en educación básica: una revisión de la literatura
Mg. Maleyne Luna[1]
https://orcid.org/0000-0003-0988-1820
Universidad César Vallejo - Escuela de Posgrado
Mg. Liliana Peralta[2]
lilianaperaltaroncal@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-2185-522X
Universidad César Vallejo - Escuela de Posgrado
Mg. Milagros Gaona[3]
https://orcid.org/0000-0001-9679-0227
Universidad César Vallejo – Escuela de Posgrado
Dr. Oscar Dávila[4]
https://orcid.org/0000-0001-6915-8373
Universidad César
Vallejo - Escuela de Posgrado
RESUMEN
El estudio analizó el impacto de la retroalimentación reflexiva (RR)
en los logros de aprendizaje del estudiante. El tema se abordó con un paradigma interpretativo, desde el
enfoque cualitativo. Se utilizó el diseño documental y los resultados tienen un
alcance explicativo. Se examinaron 27
artículos científicos publicados entre 2016 y 2022, en revistas indexadas
alojadas en las bases de datos de Scopus, SciElo, Ebsco, Latindex, Dialnet y
Redalyc. La revisión permitió conocer que la retroalimentación tiene que ser un
proceso oportuno, adecuado al contexto y tipo de tarea o actividad de
aprendizaje. Involucra la comunicación fluida entre docente, estudiantes y
padres de familia. Además, favorece la reflexión constructiva del discente y la
autoreflexión del docente respecto a la calidad de su práctica pedagógica.
Atendiendo a esto se concluye que la RR
impacta positivamente en el aprendizaje, le permite identificar sus errores
y gestionarlos estratégicamente. El estudiante no solo es consciente de sus
aciertos y los celebra, también reconoce sus errores y los asume como
oportunidades. Con el acompañamiento del docente, es capaz de utilizar
estrategias para avanzar en el proceso de su aprendizaje.
Palabras
clave: retroalimentación, retroalimentación reflexiva,
reflexión, aprendizaje, logros de aprendizaje, evaluación.
Reflective feedback and learning achievements in basic
education:
a review of the
literature
ABSTRACT
The study analyzed the impact of reflective
feedback (RR) on student learning achievement. The topic was approached with an
interpretive paradigm, from the qualitative approach. The documentary design
was extracted and the results have an explanatory scope. Twenty-seven
scientific articles published between 2016 and 2022 were examined in indexed
journals hosted in the Scopus, SciElo, Ebsco, Latindex, Dialnet and Redalyc
databases. The review allowed us to know that feedback has to be an adequate
process, appropriate to the context and type of task or learning activity. It
involves fluid communication between teachers, students and parents. In
addition, it favors the constructive reflection of the student and the
teacher's self-reflection regarding the quality of their pedagogical practice.
Based on this, it is concluded that RR has a positive impact on learning,
allows you to identify your mistakes and manage them strategically. The student
is not only aware of his successes and celebrates them, he also recognizes his
mistakes and sees them as opportunities. With the support of the teacher, is
able to use strategies to advance in the learning process.
Keywords: feedback,
reflective feedback, reflection, learning, learning achievement, evaluation.
Artículo recibido: 03 marzo 2022
Aceptado para
publicación: 20 marzo 2022
Correspondencia: lmaleynelisseth@gmail.com
Conflictos de
Interés: Ninguna que declarar
I.
INTRODUCCIÓN
En algunos países del mundo aún se utiliza
metodologías tradicionales que no promueven el pensamiento reflexivo en el
estudiante. Esto inevitablemente, repercute en el nivel de logro de las
competencias establecidas en el currículo. El problema que se genera con esto
es abrumador, en especial en Latinoamérica y África, donde se observa los más
bajos índices educativos a escala mundial. La razón es un aprendizaje que no
contempla una retroalimentación adecuada y oportuna al estudiante. Al
contrario, se basa en teorías desfasadas. Otra es a realidad de países
desarrollados como Estados Unidos, que brinda a la población una educación más
sustancial en la que el estudiante construye ideas que se ajustan de manera
objetiva a la actividad de aprendizaje propuesta por el docente (Manrique
et al., 2020).
