VIOLENCIA DE PAREJA Y DEPENDENCIA
EMOCIONAL EN ESTUDIANTES DE UN
INSTITUTO DE TARAPOTO, 2025
INTIMATE PARTNER VIOLENCE AND EMOTIONAL
DEPENDENCE AMONG STUDENTS AT A TARAPOTO
HIGH SCHOOL, 2025
Athia Mariel Nogueira Huayunga
Universidad César Vallejo, Perú
Janina Saavedra Meléndez
Universidad César Vallejo, Perú
Katiuzka Daitareska Ruiz Vela
Universidad César Vallejo, Perú
pág. 1215
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i6.21109
Violencia De Pareja y Dependencia Emocional En Estudiantes de un
Instituto De Tarapoto, 2025
Athia Mariel Nogueira Huayunga1
nogueiraathia6@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-9783-4117
Universidad César Vallejo, Perú
Katiuzka Daitareska Ruiz Vela
ruizvelakatiuzka@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-4649-1039
Universidad César Vallejo, Perú
Janina Saavedra Meléndez2
psicologasaavedra@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-7571-7271
Universidad César Vallejo, Perú
RESUMEN
El presente artículo tiene como propósito principal, determinar la relación de violencia de pareja y
dependencia emocional en estudiantes de un instituto de Tarapoto, 2025. Se empleó un enfoque
cuantitativo, de tipo básica, con un diseño no experimental y un alcance correlacional transversal. La
muestra estuvo conformada por 234 estudiantes de ambos sexos quienes participaron de manera
voluntaria mediante la aplicación de instrumentos validados. Los resultados obtenidos evidencian una
correlación positiva alta (rho 0.835, p < 0.05) entre violencia de pareja y dependencia emocional. En
cuanto a sus dimensiones, se hallaron correlaciones positivas alta en ansiedad por separación (p=0.772),
la expresión afectiva de la pareja (p=0.764), modificación de planes (p=0.757), miedo a la soledad
(p=0.703), y expresión límite (p=0.756). En la dimensión de búsqueda de atención (p=0.662) la
correlación fue positiva moderada. Estos datos resaltan la necesidad de implementar programas de
prevención que fortalezcan relaciones interpersonales saludables y reduzcan la dependencia emocional
en los jóvenes, contribuyendo así, al bienestar psicológico y la prevención de violencia en las relaciones
de pareja
Palabras clave: violencia, agresión, dependencia
1 Autor principal.
Correspondencia: nogueiraathia6@gmail.com
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i6.21109
Violencia De Pareja y Dependencia Emocional En Estudiantes de un
Instituto De Tarapoto, 2025
Athia Mariel Nogueira Huayunga1
nogueiraathia6@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-9783-4117
Universidad César Vallejo, Perú
Katiuzka Daitareska Ruiz Vela
ruizvelakatiuzka@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-4649-1039
Universidad César Vallejo, Perú
Janina Saavedra Meléndez2
psicologasaavedra@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-7571-7271
Universidad César Vallejo, Perú
RESUMEN
El presente artículo tiene como propósito principal, determinar la relación de violencia de pareja y
dependencia emocional en estudiantes de un instituto de Tarapoto, 2025. Se empleó un enfoque
cuantitativo, de tipo básica, con un diseño no experimental y un alcance correlacional transversal. La
muestra estuvo conformada por 234 estudiantes de ambos sexos quienes participaron de manera
voluntaria mediante la aplicación de instrumentos validados. Los resultados obtenidos evidencian una
correlación positiva alta (rho 0.835, p < 0.05) entre violencia de pareja y dependencia emocional. En
cuanto a sus dimensiones, se hallaron correlaciones positivas alta en ansiedad por separación (p=0.772),
la expresión afectiva de la pareja (p=0.764), modificación de planes (p=0.757), miedo a la soledad
(p=0.703), y expresión límite (p=0.756). En la dimensión de búsqueda de atención (p=0.662) la
correlación fue positiva moderada. Estos datos resaltan la necesidad de implementar programas de
prevención que fortalezcan relaciones interpersonales saludables y reduzcan la dependencia emocional
en los jóvenes, contribuyendo así, al bienestar psicológico y la prevención de violencia en las relaciones
de pareja
Palabras clave: violencia, agresión, dependencia
1 Autor principal.
Correspondencia: nogueiraathia6@gmail.com
pág. 1216
Intimate Partner Violence and Emotional Dependence Among Students at A
Tarapoto High School, 2025
ABSTRACT
The main purpose of this article in to determine the relationship between violence and emotional
dependence in students at a high school in Tarapoto, 2025. A basic quantitative approach was used,
with a non-experimental design and a cross-sectional correlational scope. The sample consisted of 234
students of both sexes who participated voluntarily through the application of validated instruments.
The results obtained show a high positive correlation (rho 0.835, p < 0.05) between intimate partner
violence and emotional dependence. Regarding its dimensions, high positive correlations were found
in separation anxiety (p = 0.772), affective expression of the partner (p = 0.764), modification of plans
(p = 0.757), fear of loneliness (p = 0.703), and borderline expression (p = 0.756). In the attention-
seeking dimension (p = 0.662) the correlation was moderately positive. These data highlight the need
to implement prevention programs that strengthen healthy interpersonal relationships and reduce
emotional dependence in young people, thus contributing to psychological well-being and preventing
violence in intimate relationships
Keywords: violence, aggression, dependence
Artículo recibido 15 octubre 2025
Aceptado para publicación: 25 noviembre 2025
Intimate Partner Violence and Emotional Dependence Among Students at A
Tarapoto High School, 2025
ABSTRACT
The main purpose of this article in to determine the relationship between violence and emotional
dependence in students at a high school in Tarapoto, 2025. A basic quantitative approach was used,
with a non-experimental design and a cross-sectional correlational scope. The sample consisted of 234
students of both sexes who participated voluntarily through the application of validated instruments.
