El gerencialismo acad�mico y sus implicaciones en la construcci�n

de la identidad acad�mica de los docentes: Un estudio de caso

en una universidad de Honduras

 

Emilio Gabriel Esbeih Castellanos

[email protected]

 

Dani Oved Ochoa Cervantez

[email protected]

 

German Moncada Godoy

[email protected]

Universidad Nacional de Ciencias Forestales

Siguatepeque, Honduras�

RESUMEN

La presente investigaci�n es un estudio de casos de corte cualitativo que se llev� a cabo en la Universidad Nacional de Ciencias Forestales de Honduras y tuvo como objetivo analizar las implicaciones que tiene el nuevo gerencialismo en la identidad acad�mica de los docentes. En el estudio participaron 30 docentes, 15 de ellos realizan labores de docencia y tienen cargo administrativo y 15 se dedican exclusivamente a la docencia. Utilizando una entrevista semiestructurada se profundiz� en los constructos de identidad y gerencialismo acad�micos. En los resultados se identific� la categor�a de identidad acad�mica, compuesta por la noci�n de acad�micos como investigadores y como docentes, asimismo, se identific� un cisma de las identidades acad�micas, las identidades de acad�micos gestionados, gerentes acad�micos y docentes multifuncionales se presentaron en la investigaci�n. A nivel del gerencialismo se evidenciaron la presencia de indicadores de desempe�o, demandas del mercado, estructura organizacional y un enfoque de eficiencia. Se concluye que el gerencialismo acad�mico estimula a los docentes a priorizar aquellas actividades por las cuales ser�n evaluados, lo cual influye en su desempe�o docente, la producci�n cient�fica y reconfigura su identidad. Si bien todos los docentes perciben elementos del gerencialismo, se encontr� que tiene implicaciones particularmente relevantes para los docentes que cumplen una funci�n administrativa y dej� en evidencia la presencia de una reconceptualizaci�n de las funciones tradicionales de la universidad.

 

Palabras clave: gerencialismo acad�mico, identidad acad�mica, docentes universitarios.

 

Academic managerialism and its implications in the construction

of the academic identity of teachers: A case study

at a university in Honduras

ABSTRACT

This research is a qualitative case study that was carried out at the National University of Forest Sciences of Honduras and aimed to analyze the implications of the new managerialism in the academic identity of teachers. 30 teachers participated in the study, 15 of them carry out teaching tasks and have an administrative position and 15 who are exclusively dedicated to teaching. Using an in-depth semi-structured interview, the constructs of academic identity and managerialism were deepened. In the results, the category of academic identity was identified, composed of the notion of academics as researchers and academics as teachers, as well as the schism of academic identities with identities of managed academics, academic managers and multifunctional teachers; At the level of managerialism, the various indicators of this were evidenced. It is concluded that academic managerialism pushes teachers to prioritize those activities for which they will be evaluated, which influences their teaching performance and scientific production. Although all teachers perceive the introduction of managerialism, it has particularly relevant implications for teachers who perform an administrative function. There is a reconceptualization of the traditional functions of the university.

 

Keywords: academic managerialism; academic identity; university teachers.

 

 

Art�culo recibido:� 03 marzo 2022

Aceptado para publicaci�n: 20 marzo 2022

Correspondencia: e.esbeih@unacifor,edu,hn

Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCI�N

�La identidad acad�mica de los docentes en las universidades evoluciona continuamente debido a exigencias institucionales y sociales que est�n conduciendo a un replanteamiento de la identidad acad�mica desde la visi�n tradicional del acad�mico como investigador o educador, a una identidad que es fluida y evoluciona a medida que surgen nuevos roles, disciplinas y formas de trabajo. Existen m�ltiples motivos por los cuales estas identidades est�n emergiendo, entre otros, debido al impacto del nuevo gerencialismo en las formas de trabajar, el impacto de la globalizaci�n, el paso a la universalidad estudiantil y la difuminaci�n de roles dentro del sector universitario (Clarke, et al. 2014).

Henkel, (2005) plantea que, durante las �ltimas tres d�cadas, se ha comenzado a explorar el concepto de identidad acad�mica. Sin embargo, es subestimado, especialmente a la luz de la tendencia hacia un nuevo gerencialismo en la academia. De acuerdo con Deem (1998), este nuevo gerencialismo acad�mico se centra en el uso de resultados de desempe�o, medidas de eficiencia, centros de costos internos y un enfoque en la competencia externa.

En este orden de ideas, existen fuertes presiones sobre las comunidades e instituciones acad�micas no solo para cambiar sus culturas y estructuras para permitirles administrar el nuevo entorno pol�tico, sino tambi�n para revisar sus supuestos sobre los roles, las relaciones y los l�mites en ese entorno, esta nueva configuraci�n de la identidad de los docentes universitarios puede generar tensiones, espacios en disputa y puede resultar en un conflicto de identidad, especialmente para los acad�micos que inician su carrera. Sin embargo, la naturaleza fluida de la identidad acad�mica refleja la realidad de la vida acad�mica y hasta qu� punto el trabajo acad�mico refleja el cambio constante en la sociedad (Clark, 1987; Clarke et al. 2014).

Bajo estos planteamientos, esta investigaci�n busca, em primer lugar, estudiar la inserci�n del gerencialismo acad�mico y su relaci�n con la identidad acad�mica de los docentes de la UNACIFOR, segundo, las caracter�sticas del gerencialismo que perciben en la instituci�n y en tercer lugar, busca comparar estos constructos entre los docentes que poseen cargos administrativos y los docentes que no cuentan con dichos cargos.� Espec�ficamente se cuestiona: �Qu� implicancias tiene el gerencialismo acad�mico sobre la identidad acad�mica de los docentes?� �

 

M�TODOS Y MATERIALES

La investigaci�n tiene un enfoque cualitativo, parte de la fenomenolog�a que se ocupa de la exploraci�n detallada de la experiencia de vida personal (Tindall, 2009). La muestra estuvo compuesta por 30 los docentes de la UNACIFOR. El muestreo fue de tipo no-probabil�stico intencional, para seleccionarlos se tom� el criterio de contar con un contrato para docencia permanente, temporal o por horas en la UNACIFOR, la tabla 1 detalla las caracter�sticas de la muestra.

Tabla 1. Resumen de la muestra utilizada

Caracter�sticas

Agrupaci�n

Frecuencia

G�nero

Masculino

21

Femenino

9

Tipo de contrato

Docente permanente

15

Docente Temporal

15

Experiencia

En otras empresas

17

Solo en la universidad

13

Nivel acad�mico

Licenciatura (Ingenier�a)

9

Maestr�a

19

Doctorado

2

Posee cargo administrativo

Si

15

No

15

Nota: Elaboraci�n propia

La recolecci�n de los datos se realiz� a trav�s de entrevistas semiestructuradas las cuales contaron con una gu�a flexible que permitieron repreguntas. La gu�a fue construida a partir de categor�as de an�lisis extra�das desde la teor�a a partir de una matriz de categorizaci�n se generaron las preguntas en consonancia con las categor�as y las subcategor�as. De este modo, las categor�as principales fueron la identidad acad�mica y el gerencialismo. La primera de estas categor�as fue abordada por una pregunta abierta que busc� explorar los significados que construyen los entrevistados sobre el ser un acad�mico. El gerencialismo se explor� a partir de la modificaci�n de las funciones de los docentes, la inserci�n del gerencialismo en la universidad. Las entrevistas fueron grabadas en formato de audio y posteriormente transcritas a formato de texto para la aplicaci�n de la t�cnica del an�lisis de contenido, se emple� el software Atlas.ti 8 para desarrollar el an�lisis hermen�utico de la informaci�n.

