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LA GAMIFICACIÓN COMO ESTRATEGIA
PEDAGÓGICA INNOVADORA EN LA ESCUELA
PRIMARIA COLOMBIANA ACTUAL
THE GAMIFICATION AS AN INNOVATIVE TEACHING
STRATEGY IN COLOMBIAN ELEMENTARY SCHOOLS
TODAY
Magda Caicedo Bayona
Colegio Técnico Industrial José Elías Puyana.
Nelly González Sarmiento
Instituto Técnico Aquileo Parra.
Olmedo Melo León
Colegio Técnico Industrial José Elías Puyana.
Margy Sarmiento Velásquez
Colegio Técnico Industrial José Elías Puyana.

pág. 1320
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i6.21118
La Gamificación como estrategia pedagógica innovadora en la escuela
primaria colombiana actual
Magda Caicedo Bayona1
magdaccaicedo2@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-3427-3439
Colegio Técnico Industrial José Elías Puyana.
Nelly González Sarmiento
nellygonzalezsarmiento@gmail.com
https://orcid.org/0009-0008-9010-1994
Instituto Técnico Aquileo Parra.
Olmedo Melo León
olmeleo1075@gmail.com
https://orcid.org/0009-0007-7711-0311
Colegio Técnico Industrial José Elías Puyana.
Margy Sarmiento Velásquez
margysarmiento32@gmail.com
https://orcid.org/0009-0002-3228-6691
Colegio Técnico Industrial José Elías Puyana.
RESUMEN
Este artículo examina el impacto de la gamificación como estrategia pedagógica en la educación básica
primaria en Colombia, especialmente en contextos escolares vulnerables. El objetivo principal es
comprender cómo los elementos lúdicos integrados al currículo pueden favorecer el aprendizaje
significativo, la motivación estudiantil y el desarrollo de competencias. Se emplea una metodología
cualitativa de tipo documental, basada en la revisión sistemática de investigaciones académicas,
informes institucionales y experiencias escolares entre 2020 y 2024. Los resultados evidencian que la
gamificación mejora la participación, fomenta el trabajo colaborativo y permite la estimulación de la
creatividad en el aula. Se identifican prácticas innovadoras como el uso de insignias, niveles de
dificultad progresivos, narrativas interactivas y retroalimentación continua. La conclusión principal
señala que, cuando se implementa con intencionalidad pedagógica y con respeto al contexto, la
gamificación se convierte en una herramienta transformadora de las prácticas educativas tradicionales.
Se recomienda su integración transversal en el currículo, acompañada de formación docente, adecuación
tecnológica y evaluación continua.
Palabras clave: gamificación; educación primaria; motivación escolar; aprendizaje significativo;
innovación pedagógica.
1 Autor principal
Correspondencia: magdaccaicedo2@gmail.com

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The Gamification as an innovative teaching strategy in Colombian
elementary schools today
ABSTRACT
This article examines the impact of gamification as a pedagogical strategy in primary education in
Colombia, especially in vulnerable school contexts. The main objective is to understand how playful
elements integrated into the curriculum can promote meaningful learning, student motivation, and skills
development. A qualitative documentary methodology is used, based on a systematic review of academic
research, institutional reports, and school experiences between 2020 and 2024. The results show that
gamification improves participation, encourages collaborative work, and stimulates creativity in the
classroom. Innovative practices are identified, such as the use of badges, progressive difficulty levels,
interactive narratives, and continuous feedback. The main conclusion is that when implemented with
pedagogical intent and respect for context, gamification becomes a transformative tool for traditional
educational practices. Its cross-curricular integration is recommended, accompanied by teacher training,
technological adaptation, and continuous assessment.
Keywords: gamification; primary education; school motivation; meaningful learning; pedagogical
innovation.
Artículo recibido 20 octubre 2025
Aceptado para publicación: 15 noviembre 2025

