DIVERSIDAD Y DISTRIBUCIÓN DE ANUROS
EN BOSQUES SEMIMADUROS E
INMADUROS DEL CORREDOR ECOLÓGICO
LLANGANATES–SANGAY
DIVERSITY AND DISTRIBUTION OF ANURANS IN SEMI-
MATURE AND IMMATURE FORESTS OF THE
LLANGANATES-SANGAY ECOLOGICAL CORRIDOR
Christopher Oswaldo Paredes-Ulloa
Universidad Estatal Amazónica, Ecuador
Katherine Abigail Jiménez Duque
Universidad Estatal Amazónica, Ecuador
Génesis Nayely Moscoso Cabrera
Universidad Estatal Amazónica, Ecuador
Derwin Viafara
Universidad Estatal Amazónica, Ecuador
Stephanie Nichole Lara Jaramillo
Universidad Estatal Amazónica, Ecuador
Jorge Julio Reyes Mera
Universidad Estatal Amazónica, Ecuador
pág. 11124
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i5.20389
Diversidad y Distribución de Anuros en Bosques Semimaduros e
Inmaduros del Corredor Ecológico LlanganatesSangay
RESUMEN
Este estudio analiza la preferencia de microhábitats por anuros en bosques semimaduros e inmaduros
de la Amazonía ecuatoriana, específicamente en la Fundación Waska Amazonía, cantón Mera, Pastaza.
Se aplicó la metodología de Relevamiento de Encuentro Visual (REV) durante 20 noches, registrando
744 individuos pertenecientes a 25 especies. Se delimitaron cuatro transectos, dos asociados a cuerpos
de agua y dos en zonas secas, evaluando variables como abundancia, riqueza específica y diversidad
mediante índices ecológicos (Simpson, Shannon, Pielou y Jaccard). Los resultados evidenciaron que el
bosque semimaduro presentó mayor diversidad y equidad, mientras que el bosque inmaduro mostró
mayor abundancia pero dominancia de pocas especies. La presencia de especies exclusivas en cada zona
sugiere diferencias ecológicas significativas en la estructura del hábitat. Además, los cuerpos de agua
favorecieron una mayor riqueza específica. Estos hallazgos resaltan la importancia de conservar hábitats
con distintos grados de madurez y condiciones hidrológicas, ya que cada uno contribuye de manera
única a la biodiversidad regional y al equilibrio ecológico de las comunidades de anuros.
Palabras clave: anuros, microhábitat, diversidad ecológica, bosque tropical, amazonía ecuatoriana
1
Autor principal.
Correspondencia:
Christopher Oswaldo Paredes-Ulloa1
chris9enginer@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-2087-5694
Universidad Estatal Amazónica
Ecuador
Katherine Abigail Jiménez Duque
ka.jimenezd@uea.edu.ec
https://orcid.org/0009-0003-2073-9195
Universidad Estatal Amazónica
Ecuador
Génesis Nayely Moscoso Cabrera
gn.moscosoc@uea.edu.ec
https://orcid.org/0009-0005-3397-1481
Universidad Estatal Amazónica
Ecuador
Derwin Viafara
vivian8_d@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0003-1376-1231
Universidad Estatal Amazónica
Ecuador
Stephanie Nichole Lara Jaramillo
stephanielara97@gmail.com
https://orcid.org/0009-0001-9631-2943
Universidad Estatal Amazónica
Ecuador
Jorge Julio Reyes Mera
jreyes@uea.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-6435-0649
Universidad Estatal Amazónica
pág. 11125
Diversity and Distribution of Anurans in Semi-Mature and Immature
Forests of the Llanganates-Sangay Ecological Corridor
ABSTRACT
This study analyzes the microhabitat preferences of anurans in semi-mature and immature forests of the
Ecuadorian Amazon, specifically in the Waska Amazonía Foundation, Mera canton, Pastaza. The Visual
Encounter Survey (VES) methodology was applied over 20 nights, recording 744 individuals belonging
to 25 species. Four transects were delimited, two associated with water bodies and two in dry areas,
evaluating variables such as abundance, species richness, and diversity using ecological indices
(Simpson, Shannon, Pielou, and Jaccard). The results showed that the semi-mature forest presented
greater diversity and evenness, while the immature forest showed greater abundance but a dominance
of few species. The presence of exclusive species in each area suggests significant ecological differences
in habitat structure. Furthermore, water bodies favored greater species richness. These findings highlight
the importance of conserving habitats with varying degrees of maturity and hydrological conditions, as
each contributes uniquely to regional biodiversity and the ecological balance of anuran communities.