 

 

DISCUSI�N TE�RICA

Gerencialismo acad�mico �

Se definie como la imposici�n de t�cnicas administrativas tradicionalmente asociadas con negocios y empresas con fines de lucro en instituciones de car�cter p�blico (Deem, 1998). La autora se�ala que entre las t�cnicas administrativas se encuentran el uso de centros de costo internos, la incitaci�n a la competitividad interna y externa, la mercantilizaci�n de los servicios p�blicos y el monitoreo de la eficiencia y efectividad mediante el uso de medidas del desempe�o individual. As�, pretende cambiar los reg�menes y las culturas de las instituciones, y los valores de los trabajadores para que se asemejen m�s a aquellos del sector privado (Deem, 1998).

A estas caracter�sticas, Lynch (2014) agrega los cambios en el lenguaje organizacional, de ciudadanos, a clientes; la promoci�n de la autoevaluaci�n basadas en los indicadores de desempe�o externos; y la introducci�n de contratos de empleo m�s casuales, con el fin de reducir costos y ejercer m�s control sobre los trabajadores.

Gerencialismo en las instituciones de educaci�n superior

Seg�n Deem (1998), hasta finales del siglo pasado, la idea de que los institutos de educaci�n superior necesitan ser gestionados era inconcebible. Sin embargo, con el crecimiento del sector universitario, se ha insertado tambi�n el requerimiento de justificar el uso de financiamiento p�blico y demostrar el valor monetario de las universidades. As�, se les ha empezado a exigir mejorar los est�ndares de educaci�n y de investigaci�n, a la vez mejorar sus niveles de eficiencia; disminuir la cantidad de recursos por alumno, menor inversi�n en instrumentos y equipos, y menos recursos para labores de investigaci�n.

De acuerdo con Withchurch y Gordon (2010) el gerencialismo acad�mico que se ha introducido en las universidades e instituciones de educaci�n superior tiene las siguientes implicaciones:

�     Una �tica de �empresa�, forzando a las instituciones al desarrollo e implementaci�n de actividades que tengan como objetivo principal la producci�n de ingresos.

�     Pol�ticas gubernamentales que enfocan el rol de las instituciones de educaci�n superior hacia uno que sirva a llenar las necesidades socioecon�micas de las naciones, requiriendo que se orienten a las pol�ticas de mercado

�     Se promueve la competencia (y la conducta competitiva) por los recursos dentro de la instituci�n

�     Mayor control y regulaciones de las actividades de los acad�micos por aquellos que tienen funciones de tipo administrativo (quienes pueden ser profesionales de administraci�n o gerentes acad�micos), con exigencia de cumplir con requisitos gubernamentales.

�     Una transferencia de poder (autoridad) percibida, desde los acad�micos hacia los gerentes, con una p�rdida de estatus profesional por parte de los acad�micos

�     La separaci�n y polarizaci�n de las actividades acad�micas y las actividades gerenciales/administrativas.

Identidad acad�mica

La identidad es una construcci�n din�mica que emerge de un contexto personal, �tnico y nacional, pero tambi�n se construye socialmente con el tiempo (Billot, 2010). Henkel (2000) considera que esta construcci�n est� en un continuo cambio que vincula el pasado con el presente y el futuro. La identidad propia tiene conexiones con lo conocido y lo valorado, est� influenciada y modificada por lo imprevisto y disruptivo, y se transforma por presiones sociales externas tanto a nivel micro como macro. Por lo tanto, cada componente de la identidad del individuo, mientras est� conectado con el pasado y contribuye a la del futuro, bien puede surgir de lo imaginado y proyectado, as� como de lo real (Billot, 2010).

Para Henkel (2005) la academia es una ocupaci�n con normas, estructuras y estatus h�bridos, inconsistentes y culturalmente espec�ficos. A pesar de las diferencias culturales, ha proporcionado a sus miembros identidades dominantes y legitimadoras en una diversidad de sociedades. El individuo desarrolla su sentido de "yo acad�mico" a trav�s de su imaginaci�n de lo que comprende "lo acad�mico", sus experiencias pasadas y su comprensi�n de las circunstancias actuales. Sin embargo, la identidad personal no es est�tica ni espec�fica del tiempo (Henkel, 2000).

La autora (2000) se�ala que los individuos se convierten en acad�micos por medio de la inducci�n a una disciplina, comunidades de estudiosos que desarrollan y aplican reglas epistemol�gicas de investigaci�n; y reglas de evaluaci�n tales como la l�gica, el uso de evidencia, rigor y creatividad conceptual y te�rica; y la b�squeda desinteresada de la verdad. As�, constituyen un sistema altamente especializado y relativamente peque�o, que depende de la autorregulaci�n y la libertad frente a presiones externas, particularmente, de los Estados.

El origen de la identidad acad�mica ser�a, entonces, la disciplina, entendida como una comunidad epist�mica autorregulada a partir de la cual los acad�micos desarrollan valores acad�micos y un sentido de valor y significado. La influencia dominante de la disciplina es reforzada por la instituci�n educativa (Henkel, 2000). Entre los valores acad�micos se encontrar�an la libertad acad�mica, la integridad, el rigor, la originalidad y la capacidad cr�tica (Henkel, 2005).

Asimismo, existe una interrelaci�n entre la identidad, la reputaci�n y la investigaci�n. Los acad�micos adquieren una identidad p�blica a trav�s de un sistema de revisi�n por pares que genera reputaci�n y, en consecuencia, refuerza la identidad (Henkel, 2000). Esta identidad p�blica les otorga a los acad�micos un sentido de autoestima y de identidad profesional y la identidad individual y la reputaci�n p�blica se encuentran vinculadas por medio de la actividad investigativa.

Sobre la identidad acad�mica en la educaci�n superior est�n limitadas con una escasez relativa de investigaci�n en esta �rea (Clarke et al. 2014). Las definiciones que existen tienden a explorar conceptos relacionados con la identidad profesional en general en lugar de explorar la identidad acad�mica en la educaci�n superior. Definir la identidad del docente no es un esfuerzo simple y hay una serie de enfoques en la literatura que se basan en una variedad de disciplinas y tradiciones de investigaci�n. Las construcciones de identidad se han explorado desde una variedad de perspectivas, incluidas la psicolog�a, la psicolog�a social, la sociolog�a y la filosof�a y, en consecuencia, como se�ala Gee (2000), han adquirido muchos significados.

La identidad propia tiene fuertes conexiones con lo conocido y lo valorado, est� influenciada y modificada por lo imprevisto y disruptivo, y se transforma por presiones sociales externas tanto a nivel micro como macro. Por lo tanto, cada componente de la identidad del individuo, mientras est� conectado con el pasado y contribuye a la del futuro, bien puede surgir de lo imaginado y proyectado, as� como de lo real.

La identidad se puede interpretar de varias maneras y se utiliza una terminolog�a diferente para articular su significado. Nuestra identidad o "sentido de uno mismo" no se atribuye tanto, sino que representa un esfuerzo continuo para dar sentido a qui�nes somos, cuando estamos ubicados en experiencias pasadas, presentes y futuras (Geijsel y Meijers, 2005).

