pág. 1425
INFECCIONES OSTEOARTICULARES
POSTRAUMÁTICAS EN EXTREMIDADES:
ABORDAJE QUIRÚRGICO Y MANEJO
ANTIMICROBIANO

POST
-TRAUMATIC OSTEOARTICULAR INFECTIONS IN THE
EXTREMITIES: SURGICAL APPROACH AND ANTIMICROBIAL

MANAGEMENT

Nataly Daniela Ocaña Arguello

Hospital de Especialidades de las Fuerzas Armadas

Gina Mishell León Eras

Investigador Independiente

Francisca Alejandra Loaiza Castro

Universidad Tecnológica Equinoccial

María Fernanda Piedra Cevallos

Investigador Independiente

Angélica Nikol Moreno Arias

Universidad Tecnológica Equinoccial

Luis Fernando Proaño Miño

Pontificia Universidad Católica del Ecuador
pág. 1426
DOI:
https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i6.21142
Infecciones osteoarticulares postraumáticas en extremidades: abordaje
quirúrgico y manejo antimicrobiano

Nataly Daniela Ocaña Arguello
1
oc_333@outlook.com

https://orcid.org/0000-0001-8392-4679

Hospital de Especialidades de las Fuerzas
Armadas

Gina Mishell León Eras

mishell99leon@gmail.com

https://orcid.org/0009-0007-9941-4914

Investigador Independiente

Francisca Alejandra Loaiza Castro

francisca.loaizacastro@gmail.com

https://orcid.org/0009-0004-2176-7742

Universidad Tecnológica Equinoccial

María Fernanda Piedra Cevallos

maferpiedra2009@gmail.com

https://orcid.org/0009-0004-7415-6945

Investigador Independiente

Angélica Nikol Moreno Arias

angelica.moreno120399@gmail.com

https://orcid.org/0009-0003-4295-7484

Universidad Tecnológica Equinoccial

Luis Fernando Proaño Miño

lproano98@gmail.com

https://orcid.org/0009-0006-2790-2823

Pontificia Universidad Católica del Ecuador

RESUMEN

Introducción: Las infecciones osteoarticulares postraumáticas en las extremidades representan un
desafío clínico significativo debido a su compleja fisiopatología, su elevada incidencia en contextos de
urgencias y traumatología, y su potencial para generar discapacidad permanente. El manejo adecuado
requiere una identificación temprana basada en la sospecha clínica, apoyada por estudios de imagen,
seguida de una intervención quirúrgica oportuna y un tratamiento antimicrobiano racional. Objetivos:
El objetivo de esta revisión es analizar los avances recientes en el diagnóstico y manejo de las
infecciones osteoarticulares postraumáticas, con énfasis en las técnicas quirúrgicas actualizadas para el
desbridamiento y reconstrucción, y en la evidencia contemporánea sobre la selección antimicrobiana,
su duración y los protocolos de transición terapéutica publicados entre 2018 y 2025. Resultados: Los
hallazgos recientes destacan la importancia del desbridamiento quirúrgico temprano y agresivo para
controlar la carga bacteriana, limitar la progresión del biofilm y preservar el tejido viable. Las opciones
reconstructivas modernas, como la terapia de presión negativa, las técnicas de cobertura de tejidos
blandos y la fijación por etapas, han mejorado de manera notable las tasas de salvamento de
extremidades. Paralelamente, los esquemas antimicrobianos ajustados a resultados microbiológicos
junto con el cambio temprano a terapia oral cuando es adecuado se han asociado con estancias
hospitalarias más cortas, menos complicaciones y mejores resultados funcionales. Discusión: La
integración de estrategias quirúrgicas y antimicrobianas constituye un marco integral para el tratamiento
efectivo. Persisten desafíos como la resistencia antimicrobiana, el diagnóstico tardío de infecciones
profundas y la variabilidad en la duración terapéutica. Un enfoque multidisciplinario coordinado es
esencial para optimizar los resultados. Conclusiones: Los avances en cirugía y terapia antimicrobiana
han transformado el manejo de las infecciones osteoarticulares postraumáticas. Protocolos estructurados
y basados en evidencia mejoran el diagnóstico temprano, la selección terapéutica y la prevención de
secuelas a largo plazo.

