, basado en el diálogo, establezca comunicación para investigar la situación
problemática de P (Coetano y Mendoza, 1992). A su vez, DC debe llevar el diagnóstico a I para el
inicio del siguiente paso del proceso. Esto no significa que DC no tenga que tomar en cuenta los
conocimientos de P, por el contrario, DC necesita escuchar a que problemas se enfrenta P y de su amplia
experiencia en el manejo de los agroecosistemas. Por lo tanto, este modelo propone a P como un actor
participativo en la construcción del conocimiento. Por ello el sentido de las flechas en la figura es
bidireccional.
En el siguiente paso (4), la situación detectada por DC, es llevada a la IIA a través de I. I es el encargado
de realizar la investigación básica y aplicar los conocimientos generados en IIA para proponer una
innovación tecnológica como solución del problema inicial de P. Cabe hacer mención que, en muchos
casos, después de que DC detecta las necesidades de P, no será necesario de desarrollo de nuevas
tecnologías puesto que, a nivel mundial, probablemente existan soluciones ya desarrolladas para dicha
problemática. La función de I entonces, es acercar o acondicionar dichas innovaciones a P a través de
DC. Dado este escenario, no sería necesario el desarrollo de nuevas tecnologías por parte de IIA.
Hasta este paso, se considera la conclusión de la primera etapa que consiste en el diagnóstico.
Etapa de la Estrategia de operación
La siguiente etapa es la Estrategia de Operación, en la cual se emplea la metodología, desarrollada o
aplicada por I, por parte de DC para llevar a cabo el proceso de implementación y difusión de la
innovación hacia P.
En el punto cinco, DC mediante un acercamiento a P, selecciona a los productores adoptadores (Pa),
según la clasificación de Rogers (Rogers, 1995; Valente, 1996), que son los más abiertos a la adopción
de la innovación (Arnon, 1987). Para realizar dicha selección, DC se debe de apoyar de una herramienta
de redes sociales, según la cual se explica el comportamiento de los productores en la aceptación o el
rechazo de la innovación (Valente, 1996), y con ella se puede identificar a los Pa tempranos. Para lo
anterior, se debe de entender el concepto de redes sociales como el patrón de la amistad, el
asesoramiento, la comunicación o el apoyo que existe entre los miembros de un sistema social (Valente,
1996).
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Desde 1962, Rogers ya proponía el uso de la técnica de creación de redes sociales mediante encuestas
para la selección de dichos productores, pero en la actualidad se cuenta con software especializado para
poder llevar a cabo dicha selección como lo es UCINET®, por ejemplo.
DC lleva la innovación a la parcela del Pa para ser validada (6) (con ello se recorta el tiempo de la
validación de la innovación, que en otros modelos se prueba de manera experimental en la IIA, antes
de ser llevada a parcelas demostrativas), y junto con el conocimiento de Pa. DC retroalimenta a I en un
Centro de Ajuste de Transferencia (CAT), tal y como lo hace el modelo chileno (Mata, 1993), y éste a
su vez a la investigación básica y aplicada (4), en un círculo virtuoso para la mejora de la tecnología
que se lleva a cabo entre I- DC-Pa.
Cuando ya se encuentra afinada la innovación, IIA lleva a cabo la capacitación de DC en cuestiones
técnicas (Coetano y Mendoza, 1992), y de Pa en cuestiones prácticas de la nueva innovación
tecnológica (7). A la par, se lleva un proceso de estudios de mercadotecnia dentro de la IIA con el CAT
para la difusión de la innovación, dichos estudios se aplican en la difusión de la innovación en los
medios de comunicación (Cadena-Iñiguez et al., 2009) (Naranjo, 2002) y en las parcelas demostrativas
de Pa. Posterior a la capacitación, se lleva a cabo una demostración para los productores vecinos de Pa
(8), de los cuales surgen adoptadores secundarios (Ps) que de a poco irán adoptando la innovación
tecnológica. Hasta aquí se cumple con la segunda etapa del modelo de transferencia de tecnología aquí
propuesto (Estrategia).
Etapa de empoderamiento de la innovación
Producto de la demostración en la parcela demostrativa, los Ps empezarán a ver los beneficios en las
parcelas de los Pa, e iniciarán a copiar las innovaciones cuando vean resultados favorables (9). De éstos
últimos, también los adoptadores rezagados (Pr), que son los más renuentes al cambio, iniciarán
finalmente a copiar el comportamiento (10) para finalizar el proceso de adopción en el modelo de
transferencia de tecnología agrícola (Rogers, 1995).
La tercera etapa consiste en la apropiación de los nuevos conocimientos de parte de P. Con sus
conocimientos fortalecen la propuesta de las innovaciones, mismos que deben tener un impacto tal que
se suscite una adopción y un empoderamiento de la innovación; sin embargo, aquí no termina la
transferencia de tecnología.