El concepto identidad acad�mica se muestra en la� literatura com�nmente referido al trabajo de investigaci�n y posicionamiento (Aitchison, et al., 2012; Guerin, 2013), as� mismo, el termino se suele definir como �identidad del investigador o �identidad disciplinaria, por otro lado, se evidencian su an�lisis en contextos similares para referirse a c�mo los investigadores se posicionan dentro de sus campos particulares y exhiben las habilidades y el pensamiento que generalmente se atribuyen a los investigadores independientes y acad�micos establecidos (Aitchison, et al., 2012; Wegener, Meier e Ingerslev, 2016).

Para Winter (2009, p. 122), la identidad acad�mica se refiere a "la medida en que un individuo se define principalmente en t�rminos de la organizaci�n ... o como miembro de una profesi�n". En este contexto, el proceso de formaci�n de identidad se ve como "encontrar una voz propia" (Potgieter y Smit 2008), o "encontrar el propio ser acad�mico" (Dison, 2004, p. 83), lo que indica un posicionamiento del ser en el espacio acad�mico, estas met�foras indican la idea del desarrollo de la identidad como un proyecto individual dentro de una comunidad.

Para los acad�micos, la identidad est� ligada a valores porque, como argumenta Taylor (1989), la identidad se forja dentro de un marco moral porque, al llegar a saber qui�n es usted, surgir�n preguntas sobre lo que es bueno o malo y lo que tiene importancia para ti. Por lo tanto, la identidad est� ligada a lo que est� comprometido, lo que valora y por lo que se esfuerza.

Churchman (2006) se�ala que no existe una identidad acad�mica �nica dentro del entorno universitario actual, donde el papel del acad�mico est� en constante cambio, mostrando una compleja multiplicidad de formas de comprender su entorno como parte de la academia. Esta pluralidad de identidades no siempre es favorecida en las IES donde hay un enfoque creciente en las pr�cticas unificadoras para mejorar la cohesi�n (Churchman y King, 2009) y, por lo tanto, existe una tensi�n por convivir con estas diferencias en tiempos de cambio. En algunos casos, puede haber restricciones pr�cticas sobre hasta qu� punto los individuos pueden reconstruir y visualizar su identidad. Cuando se desarrolla un conflicto entre las expectativas de un individuo y las de la instituci�n, esto puede resultar en resistencia del personal a las demandas institucionales.

Entonces, �c�mo coexisten las identidades acad�micas? Un individuo se identifica a s� mismo como acad�mico, tanto en relaci�n con la organizaci�n misma, como miembro de la profesi�n acad�mica. La identidad acad�mica se vuelve intr�nsecamente ligada a los valores, creencias y pr�cticas en com�n con otros de esa afiliaci�n. Whitchurch (2008) ha sugerido que la realidad de los roles y responsabilidades acad�micas es a menudo m�s compleja y multifac�tica de lo que se describe. De hecho, esto puede explicar por qu� los acad�micos conservan una identidad fluida a medida que fluct�an los deberes y las expectativas.

Si bien las identidades est�n influenciadas por los valores y creencias individuales, as� como por la cultura institucional y el posicionamiento, se acepta que la identidad afecta el "sentido de prop�sito, la autoeficacia, la motivaci�n, el compromiso, la satisfacci�n laboral y la efectividad" (Day, Kington, Stobart y Sammons, 2006, p. 601). Por lo tanto, la forma en que se desarrolla y mantiene una identidad individual tiene un efecto significativo en la efectividad del posicionamiento en el lugar de trabajo.

Al explorar la identidad acad�mica en particular, surgen una serie de conceptos centrales, que incluyen: colegialidad, libertad acad�mica, autonom�a, autorregulaci�n profesional, valores y patrones de comportamiento (Clegg, 2008; Winter, 2009). Sin embargo, existe la sensaci�n que estos conceptos centrales est�n evolucionando, cambiando y, en algunos casos, siendo erosionados del discurso en torno a las identidades acad�micas debido al creciente escrutinio del papel y la funci�n de los acad�micos en el sistema de educaci�n superior actual (Billot, 2010). En particular, la libertad acad�mica como concepto central de identidad acad�mica se ha erosionado cada vez m�s a medida que predominan las prioridades econ�micas organizacionales y gubernamentales (Billot, 2010).

Sin embargo, a medida que los roles acad�micos contin�an cambiando, evolucionando y expandi�ndose, la cuesti�n de la identidad acad�mica est� m�s en primer plano que nunca, especialmente en el contexto del cambio continuo y la centralidad de la competitividad dentro del sector de la educaci�n superior.

Crisis de identidad profesional

Las condiciones cambiantes en la educaci�n superior no ofrecen autonom�a y estatus a los docentes universitarios, esto genera que se cuestione sobre qu� tipo de grupos ocupacionales se construyen y, por tanto, genera tensiones sobre el papel que desempe�an los docentes en el quehacer universitario (Nixon, 1996).

Para el autor, existen tres debates que est�n presentes, primero, la docencia universitaria se concibe como una profesi�n dividida entre s� misma, segundo, mantienen multiplicidad de funciones que genera que el concepto de profesional no sea aplicable todos y tercero, la presencia de un nuevo proletariado que tiene limitadas oportunidades y menos est�mulo para mantener un juicio independiente y autorregularse. A continuaci�n, se exponen estas tres tensiones.��

Profesi�n dividida

Los docentes universitarios mantienen una doble identidad profesional, Piper (1994, citado en Nixon, 1996). Expone �los acad�micos miran su ocupaci�n para su identidad como profesores, pero fuera de su identidad como especialistas en la materia" (p. 6).

Las dos identidades en la actualidad son dif�ciles de mantener desde una perspectiva de su pr�ctica profesional como de la estructura organizativa, por ejemplo, el incremento en la cantidad de estudiantes ha generado cambios en el �mbito pedag�gico y curricular al tiempo que ha impactado en la identidad profesional del docente universitario oblig�ndole a desarrollar la capacidad de desarrollar y comercializar programas de innovaci�n. Por otro lado, los cambios en el trabajo acad�mico han provocado modificaciones en la identidad profesional del docente universitario como investigador, orientando sus capacidades a la b�squeda de fondos externos para competir por realizar investigaci�n que se ha convertido en una cultura de competencia.�

M�ltiples funciones

Las m�ltiples tareas que desarrollan los docentes universitarios han orientado una especializaci�n en el trabajo que desarrollan las universidades y por tanto una visible divisi�n el trabajo dentro del �mbito acad�mico, esta estratificaci�n sugiere una redefinici�n de la identidad profesional, de all�, se tienen varias categor�as de trabajadores acad�micos, estas categor�as se diferencian unas de otras en funci�n a condiciones de trabajos, salarios, oportunidades de desarrollo profesional, niveles de responsabilidades y aspectos relacionados privilegios en la gobernanza universitaria (Nixon, 1996).�

Ante estos escenarios se hace visible en las universidades observar un �mpetu por parte de los acad�micos por la investigaci�n para acceder a mejores salarios diferenci�ndolos de aquellos que no llevan a cabo estas tareas, acad�micos de alto nivel con la capacidad de negociar los salarios diferenciados del personal bajo dentro de la estructura organizativa. Este escenario implica una pluralidad en la fuerza laboral de la universidad y diversos grupos ocupacionales divididos por funciones, influencia, antig�edad.

