pág. 13759
APLICACIONES CLÍNICAS DE TOXINA
BOTULÍNICA EN ENFERMEDAD DE
PARKINSON
CLINICAL APPLICATIONS OF BOTULINUM TOXIN IN
PARKINSON'S DISEASE
Nidia Alanis Santana
Instituto Mexicano del Seguro Social
Teresa Tepox Jimenez
Instituto Mexicano del Seguro Social
María Patricia Marroquín Loredo
Investigador Independiente
pág. 13760
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i5.20544
Aplicaciones Clínicas de Toxina Botulínica en Enfermedad de Parkinson
Nidia Alanis Santana 1
nidia.as28@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0002-9753-5508
Instituto Mexicano del Seguro Social
Teresa Tepox Jimenez
tere.tepox.j@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-9750-5739
Instituto Mexicano del Seguro Social
María Patricia Marroquín Loredo
patricia.loredomm@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-8651-2083
Investigador Independiente
RESUMEN
La enfermedad de Parkinson es una entidad que se caracteriza por una depleción de las neuronas
dopaminérgicas de la sustancia negra, con un curso crónico, progresivo y de variable temporalidad, con
una gran gama de manifestaciones clínicas de las cuales se han estudiado diversas opciones de
tratamiento para su manejo, sin embargo, el uso de toxina botulínica aun es limitado por los costos que
implica asi como por tratarse de un tratamiento relativamente nuevo, sin embargo existen estudios
suficientes que apoyan su empleo y que generan un beneficio mayor en los pacientes en los que se utiliza
sobre todo en conjunto de otras alternativas terapéuticas. En esta revisión se abordalos usos más
comunes y estudiados de la toxina botulínica en el control de esta enfermedad y sus objetivos que
justifican su empleo. Se realizó búsqueda de artículos originales en Google Académico entre los años
2010-2025 y PubMed entre los años 2020-2025 mediante las palabras: Parkinson, toxina botulínica,
Rehabilitación, alternativas terapéuticas, disfunción motora, disfunción autonómica, sialorrea, distonía,
temblor. Asi como revisión bibliográfica en libros de Medicina de Rehabilitación sobre el uso
terapéutico de la toxina botulínica en pacientes con enfermedad de Parkinson con datos que promuevan
el empleo de esta.
Palabras clave: enfermedad de Parkinson, toxina botulinica, sialorrea, distonia, temblor
Autor principal
Correspondencia: nidia.as28@hotmail.com
pág. 13761
Clinical Applications of Botulinum Toxin in Parkinson's Disease
ABSTRACT
Parkinson’s disease is a condition characterized by the depletion of dopaminergic neurons in the
substantia nigra, with a chronic, progressive course and variable duration. It presents a wide range of
clinical manifestations, for which several treatment options have been studied. However, the use of
botulinum toxin remains limited due to its cost and because it is still considered a relatively new therapy.
Nevertheless, sufficient evidence supports its use, showing greater benefits in patients when combined
with other therapeutic alternatives. This review addresses the most common and well-studied uses of
botulinum toxin in the management of this disease, as well as the objectives that justify its use. A search
for original articles was conducted in Google Scholar (2010–2025) and PubMed (2020–2025) using the
following keywords: Parkinson, botulinum toxin, rehabilitation, therapeutic alternatives, motor
dysfunction, autonomic dysfunction, sialorrhea, dystonia, tremor. Additionally, a bibliographic review
was carried out using Rehabilitation Medicine textbooks regarding the therapeutic use of botulinum
toxin in patients with Parkinson’s disease, including data supporting its application.
Keywords: parkinsons disease, botulinum toxin, sialorrhea, dystonia, tremor
Artículo recibido 09 agosto 2025
Aceptado para publicación: 13 septiembre 2025
pág. 13762
INTRODUCCION
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo que se caracteriza por una
depleción de neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra(1). después de la enfermedad de Alzheimer
la EP es el segundo trastorno neurodegenerativo s común con una incidencia de 212 casos por
100,000 entre personas de 65 años o más. Tiene una tendencia a aparecer alrededor de los 55 años y
personas caucásicas. En México se estima una prevalencia de entre 300-500 mil personas(2).