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En esta etapa del modelo de transferencia, G forma una parte importante del modelo. Su acercamiento
con P es indispensable para proporcionarle una vinculación con el mercado potencial, asegurando
disminuir los problemas detectados por Rogers (1995) y Arnon (1987) posteriores a la transferencia
tecnológica. Uno de los problemas en mención puede ser el súperavit en la producción sin demanda de
mercado estimada, entre otros.
En la mayoría de los modelos estudiados, regularmente aquí termina la transferencia de tecnología, con
la adopción de la innovación, pero se debe continuar apoyando a P para que ofrezca su producción a la
demanda del mercado (11); y pueda, con apoyo de G distribuirlo al mercado local, nacional e
internacional. Con lo anterior, la transferencia de tecnología tendrá una aplicación real y contribuirá al
desarrollo rural.
Etapa de Evaluación continua
Finalmente, la última etapa que se contempla es la de Evaluación Continua. Esto no quiere decir que
sea el reflejo de un modelo lineal, por el contrario, debe estar presente desde el inicio del proceso de
transferencia, para poder realizar los ajustes si el modelo así lo requiere. En la Figura 1 se muestra, que
esta etapa de Evaluación es IIA quien la inicia, y está en contacto con Pa, Ps, Pr, DC y G; para
retroalimentarse mediante instrumentos que permitan recabar información necesaria para una mejora
continua, además de evaluar el proceso de difusión y adopción. La evaluación deberá considerar
indicadores que contemplen las tres dimensiones de la sostenibilidad llámese social, económica y
ecológica, para poder llevar a cabo una valoración en la evolución de la adopción tecnológica.
DISCUSION
Uno de los principales problemas que podemos encontrar en el sector rural mexicano es la pobreza y
desigualdad derivado de la desarticulación de los programas de gobierno con los demás sectores que
intervienen en la cadena productiva del agro mexicano, la pobreza rural no puede resolverse con una
perspectiva sectorial y se debe atacar con un enfoque territorial que abarque una estrategia de desarrollo
plurisectorial (Trujillo-Villavicencio, 2015), no se puede entender la transferencia tecnológica sin el
extensionismo rural, que en los años 70´s y 80´s funciono como un departamento adjunto junto con el
Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO) en los Distritos de Riego a la Secretaria de Agricultura y
Recursos Hidráulicos posteriormente SAGARPA ahora SADER; esta denominación de Extensionismo
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es un proceso de comunicación que conlleva a la transferencia tecnológica a una población rural y debe
promover el desarrollo de los seres humanos en una sociedad rural (RUSSO, 2009), de acuerdo con las
reglas de Operación de Desarrollo Rural 2015 el extensionismo se define como un proceso de tipo
educativo y transformador cuyo fin es el desarrollo económico y social de la población rural, sin
embargo y a pesar de que este servicio era gratuito por parte del gobierno poco se avanzó en el desarrollo
rural del país (López y Castro 2010), posteriormente en los años 90´s y principios del 2000 este servicio
se manejó por contratos para los extensionistas que atendía no solo aspectos de índole tecnológico, sino
también organizativo y de misión social bajo una estrategia de carácter participativa (Roblero, 2014),
desafortunadamente es tipo de programas poco impacto social tuvo salvo contados casos de éxito en
algunas regiones del país, ahora bien desde el comienzo en la puesta en marcha de los servicios de
extensionismo y hasta la fecha, México ha sido un crisol experimental en la generación de modelos de
extensión, encaminados hacia los servicios de asistencia técnica, desarrollo de capacidades y gestión de
proyectos productivos, con una estructura que consiste en la privatización de los servicios de
extensionismo financiados por el Estado para atender a pequeños y medianos productores. Por otra parte
tenemos el trabajo realizado por el Instituto Nacional de Capacidades del Sector Rural (INCA Rural)
que ha tenido la función de orientar y articular planes de interés nacional para el desarrollo de
capacidades de los productores del agro mexicano, a la vez también ha tenido la posibilidad de articular
de cuadros de profesionistas, academia y centros de investigación con la finalidad de crear la
construcción de capital humano y social que genere aportes significativos al sector rural (INCA, 2012).
Sin embargo, poco se ha logrado debido entre otras cosas a que los actores del extensionismo siempre
viven en la incertidumbre de los contratos, el atraso a sus pagos, problemas de desconfianza con la
comunidad, escasez de recursos y herramientas para trabajar y la falta de seguridad social, así como la
contratación de sus servicios sin crear una antigüedad que mejore el bienestar de sus familias de hecho
para la OCDE en la actualidad en México no existe un servicio de extensión agrícola específico
(McMahon y Valdés, 2011).