 

Nuevo proletariado

Esta fragmentaci�n observada en el trabajo de los acad�micos constituye condici�n material e ideol�gica que provoca la construcci�n de un nuevo proletariado entre los docentes universitarios cuyas diferencias se hacen observables en funci�n a su clase y estatus, erosionando las estructuras organizativas.

Sobre este escenario Halsey (1992, p.13) sostiene:

El gerencialismo llega gradualmente a dominar la cooperaci�n colegiada en la organizaci�n tanto de la docencia como de la investigaci�n. El vocacionalismo expl�cito desplaza la preparaci�n vocacional impl�cita, ya que los cursos de grado se adaptan a la divisi�n cambiante del trabajo en el mercado de graduados. Los esfuerzos de investigaci�n se aplican cada vez m�s a los requisitos de las demandas gubernamentales o industriales. El docente se convierte cada vez m�s en un trabajador asalariado o incluso a destajo al servicio de una clase media en expansi�n de administradores y tecn�logos.

Sobre este punto, Halsey (1992), sostiene que los docentes carecen de control ideol�gico� sobre el trabajo que desempe�an, sin embargo, a�n pueden influir sobre los procesos de investigaci�n y ense�anza, pero no pueden decidir sobre los estudiantes y los problemas a investigar, quienes est�n determinados por la influencia externa de Estado, administradores institucionales y el mercado (Miller, 1995).

Este escenario, promueve un clima de inseguridad, competencia y vigilancia, como expone Dummett (1994):

Cada tarea debe realizarse al menor costo posible; que la gente trabaja con eficacia s�lo si sabe que sus trabajos son inseguros y si se sienten atra�dos por aumentos de salario o de estatus que se obtendr�n en competencia con sus colegas; y que no se puede confiar en ninguna instituci�n para evaluar su propia eficiencia o la de sus empleados, que debe ser estimada haciendo que cada empleado sea evaluado por otros empleados o por los 'clientes' mediante indicadores de desempe�o 'objetivos' o, lo mejor de todo, mediante los informes de inspectores externos. (p.1269)

Estos planteamientos reconocen que el docente universitario tiene la capacidad de definir sus valores propios entorno a su ocupaci�n y, por tanto, construye su propia identidad sobre ellos, sin embargo, el hecho que no sea posible reconocer el �yo profesional� en s� mismo, constituye una limitaci�n estructural.�

Identidades acad�micas en el contexto del nuevo gerencialismo

A pesar de su valor a nivel descriptivo, las polarizaciones descritas previamente no toman en cuenta los distintos tipos ni los distintos niveles de gerencialismo en las instituciones. Los gerentes pueden ser personas en roles de gerentes acad�micos (decanos, directores, rectores); gerentes profesionales; o personal acad�mico que cumple una funci�n de gerencia y realiza actividades de gesti�n de personal a partir del desarrollo de un proyecto o curso. Asimismo, el gerencialismo se presenta en m�ltiples instancias de la vida de la instituci�n educativa, y no solo desde los puestos directivos.

Cabe destacar que, si bien las instituciones se enfrentan a las exigencias de los gobiernos y los mercados, los individuos se enfrentan a una matriz de relaciones compleja, en la que interpretan y buscan influenciar las demandas que se les imponen (Withchurch, 2012). Adem�s, Billot (2010) apunta que, frente a los cambios externos, los acad�micos a�n son capaces de negociar sus roles y responsabilidades por medio de un proceso de priorizaci�n.

Tomando ello en cuenta, Winter (2009) se�ala que el gerencialismo y sus valores basados en una mentalidad econ�mica de mercado han generado que algunos acad�micos se alineen con la percepci�n de la universidad como empresa (identidad gerencial), mientras que otros se separan de las demandas de una corporaci�n (identidad profesional). Ello llevar�a a cismas de la identidad acad�mica en la educaci�n superior, en torno a la congruencia que perciben los acad�micos entre sus valores profesionales y los valores del gerencialismo.

El gerente acad�mico mantiene una ideolog�a de gerencialismo y de control unitario; valores utilitarios universales; una relaci�n de asimilaci�n y conexi�n con los gerentes y su organizaci�n; y una congruencia entre los valores de la organizaci�n y de uno mismo. Si bien el gerente acad�mico con frecuencia experimenta una sobrecarga de tareas, las tensiones que experimentan no provienen de sistemas de valores conflictivos (Winter, 2009).

El acad�mico gestionado, por otro lado, mantiene una ideolog�a de profesionalismo y autonom�a; valores normativos distintivos; se encuentra desconectado de la organizaci�n; y se enfrenta a la incongruencia de sus valores con los valores de la organizaci�n (Winter, 2009).

RESULTADOS

Identidad acad�mica

El primer objetivo espec�fico de esta investigaci�n busc� describir la identidad acad�mica y sus caracter�sticas, es as� como, la identidad acad�mica de los participantes se manifest� en relaci�n con las caracter�sticas del acad�mico. Los entrevistados consideraron que un acad�mico se encuentra en b�squeda de actualizaci�n constante, por medio de capacitaciones en su �rea disciplinaria, �[...] que se capacita y que busca mantenerse actualizado en conocimientos y habilidades para transmitir lo que sabe hacer.� (E15); as� como en temas de docencia y de investigaci�n. La actualizaci�n es entendida adem�s como un proceso de aprendizaje permanente: �Es un profesional preparado para el desarrollo de una carrera dentro de una universidad, mantiene un aprendizaje continuo y actualizado en su �rea de formaci�n [...]� (E20).

Los entrevistados identificaron al acad�mico como docente, entendido como aquel que dicta clases en una universidad y que busca transmitir conocimiento a sus estudiantes. En palabras del E17:

Es alguien que trabaja para una universidad impartiendo clases en su �rea de formaci�n, ejerce la docencia y eso le permite transferir conocimiento.� En ese sentido, la identidad acad�mica se construye tambi�n alrededor de la universidad como centro de labores, como se�ala el E23, [...] el hecho de estar en una universidad lo hace un acad�mico.�

En contraparte, algunos entrevistados enfatizaron la noci�n del acad�mico como, esencialmente, un investigador, �Creo que los distingue la investigaci�n, alguien que no ha realizado investigaci�n no puede decirse que es un acad�mico.� (E14). Dicho esto, para la mayor�a de los entrevistados la idea del acad�mico como docente y del acad�mico como investigador, as� como de la universidad como centro de labores, se encuentran vinculadas:

El docente es aquella persona que trabaja en una universidad y que se encuentra en constante actividad docente, que investiga y transfiere el conocimiento a los dem�s, se puede decir que es el docente a tiempo completo que se capacita y que genera l�neas de investigaci�n de su inter�s y para la instituci�n. (E13)

Cismas de identidad acad�mica

El an�lisis de la informaci�n permiti� identificar una subcategor�a denominada cismas de la identidad acad�mica. Esta Subcategor�a propuesta inicialmente por Winter (2009), corresponde a las nuevas construcciones de la identidad que surgen en los docentes, evidenci�ndose tres tipos: el docente multifuncional, el gerente acad�mico y el acad�mico gestionado.

