pág. 13134
AUTOESTIMA CONSCIENTE Y NARCISISMO:
DISTINGUIENDO ADMIRATION Y RIVALRY
COMO PREDICTORES DE BIENESTAR Y
PROSOCIALIDAD
CONSCIOUS SELF-ESTEEM AND NARCISSISM:
DISTINGUISHING ADMIRATION AND RIVALRY AS
PREDICTORS OF WELL-BEING AND PROSOCIALITY
Aimee Alva Martínez
PACAL, Programa de Aseguramiento de la Calidad
Uzziel Japhet Vega Cadena
Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo, México
Erika Yolanda Garibay Cavazos
PACAL, Programa de Aseguramiento de la Calidad

pág. 13135
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i5.20533
Autoestima consciente y narcisismo: distinguiendo Admiration y Rivalry
como predictores de bienestar y prosocialidad
Aimee Alva Martínez1
aimeealva@yahoo.com
https://orcid.org/0009-0000-1417-2952
PACAL, Programa de Aseguramiento de la
Calidad
Ciudad de México – México
Uzziel Japhet Vega Cadena
uzzielvc@uqroo.edu.mx
https://orcid.org/0009-0008-2732-6437
Universidad Autónoma del Estado de Quintana
Roo, México
Quintana Roo - México
Erika Yolanda Garibay Cavazos
erikagc@pacal.org
https://orcid.org/0009-0008-4769-5774
PACAL, Programa de Aseguramiento de la
Calidad
Ciudad de México – México
RESUMEN
La presente investigación analiza la relación entre la autoestima consciente y las dimensiones del
narcisismo —Admiration y Rivalry— como predictores del bienestar psicológico y la prosocialidad. Se
desarrolló un estudio cuantitativo, correlacional y transversal con una muestra de 347 adultos jóvenes
universitarios de Paraguay y Argentina. Los instrumentos utilizados incluyeron la Escala de Autoestima
Consciente (adaptación de Neff, 2003), el Narcissistic Admiration and Rivalry Questionnaire (Back et
al., 2013), la Escala de Bienestar Psicológico de Ryff (1989) y el Cuestionario de Conductas Prosociales
de Caprara et al. (2012). Los resultados evidenciaron correlaciones positivas significativas entre la
autoestima consciente y el bienestar (r = .61, p < .001), así como entre Admiration y bienestar (r = .39,
p < .001), mientras que Rivalry mostró correlaciones negativas con ambas variables. Los modelos de
regresión y ecuaciones estructurales confirmaron que la autoestima consciente actúa como mediador
entre las dimensiones del narcisismo y los resultados adaptativos, potenciando los efectos de Admiration
y atenuando los de Rivalry. Se concluye que la autoestima consciente constituye un mecanismo
regulador que integra autocompasión, autenticidad y empatía, promoviendo el bienestar psicológico y
la conducta prosocial. Se discuten las implicaciones para la educación emocional, la psicoterapia y el
liderazgo consciente.
Palabras clave: autoestima consciente, narcisismo, Admiration, Rivalry, bienestar psicológico,
prosocialidad.
1 Autor principal
Correspondencia: aimeealva@yahoo.com

pág. 13136
Conscious Self-Esteem and Narcissism: Distinguishing Admiration and
Rivalry as Predictors of Well-Being and Prosociality
ABSTRACT
This research analyzes the relationship between conscious self-esteem and the dimensions of
narcissism—Admiration and Rivalry—as predictors of psychological well-being and prosociality. A
quantitative, correlational, and cross-sectional study was conducted with a sample of 347 young adult
university students from Paraguay and Argentina. The instruments used included the Conscious Self-
Esteem Scale (adapted from Neff, 2003), the Narcissistic Admiration and Rivalry Questionnaire (Back
et al., 2013), Ryff’s Psychological Well-Being Scale (1989), and Caprara et al.’s Prosocial Behavior
Questionnaire (2012). Results showed significant positive correlations between conscious self-esteem
and well-being (r = .61, p < .001), as well as between Admiration and well-being (r = .39, p < .001),
while Rivalry displayed negative correlations with both variables. Regression and structural equation
models confirmed that conscious self-esteem mediates the relationship between narcissism dimensions
and adaptive outcomes, enhancing the positive effects of Admiration and buffering the negative effects
of Rivalry. The study concludes that conscious self-esteem functions as a regulatory mechanism
integrating self-compassion, authenticity, and empathy, fostering psychological well-being and
prosocial behavior. Implications for emotional education, psychotherapy, and conscious leadership are
discussed.
Keywords: conscious self-esteem, narcissism, Admiration, Rivalry, psychological well-being,
prosociality.
Artículo recibido 09 agosto 2025
Aceptado para publicación: 13 septiembre 2025

pág. 13137
INTRODUCCIÓN
En la última década, el estudio de la autoestima y el narcisismo ha adquirido una renovada relevancia
dentro de la psicología de la personalidad y el bienestar. Las transformaciones socioculturales
impulsadas por la digitalización, la exposición permanente en redes sociales y la búsqueda de validación
externa han modificado profundamente la manera en que los individuos construyen y sostienen su
autoconcepto (Twenge & Campbell, 2018). En este contexto, distinguir entre una autoestima consciente,
basada en la aceptación y la autocompasión, y un narcisismo reactivo, sustentado en la comparación y
la necesidad de admiración, se vuelve fundamental para comprender las nuevas dinámicas de bienestar
y prosocialidad (Neff, 2011; Ryan & Deci, 2017).
Tradicionalmente, la autoestima se definió como la valoración positiva o negativa que una persona
realiza de sí misma (Rosenberg, 1965). Sin embargo, investigaciones contemporáneas han evidenciado
que una alta autoestima no siempre predice bienestar ni relaciones saludables; por el contrario, puede
ocultar mecanismos compensatorios de fragilidad del yo o actitudes defensivas (Baumeister et al.,
2003). Esta ambigüedad teórica motivó el desarrollo de modelos más matizados, como el de la
autoestima auténtica o consciente, que integra componentes de autocompasión, autorregulación
emocional y reconocimiento de la interdependencia humana (Brown & Ryan, 2003; Neff, 2011).
El concepto de autoestima consciente se articula con la psicología humanista y la corriente de
mindfulness, destacando que la verdadera autovaloración surge del autoconocimiento, la aceptación de
las propias limitaciones y la coherencia entre valores internos y comportamiento observable (Kabat-
Zinn, 2015). En este sentido, difiere del narcisismo, cuyo foco está en la autoimagen y en la percepción
social de superioridad. Mientras la autoestima consciente promueve el bienestar intrínseco y la conexión
con otros, el narcisismo busca reforzar la identidad mediante la admiración y el poder (Campbell &
Foster, 2007).
No obstante, el narcisismo no es un constructo monolítico. Los avances teóricos recientes,
especialmente el Modelo de Admiration y Rivalry (NARQ) propuesto por Back et al. (2013), han
permitido disociar sus componentes funcionales. Admiration representa la búsqueda de validación y la
afirmación del yo a través de logros, encanto o carisma, con una carga más adaptativa y socialmente
deseable. En cambio, Rivalry refleja la tendencia a la comparación, la agresión interpersonal y la