The results obtained show a high positive correlation (rho 0.835, p < 0.05) between intimate partner
violence and emotional dependence. Regarding its dimensions, high positive correlations were found
in separation anxiety (p = 0.772), affective expression of the partner (p = 0.764), modification of plans
(p = 0.757), fear of loneliness (p = 0.703), and borderline expression (p = 0.756). In the attention-
seeking dimension (p = 0.662) the correlation was moderately positive. These data highlight the need
to implement prevention programs that strengthen healthy interpersonal relationships and reduce
emotional dependence in young people, thus contributing to psychological well-being and preventing
violence in intimate relationships
Keywords: violence, aggression, dependence
Artículo recibido 15 octubre 2025
Aceptado para publicación: 25 noviembre 2025
pág. 1217
INTRODUCCIÓN
La violencia en las relaciones de pareja se ha incrementado y convirtiéndose en un asunto alarmante a
lo largo de los últimos años. La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2024) estima que cerca del
30% de las mujeres ha padecido violencia sexual o física, y en muchos casos los culpables son sus
parejas. Este dato corresponde al 27% de las mujeres que tienen entre 15 y 49 años. Además, la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) resalta que el 26% de víctimas ha experimentado violencia
por parte de sus parejas o exparejas. Este tipo de agresiones tiene un impacto importante en la salud
física, mental y sexual. Para, García et al. (2023) hallaron que, en España, el 25 % de las mujeres reportó
haber sido maltratadas por su pareja. Estos datos muestran que, a pesar de los progresos en derechos y
leyes para evitar la violencia en pareja, este problema sigue representando una barrera importante
incluso en las naciones más avanzadas.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática ([INEI], 2023) llevó a cabo una investigación en Perú
sobre las condiciones familiares y la salud, que reveló que el 53,8% de mujeres había sufrido violencia
a nivel físico, emocional o sexual por parte de sus parejas. Este valor muestra una pequeña reducción
en comparación con el 55,7% de 2022. Por otra parte, Román et al. (2023) analizaron la violencia física
en relaciones de pareja, analizando 179,737 casos ocurridos entre 2017 y 2022, es decir, tanto antes
como después de la pandemia. Este aumento podría indicar que, posterior al covid-19, las mujeres con
relaciones más duraderas o estables experimentaron más violencia, ya que el confinamiento intensificó
la dependencia emocional y los conflictos. Según el Centro de Emergencia Mujer y el Ministerio de la
Mujer y Poblaciones Vulnerables ([CEM y MIMP], 2025), en la región amazónica peruana persiste una
alta ocurrencia de violencia en las relaciones amorosas. Las estadísticas indican que las modalidades de
violencia más frecuentes en Loreto son la física (37.73%), luego la psicológica (38.83%), después la
económica (18.22%) y, por último, la sexual (23.44%). El Programa AURORA y el Ministerio de la
Mujer (2025) indican existieron más de 292 situaciones de violencia psicológica (4.5%), 215 de
violencia física (4%), 127 de violencia sexual (4.8%) y 77 de violencia patrimonial o económica
(74.1%); esta última se distingue por el daño a los bienes materiales o la limitación de recursos. Estos
números evidencian una situación alarmante que persiste en la selva de Perú y que necesita atención
inmediata tanto de las autoridades como del público en general.
INTRODUCCIÓN
La violencia en las relaciones de pareja se ha incrementado y convirtiéndose en un asunto alarmante a
lo largo de los últimos años. La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2024) estima que cerca del
30% de las mujeres ha padecido violencia sexual o física, y en muchos casos los culpables son sus
parejas. Este dato corresponde al 27% de las mujeres que tienen entre 15 y 49 años. Además, la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) resalta que el 26% de víctimas ha experimentado violencia
por parte de sus parejas o exparejas. Este tipo de agresiones tiene un impacto importante en la salud
física, mental y sexual. Para, García et al. (2023) hallaron que, en España, el 25 % de las mujeres reportó
haber sido maltratadas por su pareja. Estos datos muestran que, a pesar de los progresos en derechos y
leyes para evitar la violencia en pareja, este problema sigue representando una barrera importante
incluso en las naciones más avanzadas.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática ([INEI], 2023) llevó a cabo una investigación en Perú
sobre las condiciones familiares y la salud, que reveló que el 53,8% de mujeres había sufrido violencia
a nivel físico, emocional o sexual por parte de sus parejas. Este valor muestra una pequeña reducción
en comparación con el 55,7% de 2022. Por otra parte, Román et al. (2023) analizaron la violencia física
en relaciones de pareja, analizando 179,737 casos ocurridos entre 2017 y 2022, es decir, tanto antes
como después de la pandemia. Este aumento podría indicar que, posterior al covid-19, las mujeres con
relaciones más duraderas o estables experimentaron más violencia, ya que el confinamiento intensificó
la dependencia emocional y los conflictos. Según el Centro de Emergencia Mujer y el Ministerio de la
Mujer y Poblaciones Vulnerables ([CEM y MIMP], 2025), en la región amazónica peruana persiste una
alta ocurrencia de violencia en las relaciones amorosas. Las estadísticas indican que las modalidades de
violencia más frecuentes en Loreto son la física (37.73%), luego la psicológica (38.83%), después la
económica (18.22%) y, por último, la sexual (23.44%). El Programa AURORA y el Ministerio de la
Mujer (2025) indican existieron más de 292 situaciones de violencia psicológica (4.5%), 215 de
violencia física (4%), 127 de violencia sexual (4.8%) y 77 de violencia patrimonial o económica
(74.1%); esta última se distingue por el daño a los bienes materiales o la limitación de recursos. Estos
números evidencian una situación alarmante que persiste en la selva de Perú y que necesita atención
inmediata tanto de las autoridades como del público en general.
pág. 1218
Con respecto a los antecedentes en la ciudad de Obregón, situada en el estado mexicano de Sonora y
realizada por Rosas et al., (2022) de carácter correlacional y observacional, empleando un muestreo no
probabilístico basado en casos sucesivos. El objetivo consistió en examinar la conexión entre el maltrato
y la falta de cariño en las relaciones amorosas, utilizando una muestra de 76 mujeres que recibieron
atención en el primer nivel sanitario y que mantuvieron relaciones sentimentales con duración superior
a los seis meses. Indicaron que el 61.8% de las personas participantes tenían 30 años o más. De igual
manera, se documentaron casos de violencia psicológica (15.8%), sexual (1.3%) y física (2.6%), todos
ellos relacionados con la dimensión afectiva. Por último, observaron una relación entre la falta de
emociones y las expresiones de maltrato en las relaciones estudiadas.