El desarrollo del pensamiento crítico en las aulas se
basa en la atención, comprensión e interpretación de la realidad en determinada
situación de aprendizaje propuesta al estudiante. La falta de atención, la
deficiente comprensión y la escasa interpretación son problemas latentes. Se
agravan cuando el docente no retroalimenta en forma oportuna y adecuada al
estudiante.
La opinión razonada del docente acerca del proceso de
aprendizaje de los estudiantes para
valorar sus aciertos y hacerle caer en la cuenta de sus errores, destacar las
fortalezas sobre las debilidades, es la denominada retroalimentación tan importante en el aprendizaje-enseñanza
La retroalimentación involucra emocionalmente al estudiante
en el proceso de su aprendizaje. Promueve el desarrollo del pensamiento
reflexivo y crítico mediante modelos mentales en el entorno virtual. En la
actualidad se vive una revolución educativa en la que la retroalimentación
reflexiva permita identificar fortalezas y oportunidades en el estudiante (García
et al., 2021). Pero
esto solo se logra cuando el docente es un profesional reflexivo, que evalúa la
pertinencia de las actividades de aprendizaje propuestas al estudiante y decide
qué estrategias son adecuadas para la calidad de los conocimientos que estos
deben alcanzar. Un aprendizaje empírico debe apoyarse en la retroalimentación
reflexiva, a su vez debe ser valorado o evaluado mediante una rúbrica que
aporte evidencia sobre el logro de las competencias (Ruffinelli,
2017).
Ahora bien, es importante conocer dos teorías tomadas en
cuenta en este estudio: (i) la teoría de la retroalimentación educativa, según
la cual la retroalimentación es un proceso programado y oportuno en que el
docente predispone al estudiante a la reflexión sobre su propio aprendizaje,
identificando errores u obstáculos que lo limitan
La retroalimentación debe reunir ciertas condiciones y
características que influyen en el aprendizaje del estudiante. Por ello es preciso
trabajar con material didáctico que permita interiorizar al estudiante los
conocimientos que el docente propone. Esto precisa de estrategias de evaluación
bien esquematizadas, con criterios bien definidos para la valoración del
aprendizaje
Los investigadores centran su interés pedagógico en el
estudio de la importancia de la retroalimentación reflexiva en el aprendizaje
desde diferentes perspectivas. Por ejemplo, Chura
et al., (2021) se
preocuparon por analizar las prácticas de la retroalimentación reflexiva en
tiempos de pandemia y llegaron a la conclusión de que fueron evidentes las
desigualdades respeto a su aplicación, debido a la facilidad/dificultad en el
dominio de las plataformas educativas por pare de los docentes. Veytia
y Rodríguez (2021)
analizaron la necesidad de una retroalimentación efectiva en estudiantes con
mediación de recursos tecnológicos durante la pandemia, desde la perspectiva de
los docentes. Destaca la necesidad de que los docentes sepan bien qué tipo de
retroalimentación deben utilizar y en qué momentos de la sesión de aprendizaje.