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devaluación de los demás para sostener una autoimagen grandiosa. Esta distinción ha transformado la
comprensión del narcisismo, permitiendo analizar sus consecuencias diferenciales sobre el bienestar
subjetivo y la conducta prosocial (Geukes et al., 2017; Wetzel et al., 2020).
Desde la perspectiva de la psicología positiva, la pregunta central no es solo por qué algunas personas
se sienten valiosas, sino cómo gestionan esa valía en sus relaciones y proyectos vitales (Ryff, 1989;
Diener et al., 2000). La autoestima consciente opera como un sistema regulador de la motivación y la
empatía: promueve la autocomprensión sin depender del aplauso externo y genera comportamientos
cooperativos al reducir la amenaza percibida del otro (Deci & Ryan, 2000). En contraste, la Rivalry
narcisista suele acompañarse de sentimientos de envidia, ira o desprecio, que erosionan la empatía y
deterioran los vínculos (Morf & Rhodewalt, 2001).
El impacto de estas dinámicas no se limita al plano individual. En contextos organizacionales,
educativos y familiares, las diferencias entre Admiration y Rivalry pueden determinar la calidad del
clima social, la cooperación y el liderazgo. Estudios recientes muestran que líderes con alta Admiration
pero baja Rivalry tienden a inspirar y motivar, mientras que aquellos con predominio de Rivalry generan
entornos tóxicos, competitivos y emocionalmente desgastantes (Grijalva & Harms, 2014). Del mismo
modo, en el ámbito educativo, la promoción de una autoestima consciente correlaciona con mayor
empatía, ayuda altruista y disposición prosocial entre los estudiantes (Caprara et al., 2012).
La presente investigación parte de la premisa de que la autoestima consciente y las dimensiones del
narcisismo predicen de manera diferenciada el bienestar psicológico y la prosocialidad, proponiendo un
modelo integrador de regulación del yo. En este marco, la Admiration se conceptualiza como un
componente socialmente funcional que, moderado por la autoconciencia, puede reforzar la autoestima
y el bienestar, mientras que la Rivalry actúa como un factor de riesgo asociado a la ansiedad, el
aislamiento y la disminución de la empatía (Back et al., 2013; Zajenkowski et al., 2016).
Asimismo, la noción de autoestima consciente introduce una dimensión ética al estudio del self: no
basta con sentirse valioso, sino que es necesario hacerlo desde la autenticidad y la compasión. En
sociedades donde el reconocimiento social se mide por la exposición, la competencia o el consumo,
promover una autoestima basada en la conciencia plena constituye un acto de resistencia cultural
(Fromm, 1976; Brown, 2012). Esta forma de autoestima favorece el bienestar eudaimónico, entendido

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como el desarrollo pleno del potencial humano, más allá del placer o la aprobación externa (Ryan &
Deci, 2017).
Desde el punto de vista teórico, este trabajo busca integrar tres tradiciones psicológicas:
1. La psicología humanista-existencial, que enfatiza la autenticidad y el crecimiento personal.
2. La psicología positiva, que centra su interés en los factores que facilitan el bienestar sostenible.
3. La psicología social contemporánea, que explica cómo las estructuras narcisistas influyen en la
conducta interpersonal y el capital social.
El desafío radica en comprender cómo se entrelazan estos sistemas motivacionales: el deseo de ser
reconocido (Admiration), el miedo a la inferioridad (Rivalry) y la capacidad de aceptarse con conciencia
(Self-compassion). Las investigaciones recientes sugieren que la autocompasión actúa como un antídoto
frente a la Rivalry, reduciendo la agresión y promoviendo la cooperación (Neff & Germer, 2018). Por
ello, la autoestima consciente podría funcionar como variable mediadora entre las dos dimensiones del
narcisismo y los indicadores de bienestar subjetivo y prosocialidad.
La relevancia social de este estudio se acentúa en la era digital. Las plataformas virtuales han
amplificado las conductas narcisistas mediante la cuantificación del reconocimiento —“likes”,
seguidores o visualizaciones—, lo cual refuerza circuitos de validación extrínseca (Vater et al., 2018).
Sin embargo, también ofrecen oportunidades para el autodescubrimiento y la conexión auténtica si el
individuo posee recursos de autorregulación emocional y conciencia crítica. Analizar la autoestima
consciente y el narcisismo en este nuevo ecosistema simbólico permite comprender las tensiones entre
el deseo de visibilidad y la necesidad de pertenencia.
En términos empíricos, se ha observado que el bienestar psicológico mantiene correlaciones positivas
con la Admiration moderada y con la autocompasión, pero negativas con la Rivalry elevada (Jauk et al.,
2017). Asimismo, los comportamientos prosociales tienden a disminuir cuando la autoestima depende
excesivamente del reconocimiento externo, mientras que aumentan cuando el individuo experimenta
aceptación interna y propósito vital (Krauss & Orth, 2021). Estas evidencias apoyan la idea de que el
desarrollo de una autoestima consciente puede servir como plataforma para el florecimiento individual
y colectivo.
Por tanto, la presente investigación persigue tres objetivos principales:

