EL APRENDIZAJE COLABORATIVO Y
SU IMPORTANCIA EN LOS DIVERSOS
ENTORNOS ESCOLARES
COLLABORATIVE LEARNING AND ITS IMPORTANCE
IN DIVERSE SCHOOL ENVIRONMENTS
Christian David Tigasi Cóndor
Ministerio de Educación del Ecuador
Julia Elizabeth Maza Parra
Ministerio de Educación del Ecuador
Silvia Inés Caiza Mena
Ministerio de Educación del Ecuador
Ruth Elizabeth Tapia Ortega
Ministerio de Educación del Ecuador
María Angélica Ponce Ponce
Ministerio de Educación del Ecuador
pág. 16533
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i5.21058
El Aprendizaje Colaborativo y su Importancia en los Diversos Entornos
Escolares
Christian David Tigasi Cóndor1
sjtigasi@gmail.com
https://orcid.org/0009-0001-3341-0060
Ministerio de Educación del Ecuador
Ecuador
Julia Elizabeth Maza Parra
juliamaza04@gmail.com
https://orcid.org/0009-0004-4819-9351
Ministerio de Educación del Ecuador
Ecuador
Silvia Inés Caiza Mena
silviainescm@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-4023-636X
Ministerio de Educación del Ecuador
Ecuador
Ruth Elizabeth Tapia Ortega
elizabeth.reto@gmail.com
https://orcid.org/0009-0000-2079-3464
Ministerio de Educación del Ecuador
Ecuador
María Angélica Ponce Ponce
marangy18@gmail.com
https://orcid.org/0009-0004-2687-4088
Ministerio de Educación del Ecuador
Ecuador
RESUMEN
El presente estudio analiza la importancia del aprendizaje colaborativo en los diversos entornos
escolares de Ecuador, tomando en consideración la percepción tanto de los docentes como de los
estudiantes, además de sus experiencias y retos, para lo cual se empleó un enfoque mixto combinando
el método cuantitativo al igual que el cualitativo, mediante la aplicación de cuestionarios estructurados
así como de entrevistas semiestructuradas a una representativa muestra de alumnos y profesores, con el
propósito de medir la apreciación no solo de los beneficios, sino incluso de las dificultades de la
implementación de esta metodología. Los resultados evidenciaron que ambas partes perciben de manera
positiva la aplicación de este método señalando que promueve la participación activa, cooperación,
motivación, no obstante, manifestaron también la necesidad de capacitación, como de planificación
para hacer frente a la equitativa distribución del trabajo, junto con la gestión de grupos heterogéneos.
Concluyendo que el aprendizaje colaborativo constituye una estrategia educativa esencial para
fortalecer la autonomía, la participación activa, la construcción compartida del conocimiento en el
contexto escolar, por lo que resulta importante reforzar la capacitación docente con la finalidad de
consolidar en el país una práctica educativa de calidad e inclusiva.
Palabras claves: aprendizaje colaborativo, docentes, estudiantes, estrategias pedagógicas, diversidad
escolar
1
Autor principal
Correspondencia: sjtigasi@gmail.com
pág. 16534
Collaborative Learning and its Importance in Diverse School
Environments
ABSTRACT
This study analyzes the importance of collaborative learning in diverse school environments in Ecuador,
taking into account the perceptions of both teachers and students, as well as their experiences and
challenges. A mixed approach was used, combining quantitative and qualitative methods through the
application of structured questionnaires and semi-structured interviews with a representative sample of
students and teachers. The purpose of this study was to measure their appreciation not only of the
benefits but also of the difficulties associated with implementing this methodology. The results showed
that both parties positively perceive the application of this method, noting that it promotes active
participation, cooperation, and motivation. However, they also expressed the need for training and
planning to address the equitable distribution of work, along with the management of heterogeneous
groups. Concluding that collaborative learning constitutes an essential educational strategy for
strengthening autonomy, active participation, and the shared construction of knowledge in the school
context, it is therefore important to strengthen teacher training in order to consolidate quality and
inclusive educational practices in the country.
Keywords: collaborative learning, teachers, students, pedagogical strategies, school diversity
Artículo recibido 20 octubre 2025
Aceptado para publicación: 15 noviembre 2025
pág. 16535
INTRODUCCN
Durante los últimos años, las continuas transformaciones en el ámbito tecnológico, social y cultural han
incrementado la diversidad en los entornos escolares, los estudiantes hoy en día, conviven en las aulas
con compañeros que muestran diferentes capacidades, ritmos de aprendizaje, así como contextos
socioculturales, razón por la que la educación actual enfrenta el desafío de adaptarse a contextos tanto
cambiantes como dinámicos, en los cuales la comunicación, la cooperación así como la conjunta
construcción de conocimientos se vuelven imprescindibles, para el desarrollo integral de los alumnos.
La educación ecuatoriana, basada en los principios de calidad, equidad e inclusión, enfrenta el reto de
garantizar procesos de enseñanza que atiendan la diversidad, promuevan la participación, además de
que contribuyan al desarrollo de competencias o habilidades para la vida, razón por la cual resulta
indispensable implementar metodologías activas, considerando la existencia de diversos entornos
educativos, desde centros escolares urbanos con facilidad de acceso a la tecnología, hasta planteles
rurales con limitados recursos, además de la progresiva importancia de los entornos virtuales de
aprendizaje, por lo que busca estrategias pedagógicas que fomenten la cooperación, la participación
activa, así como la significativa construcción de conocimientos. En este contexto, se presenta el
aprendizaje colaborativo como una eficaz estrategia que impulsa el trabajo en equipo, la empatía, la
comunicación, al igual que una construcción compartida de conocimientos, permitiendo a los
estudiantes trabajar conjuntamente en la resolución de problemas, desarrollar competencias tanto
cognitivas como sociales, y adquirir conocimientos de manera conjunta.
En contraste con el método tradicional que se enfoca en la transmisión unidireccional de información,
el aprendizaje colaborativo se centra en la interacción entre pares, en la que cada alumno se convierte
en el protagonista de su proceso educativo, permitiendo en los diversos entornos educativos, la creación
de comunidades de aprendizaje activas, en las que los estudiantes aportan, dialogan, y construyen
conocimientos de forma colectiva, fortaleciendo de este modo no solo las competencias académicas
sino también las habilidades sociales, así como las emocionales, convirtiendo el aula en un espacio tanto
de participación democrática como de desarrollo compartido.
La búsqueda de una formación que posibilite el desarrollo de las capacidades de los diferentes grupos
de alumnos, es una imperante necesidad en el ámbito educativo, las estrategias, así como las
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herramientas implementadas por los educadores deben enfocarse a la colaboración de todos los
estudiantes, al igual que al alcance de los objetivos tanto personales como educativos, que les faciliten
potenciar sus habilidades individuales, no solo para compartir, sino también para competir con las
demandas de la actual sociedad.
En las instituciones educativas de Ecuador, el enfoque del aprendizaje colaborativo fomenta valores
como el respeto, la solidaridad, así como la responsabilidad compartida, fortaleciendo de este modo
tanto los vínculos sociales como el sentido de comunidad en las aulas, permite además atender la
diversidad de estilos de aprendizaje existentes, potenciando la equidad e inclusión educativa, sin
embargo la exitosa implementación de esta metodología requiere una clara comprensión de los
beneficios que aporta, así como de los retos que puede implicar su gestión.
DESARROLLO
De acuerdo a lo señalado por Rodríguez Mora (2019) la educación del siglo actual debe afrontar los
nuevos desafíos, tales como la escuela en la era de la tecnología, la necesidad de integrar grupos de
aprendizaje, además de enseñar a las personas a construir y agruparse, siendo este ultimo, el aporte más
relevante para una educación permanente.
