EL CICLO EVOLUTIVO DE ASESORÍA,
UN MODELO DE COLABORACIÓN
PARA EL EJERCICIO DE LA ASESORÍA
TÉCNICA PEDAGÓGICA
THE EVOLUTIONARY CYCLE OF CONSULTING, A
COLLABORATIVE MODEL FOR THE PRACTICE OF
TECHNICAL PEDAGOGICAL CONSULTING
Ariana Martínez Balderas
Escuela Normal Experimental Rafael Ramírez Castañeda, México
David Mata Ríos
Escuela Normal Experimental Rafael Ramírez Castañeda, México
pág. 11928
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i5.20493
El Ciclo Evolutivo de Asesoría, un Modelo de Colaboración para el
Ejercicio de la Asesoría Técnica Pedagógica
Ariana Martínez Balderas1
arianamtz.b@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-6800-7921
Escuela Normal Experimental
Rafael Ramírez Castañeda
Zacatecas, México
David Mata Ríos
davidmata78@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-6853-2439
Escuela Normal Experimental
Rafael Ramírez Castañeda
Zacatecas, México
RESUMEN
El presente texto aborda el trabajo realizado desde la función de la asesoría técnica pedagógica en el
que se hace uso de los ciclos evolutivos de asesoría, metodología que consta de seis fases: plan de
asesoría, levantamiento de información, análisis del asesor, análisis colegiado, toma de decisiones y
seguimiento. Estos ciclos se consolidan por medio de un modelo de colaboración entre docente asesor
y docente asesorado, a su vez afianza la comunicación y el diálogo, mediante el cual se tratan temas de
común interés, con el fin de atender necesidades de formación continua latentes en la actividad
educativa. Los hallazgos en este tema posicionan al asesor técnico pedagógico como una figura
relevante en la transformación de las prácticas educativas y demuestra que la colaboración, dentro de
los ciclos evolutivos, es un modelo que funciona para desarrollar acciones de seguimiento y
acompañamiento pedagógico, dado que sus características permiten cercanía con los docentes
asesorados en un ambiente que favorece las relaciones interpersonales. El estudio y análisis del
comportamiento de las fases que comprende el ciclo evolutivo de asesoría y la reflexión sobre el trabajo
de colaboración con docentes frente a grupo, bajo el efecto de un diseño de la investigación-acción, son
algunos de los puntos abordados en este documento.
Palabras clave: asesoría técnica pedagógica, modelo de colaboración, ciclo evolutivo de asesoría
1
Autor principal
Correspondencia: arianamtz.b@gmail.com
pág. 11929
The Evolutionary Cycle of Consulting, a Collaborative Model for the
Practice of Technical Pedagogical Consulting
ABSTRACT
This article addresses the work carried out in the field of technical-pedagogical advisory services, which
utilizes evolutionary advisory cycles. This methodology consists of six phases: advisory plan,
information gathering, advisor analysis, peer analysis, decision-making, and follow-up. These cycles
are consolidated through collaboration between the advisory teacher and the advised teacher, which in
turn strengthens communication and dialogue, where topics of common interest are addressed in order
to address ongoing training needs latent in educational activity. The findings in this area position the
technical-pedagogical advisor as a relevant figure in the transformation of educational practices and
demonstrate that collaboration, within the evolutionary cycles, is a successful model for developing
technical-pedagogical advisory services, as its characteristics allow for closeness with the advised
teachers in an environment that fosters interpersonal relationships. Therefore, the study and analysis of
the behavior of the phases comprising the advisory evolutionary cycle and the reflection on
collaborative work with teachers in groups under the effect of action research are some of the points
addressed in this document.