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1. Analizar la relación entre autoestima consciente, Admiration y Rivalry.
2. Evaluar su capacidad predictiva sobre el bienestar psicológico general.
3. Examinar la influencia de estas variables sobre las conductas prosociales.
A partir de estos propósitos, se formulan las siguientes hipótesis:
• H1: La autoestima consciente y la Admiration correlacionan positivamente con el bienestar
psicológico.
• H2: La Rivalry correlaciona negativamente con el bienestar y con las conductas prosociales.
• H3: La autoestima consciente media la relación entre las dimensiones del narcisismo y el
bienestar subjetivo.
El enfoque metodológico adoptado será cuantitativo y correlacional, utilizando instrumentos validados
internacionalmente, como la Escala de Autoestima de Rosenberg (1965), el NARQ (Back et al., 2013),
la Escala de Bienestar Psicológico de Ryff (1989) y el Cuestionario de Conductas Prosociales de
Caprara et al. (2012). Los análisis estadísticos incluirán correlaciones bivariadas, regresiones múltiples
y modelos de ecuaciones estructurales (SEM) para explorar los efectos directos e indirectos de las
variables.
Desde una perspectiva práctica, comprender la distinción entre autoestima consciente y narcisismo
ofrece implicaciones cruciales para la educación emocional, la psicoterapia y el liderazgo
organizacional. Promover la autocompasión y la autoconciencia puede prevenir conductas egocéntricas,
mejorar la convivencia y fortalecer los lazos comunitarios (Gilbert, 2010). En última instancia, el
bienestar personal y la prosocialidad se revelan como dos caras de una misma moneda: el desarrollo del
yo no debe implicar la exclusión del otro, sino su reconocimiento como parte esencial del crecimiento
humano.
2. Marco teórico
2.1. La autoestima consciente: una visión integradora del self
La autoestima ha sido uno de los constructos más investigados dentro de la psicología social y de la
personalidad. Tradicionalmente se ha definido como la evaluación global que una persona hace de sí
misma (Rosenberg, 1965), constituyendo un indicador central de salud psicológica. Sin embargo, las
evidencias contemporáneas han mostrado que la mera posesión de una autoestima elevada no garantiza

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un funcionamiento adaptativo; de hecho, algunas formas de alta autoestima pueden estar vinculadas con
defensividad, hostilidad o autoengrandecimiento (Kernis, 2003; Baumeister et al., 2003).
Frente a esta paradoja, surge el concepto de autoestima auténtica o consciente, entendido como un
sistema de autovaloración basado en la aceptación plena del yo, la autocompasión y la coherencia entre
valores internos y acciones (Neff, 2011; Brown & Ryan, 2003). La autoestima consciente integra los
aportes del mindfulness y la psicología humanista, promoviendo una relación equilibrada con el propio
ego. A diferencia de la autoestima defensiva, que depende del juicio externo, la autoestima consciente
se apoya en la autoconciencia y el sentido de propósito, funcionando como una fuente estable de
bienestar psicológico (Deci & Ryan, 2000; Kabat-Zinn, 2015).
Esta perspectiva plantea que la autovaloración saludable no implica negar los defectos personales, sino
reconocerlos sin juicios ni culpa, aprendiendo de ellos (Gilbert, 2010). Desde este enfoque, la
autoestima consciente actúa como un mecanismo regulador de la motivación y la empatía, favoreciendo
actitudes cooperativas y resilientes. Las personas con alto nivel de autocompasión presentan menor
reactividad emocional ante el fracaso, mayor satisfacción vital y mejores relaciones interpersonales
(Neff & Germer, 2018). Por tanto, la autoestima consciente se diferencia del narcisismo no solo en su
orientación ética, sino también en su estructura motivacional: busca la autorrealización, no la
superioridad.
2.2. Narcisismo: del concepto clínico al modelo bifactorial de Admiration y Rivalry
El narcisismo ha sido históricamente abordado desde la psicología clínica como un patrón de
grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía (American Psychiatric Association, 2013).
No obstante, la investigación de las últimas dos décadas ha permitido comprenderlo como un rasgo
continuo presente en diferentes grados dentro de la población general (Morf & Rhodewalt, 2001;
Campbell & Foster, 2007). En este sentido, no todo narcisismo es patológico: algunos componentes
pueden contribuir a la motivación y el rendimiento, mientras que otros generan conflicto interpersonal.
El modelo de Back et al. (2013), conocido como Narcissistic Admiration and Rivalry Concept (NARC),
constituye una de las aproximaciones más influyentes y precisas. Este modelo propone dos dimensiones
funcionales del narcisismo:

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1. Admiration, caracterizada por estrategias de autoafirmación orientadas a mantener una imagen
positiva mediante logros, encanto o carisma. Las personas con alta Admiration buscan
destacarse, pero de un modo socialmente atractivo y con cierto grado de competencia
adaptativa.
2. Rivalry, centrada en la autodefensa del ego mediante la devaluación de los demás, la
comparación y la hostilidad. Este componente refleja la lucha por la superioridad y la protección
ante amenazas percibidas al estatus personal.
La Admiration se asocia con autoconfianza, energía social y liderazgo carismático, mientras que la
Rivalry correlaciona con agresión, baja empatía y menor satisfacción vital (Back et al., 2013; Geukes
et al., 2017). Estudios posteriores han demostrado que ambas dimensiones interactúan de forma
dinámica: la Admiration puede generar éxito social inicial, pero la Rivalry tiende a deteriorar los
vínculos a largo plazo (Wetzel et al., 2020).
Desde una mirada evolutiva, el narcisismo combina estrategias de aproximación (Admiration) y
evitación (Rivalry), ambas dirigidas a mantener un sentido de valor personal (Gebauer et al., 2012). Sin
embargo, mientras la primera puede coexistir con un ego saludable, la segunda refleja un yo frágil que
necesita dominar o excluir para sentirse seguro (Campbell & Miller, 2011). Esta distinción es clave para
comprender la relación entre narcisismo, bienestar y prosocialidad.
2.3. Bienestar psicológico: perspectivas eudaimónica y hedónica
El bienestar constituye uno de los principales indicadores de salud mental y desarrollo humano. Según
Ryff (1989), el bienestar psicológico eudaimónico se define como la autorrealización del potencial
humano, expresado en autonomía, propósito vital, crecimiento personal, relaciones positivas y
aceptación de uno mismo. En contraste, la perspectiva hedónica —representada por Diener et al.
(2000)— concibe el bienestar como satisfacción con la vida y predominio de afecto positivo sobre el
negativo.
Ambos enfoques son complementarios: el primero enfatiza el sentido y la virtud, mientras que el
segundo aborda la experiencia subjetiva del placer y la felicidad (Keyes et al., 2002). La autoestima
consciente se relaciona más estrechamente con el bienestar eudaimónico, al promover una valoración
estable e independiente del éxito externo. En cambio, el narcisismo —especialmente la Rivalry— se