Keywords: Anurans, microhabitat, ecological diversity, tropical forest, Ecuadorian Amazon
Artículo recibido 22 septiembre 2025
Aceptado para publicación: 25 octubre 2025
pág. 11126
INTRODUCCIÓN
Ecuador es reconocido como uno de los países con mayor biodiversidad por kilómetro cuadrado, debido
a su variada geografía y condiciones climáticas (Myers et al., 2000). La Cordillera de los Andes divide
el territorio continental en tres regiones naturales: Costa, Sierra y Amazonía, siendo esta última un
ecosistema de gran relevancia biológica (Yang et al., 2020).
La Amazonía ecuatoriana, con una extensión aproximada de 120.000 km², alberga selvas húmedas
tropicales que ofrecen condiciones ideales para una gran diversidad de especies, entre ellas los anuros.
Este grupo de anfibios destaca por su sensibilidad a los cambios ambientales, lo que los convierte en
bioindicadores ecológicos valiosos (Vera Cobeña, 2023). Su fisiología particular, como la piel
permeable y la ectotermia, los hace especialmente vulnerables a las alteraciones del entorno.
A pesar de su diversidad, los anuros enfrentan amenazas crecientes debido a la intervención humana,
como la expansión agrícola y la transformación del uso del suelo, que afectan directamente sus hábitats
(Ortega-Andrade et al., 2021). Por ello, comprender cómo seleccionan sus microhábitats resulta esencial
para evaluar su distribución, diversidad y las posibles repercusiones ecológicas (Higgins et al., 2021).
En este contexto, la presente investigación tiene como objetivo analizar la preferencia de uso de
microhábitats por parte de los anuros en bosques inmaduros y semimaduros dentro de la Fundación
Waska Amazonía, ubicada en el cantón Mera, provincia de Pastaza. Este estudio busca aportar
información relevante para futuras estrategias de conservación y manejo de estos ecosistemas.
METODOLOGÍA
En este apartado se espera que los autores desarrollen una descripción breve de la metodología utilizada:
Por ejemplo, dando a conocer si el enfoque es cuantitativo o cualitativo, o quizás mixto.
Metodología
Área de estudio
El sitio de estudio se ubica en la provincia de Pastaza, considerada como la más extensa de Ecuador con
una superficie de 29.643,33 km2 (González-Rivera et al., 2025). Esta región se caracteriza por un
microclima cálido medo tropical, con temperaturas que oscilan entre 22° a 24°C (Zambrano M., 2019)
y un régimen de precipitaciones elevado, con dos estaciones lluviosas (marzo-junio y octubre-
noviembre) y dos con menor precipitación (diciembre-febrero y julio a septiembre) (Ilbay-Yupa et al.,
pág. 11127
2021; Vargas, Chimborazo, et al., 2022; Vargas, Pucha-Cofrep, et al., 2022). Esta provincia se
caracteriza por poseer el mayor porcentaje de cobertura boscosa, conservando gran parte de su
biodiversidad (Álvarez & Rodríguez, 2024), y albergar una notable riqueza biológica, integrando
especies de tierras bajas en la parte más alta de su distribución, especies de montaña en elevaciones más
bajas y otras que son únicas de la zona de transición ecológica (Griffin et al., 2023).
La investigación se desarrolló en la “Fundación Waska Amazonía” ubicada en las afueras del pueblo de
Mera, en la vía Río Anzu km 1 (-1.45373, -78.11231, 1135 m s.n.m) (Figura 1). Este sitio posee una
extensión de 100 hectáreas, con factores ambientales registrados por la estación climatológica (Ambient
Weather WS-2902) de la fundación, que incluyen precipitaciones promedio anuales mayores a los 6000
mm durante los últimos dos años, una humedad promedio de 93% y un rango constante de temperatura
entre los 16 y 31°C.