Con el aumento de la esperanza de vida se ha documentado un incremento en la tasa de supervivencia
en los pacientes con esta entidad, debido al declive que se ha reportado en cuanto a la mortalidad por
riesgo cardiovascular y otras enfermedades crónicas, constituyendo un problema de salud pública
importante, ocasionando fallecimiento atribuible a complicaciones propias de la enfermedad y no a la
EP como tal. Existe una serie de componentes y características a las que se adjudica como consecuencia
la asociación o aparición a la EP tales como la edad, el sexo y estado socioeconómico por mencionarse
algunos de ellos(3). Su aparición se considera idiopática, aunque se ha visto asociación a la exposición
a ciertas sustancias como los plaguicidas, algunos metales pesados y herbicidas.
En la actualidad su diagnóstico es clínico y no existe un tratamiento curativo, el tratamiento
farmacológico y no farmacológico debe ser individualizado para lograr los mejores resultados,
implementando siempre un enfoque multidisciplinario. El ejercicio regular, una dieta saludable, buena
calidad de sueño son factores que se han asociado con una mortalidad reducida y sientan bases de
recomendaciones para pacientes con EP(4). Otros tratamientos tanto dentro del campo de la
Rehabilitación y Neurología es el uso de la toxina botulínica de la cual se ha documentado una serie de
usos que mejoran a mediano plazo la sintomatología de estos pacientes, todos estos manejos dirigidos
al control del cuadro clínico, mejorar la calidad de vida, permitir la mayor independencia posible y evitar
el aislamiento social de estos pacientes.
Al tratase de un padecimiento que cursa con síntomas tanto autonómicos como motores y con impacto
a nivel mental se han analizado criterios que faciliten su diagnóstico oportuno, sin embargo, es
importante la realización de un adecuado interrogatorio asi bien como auxiliares de laboratorio y de
imagen(5)(6).
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El tratamiento siempre ha presentado un reto en el ámbito de la medicina ya que originalmente buscamos
atajar el origen de este trastorno con múltiples fármacos que actúan sobre las vías dopaminérgicas(7),
sin embargo, con el tiempo se ha ido dilucidando el uso de alternativas terapéuticas que han ganado
relevancia con el transcurso del tiempo desde el uso de la Rehabilitación como un componente
trascendente en conjunto con otras opciones hasta llegar a estudiar fenómenos como la influencia de la
microbiota en estos pacientes(8), siendo una de ellas también la toxina botulínica. A pesar de que no
modifican el desenlace de esta enfermedad sí mejoran a gran escala los síntomas motores y no motores.
Cursando de forma beneficiosa posterior a su empleo, mejorando la gravedad de las manifestaciones,
esto a pesar de poseer cierta limitación debido a la progresión lenta y paulatina de este trastorno sin cura,
pero que facilita a la familia y al paciente que este pueda mantenerse en un mejor estado de salud por
un mayor tiempo previo a cursar con gravedad la EP, siendo una forma de manejo innovador y que busca
el bienestar y mejorar la sintomatología mientras esta sigue avanzando.
En esta revisión se abordarán los usos mas comunes y estudiados de la toxina botulínica en el control
de esta enfermedad, asi como los objetivos que justifican su empleo.
METODOLOGIA
En este artículo de revisión se realizó por medio de búsqueda de artículos originales en Google
Académico entre los años 2010-2025 y PubMed entre los años 2020-2025 mediante las palabras:
Parkinson, toxina botulínica, Rehabilitación, alternativas terapéuticas, disfunción motora, disfunción
autonómica. Asi como revisión bibliográfica en libros de Medicina de Rehabilitación sobre el uso
terapéutico de la toxina botulínica en pacientes con enfermedad de Parkinson con datos clínicos de
enfermedad que promuevan el empleo de esta.
RESULTADOS
diagnostico clinico y tratamiento
Como ya se mencionó el diagnóstico es fundamentalmente clínico y se basa en una adecuada historia
clínica que integre de forma adecuada los hallazgos que se obtuvieron mediante la exploración física
tanto neurológica como musculoesquelética y funcional en general, se valora además la calidad de vida
y funcionalidad actual del paciente para realizarse un abordaje completo y que el tratamiento asi como
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objetivos sean óptimos según la etapa que se encuentra cursando el paciente, además de complementase
con los análisis de laboratorio y auxiliares de imagen pertinentes.
