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protocolos específicos para la aplicación de estos y la evaluación de efectos a largo plazo en el desarrollo
óseo y cartilaginoso. En este contexto, la incorporación de nuevas tecnologías emergentes a la práctica
médica, como la ingeniería en tejidos y sistemas de liberación controlada de biomoléculas, abre las
puertas hacia tratamientos no solo más seguros y eficaces, sino a tratamientos más personalizados
adaptados a cada paciente con potencial para modificar de forma sustancial el pronóstico funcional y
estético de la población pediátrica.
Conclusiones sobre bioestimuladores y regeneración tisular
Los biomateriales reabsorbibles y los bioestimuladores tisulares representan una de las áreas con mayor
innovación en la cirugía pediátrica contemporánea, al ofrecer soluciones que combinan soporte
estructural, biocompatibilidad y estimulación biológica controlada. La evidencia analizada demuestra
que los polímeros biodegradables, nanocompuestos y matrices bioactivas alcanzan tasas de
consolidación ósea superiores al 90%, con mínima incidencia de complicaciones y sin interferir con el
crecimiento esquelético. En cirugía plástica craneofacial, las matrices colágenas y los sustitutos óseos
basados en hidroxiapatita han mostrado una integración progresiva, resultados estéticos favorables y
una reducción significativa del tiempo de cicatrización.
Asimismo, los bioestimuladores —entre ellos el BMP-2, PDGF y las matrices extracelulares
bioactivas— han evidenciado un impacto positivo en la osteogénesis, la angiogénesis y la remodelación
tisular, al inducir respuestas celulares específicas y acelerar la regeneración funcional. Su perfil de
seguridad en población pediátrica es alentador, con reportes mínimos de reacciones inflamatorias locales
y ausencia de efectos adversos graves.
Sin embargo, persisten desafíos metodológicos importantes: la heterogeneidad de los protocolos
clínicos, la variabilidad en las tasas de reabsorción de los materiales y la falta de ensayos multicéntricos
con seguimiento prolongado. En consecuencia, se requieren estudios controlados y estandarizados que
permitan definir guías terapéuticas claras y establecer la verdadera repercusión de estas terapias sobre
el crecimiento y desarrollo a largo plazo.
En perspectiva, la integración de biomateriales inteligentes, sistemas de liberación controlada y
tecnologías emergentes como la impresión 3D o la biofabricación celular, permitirá avanzar hacia una
medicina regenerativa personalizada, segura y predecible. Este paradigma no sólo redefine los alcances