El área forma parte del bosque siempreverde piemontano del norte-centro de la cordillera oriental de los
Andes, representado por una vegetación densa, árboles que alcanzan entre 15 y 35 metros de altura, y
una gran diversidad debido a su ubicación clave dentro del Corredor Ecológico Llanganates-Sangay
(CELS) (Griffin-Bentley et al., 2023), considerado como un refugio emblemático de flora y fauna única
(Danilo et al., 2015; Ministerio del Ambiente, 2023), por la conexión del páramo y la selva,
mediante ríos, montañas y bosques (WWF, n.d.), la cual favorece a la dispersión de especies, la
protección de hábitats y la variabilidad genética (Reyes & Ríos, 2015). (Griffin-Bentley et al., 2023).
Figura 1 | Ubicación geográfica de la Fundación Waska Amazonia en el cantón Mera, Pastaza
Ecuador
pág. 11128
Distribución de zonas
Dentro del área de estudio se delimitaron dos zonas (A y B) las cuales han pasado por procesos de
regeneración natural, cada una dividida en líneas de muestreo de aproximadamente 260 metros de
longitud. En esta se establecieron cuatro transectos en dependencia del grado de intervención. Dos
asociados a cuerpos de agua (TCA y TCB), caracterizados por ubicarse a una distancia horizontal
aproximada de 17 metros de una quebrada y dos ubicados en áreas con condiciones relativamente secas
(TSA y TSB) a más de 18 metros de afluentes.
y se dispusieron de la siguiente manera:
Caracterización de la zona A
Esta zona se clasificó como un bosque semimaduro, debido a su mínima intervención antrópica.
El TSA se ubica en la sección centro-norte del área de estudio. El suelo es predominantemente firme y
llano, con presencia de sectores fangosos debido al régimen climático regional del lugar, encontrando
pequeños arroyos que aportan humedad en el entorno. La vegetación de este transecto se caracteriza por
la presencia de árboles grandes (aproximadamente 20-30 metros de altura), con una alta densidad
(dominancia) de epífitas pertenecientes a las familias Bromelaceae, Araceae y Orchidaceae, además de
briofitas, enredaderas y sotobosques abiertos, producto de procesos sucesionales ocasionados por la
caída natural de los árboles.
Por otra parte, el TCA se ubica en el noreste del sitio de estudio. Este sigue el curso del afluente del “río
Chico”, el cual presenta un caudal reducido. La zona presenta parches de bosques más maduros, con
una composición paisajística constituida por árboles de gran tamaño con dosel alto, sotobosque más
abierto con poca densidad y vegetación que incluye una notable abundancia de epífitas, similar a la
registrada en el transecto con condiciones más secas.
Caracterización de la zona B
Esta zona fue clasificada como un bosque inmaduro debido a un mayor grado de intervención antrópica.
Del mismo modo que en la zona “A”, se establecieron dos transectos: uno asociado a cuerpos de agua y
otro en un área con condiciones relativamente secas.
El TSB dentro del bosque se ubica al oeste de la estación principal de investigación, entre el transecto
fronterizo y la zona de regeneración forestal más antigua. Se distingue por los sotobosques densos y
pág. 11129
homogéneos, en comparación con el bosque semimaduro.
Por su parte, TCB está situada al este de la fundación. Similar a la zona “A”, este sigue el curso de un
afluente del río Chico, con la diferencia de un caudal más elevado y algunos meandros que atraviesan
el bosque inmaduro. El cauce mantiene un flujo constante durante la mayor parte del año, con pozas que
van entre 25 y 75 cm de profundidad y que se encuentran rodeadas por vegetación densa, intercalada
con sectores de sotobosque abierto y caracterizada por mantener charcos de agua incluso en las
temporadas “secas”, siendo inusual que su caudal pierda el agua por completo.
Monitoreo y recolección de datos
Con el fin de estandarizar el área de monitoreo, se asignaron 260 metros lineales a cada uno de los
transectos. Esta delimitación se realizó mediante la aplicación de “Gaia GPS”, para registrar los
transectos y calcular las distancias recorridas por monitoreo.
Para la recolección y seguimiento de la información se creó un proyecto dentro de la plataforma de
ciencia ciudadana iNaturalist con el objetivo de organizar, filtrar y controlar los registros realizados,
facilitando el acceso, gestión y reconocimiento de datos. El proyecto se encuentra disponible en la
siguiente dirección web https://www.inaturalist.org/projects/anfibios-waska-amazonia?tab=observers.