Keywords: technical and pedagogical consulting, collaboration model, evolutionary consulting cycle
Artículo recibido 02 setiembre 2025
Aceptado para publicación: 29 setiembre 2025
pág. 11930
INTRODUCCIÓN
La asesoría técnica pedagógica tiene origen desde el inicio de la figura supervisora en México y ha
sufrido transformaciones relevantes a través de su historia conforme a los avances y modificaciones en
el sistema educativo del país. En la actualidad, esta función está a cargo de docentes con mayores
conocimientos en pedagogía, su labor es apoyar con asesoría y acompañamiento a otros profesores de
forma individual o grupal, dándose a conocer herramientas útiles para el ejercicio educativo (SAAE,
2021).
De la actividad asesora actual derivan algunos desafíos, como el desconocimiento de los niveles de
alcance, la concepción que otros actores tienen de esta función y el poco valor que se le da. Portales
(2013) menciona que a pesar de que esta figura no ha logrado encausarse, ha provocado cambios
culturales en la práctica educativa pues contribuye a la autorreflexión docente, al liderazgo y a la
autonomía, promoviendo no solo el aprendizaje de los alumnos sino el aprendizaje en la organización
escolar.
Segovia (2008) expone a la asesoría como una función con muchas posibilidades de desarrollo, propone
una serie de elementos críticos a fin de orientar las creencias sobre el asesoramiento educativo. Dicho
autor expone el ejercicio de la asesoría como una figura con corresponsabilidad, lo que quiere decir que
no solo el asesor es el encargado de la mejora, sino que existen otros elementos y recursos humanos
que deben mantener ese compromiso.
El asesor técnico pedagógico es un agente de mejora en la calidad educativa a partir del desarrollo de
acciones de acompañamiento, un facilitador de procesos de mejora y un mediador entre el conocimiento
pedagógico y las prácticas de los profesores, aportando herramientas útiles para resolver problemáticas
educativas (Vázquez 2015).
Ahora bien, para el desarrollo de la asesoría técnica pedagógica existen tres modelos que posibilitan su
operación, los cuales son: facilitación, intervención y colaboración. Cada uno de ellos con
características distintas pero con la misma finalidad, la de coadyuvar en la mejora de las prácticas
educativas. Chavez (2017), afirma que cada uno de estos modelos tiene cierta importancia en su
aplicación, de lo cual se obtienen aprendizajes y se tienen experiencias, acorde a lo que se pretende.
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De forma situada, la colaboración como modelo de asesoría funge como principal actividad de
desarrollo profesional, impacta en la actualización docente, así como en la modificación de su práctica.
Este modelo es sustancial para reforzar la acción educativa, pues abre el umbral de un diálogo
respetuoso y de confianza, atendiendo de forma colaborativa las necesidades de formación continua
presentes en la práctica (Nieto, 2017). El modelo de colaboración tiene la bondad de desarrollar entre
asesor y asesorado una relación horizontal, donde existen encuentros de provecho para el aprendizaje
no solo del asesorado sino también del asesor y se construyen acciones en pro de la práctica pedagógica.
Por eso, ser asesor técnico pedagógico implica mucho s que visitar escuelas, según Arredondo (2021)
es interactuar en apoyo de la mejora de la práctica educativa, profesionalizar, facilitar materiales,
acompañar, favorecer las competencias docentes y por supuesto colaborar para atender sus
problemáticas. En tanto a lo anterior, resulta significativo que el asesor técnico pedagógico se rija bajo
el modelo de colaboración y que trabaje a la par con el docente, revisando, valorando y mejorando su
hacer, de manera que los dos aprendan.
El modelo de colaboración, espresente en el ciclo evolutivo de asesoría, eje de acción que forma parte
de La Propuesta Metodológica de Asesoría (Rosales, 2008) diseñada por un grupo de docentes
zacatecanos con la inquietud de atender de forma gradual las problemáticas dentro de la labor educativa
en un contexto de escuelas multigrado. El ciclo evolutivo de asesoría es un proceso que se lleva a cabo
al plantear de manera sistemática y ordenada los seis momentos que lo conforman, con ello se fortalece
la función asesora detectando necesidades de formación, tomando decisiones para atenderlas y darles
seguimiento en una relación colaborativa y de diálogo bidireccional, así como de trabajo colegiado entre
docente asesor y docente asesorado.