Bajo este panorama, es necesario buscar un nuevo modelo de extensionismo para mejorar la trasferencia
tecnológica en México, con la finalidad de mitigar el enorme rezago y niveles de pobreza y marginación
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que existe en el medio rural, para crear condiciones de autosuficiencia alimentaria, tomando en cuenta
la conservación de los recursos naturales (SAGARPA, 2015).
Dados los argumentos antes mencionados podemos darnos cuenta de una desconexión general entre la
ciencia y la realidad rural, Por lo que existe una imperiosa necesidad de conectar a las dependencias de
los tres órdenes de gobierno, instituciones académicas, de investigación y empresa que apoyen en forma
conjunta a las comunidades rurales, una gran cantidad de la investigación agropecuaria no llega al
productor y algunas otras investigaciones ni siquiera se justifican.
Por lo tanto, el extensionismo rural debe garantizar rutas adecuadas para difundir innovaciones
tecnológicas que den soluciones reales no solo como una transferencia de conocimientos, sino como un
método que lleve a la construcción de conocimientos aplicables en el quehacer cotidiano de los
productores, beneficie el desarrollo rural en su conjunto.
El modelo de trasferencia tecnológica que aquí se presenta tiene las particularidades del modelo lineal
tradicional con la salvedad que este incluye el extensionismo holístico (Trujillo-Villavisencio, 2015) y
la implementación del uso de un software para incursionar en las redes sociales como “estrategia
multimodal” (Cadena et al, 2009) y el seguimiento mediante la evaluación continua del proceso de
transferencia, se pone de manifiesto también el acompañamiento y vinculación hacia los canales de
mercado para la comercialización de los productos que se obtengan de la transferencia tecnológica,
teniendo similitud con el Programa de Negocios Rurales Inclusivos (PRONERI) en Ecuador (Aguilera,
2012). De acurdo con la FAO existen bienes públicos que por propia naturaleza no son atendidos por
los actores que intervienen en el sistema de transferencia tecnológica, en los que podemos encontrar
elementos naturales como son la calidad del suelo, agua y aire, el desarrollo territorial y la
diversificación productiva (FAO, 2019). Es en este sentido que el modelo que se presenta y se explica
(Figura 1), no solo garantiza los canales adecuados para compartir y difundir innovaciones tecnológicas
sino tiene la finalidad de evaluar el sistema en tres ejes dimensionales de acuerdo con los objetivos de
desarrollo sostenible de la agenda 2030. En este sentido modelos de trasferencia tecnológica como el
que se está proponiendo pueden llegar a cumplir con los objetivos de la agenda 2030 como son: Sistemas
de Innovación con promotores de cambio tecnológico, esto debido a que la trasferencia tecnológica ha
sido fundamental en el desarrollo rural en México y América Latina, Otro objetivo Es El Uso de las
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Tecnologías como Medio para la reducción de la pobreza y la mitigación del hambre, debido a las
condiciones imperantes de desigualdad la única opción para disminuir la brecha y hacer un cambio
verdadero es la generación de conocimiento y la transferencia del mismo para reducir los índices de
pobreza sobre todo en las zonas rurales de mediana y alta marginación; y por ultimo otros objetivos en
los que la transferencia tecnológica juaga un papel importante en el cumplimientos de los objetivos de
desarrollo sostenible son: El uso de las energías renovables y su rol en la protección del medio ambiente
y la lucha contra el cambio climático, sin olvidar la brecha genero haciendo de estos objetivos un medio
incluyente.
En resumen, México y Latino América deben seguir manteniendo contacto con la frontera del
conocimiento y así generar las capacidades y los financiamientos para el aprovechamiento de las nuevas
tecnologías y extenderlas hacia las comunidades rurales, como una opción estratégica para llegar a
obtener el desarrollo productivo que se necesita. Todo esto nos lleva a replantear las políticas públicas
y organizacionales para poder alcanzar un desarrollo sostenible a mediano y largo plazo.
CONCLUSIONES
Como se puede observar, el modelo propuesto es una recopilación de ideas de modelos anteriormente
desarrollados. No pretende reemplazar a ningún modelo empleado por alguna Institución. Por el
contrario, pretende ser una guía para poder entender, desde un enfoque de agroecosistemas, las
necesidades que tiene el agro de la participación conjunta del Gobierno y las Instituciones.
Lo anterior, llevará a fortalecer los programas de políticas públicas enfocadas al desarrollo agrícola y
rural en la nueva etapa de reestructuración del campo que acaba de iniciar. Es una opción para llevar a
cabo innovaciones hacia los productores y brindarle recursos para que incrementen su producción y,
con ello, su índice de calidad de vida. Es imperante, para la implementación de éste u otros modelos, la
participación de los servidores públicos en todos los niveles de gobierno. Se necesita hacer conciencia
de que ésta puede ser una vía factible para evitar la dependencia alimentaria de otros países y para
reactivar al agro mexicano e iniciar un proceso de autosuficiencia agroalimentaria.
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