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INTRODUCCIÓN
En el contexto educativo colombiano, la educación básica primaria enfrenta retos y dificultades que
inciden directamente en la calidad del aprendizaje. Persisten aun prácticas pedagógicas centradas en la
transmisión unidireccional de contenidos, donde el docente actúa como emisor único y el estudiante
como receptor pasivo. Este método tradicional limita el desarrollo de competencias como la creatividad,
la autonomía y el pensamiento crítico, esenciales para enfrentar los retos del siglo XXI. En zonas
vulnerables, estas limitaciones se intensifican debido a factores como la deficiencia de recursos, la
sobrecarga laboral hacia el docente y la escasa formación en metodologías activas. La escuela, en estos
casos, tiende a convertirse en un espacio donde prospere las desigualdades, en lugar de ser un espacio
de transformación social.
Frente a esta situación, la gamificación se anuncia como una estrategia pedagógica innovadora que
puede aportar mucho en pro de resignificar la experiencia escolar a través de la incorporación de
actividades lúdicas. Esta propuesta implica un rediseño a profundidad de las relaciones pedagógicas,
donde el estudiante asume un rol activo, creativo y colaborativo. Según Werbach y Hunter (2012), la
gamificación permite diseñar entornos de aprendizaje innovadores, mediante asignación de desafíos, las
recompensas simbólicas y la narrativa lúdica estimulan el compromiso y la participación. En este
sentido, la gamificación como estrategia pedagógica se organiza con enfoques como el aprendizaje
basado en proyectos, la educación emocional y la pedagogía crítica, para promover una formación
integral.
Por ello, diversas investigaciones han establecido que la gamificación favorece el aprendizaje
significativo al vincular los contenidos escolares con los intereses, emociones y el contexto de los
estudiantes. En Colombia, experiencias como las desarrolladas por Rico-Bautista et al. (2020)
demuestran que esta estrategia mejora la motivación, fortalece la convivencia escolar y potencia
habilidades como la resolución de problemas y el trabajo en equipo. No obstante, su implementación
requiere una planificación cuidadosa, formación docente y adecuación curricular, especialmente en
instituciones con limitaciones materiales. La gamificación debe como una herramienta que, bien
utilizada, puede transformar la cultura escolar desde una lógica participativa y emancipadora.

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Podemos afirmar que, la relevancia de este estudio se encuentra en su contribución a la transformación
de las prácticas educativas en la escuela primaria colombiana, especialmente en territorios donde la
innovación pedagógica es perentoria. Realizado el análisis de las experiencias de gamificación
implementadas en distintas instituciones del país, se pretende identificar elementos clave, buenas
prácticas y desafíos que permitan orientar futuras investigaciones. Asimismo, se pretende aportar a la
discusión académica sobre el papel de la gamificación en la mejora de la calidad educativa y en la
promoción de la igualdad. Este análisis se realiza desde una perspectiva crítica, reconociendo que toda
estrategia pedagógica debe estar adaptada a su entorno y ser sensible a las realidades de los estudiantes.
Entendiendo lo anterior, la gamificación, además de una estrategia metodológica, puede entenderse
como una filosofía educativa que transforma la manera en que se concibe el aprendizaje. Al incorporar
actividades propias del juego como la exploración, el desafío, la retroalimentación continua y la
narrativa se genera un entorno donde los errores se convierte en oportunidad para aprender. Esta
metodología contrasta con modelos punitivos y estandarizados que predominan en muchas escuelas, y
suelen inhibir la curiosidad y la creatividad. En este sentido, la gamificación promueve una cultura
escolar inclusiva, donde cada estudiante puede avanzar a su ritmo, experimentar y construir sentido
desde su experiencia.
Desde el punto de vista neuro educativo, diversos estudios han demostrado que el juego activa zonas
cerebrales vinculadas con la motivación intrínseca, la memoria emocional y la resolución de problemas
(Gee, 2003). Esto implica que las estrategias de gamificación también favorecen procesos cognitivos
profundos. En el caso de la educación primaria, donde el desarrollo emocional y social es tan importante
como el académico, la gamificación permite integrar en total armonía estos aspectos.
En Colombia, la implementación de la gamificación en educación básica aún es incipiente, pero existen
experiencias valiosas que demuestran su potencial transformador. Algunas instituciones han
desarrollado proyectos de aula donde los estudiantes participan en jornadas narrativas, resuelven retos
vinculados al currículo y reciben retroalimentación mediante insignias o niveles. Estas prácticas, aunque
aún aisladas, demuestran que es posible construir una escuela comprometida con el desarrollo integral.
Este artículo se propone sistematizar dichas experiencias, analizarlas desde una perspectiva teórica y