Hoy en día la educación, se enfrenta al reto de adaptarse a cambiantes y dinámicos contextos, en el
que aspectos como la colaboracion, la comunicación, así como la construcción compartida de
conocimientos se vuelven imprescindible. Ante la metodología tradicional enfocada en la transmisión
de contenidos, surge el aprendizaje colaborativo como una alternativa que ubica al estudiante como
centro del proceso educativo, fomentando la reflexión, responsabilidad compartida e interacción entre
compañeros.
Conforme a lo expuesto por Benoit Rios et al. (2024) en los diferentes entornos educativos, un elemento
principal es la creación de espacios orientados a la interacción que potencien el rendimiento académico
de los estudiantes, especialmente su desarrollo tanto social como emocional. En ese contexto, el
aprendizaje colaborativo se presenta como un recurso apropiado para el estudiantado desarrolle
habilidades sociales esenciales como la colaboración, resolución de conflictos, empatía y comunicación
efectiva.
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Indudablemente, el aprendizaje colaborativo ha emergido como un importante enfoque pedagógico para
el gestionamiento de la diversidad e inclusión en los entornos educativos. Mediante la colaboración y
la interacción con los compañeros, cada estudiante tiene la posibilidad de desarrollar las habilidades
cognitivas, emocionales, así como sociales fundamentales. Respecto a esto, el aprendizaje sobrepasa
los aspectos individuales, dado que se transforma en un compartido esfuerzo que no solo mejora la
integración social, sino que además aporta un sentido de pertenencia al centro educativo.
Cabe resaltar que el aprendizaje colaborativo se ajusta a los principios de la educación inclusiva,
enfocada a la erradicación de barreras, así como a la búsqueda de la calidad educativa. El Ministerio de
Educación de Ecuador (2024) concibe la educación inclusiva como la eliminación de obstáculos en el
proceso educativo, además de la aplicación de recursos educativos correspondientes, afianzando el
derecho a acceder a una educación no solo de calidad, sino también con calidez y para el mejoramiento
de las prácticas educativas. En este sentido, el enfoque de la metodología colaborativa aquiere una
mayor relevancia al ser un medio que permite tanto reconocer como valorar la diversidad, fomentando
que los alumnos se enriquezcan mutuamente mediante la construcción compartida de conocimientos e
interacción social.
El aprendizaje colaborativo aporta la estrategia de integrar a todo el estudiantado, donde todos no solo
participen sino trabajen en conjunto las actividades, basando su aprendizaje en el descubrimiento de los
conocimientos que posee cada uno, y mediante ello lograr adquirir nuevos saberes. Desde el punto de
vista teórico, esta metodología se fundamenta en diferentes corrientes del pensamiento tanto pedagógico
como psicológico.
Una de las teorías con mayor influencia en este campo es el constructivismo, especialmente la
perspectiva sociocultural del aprendizaje planteada por Vigotski (1979) quien afirmaba que el
aprendizaje es un fenómeno social, en el que la interacción social desempeña un rol clave en la
construcción de conocimientos, lo cual difiere de las tradicionales teorías cognitivas que situaban al
individuo como agente principal su propio aprendizaje. Este autor considera al entorno social como
promotor del desarrollo cognitivo, además señala que la zona de desarrollo próximo o ZDP representa
el espacio donde los alumnos pueden ejecutar tareas que son posibles completar con la ayuda de
compañeros con más experiencia.
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El aprendizaje colaborativo permite al estudiantado no solo adquirir sino también compartir
conocimientos, generando un espacio en el cual se construyen relaciones basadas en la colaboración,
así como en la consideración mutua. La interacción tanto social como verbal, impulsa el desarrollo
cognitivo de los alumnos, a la vez que fomenta el respecto por la diversidad de vivencias, experiencias,
y perspectivas que aporta cada uno de los integrantes del grupo. La oportunidad que ofrece esta
estrategia para la resolución de conflictos, al igual que para el desarrollo de las habilidades
comunicativas, representa un incentivo para afrontar sucesos de la vida de una manera asertiva y
efectiva.
Dentro de las metodologías educativas modernas, el aprendizaje colaborativo se ha establecido como
una estrategia crucial para fomentar procesos educativos enfocados en la participación activa de los
estudiantes. Según Vargas et al. (2020) el aprendizaje colaborativo es definido como una metodología
educativa en la cual el estudiantado trabaja en conjunto por un objetivo común, beneficiándose de la
variedad de perspectivas y habilidades en el grupo. Este enfoque parte del supuesto de que los
conocimientos se construyen mejor en un ámbito social, en el que la colaboración e interacción entre
alumnos promueva un aprendizaje tanto significativo como profundo, centrándose en la responsabilidad
compartida, así como en la interdependencia positiva.
Por su parte Jhonson & Johnson (2017) manifiestan que el aprendizaje colaborativo comprende que los
alumnos colaboran entre si para lograr objetivos comunes, no solo compartiendo responsabilidades sino
también desarrollando conocimientos y construyendo significados mediante el diálogo e interacción
social. En este contexto puede definirse a la metodología colaborativa como un enfoque pedagógico
que impulsa la enseñanza por medio de la socialización del estudiantado.
Resulta importante precisar que una importante distinción dentro de las metodologías participativas es
la diferencia entre los términos aprendizaje colaborativo y aprendizaje cooperativo, pese a que un gran
número de docentes señalen que ambos aprendizajes cuentan con significados similares, debido a lo
cual los exponen de forma común, otros como Chimarro Chimarro et al. (2023) realizan una
diferenciación epistemológica clara entre estas metodologías, manifestando que el cooperativo varía del
colaborativo en que, en el primero el uso de grupos sustenta una enseñanza que conserva las
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tradicionales líneas del saber, así como la autoridad en el aula. No obstante otros investigadores
enfatizan que el aprendizaje cooperativo es simplemente una subcategoría del colaborativo.
Por su parte Peñalva Velez & Leiva Olivencia (2019) manifiestan que a pesar de que el aprendizaje
colaborativo y el cooperativo son parecidos, conllevan diferentes planteamientos, una de las principales
diferencias se sitúa en el rol que desempeña el docente en el proceso educativo, al transformarse en
mediador, guía y facilitador de las actividades colaborativas. Cabe resaltar que estas diferencias
posibilita comprender que el aprendizaje colaborativo, al promover la autonomía, toma de decisiones
conjunta, además de la autorregulación, es adecuado para los diversos entornos escolares, en los cuales
se pretende no solo empoderar a los alumnos, sino también impulsar su participación activa en el
proceso de enseñanza-aprendizaje.
Esta metodologia se diferencia también de la tradicional, debido a que destaca la resolución compartida
de problemas, la responsabilidad colectiva así como el desarrollo de las habilidades cognitivas,
emocionales al igual que las sociales, su implementación en el aula no solamente mejora el rendimiento
académico sino que además fomenta la colaboración, empatía e inclusión entre los integrantes del
grupo, haciendo del proceso pedagógico una experiencia mucho más enriquecedora y significativa.
El método colaborativo permite además una mayor flexibilidad, lo cual facilita la construccion conjunta
del conocimiento, mediante el continuo intercambio de ideas así como del diálogo crítico, lo cual lo
convierte en un enfoque dinámico que se sustenta en el supuesto de que el aprendizaje no es solo un
proceso de recepción pasiva de la información, al contrario es un proceso tanto participativo como
activo. De acuerdo con De Gracia Ch. (2024) la metodología colaborativa es una estrategia pedagógica
que fomenta la corresponsabilidad, el diálogo, además de la interdependencia positiva, además de otros
aspectos esenciales para la educación, la colaboración permite también lograr un aprendizaje s
contextualizado y significativo, debido a que los estudiantes adoptan un rol activo en el proceso de
aprendizaje.