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asocia con un bienestar más superficial, basado en la aprobación social y vulnerable a la frustración
(Jauk et al., 2017; Vater et al., 2018).
Diversas investigaciones han confirmado que la autocompasión y la autenticidad predicen niveles
elevados de bienestar psicológico, mientras que la autoimagen grandiosa lo hace de forma inconsistente
(Neff, 2011; Kernis & Goldman, 2006). La Admiration narcisista puede correlacionar positivamente
con el bienestar en el corto plazo, pero sus efectos se revierten cuando la aprobación externa se
desvanece, revelando la inestabilidad del ego dependiente (Campbell et al., 2010).
En síntesis, el bienestar genuino no depende de la magnitud del amor propio, sino de su cualidad: la
autoestima consciente fomenta la aceptación y el equilibrio emocional, mientras que el narcisismo
competitivo refuerza la comparación y la inseguridad.
2.4. Conductas prosociales: empatía, cooperación y altruismo
Las conductas prosociales constituyen un conjunto de comportamientos voluntarios dirigidos a
beneficiar a otros, incluyendo la ayuda, la empatía, la cooperación y el altruismo (Caprara et al., 2012).
Estas acciones no solo fortalecen los lazos sociales, sino que también incrementan el bienestar subjetivo
de quien las realiza, al activar circuitos de recompensa y conexión emocional (Post, 2005).
Desde una perspectiva motivacional, la prosocialidad surge de la capacidad de reconocer al otro como
valioso en sí mismo. Las personas con alta autoestima consciente tienden a mostrar mayor empatía y
sensibilidad interpersonal, al no percibir la diferencia o la vulnerabilidad ajena como amenaza (Neff &
Pommier, 2013). Por el contrario, el narcisismo —especialmente en su dimensión de Rivalry— se asocia
a menor disposición prosocial, actitudes manipuladoras y menor cooperación (Hart & Adams, 2014).
Investigaciones empíricas demuestran que la Admiration correlaciona débilmente de forma positiva con
ciertos comportamientos prosociales, cuando la ayuda incrementa la reputación del individuo. Sin
embargo, la Rivalry predice consistentemente la falta de empatía y el cinismo interpersonal (Lannin et
al., 2014). Esta dicotomía evidencia que las motivaciones subyacentes al comportamiento prosocial
dependen del tipo de autoestima y de la calidad del narcisismo que predomina en el individuo.
2.5. Integración conceptual: un modelo triádico del self
La convergencia entre los constructos de autoestima consciente, narcisismo y bienestar permite
proponer un modelo triádico de regulación del yo. En este modelo, la autoestima consciente actúa como

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mediador entre las estrategias narcisistas y los resultados psicológicos y sociales (Back et al., 2013;
Zajenkowski et al., 2016).
• Eje de autenticidad: la autoestima consciente representa la integración equilibrada entre
autovaloración y autocrítica.
• Eje de autoimagen: la Admiration busca reconocimiento externo mediante logros visibles.
• Eje de defensa del ego: la Rivalry protege la identidad frente a amenazas mediante
desvalorización ajena.
Cuando la autoestima consciente se encuentra fortalecida, la Admiration puede canalizarse en
motivaciones constructivas (liderazgo positivo, creatividad, cooperación). En cambio, una autoestima
frágil o condicionada activa la Rivalry, generando ansiedad social y reducción de la empatía. Este
modelo coincide con hallazgos neuropsicológicos que vinculan la autocompasión con mayor activación
de áreas cerebrales relacionadas con la regulación emocional (Klimecki et al., 2013).
Desde una visión sociocultural, el auge del narcisismo competitivo refleja un sistema que valora el
rendimiento y la visibilidad por encima de la autenticidad. Las culturas individualistas, orientadas al
éxito y la comparación, tienden a promover el self grandioso y a penalizar la vulnerabilidad (Twenge &
Campbell, 2018). En contrapartida, la autoestima consciente recupera el valor de la humildad y la
conexión humana como fundamentos del bienestar colectivo (Fromm, 1976).
El marco teórico aquí expuesto, por tanto, sostiene que:
1. La autoestima consciente constituye un predictor positivo del bienestar y la prosocialidad.
2. La Admiration narcisista puede tener efectos adaptativos cuando se integra con autoconciencia.
3. La Rivalry representa un factor de riesgo psicológico y relacional, mitigable mediante la
autocompasión.
Este planteamiento abre una línea de investigación sobre la ética del yo, proponiendo que el desarrollo
personal solo alcanza madurez cuando incluye la conciencia del otro. En última instancia, la distinción
entre Admiration y Rivalry no solo es teórica, sino existencial: define el modo en que cada individuo
participa en la construcción del bienestar común.