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metodológica, para ofrecer orientaciones que permita su desarrollo y sostenibilidad en el sistema
educativo colombiano
Tomando en consideración todo lo anterior podemos decir que, el objetivo general de esta investigación
es analizar el uso de la gamificación en la escuela primaria colombiana desde una mirada crítica. Las
preguntas que guían el estudio son: ¿Qué elementos de la gamificación favorecen el aprendizaje
significativo en primaria? ¿Cómo se ha implementado esta estrategia en instituciones colombianas?
¿Qué retos y oportunidades emergen de su aplicación? Estas interrogantes estructuran el desarrollo del
artículo y orientan la revisión documental realizada. El enfoque cualitativo adoptado permite interpretar
las experiencias escolares desde sus significados, debilidades y potencialidades, contribuyendo a la
construcción de una educación transformadora.
METODOLOGÍA
La presente investigación se encuadra desde un enfoque cualitativo de tipo documental, dirigido a la
interpretación crítica de distintas referencias académicas, institucionales y experiencias prácticas sobre
gamificación en educación primaria. Este enfoque permite comprender los significados y prácticas
asociadas a la implementación de estrategias gamificadas en contextos escolares colombianos. Su
elección responde a la necesidad de indagar en profundidad un fenómeno educativo emergente,
reconociendo su complejidad. La investigación documental hace posible el análisis de discursos,
narrativas y propuestas pedagógicas sin intervenir directamente en el campo, pero con una mirada
reflexiva.
Por ello, la revisión documental se centró en estudios publicados entre 2020 y 2024, priorizando aquellos
que abordaran experiencias de gamificación en instituciones educativas colombianas. Se consultaron
bases de datos académicas como Scielo, Redalyc, Dialnet y Google Scholar, mediante el uso de palabras
claves como “gamificación”, “educación primaria”, “Colombia”, “motivación escolar” y “aprendizaje
significativo”. También se incluyeron documentos de política pública, informes institucionales y tesis
doctorales que aportaran perspectivas locales. Esta selección permitió construir un corpus,
representativo y pertinente para el análisis.
Igualmente, los criterios de inclusión utilizados fueron estudios con enfoque cualitativo, aplicación
explícita de estrategias gamificadas, contexto colombiano y disponibilidad de resultados evaluativos. Se

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excluyeron trabajos sin respaldo metodológico, con enfoques exclusivamente técnicos o que no
aportaran elementos interpretativos sobre la experiencia escolar. Esto con el propósito de garantizar la
coherencia epistemológica del estudio y la excelencia de los hallazgos. La revisión se realizó de forma
sistemática, tomando registro de cada una de las fuentes en fichas de análisis temático, para su
organización y comparación de la información.
Posteriormente se procedió al análisis de los datos donde se empleó técnicas de categorización abierta,
axial y selectiva, inspiradas en la teoría fundamentada (Glaser & Strauss, 1967). Estas técnicas
permitieron identificar patrones recurrentes, categorías emergentes y relaciones entre conceptos clave.
Las categorías principales fueron, elementos de la gamificación, impactos pedagógicos, condiciones de
implementación y desafíos institucionales. Este proceso se complementó con la elaboración de mapas
conceptuales, fichas de lectura crítica y registros reflexivos lo que permitió una interpretación profunda
de los hallazgos.
Para realizar, la triangulación de fuentes para fortalecer la validez del estudio. Se contrastó diferentes
documentos académicos con informes institucionales y experiencias escolares, estableciendo
convergencias y divergencias que enriquecieran el análisis. Adicional a ello, se aplicó un proceso de
revisión por pares, donde otros investigadores del campo educativo evaluaron la coherencia
metodológica y la pertinencia de las interpretaciones, donde se logró ajustar categorías y garantizar la
transparencia del proceso investigativo.
A pesar de que, la investigación no tuvo sujetos de estudio vivos, se consideraron los principios éticos
como el respeto por la autoría y la sensibilidad ante las realidades escolares. Se evitó la generalización
y se reconoció la diversidad de experiencias y enfoques pedagógicos. La ética investigativa se asumió
como una práctica reflexiva, comprometida con la transformación educativa y el reconocimiento.
De igual manera, el diseño metodológico contempló la identificación de vacíos y diferencias en la
literatura revisada. Se observó que, aunque existen experiencias valiosas de gamificación en Colombia,
muchas de ellas no han sido sistematizadas ni evaluadas con rigurosidad metodal. Lo que disminuye la
posibilidad de construir marcos teóricos y la orientación de políticas públicas basadas en evidencia. Por
ello, este estudio se propone como un aporte a la sistematización crítica de dichas experiencias,
ofreciendo insumos para su ampliación y sostenibilidad.