El periodo de monitoreo se aplicó desde el martes 13 de mayo hasta el 12 de junio, durante el cual se
registró una temperatura promedio de 19°C, humedad relativa de 99% y una precipitación acumulada
de 19,086 mm, con presencia de días más lluviosos que otros (Figura 3).
Para el monitoreo se utilizó la metodología de Relevamiento de Encuentro Visual (REV), misma que
consiste en el registro de individuos mediante una búsqueda activa en un área definida (Pereyra et al.,
2021). Las salidas de campo se efectuaron durante 20 noches, obteniendo un total de 40 horas de
monitoreo y alcanzando un esfuerzo de muestreo de 86 horas/persona (Tabla 1.)., calculado en función
del número de observadores por salida y aplicación de la siguiente fórmula (1) (Hankin, 2022):
Esfuerzo total=#Personas#HorasEsfuerzo total (1)
pág. 11130
Tabla 1 | Esfuerzo de muestreo aplicada al monitoreo.
Días de
monitoreo
Horas
Personas
Mayo 13
2
3
Mayo 14
2
2
Mayo 16
2
2
Mayo 17
2
2
Mayo 19
2
2
Mayo 20
2
2
Mayo 22
2
2
Mayo 25
2
3
Mayo 26
2
3
Mayo 28
2
2
Mayo 29
2
2
Mayo 31
2
2
Junio 1
2
2
Junio 3
2
2
Junio 4
2
2
Junio 6
2
2
Junio 7
2
2
Junio 9
2
2
Junio 10
2
2
Junio 12
2
2
Total
40
Los monitoreos nocturnos se realizaron de forma alterna entre transectos, dejando un día de pausa en
las jornadas para minimizar el posible estrés en los individuos y dedicando una hora a cada uno de ellos
(realizadas en un periodo entre las 18:00 y 22:00 horas). Se llevó a cabo la documentación por medio
de registros fotográficos en iNaturalist, junto con información de la hora de la observación, coordenadas
e imágenes para su identificación.
La información obtenida fue sistematizada en una base de datos elaborada en Microsoft Excel, donde se
incluyeron las siguientes variables: zona de monitoreo, transecto de registro, hábitat (Bosque
semimaduro e inmaduro), microhábitat (Hoja, hojarasca, rama, tronco, bromelia, tallo o piedra), el cual
fue determinado por observación directa y frecuencia de encuentros, la altura sobre el suelo de los
individuos y datos climáticos (temperatura, humedad relativa y precipitación), obtenidos de la estación
meteorológica de la Fundación.
Para la identificación taxonómica de los individuos, se utilizaron guías especializadas del territorio
(Anfibios y reptiles del Corredor Ecológico Llanganates-Sangay) y la validación con herpetólogos para
asegurar la correcta clasificación a nivel de familia, género y especie.
pág. 11131
Herramientas para el análisis de datos
Se sistematizó la base de datos de las variables ambientales, permitiendo el desarrollo de tablas
dinámicas que serían usadas en los y softwares Past 5 e infostat, que facilitaron la interpretación de las
diversas variables observadas en los transectos monitoreados y especies registradas.
Determinación de índices de diversidad
Para cuantificar y evaluar la preferencia de uso de microhábitats en anuros como la abundancia, así
como la dominancia, riqueza y rareza de las especies, se aplicaron los siguientes índices de diversidad:
alfa Simpson (el cual identifica la dominancia relativa dentro de las comunidades) (Benjumea & Polanía,
2025) y Shannon (que estima la diversidad específica basada en la abundancia proporcional de los
individuos registrados (Ricotta & Feoli, 2024).
De igual manera se aplicaron los índices de diversidad beta de Jaccard y Sorensen, utilizados para
determinar el grado de similitud, el cual es crucial para identificar las variaciones existentes entre las
zonas A y B y evaluar posibles efectos de la intervención antropogénica en la selección de microhábitats
(Moreno et al., 2011).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Abundancia relativa
Durante el monitoreo realizado en los ecosistemas seleccionados, se registraron 744 individuos,
distribuidos en 6 familias, 13 géneros y 25 especies de anuros. Las familias Strabomantidae (67.88%) y
Leptodactylidae (24.87%) fueron las más representativas en términos de abundancia. A nivel de género,
Pristimantis (66.40%) y Engystomops (22.72%) dominaron la comunidad, mientras que las especies
Pristimantis trachyblepharis (54.70%) y Engystomops petersi (22.72%) destacaron como las más
abundantes entre las registradas (ver Tabla 2 e Figura 2).