Las seis fases que caracterizan al ciclo evolutivo de asesoría tienen el siguiente orden: plan de asesoría,
el cual establece las estrategias y actividades a desarrollar en las visitas a los grupos escolares. El
levantamiento de información, donde se registran datos relevantes de la actividad educativa una vez
que se visita cierto grupo. Se manejan dos tipos de análisis, el primero tiene relación con la reflexión
del asesor sobre la información que acaba de recabar, el segundo lleva esa reflexión a un encuentro con
su asesorado donde se dan a conocer dichos datos y se propicia el diálogo respetuoso y prudente.
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Determinar soluciones para los puntos entablados en las fases anteriores se denomina como toma de
decisiones, y por último el seguimiento, el cual es una forma de evaluar los procesos de mejora
suscitados en este ciclo.
Esta metodología tiene una relación estrecha con el modelo de asesoría por colaboración, pues sirve
para afianzar el vínculo entre el docente y su acompañante pedagógico, y permite la interacción
recíproca en un estatus de igualdad, en atención a las necesidades de formación detectadas (Cano, 2017).
El tema plantea los beneficios de aplicar este modelo de asesoría, el impacto que genera en la práctica
de los docentes frente a grupo y cómo favorece el desarrollo de la asesoría técnica pedagógica.
Segovia (2008) propone reorientar la función de la asesoría técnica pedagógica, analizando cómo es
que los docentes perciben la actividad asesora, resalta también que esta figura es un servicio de apoyo
con miras hacia la reflexión de la práctica. Algo semejante enuncia Chávez (2017) en su investigación,
determinando que un asesor técnico pedagógico lleva a cabo su hacer según sus posibilidades y
limitantes respecto al modelo de asesoría, el lugar en que se encuentra y las personas con las que trabaja.
Como lo señala Portales (2013) el trabajo colaborativo es una de las principales herramientas de
acompañamiento, en el que se establece la comunicación como forma de circular el conocimiento.
Asimismo, Nieto (2017) señala la colaboración como principal actividad de desarrollo profesional. En
semejanza, zquez (2015) menciona al ATP como un agente de mejora en la calidad educativa. De
igual modo ocurre en la investigación de Arredondo (2021) la cual habla sobre las interacciones que
genera un asesor técnico pedagógico en apoyo a la mejora de la práctica docente. En últimas instancias,
la metodología que presentan Rosales (2008) es una herramienta útil en la acción asesora para la mejora
de las prácticas escolares.
Esta investigación tiene lugar con un par de docentes frente a grupo, que laboran en una escuela
multigrado ubicada en una comunidad de Pánuco, municipio perteneciente al Estado de Zacatecas. La
información recabada señala que el trabajo con los docentes mencionados enfatiza en los siguientes
indicadores: organización del trabajo en clase, estrategias de atención, desarrollo de las actividades,
elementos de su planeación, relación docente-alumno, entre otros. La elección de los docentes surge del
ejercicio pleno de la asesoría técnica pedagógica y es resultado de las visitas a los grupos de los
profesores mencionados, volviéndose un punto de partida para la investigación.
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Estas premisas, bajo el efecto del diseño de una propuesta de investigación-acción, recuperan resultados
destacados respecto del ejercicio de la asesoría técnica pedagógica desde una visión del modelo por
colaboración. Aunque esta función tiene cierta ambigüedad debido a que es desconocida y desvalorada
por muchos, uno de sus objetivos principales sigue siendo apoyar a los docentes frente a grupo que
presentan necesidades de formación continua, a fin de mejorar sus prácticas en las aulas.