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En base a esto, podemos afirmar que, la metodología cualitativa documental asumida en esta
investigación permitió construir una mirada crítica y articulada acerca de la gamificación en la escuela
primaria colombiana. A través del análisis de fuentes diversas, se logró identificar prácticas exitosas,
desafíos y oportunidades de mejora. Este enfoque interpreta sus significados, problematiza sus
condiciones y proyecta caminos para la innovación pedagógica con sentido ético y transformador.
RESULTADOS
Los hallazgos obtenidos a partir de la revisión documental muestran que la gamificación ha sido
implementada en diversas instituciones educativas colombianas con resultados positivos en términos de
motivación, participación y rendimiento académico. Las estrategias más comunes incluyen el uso de
insignias, tableros de progreso, retos colaborativos y narrativas interactivas. Estas prácticas han
demostrado ser efectivas para captar la atención de los estudiantes y mantener su compromiso con el
aprendizaje, especialmente en áreas como matemáticas, lenguaje y ciencias naturales.
En los estudios analizados, se puede observar que los estudiantes responden de forma positiva a
dinámicas que les permiten asumir roles activos, tomar decisiones y recibir retroalimentación continua.
La gamificación favorece el desarrollo de habilidades como la autonomía, la creatividad y la resolución
de problemas. Además, se reporta una mejora en la convivencia escolar, ya que las actividades lúdicas
promueven el trabajo en equipo, la empatía y el respeto por la diversidad. Estas competencias son
fundamentales para la formación integral en la educación básica.
También se identificaron experiencias demostrativas donde la gamificación ha sido utilizada para
abordar temáticas transversales como la sostenibilidad, la ciudadanía y la inclusión. En estos casos, los
docentes diseñaron juegos narrativos que permitieron a los estudiantes reflexionar sobre problemáticas
sociales, proponer soluciones y construir conocimiento de manera colaborativa. Estas iniciativas
muestran el potencial de la gamificación para articular contenidos curriculares con valores éticos y
sociales, generando aprendizajes significativos.
Asimismo, hay registros de instituciones rurales, donde se documentaron experiencias gamificadas que
no hicieron uso de tecnología avanzada, simplemente de recursos simbólicos y materiales accesibles.
Como, por ejemplo, el uso de mapas narrativos, fichas de retos y sistema de puntos, lo que facilitó
adaptar la gamificación a contextos con limitaciones de conectividad. Estos casos demuestran que la