Igualmente, considera importante que los docentes acierten en las observaciones
y opiniones a los desempeños de los estudiantes, porque de ello dependen los
resultados de aprendizaje. Malar y Azman (2020) se interesaron por analizar la necesidad de
reformular la eficacia de la retroalimentación para lograr mejores aprendizajes
y afirmaron que esto se puede lograr con una retroalimentación oportuna,
motivacional, colaborativa y manejable. Wolfson
(2019) abordó el tema desde
la perspectiva de las progresiones de enseñanza y aprendizaje y concluye que la
RR es vital para el aprendizaje porque permite a este reflexionar acerca de sus
progresos y, como consecuencia de ello, potenciar sus habilidades y
competencias. Orteaga et al. (2018) analizaron la
RR asociada a la innovación y concluyeron que la libertad con la que se expresa el estudiante es
muestra de una verdadera retroalimentación reflexiva. En el proceso confluyen
lo cognitivo y afectivo, que dan lugar al aprendizaje. Hattie &
Timperley (2007) afirman que existen cuatro niveles progresivos de
retroalimentación que parten de una base inferior hacia una superior
relacionados a la tarea, el proceso, la autorregulación y el yo. En cambio,
Sánchez y Manrique (2018) identifican siete niveles de retroalimentación:
recuperación didáctica, de ilustración conceptual, de ilustración metodológica,
de elucidación descriptiva, de elucidación interpretativa, propositiva
indirecta y propositiva directa. Corresponde al docente determinar cuáles
utilizar, cuándo y para qué. De su elección dependerá la calidad de los
aprendizajes que logren los estudiantes.
Esta revisión se justifica porque la retroalimentación
reflexiva es clave en el proceso de aprendizaje-enseñanza, motiva en el
estudiante la reflexión sobre su aprendizaje. Le permite: identificar sus
fortalezas y aciertos, tomar conciencia de sus debilidades, asumir sus errores
y corregirlos. Su aplicación mejora la práctica pedagógica (PP), da
significatividad al aprendizaje. En términos evaluativos, es posible obtener
indicadores estadísticos favorables como resultado de su práctica permanente en
el aula. El docente es llamado a reflexionar sobre los resultados de su PP y
considerar la incorporación de la retroalimentación por su impacto favorable en
el aprendizaje. De manera, la implementación paulatina en las instituciones
educativas públicas y privadas tiene como beneficiarios principales a niños y
adolescentes que esperan recibir una educación de calidad.
La revisión tuvo como objetivo principal analizar el
impacto de la retroalimentación reflexiva en los logros de aprendizaje del
estudiante. Para verificarlos se establecieron tres objetivos específicos: (i)
explicar la actitud de los estudiantes frente a la retroalimentación reflexiva,
(ii) evaluar las estrategias utilizadas en la retroalimentación reflexiva y
(iii) identificar los tipos de retroalimentación reflexiva.
II.
MÉTODO
El estudio contempló el paradigma
interpretativo, pues la realidad en la que se desarrollan las categorías de
estudio son cambiantes Ello sugiere una interpretación continua por parte del
investigador. La interrelación y comunicación con el objeto de estudio son
actividades clave en este paradigma
Se adoptó el enfoque cualitativo, puesto que las
categorías se estudian en el contexto de la educación básica, sujeta a cambios
continuos propios del proceso de aprendizaje
El diseño es documental. Se realizó una revisión rigurosa
de distintas fuentes bibliográficas. Artículos científicos publicados en
revistas indexadas, en primer lugar, libros especializados, informes y
documentos institucionales en segundo lugar
Los resultados tienen un alcance explicativo. El reporte
de hallazgos va más allá de una simple descripción de las categorías. Se
analiza la vinculación e impacto de la retroalimentación reflexiva en los
logros de aprendizaje
La muestra estuvo conformada por 27 artículos científicos
de revistas indexadas en Scopus, SciElo, Ebsco, Latindex, Dialnet y Redalyc, en
el periodo comprendido entre los años 2016 y 2022. En la búsqueda se utilizaron
como palabras clave: retroalimentación, retroalimentación reflexiva, práctica
reflexiva en la retroalimentación, retroalimentación y logros de aprendizaje,
evaluación y retroalimentación.
El principal criterio de inclusión fue que se tratase de artículos
de revisión referidos a retroalimentación reflexiva en estudiantes de educación
básica regular, de los niveles: inicial, primaria o secundaria. Se excluyeron
los artículos referidos a retroalimentación reflexiva en estudiantes de educación
básica especial, educación básica alternativa y educación superior, técnica o
universitaria. Además, se excluyeron artículos con más de diez años de
antigüedad.