METODOLOGÍA
La elección idónea de la ruta de investigación se basó específicamente en el tema en trato. Por sus
características, sus delimitaciones y sus objetivos se eligió un enfoque cualitativo, debido a que se
pretende estudiar el comportamiento de los elementos sustanciales de la propia investigación
(Hernández, 2018). El enfoque dado es en sentido cualitativo ya que la investigación posee pautas de
regreso y revisión a momentos anteriores, con la intención de enriquecer los resultados finales.
El interés por llevar a cabo la investigación-acción para el desarrollo de este tema, surge a partir de que
dicha metodología involucra teoría y práctica, aspectos que son indispensables en la labor educativa
(Latorre, 2003). Llevar a la práctica lo que se investigó es verificar de manera constante lo que se realiza
a fin de llegar a la reflexión, aquí se ven involucrados otros factores como: el descubrimiento, la
resolución de problemas y el desarrollo de actividades concretas como medio para la mejora de las
prácticas educativas.
Las consideraciones para la elección de los docentes asesorados se dieron a través de la observación de
clases, así como las sugerencias dadas por el supervisor de la Zona Escolar. Uno de los instrumentos
que fungió como apoyo en la recolección de datos fue la guía de observación de elaboración propia,
diseñada a partir de los criterios e indicadores que un docente frente a grupo debe dominar y que se
encuentran dentro del Marco para la excelencia en la enseñanza y la gestión escolar en la Educación
Básica (2022). Otro de los instrumentos fue la entrevista, la cual sirvió no solo para la recolección de
información, sino también para tener un acercamiento con los docentes en el que se entabló un diálogo
respetuoso y de confianza. Los docentes elegidos para la asesoría en su modelo de colaboración,
pertenecen a escuelas de organización multigrado, uno de ellos atendiendo 5° y otro 6°.
El estudio se realizó en el marco de la atención de las necesidades de formación continua del
profesorado de educación básica (Mata, 2023), descritas en el desarrollo del programa de posgrado de
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Educación y Mejora de la Práctica Docente de la Escuela Normal Experimental Rafael Ramírez
Castañeda.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La práctica reflexiva requiere ser sistemática e instrumentada, lo cual demanda un análisis y
organización complementados entre sí, esto implica llevar a cabo una metodología, una serie de pasos
o de procedimientos. La aplicación de los ciclos evolutivos de asesoría resulta funcional en el ejercicio
de la asesoría técnica pedagógica apoyados bajo el modelo de colaboración. Esta metodología, aplicada
en sus seis fases, de una forma sistematizada y cronológica, permitió el alcance de las acciones
planeadas y el avance en la atención a las necesidades que los docentes asesorados presentaron. Esto se
centra en una construcción de estrategias que contribuyen a la mejora de la práctica docente, por ende,
al logro de los aprendizajes de los alumnos. Los ciclos evolutivos de asesoría generan una colaboración
mutua entre asesor y asesorado pues permiten la interacción recíproca en los diferentes momentos que
los conforman, a su vez, se le da continuidad y seguimiento a las tareas y compromisos que se establecen
durante la reflexión y el diálogo entre pares, por medio de acciones que también se planean de manera
conjunta. En palabras de Rosales (2008), se experimenta una docencia compartida, auspiciada en la
colaboración y reflejada en la mejora de la práctica docente.
En la ejecución de los ciclos evolutivos, resulta imprescindible un plan de asesoría puesto que, de esta
acción emanan las demás, ésta es la primera fase que comprende el ciclo y se elabora con anticipación
para establecer propósitos, fechas, tiempos y actividades a desarrollar.
Figura 1 Plan de asesoría
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La imagen anterior muestra el formato del plan con el que se dio inicio a la asesoría, el cual se realizó
previo a la intervención con los docentes. En la primera columna se colocaron las fases que comprende
el ciclo evolutivo de asesoría, para seguir con los momentos de la secuencia didáctica. Las actividades
propuestas están descritas en la tercera columna y en la última, los recursos que se utilizaron en cada
fase. Tal como lo menciona Rosales (2008) el plan de asesoría propicia una relación de colaboración y
permite su interacción entre los diferentes momentos que lo conforman.