Palabras clave: Infecciones osteoarticulares postraumáticas; Desbridamiento quirúrgico; Manejo
antimicrobiano; Osteomielitis postraumática; Artritis séptica

1 Autor principal

Correspondencia:
oc_333@outlook.com
pág. 1427
Post
-traumatic osteoarticular infections in the extremities: surgical
approach and antimicrobial management.

ABSTRACT

Introducction: Post-traumatic osteoarticular infections of the extremities represent a significant clinical
challenge due to their complex pathophysiology, their high incidence in emergency and trauma settings,
and their potential to cause permanent disability. Proper management requires early identification based
on clinical suspicion, supported by imaging studies, followed by timely surgical intervention and
rational antimicrobial treatment.
Objectives: The objective of this review is to analyze recent advances
in the diagnosis and management of post
-traumatic osteoarticular infections, with emphasis on updated
surgical techniques for debridement and reconstruction, as well as contemporary evidence regar
ding
antimicrobial selection, treatment duration, and therapeutic transition protocols published between 2018

and 2025.
Results: Recent findings highlight the importance of early and aggressive surgical
debridement to control bacterial load, limit biofilm progression, and preserve viable tissue. Modern

reconstructive options, such as negative
-pressure therapy, soft-tissue coverage techniques, and staged
fixation, have significantly improved limb
-salvage rates. In parallel, microbiology-guided antimicrobial
regimens, along with early transition to oral therapy when appropriate, have been associated with shorter

hospital stays, fewer c
omplications, and better functional outcomes. Discussion: The integration of
surgical and antimicrobial strategies constitutes a comprehensive framework for effective treatment.

Ongoing challenges include antimicrobial resistance, delayed diagnosis of deep infections, and

variability in treatment duration. A coo
rdinated multidisciplinary approach is essential to optimize
outcomes.
Conclusions: Advances in surgery and antimicrobial therapy have transformed the
management of post
-traumatic osteoarticular infections. Structured, evidence-based protocols improve
early diagnosis, therapeutic selection, and the prevention of long
-term sequelae.
Keywords
: Post-traumatic osteoarticular infections; Surgical debridement; Antimicrobial management;
Post
-traumatic osteomyelitis; Septic arthritis
Artículo recibido 20 octubre 2025

Aceptado para publicación: 15 noviembre 2025
pág. 1428
INTRODUCCION

Las infecciones osteoarticulares postraumáticas en las extremidades constituyen una de las
complicaciones más relevantes y desafiantes dentro de la cirugía ortopédica y traumatológica, debido a
su elevada morbilidad, su compleja fisiopatología y su impacto funcional a largo plazo¹-². Generalmente
se presentan después de fracturas abiertas, procedimientos quirúrgicos, heridas penetrantes o
traumatismos de alta energía, escenarios en los que la combinación de daño tisular, contaminación inicial
y alteraciones de la perfusión favorecen la colonización bacteriana³-⁴.

El aumento de la incidencia en los últimos años se ha relacionado con la mayor frecuencia de accidentes
de alta energía y el incremento en el uso de implantes ortopédicos¹-⁴. La presencia de material de
osteosíntesis constituye un factor de riesgo significativo, ya que facilita la adherencia bacteriana y la
formación temprana de biofilm, fenómeno que dificulta el control de la infección y reduce la efectividad
de los antimicrobianos⁵⁶. Entre los microorganismos más frecuentemente implicados se encuentran
Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis y diversos bacilos gramnegativos, especialmente
en heridas abiertas contaminadas⁷-⁸.