Herrera y Alcívar (2024) estudiaron la dependencia emocional y la violencia psicológica en mujeres
con pareja de Valencia, Ecuador, determinando que el primer tipo de violencia aumenta las
probabilidades de establecer relaciones emocionales dependientes. Con 127 mujeres, de las cuales el
48.8% tenía entre 40 y 50 años; de tipo correlacional y descriptivo. Reflejando grados altos y moderados
tanto de dependencia emocional como de violencia psicológica, lo que refleja la importancia de reforzar
la salud emocional de las mujeres frente a este tipo de agresiones.
De igual forma, Zárate et al. (2022) realizaron, por su parte, un estudio cuantitativo y no experimental
en alumnos de medicina en México. Se evaluó a 303 alumnos de una muestra total de 332. De estos, el
90,39% mostró una inclinación hacia la dependencia, y el 2,98% presentó un perfil estable. Estos
hallazgos indican la vulnerabilidad emocional que puede presentarse en el periodo universitario y
destacan lo crucial que es fomentar el bienestar psicológico en este entorno.
Asimismo, Velásquez (2021) llevó a cabo una investigación transversal y correlacional con 168 adultos
para examinar la conexión entre la dependencia emocional y la violencia de pareja en líderes religiosos
de Santa Anita, Lima (Perú). Los descubrimientos mostraron que, a pesar de que la mayor parte mostró
una débil conexión afectiva, hay patrones de dependencia y comportamientos agresivos en ambientes
religiosos de liderazgo.
En otro orden, Aquino y Quillimamani (2024) realizaron un estudio en Juliaca, Perú, con la finalidad
de investigar el vínculo entre las relaciones románticas de los estudiantes y la violencia. La
investigación que utilizó un enfoque correlacional y un diseño descriptivo incluyó a una muestra de 133
Con respecto a los antecedentes en la ciudad de Obregón, situada en el estado mexicano de Sonora y
realizada por Rosas et al., (2022) de carácter correlacional y observacional, empleando un muestreo no
probabilístico basado en casos sucesivos. El objetivo consistió en examinar la conexión entre el maltrato
y la falta de cariño en las relaciones amorosas, utilizando una muestra de 76 mujeres que recibieron
atención en el primer nivel sanitario y que mantuvieron relaciones sentimentales con duración superior
a los seis meses. Indicaron que el 61.8% de las personas participantes tenían 30 años o más. De igual
manera, se documentaron casos de violencia psicológica (15.8%), sexual (1.3%) y física (2.6%), todos
ellos relacionados con la dimensión afectiva. Por último, observaron una relación entre la falta de
emociones y las expresiones de maltrato en las relaciones estudiadas.
Herrera y Alcívar (2024) estudiaron la dependencia emocional y la violencia psicológica en mujeres
con pareja de Valencia, Ecuador, determinando que el primer tipo de violencia aumenta las
probabilidades de establecer relaciones emocionales dependientes. Con 127 mujeres, de las cuales el
48.8% tenía entre 40 y 50 años; de tipo correlacional y descriptivo. Reflejando grados altos y moderados
tanto de dependencia emocional como de violencia psicológica, lo que refleja la importancia de reforzar
la salud emocional de las mujeres frente a este tipo de agresiones.
De igual forma, Zárate et al. (2022) realizaron, por su parte, un estudio cuantitativo y no experimental
en alumnos de medicina en México. Se evaluó a 303 alumnos de una muestra total de 332. De estos, el
90,39% mostró una inclinación hacia la dependencia, y el 2,98% presentó un perfil estable. Estos
hallazgos indican la vulnerabilidad emocional que puede presentarse en el periodo universitario y
destacan lo crucial que es fomentar el bienestar psicológico en este entorno.
Asimismo, Velásquez (2021) llevó a cabo una investigación transversal y correlacional con 168 adultos
para examinar la conexión entre la dependencia emocional y la violencia de pareja en líderes religiosos
de Santa Anita, Lima (Perú). Los descubrimientos mostraron que, a pesar de que la mayor parte mostró
una débil conexión afectiva, hay patrones de dependencia y comportamientos agresivos en ambientes
religiosos de liderazgo.
En otro orden, Aquino y Quillimamani (2024) realizaron un estudio en Juliaca, Perú, con la finalidad
de investigar el vínculo entre las relaciones románticas de los estudiantes y la violencia. La
investigación que utilizó un enfoque correlacional y un diseño descriptivo incluyó a una muestra de 133
pág. 1219
estudiantes. Los resultados revelaron una correlación positiva fuerte entre las variables analizadas, con
un coeficiente Rho de 0.7805 y un valor p de 0.000. Esto sugiere que la intensidad emocional en las
relaciones está fuertemente vinculada a la aparición de comportamientos violentos.
De acuerdo con lo que se establece en la teoría, la violencia de pareja es una expresión compleja y
destructiva que ha sido objeto de estudio por numerosos expertos, incluyendo a la psicóloga Lenore
Walker, quien propuso el famoso modelo del ciclo de agresión en 1979 (Francis, 2023). Este modelo
explica las dinámicas que se dan en relaciones abusivas y consta de tres etapas esenciales: la etapa de
arrepentimiento o "fase de luna de miel", el episodio de agresión o liberación de tensión y la
acumulación o creación de tensión. Esta perspectiva resalta la relevancia de reconocer estos patrones
para evitar y abordar situaciones de violencia en las relaciones amorosas. Saint (2022), por otro lado,
aborda la teoría de la dependencia emocional que Walter Riso (2008) planteó y que considera este
fenómeno como una clase de vínculo afectivo disfuncional. Riso sostiene que los individuos que
dependen emocionalmente tienden a asociar su bienestar con la presencia continua de su pareja,
convencidos de que únicamente esa relación tiene el potencial de brindarles satisfacción, tranquilidad,
seguridad y sentido de autorrealización.
Además de los enfoques principales, se toman en cuenta otras teorías que ayudan a entender el
fenómeno. Según la teoría del apego de Bowlby (1986), desde la niñez, los seres humanos establecen
vínculos emocionales mediante sus interacciones con personas cercanas, como los cuidadores o los
padres. Estos primeros lazos afectan cómo las personas forman relaciones durante la adultez, incluidas
las de pareja. De esta manera, las personas que han experimentado situaciones de violencia en sus
primeros vínculos emocionales tienden a replicar esas dinámicas en sus futuras relaciones, aunque sea
de manera inconsciente. Por otra parte, la teoría del aprendizaje social de Bandura (1977) sostiene que
los individuos que han estado expuestos a comportamientos violentos en el hogar o que han sido
agredidos tienen más posibilidades de imitar esos mismos comportamientos en su vida adulta. Cuando
la familia deja de ser un lugar de discusión, toma de decisiones y solución de problemas, los integrantes
absorben las pautas de violencia que allí se generan (Pérez y Rodríguez, 2024).