La segunda fase es el levantamiento de información, ésta permite recopilar datos importantes a través
de instrumentos en los que se prioriza la detección de necesidades en la práctica, considerando aspectos
como: el planteamiento de actividades, el material utilizado, las estrategias ejecutadas, la evaluación,
entre otros.
Figura 2 Guía de observación
Sobre la figura 2, se muestran las características de la guía de observación, en su primera página
contiene los datos de la escuela y del profesor, así como una columna que invita a dibujar o describir la
organización del espacio, del mismo modo se pide señalar los recursos materiales con los que se está
trabajando, la metodología empleada, los campos formativos y ejes articuladores en desarrollo. Este es
uno de los primeros encuentros con la práctica de los docentes, pues permite registrar de manera
específica lo que se avista en la observación pues se pretende
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Figura 3 Los criterios
En lo sucesivo de la guía de observación se encuentra un formato constituido por dominios criterios e
indicadores que debe poseer un docente frente a grupo y que fueron extraídos del Marco para la
excelencia en la enseñanza y la gestión escolar en Educación Básica (2022). Este instrumento está
indicado a evaluar con un “regular”, “bueno", “muy bueno" y “no se dio” los cuales se rellenan con
algún color de acuerdo a la información que se esté observando. Lo dicho se demuestra en la figura
anterior.
La fase tercera de los ciclos evolutivos de asesoría se refiere al análisis que el asesor emprende sobre
dichos datos recuperados, es sustancial que se tengan las guías de observación realizadas con
anterioridad, pues se pretende que en este momento se identifiquen aquellos puntos que puedan ser
tratados en la fase cuatro; donde se comparte el análisis que se hizo en lo individual para examinarlo en
lo colectivo, es aquí donde entre asesor y asesorado debe propiciarse un ambiente de respeto y
colaboración ante la exposición de las necesidades detectadas, toda información es importante para
atenderla entre pares de forma profesional.
A continuación, se muestra la fracción de un audio sobre un diálogo bidireccional donde se exponen los
puntos que se deben atender de forma inmediata, pues la docente presenta poca experiencia laboral y
debe darse a la tarea de aplicar actividades y estrategias que le permitan conocer mejor a sus alumnos
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en aspectos de su vida estudiantil y personal, esto con el fin de llevar a cabo un diagnóstico de grupo y
así atenderlos basado en sus características.
Conversación 18 de septiembre 2024
Minuto. 1:37- 3:38
ATPR: Tal vez no se ha visto en la necesidad de adaptar su enseñanza, por lo mismo, porque aún no
los conoce bien, se que sobre la marcha del ciclo escolar usted va a hacerse de sus estrategias para
conocerlos mejor. Conforme los vaya conociendo usted se va a dar cuenta de las actividades que les
gustan, cuáles no, o cuáles son las que de verdad necesitan.
Mtra.: O también las que se les facilitan, o cuáles les llaman más la atención, por ejemplo, en el trabajo
en equipo, se da uno cuenta quién coopera y quién no.
ATPR: Sí, hasta ellos mismos lo dicen. Ya usted poco a poco se irá dando cuenta de cómo trabajan
estos alumnos. Por lo pronto, podemos planear actividades que permitan en lo inmediato tener
información importante sobre ellos.
Mtra. Sí, así como el día que llegué, me hicieron un escrito de qué era lo que querían, lo que no sabían,
lo que les gusta.
ATPR: Que bueno maestra, esa actividad es un buen instrumento para la recopilación de información.
En este sentido, el modelo de colaboración es un buen aliado de la asesoría técnico pedagógica, pues
Segovia (2010) menciona que se trata de un trabajo en equipo, sin embargo, la colaboración se puede
emplear de manera técnica: donde hay un participante experto sin dejar de lado el modelo colaborativo,
o crítica: donde participa como un colega crítico, pero le da protagonismo al docente de grupo.