El método colaborativo, conforma una metodología de aprendizaje interactivo, la cual incita a los
alumnos a co-construir, demandando la conjugación de talentos, competencias y esfuerzos a tráves de
una secuencia de operaciones que les posibilite el logro de las metas consensuadamente establecidas.
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El aprendizaje colaborativo, más que una estrategia, es considerado como una forma personal de trabajo,
así como una filosofía de interacción, que conlleva la gestión de aspectos como el respeto a los aportes
individuales de los integrantes del grupo.
Demera Mayorga (2020) señala que el aprendizaje colaborativo tiene como objetivo principal el
desarrollo de las diversas habilidades de los estudiantes, así como el alcance de las metas educativas en
conjunto, razón por la cual, es relevante que los alumnos asuman una postura abierta a compartir con
los demás sus conocimientos, además de generar y exponer ideas que posibilite eliminar las barreras
individuales identificadas.
El aprendizaje colaborativo como métodología pedagógica enfocada tanto en el trabajo conjunto como
en la interacción, cuenta con diversas características que lo distinguen de otros métodos participativos,
las cuales no definen solamente su dinámica y estructura, sino que además describen su efecto en el
desarrollo integral de los estudiantes. Entre sus caractrísticas principales destacan las siguientes:
Interdependencia Positiva: Esta es una de las primeras características del aprendizaje colaborativo, la
cual según Catalán Cisneros et al. (2023) se fundamenta en la noción de que los alumnos deben
colaborar de manera activa para solucionar problematicas, cumplir con las tareas, o culminar proyectos,
además de que dicho proceso colaborativo es el que posibilita el éxito tanto grupal como individual.
La interdependencia positiva involucra que todos deben apoyarse y contribuir mutuamente con la
finalidad de conseguir un propósito compartido promoviendo una genuina colaboración más no una
competencia individual. Consiste en que los estudiantes se establezcan un compromiso de
responsabilidad tanto con él como con su equipo de trabajo, para el alcance del éxito grupal, dado que
están trabajando en conjunto para el logro de un objetivo común, por esta razón es importante que todos
los miembros del grupo comprendan que el esfuerzo individual no beneficia únicamente a mismo,
sino también al grupo.
Interacción promotora: Denominada tambien cara a cara, es uno de los elementos fundamentales del
aprendizaje colaborativo, dado que de acuerdo con Guerra Santana et al. (2019) involucra el contacto
tanto directo como regular entre los integrantes de un determinado grupo, en el cual la resolución de
problemas, el esclarecimiento de conceptos, y el intercambio de ideas se produce de forma activa, así
como constante.
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Es mediante esta interacción que los alumnos no comparten solo información, sino que además generan
un entorno en el que cada uno de los participantes cuenta con la posibilidad de aportar al aprendizaje
mutuo.
Esta segunda característica promueve el intercambio de funciones afectivas, procedimentales y
cognitivas, por lo que requiere la interacción social en el que se genere un diálogo de ideas, sentimientos
de confianza, así como constantes estímulos, dado que apunta al hecho de que los estudiantes han de
posibilitar el éxito de sus compañeros, a través tanto del esfuerzo como del trabajo que realice cada
integrante del grupo, para que todos alcancen el objetivo deseado. Específicamente, la interacción
promotora se basa en alentar, colaborar al igual que enaltecer a los compañeros por el esfuerzo que
hacen por aprender, con el objetivo de aportar al progreso del grupo, promoviendo de esta manera la
construcción conjunta de conocimientos, además de que desarrolla habilidades de comunicación,
colaboración y sociales.
Responsabilidad grupal e individual: Pese a que el trabajo suele realizarse de forma colectiva, cada
uno de los estudiantes debe asumir el compromiso de cumplir con responsabilidades específicas, dado
que la responsabilidad individual asegura la participación activa de todos los miembros del grupo,
mientras que la grupal promueve tanto el logro compartido como el sentido de pertenencia.
Conforme a lo expresado por Reyes Cortés & Reyes Cortés (2017) la responsabilidad tanto grupal como
individual es un principio fundamental del aprendizaje colaborativo, que garantiza que a pesar de que
el estudiantado trabaje en grupo, cada uno es responsable no solo de su propio aprendizaje, sino también
del éxito del equipo. Esta idea se fundamenta en la identificación de que en un entorno colaborativo, el
aprendizaje de cada uno de los individuos contribuye a alcanzar los objetivos comunes, a la vez el
esfuerzo colectivo influye en el rendimiento individual. Es una simetría entre colaboración y autonomía
personal, que demanda que los integrantes se comprometan activamente con su progreso propio, así
como con el éxito grupal.
El aprendizaje colaborativo se fundamenta en la idea del esfuerzo compartido, lo que sitúa la atención
no solamente en el progreso individual, sino también en el grupal, por esta razón esta característica se
relaciona con la necesidad de involucrar todos los estudiantes de manera individual en el trabajo grupal,
debido a que mientras más establecida se encuentre la interdependencia positiva en el equipo
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colaborativo, los alumnos percibirán con mayor intensidad la repercusión de su responsabilidad grupal
en el avance del equipo. De esta manera, se destaca la relevancia del compromiso personal, para
coadyuvar al mejoramiento del aprendizaje de los demás.
Desarrollo de habilidades interpersonales: Cabe señalar que el aprendizaje colaborativo, no se centra
solamente en la adquisición de conocimientos académicos, sino que promueve además el desarrollo de
habilidades tanto emocionales como sociales, tales como la empatía, resolución de conflictos, liderazgo
y comunicación efectiva, las cuales son fundamentales para el éxito educativo, así como también para
el ámbito personal y profesional.
De acuerdo con Sulca Arévalo et al. (2024) el desarrollo de las habilidades interpersonales es un
elemento esencial de las metodologías participativas, el cual trasciende la adquisición de conocimientos
académicos, se enfoca en reconocer que el aprendizaje efectivo no implica solamente la comprensión
de conceptos teóricos, sino también el desarrollo de habilidades tanto emocionales como sociales,
mismas que son primordiales para lograr el éxito dentro y fuera del aula. Destrezas como la resolución
de conflictos, comunicación efectiva, liderazgo, empatía, entre otras, desempeñan un rol crucial en la
capacidad del estudiantado para trabajar productivamente en equipo, así como para triunfar en su vida
personal y profesional.
El aprendizaje colaborativo ofrece al alumno una formación integral al potenciar capacidades que van
a generar oportunidades para nuevos aprendizajes, dado que mediante esta metodología los integrantes
del grupo, desarrollan habilidades de liderazgo, gestión y comunicación interpersonal, el dominio de
estas, posibilita a los estudiantes aprender a organizar el trabajo, comunicarse, tomar decisiónes
consensuadas, lograr acuerdos, evaluar las actividades realizadas, así como a valorar sus relaciones con
los compañeros de grupo.
Procesamiento grupal: Conforme a lo expresado por Azori Abellán (2018) esta es una característica
relacionada con la valoración o evaluación de actitudes, habilidades, relaciones y conductas de los
diferentes individuos que integran el equipo, aludiendo a tres diferentes evaluaciones involucradas en
esta metodología como es la evaluación individual la cual conlleva la recopilación de toda la
información relacionada tanto con la cantidad como con la calidad del cambio experimentado por un
estudiante, mientras que la grupal compila datos de la transformación grupal, es importante señalar que
pág. 16543
las evaluaciones pueden ser realizada tanto por el proceso como por los compañeros de estudio, además
de por mismo. En el caso de la coevaluación, esta ocurre cuando son los colegas quienes reunen
información respecto a la variación de un determinado alumno, en tanto que la autoevaluación sucede
cuando una persona analiza su propia evolución.