Este grupo de teorías muestra que estos no son fenómenos independientes, sino que son el producto de
procesos adquiridos y reforzados a partir de experiencias tempranas. Entender estos mecanismos
estudiantes. Los resultados revelaron una correlación positiva fuerte entre las variables analizadas, con
un coeficiente Rho de 0.7805 y un valor p de 0.000. Esto sugiere que la intensidad emocional en las
relaciones está fuertemente vinculada a la aparición de comportamientos violentos.
De acuerdo con lo que se establece en la teoría, la violencia de pareja es una expresión compleja y
destructiva que ha sido objeto de estudio por numerosos expertos, incluyendo a la psicóloga Lenore
Walker, quien propuso el famoso modelo del ciclo de agresión en 1979 (Francis, 2023). Este modelo
explica las dinámicas que se dan en relaciones abusivas y consta de tres etapas esenciales: la etapa de
arrepentimiento o "fase de luna de miel", el episodio de agresión o liberación de tensión y la
acumulación o creación de tensión. Esta perspectiva resalta la relevancia de reconocer estos patrones
para evitar y abordar situaciones de violencia en las relaciones amorosas. Saint (2022), por otro lado,
aborda la teoría de la dependencia emocional que Walter Riso (2008) planteó y que considera este
fenómeno como una clase de vínculo afectivo disfuncional. Riso sostiene que los individuos que
dependen emocionalmente tienden a asociar su bienestar con la presencia continua de su pareja,
convencidos de que únicamente esa relación tiene el potencial de brindarles satisfacción, tranquilidad,
seguridad y sentido de autorrealización.
Además de los enfoques principales, se toman en cuenta otras teorías que ayudan a entender el
fenómeno. Según la teoría del apego de Bowlby (1986), desde la niñez, los seres humanos establecen
vínculos emocionales mediante sus interacciones con personas cercanas, como los cuidadores o los
padres. Estos primeros lazos afectan cómo las personas forman relaciones durante la adultez, incluidas
las de pareja. De esta manera, las personas que han experimentado situaciones de violencia en sus
primeros vínculos emocionales tienden a replicar esas dinámicas en sus futuras relaciones, aunque sea
de manera inconsciente. Por otra parte, la teoría del aprendizaje social de Bandura (1977) sostiene que
los individuos que han estado expuestos a comportamientos violentos en el hogar o que han sido
agredidos tienen más posibilidades de imitar esos mismos comportamientos en su vida adulta. Cuando
la familia deja de ser un lugar de discusión, toma de decisiones y solución de problemas, los integrantes
absorben las pautas de violencia que allí se generan (Pérez y Rodríguez, 2024).
Este grupo de teorías muestra que estos no son fenómenos independientes, sino que son el producto de
procesos adquiridos y reforzados a partir de experiencias tempranas. Entender estos mecanismos
pág. 1220
proporciona un fundamento sólido para impulsar intervenciones preventivas que promuevan vínculos
afectivos sanos y exentos de abuso.
Según lo mencionado anteriormente, el objetivo general del estudio es: Determinar la relación entre
violencia de pareja y dependencia emocional de un instituto de Tarapoto, 2025.
METODOLOGÍA
La investigación básica o fundamental, de acuerdo con Haro et al. (2024), tiene como objetivo expandir
el saber existente, sin buscar la implementación práctica inmediata de los resultados. Su objetivo es
entender los conceptos y teorías fundamentales de un fenómeno, sentando las bases teóricas para futuras
investigaciones prácticas. El diseño no experimental, según Arias (2021), se caracteriza porque no se
llevan a cabo manipulaciones de variables, sino que los fenómenos son observados tal cual suceden en
su entorno natural, examinando las interacciones que tienen entre sí. En esta línea, los participantes no
atraviesan estímulos ni condiciones controladas; en vez de eso, se observa el fenómeno tal como ocurre
en su entorno natural. Asimismo, la perspectiva cuantitativa es utilizada en el estudio porque se
fundamenta en la recopilación y evaluación de datos numéricos con el fin de dar respuesta a las
interrogantes formuladas en la investigación y corroborar la hipótesis propuesta (Arias et al., 2022).
Además, se piensa que es un estudio de tipo transversal correlacional, pues busca determinar la conexión
entre dos o más variables en un instante determinado. Para lograrlo, se recopilarán datos de las variables
involucradas y se emplearán métodos estadísticos con el fin de determinar el grado de correlación entre
ellas (Arias et al., 2022).
Respecto a la población, Arias et al. (2022) se define como el conjunto completo de elementos o
individuos que comparten un rasgo común y, en consecuencia, se incorporan al análisis del estudio
científico. En esta ocasión, la población está compuesta por 600 alumnos.
La muestra se refiere a un conjunto de personas o eventos escogidos de una población con el fin de
llevar a cabo una investigación y alcanzar conclusiones que sean representativas acerca de ella (Arias
& Covinos, 2021). En esta investigación, participaron 234 personas. Se utilizó un muestreo
probabilístico aleatorio simple, lo que garantiza que cada integrante del grupo tenga igual probabilidad
de ser elegido. Esto significa que la elección de un participante no depende para nada de la de los otros
(Otzen & Manterola, 2017; citado en Cortés et al., 2023).
proporciona un fundamento sólido para impulsar intervenciones preventivas que promuevan vínculos
afectivos sanos y exentos de abuso.
Según lo mencionado anteriormente, el objetivo general del estudio es: Determinar la relación entre
violencia de pareja y dependencia emocional de un instituto de Tarapoto, 2025.