En la quinta fase llamada: Toma de decisiones, se da inicio a una conversación horizontal para tomar
acuerdos, en este momento, se lleva a cabo la planeación de las acciones concretas que atenderán a las
necesidades detectadas en los momentos anteriores. Se pueden emplear estrategias como: docencia
compartida, planeación colegiada, entre otras. En esta fase se ve reflejado el interés del docente por
atender las tareas y compromisos que resultaron del levantamiento de información y del diálogo
reflexivo suscitado en el análisis colegiado, del mismo modo, aquí se ven expuestas todas aquellas
habilidades y conocimientos que tienen tanto docente asesorado como docente asesor para convertirlos
en ideas compartidas y plasmarlos en actividades de atención.
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Figura 4 Encuentro de saberes e ideas
Para llevar a cabo de manera efectiva el modelo de colaboración se necesita la disposición de un docente
frente a grupo y un docente asesor en condiciones de igualdad con responsabilidades compartidas
(Cano, 2005). En la imagen se muestra cómo docente asesor y docente asesorado basan su trabajo del
día en la planeación de un proyecto escolar, también se reflejan los materiales utilizados como lo son:
equipo de cómputo y libros de texto. Esta sesión permitió la conclusión de dicha planeación donde se
dio la colaboración de forma que, cada uno, dentro de sus saberes e ideas, fue haciendo aportaciones
para atender las tareas y compromisos suscitados en fases anteriores.
Figura 5 Docencia compartida
La experiencia de ser parte del trabajo docente fungiendo como un acompañante es extraordinaria.
Como se muestra en la figura 5, la función asesora funge como un aliado en los procesos de enseñanza
aprendizaje. De forma colaborativa se trabaja con la docente desde que se pone en marcha la
interdependencia en torno a la atención de necesidades, así como el diseño, ejecución y revisión de
potenciales soluciones (Cano. 2005). Cuando el docente demanda esa atención, el deber del asesor no
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solo es contemplar sino colaborar en conjunto con el profesor para que las necesidades de formación
continua sean atendidas en medida de lo posible.
La última fase denominada: Seguimiento, contempla la idea de darle continuidad a las acciones, a las
actividades de enseñanza-aprendizaje o de organización que se desarrollaron llevando como referencia
las decisiones tomadas desde el inicio, así como el alcance logrado dentro de los propósitos y metas.
Esta fase también cree en la idea de evaluar y de ser necesario, retomar acciones que no cumplieron con
lo requerido, de manera que se reoriente su aplicación tomando otras alternativas de trabajo colaborativo
para atenderlas en la posteridad.
Figura 5 Impacto de las tareas y compromisos
Esta figura da cuenta de una autoevaluación aplicada a uno de los docentes, la cual muestra el resultado
de un trabajo en colaboración, donde en una “segunda vuelta” del ciclo evolutivo pudieron atenderse
los puntos o criterios que en este caso el docente marcó en color amarillo, los cuales, según su criterio,
medianamente tuvieron impacto en su aplicación.
La asesoría técnica pedagógica en docentes con necesidades de formación continua, abrió camino hacia
la transformación de las prácticas mediante la detección oportuna de necesidades de formación
continua, la reflexión y la atención de las mismas a través de la colaboración, el modelo de asesoría que
ocupa apertura de diálogo y de pensamiento para la recepción de nuevas ideas.
La colaboración en el desarrollo de la asesoría técnica pedagógica es otro desafío, pues implica que
tanto asesor como asesorado tengan claros sus objetivos y estos sean comunes, que jueguen un rol de
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colegas críticos, y sobre todo que tengan iniciativa de cambio, siendo este último uno de los factores
más importantes en el ejercicio de este modelo de asesoría.
Una de las acciones más complicadas para lograr la modificación de la práctica es la reestructuración
en la organización, en la rutina, las ideas, incluso en el pensamiento, esto implica mayormente un
esfuerzo que no todos los docentes frente a grupo están dispuestos de hacer.