El procesamiento grupal es un elemento fundamental del aprendizaje colaborativo, debido a que
fortalece aspectos como el pensamiento crítico, la autorregualción, al igual que la mejora continua, dado
que se centra en la constante y consciente reflexión respecto al funcionamiento del grupo, tanto su
dinámica como su progreso hacia los objetivos colectivos. Este es un proceso que conlleva a que los
integrantes del equipo analicen la forma en que trabajan juntos, identificando no solo sus puntos fuertes,
sino también sus áreas a mejorar, además de ajustar su enfoque con la finalidad de optimizar su
colaboración y rendimiento.
En resumen, las características del aprendizaje colaborativo sustentan la comprensión de su efectividad
como estrategia educativa, al promover la responsabilidad compartida, la participación activa, además
de la construcción conjunta de conocimientos, esta metodología no solo contribuye al alcance de los
objetivos académicos, sino también al fortalecimiento de las habilidades emocionales, comunicativas y
sociales, por esta razón, tanto el reconocer como el implementar estas características en la práctica
educativa, posibilita generar entornos de aprendizaje más significativos, equitativos e inclusivos,
especialmente en contextos educativos en los que el respeto mutuo al igual que la cooperación resultan
fundamental para una educación transformadora.
Es importante señalar que el aprendizaje colaborativo no solo se limita a realizar actividades en grupo,
sino que implica además un proceso estructurado, el cual se ejecuta en distintas etapas correlacionadas,
conocidas como el ciclo del aprendizaje colaborativo, mismo que define la secuencia de las acciones, a
través de las cuales los alumnos se implican de forma activa en la construcción colectiva de
conocimientos, desde la planificación inicial hasta la evaluación final. Este es un proceso tanto continuo
como flexible, que puede adecuarse a los requerimientos no solo del grupo, sino también del entorno
educativo, cada una de las fases se retrolimenta de la precedente, creando un aprendizaje participativo,
reflexivo así como dinámico que fomenta la colaboración, la autonomía, al igual que el desarrollo
integral del estudiantado.
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De acuerdo con Rodríguez-Borges et al. (2020) el ciclo del aprendizaje colaborativo comprende un
proceso tanto continuo como dinámico que involucra diferentes etapas encaminadas a la construcción
colectiva de conocimientos, que inicia con la planificación, en la que se definen las normas del trabajo,
roles a desempeñar, además de los objetivos a alcanzar, seguida de la construcción conjunta e
interacción en la cual los alumnos comparten sus ideas, debaten y colaboran para lograr las metas
compartidas. En la aplicación, se pone en acción lo aprendido, mediante proyectos o actividades que
demanden la participación coordinada, así como activa de todos los miembros del grupo. En la reflexión
los estudiantes evaluan su desempeño, identifican no solo sus logros, sino también sus aspectos a
mejorar: por ultimo la evaluación y retroalimentación que posibilita valorar los resultados grupales e
individuales, fomentando el aprendizaje significativo, al igual que la mejora continua.
Cada una de las fases desempeña un rol fundamental en el desarrollo de habilidades emocionales,
cognitivas y sociales, posibilitando que el aprendizaje sea compartido, significativo, así como reflexivo;
comprender este ciclo resulta esencial no solo para los docentes sino también para los estudiantes,
debido a que garantiza un proceso de aprendizaje participativo, activo, además de autorregulado en el
cual la comunicación, responsabilidad compartida al igual que la colaboración son las bases esenciales
para lograr los objetivos educativos.
En relación con el aprendizaje colaborativo, el rol del docente, alcanza una dimensión transformadora
que traspasa la tarea habitual de trasnmisor de conocimientos. Conforme a lo manifestado por Curay
Carrera (2022) la metodología colaborativa es una estrategia activa que posbilita la adquisición de
conocimientos a través de la interacción en pequeños grupos de alumnos, mismos que han sido
orientados previamente por el docente para el alcance de un mismo objetivo, es este quien proporciona
la estructura para que el estudiante sea el protagonista del proceso educativo, es decir la tarea del
profesor se relega a guiar al estudiantado, má no a entregar de forma directa los saberes.
Pese a que el aprendizaje colaborativo ubica a los alumnos en el centro del proceso educativo, el rol
que desempeña el docente continúa siendo fundamental, dado que en vez de actuar como transmisor de
información, el educador en el ámbito colaborativo adopta el papel de facilitador orientando a los
estudiantes en el proceso de aprendizaje, produciendo un ambiente estructurado en el cual la
colaboración pueda desarrollarse.
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Según lo expresado por Leiva Reyes et al. (2020) el docente debe planificar actividades que promuevan
tanto la responsabilidad individual como la interdependencia positiva, asegurándose de que el
estudiantado comprenda no solo sus roles en el grupo sino también sus tareas, del mismo modo, debe
vigilar el progreso de cada grupo, interviniendo cuando sea requerido, para proporcionar
retroalimentación o para la resolución de conflictos, así como también para la evaluación del
aprendizaje colaborativo, dado que se necesita un equilibrado enfoque en el cual el rendimiento grupal
e individual sean justamente valorados, además es responsable de promover un entorno de respeto
mutuo y confianza entre los alumnos.
El docente se transforma en un facilitador, mediador y guía del proceso de construcción compartida de
conocimientos, fomentando en los estudiantes, la reflexión, colaboración, al igual que la participación
activa, su rol es fundamental para generar un ambiente de responsabilidad compartida, respeto y
confianza en el que cada alumno se perciba no solo valorado, sino también motivado a aportar al
objetivo común, adicionalmente el educador orienta la planificación de las tareas, vigila la dinámica de
los grupos, impulsa la autorregulación, la resolución de conflictos, así como la comunicación asertiva.
En el aprendizaje colaborativo el rol del docente no se enfoca solamente en la impartición de contenidos,
sino además en estructurar significativas experiencias que promuevan el desarrollo, emocional, social
y académico del estudiantado en un entorno participativo e inclusivo, asimismo, debe generar un
entorno colaborativo positivo en el que los alumnos puedan sentirse tanto seguros como confiados para
expresar sus ideas, realizar preguntas, así como cometer errores sin temer a la crítica de sus compañeros.
El aprendizaje colaborativo se realiza mediante la aplicación de distintas estrategias pedagógicas, las
cuales conforman un conjunto tanto de recursos como de metodos educativos diseñados para promover
la participación activa, construcción compartida de conocimientos e interacción entre el estudiantado,
a través de estas técnicas se procura que los estudiantes adopten un rol protagónico en su proceso
educativo, desarrollando habilidades sociales, emocionales y cognitivas que refuerzan no solo el trabajo
en equipo sino también la responsabilidad compartida, promoviendo además un ambiente de
aprendizaje inclusivo en el cual el diálogo al igual que la cooperación se transforman en herramientas
primordiales para lograr objetivos comunes.
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Cabe resaltar que cada estrategia responde a propósitos educativos distintos, no obstante todas
comparten la finalidad de fortalecer el aprendizaje significativo, así como la interacción social en
diferentes entornos escolares, razón por la cual la selección adecuada por el docente es crucial para
asegurar experiencias educativas, equitativas, significativas, orientadas a la formación integral de los
alumnos.