METODOLOGÍA
La investigación básica o fundamental, de acuerdo con Haro et al. (2024), tiene como objetivo expandir
el saber existente, sin buscar la implementación práctica inmediata de los resultados. Su objetivo es
entender los conceptos y teorías fundamentales de un fenómeno, sentando las bases teóricas para futuras
investigaciones prácticas. El diseño no experimental, según Arias (2021), se caracteriza porque no se
llevan a cabo manipulaciones de variables, sino que los fenómenos son observados tal cual suceden en
su entorno natural, examinando las interacciones que tienen entre sí. En esta línea, los participantes no
atraviesan estímulos ni condiciones controladas; en vez de eso, se observa el fenómeno tal como ocurre
en su entorno natural. Asimismo, la perspectiva cuantitativa es utilizada en el estudio porque se
fundamenta en la recopilación y evaluación de datos numéricos con el fin de dar respuesta a las
interrogantes formuladas en la investigación y corroborar la hipótesis propuesta (Arias et al., 2022).
Además, se piensa que es un estudio de tipo transversal correlacional, pues busca determinar la conexión
entre dos o más variables en un instante determinado. Para lograrlo, se recopilarán datos de las variables
involucradas y se emplearán métodos estadísticos con el fin de determinar el grado de correlación entre
ellas (Arias et al., 2022).
Respecto a la población, Arias et al. (2022) se define como el conjunto completo de elementos o
individuos que comparten un rasgo común y, en consecuencia, se incorporan al análisis del estudio
científico. En esta ocasión, la población está compuesta por 600 alumnos.
La muestra se refiere a un conjunto de personas o eventos escogidos de una población con el fin de
llevar a cabo una investigación y alcanzar conclusiones que sean representativas acerca de ella (Arias
& Covinos, 2021). En esta investigación, participaron 234 personas. Se utilizó un muestreo
probabilístico aleatorio simple, lo que garantiza que cada integrante del grupo tenga igual probabilidad
de ser elegido. Esto significa que la elección de un participante no depende para nada de la de los otros
(Otzen & Manterola, 2017; citado en Cortés et al., 2023).
pág. 1221
Según Cisneros et al., el método que se emplea y evalúa para llevar a cabo una exploración es la
encuesta. Al (2022) señala que es una técnica utilizada para recopilar información en investigaciones
científicas. Por otra parte, se utilizaron herramientas que contaban con niveles psicométricos
apropiados. El CUVINO-R, que tuvo un coeficiente alfa de 0.981 y una validez de contenido de 0.96,
se utilizó para medir la violencia en parejas, lo cual evidencia una consistencia interna sobresaliente.
En cuanto al Cuestionario de Dependencia Emocional (CDE), logró una confiabilidad de 0.976 y una
validez de 0.96, lo que confirma su exactitud y estabilidad para medir la variable que le corresponde.
Los criterios de inclusión incluyen a individuos que sean homosexuales o heterosexuales, que tengan
entre 18 y 25 años y que mantengan una relación amorosa por lo menos durante tres meses. Respecto a
los criterios de exclusión, se tienen en cuenta todos aquellos que se han graduado y no estén presentes
durante la aplicación. En lo que se refiere al código de ética, se recurrió a la resolución de la UCV RCU
N°0659-2024 y RVI N°081-2024 que será acatado. Se logró el consentimiento informado de todos los
sujetos que participaron, así como la autorización pertinente de los autores de las herramientas utilizadas
para evaluar psicológicamente en este estudio. Los principios bioéticos esenciales se tuvieron en cuenta
durante la selección y el desarrollo del estudio como guía de actuación. Entre ellos, sobresalen: la
justicia, que asegura la equidad, impide la discriminación y garantiza a todos los sujetos involucrados
en la investigación un trato igualitario; la beneficencia, cuyo objetivo es fomentar el beneficio de los
participantes y de la institución implicada; la no maleficencia, que tiene como meta prevenir cualquier
clase de daño o sufrimiento innecesario; y la autonomía, que reconoce el derecho individual a tomar
decisiones informadas sobre su bienestar y participación (Castro et al., 2019).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los hallazgos más importantes, que muestran una conexión relevante entre la violencia de pareja y
diferentes elementos de la dependencia emocional se exponen en esta sección. La prueba de
Kolmogorov-Smirnov reveló un valor de significación menor a 0.05 (p = 0.000), lo que señaló que las
variables no obedecían una distribución normal y justificó el uso de pruebas no paramétricas. La
correlación de Spearman, en función de lo anterior, posibilitó detectar vínculos positivos significativos
entre las dimensiones analizadas expresión afectiva, expresión límite, búsqueda de atención, miedo a la
soledad, ansiedad por separación y modificación de planes.
Según Cisneros et al., el método que se emplea y evalúa para llevar a cabo una exploración es la
encuesta. Al (2022) señala que es una técnica utilizada para recopilar información en investigaciones
científicas. Por otra parte, se utilizaron herramientas que contaban con niveles psicométricos
apropiados. El CUVINO-R, que tuvo un coeficiente alfa de 0.981 y una validez de contenido de 0.96,
se utilizó para medir la violencia en parejas, lo cual evidencia una consistencia interna sobresaliente.
En cuanto al Cuestionario de Dependencia Emocional (CDE), logró una confiabilidad de 0.976 y una
validez de 0.96, lo que confirma su exactitud y estabilidad para medir la variable que le corresponde.
Los criterios de inclusión incluyen a individuos que sean homosexuales o heterosexuales, que tengan
entre 18 y 25 años y que mantengan una relación amorosa por lo menos durante tres meses. Respecto a
los criterios de exclusión, se tienen en cuenta todos aquellos que se han graduado y no estén presentes
durante la aplicación. En lo que se refiere al código de ética, se recurrió a la resolución de la UCV RCU
N°0659-2024 y RVI N°081-2024 que será acatado. Se logró el consentimiento informado de todos los
sujetos que participaron, así como la autorización pertinente de los autores de las herramientas utilizadas
para evaluar psicológicamente en este estudio. Los principios bioéticos esenciales se tuvieron en cuenta
durante la selección y el desarrollo del estudio como guía de actuación. Entre ellos, sobresalen: la
justicia, que asegura la equidad, impide la discriminación y garantiza a todos los sujetos involucrados
en la investigación un trato igualitario; la beneficencia, cuyo objetivo es fomentar el beneficio de los
participantes y de la institución implicada; la no maleficencia, que tiene como meta prevenir cualquier
clase de daño o sufrimiento innecesario; y la autonomía, que reconoce el derecho individual a tomar
decisiones informadas sobre su bienestar y participación (Castro et al., 2019).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los hallazgos más importantes, que muestran una conexión relevante entre la violencia de pareja y
diferentes elementos de la dependencia emocional se exponen en esta sección. La prueba de
Kolmogorov-Smirnov reveló un valor de significación menor a 0.05 (p = 0.000), lo que señaló que las
variables no obedecían una distribución normal y justificó el uso de pruebas no paramétricas. La
correlación de Spearman, en función de lo anterior, posibilitó detectar vínculos positivos significativos
entre las dimensiones analizadas expresión afectiva, expresión límite, búsqueda de atención, miedo a la
soledad, ansiedad por separación y modificación de planes.
pág. 1222
Dependencia emocional.
