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Educación Sexual Integral (ESI)
De acuerdo con Delgado (2022), la Educación Sexual Integral no siempre cuenta con espacios formales
o suficientes dentro de la carga horaria académica; sin embargo, su objetivo es preparar a los jóvenes de
manera holística, abordando dimensiones cognitivas, emocionales, físicas y sociales de la sexualidad.
Esta educación busca empoderar a los estudiantes mediante la entrega de conocimientos, habilidades,
actitudes y valores que les permitan tomar decisiones informadas, basadas en evidencias, sobre su salud
sexual y reproductiva, considerando la edad y etapa de desarrollo.
El enfoque integral de la ESI incorpora no solo información sobre métodos anticonceptivos y prevención
de ITS, sino también reflexiones sobre el amor propio, el placer, la responsabilidad, las emociones y las
consecuencias de las prácticas sexuales sin protección. Cuando se implementa con herramientas
innovadoras, como Edpuzzle, se potencian los resultados al favorecer un aprendizaje participativo,
interactivo y contextualizado.
Antecedentes
Para contextualizar la problemática de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en diferentes
escalas, es necesario revisar los datos oficiales emitidos por organismos de salud internacionales,
regionales y nacionales.
A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2021) reporta que anualmente se registran
aproximadamente 374 millones de nuevas infecciones tratables, como la clamidiasis, la gonorrea
(blenorragia), la sífilis y la tricomoniasis. Asimismo, se estima que más de 500 millones de personas
entre 15 y 49 años tienen una infección genital por el virus del herpes simple (VHS), mientras que la
infección por el virus del papiloma humano (VPH) está asociada con más de 311.000 muertes anuales
por cáncer de cuello uterino. Estas infecciones no solo afectan la salud física, sino también la salud
sexual y reproductiva a través de la estigmatización social, la infertilidad, complicaciones del embarazo,
algunos tipos de cáncer y un mayor riesgo de contraer el VIH.
En el ámbito regional, la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2021) —extensión de la OMS
para América Latina y el Caribe— informa que en la región de las Américas viven alrededor de 1,48
millones de personas con VIH, con 83.000 nuevas infecciones reportadas en un solo año, de las cuales
54.000 personas fallecieron por causas asociadas al SIDA. En el Caribe, la situación es igualmente