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gamificación no es exclusiva al entorno digital, por el contrario, puede, ser implementada desde la
creatividad pedagógica y la sensibilidad al entorno.
Los docentes que implementaron estas experiencias registraron un cambio en la actitud de los
estudiantes hacia el aprendizaje, observando mayor entusiasmo, disposición para participar y
persistencia ante tareas complejas. Además, la gamificación permitió identificar talentos ocultos,
fortalecer la autoestima y generar vínculos fraternos entre docentes y estudiantes. Estos efectos, aunque
difíciles de cuantificar, podemos decir que fueron recurrentes en los testimonios revisados y se
consideran indicadores de transformación educativa.
En cuanto a los resultados académicos, algunos de estos estudios registran evidencia de mejoría en las
calificaciones, especialmente en áreas donde los estudiantes tradicionalmente presentaban dificultades.
Sin embargo, los autores advierten que el impacto de la gamificación no debe medirse únicamente en
términos de rendimiento, sino en la calidad de los procesos formativos. La gamificación contribuye a
que los estudiantes comprendan los contenidos, relacionen el saber con su vida diaria y desarrollen
habilidades para aprender de manera autónoma.
También se identificaron desafíos importantes. Entre ellos, la falta de formación docente relacionada
con el diseño de estrategias pedagógicas gamificadas, la poca inversión tecnológica en algunas
instituciones y la dificultad para adaptar las estrategias a contextos con diversidad cultural. Esto
obstaculiza la sostenibilidad de las experiencias y requieren atención institucional. La gamificación,
para ser efectiva, debe estar acompañada de políticas de apoyo, recursos idóneos, así como espacios de
formación continua para los educadores.
De manera concluyente, los resultados evidencian que la gamificación puede ser una herramienta
transformadora en la educación primaria colombiana, para ello, su implementación debe tener
coherencia pedagógica, sensibilidad y acompañamiento institucional. La correcta sistematización de
estas experiencias permite visibilizar buenas prácticas, identificar condiciones favorables y generar
aprendizajes colectivos para ser replicados. Estos hallazgos serán discutidos en profundidad en el
siguiente apartado, donde se analizarán sus diversas implicaciones.

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DISCUSIÓN
Tomando en consideración, los hallazgos obtenidos, estos permiten afirmar que la gamificación como
estrategia pedagógica, genera un impacto positivo en la educación primaria colombiana, siempre que se
implemente con coherencia pedagógica y sensibilidad hacia el contexto. En comparación con estudios
realizados en España (González & Mora, 2021), México (Ramírez & Torres, 2020) y Chile (Paredes &
Soto, 2022), podemos observar una tendencia regional hacia la integración de actividades lúdicas en los
currículos escolares. Esta evolución se da en respuesta a la necesidad de modernizar las prácticas
docentes y atender a los intereses y necesidades de los estudiantes del siglo XXI. En Colombia,
experiencias como las sistematizadas por Rico-Bautista et al. (2020) evidencian que la gamificación
puede ser una vía legítima para la transformación educativa.
Desde una mirada crítica, es importante destacar que la gamificación no debe reducirse a la
incorporación de juegos digitales o recompensas superficiales. Su potencial radica en la capacidad de
trasformar las prácticas pedagógicas, promoviendo la participación, el reconocimiento de la diversidad
y la construcción colectiva del conocimiento. Freire (1997) ya advertía que la educación debe ser un
acto de libertad, no de domesticación. En este sentido, la gamificación se alinea con enfoques como la
pedagogía crítica, el aprendizaje significativo (Ausubel, 2002) y el pensamiento complejo (Morin,
1999), al promover experiencias que vinculan lo cognitivo con lo emocional.
Los estudios consultados coinciden en afirmar que la gamificación favorece el aprendizaje significativo,
entendido como aquel que conecta los nuevos saberes con los conocimientos previos, las emociones y
los contextos de vida de los estudiantes. Por su parte, Bruner (1990) y Novak (2010) sostienen que el
aprendizaje se potencia cuando se produce una estructuración narrativa la cual se vincula con la
experiencia vivida. Cuando se incorpora elementos como desafíos progresivos, retroalimentación
continua y actividades colaborativas, la gamificación estimula la curiosidad, la perseverancia y la
autorregulación. Estas competencias fortalecen la formación integral y el desarrollo de ciudadanos
integrales.
Por otra parte, las diferentes investigaciones han demostrado que la gamificación es una estrategia eficaz
para promover la inclusión educativa. En contextos vulnerables, donde las brechas de acceso y
participación tienen mayor presencia, el juego puede convertirse en una herramienta para nivelar