Según lo señalado por Menacho López (2021) las estrategias del aprendizaje colaborativo son
consideradas métodos educativos que posibilitan la conjunta construcción de conocimientos e
interacción entre los alumnos, entre las que se incluyen la técnica del rompecabezas o jigsaw, el
aprendizaje basado tanto en proyectos como en problemas, estudios de casos, debates colaborativos y
tutorías en pares, cada una de estas técnicas promueve habilidades emocionales, sociales, al igual que
las cognitivas, fomentando no solo el pensamiento crítico, sino también la responsabilidad compartida;
el rol del docente resulta fundamental para guiar, seleccionar además de evaluar las estrategias,
garantizando un entorno participativo e inclusivo.
Las estrategias en conjunto fomentan un aprendizaje contextualizado, y participativo en el cual el
docente asume el rol tanto de mediador como de guía del proceso formativo, su implementación en los
diversos entornos escolares, como en Ecuador, contribuyen a un aprendizaje mucho más equitativo,
significativo e inclusivo, así como también al fortalecimiento del pensamiento crítico, la convivencia,
además del desarrollo integral de los alumnos.
A lo largo de los años, el aprendizaje colaborativo ha sido valorado y estudiado ampliamente debido a
la capacidad que tiene para reformar los procesos educativos no solo para los estudiantes sino incluso
para los docentes. Esta es una metodología que fomenta el trabajo en equipo e interacción social como
aspectos fundamentales para la construcción compartida de conocimientos, mediante la colaboración el
estudiantado además de adquirir contenido académico, también desarrollan habilidades tanto
emocionales como sociales que son esenciales para la formación integral, debido a esto resulta
importante resaltar las ventajas que brinda este aprendizaje para la realización de actividades grupales,
desarrollo individual de los participantes y la dinámica escolar.
De acuerdo con Zambrano Ponce & López Vargas (2023) varios autores concuerdan en realzar las
diversas ventajas que proporciona el aprendizaje colaborativo a los docentes y estudiantes, en la
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realización de actividades grupales, permite lograr objetivos de mejor calidad al incorporar las
diferentes soluciones, así como propuestas formuladas por los miembros del grupo, esta metodología
fomenta además el desarrollo del pensamiento crítico, la participación activa, al igual que la adquisición
de conocimientos nuevos a través de la interacción social, fortalece también el respeto mutuo, la
solidaridal y el compromiso para cumplir las metas conjuntas, promoviendo tanto la comunicación
efectiva, como las actitudes positivas entre los participantes. Del mismo modo, aporta al
perfeccionamiento de habilidades sociales, respeto a la diversidad, autoestima e integración grupal,
adicionalmente reduce la desconfianza, actitudes de inconformidad, aislamiento posibilitando el
establecimiento de relaciones interpersonales saludables en un entorno escolar armonioso e inclusivo.
Es importante señalar que el aprendizaje colaborativo no solamente fomenta la formación académica
de los alumnos, sino que además promueve tanto valores como destrezas sociales fundamentales para
el trabajo en equipo y la convivencia. Al estimular la solidaridad, el respeto hacia la diversidad al igual
que la participación activa, esta metodología aporta al desarrollo integral de los estudiantes,
disponiéndolos para hacer frente a los desafíos en entornos educativos, asi como en la vida diaria, por
esta razón, resulta esencial su implementación con la finalidad de crear ambientes de aprendizaje
enriquecedores, equitativos e inclusivos para todos los participantes.
En el marco de la educación actual, la cual se caracteriza por la progresiva diversificación de los
entornos de aprendizaje, así como por el acelerado progreso tecnológico, el aprendizaje colaborativo ha
alcanzado una especial relevancia, debido a que proporciona un conjunto de beneficios para los
estudiantes, docentes e instituciones educativas.
Conforme a lo manifestado por Cruz Moreira et al. (2024) el aprendizaje colaborativo atiende los
requerimientos educativos del siglo XXI al fortalecer habilidades esenciales como el pensamiento
crítico, la creatividad, el trabajo en equipo, y la resolución de problemas, mismas que son fundamentales
en una sociedad tanto global como interconectada, en la cual la colaboración efectiva define el éxito no
solo académico sino también profesional. Esta metodología además acrecenta la motivación al igual
que el compromiso del estudiantado, al promover el sentido de pertenencia, así como la responsabilidad
compartida en el grupo.
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Desde el punto de vista pedagógico, este aprendizaje fomenta la equidad e inclusión al involucrar a los
alumnos con distintos contextos culturales y capacidades, favoreciendo la construcción compartida de
conocimientos, adicionalmente su flexibilidad posibilita implementarlo en diferentes niveles
educativos, desde la educación básica hasta la superior, apoyando el desarrollo social, emocional de los
educandos en los diversos entornos de aprendizaje.
En los últimos años, el aprendizaje colaborativo ha generado un creciente interés en la colectividad
académico, debido al impacto positivo que causa en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Diversos
estudios en Ecuador coinciden en que son diversos los beneficios que proporciona esta metodología, tal
es el caso de Moreira-Alcivar (2025) quien en su trabajo titulado Desarrollo de un modelo de
aprendizaje colaborativo para la enseñanza de la historia en Ecuador destaca el potencial transformador
que posee el aprendizaje colaborativo en el proceso de enseñanza, dado que al posicionar al educando
como protagonista activo del aprendizaje rediseña los métodos pedagógicos convencionales,
promoviendo una experiencia escolar más reflexiva, significativa y participativa. La aplicación de
estrategias colaborativas adecuadamente estructuradas, en conjunto con la estratégica integración de
tecnologías educativas atiende a los requerimientos actuales del sistema educativo, fomentando no
solamente un mayor entendimiento de la asignatura, sino además el desarrollo de habilidades
fundamentales para el siglo XXI.
Por su parte Vera Zambrano et al. (2025) en su estudio titulado Aprendizaje colaborativo para la gestión
del conocimiento en los diferentes niveles educativos manifiestan que el aprendizaje colaborativo no
solamente perfecciona la adquisición individual de conocimientos, también refuerza la inteligencia
colectiva, además de que mejora la gestión del conocimiento, así como la participación en el
estudiantado, razón por la cual se considera relevante que se sistematice en los diversos niveles
educativos con el objetivo de lograr en los estudiantes un desarrollo integral.
Las investigaciones realizadas evidencian que el aprendizaje colaborativo favorece el trabajo en equipo,
el desarrollo de las habilidades socioemocionales, así como la interacción en los alumnos, debido a lo
cual se afianza como una estrategia educativa fundamental para hacer frente a los retos del siglo actual,
su enfoque orientado a la construcción compartida del conocimiento, la colaboración y equidad, no solo
mejora del desempeño académico, sino que además forma personas más críticas, empáticas, al igual
pág. 16549
que capaces de desempeñarse en diversos entornos. Por esta razón, su implementación en los distintos
niveles educativos constituye la base para fortalecer una educación participativa y enfocada en la
formación integral del estudiantado.
METODOLOGÍA
La presente investigación se desarrolló bajó un enfoque mixto, combinando tanto el estudio cuantitativo
como el cualitativo, con el propósito de analizar de manera integral el impacto del aprendizaje
colaborativo en los diversos entornos escolares de Ecuador. La población considerada estuvo
conformada por los estudiantes de Educación General Básica y Bachillerato de distintas instituciones
educativas ecuatorianas, mismos que según lo evidenciando por el Ministerio de Educación (2025)
durante el periodo lectivo 2024-2025 EGB contó con 2.934.773 estudiantes equivaliendo al 71,46% del
alumnado total, mientras que Bachillerato con 861.357 educandos alcanzó un 20,97%, abarcando
entornos rurales, urbanos, virtuales e interculturales con edades comprendidas entre los 12 y 17 años,
así como por docentes de los niveles de educación estipulados.