Con respecto al docente multifuncional, esta identidad emerge en funci�n de los discursos que construyen al docente como quien ejerce actividades de dictado de clases, preparaci�n de materiales, gesti�n de procesos para asegurar la adecuada conducci�n de sus cursos y el manejo de recursos tecnol�gicos, Como indica el E17:

[...] aqu� en la universidad los docentes hacen otras actividades, por ejemplo, solicitar autorizaci�n para giras educativas y realizar los tr�mites, log�stica necesaria para la gira, buscar espacios para dar clases, muchas reuniones con el jefe inmediato, conducir veh�culos para las giras de campo.

En esta misma l�nea, el E19 manifest� que sus actividades de docencia incluyen: �Estar frente a estudiantes, solicitar y tramitar los recursos did�cticos (computadora, proyectores, extensiones, mesas), supervisar la disciplina de los estudiantes y el cumplimiento del uniforme.�

Esta identidad surge en complemento de las nociones tradicionales de docencia, ampli�ndose hacia una multiplicidad de funciones, las cuales se conciben para algunos de los entrevistados, adem�s, como obligaciones:

Un docente debe realizar un conjunto de funciones y actividades hoy en d�a, desde ofrecer clases frente a estudiantes, hasta colaborar en temas de vinculaci�n, es decir para que sea parte de un equipo docente de una universidad debe hacer todas las dem�s funciones, hay docentes que se limitan a ofrecer clases frente a los estudiantes, pero debemos ir m�s all� (E10).

Otra de las identidades identificadas es la del gerente acad�mico. Los participantes que evidenciaron esta identidad encuentran congruencia entre las funciones y valores de la academia y del gerencialismo. As�, no diferencian entre el valor de las actividades de docencia, investigaci�n y vinculaci�n; y las actividades de administraci�n; y las asumen como parte de su compromiso profesional:

[las actividades administrativas implican] trabajar fines de semana, horas despu�s del trabajo, aunque ese esfuerzo es compensado, ya que permite que podamos dar lo mejor de nosotros y aportar un granito de arena al proceso de todo esto que llamamos universidad y que fue el espacio en el que nos formamos y que llevamos en el coraz�n (E7).

Entre estos entrevistados, se evidencia la idea de complementariedad entre ambos tipos de funciones, como se�ala el E5: �Las actividades [administrativas] son importantes en una universidad, son el complemento de las dem�s actividades que realiza la universidad.�

En contraposici�n a ello, la identidad de acad�mico gestionado corresponde a quienes ven los procesos de gesti�n y los valores del gerencialismo como incongruentes con los valores y procesos de la academia. Los entrevistados que manifestaron esta identidad expresaron malestar frente a tener que desempe�ar este tipo de funciones, �[las actividades administrativas] consumen mucho tiempo y nos limitan a la labor principal de la universidad que es la formaci�n de los estudiantes.� (E10). Otro de los entrevistados sugiri� que estas actividades no corresponden a su carrera, y tendr�an que ser asumidas por personal especializado:

Algunas [de las actividades administrativas] son inherentes a los puestos, pero otras como las que me toca desempe�ar considero pueden hacerse por parte de otro personal, a fin de que yo pueda dedicar m�s tiempo a actividades totales y propias de mi puesto y mi carrera. �(E13).

Las respuestas de algunos de los entrevistados permitieron evidenciar con claridad un cisma entre quienes encuentran esta congruencia y quienes no, reforzando la idea de los �unos� y los �otros�. Por ejemplo, uno de los docentes que considera a las actividades administrativas como parte esencial de su labor acad�mica se�ala: �Creo que los docentes no lo ven desde esta perspectiva, pero porque est�n del otro lado, cuando ellos est�n aqu� se dar�n cuenta que ambas son un complemento.� (E3).

Identidad acad�mica de docentes con y sin cargo administrativo

Este an�lisis evidenci� que las categor�as de actualizaci�n constante, acad�mico como docente y universidad como centro de labores se presentaron con mayor frecuencia relativa en los docentes sin carga administrativa. Ello sugiere que este subgrupo de docentes tiende a conceptualizar su identidad acad�mica como vinculada a su espacio de trabajo y a sus labores de docencia m�s que sus colegas con cargo administrativo.

En cuanto a las diferencias halladas en torno a la actualizaci�n constante, el testimonio del E12, quien es un docente con cargo administrativo, puede brindar algunas explicaciones sobre por qu� dicha categor�a se present� con mayor frecuencia en los docentes sin estas funciones:

�[...] extra�o capacitarme en temas de docencia, los docentes tienen m�s tiempo para capacitarse y fortalecerse en sus �reas, los que solo se dedican a la docencia realizan un mejor trabajo en sus clases que aquellos que nos dedicamos a labores administrativas�.�

As�, es posible plantear que los docentes sin cargo administrativo tienen m�s tiempo para llevar a cabo este aprendizaje continuo, manteni�ndolo como parte fundamental de su identidad acad�mica, en contraposici�n con sus colegas.

Por otro lado, las categor�as de cismas de identidad acad�mica, de gerente acad�mico y acad�mico gestionado fueron relativamente m�s frecuentes, y se presentaron de forma representativa, en los docentes con cargo administrativo. De esta manera, se evidencia que los cambios en c�mo se concibe al acad�mico se encuentran asociados con las funciones administrativas que ejercen estos docentes, de tal manera que se encuentran en un proceso de construcci�n y reconstrucci�n constante de su identidad frente a las exigencias que se les imponen.

Gerencialismo acad�mico

Las entrevistas permitieron identificar dos subcategor�as: las caracter�sticas del gerencialismo acad�mico y las implicancias del gerencialismo sobre la actividad acad�mica. En cuanto a la primera subcategor�a, se evidenci� que el gerencialismo se manifiesta por medio de los indicadores del desempe�o, entendi�ndose estos como indicadores de resultados que eval�an tanto a los docentes como a la universidad en su conjunto: �[...] ahora la instituci�n es medida por resultados externos.� (E2).

Estos indicadores abarcan diversas actividades de la instituci�n, por ejemplo, uno de los entrevistados hace referencia a los �indicadores de investigaci�n� (E10); mientras que otro se�ala que �[...] as� como hay indicadores de calidad en la docencia, los tenemos en la parte de gesti�n [...]� (E14).

Dichos indicadores provienen de instancias gubernamentales y determinan las actividades que desarrollan los entrevistados, como se�ala el E2, �hay indicadores que debo cumplir.� Ello tambi�n conlleva a tareas de gesti�n de personal, con el fin de supervisar y �monitorear el cumplimiento de las actividades de docencia, investigaci�n y extensi�n [...]� (E15).

Otras de las caracter�sticas del gerencialismo son las demandas del mercado, las cuales postulan que la educaci�n universitaria debe responder a las exigencias competitivas, mantener crecimiento continuo e innovar: �[las actividades administrativas] son necesarias en vista que la universidad no crece ni avanza si estas no se realizan lo cual provoca que el personal pueda diversificarse para realizar diferentes actividades� (E15).

En cuanto a la gesti�n presupuestaria, se hall� que los participantes tienen responsabilidades de manejo de presupuestos, generaci�n y administraci�n de recursos. Esta exigencia es exacerbada por la presi�n de cumplir con presupuestos asignados por el Estado:

Ahora hay m�s dinero por ejecutar, eso implica que tenemos que hacer m�s actividades para ejecutarlos, tenemos m�s trabajo y menos incentivos, a pesar de mayor n�mero de actividades tenemos menores salarios, antes ten�a m�s libertad de c�tedra, cuando solo era docente, ten�a tiempo de atender algunos asuntos personales (E14).