Tabla 2. Abundancia relativa de las familias, géneros y especies de los ecosistemas seleccionados
Familia
Abundanci
a
Género
Abundanci
a
Especies
Abundanci
a
Bufonidae
1,08
Rhinella
1,08
Rhinella festae
1,08
Centrolenidae
2,69
Teratohyla
2,69
Teratohyla midas
2,69
Hylidae
3,36
Boana
2,02
Boana almendarizae
1,34
Boana cinerascens
0,27
Boana lanciformis
0,27
Boana nigra
0,13
Dendropsophu
s
0,4
Dendropsophus parviceps
0,13
Dendropsophus sarayacuensis
0,27
pág. 11132
Scinax
0,94
Scinax cruentomma
0,13
Scinax garbei
0,81
Leptodactylida
e
24,87
Adenomera
0,94
Adenomera andreae
0,94
Engystomops
22,72
Engystomops petersi
22,72
Leptodactylus
0,94
Leptodactylus wagneri
0,94
Lithodytes
0,27
Lithodytes lineatus
0,27
Microhylidae
0,13
Chiasmocleis
0,13
Chiasmocleis antenori
0,13
Strabomantida
e
67,88
Niceforonia
1,34
Niceforonia nigrovittata
1,34
Phyllonastes
0,13
Phyllonastes sp.
0,13
Pristimantis
66,4
Pristimantis incomptus
4,03
Pristimantis lacrimosus
0,4
Pristimantis petersioides
1,34
Pristimantis quaquaversus
3,76
Pristimantis rubicundus
0,27
Pristimantis sp.
0,13
Pristimantis trachyblepharis
54,37
Pristimantis
ventrimarmoratus
1,75
6
13
25
1
Figura 2. Riqueza específica por especies más representativas en el ecosistema.
Riqueza específica
La Zona A registró un total de 352 individuos referidos a 19 especies, en contraste con la Zona B,
indicando abundancia ligeramente superior con 392 individuos distribuidos en 19 especies (Tabla 3).
Tabla 3. Riqueza específica en los bosques
Bosquues Individuos Especies E. Exclusivas
E.Compartidas
A
352
19
6
13
B
392
19
6
pág. 11133
Por otro lado, cada zona albergó especies exclusivas, 6 en la zona A (Pristimantis ventrimarmoratus,
Pristimantis rubicundus, Chiasmocleis antenori, Phyllonastes sp, Pristimantis sp y Scinax cruentomma)
y 6 en la zona B (Boana almendarizae, Adenomera andreae, Scinax garbei, Boana cinerascens, Boana
nigra y Dendropsophus parviceps), compartiendo 13 especies (Pristimantis trachyblepharis,
Engystomops petersi, Pristimantis incomptus, Pristimantis quaquaversus, Teratohyla midas,
Niceforonia nigrovittata, Pristimantis petersioides, Rhinella festae, Leptodactylus wagneri, Pristimantis
lacrimosus y Boana lanciformis, Drendropsophus sarayacuensis).
La presencia de especies exclusivas en cada zona del estudio refleja diferencias ecológicas significativas
entre los hábitats evaluados. En la Zona A (bosque semimaduro) se registraron seis especies exclusivas,
mientras que en la Zona B (bosque inmaduro) se identificaron otras seis especies únicas. Este patrón
sugiere que, aunque ambas zonas comparten condiciones generales del ecosistema amazónico, presentan
microhábitats diferenciados que influyen en la distribución y selección de especies de anuros.
La coexistencia de 13 especies compartidas entre ambas zonas indica una base común en la composición
comunitaria, posiblemente relacionada con factores ambientales generales como temperatura, humedad
y cobertura vegetal. Sin embargo, la existencia de especies exclusivas en cada zona puede estar asociada
a diferencias en la estructura del sotobosque, grado de intervención antrópica, disponibilidad de refugios
y cuerpos de agua, así como a procesos de sucesión ecológica (González-Valdivia et al., 2011; Jiménez-
Contreras & Ortega-León, 2023).