El diagnóstico clínico temprano es un reto, pues los síntomas iniciales como dolor persistente,
inflamación o retraso en la consolidación pueden confundirse con respuestas inflamatorias normales tras
el trauma o la cirugía¹-⁹. Cuando la infección progresa, pueden aparecer signos más evidentes como
drenaje purulento, exposición ósea, necrosis o inestabilidad del foco, lo que indica un proceso infeccioso
establecido que requiere intervención inmediata¹⁰.

El tratamiento de las infecciones osteoarticulares postraumáticas se sustenta en dos pilares
fundamentales: el control quirúrgico adecuado y el uso racional de antimicrobianos. El desbridamiento
exhaustivo continúa siendo la piedra angular del manejo, ya que permite la eliminación de tejido
desvitalizado y reduce de manera significativa la carga bacteriana, creando condiciones favorables para
la cicatrización y la reconstrucción subsiguiente⁴-⁵. A esto se suma la necesidad de una estabilización
mecánica adecuada del hueso afectado, lo cual ayuda a restablecer la función y a evitar complicaciones
adicionales⁶⁸.

El inicio temprano de terapia antimicrobiana es esencial, particularmente en infecciones agudas. Sin
embargo, su máxima efectividad se alcanza cuando el tratamiento se ajusta en función de cultivos
pág. 1429
profundos obtenidos durante el desbridamiento quirúrgico⁷-⁹. La selección antibiótica debe considerar
el perfil microbiológico local, la gravedad del cuadro y la presencia de implantes, ya que estos factores
influyen directamente en la respuesta terapéutica¹⁰.

Materiales y métodos

Se llevó a cabo una revisión narrativa de la literatura centrada en infecciones osteoarticulares
postraumáticas en extremidades, abordaje quirúrgico y manejo antimicrobiano. Para la búsqueda
bibliográfica se utilizaron las bases de datos PubMed, Web of Science (WOS), Scopus y Google Scholar
como fuente complementaria. Se emplearon combinaciones de palabras clave relacionadas con “post-
traumatic osteoarticular infections”, “fracture-related infection”, “surgical debridement”, “limb
reconstruction” y “antimicrobial therapy”. La búsqueda incluyó artículos publicados entre 2018 y 2025
con el objetivo de recopilar evidencia actualizada y clínicamente relevante. Se priorizaron estudios
originales, guías clínicas, revisiones sistemáticas y consensos internacionales.

Tras la selección y análisis crítico del material identificado, se integraron un total de 30 referencias
bibliográficas consideradas pertinentes para los objetivos del estudio. Se excluyeron artículos
duplicados, informes con información incompleta o publicaciones sin revisión por pares. La información
recopilada fue organizada en torno a los principales ejes temáticos: fisiopatología postraumática,
criterios diagnósticos clínicos, principios del abordaje quirúrgico, estrategias de reconstrucción y
recomendaciones contemporáneas sobre terapias antimicrobianas dirigidas. La interpretación final se
desarrolló siguiendo un enfoque integrador, orientado a sintetizar la evidencia disponible y proporcionar
una visión completa del manejo actual de estas infecciones.

RESULTADOS

Los estudios identificados describen un conjunto amplio de hallazgos en relación con la fisiopatología,
el abordaje quirúrgico y el tratamiento antimicrobiano de las infecciones osteoarticulares postraumáticas
en extremidades. A partir de las treinta fuentes seleccionadas, se organizó la información en cuatro ejes:
comportamiento clínico, estrategias quirúrgicas, manejo antibiótico y resultados funcionales. La
evidencia recopilada confirma que el éxito terapéutico depende de la integración ordenada de estos
componentes, así como de la temporalidad en la toma de decisiones¹¹-¹²-¹³.
pág. 1430
En relación con el comportamiento clínico, la mayoría de los estudios coinciden en que la infección
suele manifestarse dentro de las primeras semanas posteriores al trauma o cirugía, aunque un porcentaje
considerable evoluciona hacia formas subagudas o crónicas¹⁴-¹⁵-¹⁶. Los pacientes con fracturas abiertas,
heridas de alta energía y extensión significativa de daño tisular presentan la mayor incidencia. Los
microorganismos identificados con mayor frecuencia corresponden a Staphylococcus aureus, seguido
por bacilos gramnegativos, mientras que las infecciones polimicrobianas se relacionan con lesiones
extensas y contaminación severa¹⁷-¹⁸.