La siguiente caracter�stica del gerencialismo es la estructura organizacional-empresarial, la cual hace referencia a que la instituci�n se constituye de forma jer�rquica, con jefes y subordinados claramente delimitados. Es as� como uno de los entrevistados menciona entre sus actividades: �participar en reuniones de docentes, reuniones espec�ficas con mi jefe [...]� (E19).

Los entrevistados se�alaron, adem�s, conformar parte de diversas comisiones encargadas de supervisar el cumplimiento de los indicadores descritos previamente, como refiere el E10: �Estoy en muchas comisiones, generalmente tengo que reunirme una vez al d�a con las personas para tomar decisiones, para evaluar c�mo van los indicadores de investigaci�n y dar aportes a unos documentos que me asignan desde el CDU.� De esta manera, se evidencia una reconfiguraci�n de las estructuras universitarias tradicionales a otras alineadas con esquemas empresariales.

La quinta caracter�stica del gerencialismo evidenciada entre los entrevistados es el enfoque en la eficiencia. Dicha caracter�stica se refiere a la incorporaci�n de una ideolog�a basada en emplear la menor cantidad de recursos y maximizar los resultados. Ello se evidenci� principalmente en el incremento de estudiantes y carga lectiva por docente, como comenta el E14: �Las clases eran m�s personalizadas a los estudiantes, ahora son muchas y me es imposible [...].�

Asimismo, se observa una diversificaci�n de funciones del personal: �S�, antes ten�a m�s tiempo de hacer docencia, considero que ha cambiado porque ahora tengo m�s responsabilidades administrativas que antes, sin embargo, siempre hago docencia porque tenemos limitado personal acad�mico, creo eso es un aspecto importante en la instituci�n� (E1).

Implicancias del gerencialismo

Una segunda subcategor�a, denominada implicancias del gerencialismo en la actividad acad�mica, se identific� en las entrevistas. Esta presenta cuatro componentes. El primero de ellos es el aumento de la carga laboral, el cual se encontr� asociado con el enfoque en la eficiencia que se describi� previamente.

Es as� como los docentes refieren tener m�s responsabilidades y m�s clases que impartir; en palabras del E15, habr�a una �duplicaci�n de trabajo y las �reas de atenci�n de cada directivo o docente�. Por su parte, el E10 se�ala �[...] debo dedicar m�s tiempo, porque tengo siempre asignadas 3 o 4 clases, dedico m�s tiempo en casa o me quedo en la oficina terminando con mis labores administrativas, la docencia, es una labor que no puedo dejar de hacer.�

Por otro lado, se encontr� que la introducci�n del gerencialismo en la vida acad�mica implica una limitaci�n tanto en el desempe�o docente como en la producci�n cient�fica. De esta manera, los entrevistados refieren que las exigencias administrativas suponen reducci�n del tiempo y, consecuentemente, de la calidad, que dedican a sus actividades de docencia, llevando a situaciones como las que se�ala el E12: �me asignan clases que nunca he dado y desconozco algunas tem�ticas de esta�.

La investigaci�n, por su parte, se ve relegada a un segundo plano frente a la carga de actividades: �a veces no cumplimos con la investigaci�n porque nos cargan de clases, con qu� tiempo vamos a investigar si no tenemos tiempo.� (E18)

Otra de las implicancias del gerencialismo fue el proceso de priorizaci�n. Este hace referencia a la selecci�n de actividades a realizar, y el tiempo que se le dedica a cada una de ellas en funci�n de lo que se considera m�s relevante, m�s urgente y coherente con las exigencias externas, como indica uno de los docentes, �en ocasiones uno debe establecer prioridades� (E1).

Los discursos de los entrevistados permitieron identificar que este proceso de priorizaci�n se encuentra sujeto a los indicadores de desempe�o que se les exige; los docentes seleccionan aquellas actividades que permitan cumplir con dichos est�ndares. Muchas veces, ello ocurre en detrimento de otras actividades, �Yo, por ejemplo, a veces cuando hay momentos cr�ticos en mi �rea administrativa descuido un poco la acad�mica y me centro en mis actividades, finalmente mi jefe me evaluar� por estas �ltimas� (E4).

Identidad acad�mica y Gerencialismo

A partir del an�lisis de las entrevistas, y de la revisi�n de literatura previa, fue posible identificar relaciones entre las categor�as. Las mismas se detallan a continuaci�n. Con respecto a la relaci�n entre la identidad acad�mica y el gerencialismo acad�mico, se evidenciaron relaciones entre las mismas v�a los cismas de identidad y sus v�nculos con las caracter�sticas y las implicancias del gerencialismo.

En primer lugar, se encuentra que la identidad del gerente acad�mico est� asociada con la estructura organizacional-empresarial. Es as� algunos de los docentes que manifiestan una identidad acad�mica en coherencia con los valores del gerencialismo lo hacen por medio del establecimiento de relaciones de tipo jer�rquico, tanto a nivel de sus v�nculos inmediatos con los jefes y subordinados, como de su percepci�n de la estructura organizacional de la instituci�n, �[las actividades administrativas implican] ser personal de confianza, destinado para realizar actividades no t�cnicas que permiten aplicar conceptos gerenciales dentro de nuestro �mbito laboral y sobre todo el manejo y la direcci�n del personal dentro de cada estaci�n� (E15).

Por otro lado, la identidad de acad�mico gestionado se encontr� asociada con los indicadores de desempe�o. De esta manera, el subgrupo de docentes que manifiesta una incoherencia entre los valores y funciones de la academia y los del gerencialismo, percibe sus tareas como sujetas a los indicadores de resultados por los cuales ser�n evaluados, y no por aquellas que son inherentes a la academia: [las actividades administrativas] deben centrarse en fortalecer la academia, a veces siento que hay muchos tr�mites que atrasan a la academia, pero hay indicadores que cumplir a nivel de Estado y eso es importante, de eso dependen los recursos asignados a la universidad (E10).

En esta misma l�nea, la identidad de acad�mico gestionado se encontr� asociada con la limitaci�n del desempe�o docente, se evidencia nuevamente la polarizaci�n entre tareas tradicionales de la academia, como lo es la docencia y las tareas administrativas provenientes del gerencialismo. As�, el E10 comenta: �Quisiera dedicarme solo a una actividad, en fin, mis ocupaciones administrativas me limitan a ofrecer m�s tiempo a la docencia. Es agotador cumplir con ambas actividades al mismo tiempo, pero debo hacerlo�.

DISCUSI�N DE RESULTADOS

Los resultados evidenciaron que los docentes perciben el �ser un acad�mico� desde diferentes perspectivas, definieron al acad�mico como un funcionario que ejerce labores de docencia en una universidad, por un lado; y como al individuo que realiza labores de investigaci�n, por el otro. Es as� como, en coherencia con lo planteado por otros autores (Nixon,1996; Shams, 2019) existir�a una dicotom�a entre el acad�mico como docente y el acad�mico como investigador.