El análisis comprendió una revisión documental de los
artículos y libros especializados ubicados en bases de datos académicas,
especializadas y validada. Se utilizó el análisis y la síntesis, que ayudaron a
detectar las ideas clave expuestas por los autores y organizarlas luego en
forma sintética según los objetivos del estudio. El rastreo documental de la
metodología, posturas argumentativas, discusión de resultados y conclusiones permitió
identificar la información y aportes relevantes de los investigadores cuyas
obras se tomaron como referencia para la revisión.
III.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El impacto de la retroalimentación reflexiva
en el logro de aprendizaje
La retroalimentación
es una actividad sumamente necesaria y efectiva que debe darse en el momento
oportuno del proceso de aprendizaje. Motiva al estudiante, lo compromete con su
proceso formativo dentro y fuera del aula (San
Andrés et al., 2021). Su práctica involucra
la comunicación constante entre docente y estudiantes porque se da a nivel cognitivo, corporal, socioafectivo y
comunicativo, como parte de un trabajo colaborativo y un plan de acción que
contempla las fortalezas y debilidades de cada estudiante. Pero también
es importante que exista una comunicación fluida entre los tres pilares educativos: estudiante,
docente y padres de familia. Así el docente informará a estos últimos los
progresos y dificultades de sus hijos, les brindará pautas para que los apoyen
eficazmente en el hogar.
La
importancia de la retroalimentación en educación es innegable. Favorece la
reflexión constructiva del estudiante, quien descubre en forma reflexiva qué
respuestas encajan en los cuestionamientos surgidos en el aprendizaje cognitivo:
metacognición (Leiva et al., 2017). Cuando el estudiante es retroalimentado debidamente,
busca soluciones puntuales y claras a los problemas que surgen en las
actividades de aprendizaje. Estructura sus conocimientos actuales y así
aumentan las posibilidades de aprehender los conocimientos que se le presente
en el futuro
La
retroalimentación reflexiva es un elemento fundamental en el aprendizaje. Su
aplicación comprende cuatro dimensiones: (i) gestión del error en el aula: se estimula la reconstrucción del
conocimiento en el estudiante, en caso se haya detectado un error en el proceso
de aprendizaje, este error es constructivo: repotencia los saberes previos y
los adquiridos recientemente, ii) fortalecimiento
del aprendizaje: además de incrementarse el conocimiento, se estimula la
capacidad de aprender a aprender, el discente toma las riendas de su proceso de
aprendizaje, aplica sus saberes a otros aspectos de su vida personal o
académica, iii) motivación hacia el
aprendizaje: el estudiante es consciente del esfuerzo que realiza para
aprender significativamente, logra independencia, toma sus propias decisiones durante
el proceso formativo, se siente motivado, esta motivación puede ser intrínseca
(interna), extrínseca (externa) o autogenerada, iv) desarrollo de la metacognición: se estimula el pensamiento superior
(reflexión, análisis, síntesis), se genera mayor aprehensión de los
conocimientos que se construyen durante el aprendizaje (Gonzales
et al., 2018). Por todo esto, la retrolaimentación debe ser oportuna, motivacional, colaborativa,
manejable
La
retroalimentación debe ser un proceso oportuno, adecuado al contexto y al tipo
de tarea o actividad de aprendizaje propuesta. Compromete la comunicación
fluida entre docente y estudiantes, igualmente entre estos y los padres de
familia. La retroalimentación favorece la reflexión constructiva del discente.
Repercute en cuatro dimensiones: gestión del error en el aula, fortalecimiento
hacia el aprendizaje, motivación del aprendizaje y desarrollo de la
metacognición. Además, debe considerar tres pilares fundamentales: estudiante,
docente y padres de familia, especialmente cuando se trata de niños en edad
preescolar y escolar.