En cuanto a los transectos asociados a cuerpos de agua, se observó una mayor riqueza específica en el
TCB (bosque inmaduro), con 198 individuos distribuidos en 16 especies, en comparación con el TCA
(bosque semimaduro), que presentó 178 individuos y 14 especies. Esta diferencia puede estar
relacionada con la dinámica hídrica del afluente en cada transecto, ya que el TCB se caracteriza por un
caudal más elevado y constante, lo que podría favorecer la presencia de especies con requerimientos
acuáticos más estrictos (Raffo, 2020).
La variación en la riqueza entre transectos también puede reflejar la heterogeneidad ambiental y la
disponibilidad de microhábitats, factores que influyen directamente en la diversidad de anuros (Leyte-
Manrique et al., 2018). Estudios previos han demostrado que los cuerpos de agua actúan como núcleos
de diversidad para muchas especies de anfibios, al ofrecer condiciones óptimas para la reproducción,
pág. 11134
refugio y alimentación (Reyna-Bustos et al., 2022).
En conjunto, estos resultados evidencian que tanto la estructura del bosque como la presencia y
características de cuerpos de agua son determinantes en la composición y riqueza de las comunidades
de anuros. La identificación de especies exclusivas y la variación en la riqueza entre transectos refuerzan
la importancia de conservar hábitats con distintos grados de madurez y condiciones hidrológicas, ya que
cada uno aporta de manera única a la biodiversidad regional.
Tabla 4. Riqueza específica en los transectos
El TCA, posee 5 especies exclusivas (Pristimantis ventrimarmoratus, Leptodactylus wagneri,
Dendropsophus sarayacuensis, Chiasmocleis antenori, Scinax cruentomma), TCB con 7 especies
exclusivas (Teratohyla midas, Boana almendarizae, Adenomera andreae, Scinax garbei, Boana
cinerascens, Boana nigra, Drendropsophus parviceps) y 9 especies compartidas (Pristimantis
trachyblepharis, Engystomops petersi, Pristimantis incomptus, Pristimantis quaquaversus, Niceforonia
nigrovittata, Pristimantis petersioides, Rhinella festae, Pristimantis lacrimosus y Lithodytes lineatus) .
Por otra parte, dentro de los transectos secos, se determinó 174 individuos con 15 especies para TSA,
mientras que, TSB arrojó un total de 194 individuos y 11 especies (Tabla 4).
En estos, TSA presentó 8 especies exclusivas (Pristimantis quaquaversus, Pristimantis
ventrimarmoratus, Niceforonia nigrovittata, Rhinella festae, Pristimantis lacrimosus, Pristimantis
rubicundus, Phyllonastes, Pristimantis sp), TSB 4 especies exclusivas (Adenomera andreae, Scinax
garbei, Boana cinerascens, Dendropsophus saracuyensis) y un total de 7 especies compartidas
(Pristimantis trachyblepharis, Engystomops petersi, Pristimantis incomptus, Teratohyla midas,
Transectos Individuos Especies E. Exclusivas
E.Compartidas
TCA
178
14
5
9
TCB
198
16
7
TSA
174
15
8
7
TSB
194
11
4
pág. 11135
Pristimantis petersioides, Leptodactylus wagneri y Boana lanciformis).
Diversidad
Para complementar los datos sobre abundancia y riqueza específica de anuros en los ecosistemas
estudiados, se emplearon índices ecológicos que permiten evaluar distintos aspectos de la estructura
comunitaria: Shannon y Simpson para la diversidad, Pielou para la equidad en la distribución de
especies, y Jaccard para la similitud taxonómica entre sitios. Estos indicadores son fundamentales en
estudios de biodiversidad, especialmente en ambientes tropicales, donde la complejidad ecológica exige
herramientas precisas para interpretar los efectos de la intervención antrópica y los procesos ecológicos
subyacentes (Pla, 2006; Jost & González-Oreja, 2012).
Los resultados mostraron que el Bosque A (semimaduro) presentó mayor diversidad (Simpson 1-D =
0.68; Shannon H' = 1.65) y equidad (Pielou J' = 0.56) en comparación con el Bosque B (inmaduro), a
pesar de registrar un menor número de individuos. Esto sugiere una comunidad más estable y menos
dominada por pocas especies, lo cual es característico de ecosistemas con menor perturbación y mayor
resiliencia ecológica (Pla, 2006). En contraste, el Bosque B mostró una mayor abundancia pero menor
diversidad, posiblemente debido a la dominancia de unas pocas especies, fenómeno común en áreas con
mayor intervención o en etapas tempranas de sucesión ecológica (Quinto-Mosquera et al., 2019).