Se evidencia que los docentes construyen su identidad acad�mica en torno a las funciones que ejercen, vinculando las tareas asignadas por la universidad, en su quehacer cotidiano, con el campo del conocimiento, en este sentido, se evidenci� que los docentes de la universidad evaluada construyen sus identidades acad�micas en torno a las labores que realizan, se evidenci� que, para el grupo de docentes con cargo administrativo, la gesti�n es una de las funciones inherentes a la universidad. Estos resultados son coherentes con lo expresado con Winter (2009), quien plantea que la identidad de los docentes se ha configurado �en torno a una imagen idealizada de eficiencia corporativa (y) una fuerte cultura de gesti�n�, provocando, seg�n Clegg (2008), por presiones gubernamentales de introducir en enfoque de competitividad global.

La literatura sugiere que uno de los valores fundamentales que identifica la identidad de un docente es la libertad acad�mica, los resultados de este estudio mostraron una p�rdida de la libertad acad�mica en aquellos docentes que realizan labores directivas en comparaci�n con los que �nicamente realizan labores de docencia. Este hallazgo es congruente con otros estudios, el alineamiento de la identidad acad�mica de los docentes universitarios alienado a los valores del nuevo gerencialismo, a criterio de Winter (2009), pone en riesgo la colegialidad, el apoyo colaborativo y la libertad acad�mica, valores que en el pasado eran m�s valorados por los acad�micos porque propiciaron espacios para una universidad m�s aut�noma y menos influenciada por factores externos, estos valores se encuentran en tensi�n hoy en d�a, por ejemplo, la libertad acad�mica, est� siendo modificada por los valores institucionales que exigen un compromiso con las actividades del �mbito econ�mico y administrativo.�

Los resultados permiten confirmar la presencia de m�ltiples indicadores del gerencialismo en la vida universitaria. Ello se present� de forma significativamente superior entre aquellos docentes que ostentan un cargo administrativo. A nivel de los indicadores del gerencialismo, se reafirman los planteamientos te�ricos de Deem (1998). Aunado a ello, con referencia a las implicaciones del gerencialismo, el aumento de la carga laboral, vinculada con los indicadores de desempe�o basados en resultados y el enfoque en la eficiencia, ya hab�a sido reportada previamente por otros autores (Yavash, 2017; Carpintero y Gonz�les, 2018) quienes refieren una presi�n por cumplir con resultados bajo indicadores estandarizados de una l�gica mercantil y empresarial.

En los resultados, el gerencialismo supone, adem�s, una limitaci�n en el desempe�o docente y en el desempe�o de la investigaci�n. Ello se contrapone a lo indicado por Winter y O�Donohue (2012), quienes planteaban que los principios educativos deben estar por encima de los principios de mercado; en el caso de los entrevistados, un proceso de priorizaci�n ocurre en favor de cumplir con los indicadores de desempe�o se�alados previamente. Harris (2005), se�alaba que los sistemas de educaci�n superior se est�n transformando impulsados por la visi�n consumista y la incorporaci�n de valores burocr�ticos, as�, las universidades abordan sus prioridades econ�micas con un enfoque de competencia entre las instituciones para atraer a m�s estudiantes.

Los resultados mostraron la presencia de cismas de la identidad acad�mica (Winter, 2009). Por un lado, los discursos de los docentes que realizan labores administraci�n se apegan a los valores del gerencialismo y ofrecen prioridad a las labores de gesti�n, pero al mismo tiempo se aferran a los valores tradicionales que identifican los acad�micos, por ejemplo, cuando plantean el valor que tiene la docencia en las actividades que realiza la universidad.

Estos hallazgos sostienen que las universidades son moldeadas por aspectos ideol�gicos y de gesti�n que est�n en tensi�n con la l�gica administrativa, esto es producto que las instituciones buscan sostener la cultura tradicional al tiempo que promueven valores de una estructura corporizada, a criterio de Foreman y Whetten (2002) conviven con identidades m�ltiples o h�bridas. Est� claro que en los resultados de esta investigaci�n los docentes que �nicamente realizan labores docentes tienen a mantener los valores tradicionales de la identidad acad�mica, en contraste con los que tienen un cargo administrativo, cuya identidad se ajusta m�s a un modelo corporativizado de la universidad.

Lo se�alado previamente se encuentra alineado con lo presenciado en otros pa�ses, en estudios que expresan una clara polarizaci�n y diversificaci�n de identidades acad�micas frente al gerencialismo (Winter y Sarros, 2002), con los directivos apegados a la conceptualizaci�n de la universidad-empresa, y los docentes a la tradici�n de la docencia y vocaci�n por la ense�anza. Bajo este escenario, los docentes sin cargo administrativo tienden a desvincularse de los valores que promueve la identidad gerencial cuando perciben que compromete los valores tradicionales de la identidad acad�mica.

Para Winter (2009), estos cismas de identidad se producen cuando las actividades o roles que realizan los docentes ponen el riesgo los valores acad�micos tradicionales. Los resultados de esta investigaci�n dejan en evidencia la divisi�n que muestran aquellos docentes que �nicamente se dedican a ofrecer clases y aquellos que tienen un cargo administrativo. Sin embargo, estos �ltimos mostraron el deseo de realizar labores de docencia; esto est� en congruencia con Deem y Brehony (2005), al plantear que estas nuevas labores o roles que desempe�an los docentes evidencian tensiones entre los directores y los docentes a pesar del hecho de que los directores-acad�micos en realidad han trabajado anteriormente en su mayor�a como acad�micos. Estos planteamientos, adem�s de mostrar posiciones encontradas de autoridad de los directores que surgen del nuevo modelo de gerencialismo, dejan en evidencia lo interiorizado que tienen los ideales gerenciales como un mecanismo de poder que usan para orientar este cambio organizacional (Deem & Brehony, 2005).�

Las opiniones diversas en torno al gerencialismo acad�mico que mostraron los docentes en sus entrevistas dejan claro que ya no existe una solo profesi�n acad�mica. Tanto los planteamientos te�ricos (Henkel, 2000; Nixon, 1996) como los estudios m�s recientes (Clegg, 2008; Shams, 2019) plantean que las profesiones acad�micas se adaptan y evolucionan, esto se produce debido a que, por un lado y como qued� evidenciado en los resultados los docentes se esfuerzan por retener su identidad como docente e investigador; mientras que, por otro lado, es posible que los objetivos de la instituci�n sean diferentes. Este escenario genera tensiones entre los profesionales que lideran los cambios en la organizaci�n, pero tambi�n implican procesos de cambio, adaptaci�n y reconfiguraci�n de las identidades.

Resulta evidente que los cambios en la gesti�n de la pol�tica de los gobiernos, por ejemplo, el financiamiento de las actividades de la investigaci�n est� cambiando considerablemente la labor de los acad�micos, cuando las universidades buscan ser competitivas, las tareas relacionadas a la productividad tienen una prioridad superior a las dem�s tareas. Esta visi�n plantea amenazas para los l�deres; por un lado, afecta la comprensi�n de su rol el �yo acad�mico� y, por otro, es posible que algunos docentes no se comprometan con los valores cambiantes de la instituci�n porque no encuentran sentido a su estatus (Billot, 2010).