Se halló una relación positiva elevada entre violencia de pareja y dependencia emocional (r = 0.835; p
= 0.000). Este descubrimiento demuestra que los individuos que tienen una dependencia emocional
elevada suelen continuar en relaciones con violencia, impulsadas por el miedo a perder la conexión
afectiva y la búsqueda de aprobación. De acuerdo con Aquino (2024), existe una correlación positiva
entre ambas problemáticas. Estos hallazgos indican que la dependencia emocional actúa como un
mecanismo para reforzar psicológicamente la agresión, lo cual obstaculiza el establecimiento de límites
sanos y crea un ciclo en el que el sujeto afectado justifica las conductas violentas con el fin de conservar
la relación.
Ansiedad por separación.
La correlación alta (r = 0.772; p = 0.000) sugiere que el miedo a la ruptura intensifica la probabilidad
de comportamientos violentos. El deseo de evitar la distancia emocional o física puede derivar en
dinámicas de control, reproches y agresión. Al mismo tiempo, Román et al. (2023) encontraron una alta
correlación positiva, indicando que la ansiedad por separación aumenta los comportamientos de
tolerancia y sumisión ante el abuso. En esta línea, el miedo fuerte a perder a la pareja se transforma en
un obstáculo emocional que dificulta romper el vínculo, haciendo que el individuo continúe en
relaciones marcadas por la violencia, incluso si es evidente el perjuicio físico y emocional.
Expresión afectiva de la pareja.
Se observó una correlación alta (r = 0.764; p = 0.000) entre la violencia y la expresión afectiva. A pesar
de que podría parecer una paradoja, se ha notado que en algunas relaciones las muestras de afecto
coexisten con episodios violentos y producen vínculos caracterizados por la ambivalencia emocional.
Siguiendo esta línea, Ricaldi (2021) descubrió una correlación positiva alta y sugirió que la expresión
intensa de afecto en relaciones desbalanceadas muestra la existencia de vínculos disfuncionales. Estas
expresiones de afecto actúan como cortos períodos de tranquilidad, lo cual obstaculiza tomar decisiones
sobre la separación. Según la teoría de la codependencia de Francis (2023), el afecto, si bien
normalmente está relacionado con la salud emocional, puede ser un modo de dependencia que perpetúa
el ciclo de violencia en ciertas circunstancias.
Dependencia emocional.
Se halló una relación positiva elevada entre violencia de pareja y dependencia emocional (r = 0.835; p
= 0.000). Este descubrimiento demuestra que los individuos que tienen una dependencia emocional
elevada suelen continuar en relaciones con violencia, impulsadas por el miedo a perder la conexión
afectiva y la búsqueda de aprobación. De acuerdo con Aquino (2024), existe una correlación positiva
entre ambas problemáticas. Estos hallazgos indican que la dependencia emocional actúa como un
mecanismo para reforzar psicológicamente la agresión, lo cual obstaculiza el establecimiento de límites
sanos y crea un ciclo en el que el sujeto afectado justifica las conductas violentas con el fin de conservar
la relación.
Ansiedad por separación.
La correlación alta (r = 0.772; p = 0.000) sugiere que el miedo a la ruptura intensifica la probabilidad
de comportamientos violentos. El deseo de evitar la distancia emocional o física puede derivar en
dinámicas de control, reproches y agresión. Al mismo tiempo, Román et al. (2023) encontraron una alta
correlación positiva, indicando que la ansiedad por separación aumenta los comportamientos de
tolerancia y sumisión ante el abuso. En esta línea, el miedo fuerte a perder a la pareja se transforma en
un obstáculo emocional que dificulta romper el vínculo, haciendo que el individuo continúe en
relaciones marcadas por la violencia, incluso si es evidente el perjuicio físico y emocional.
Expresión afectiva de la pareja.
Se observó una correlación alta (r = 0.764; p = 0.000) entre la violencia y la expresión afectiva. A pesar
de que podría parecer una paradoja, se ha notado que en algunas relaciones las muestras de afecto
coexisten con episodios violentos y producen vínculos caracterizados por la ambivalencia emocional.
Siguiendo esta línea, Ricaldi (2021) descubrió una correlación positiva alta y sugirió que la expresión
intensa de afecto en relaciones desbalanceadas muestra la existencia de vínculos disfuncionales. Estas
expresiones de afecto actúan como cortos períodos de tranquilidad, lo cual obstaculiza tomar decisiones
sobre la separación. Según la teoría de la codependencia de Francis (2023), el afecto, si bien
normalmente está relacionado con la salud emocional, puede ser un modo de dependencia que perpetúa
el ciclo de violencia en ciertas circunstancias.
pág. 1223
Modificación de planes.
La relación positiva alta (r = 0.757; p = 0.000) evidencia que la violencia aumenta cuando una persona
cambia sus decisiones o actividades por decreto de la pareja. Esto denota un patrón de dominio donde
la autonomía personal se ve limitada. De manera parecida, Rosas (2023) encontró un elevado grado de
correlación positiva, lo que sugiere que la imposición de actividades personales restringe la autonomía
individual y fortalece relaciones basadas en el dominio. Esto hace posible entender que la repetida
alteración de planes no necesariamente se debe a convenios conjuntos, sino que puede reforzar un patrón
de sometimiento en situaciones de coerción. Si las personas renuncian a tomar sus propias decisiones,
se vuelven más vulnerables ante comportamientos abusivos.
Miedo a la soledad.
El resultado (r = 0.703; p = 0.000) Se ha indicado que el temor a estar solo fomenta que se mantengan
relaciones caracterizadas por la violencia. Esta sensación de angustia obstaculiza el proceso de
separación porque mantiene a la persona atrapada en un ciclo de dependencia y fragilidad emocional.
