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presentan una mayor vulnerabilidad por su estilo de vida predominantemente sedentario, el estrés
ocupacional y la limitada participación en programas de promoción de la salud. Estudios previos han
demostrado que el 90 % de los casos de diabetes mellitus tipo 2 están relacionados con el exceso de
peso, y que la hipertensión arterial constituye el principal factor de riesgo para infarto agudo de
miocardio, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca (Piniés et al., 2015; Sexto Grupo de
Trabajo Conjunto de la Sociedad Europea de Cardiología, 2016). Estos hallazgos resaltan la importancia
de intervenciones integrales que aborden de manera simultánea los factores biológicos, conductuales y
psicosociales asociados a las ECV.
Desde el marco teórico de la salud pública, la enfermedad cardiovascular se entiende como el resultado
de la interacción entre determinantes biológicos, sociales y conductuales, en un contexto donde la salud
es producto de condiciones históricas, culturales y económicas (OPS, 2017). En este sentido, la
inequidad en el acceso a los servicios de salud y la falta de programas de autocuidado en el entorno
escolar contribuyen a profundizar las brechas en la salud cardiovascular del magisterio. La teoría del
determinante social de la salud sustenta la necesidad de comprender las ECV como fenómenos
multifactoriales que requieren respuestas colectivas e intersectoriales.
Las investigaciones sobre riesgo cardiovascular en América Latina reportan prevalencias de
hipertensión arterial entre el 9 % y el 29 %, hipercolesterolemia entre el 6 % y el 20 %, y obesidad entre
el 18 % y el 27 %, lo que refleja una carga significativa de enfermedad en la región (OPS, 2023; Toledo
et al., 2024). En Colombia, la prevalencia de obesidad supera el 26 % en adultos y el 7 % de la población
mayor de 30 años padece diabetes tipo 2, de los cuales más del 30 % desconoce su diagnóstico (Acosta
Ruiz et al., 2023; Federación Mundial de Obesidad, 2025). Sin embargo, la información sobre la salud
cardiovascular de los docentes colombianos sigue siendo escasa, lo que limita la posibilidad de diseñar
políticas y programas ajustados a sus necesidades específicas.
En el ámbito docente, los factores psicosociales laborales, como el estrés crónico, la sobrecarga
administrativa y la falta de reconocimiento profesional, se consideran determinantes relevantes del
riesgo cardiovascular (Zúñiga & Pizarro, 2018; Kivimäki et al., 2018). El estrés en el trabajo, definido
como la combinación de altas demandas y bajo control, puede duplicar el riesgo de eventos
cardiovasculares, de acuerdo con diversos metaanálisis internacionales. En este contexto, la