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oportunidades, fortalecer la autoestima y generar vínculos afectivos con el aprendizaje. Gardner (2006)
y Vygotsky (1978) coinciden en que el desarrollo de habilidades múltiples y la mediación cultural son
elementos claves para una educación equitativa. Con respecto a esto, las experiencias documentadas
muestran que los estudiantes que tradicionalmente eran excluidos o no se sentían motivados encuentran
en la gamificación un espacio para expresarse, participar y construir significados.
Sin embargo, la implementación de la gamificación enfrenta desafíos importantes. Entre ellos, se
destacan la falta de formación docente en cuanto al diseño de las estrategias y actividades gamificadas
(Zichermann & Cunningham, 2011), así como, la escasa infraestructura tecnológica en algunas
instituciones y la dificultad para adaptar las estrategias a contextos con diferentes expresiones culturales.
Estos obstáculos impiden la sostenibilidad de las experiencias y requieren atención institucional. La
gamificación, para ser efectiva, debe estar acompañada de políticas de apoyo, recursos y espacios de
formación continua para los educadores. Como señala Bolívar (2002), la innovación educativa no puede
depender únicamente de la voluntad individual del docente.
También debe ser tomado en cuenta, la necesidad de evaluar los impactos de la gamificación más allá
de los indicadores tradicionales. A pesar de que algunos estudios reportan mejorías en las calificaciones,
el verdadero valor de esta estrategia se refleja en la calidad de los procesos formativos, en la construcción
de significados y en el fortalecimiento de competencias para la vida. Hernández Rojas (2014) por su
parte, propone una evaluación de carácter formativa que considere la participación, la creatividad, la
colaboración y la reflexión como indicadores de aprendizaje. Esta mirada evaluativa debe estar en
consonancia con los principios de la gamificación y con los objetivos de una educación transformadora.
De igual manera, la discusión permite identificar las diferentes oportunidades para investigaciones
venideras. Por ello, es necesario profundizar en el análisis de las experiencias locales, sistematizar
buenas prácticas y construir marcos teóricos que permita una implementación de la gamificación en los
distintos niveles educativos. Además, es necesario explorar las posibilidades de articulación entre la
gamificación y otras metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos (Thomas, 2000), el
aula invertida (Bergmann & Sams, 2012) y la educación emocional (Bisquerra, 2009). Estas
articulaciones facilitan y potencian el diseño pedagógico y los efectos transformadores de la
gamificación.

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En definitiva, la gamificación se presenta como una innovación pedagógica para reconstruir la escuela
desde un pensamiento más humano, creativo y comprometido con la transformación social. Su
implementación exige una mirada transdisciplinar que reconozca la diversidad de los estudiantes y las
condiciones del entorno escolar. Este estudio aporta elementos para avanzar en esa dirección, invitando
a docentes, investigadores y responsables de política educativa a imaginar nuevas formas de enseñar y
aprender, donde el juego sea un camino amplio para construir ciudadanía.
CONCLUSIONES
La gamificación en la escuela primaria colombiana representa una alternativa pedagógica con alto
potencial transformador, especialmente en contextos donde la falta de motivación, la exclusión y la
rigidez curricular impiden el desarrollo integral del estudiante. A partir del análisis documental
realizado, se evidencia que esta estrategia, cuando es implementada con intencionalidad didáctica y
sensibilidad, favorece la participación, el aprendizaje significativo y la construcción de vínculos
afectivos con el saber (Kapp, 2012; Zichermann & Cunningham, 2011; Gee, 2003). En este sentido, la
gamificación debe ser entendida como una mediación pedagógica que resignifica el rol del estudiante y
del docente en el proceso educativo.
Los hallazgos muestran que la gamificación permite integrar dimensiones cognitivas, emocionales y
sociales del aprendizaje, en coherencia con los planteamientos de autores como Vygotsky (1978), Bruner
(1990), Gardner (2006) y Novak (2010). Cuando se incorpora elementos como desafíos progresivos,
retroalimentación continua, narrativas inmersivas y recompensas simbólicas, se inician procesos de
autorregulación, pensamiento divergente y colaboración. Los cuales vienen a promover una educación
orientada hacia el desarrollo humano sostenible, tal como lo proponen la UNESCO (2015) y la Agenda
2030 en su ODS 4.
Asimismo, se constata que la gamificación puede contribuir a la equidad educativa al ofrecer
oportunidades de aprendizaje adaptadas a la diversidad. A este respecto, Freire (1997), Morin (1999) y
Bolívar (2002), reconocen que toda estrategia pedagógica debe estar anclada en una ética del cuidado,
la justicia y la transformación social. Las experiencias revisadas muestran que estudiantes
tradicionalmente excluidos por razones socioeconómicas, culturales o cognitivas encuentran en la