La actitud de los estudiantes frente a la
retroalimentación reflexiva
En el
contexto de la pandemia del Covid-19, que provocó un giro brusco de la
educación hacia la virtualización, la retroalimentación se convirtió en una
necesidad ineludible. Este panorama activó una luz de alerta para el docente,
que debe estar atento a la actitud del estudiante y tomar en cuenta el
desenvolvimiento de este en el proceso de retroalimentación reflexiva
Durante
la pandemia del Covid-19, la respuesta de los estudiantes dependió mucho de sus
habilidades en el manejo de las herramientas tecnológicas, el acompañamiento
del docente y el apoyo de los padres de familia en el hogar. La virtualización
conmina al docente a desarrollar sus competencias virtuales y tecnológicas
adquiridas y favorecer con estas el logro de aprendizajes significativos en los
estudiantes. Así, como consecuencia de la retroalimentación reflexiva, estos
desarrollarán su pensamiento superior analítico, reflexivo, crítico (García
et al., 2021). Empero,
el docente debe respetar el estilo de aprendizaje de cada discente. La
retroalimentación correctamente administrada desafía el pensamiento de orden
superior: reflexión, análisis, síntesis, habilidades que constituyen un reto para
la práctica pedagógica
Esta
actitud colaborativa es otro resultado positivo generado por la
retroalimentación reflexiva en el proceso de aprendizaje. El estudiante se
adentra en un diálogo reflexivo permanente con el docente, su guía y
acompañante, a quien comunica sus dudas y sugerencias durante el descubrimiento
de nuevos saberes o conocimientos que resultan de la práctica formativa.
También es importante la actitud sistemática, que supone un análisis reflexivo
y crítico del contexto o situación de aprendizaje asociado al conocimiento o
saber. El pensamiento sistemático del estudiante canaliza el desarrollo de
habilidades específicas (según áreas de conocimiento), necesarias para el logro
de las competencias
Una buena
retroalimentación reflexiva puede verse reflejada en la actitud que asume el
estudiante frente al conocimiento propio de un área curricular. Por ejemplo, cuando
los estudiantes se apropian del aprendizaje desarrollan cierta independencia, tienden
a la búsqueda de nuevos conocimientos que satisfacen expectativas emergentes, es
decir: otras no previstas por el docente y que se convierten en nuevas
necesidades de aprendizaje. Además, como secuela de la oportuna y adecuada
retroalimentación, los discentes reflejan mayor aprehensión y reflexión en
torno a lo que aprenden. Esto se evidencia en el diálogo efectivo que mantiene en
cierto momento con el docente (Al-Bashir et al.,
2016).
La teoría del aprendizaje propuesta por Piaget, posee
tres momentos bien diferenciados: asimilación, acomodación y equilibrio. La
retroalimentación reflexiva tiende a lograr que el estudiante los supere
satisfactoriamente, y haga suyos los conocimientos, en situaciones de
aprendizaje realistas que ponen a prueba sus habilidades cognitivas y sociales.
Gómez y Arellano (2019) señalan que un proceso de aprendizaje
efectivo incide positivamente en el desarrollo de habilidades y competencias en
el estudiante.
Claro está que, al aplicar la retroalimentación
reflexiva, el docente considerará: el estilo de aprendizaje de cada estudiante;
su capacidad para pensar sistemáticamente, ser consciente del proceso de
aprendizaje y adquirir independencia. Empero, es necesario que se generen
espacios para un diálogo reflexivo entre docentes y estudiantes. Así mejora la
comunicación, aumenta la motivación. El estudiante desarrolla habilidades que
le permiten apropiarse del conocimiento.