En esta línea, Romero (2022) encontró una correlación positiva alta, mostrando que ese miedo propicia
una intensa dependencia afectiva y un continuo temor frente a potenciales situaciones de maltrato. Estos
resultados indican que el temor a la soledad puede restringir la habilidad de terminar una relación
violenta y, en algunos casos, justificar actitudes agresivas como un medio para evitar ser abandonado.
Por lo tanto, la necesidad de la empresa se vuelve un obstáculo para la autonomía.
Expresión límite.
La correlación alta (r = 0.756; p = 0.000) las reacciones emocionales intensas o descontroladas están
fuertemente vinculadas con la violencia en las relaciones, lo cual evidencia problemas en el manejo de
las emociones dentro del vínculo afectivo. Arias y sus colaboradores (2022) hallaron también una
correlación positiva significativa. Según ellos, la ausencia de control emocional y la impulsividad tienen
un impacto directo en el surgimiento de comportamientos agresivos. Así, las emociones descontroladas
no solo demuestran una escasa habilidad de autorregulación, sino que además crean situaciones
inestables donde los desacuerdos pueden derivar en episodios de maltrato. Esto convierte a las
emociones en elementos que perpetúan el ciclo violento.
Modificación de planes.
La relación positiva alta (r = 0.757; p = 0.000) evidencia que la violencia aumenta cuando una persona
cambia sus decisiones o actividades por decreto de la pareja. Esto denota un patrón de dominio donde
la autonomía personal se ve limitada. De manera parecida, Rosas (2023) encontró un elevado grado de
correlación positiva, lo que sugiere que la imposición de actividades personales restringe la autonomía
individual y fortalece relaciones basadas en el dominio. Esto hace posible entender que la repetida
alteración de planes no necesariamente se debe a convenios conjuntos, sino que puede reforzar un patrón
de sometimiento en situaciones de coerción. Si las personas renuncian a tomar sus propias decisiones,
se vuelven más vulnerables ante comportamientos abusivos.
Miedo a la soledad.
El resultado (r = 0.703; p = 0.000) Se ha indicado que el temor a estar solo fomenta que se mantengan
relaciones caracterizadas por la violencia. Esta sensación de angustia obstaculiza el proceso de
separación porque mantiene a la persona atrapada en un ciclo de dependencia y fragilidad emocional.
En esta línea, Romero (2022) encontró una correlación positiva alta, mostrando que ese miedo propicia
una intensa dependencia afectiva y un continuo temor frente a potenciales situaciones de maltrato. Estos
resultados indican que el temor a la soledad puede restringir la habilidad de terminar una relación
violenta y, en algunos casos, justificar actitudes agresivas como un medio para evitar ser abandonado.
Por lo tanto, la necesidad de la empresa se vuelve un obstáculo para la autonomía.
Expresión límite.
La correlación alta (r = 0.756; p = 0.000) las reacciones emocionales intensas o descontroladas están
fuertemente vinculadas con la violencia en las relaciones, lo cual evidencia problemas en el manejo de
las emociones dentro del vínculo afectivo. Arias y sus colaboradores (2022) hallaron también una
correlación positiva significativa. Según ellos, la ausencia de control emocional y la impulsividad tienen
un impacto directo en el surgimiento de comportamientos agresivos. Así, las emociones descontroladas
no solo demuestran una escasa habilidad de autorregulación, sino que además crean situaciones
inestables donde los desacuerdos pueden derivar en episodios de maltrato. Esto convierte a las
emociones en elementos que perpetúan el ciclo violento.
pág. 1224
Búsqueda de atención.
La correlación moderada (r = 0.662; p = 0.000) muestra que una necesidad constante de validación
puede generar conflictos y comportamientos posesivos, favoreciendo el surgimiento de conductas
violentas. Esta evidencia es coherente con la presentada por Donoso et al. (2021), que hallaron una
correlación positiva significativa; esto sugiere que la necesidad incesante de atención en el seno de la
pareja puede provocar tensiones que desembocan en conductas de maltrato. Haro et al. (2024) hallaron
un vínculo positivo moderado, lo que demuestra que la falta de afecto recíproco aumenta los conflictos
y promueve dinámicas de control en la relación. Estos hallazgos posibilitan entender que la búsqueda
desmesurada de atención puede manifestar una inseguridad emocional. Por lo tanto, si una de las partes
no cumple con las expectativas emocionales de la otra, aumentan el deseo de atención, la frustración y
la posibilidad de que ocurran comportamientos abusivos.
Durante la discusión los hallazgos respaldan las explicaciones planteadas por las teorías del apego
afectivo disfuncional de Walter Riso y del ciclo de la violencia de Lenore Walker. Evidenciando que el
temor al abandono, la necesidad de validación y la dificultad para poner límites promueven la
permanencia en vínculos dañinos. De acuerdo con Riso (1999), los apegos disfuncionales afectivos se
caracterizan por una entrega emocional excesiva que lleva a justificar el maltrato como una forma de
preservar la relación. A su vez, los hallazgos coinciden con el modelo de Walker (1979), quien describe
cómo las fases de la violencia perpetúan un ciclo que refuerza la dependencia y mantiene viva la
esperanza de cambio. En conjunto, los resultados confirman que ambos enfoques teóricos explican de
manera complementaria la dinámica psicológica que sostiene las relaciones violentas y dificulta su
ruptura definitiva.
CONCLUSIONES
La investigación demostró que existe una relación positiva entre la dependencia emocional en los
jóvenes y la violencia de pareja. Este descubrimiento muestra que las expresiones de violencia en las
relaciones amorosas aumentan a medida que la dependencia emocional se intensifica. La evidencia
estadística respalda que la violencia no solo surge como un acto aislado, sino como un patrón relacional
en el que influyen la expresión afectiva, la necesidad de atención y la dificultad para mantener la
autonomía emocional.
Búsqueda de atención.
La correlación moderada (r = 0.662; p = 0.000) muestra que una necesidad constante de validación
puede generar conflictos y comportamientos posesivos, favoreciendo el surgimiento de conductas
violentas. Esta evidencia es coherente con la presentada por Donoso et al. (2021), que hallaron una
correlación positiva significativa; esto sugiere que la necesidad incesante de atención en el seno de la
pareja puede provocar tensiones que desembocan en conductas de maltrato. Haro et al. (2024) hallaron
un vínculo positivo moderado, lo que demuestra que la falta de afecto recíproco aumenta los conflictos
y promueve dinámicas de control en la relación. Estos hallazgos posibilitan entender que la búsqueda
desmesurada de atención puede manifestar una inseguridad emocional. Por lo tanto, si una de las partes
no cumple con las expectativas emocionales de la otra, aumentan el deseo de atención, la frustración y
la posibilidad de que ocurran comportamientos abusivos.