Gráfico 1. Características clínicas iniciales más reportadas en infecciones postraumáticas

Dolor persistente |
(78%)
Eritema local |
(65%)
Retardo en consolidación |
(54%)
Drenaje purulento |
(42%)
Fiebre |
(35%)
Fuente: 9

Respecto al abordaje quirúrgico, la literatura analizada muestra que el desbridamiento temprano y
agresivo continúa siendo la intervención más determinante para el control de la infección¹⁹-²⁰-²¹. La
eliminación de todo tejido desvitalizado, junto con la identificación y escisión de zonas necróticas, se
asocia con mejores resultados en términos de erradicación bacteriana. La evidencia también muestra que
el uso de fijación temporal externa inmediatamente posterior al desbridamiento mejora la estabilidad del
foco y permite la planificación de procedimientos reconstructivos posteriores²²-²³.

Los estudios recientes resaltan la eficacia de los espaciadores impregnados con antibióticos, tanto en
estrategias por etapas como en defectos segmentarios moderados²⁴-²⁵. Su utilización reduce la carga
bacteriana local, mantiene el espacio anatómico y facilita la posterior reconstrucción ósea. Asimismo,
técnicas avanzadas como la estimulación ósea, los injertos estructurales y las reconstrucciones mediante
colgajos libres microvascularizados han mostrado un impacto positivo en la reducción de amputaciones
relacionadas con la infección²⁶-²⁷-²⁸.
pág. 1431
TABLA 1. Estrategias quirúrgicas con mayor impacto en el control de la infección

Estrategia quirúrgica
Eficacia reportada
Desbridamiento agresivo
Alta
Estabilización externa
ModeradoAlta
Espaciadores con antibiótico
Alta
Colgajos libres o locales
Alta
Fijación definitiva en dos etapas
Moderada
Fuente: 8

En cuanto al tratamiento antimicrobiano, la literatura coincide en que el inicio temprano de antibióticos
empíricos es recomendable en casos agudos; sin embargo, el mayor beneficio se obtiene cuando la
terapia se ajusta con base en cultivos profundos, tomados idealmente durante el primer procedimiento
quirúrgico²⁹-³⁰. Los estudios revisados muestran que la combinación de cefalosporinas de primera o
segunda generación con agentes activos contra gramnegativos constituye una elección inicial frecuente.
Para infecciones por estafilococos meticilino resistentes, los tratamientos más utilizados incluyen
vancomicina y linezolid³¹-³².

Uno de los hallazgos más consistentes en la evidencia contemporánea es el éxito del cambio temprano
a terapia oral, siempre que exista estabilidad clínica y una adecuada respuesta inicial al tratamiento
intravenoso³³-³⁴. Esta estrategia reduce la estancia hospitalaria y evita complicaciones asociadas a
accesos venosos prolongados, sin comprometer el control de la infección. Los estudios también
muestran que la duración total del tratamiento puede oscilar entre seis y doce semanas, dependiendo del
grado de desbridamiento, la extensión del daño óseo y la estabilidad mecánica del foco³⁵-³⁶.
pág. 1432
TABLA 2. Antibióticos más utilizados según tipo de microorganismo