Es as� como esta investigaci�n mostr� que los docentes que tienen asignado un cargo administrativo muestran altos valores de gerencialismo acad�mico y tienden a valorar significativamente aquellas actividades que son propias del cargo que desempe�an. Estos resultados con coherentes con los planteados con Harris (2005 p. 424) quien sostiene que hist�ricamente el personal acad�mico de las universidades siempre ha estado formado por una �comunidad de acad�micos�, que se identificaban m�s con su disciplina; sin embargo, a medida han asumido otras responsabilidades producto de los inter�s comerciales introducidos en el contexto de la educaci�n superior, esta identidad acad�mica es menos clara y parece alinearse a una identidad m�s institucional.��

Los resultados mostraron que aquellos docentes que realizan labores administrativas tienen a mostrar una identidad acad�mica ajustada a los principios y valores del gerencialismo, este hecho es explicado (Henkel, 2000) cuando sugiere que los acad�micos desarrollan el sentido del �yo acad�mico� a partir de las experiencias pasadas y su forma de comprender su situaci�n actual. Por tanto, la identidad de un docente es din�mica y se modifica al tener conexi�n con lo que conoce y valora, adem�s, tiene influencia de lo imprevisto y se transforma por presiones sociales externas. En este orden de ideas, se entiende que aquellos docentes que conviven con valores propios del gerencialismo acad�mico generado por su condici�n de mantener un cargo administrativo hayan modificado su identidad del �yo acad�mico� por los principios que rigen la institucionalidad.

Los resultados parecen alinearse a lo planteado por Clegg (2008), cuando expone que las instituciones de educaci�n superior est�n cambiando producto de estas fuerzas externas y que los mandos estrat�gicos parecen alejarse de la noci�n del acad�mico y de lo que ellos valoran desde su yo como profesional, aunque es cierto que esta visi�n puede cambiar de un contexto a otro. La visi�n de los docentes que asumen cargos administrativos en la universidad genera una tensi�n entre los valores que debe asumir un acad�mico (Briggs, 2007), para este autor, estos valores acad�micos centran su atenci�n en el aprendizaje de los estudiantes y asignan menos relevancia a los factores externos propios del nuevo gerencialismo acad�mico.

Tomando en cuenta lo planteado, la investigaci�n permiti� corroborar la presencia de las dos identidades acad�micas desarrolladas por Winter (2009); la del gerente acad�mico, comprendido como aquel que acepta la presencia del gerencialismo e integra los valores de este con su identidad acad�mica; y la del acad�mico gestionado, quien mantiene una ideolog�a de profesionalismo y autonom�a, en consonancia con los valores tradicionales de la academia. Asimismo, los resultados ilustran una fuerte vinculaci�n entre la identidad del gerente acad�mico y la estructura organizacional-empresarial entre los docentes con una carga administrativa, de tal forma que, las universidades impregnadas del gerencialismo funcionan en torno a estructuras de tipo jer�rquico.

Desde la visi�n de Churchman (2006), los resultados encontrados en esa investigaci�n sugieren que los acad�micos que se alinean al nuevo modelo de gerencialismo acad�mico tienden a buscar una posici�n en un entorno corporativizado, es decir, se ajustan cada vez m�s al modelo de gesti�n por resultados en donde se busca incorporar ideas empresariales.

Estos resultados confirman, lo que Middleton (2005) plantea en torno a que las instituciones de educaci�n superior buscan estrategias para satisfacer las exigencias y las expectativas cambiantes que se observan en la educaci�n terciaria, este hecho genera que los acad�micos cambien su funci�n. Desde esta perspectiva, la instituci�n y el contexto social y econ�mico en que se ubican afectan la identidad del acad�mico generando una crisis de identidad profesional (Nixon, 1996) que se modifica constantemente al igual que ocurre con este sector de la educaci�n.

La diversidad de funciones expuestas y los cambios de roles en las actividades sugeridas por los docentes en esta investigaci�n, concuerda con lo que plantea Churchman (2006), la identidad no es singular, es posible encontrar varias identidades acad�micas, as�, los docentes pueden explicar desde diferentes perspectivas su �yo acad�mico� de pertenecer a una universidad, sin embargo, esta diversidad de identidades no son favorecidas debido a que se busca que est�n cada vez m�s cohesionadas (Churchman & King, 2009).

CONCLUSIONES

El estudio concluye que la identidad acad�mica de los docentes de la UNACIFOR se construye en torno a sus caracter�sticas, sus actividades y los cismas de identidad, la universidad se concibe como el espacio en el cual ejercen la docencia y la investigaci�n; se conciben como individuos que se actualizan constantemente, y la libertad acad�mica deja de ser el eje central de su identidad. Los cismas de la identidad acad�mica presentan a aquellos que se conciben como acad�micos gestionados, con una incongruencia entre sus valores acad�micos y los del gerencialismo; y a quienes se conciben como gerentes acad�micos, quienes encuentran congruencia entre dichos valores. A ello, se le suman los docentes multifuncionales con una reconfiguraci�n sobre c�mo se es docente.

Existen claras diferencias entre docentes con y docentes sin cargo administrativo en c�mo configuran su identidad acad�mica. Si bien ambos presentan nociones de ser docentes y ser investigadores; los cismas de la identidad son caracter�sticos de los docentes-administradores; mientras que la libertad acad�mica mantiene su nivel prioritario en los docentes sin cargos administrativos. Existe gerencialismo acad�mico en la UNACIFOR, y este influye en la vida acad�mica de los docentes de la universidad. Las exigencias estatales referidas a los presupuestos y la introducci�n de los indicadores de desempe�o son los factores de mayor relevancia en la muestra.

El gerencialismo acad�mico estimula a los docentes a priorizar aquellas actividades por las cuales ser�n evaluados, lo cual influye en su desempe�o docente, la producci�n cient�fica y su identidad. Si bien todos los docentes de la UNACIFOR perciben la introducci�n del gerencialismo, este tiene implicaciones particularmente relevantes para los docentes que cumplen una funci�n administrativa. Existe una reconceptualizaci�n de las funciones tradicionales (docencia, investigaci�n, vinculaci�n) de la universidad, con la docencia entendida de forma amplia y abarcando m�ltiples actividades en el centro de estas.

Existe una mayor inclinaci�n hacia las funciones de la universidad tradicionales en los docentes sin cargo administrativo; mientras que la gesti�n se presenta casi exclusivamente en los docentes con cargo administrativo. La identidad acad�mica se relaciona con el gerencialismo acad�mico. Los gerentes acad�micos tienden a ejercer sus funciones por medio de las estructuras organizacionales-empresariales; y los acad�micos gestionados se perciben como subyugados a los indicadores por desempe�o, y perciben m�s una limitaci�n en su desempe�o docente.

RECOMENDACIONES

Los resultados son de utilidad para generar estrategias a nivel institucional y proponer pol�ticas p�blicas en este nivel de la educaci�n en Honduras que se ajusten a la realidad internacional, sin dejar de lado los valores tradicionales de los acad�micos. Adem�s, establecer estrategias de fortalecimiento a las actividades principales de la docencia que se ven amenazadas por los nuevos roles que llevan a cabo los docentes de la universidad en el marco del gerencialismo acad�mico. Es necesario identificar las capacidades espec�ficas del personal para conocer su potencial sobre las funciones de docencia, investigaci�n, vinculaci�n y gesti�n, para poder potenciarlas, finalmente, a partir del estudio se debe establecer estrategias que reduzcan la multiplicidad de funciones en los docentes, cuando tiene m�ltiples funciones se corre el riesgo que no tenga �xito en el cumplimiento de todas las actividades que le han asignado, y como mostr� el estudio, tiende a llevar un proceso de priorizaci�n.

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