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gamificación un espacio para expresarse, participar y construir significados desde sus propias
experiencias.
No obstante, la implementación de la gamificación enfrenta desafíos que deben ser abordados con
políticas públicas integrales. Entre ellos se destacan la falta de formación docente en cuanto al diseño
de estrategias gamificadas (Werbach & Hunter, 2012; Salinas, 2021), de igual forma la escasa inversión
tecnológica en zonas rurales (Rico-Bautista et al., 2020) y la creciente necesidad de adaptar las
estrategias a contextos con diversidad cultural (Torres & López, 2023). Todos estos retos exigen una
acción donde participen los entes responsables o involucrados como son las instituciones educativas,
universidades, gobiernos locales y organizaciones de la sociedad civil.
La rigidez metodológica, exige que se ratifique la importancia de evaluar la gamificación desde una
perspectiva formativa y cualitativa. Según lo planteado por Hernández Rojas (2014), Stake (2005) y
Flick (2022), donde se indica que la evaluación debe considerar además de los productos finales,
también los procesos, las interacciones y los aprendizajes emergentes. Por lo que se hace necesario
diseñar instrumentos que permitan la valoración de la creatividad, la colaboración, la reflexión y la
transformación personal y colectiva. La gamificación, en este entendido, se convierte en una herramienta
capaz de democratizar el conocimiento y fortalecer la presencia estudiantil.
Por ello, este estudio invita a profundizar en la investigación sobre gamificación desde enfoques que
tomen en cuenta lo participativo, narrativo y etnográfico. Esto ante la necesidad de documentar los
aportes y vivencias de los estudiantes, docentes y comunidades, para comprender sus significados. Ante
esto autores como Kemmis & McTaggart (2005), Van Manen (1990) y Bolívar (2002) hacen hincapié
en la importancia de investigar con los sujetos y no sobre ellos, reconociendo su saber pedagógico y su
capacidad de transformación.
En definitiva, la gamificación es una propuesta que, correctamente diseñada e implementada, puede
contribuir a la construcción de una escuela humanizada y creativa. Por ello su importancia se encuentra
en su capacidad para articular el juego con el conocimiento, la emoción con la razón, y la experiencia
con la reflexión. Según lo señalado por Bisquerra (2009), Cobo & Moravec (2011) y Darder (2014),
educar es también imaginar futuros posibles, y la gamificación puede ser una vía para hacerlo desde la
alegría, la colaboración y el compromiso.

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Por tanto, y considerando lo expresado en el artículo podemos recomendar que las instituciones
educativas incorporen la gamificación de manera transversal en sus proyectos pedagógicos, acompañada
de formación docente continua, adecuación curricular y evaluación reflexiva. Asimismo, se sugiere
llamar la atención de los responsables de las políticas educativas a que reconozcan el valor de esta
estrategia y generen condiciones para su expansión sostenible. La escuela del siglo XXI necesita
metodologías que conecten con la realidad de los estudiantes, que promuevan el juego como forma de
conocimiento y que construyan ciudadanía desde la experiencia transformadora.
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