pág. 14470
etapa que cambió abruptamente su destino, pues el futuro que habían soñado o pensado de niños
desapareció ante sus ojos cuando la violencia armada llegó a la puerta de sus casas.
El caso de reclutamiento, que pudo recuperarse a través de las narraciones recopiladas, evidencia que
los grupos armados ilegales actuaron de diferentes formas para ganar miembros en su organización, en
el caso de la participante 1, no actuaron de manera violenta, sino que al inicio llegaron con palabras, con
invitaciones que convencieron a una inocente niña que creyó que aquella vida iba a ser lo mejor para
ella:
ellos me empezaron a endulzar el oído, que me fuera con ellos, que allá iba a estar mejor, que iba a estar
bien, que no me iba a pasar nada malo, siempre diciendo cosas positivas, de que yo iba a dejar de sufrir,
que ya no me iba a pasar nada malo, pero cuando yo llegué allá, todo cambió, todo fue demasiado
diferente, me amenazaban, me ponían a cocinar, me ponían a hacer guardia, a manejar armamento, cosas
que yo nunca había hecho en mi vida.
El engaño es una de las formas en las que cientos de niños fueron allegados a grupos armados, un
fenómeno que en Colombia aún persiste: “¿Y el engaño? "Promesas de empleo y de envío de dinero a
su madre para que no trabaje más. A las niñas, entre los once y los diecisiete años, las enamoran. Y ellas
se van, supuestamente, con un chico", (Bachón citando a Zapata, 2025) Una vez logrado su objetivo, los
grupos armados muestran realmente su intención y obligan a la niña a realizar actividades que benefician
únicamente su actuar delictivo, causando así una vida desgraciada a la niña engañada, pues no hay vuelta
atrás, su vida será marcada para siempre con las vivencias de ese lugar y con esas personas.
En las otras cuatro narrativas se evidencia el desplazamiento forzoso, en el que todo el núcleo familiar
conformado hasta el momento tuvo que despojarse de sus pertenencias, tierras y hogar:
Nos tocó salirnos de la finca porque nos amenazaron por parte de las FARC. Eso duramos como cuatro
meses que nos amenazaban y nos amenazaban […] se llevaron a mi hermano, no sabemos qué le
hicieron, si lo mataron, si no, si eso, pero esta es la fecha y no sabemos de él, muy posiblemente si lo
hayan asesinado (Participante 1, comunicación personal, 23 de abril de 2025).
En estas narrativas si hay una clara demostración de violencia, en el que se empleó la intimidación con
el fin de ganar terrenos y desplazar a aquellos que no estaban dispuestos a ser parte de estos grupos
armados: “Mataron a mi tío en un establecimiento, eso donde tomaban, y después que vaya a recogerlo,