Dentro de la búsqueda de signos que nos orienten a este diagnóstico encontramos criterios de la Sociedad
de Trastornos del Movimiento de 2015 los cuales nos abordan de forma inicial un parkinsonismo donde
las manifestaciones motoras constituyen la característica principal, yendo desde la bradicinesia, la
rigidez en “tubo de plomo” o temblor de reposo y de los cuales deberemos de partir para el diagnóstico
de EP, encontrando dentro de estos criterios los obligatorios, los de apoyo, los de exclusión y las
banderas rojas(5). Independiente del momento en el que tengamos certeza clínica de la enfermedad es
relevante buscar una solución con tratamiento de forma individualizada y oportuna a cada paciente.
Otras manifestaciones que podemos encontrar son aquellas con afectación neuropsiquiátrica como
depresión, ansiedad, psicosis, apatía, labilidad emocional, aplanamiento emocional (9), etcétera y que
deben no ser atribuibles a otras patologías no neurológicas, aunque este tipo de manifestaciones no se
benefician del uso de toxina, indirectamente se aprecia una ventaja con su uso al facilitar el implemento
de terapias como el dual task, por ello se resalta lo importante de usar todas estas técnicas en su conjunto
tanto como sea posible.
Toxina botulinica
La toxina botulínica (BoNT) es una neurotoxina que tiene su efecto al inhibir la liberación de acetilcolina
en la unión neuromuscular, produciendo parálisis flácida. Suele ser utilizada en patologías que se asocian
a hipertrofia muscular o bien para incrementar la flexibilidad muscular (10). En la EP puede emplearse
para tratar síntomas tanto motores como no motores, esto con el fin de facilitar procedimientos tanto de
tipo quirúrgico como algo tan sencillo como la manipulación del paciente para mejorar su calidad de
vida al ser más sencillo su higiene personal por familia o personas encargadas de sus cuidados asi como
aminorar el dolor atribuido al aumento del tono muscular, además con el tiempo se han identificado
otros usos múltiples como en la EP.
Sialorrea
En estos pacientes representa un reto su control predominantemente debido a alteraciones en la mecánica
de la deglución y que aparecen casi de forma inherente a la patología(11,12). El uso de BoNT para su
manejo es efectivo hasta en un 80% de los casos(13).
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Se ha demostrado que su administración guiada por ecografía es superior a la técnica basada en
referencias anatómicas, ya que permite disminuir el riesgo de efectos secundarios y mejora la eficacia.
Existen múltiples escalas que permiten evaluar los síntomas autonómicos y permiten estandarizar su
aplicación, asi como cuantificar el impacto que generan en la calidad de vida. La aplicación de BoNT
en las glándulas salivares intraparotídea y submandibular produce un alivio al disminuir la producción
de saliva mejorando además la seguridad del paciente y evitando también su aislamiento social. Los
efectos secundarios suelen ser mínimos y por ello se debe individualizar el tratamiento, recalcando que
estas aplicaciones se realicen por personal capacitado y acudir de forma regular a visitas médicas para
valorar el efecto(14).
Bloqueo de la marcha
Sabemos que se trata de un fenómeno que difícilmente suele ser referido y que forzosamente debe
buscarse de forma intencionada en la exploración física ya que en general el paciente y los familiares
no suelen identificarlo sobre todo en estados tempranos. Su prevalencia se describe desde un 5 a un
85.9% lo cual es muy difuso y nos habla de la pobre identificación que se tiene de ella. Algunos estudios
resaltan la principal característica del bloqueo de la marcha constituye una falta de contracción muscular
sincronizada, por lo que se ha descrito que aplicar BoNT actúa mejorando esa actividad muscular
asincrónica al relajar de forma selectiva los músculos hiperactivos y adicional a esto la aplicación de
BoNT-A puede potencialmente reorganizar patrones musculares por vías aferentes actuando como un
truco sensorial a largo plazo(15). Al ser utilizado de forma localizada disminuye la incidencia de efectos
sistémicos.