Las estrategias utilizadas en la
retroalimentación reflexiva
Existen
estrategias que encaminan hacia una retroalimentación reflexiva efectiva. Estas
se encuentran alineadas a la Didáctica
Magna de Comenio: (i) retroalimentación
reflexiva mediante la escalera de retroalimentación: preguntas para aclarar
dudas, valorar aspectos positivos de la tarea, expresar inquietudes y realizar
sugerencias, (ii) análisis de evidencias de aprendizaje en función a ciertos
criterios de evaluación, (iii) formulación
de criterios de evaluación según estándares, capacidades y desempeño, (iv) estándares de aprendizaje para comprender el
nivel del estándar esperado en el estudiante con respecto a los propósitos
de aprendizaje
Además, se
debe subrayar que la retroalimentación será objetiva, comprensible, pertinente
y de carácter constructivo. En ella el docente fomenta espacios de
participación para el estudiante, analiza los resultados obtenidos por este,
determina sus debilidades y fortalezas. Cobra importancia la promoción de la
autoevaluación cognitiva y el uso de estrategia para motivar constantemente al
estudiante y alentarlo a mejorar su desempeño en las actividades de aprendizaje
propuestas
Existen
algunos criterios muy importantes en el proceso de retroalimentación, como los
propuestos por Bootle y Beyle: (i) la cobertura de criterios de aprendizaje, (ii)
la síntesis de temas que se contemplan actualmente, (iii) la metodología
aplicada para el logro de aprendizajes y (iv) la significancia del proceso de
reflexión, reforzado por el diálogo entre docente y estudiante. En este último
hay dos aristas importantes: elogio a las fortalezas del estudiante y revisión
de errores en el proceso de aprendizaje. Todo ello conduce a la mejora
sostenible y permanente de la formación educativa constructiva y reflexiva
Támez y Lozano (2019) sugieren que el estudiante se autocuestione con
interrogantes como: ¿hacia dónde voy?, ¿cuál es el objetivo o la meta que persigo
con este aprendizaje?, ¿cómo lo estoy haciendo hasta el momento?, ¿qué sigue
después de haber adquirido el conocimiento?, ¿cómo se conecta esta actividad
con la siguiente? Con la reflexión a partir de estas interrogantes, el
estudiante construirá un conocimiento sólido y descubrirá saberes nuevos que
consoliden al previo. En esto radica la importancia de la autorreflexión
permanente. García (2015) afirma que la retroalimentación
debe dar un paso más allá y llegar a la autorregulación. Es este punto es
preciso analizar diversas formas de evaluación como la autoevaluación y la coevaluación,
con las que se fomenta la participación individual y colaborativa del estudiante
y se desarrolla su capacidad de análisis de los resultados.
Una buena
estrategia de retroalimentación se apoya en ciertos principios fundamentales.
Una buena retroalimentación: i) fortalece
los desempeños en el estudiante según criterios y estándares, ii) promueve la
reflexión efectiva del estudiante, iii) potencia el aprendizaje de alta
calidad, iv) predispone una buena relación entre docente y estudiante, v)
promueve la motivación y el fortalecimiento de la autoestima en el estudiante,
vi) facilita el logro del aprendizaje esperado y vii) brinda herramientas e
información útiles en sesiones de aprendizaje futuras
La teoría
del aprendizaje considera que este es un proceso complejo y progresivo. Está
determinado por los saberes previos del estudiante y precisa de estrategias
efectivas para alcanzar una óptima retroalimentación. Espinoza
(2021) detalla que la
generación de espacios participativos es una estrategia decisiva en el proceso
de aprendizaje. En la teoría contemporánea del aprendizaje se considera de
vital importancia: elogiar las fortalezas del estudiante en el aprendizaje y
revisar los errores cometidos durante el proceso. Sin embargo, Ruffinelli
(2017) refuta esta postura.
Considera que el aspecto más importante es el fortalecimiento del conocimiento
empírico, asumido como forma ideal para la retroalimentación reflexiva.
Estratégicamente,
la RR tiene que ser pertinente y objetiva. Se centrará en la experiencia de
aprendizaje real del estudiante, de forma que este pueda comprender y dar
significación a lo que incorpora a su estructura mental. Propiciará la
autoevaluación cognitiva. Considerará la metodología empleada, los aprendizajes
y significancia de estos. Apuntará a la autorregulación del aprendizaje. Se
apoya necesariamente en principios orientados a fortalecer las habilidades y
competencias del estudiante.