La población seleccionada permite analizar tanto la implementación como la efectividad del aprendizaje
colaborativo en los diversos contextos educativos, considerando las diferencias socioeconómicas,
culturales, así como de acceso a los recursos educativos.
Para fines de la investigación se aplicó un muestreo no probabilístico por conveniencia, con la finalidad
de asegurar la representación de los diversos entornos escolares rural y urbano, además de su
disponibilidad para colaborar tanto en encuestas como en entrevistas, estableciendo como tamaño
muestral 150 estudiantes, así como 50 docentes de diferentes instituciones educativas, a les aplicó un
cuestionario con items Likert en una escala del 1 al 5, en el que 1 equivale a muy en desacuerdo,
mientras que 5 representa a muy de acuerdo. Con el propósito de aplicar el método cualitativo se
seleccionó una submuestra intencional de 20 estudiantes y 12 docentes de diferentes instituciones
educativas a los cuales se les realizaron tanto entrevistas grupales como observaciones de aula, con la
finalidad de conocer sus percepciones acerca de la participación, cooperación, así como los aprendizajes
adquiridos durante el desarrollo de las actividades colaborativas, la información obtenida fue analizada
a través de una codificación temática con la finalidad de identificar no solo patrones comunes sino
también contrastes en las percepciones tanto de los docentes como de los estudiantes.
pág. 16550
RESULTADOS
El presente apartado expone los resultados obtenidos a partir del enfoque mixto aplicado al proceso
investigativo, los datos cualitativos muestran los hallazgos procedentes de las encuestas aplicadas tanto
a estudiantes como a docentes de diferentes instituciones educativas de Ecuador, con el propósito de
analizar no solo las percepciones sino también las valoraciones acerca de la implementación del
aprendizaje colaborativo en los diversos entornos escolares, abordando aspectos como la participación
activa, motivación, desarrollo de habilidades académicas y sociales, la inclusión educativa, además del
impacto que este puede causar en la convivencia escolar.
El análisis cuantitativo proporciona un enfoque objetivo con el propósito de comprender la relevancia
de aplicar el aprendizaje colaborativo en los diferentes contextos escolares, el gráfico1 muestra las
percepciones de los docentes sobre esta metodología.
Gráfico 1: Percepción de los docentes acerca del aprendizaje colaborativo
Nota: Elaborado conforme a los datos obtenidos en las encuestas
El grafico 1 muestra la percepción que tienen los docentes en relación con el aprendizaje colaborativo,
lo cual evidencia tendencias tanto positivas como consistentes, dado que el 45% de los educadores
señalan estar muy de acuerdo con la afirmación de que esta metodología contribuye al mejoramiento
de la participación de los alumnos, mientras que el 35% manifiesta estar de acuerdo, asimismo al
consultar si las estrategias colaborativas promueven tanto el trabajo en equipo como el desarrollo de
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
El aprendizaje
colaborativo
contribuye a mejorar
la participación de
los estudiantes
Promueve tanto el
trabajo en equipo
como el desarrollo
de habilidades
sociales
Facilita el
aprendizaje
significativo
Fortalece la
convivencia escolar
Requiere una
formación docente
adicional
Muy de acuerdo 45% 50% 40% 35% 55%
De acuerdo 35% 37% 43% 50% 33%
Ni de acuerdo ni en desacuerdo 9% 7% 8% 10% 5%
En desacuerdo 11% 6% 9% 5% 7%
Muy en desacuerdo 0% 0% 0% 0% 0%
pág. 16551
habilidades sociales, se obtuvo un 87% de valoración positiva, además un 85% de educadores respondió
favorablemente que esta técnica fortalece la convivencia escolar. De manera complementaria, el gráfico
2 expone los resultados concernientes a la percepción de los estudiantes sobre el aprendizaje
colaborativo.
Gráfico 2: Percepción de los estudiantes acerca del aprendizaje colaborativo
Nota: Elaborado conforme a los datos obtenidos en las encuestas.
El gráfico 2 evidencia que el 91% de los estudiantes (60% con muy de acuerdo, y 31% con de acuerdo)
muestran preferencia hacia el trabajo grupal, dado que consideran que aquello incrementa su
motivación, lo cual es afirmado por el 90% de los encuestados, además el 91% señala también que el
aprendizaje colaborativo facilita no solo la comprensión, sino también el aprendizaje significativo, del
mismo modo un 87% de los alumnos manifiesta que esta metodología promueve tanto la equidad como
la inclusión en las actividades que se desarrollan en el aula de clases.
Los gráficos en conjunto evidencian que no solo los docentes, sino también los estudiantes perciben
que el aprendizaje colaborativo proporciona beneficios tanto claros como consistentes, al incrementar
la participación y motivación, además de contribuir al desarrollo de habilidades sociales, así como
reforzar la convivencia estudiantil.
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
Muy de acuerdo De acuerdo Ni de acuerdo ni
en desacuerdo
En desacuerdo Muy en
desacuerdo
Prefiero el trabajo en grupo que el individual 60% 31% 4% 3% 2%
Siento que aprendo mejor cuando colaboro o trabajo con
mis compañeros. 57% 34% 7% 2% 0%
Siento que el trabajo en grupo me motiva a participar
más en las clases. 49% 41% 6% 3% 1%
Considero que el aprendizaje colaborativo si ayuda a
resolver los conflictos. 44% 43% 8% 5% 0%
Me siento incluido en las actividades grupales que se
desarrollan en clases 48% 39% 9% 4% 0%
pág. 16552
En la fase cualitativa de la investigación se aplicó a un grupo de docentes de diferentes instituciones
educativas, entrevistas semiestructuradas; los resultados obtenidos reflejan las diversas percepciones
sobre la implementación del aprendizaje colaborativo en los entornos escolares, para lo cual se organizó
la información en categorías temáticas, con la finalidad de identificar no solo los aportes, sino también
las limitaciones de esta metodología en el ámbito educativo ecuatoriano. La tabla 1 a continuación
presenta las principales categorías, con las respectivas evidencias y análisis interpretativos.
Tabla 1: Resultados de las entrevistas aplicadas a los docentes.
Categoría
Evidencia
Análisis interpretativo
Percepción
general del
aprendizaje
colaborativo.
Los docentes opinan que
los el aprendizaje
colaborativo promueve no
solo la participación activa,
sino también el respeto y la
construcción compartida
de conocimientos.
Es evidenciable la visión positiva que
los docentes tienen del aprendizaje
colaborativo, donde el trabajo en
equipo es entendido como un medio
para el fortalecimiento tanto de la
interacción social como del
aprendizaje significativo.
Implementación
en el aula.
Los docentes manifiestan
que emplean diversas
dinámicas grupales, entre
las que destacan los
debates, las tutorías entre
pares y los proyectos
colaborativos.
Se evidencia que el aprendizaje
colaborativo forma parte de la práctica
docente, no obstante, requiere una
mayor planificación, así como
orientación pedagógica.
Rol del docente.
Manifiestan que el docente
no debe solo transmitir
conocimientos, sino actuar
como mediador, facilitador
y guía del aprendizaje,
Se detecta un cambio de paradigma,
debido a que los docentes transforman
su rol, orientándolo a una práctica más
participativa y reflexiva, en la cual
comparte el control con los alumnos.
Limitaciones y
desafíos.
Los docentes destacan la
escasez de recursos
didácticos, la falta de
tiempo y la participación
desigual de los estudiantes
como principales desafíos.