Distonia
Este fenómeno representa una de las quejas no más frecuentes, pero que más limitación causan en
esta población. Constituyen un porcentaje de alrededor del 30% de los casos y puede manifestarse de
múltiples formas. Existen estudios que han comprobado que el uso de BoNT es beneficioso para la
mayoría de los pacientes. Dentro de las formas de distonía que podemos encontrar están: la distonía de
miembros pélvicos, cervical, laríngea y oromandibular y el blefaroespasmo (16). Además de que este
tratamiento genera una relajación de la musculatura afectada, funciona en el tratamiento para mejorar la
distonía ocasionada por levodopa, que paradójicamente puede generarla cuando se utilizan dosis
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inadecuadas mayores de las requeridas por cada individuo. Son pocos casos reportados, pero es de
especial atención en caso de que llegase a presentar uno de ellos, sobre todo en los casos de EP de inicio
temprano (17), en los cuales debe prestarse principal atención y modificar dosificación en cuanto se
identifica la causa.
Alteraciones de la postura
Se estima que afecta alrededor del 20% de forma predominante en las etapas con afectación de moderada
a severa y sobre todo en aquellos pacientes en los que el tratamiento farmacológico ya no resulta
eficiente. Independiente al tipo de BoNT empleado, no todos los casos suelen ser beneficiados por este
tipo de terapias, sin embargo, como alternativa se puede implementar con el fin de mejorar
significativamente la capacidad e independencia del paciente (18). El enfoque debe siempre ir de la
mano de otro tipo de alternativas como se ha relatado en párrafos anteriormente, por lo que el tratamiento
debe siempre ser dinámico, con valoraciones medicas regulares y ajustar métodos según convenga por
el bien de los afectados con EP, sobre todo porque esta población generalmente está constituida por
aquellos quienes no han respondido de forma favorable a los tratamientos convencionales. La aplicación
de BoNT-A ha demostrado ser útil para tratar casos de camptocornia y mejorar la lateralización de
columna en síndrome de Pisa(19).
Trastornos urinarios
Son un grupo muy variado de síntomas de los cuales existe la siguiente clasificación: aquellos que
involucran el almacenamiento y aquellos del vaciamiento. Ambos suelen ser comunes, y a pesar de ellos,
es una de las situaciones menos estudiadas y tratadas mediante el uso de BoNT. Los principales
tratamientos que se conocen y son utilizados de forma regular son la levodopa, agonistas
dopaminérgicos como la pergolida y los inhibidores de la monoaminooxidasa, que deben ser vigilados
posterior a su indicación, ya que sus efectos pueden ser contraproducentes a mayores dosis requeridas
empeorando el cuadro de disfunción vesical. Existen otros manejos que son exclusivos de los trastornos
urinarios, sin embargo, los antes mencionados son de relevancia porque son los que secundariamente se
sugieren específicamente en los pacientes con EP (20,21).
Se han estudiado a diferentes dosis, esto dependiente del trastorno al que se enfrenta y del tipo de toxina
empleada ya que son variables sus indicaciones de preparación. Esta se inyecta directamente en el
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musculo detrusor o bien al esfínter uretral. Independiente del motivo por el cual se emplee, se ha visto
como una opción viable y efectiva ante aquellos pacientes con respuesta negativa a los medicamentos
antimuscarínicos entre otros. Sin embargo, debido a la dificultad del tipo de procedimiento, es un
proceso que muchos médicos no pueden llevar a cabo en un consultorio convencional, por lo que no
existe un consenso adecuado que explore el dato certero de los pacientes beneficiados con estas técnicas
(22).
Existen múltiples alteraciones tanto motoras como no motoras que pueden resultar sumamente
beneficiadas del uso de la toxina botulínica, sin embargo, muchas de ellas no han sido tan estudiadas y
mucho menos dentro de la población de pacientes con diagnóstico de EP.
CONCLUSIONES
Es importante que este tipo de consensos lleguen a toda la población, para que cada vez podamos
acercarnos más a utilizar de forma más segura y explotar todas aquellas alternativas terapéuticas de las
que disponemos con el fin de mejorar la sobrevida y con ello la calidad de vida para permitirle a estos
pacientes continuar siendo independientes y autosuficientes. La EP al ser de curso crónico, paulatino y
variable en progresión y manifestaciones nos obliga a buscar soluciones aunque no siempre practicas
pero con el fin de facilitar y dejar al alcance todas estas opciones de tratamiento a quienes las requieran
ya que desafortunadamente algunas de ellas no se encuentran del todo estudiadas por lo que vale la pena
continuar en la búsqueda de un manejo optimo, certero y en tiempo, prevenir las secuelas y disminuir el
aislamiento social de estos pacientes secundario a las manifestaciones clínicas progresivas y al deterioro
cognitivo que conllevan.
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