Los tipos de retroalimentación reflexiva
Hattie y Timperley (2007) consideran cuatro tipos de RR: (i) a nivel de tarea: el docente destaca
fortalezas y debilidades para retroalimentar el proceso de
aprendizaje-enseñanza, (ii) a nivel de
proceso: el estudiante aplica procesos cognitivos y estrategias para el
logro de aprendizajes, esta es una manera objetiva de desarrollar habilidades y
competencias, iii) a nivel de
autorregulación: el estudiante alcanza autonomía e independencia, es
responsable de su propio aprendizaje (combina los niveles previos) y (iv) a nivel del yo: el estudiante elabora
juicios y razonamientos críticos, así descubre nuevos aprendizajes.
Sánchez y
Manrique (2018) mencionan la existencia de siete tipos de retroalimentación
reflexiva: (i) retroalimentación de
recuperación didáctica: toma en cuenta criterios relevantes de una sesión
de aprendizaje, como punto de partida para la retroalimentación, (ii) retroalimentación de ilustración conceptual:
focalizada en aspectos de difícil comprensión para el estudiante, iii) retroalimentación de ilustración
metodológica: asocia la sesión de aprendizaje con una experiencia previa,
toma en cuenta una hipótesis que debe ser demostrada, iv) retroalimentación de elucidación descriptiva: a partir de una experiencia previa, el
estudiante identifica aquello que causa lentitud o lleva a cometer errores durante
el aprendizaje, v) retroalimentación de
elucidación interpretativa: se construyen hipótesis a partir de teorías ya
establecidas, vi) retroalimentación
propositiva indirecta: el estudiante presenta soluciones ante problemas
propuestos por el docente, conlleva a un plan de acción y vii) retroalimentación propositiva directa: el
estudiante propone y ejecuta alternativas de solución a problemas planteados por
su docente.
El
docente será capaz de elegir el tipo de retroalimentación adecuado al proceso
sobre el que necesita que el estudiante reflexione, reconozca sus aciertos y
caiga en la cuenta de sus errores para superarlos, reiniciar el proceso y
alcanzar los aprendizajes previstos. Todo depende del propósito de aprendizaje,
de lo que el docente ha previsto que sus estudiantes deben lograr para
evidenciar el desarrollo de las competencias del currículo.
Las
limitaciones que evidencia esta revisión se refieren particularmente al
contexto de virtualización de los últimos dos años. Poco se ha trabajado la
retroalimentación en las aulas virtuales. Por consiguiente, es preciso adaptarse
a la nueva realidad y ejecutar los procesos pedagógicos mediante el uso de
estrategias similares o iguales a las empleadas en la educación presencial. En
el periodo de pandemia, los estudiantes modificaron su actitud con relación al
proceso de aprendizaje. Se vio limitado el diálogo reflexivo en torno a los
errores y aciertos durante el proceso de aprendizaje. Se configura para los
docentes el reto de motivar a los estudiantes para involucrarse con entusiasmo
en las actividades de aprendizaje, identificar y emplear estrategias que generen
espacios para el diálogo reflexivo sobre sus logros y fracasos.
Es
preciso que los profesionales de la educación investiguen más sobre los
problemas relacionados con la evaluación de los aprendizajes. En ese terreno
son necesarias investigaciones experimentales o cualitativas que pongan en práctica
la retroalimentación en cualquiera de sus formas. Así se obtendrá evidencia de
los tipos de retroalimentación pertinentes para cada etapa del proceso de
aprendizaje. Quizá la RR tiene más éxito con estudiantes de educación superior,
por el grado de madurez en que se encuentran. El reto está entonces en
ejercitarla con estudiantes de educación básica, en conseguir que niños y
adolescentes sean capaces de reflexionar sobre su aprendizaje y tomar
decisiones para superar las dificultades iniciales e incrementar sus aciertos.
IV.