Se identifica la existencia de
dificultades que limitan la plena
implementación del aprendizaje
colaborativo.
Impacto
convivencial y
pedagógico.
Los docentes afirman que
el aprendizaje colaborativo
fortalece la convivencia
escolar, la comunicación
entre pares y el respeto
mutuo.
Es evidente como el aprendizaje
colaborativo se consolida como una
herramienta eficaz para el
mejoramiento tanto de la convivencia
escolar como de la cohesión grupal.
Necesidades
formativas
Los docentes expresaron
interés en recibir
capacitaciones sobre
técnicas colaborativas y la
evaluación grupal.
Se enfatiza la relevancia de la
actualización profesional con el
propósito de implementar
exitosamente estrategias colaborativas
y sostenibles.
Nota: Elaboración propia a partir del análisis realizado a las entrevistas aplicadas a docentes.
pág. 16553
El análisis realizado a las entrevistas aplicada a los docentes de diferentes instituciones educativas
permitió identificar percepciones positivas sobre el aprendizaje colaborativo, al considerarlo como una
estrategia pedagógica que impulsa el desarrollo integral de los alumnos. La tabla 1 evidencia que los
participantes coinciden en que esta metodología promueve no solo el pensamiento crítico, sino también
la interacción, la responsabilidad compartida y la autonomía.
Del mismo modo, se constató que los docentes reconocen el rol activo del estudiantado como
protagonistas del aprendizaje, y la función de mediador que adopta el profesor como facilitador de las
dinámicas grupales, no obstante manifestaron también ciertas limitaciones o desafíos relacionados con
la organización del tiempo, la heterogeneidad de los equipos, así como la equitativa evaluación del
trabajo colaborativo, aspectos que demandan una planificación precisa, además de capacitaciones
continuas en metodologías activas.
Los resultados obtenidos evidencian una favorable actitud hacia la implementación del aprendizaje
colaborativo en el aula, destacando el impacto que este genera en la motivación de los estudiantes,
convivencia escolar, así como en la mejora del clima educativo. Los docentes además coinciden en
señalar que esta metodología aporta de manera significativa no solo al logro del aprendizaje
significativo, sino también al fortalecimiento de las habilidades sociales tanto comunicativas como
emocionales, las cuales son fundamentales para el adecuado desarrollo de competencias en los
diferentes entornos escolares.
La tabla 2 muestra las categorías obtenidas del análisis realizado a las entrevistas aplicadas a los
estudiantes de diferentes instituciones educativas ecuatorianas, se incluye además la descripción de cada
una, las evidencias representativas además del análisis interpretativo correspondiente, que explica la
percepción que los alumnos tienen sobre la implementación del aprendizaje colaborativo en los diversos
entornos escolares.
pág. 16554
Tabla 2: Resultados de las entrevistas aplicadas a los estudiantes.
Categoría
Descripción
Evidencia de las percepciones
de los estudiantes
Análisis interpretativo.
Motivación y
compromiso de
los estudiantes.
Evidencia la
disposición,
entusiasmo e
interés activo de
los alumnos al
participar en las
actividades
colaborativas.
Los estudiantes señalan que
cuando trabajan en grupo logran
aprender más dado que todos
participan y se ayudan entre sí,
además de que al trabajar con los
compañeros las clases se tornan
más dinámicas y divertidas.
Se evidencia que la colaboración
estimula en los estudiantes la
motivación, haciendo que las
clases sean más participativas y
dinámicas, además de lograr que
los estudiantes se sientan
protagonistas de su propio
aprendizaje.
Aprendizaje
entre pares y
comprensión
significativa.
Concierne al
proceso de
construcción
compartida de
conocimientos.
Los alumnos manifiestan que
aprenden más cuando hablan y
resuelven las tareas en grupo,
dado que en ocasiones cuando no
logran comprender algún tema,
los compañeros se lo explican,
permitiendo que todos aprendan.
Se identifica que el aprendizaje
colaborativo favorece la
profunda comprensión, debido a
que los estudiantes al compartir
sus conocimientos, fortalecen su
razonamiento colectivo.
Convivencia
escolar y
relaciones
interpersonales.
Refleja el respeto
mutuo, empatía e
interacción social
en el aula.
Los estudiantes afirman que
mantienen una mejor relación
debido a que aprenden a
escucharse y respetarse entre
todos, además de que con las
dinámicas grupales aprenden a
tener paciencia, así como a
trabajar con toda el aula, no solo
con los amigos.
Se establece que el aprendizaje
colaborativo además de
fortalecer la convivencia escolar,
mejora también la dinámica
social, promoviendo tanto el
respeto como la inclusión.
Participación
equitativa y
liderazgo.
Trata el nivel en el
que todos los
integrantes del
grupo se implican
en las actividades
colaborativas, así
como el desarrollo
del rol de
liderazgo.
Los alumnos señalan que existen
compañeros que no participan
mucho en las actividades, así
como también otros que todo el
tiempo hablan, por lo que en
ocasiones cuesta que todos
realicen su parte, no obstante, el
docente los ayuda a organizarse.
Se evidencia no solo que existen
desequilibrios en la participación
de los estudiantes, sino también
que el acompañamiento de los
docentes es fundamental para
lograr la equidad y la
colaboración efectiva.
Rol de los
docentes como
mediadores.
Evalúa la función
del docente como
facilitador, guía y
orientador del
aprendizaje
compartido.
Manifiestan que los docentes no
solo los guía, sino que además les
permite pensar, intercambiar
ideas, así como decidir la forma
de realizar los trabajos.
Los alumnos valoran tanto
flexibilidad de los docentes,
como su rol mediador, debido a
que les fomenta autonomía y
responsabilidad compartida.
Retos y
oportunidades
de mejora.
Abarca los
inconvenientes
percibidos, así
como las
propuestas que
plantean los
estudiantes para la
optimización de la
metodología.
Los estudiantes manifiestan que
en ocasiones no tiene el
suficiente tiempo para terminar
las actividades, no obstante,
señalan que sería muy bueno que
los profesores realicen más
trabajos colaborativos.
Pese a que existen dificultades
logísticas, los alumnos
reconocen la utilidad del
aprendizaje colaborativo, razón
por la cual proponen su continua
aplicación.
Nota: Elaboración propia a partir del análisis realizado a las entrevistas aplicadas a estudiantes.
pág. 16555
El análisis aplicado a las entrevistas aplicadas a los estudiantes de diferentes instituciones educativas
de Ecuador, refleja una amplia percepción positiva sobre como la implementación del aprendizaje
colaborativo favorece el intercambio de ideas, la participación activa, así como la construcción
compartida de conocimientos. La tabla 2 evidencia como los participantes resaltaron que el trabajo en
grupos, les permite no solo aprender de los compañeros, sino también reforzar la confianza en
mismos, así como optimizar la comunicación interpersonal.
Además, los estudiantes reconocieron que las actividades colaborativas fomentan un ambiente de
cooperación, solidaridad y respeto, aspectos que resultan esenciales para desarrollar una convivencia
armónica en los diversos entornos escolares. También señalaron que esta metodología los motiva a
participar más activamente en las clases, así como adoptar una actitud responsable frente a las tareas
asignadas, contribuyendo de este modo al logro de un aprendizaje más significativo.
Sin embargo, algunos de los estudiantes participantes, mencionaron la existencia de dificultades,
mismas que están relacionadas con la equitativa distribución del trabajo, al igual que con la dependencia
de ciertos integrantes del grupo, lo cual demanda el fortalecimiento de estrategias docentes tanto para
la organización como para la evaluación de los trabajos colaborativos. Cabe destacar que los resultados
presentados evidencian que el aprendizaje colaborativo constituye una eficaz herramienta pedagógica,
no solo para promover la participación e inclusión, sino también el desarrollo integral de los alumnos
en todos los entornos escolares de Ecuador.