Durante la discusión los hallazgos respaldan las explicaciones planteadas por las teorías del apego
afectivo disfuncional de Walter Riso y del ciclo de la violencia de Lenore Walker. Evidenciando que el
temor al abandono, la necesidad de validación y la dificultad para poner límites promueven la
permanencia en vínculos dañinos. De acuerdo con Riso (1999), los apegos disfuncionales afectivos se
caracterizan por una entrega emocional excesiva que lleva a justificar el maltrato como una forma de
preservar la relación. A su vez, los hallazgos coinciden con el modelo de Walker (1979), quien describe
cómo las fases de la violencia perpetúan un ciclo que refuerza la dependencia y mantiene viva la
esperanza de cambio. En conjunto, los resultados confirman que ambos enfoques teóricos explican de
manera complementaria la dinámica psicológica que sostiene las relaciones violentas y dificulta su
ruptura definitiva.
CONCLUSIONES
La investigación demostró que existe una relación positiva entre la dependencia emocional en los
jóvenes y la violencia de pareja. Este descubrimiento muestra que las expresiones de violencia en las
relaciones amorosas aumentan a medida que la dependencia emocional se intensifica. La evidencia
estadística respalda que la violencia no solo surge como un acto aislado, sino como un patrón relacional
en el que influyen la expresión afectiva, la necesidad de atención y la dificultad para mantener la
autonomía emocional.
pág. 1225
Estos elementos, al interactuar, crean un escenario propicio para la aparición y sostenimiento del
maltrato psicológico y físico.
Desde una perspectiva teórica, los descubrimientos apoyan las posiciones que interpretan la violencia
de pareja como un fenómeno asociado con la falta de recursos emocionales para enfrentar la separación
y el tipo de apego emocional presente. El temor a estar solo, junto con la búsqueda incesante de cariño,
se vuelve un factor de riesgo que restringe la habilidad de la víctima para concluir con la relación.
Asimismo, se identificó que la intensidad emocional y las reacciones impulsivas dentro de la relación
contribuyen a la escalada de los conflictos. Este comportamiento puede interpretarse como una
manifestación de inestabilidad emocional que deteriora progresivamente la comunicación y el respeto
mutuo.
En resumen, estos hallazgos nos llevan a pensar en la importancia de realizar intervenciones
psicológicas enfocadas en robustecer la autonomía emocional y la educación afectiva, con el fin de
evitar que se reproduzcan patrones de dependencia y violencia en las relaciones entre personas. Para
concluir, las investigaciones futuras deberían examinar en detalle las variables mediadoras incluyendo
elementos socioculturales para un entendimiento más completo del problema.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Aquino Huamán, E. C., & Quillimamani Mamani, E. R. (2024, agosto 8). Dependencia emocional y
violencia de parejas en estudiantes universitarios de la carrera de contabilidad de una
universidad privada Juliaca 2023 [Tesis de maestría, Universidad Católica de Trujillo Benedicto
XVI]. Repositorio Institucional UCT https://repositorio.uct.edu.pe/items/9fd4ba0d-d870-4321-
868a-e306e5566a9d
Arias Gonzales, J. L., & Covinos Gallardo, M. (2021). Diseño y metodología de la investigación.
Enfoques Consulting EIRL. http://repositorio.concytec.gob.pe/handle/20.500.12390/2260
Arias, J., Holgado, J., Tafur, T. y Vásquez M. (2022). Metodología de la investigación: El método
ARIAS para desarrollar un proyecto de tesis. (2022). Instituto Universitario de Innovación
Ciencia y Tecnología Inudi Perú. https://doi.org/10.35622/inudi.b.016
Arias-Gonzales, J. L. (2021). Diseño y metodología de la investigación. Enfoques Consulting EIRL.
https://gc.scalahed.com/recursos/files/r161r/w26022w/Arias_S2.pdf
Estos elementos, al interactuar, crean un escenario propicio para la aparición y sostenimiento del
maltrato psicológico y físico.
Desde una perspectiva teórica, los descubrimientos apoyan las posiciones que interpretan la violencia
de pareja como un fenómeno asociado con la falta de recursos emocionales para enfrentar la separación
y el tipo de apego emocional presente. El temor a estar solo, junto con la búsqueda incesante de cariño,
se vuelve un factor de riesgo que restringe la habilidad de la víctima para concluir con la relación.
Asimismo, se identificó que la intensidad emocional y las reacciones impulsivas dentro de la relación
contribuyen a la escalada de los conflictos. Este comportamiento puede interpretarse como una
manifestación de inestabilidad emocional que deteriora progresivamente la comunicación y el respeto
mutuo.
En resumen, estos hallazgos nos llevan a pensar en la importancia de realizar intervenciones
psicológicas enfocadas en robustecer la autonomía emocional y la educación afectiva, con el fin de
evitar que se reproduzcan patrones de dependencia y violencia en las relaciones entre personas. Para
concluir, las investigaciones futuras deberían examinar en detalle las variables mediadoras incluyendo
elementos socioculturales para un entendimiento más completo del problema.
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868a-e306e5566a9d
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2/publication/340581868_Aspectos_Eticos_Propios_de_los_Disenos_mas_
Utilizados_en_Investigacion_Clinica_Bioethical_Issues_of_the_Most_Frequ
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Eticos-Propios-de-los-Disenos-mas-Utilizados-en-InvestigacionClinica-Bioethical-Issues-of-
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Rosas-Muñoz, O. A., Arrambí-Díaz, C., Luna-Bernal, I. J., & Lugo-Valenzuela, R. (2022).
Dependencia emocional y violencia de pareja en usuarias del primer nivel de atención. Revista
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Institucional RI UNMDP.
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%20Dion%C3%A9%20Saint%20Romain.pdf?sequence=1&isAllowed=y](http://rpsico.mdp.e
du.ar/bitstream/handle/123456789/1316/Trabajo%20Final%20Candelaria%20Dion%C3%A9
%20Saint%20Romain.pdf?sequence=1&isAllowed=y)
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