CONCLUSIONES
La retroalimentación reflexiva genera un impacto
positivo en los logros de aprendizaje del estudiante. Permite identificar los errores y gestionarlos
estratégicamente en el aula. Así: fortalece el aprendizaje, aumenta la
motivación y desarrolla la metacognición. El estudiante no solo es consciente
de sus aciertos y los celebra, sino que también reconoce y asume sus errores,
los asume como oportunidades y, con el acompañamiento del docente, es capaz de
utilizar estrategias que le permitan avanzar sin tropiezos en el proceso de su
aprendizaje.
La actitud de los estudiantes frente a la
retroalimentación reflexiva es positiva. Se sienten motivados al apropiarse de
los conocimientos y aplicarlos en la solución de problemas. Cada aprendizaje se
convierte en un logro valioso que puede utilizarse durante la experiencia
educativa. Como resultado de una adecuada retroalimentación, el estudiante se
vuelve más comunicativo, asume una actitud altamente colaborativa. Por ello es
absolutamente necesario que se generen espacios en los que los estudiantes expresen
sus ideas y opiniones, dialoguen reflexivamente y ejerciten su capacidad para
comprender e interpretar lo que ocurre a su alrededor.
Para mejorar la atención, comprensión e
interpretación en los estudiantes, es preciso utilizar estrategias que
garanticen la eficacia de la retroalimentación reflexiva. En primer orden están
la detección de errores y el reconocimiento de aciertos, vinculadas
estrechamente a la aprehensión de los contenidos objeto de aprendizaje. Además,
la RR debe darse en situaciones de aprendizaje realistas y objetivas, se
alineará a las habilidades metodológicas del docente, tendrá en cuenta la
naturaleza de las actividades de aprendizaje y la significatividad de estos
para la formación del estudiante.
El docente debe ser suficientemente capaz para identificar
(entre la variedad de propuestas) los tipos de retroalimentación reflexiva que
resulten eficaces en cada fase del proceso de aprendizaje. De esto depende lo
que puedan lograr él y sus estudiantes en una actividad d aprendizaje
significativa. De más está decir que de por medio está la metodología del
docente, su cultura pedagógica y el compromiso con los retos que le plantea el
sistema educativo para formar integralmente personas. Cualquiera que fuera la
tipología adoptada, el ejercicio de la retroalimentación fortalecerá las
competencias de los estudiantes y será una muestra de la calidad profesional
del docente.
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[1]
Maleyne Lisseth Luna Acuña. Magister
en educación con mención en docencia y gestión educativa, Licenciada en
educación primaria en la Universidad Privada Antenor Orrego – Trujillo, docente
nombrada en la IE 83004 - Cajamarca.
[2]
Liliana Ethel Peralta Roncal. Magíster en psicopedagogía cognitiva por la Universidad Nacional Pedro
Ruiz Gallo, Docente titulada en Tecnología e Informática educativa por la
Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, Docente de Ciencias Naturales titulada
en el ISPP Víctor Andrés Belaunde de Jaén, Bachiller en Educación por la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos; coordinadora pedagógica en la
Institución Educativa N° 16081 Señor de Huamantanga de Jaén; docente de
Ciencias Naturales, Química y Biología en la I.E. Nuestra Señora de Lourdes en
Jaén.
[3]
Milagros del Pilar Gaona Portal. Magíster
en Administración de la Educación por la Universidad César Vallejo, Licenciada
en Inglés y Comunicación Social en la Universidad Nacional de Cajamarca,
docente por horas de en el CEBA San Marcos.
[4]
Oscar Melanio Dávila Rojas. Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad Nacional
de Educación Enrique Guzmán y Valle, Magíster en Docencia y Gestión Educativa
en la Universidad César Vallejo, Licenciado en Lengua y Literatura en la
Universidad Nacional Federico Villarreal, Abogado titulado por la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos; Docente-Investigador, especialista en metodología
de la investigación en la Escuela de Posgrado de la Universidad César
Vallejo.