El análisis cualitativo de las percepciones tanto de los docentes como de los estudiantes refleja una
significativa coincidencia acerca del valor no solo pedagógico, sino también social del aprendizaje
colaborativo en los diversos entornos escolares. Ambos miembros de la comunidad educativa reconocen
que esta es una metodología que impulsa una comunicación efectiva, una participación activa, así como
una colectiva construcción de conocimientos, los cuales inciden de forma directa en el mejoramiento
del rendimiento académico, al igual que en la convivencia estudiantil.
La integración de los resultados obtenidos tanto en el método cuantitativo como en el cualitativo,
evidencian una complementaria y coherente visión de la importancia del aprendizaje colaborativo en
los diferentes entornos escolares de Ecuador. Los datos estadísticos reflejan una aceptación mayoritaria
por parte de los docentes y los estudiantes, dado que reconocen que esta metodología promueve la
pág. 16556
responsabilidad compartida, la participación activa, así como la construcción conjunta de
conocimientos, contribuyendo de este modo, no solo al mejoramiento del clima escolar, sino también
al fortalecimiento de las relaciones interpersonales.
El análisis cualitativo por su parte, profundiza estas percepciones, resaltando experiencias que
evidencian el valor de la empatía, la comunicación asertiva y la cooperación como pilares
fundamentales del aprendizaje colaborativo. Los estudiantes desde su perspectiva perciben a esta
metodología como una enriquecedora experiencia que promueve la empatía, la cooperación, así como
el sentido de pertenencia, favoreciendo no solo el respeto por la diversidad, sino también la inclusión;
mientras que los docentes destacan el impacto positivo que esta genera tanto en el clima escolar como
en el desarrollo de habilidades socioemocionales, no obstante identificaron además desafíos asociados
a la organización del tiempo y a la distribución equitativa de las tareas.
Los datos obtenidos en conjunto, confirman que el aprendizaje colaborativo se establece como una
estrategia pedagógica clave para el fortalecimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje, en los
diferentes entornos educativos, favoreciendo de este modo el desarrollo integral del estudiantado, en
concordancia con los principios de participación, inclusión y equidad que orientan la educación
ecuatoriana.
DISCUSIÓN
El desarrollo de la presente investigación corrobora que el aprendizaje colaborativo constituye una clave
estrategia pedagógica para el reforzamiento del proceso educativo, al fomentar el pensamiento crítico,
la construcción compartida de conocimientos, así como la interacción social. Diversos trabajos
investigativos desarrollados recientemente como el de Gillies (2023) respaldan ampliamente estos
aspectos, al señalar que el aprendizaje se impulsa mediante la colaboración entre pares y la mediación
social. Los resultados obtenidos mediante el método cuantitativo evidenciaron una inclinación positiva
tanto de los docentes como de los estudiantes hacia la implementación del aprendizaje colaborativo en
el aula, realzando la influencia de esta metodología en la participación activa, la motivación y el clima
educativo. Los hallazgos concuerdan con el trabajo investigativo desarrollado por Zappatore (2024)
quien afirma que las estrategias colaborativas no solo mejoran el desempeño académico, sino que
además fortalecen las habilidades comunicativas y sociales de los alumnos
pág. 16557
En la aplicación del todo cualititativo, las percepciones de los docentes evidenciaron que el
aprendizaje colaborativo, fomenta tanto la inclusión educativa como el trabajo con grupos heterogeneos,
posibilitando atender la diversidad del aula de clases, aspecto que es de gran importancia en el ámbito
ecuatoriano. No obstante, se identificaron desafíos como la gestión del grupo, la planificación del
tiempo, además de la evaluación equitativa, ante lo cual Gillies (2023) advierte que para optimizar la
implementación de esta metodología, es necesario contar con una formación docente adecuada.
Los estudiantes por su parte resaltaron la importancia del respeto mutuo, la empatía y la cooperación
en el aprendizaje colaborativo, expresando que el enfoque de esta metodología los motiva a compartir
ideas, participar en clases, así como a aprender de los compañeros. Estos resultados concuerdan con lo
manifestado por Arenas Figueroa & Jihuallanca Ruelas (2022) quienes aseguran que la colaboración
promueve el sentido de pertenencia además de la responsabilidad compartida y la autonomía en el
proceso educativo. Este importante hallazgo corrobora que el aprendizaje colaborativo no solamente
genera favorables resultados académicos, sino que además contribuye al desarrollo integral del
alumnado.
Los resultados de esta investigación en conjunto, sustentan la idea de que el aprendizaje colaborativo,
contribuye a una educación mucho más democrática, participativa e inclusiva, en conformidad con los
Lineamientos para el desarrollo de los aprendizajes estipulados por el Mineduc (2021) los cuales
impulsan prácticas pedagógicas enfocadas tanto en la colaboración como en la atención a la diversidad.
De esta manera, la investigación aporta evidencia empírica que avala la relevancia de la metodología
colaborativa como herramienta para fortalecer el desarrollo integral de los estudiantes, la convivencia
escolar, además de la calidad educativa en Ecuador.
CONCLUSIONES
La presente investigación permitió evidenciar que el aprendizaje colaborativo integra una metodología
pedagógica esencial para fortalecer los procesos educativos en los diversos entornos escolares de
Ecuador. La unión de los resultados tanto cuantitativos como cualitativos corroboró que esta estrategia
promueve la comunicación efectiva, la participación activa, además de la construcción compartida de
conocimientos, aportando al logro no solo del aprendizaje significativo sino también al desarrollo
integral del estudiantado.
pág. 16558
Docentes y estudiantes coincidieron en valorar de manera positiva el aprendizaje colaborativo,
resaltando su relevancia en la convivencia, motivación e inclusión educativa. Sin embargo, se
identificaron también ciertos desafíos asociados a la organización del tiempo, la distribución equitativa
de tareas, así como la necesidad de una justa evaluación de los procesos grupales. Estos aspectos
demuestran la importancia de reforzar la formación de los docentes tanto en metodologías activas como
en estrategias para la adecuada gestión de los trabajos cooperativos.
Del mismo modo, los resultados revelan que la sistemática aplicación del aprendizaje colaborativo
aporta a la construcción de entornos educativos más democráticos, solidarios y participativos, adheridos
a los principios establecidos por el Ministerio de Educación de Ecuador, los cuales fomentan la atención
a la equidad, diversidad e inclusión.
Resulta importante destacar que el aprendizaje colaborativo se constituye como una práctica educativa
que no solamente eleva el rendimiento académico, sino que además potencia la convivencia escolar y
el desarrollo socioemocional de los estudiantes. De esta manera representa un método efectivo para
cambiar la dinámica en el aula, al tranformarla en un espacio más equitativo, participativo e inclusivo,
en el cual el conocimiento se construye de forma colectiva, y cada uno de los alumnos se convierte en
el protagonista de su propio aprendizaje.
Cabe destacar que la implementación del aprendizaje colaborativo en el sistema educativo ecuatoriano,
fortalece la equidad, la convivencia, al igual que la construcción compartida de conocimientos,
promoviendo tanto la formación integral como el desarrollo de las competencias sociales fundamentales
para la educación actual. Por esta razón se recomienda la continua y contextualizada implementación
de esta metodología, acompañada no solo de procesos de capacitación docente, sino también de una
evaluación formativa, con el propósito de garantizar su eficacia en los diversos niveles del sistema
educativo.
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