El índice de Jaccard (52%) evidenció una similitud moderada entre ambos sitios, indicando que
comparten una proporción significativa de especies, aunque con diferencias en su abundancia y
distribución. Este tipo de análisis resulta útil para identificar patrones de reemplazo o persistencia de
especies en hábitats con distintos grados de conservación (Rendón-Pérez et al., 2021).
En estudios de comunidades de anuros, estos índices han demostrado ser eficaces para detectar
variaciones en la composición y estructura comunitaria frente a factores como la fragmentación del
hábitat, el uso del suelo y las condiciones microclimáticas (Jiménez-Contreras & Ortega-León, 2023).
El uso combinado de estos indicadores permite una evaluación integral del estado ecológico de los
ecosistemas, lo cual es esencial para el diseño de estrategias de conservación y manejo ambiental.
pág. 11136
Tabla 5. Índices ecológicos entre bosques.
A la vez, se aplicaron los índices en los transectos asociados a cuerpos de agua. En TCB se registraron
valores levemente superiores en los índices de Simpson (1-D= 0.56) y Shannon (H´=1.35), indicando
una diversidad marginalmente mayor en comparación con el TCA. No obstante, este último presentó un
índice de equitatividad de Pielou superior (J´=0.50), lo que sugiere una distribución mayormente
uniforme de los individuos entre las especies registradas, con una menor presencia de especies
dominantes. Adicionalmente el índice de similitud de Jaccard reflejó que solo el 42.85% de las especies
se encuentran presentes en ambos transectos (Tabla 5), lo cual revela que hay una composición con
mayor especificidad.
Tabla 6. Índices ecológicos entre transectos
Por otro lado, se compararon los transectos secos, demostrando que TSA, tiene valores altos en cada
uno de los índices evaluados: Simpson (1-D= 0.75), Shannon (H´=1.80) y Pielou (J´=0.67), en relación
con TSB. Estos resultados indican que TSA alberga una mayor diversidad y equitatividad en la
composición de la comunidad, tanto a nivel de riqueza como en la distribución de la abundancia.
Además, el índice de similitud de Jaccard evidenció un valor de 34,84% entre ambos (Tabla 6),
confirmando que existen diferencias marcadas en la conformación taxonómica dentro de TSA y TSB.
Diversidad
Similitud
Sectores Simpson Shannon Pielou
Jaccard (%)
(1-D) (H´) (J´)
(J)
Bosque A
0.68
1.65
0.56
52
Bosque B
0.60
1.44
0.49
Diversidad
Similitud
Sectores Simpson Shannon Pielou
Jaccard (%)
(1-D) (H´) (J´)
(J)
TCA
0.54
1.33
0.50
42.85
TCB
0.56
1.35
0.49
TSA
0.75
1.80
0.67
34.84
TSB
0.64
1.40
0.58
pág. 11137
CONCLUSIONES
La investigación realizada permitió evidenciar que la selección de microhábitats por parte de los anuros
está fuertemente influenciada por el grado de madurez del bosque y la presencia de cuerpos de agua.
Aunque el bosque inmaduro (Zona B) presentó una mayor abundancia de individuos, el bosque
semimaduro (Zona A) mostró una mayor diversidad y equidad en la distribución de especies, lo que
sugiere una comunidad más estable y menos dominada por especies particulares.
Los índices ecológicos aplicados (Simpson, Shannon, Pielou y Jaccard) confirmaron que los transectos
con mayor diversidad y equidad se encuentran en áreas menos intervenidas, mientras que aquellos con
mayor abundancia tienden a presentar dominancia de pocas especies. Esto refuerza la importancia de
conservar hábitats con distintos grados de madurez y características hidrológicas, ya que cada uno aporta
de manera única a la biodiversidad regional.
Finalmente, el estudio destaca el valor de los anuros como bioindicadores ecológicos y la necesidad de
implementar estrategias de conservación que consideren la heterogeneidad ambiental y los procesos
sucesionales, con el fin de preservar la riqueza biológica de la Amazonía ecuatoriana.
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