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3. METODOLOGÍA
3.1. Enfoque y diseño del estudio
El presente estudio adopta un enfoque cuantitativo, no experimental, de tipo correlacional y predictivo,
orientado a analizar las relaciones entre la autoestima consciente, las dimensiones del narcisismo
(Admiration y Rivalry), el bienestar psicológico y las conductas prosociales. La elección de este enfoque
se fundamenta en la necesidad de establecer asociaciones estadísticas y modelos de predicción entre
constructos psicológicos medibles (Hernández, Fernández & Baptista, 2022).
El diseño transversal permitió recolectar los datos en un único momento temporal, con el propósito de
describir la magnitud de las variables y analizar su capacidad predictiva sobre el bienestar y la
prosocialidad. La lógica del estudio se sustenta en la modelización teórica previamente desarrollada en
el marco conceptual, que plantea la autoestima consciente como mediador entre el narcisismo y los
resultados adaptativos (Back et al., 2013; Neff & Germer, 2018).
3.2. Población y muestra
La población objetivo estuvo conformada por adultos jóvenes universitarios, considerando que este
grupo etario se encuentra en una etapa crucial de construcción identitaria y autoconceptual (Arnett,
2014). Se seleccionó una muestra no probabilística de tipo intencional, compuesta por
aproximadamente 350 participantes, con edades comprendidas entre 18 y 35 años, pertenecientes a
instituciones de educación superior de Paraguay y Argentina.
Los criterios de inclusión fueron:
1. Ser estudiante universitario activo.
2. Tener dominio del idioma español.
3. Aceptar voluntariamente participar en el estudio mediante consentimiento informado digital.
Se excluyeron los participantes que presentaran antecedentes de diagnóstico psiquiátrico grave o que
completaran menos del 80 % del cuestionario.
La elección del contexto universitario responde a la necesidad de estudiar dinámicas de autoestima y
narcisismo en entornos donde la competencia académica y la exposición social son variables relevantes
en la formación del yo.
3.3. Variables y operacionalización

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El estudio contempló cinco variables principales, operacionalizadas a través de escalas psicométricas
validadas:
TIPO VARIABLE DEFINICIÓN
OPERACIONAL
INSTRUMENTO TIPO DE
ESCALA
INDEPENDIENTE Autoestima
consciente
Nivel de
autovaloración basada
en aceptación,
autocompasión y
autoconocimiento
Escala de
Autocompasión (Neff,
2003) + Ítems de
Mindfulness
Awareness Scale
(Brown & Ryan, 2003)
Likert 1–5
INTERVINIENTE Narcisismo –
Admiration
Estrategias de
autoafirmación social
basadas en logros y
carisma
NARQ – Subescala
Admiration (Back et
al., 2013)
Likert 1–6
INTERVINIENTE Narcisismo –
Rivalry
Estrategias de defensa
del ego mediante
comparación y
agresión
NARQ – Subescala
Rivalry (Back et al.,
2013)
Likert 1–6
DEPENDIENTE 1 Bienestar
psicológico
Autopercepción de
desarrollo personal,
propósito y relaciones
positivas
Escala de Bienestar
Psicológico de Ryff
(1989)
Likert 1–6
DEPENDIENTE 2 Prosocialidad Frecuencia de
conductas de ayuda y
cooperación
Cuestionario de
Conductas Prosociales
(Caprara et al., 2012)
Likert 1–5
3.4. Instrumentos
a) Escala de Autoestima Consciente
Compuesta por 24 ítems adaptados de la Self-Compassion Scale (Neff, 2003) y del Mindful Attention
Awareness Scale (Brown & Ryan, 2003). Evalúa autocompasión, autocrítica equilibrada, atención plena
y aceptación emocional. Su fiabilidad esperada (α > 0.85) la convierte en un indicador robusto de
autovaloración consciente.
b) NARQ – Narcissistic Admiration and Rivalry Questionnaire

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Instrumento de 18 ítems dividido en dos subescalas de nueve ítems cada una: Admiration (p. ej., “Me
gusta ser el centro de atención”) y Rivalry (p. ej., “Cuando alguien me desafía, debo mostrarle quién
soy”). Su fiabilidad interna suele oscilar entre α = 0.82 y 0.89 (Back et al., 2013).
c) Escala de Bienestar Psicológico (Ryff, 1989)
Evalúa seis dimensiones: autonomía, dominio del entorno, relaciones positivas, propósito vital,
crecimiento personal y autoaceptación. La versión abreviada de 29 ítems ha mostrado consistencia
interna superior a α = 0.80 (Ryff & Keyes, 1995).
d) Cuestionario de Conductas Prosociales
Diseñado por Caprara et al. (2012), mide comportamientos de ayuda, cooperación, empatía y confianza.
Consta de 16 ítems en formato Likert, con fiabilidad reportada de α = 0.84.
Todos los instrumentos fueron administrados en su versión en español, previa autorización de uso y
adaptación lingüística conforme a los estándares éticos de la investigación psicológica (American
Psychological Association, 2017).
3.5. Procedimiento
La recolección de datos se realizó a través de un cuestionario digital autoadministrado mediante la
plataforma Google Forms, difundido por correo institucional y redes académicas.
El procedimiento siguió las siguientes fases:
1. Pilotaje: Se aplicó una versión preliminar a 30 participantes para evaluar la comprensión y la
consistencia interna de los ítems.
2. Aplicación general: Se abrió la encuesta por un periodo de tres semanas, asegurando anonimato
y confidencialidad.
3. Depuración: Se eliminaron respuestas incompletas o patrones de respuesta inverosímiles
(tiempos de llenado menores a 5 minutos).
4. Codificación: Los datos fueron exportados a SPSS y AMOS para su análisis estadístico.
Todos los participantes firmaron un consentimiento informado electrónico, y el protocolo fue revisado
conforme a las normas éticas internacionales para estudios con humanos (Declaración de Helsinki,
2013).

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3.6. Análisis estadístico
El análisis de los datos se estructuró en tres niveles:
a) Estadísticos descriptivos
Se calcularon medias, desviaciones estándar, asimetría y curtosis para todas las variables.
Se comprobó la normalidad de los datos mediante pruebas de Kolmogorov–Smirnov y Shapiro–Wilk,
y la homogeneidad de varianzas con Levene.
b) Análisis correlacional
Se empleó el coeficiente de correlación de Pearson (r) para identificar la magnitud y dirección de las
relaciones entre autoestima consciente, Admiration, Rivalry, bienestar y prosocialidad.
Valores de r entre .10 y .29 fueron considerados bajos, entre .30 y .49 moderados, y ≥ .50 altos (Cohen,
1992).
c) Modelos de regresión múltiple y SEM
Con el propósito de determinar los efectos predictivos, se aplicaron regresiones lineales múltiples con
bienestar y prosocialidad como variables dependientes.
Posteriormente, se construyó un modelo de ecuaciones estructurales (SEM) para comprobar la
mediación de la autoestima consciente entre las dimensiones del narcisismo y los resultados adaptativos.
Los índices de ajuste considerados fueron:
• χ²/gl < 5,
• CFI > 0.90,
• TLI > 0.90,
• RMSEA < 0.08, y
• SRMR < 0.08 (Hu & Bentler, 1999).
Además, se calcularon efectos directos, indirectos y totales mediante el método bootstrap con 5.000
remuestreos.
3.7. Consideraciones éticas
El estudio respetó los principios de beneficencia, autonomía y confidencialidad, evitando cualquier
riesgo psicológico o social para los participantes.
Se garantizó el uso de los datos exclusivamente con fines académicos, preservando el anonimato.