Las estrategias y metodologías se emplearon de manera acertada y pertinente, cada decisión tomada fue
consultada y comentada entre pares. La docencia compartida fue una herramienta clave en el ejercicio
de la colaboración, lo cual permitió abrir paso a nuevos aprendizajes que se dieron no solo de asesor a
asesorado sino de una forma recíproca.
Los ciclos evolutivos de asesoría tuvieron a bien participar como una catapulta hacía la ejecución del
modelo de asesoría en cuestión, la forma de implementarse permitió reconocer un orden lógico y
coherente dentro de esta investigación acción sin perder rumbo en el camino. Cada una de las fases o
momentos que componen los ciclos evolutivos fueron pieza clave en el análisis de resultados, así como
en las acciones realizadas derivadas del diálogo reflexivo y de acuerdos consensuado.
El objetivo de la asesoría técnica pedagógica en conjunto con el modelo de colaboración es provocar el
cambio de paradigmas a través del trabajo colegiado, es acompañar a los docentes en un proceso de
mejora dentro de su práctica docente. Sin embargo, se torna compleja la idea de mejorar a largo plazo
si no hay convencimiento total del hacer, así como la seguridad de accionar en pro de la modificación.
Se debe ser consciente que la transformación de las prácticas educativas no solo es en el transcurso de
la colaboración o cualquier otra actividad asesora, sino que es una acción que debe trascender en lo
individual y que, aunque no sea lineal, si puede ser constante.
CONCLUSIONES
La asesoría técnica pedagógica refiere a un trabajo directo con docentes que presentan necesidades de
formación continua y aunque su objetivo principal es coadyuvar en la reflexión de la práctica educativa
para mejorarla, la función ha sufrido cambios significativos al luchar por años contra la ambigüedad de
su alcance. Esta investigación, recupera los objetivos de dicha actividad, destacando el trabajo realizado
con docentes frente a grupo mediante la colaboración, un modelo de asesoría basado en el diálogo, el
trabajo entre pares y la corresponsabilidad en un ambiente propicio para el aprendizaje mutuo.
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La colaboración favorece a la asesoría técnica pedagógica al fungir como un puente hacia la mejora de
las prácticas educativas.
La finalidad de este modelo es participar con el docente asesorado de manera activa, como un colega
crítico, lo cual permite una relación de confianza en la atención a las necesidades de formación continua
a través de la aplicación de algunas estrategias como los ciclos evolutivos, los cuales se aprecian de
forma permanente durante el desarrollo de este tema.
Los ciclos evolutivos de asesoría son un apoyo indispensable en la identificación de necesidades en la
práctica docente, así como en la planeación para darles atención y seguimiento de manera informada y
colaborativa. Emplear dichos ciclos marca un antes y un después en la investigación, ya que, al llevarlos
a cabo, se analiza y sistematiza la información, se reorientan las acciones a desarrollar y se genera un
ambiente de diálogo bidireccional. El uso de los ciclos evolutivos se ve relacionado con el modelo de
colaboración el cual permite la interacción recíproca entre asesor y asesorado, así como la integración
otras de las estrategias dentro de las fases o momentos.
La colaboración es un modelo que refuerza la forma en que la asesoría técnica pedagógica se lleva a
cabo, pues por sus características facilita el trabajo entre pares y contribuye en la solución a problemas
educativos. En definitiva, los docentes conciben al asesor técnico pedagógico como un colaborador, sin
embargo, no dejan de verle como una figura externa, alguien que no pertenece a su grupo de clase y
tampoco a su colectivo docente, por lo que la colaboración se vuelve meramente técnica.
Finalmente, el trabajo que se lleva a cabo en la asesoría técnica pedagógica se torna trascendental y
tiene un impacto positivo en las prácticas docentes de quienes tienen la apertura de recibir el
acompañamiento y han hecho reflexión sobre su propio hacer.
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