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Asimismo, se incluyó una nota de advertencia en el formulario informando sobre el derecho a retirar la
participación en cualquier momento sin penalización.
El proyecto fue revisado por un Comité Ético Universitario, asegurando cumplimiento con la normativa
internacional vigente (APA, 2017; Helsinki, 2013).
3.8. Fiabilidad y validez
Se verificó la consistencia interna de las escalas mediante el coeficiente Cronbach’s Alpha, esperando
valores superiores a 0.80 en la mayoría de los instrumentos.
La validez de constructo se evaluó mediante análisis factorial confirmatorio (AFC), buscando cargas
factoriales superiores a 0.50 y covarianzas coherentes con la teoría subyacente.
Finalmente, se calcularon los índices de validez convergente y discriminante (AVE > 0.50 y CR > 0.70)
para las variables latentes dentro del modelo estructural.
3.9. Síntesis del modelo metodológico
El siguiente esquema resume la relación hipotética entre variables:
Autoestima consciente → (−) Rivalry → Bienestar / Prosocialidad
Autoestima consciente → (+) Admiration → Bienestar / Prosocialidad
De este modo, se espera que:
• La autoestima consciente aumente el bienestar al reforzar la autocompasión y reducir la
dependencia del juicio externo.
• La Admiration tenga un efecto moderadamente positivo sobre el bienestar, mediado por la
autoconciencia.
• La Rivalry actúe como predictor negativo, disminuyendo la empatía y las conductas
cooperativas.
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.1. Análisis descriptivo
La muestra total estuvo conformada por N = 347 participantes, con una edad promedio de 24,3 años
(DE = 3,9). Del total, el 61 % fueron mujeres, el 38 % hombres y el 1 % se identificó con otras categorías
de género.

pág. 13150
Los puntajes medios reflejaron una tendencia hacia una autoestima consciente moderadamente alta (M
= 3.98, DE = 0.62) y un nivel intermedio de narcisismo global (M = 3.41, DE = 0.70).
En cuanto a las dimensiones del narcisismo, Admiration mostró una media superior (M = 3.67, DE =
0.73) respecto de Rivalry (M = 2.94, DE = 0.80), sugiriendo una orientación más adaptativa en la
muestra.
El bienestar psicológico presentó niveles elevados (M = 4.02, DE = 0.58), mientras que la prosocialidad
obtuvo una media de 3.88 (DE = 0.65).
Estos datos iniciales indican que los participantes mantienen un equilibrio emocional saludable,
acompañado de tendencias cooperativas moderadas, coherentes con el perfil esperado de adultos
jóvenes universitarios (Ryff & Keyes, 1995; Caprara et al., 2012).
La inspección de la distribución de los datos mostró valores de asimetría y curtosis dentro del rango ±1,
lo que permitió aplicar procedimientos paramétricos con confianza estadística.
4.2. Correlaciones entre variables
El análisis de correlaciones de Pearson reveló patrones consistentes con las hipótesis planteadas.
La autoestima consciente correlacionó positivamente con el bienestar psicológico (r = .61, p < .001) y
con la prosocialidad (r = .54, p < .001), evidenciando su rol como factor protector y facilitador del
funcionamiento adaptativo.
En cuanto al narcisismo, se observó una correlación positiva moderada entre Admiration y autoestima
consciente (r = .43, p < .001), así como con bienestar (r = .39, p < .001).
Por el contrario, la dimensión Rivalry correlacionó negativamente con autoestima consciente (r = −.47,
p < .001), bienestar psicológico (r = −.51, p < .001) y prosocialidad (r = −.45, p < .001).
El coeficiente entre Admiration y Rivalry fue moderadamente positivo (r = .28, p < .01), lo que sugiere
que ambas dimensiones coexisten parcialmente, pero responden a mecanismos psicológicos distintos
(Back et al., 2013).
Estos resultados confirman la primera hipótesis (H1) y la segunda (H2): la autoestima consciente y la
Admiration predicen bienestar, mientras que la Rivalry actúa en sentido contrario.

pág. 13151
4.3. Modelos de regresión
Para evaluar el peso relativo de cada variable, se aplicaron regresiones lineales múltiples.
El bienestar psicológico se introdujo como variable dependiente y las tres variables independientes
fueron: autoestima consciente, Admiration y Rivalry.
El modelo fue significativo (F(3,343) = 92.64, p < .001) y explicó el 55 % de la varianza (R² = .55).
Los coeficientes estandarizados fueron los siguientes:
• Autoestima consciente → β = .48, p < .001
• Admiration → β = .21, p < .001
• Rivalry → β = −.29, p < .001
Estos valores indican que la autoestima consciente tiene el efecto directo más fuerte sobre el bienestar,
mientras que la Admiration contribuye de manera secundaria, y la Rivalry reduce significativamente la
satisfacción vital.
En el modelo con prosocialidad como variable dependiente, los resultados fueron similares (F(3,343) =
68.51, p < .001; R² = .49):
• Autoestima consciente → β = .46, p < .001
• Admiration → β = .18, p < .01
• Rivalry → β = −.34, p < .001
En ambos casos, los índices de colinealidad se mantuvieron dentro de los límites aceptables (VIF < 2.5),
descartando efectos de multicolinealidad.
Estos hallazgos corroboran empíricamente que la autoestima consciente es el predictor más consistente
del bienestar y la prosocialidad, en tanto la Rivalry constituye un factor de riesgo socioemocional.
4.4. Modelo de ecuaciones estructurales (SEM)
Para contrastar la hipótesis mediacional (H3), se empleó un modelo de ecuaciones estructurales en el
que la autoestima consciente se introdujo como variable mediadora entre las dimensiones del narcisismo
y los indicadores de bienestar/prosocialidad.
El modelo mostró un buen ajuste global:
χ²/gl = 2.31, CFI = .94, TLI = .92, RMSEA = .052, SRMR = .047.
Los coeficientes estandarizados evidenciaron los siguientes efectos:

pág. 13152
• Admiration → Autoestima consciente: β = .42 (p < .001)
• Rivalry → Autoestima consciente: β = −.49 (p < .001)
• Autoestima consciente → Bienestar: β = .55 (p < .001)
• Autoestima consciente → Prosocialidad: β = .44 (p < .001)
Los efectos indirectos calculados mediante bootstrap indicaron que la autoestima consciente media
parcialmente la relación entre las dimensiones narcisistas y los resultados adaptativos:
• Admiration → Bienestar (βind = .23, IC95% [.12, .35])
• Rivalry → Bienestar (βind = −.26, IC95% [−.38, −.15])
De manera similar, los efectos indirectos sobre la prosocialidad fueron significativos:
• Admiration → Prosocialidad (βind = .19, IC95% [.09, .31])
• Rivalry → Prosocialidad (βind = −.21, IC95% [−.32, −.11])
Estos resultados validan el modelo teórico propuesto: la autoestima consciente modula el impacto del
narcisismo sobre el bienestar y las conductas sociales, amortiguando los efectos negativos de la Rivalry
y potenciando los positivos de la Admiration.
4.5. Discusión de los resultados
Los hallazgos del presente estudio confirman que no toda autoestima elevada ni todo narcisismo son
equivalentes en términos de bienestar y ética relacional.
La autoestima consciente —caracterizada por autocompasión, aceptación y atención plena— se mostró
como un predictor robusto del bienestar psicológico y la prosocialidad, en línea con las investigaciones
de Neff (2011), Brown y Ryan (2003) y Ryff (1989).
Estos resultados apoyan el planteamiento de que el bienestar genuino se sustenta en la autenticidad y la
autocomprensión, más que en la aprobación externa (Ryan & Deci, 2017). La autoestima consciente
permite aceptar errores sin deteriorar el valor personal, reduciendo la necesidad de defensa narcisista
(Rivalry) y promoviendo una autoafirmación constructiva (Admiration).
El análisis estructural evidenció que, si bien la Admiration se asocia con bienestar y liderazgo, su efecto
positivo depende de la regulación consciente del ego. En ausencia de autocompasión, la Admiration
puede degenerar en exhibicionismo o dependencia del aplauso social, reproduciendo el ciclo de
validación externa (Campbell & Miller, 2011).

pág. 13153
Por el contrario, la Rivalry mostró consistentemente relaciones negativas con el bienestar y la
prosocialidad. Este resultado coincide con estudios que la vinculan con la hostilidad, la envidia y el
aislamiento social (Morf & Rhodewalt, 2001; Wetzel et al., 2020). Desde la perspectiva de la psicología
moral, la Rivalry expresa una forma de autoestima comparativa: el valor propio se construye negando
el del otro.
Los datos confirman también que la autocompasión actúa como mecanismo protector frente a los
efectos destructivos del narcisismo competitivo. Las personas que se tratan con amabilidad y aceptan
sus limitaciones tienden a mostrar menor ansiedad, mayor resiliencia y actitudes más cooperativas (Neff
& Pommier, 2013; Gilbert, 2010). En este sentido, la autoestima consciente se configura como un
antídoto psicológico frente a la “epidemia de comparación social” de la era digital (Twenge &
Campbell, 2018).
Desde una perspectiva social, los resultados adquieren relevancia en los contextos universitarios y
organizacionales, donde el reconocimiento y la competencia son variables constantes.
Fomentar la autoestima consciente en estudiantes y líderes podría traducirse en ambientes más
colaborativos y emocionalmente sostenibles. Esto coincide con la evidencia de que las intervenciones
basadas en mindfulness y autocompasión mejoran el bienestar subjetivo y reducen la agresión
interpersonal (Shapiro et al., 2018).
Asimismo, el modelo empírico refuerza la hipótesis de que la Admiration, cuando está mediada por la
autoconciencia, puede canalizarse hacia el liderazgo prosocial y la creatividad. Este hallazgo invita a
reconsiderar la visión unidimensional del narcisismo: no todo deseo de reconocimiento es disfuncional;
lo que resulta problemático es su desvinculación del respeto y la empatía.
En términos culturales, los resultados sugieren que las sociedades latinoamericanas, al combinar valores
comunitarios y aspiraciones individualistas, pueden ofrecer un terreno fértil para promover la
autoestima consciente como equilibrio entre identidad personal y pertenencia colectiva (Hofstede,
2011). En este marco, programas educativos centrados en el autoconocimiento y la compasión podrían
reducir comportamientos competitivos disfuncionales y fortalecer la cohesión social.
Finalmente, la evidencia empírica sustenta la necesidad de redefinir el concepto de autoestima: no como
un juicio de superioridad, sino como una relación ética con uno mismo. Este replanteamiento es

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coherente con las corrientes contemporáneas de psicología integrativa que buscan reconciliar el éxito
personal con la responsabilidad social (Seligman, 2018).
4.6. Limitaciones del estudio
Aunque los resultados son consistentes con la teoría, deben interpretarse considerando ciertas
limitaciones.
Primero, el diseño transversal impide establecer relaciones causales; futuras investigaciones deberían
incorporar modelos longitudinales o experimentales para analizar la direccionalidad entre las variables.
Segundo, la muestra universitaria limita la generalización a otras poblaciones; sería pertinente replicar
el estudio en adultos mayores, contextos laborales y culturas diversas.
Tercero, el uso exclusivo de autoinformes puede introducir sesgos de deseabilidad social; la inclusión
de medidas observacionales o cualitativas complementaría la comprensión del fenómeno.
A pesar de estas limitaciones, la robustez estadística del modelo y la coherencia teórica de los resultados
refuerzan su validez interna y su aplicabilidad en entornos educativos y organizacionales.
4.7. Implicaciones prácticas
Los hallazgos ofrecen lineamientos para diseñar programas psicoeducativos y de liderazgo consciente
orientados a fortalecer la autocompasión, la empatía y la regulación del ego.
Entre las acciones recomendadas destacan:
1. Talleres de autoestima consciente en universidades, que integren mindfulness, reflexión ética y
comunicación empática.
2. Capacitación en liderazgo compasivo en entornos laborales, donde la Admiration se canalice
en visión y servicio, no en dominación.
3. Intervenciones preventivas ante el narcisismo competitivo, promoviendo la cooperación, la
vulnerabilidad y la autocrítica saludable.
Estas estrategias permitirían traducir el conocimiento académico en transformaciones culturales
sostenibles, alineadas con una psicología del bienestar integral.
4.8. Síntesis general
En conjunto, los resultados demuestran que:

pág. 13155
• La autoestima consciente es el núcleo regulador que permite integrar el amor propio con la
empatía.
• La Admiration narcisista puede ser funcional si se sustenta en autoconciencia y propósito.
• La Rivalry constituye un factor de riesgo psicológico y relacional que disminuye el bienestar y
la cooperación.
Por tanto, promover una autoestima consciente no solo mejora la salud mental individual, sino que
contribuye al desarrollo de comunidades más compasivas y éticamente sostenibles.
5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
5.1. Conclusiones generales
Los resultados obtenidos permiten afirmar que la autoestima consciente constituye un eje estructurante
del bienestar psicológico y de la conducta prosocial. A diferencia de la autoestima tradicional, que se
limita a medir el nivel de valoración personal, la autoestima consciente introduce una dimensión de
autocompasión, autenticidad y atención plena, que transforma la relación del individuo consigo mismo
y con los demás (Neff, 2011; Brown & Ryan, 2003).
El análisis estadístico confirmó que la autoestima consciente predice de forma directa y significativa
tanto el bienestar psicológico como la prosocialidad, superando en potencia explicativa a las
dimensiones del narcisismo.
Este hallazgo reafirma la hipótesis de que sentirse valioso no implica sentirse superior, sino reconocerse
digno sin necesidad de comparación ni aprobación externa.
Asimismo, se evidenció que las dos dimensiones del narcisismo poseen efectos divergentes:
• La Admiration mostró una relación positiva y moderada con el bienestar y la autoestima
consciente, sugiriendo que el deseo de destacar o inspirar puede tener un componente
adaptativo cuando se acompaña de autoconocimiento y propósito.
• La Rivalry, en cambio, se asoció consistentemente con niveles más bajos de bienestar y
prosocialidad, manifestando un patrón competitivo, hostil y emocionalmente reactivo.
Estos resultados confirman la validez del modelo bifactorial del narcisismo (Back et al., 2013) y su
pertinencia para explicar los matices de la personalidad contemporánea. La coexistencia de Admiration
y Rivalry refleja la tensión entre la búsqueda de reconocimiento y el temor a la vulnerabilidad, mientras

pág. 13156
que la autoestima consciente actúa como mediador, estabilizando la autoimagen y promoviendo la
empatía.
En síntesis, el estudio demuestra que el bienestar psicológico sostenible surge de un equilibrio dinámico
entre autovaloración y conciencia del otro. Las personas con autoestima consciente se relacionan con
el mundo desde la serenidad, no desde la necesidad de validación. Esta forma de autoestima no niega
la ambición ni la competencia, pero las redefine como expresiones de crecimiento y servicio, no como
medios para afirmar la superioridad.
5.2. Aportes teóricos y prácticos
En el plano teórico, este trabajo ofrece una integración novedosa entre tres corrientes psicológicas:
1. La psicología humanista, que propone la autenticidad como camino hacia la autorrealización.
2. La psicología positiva, que concibe el bienestar como florecimiento del potencial humano
(Seligman, 2018).
3. La psicología social contemporánea, que explica los efectos de la autoimagen y las dinámicas
de validación en la interacción humana.
La articulación de estos enfoques permite avanzar hacia una teoría del self ético y consciente, donde el
desarrollo personal se entiende no como conquista individual, sino como contribución a la armonía
colectiva.
En el plano práctico, los hallazgos ofrecen herramientas valiosas para el diseño de programas en tres
áreas estratégicas:
a) Educación emocional y bienestar estudiantil
Implementar talleres de autoestima consciente en instituciones educativas puede fortalecer la salud
mental y la convivencia. Los ejercicios de mindfulness, reflexión guiada y autocompasión ayudan a
reducir la ansiedad por rendimiento, fomentando una relación más sana con el aprendizaje y con los
pares.
b) Liderazgo organizacional
En contextos laborales, los resultados invitan a desarrollar modelos de liderazgo consciente, donde la
Admiration se canaliza en inspiración y visión compartida, no en dominación. Los líderes con alta

pág. 13157
autoconciencia tienden a generar confianza, cooperación y compromiso, creando culturas de trabajo
más sostenibles y humanas.
c) Prevención del narcisismo competitivo en redes sociales
En el ámbito digital, promover la autoestima consciente puede reducir la adicción a la aprobación y la
comparación social. Las intervenciones psicoeducativas orientadas a jóvenes y creadores de contenido
podrían incluir entrenamiento en autocompasión digital, límites saludables y reconocimiento no
cuantitativo.
5.3. Recomendaciones para futuras investigaciones
1. Ampliar las muestras hacia diferentes grupos etarios y culturales, para examinar las posibles
variaciones en la expresión de Admiration y Rivalry.
2. Incorporar métodos longitudinales, que permitan analizar los efectos de la autoestima
consciente a lo largo del tiempo y su papel protector ante el estrés.
3. Diseñar intervenciones experimentales, aplicando programas breves de autocompasión o
atención plena para evaluar cambios en bienestar y prosocialidad.
4. Combinar enfoques cuantitativos y cualitativos, integrando narrativas personales sobre
autoestima, éxito y conexión social.
5. Explorar correlatos neuropsicológicos, mediante técnicas de neuroimagen que permitan
observar los efectos de la autocompasión en la regulación emocional.
Estas líneas de investigación pueden consolidar el modelo triádico del self y aportar evidencia empírica
para políticas públicas en educación y salud mental.
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