Microorganismo
Antibiótico de elección Alternativas frecuentes
S. aureus sensible
Cefazolina Clindamicina
MRSA
Vancomicina Linezolid, daptomicina
Bacilos gramnegativos
Ceftriaxona Piperacilina-tazobactam, carbapenémicos
Infecciones mixtas
Terapia combinada Según antibiograma
Los resultados funcionales a largo plazo muestran que los pacientes tratados mediante un enfoque
integrado presentan mejores tasas de recuperación, menor recurrencia y mayor conservación de la
extremidad³⁷-³⁸. La literatura reporta que la adecuada reconstrucción de tejidos blandos y la estabilidad
mecánica del foco óseo son los factores más influyentes en el pronóstico funcional³⁹. Asimismo, la
rehabilitación temprana se ha asociado con mejores resultados en movilidad, equilibrio y fuerza, siempre
que se lleve a cabo bajo vigilancia interdisciplinaria⁴⁰-⁴¹.

DISCUSION

Los resultados analizados en esta revisión permiten comprender con mayor claridad los factores que
influyen en el desarrollo, persistencia y resolución de las infecciones osteoarticulares postraumáticas en
extremidades. En primera instancia, se observa que la mayoría de los estudios coinciden en que el éxito
terapéutico depende directamente de la secuencia y calidad del manejo inicial, particularmente del
desbridamiento quirúrgico y la estabilización mecánica del foco afectado²⁰. La evidencia demuestra de
manera consistente que los procedimientos tardíos o incompletos se relacionan con mayor recurrencia,
progresión hacia osteomielitis crónica y una elevada probabilidad de perder la extremidad²¹. Esta
relación confirma la importancia de la intervención temprana como pilar fundamental del tratamiento.

Otro hallazgo relevante es la identificación de patrones microbiológicos característicos según el
mecanismo del trauma y el grado de contaminación. Los estudios revisados señalan con frecuencia a
Staphylococcus aureus como el principal agente causal, seguido por estafilococos coagulasa negativos
pág. 1433
y diversos bacilos gramnegativos, en especial cuando las heridas están expuestas a suelos o agua durante
el trauma²². Esta diversidad microbiana tiene implicaciones directas en la elección del tratamiento, ya
que obliga a considerar la posibilidad de infecciones polimicrobianas o incluso multirresistentes,
especialmente en escenarios de fracturas abiertas o lesiones altamente contaminadas. Este problema se
agrava con el incremento global de resistencias antimicrobianas, el cual continúa siendo un desafío
significativo para el manejo adecuado de estas infecciones²³.

La literatura también resalta la relevancia del biofilm como factor de persistencia y progresión de la
infección. Numerosos autores explican que la presencia de material de osteosíntesis crea una superficie
ideal para la adhesión bacteriana y el desarrollo de microambientes que protegen a los microorganismos
de la acción antimicrobiana²⁴. Este fenómeno explica por qué muchos tratamientos fracasan a pesar del
uso de antibióticos adecuados, y por qué en múltiples casos se requiere retirar o recambiar los implantes
para lograr la resolución completa del proceso infeccioso. El concepto de biofilm es particularmente
relevante en infecciones crónicas, donde la agresividad del desbridamiento debe incrementar con el fin
de eliminar tejido desvitalizado y reducir la carga bacteriana residual.

En cuanto a las estrategias quirúrgicas, los estudios coinciden en que un desbridamiento meticuloso y
sistemático es indispensable para el control de la infección²⁵. Este procedimiento debe incluir la
evaluación de partes blandas, la identificación de zonas de necrosis y la remoción de todo tejido no
viable. Además, la estabilización temporal mediante fijación externa ha demostrado mejorar la
cicatrización y facilitar la planificación de reconstrucciones posteriores, reduciendo complicaciones
asociadas con la inestabilidad ósea. Asimismo, técnicas reconstructivas avanzadas, como el uso de
colgajos libres microvascularizados y procedimientos de relleno óseo, han mostrado un impacto
significativo en la preservación de la extremidad y en la recuperación funcional²⁶. La literatura revisada
señala que la calidad de la cobertura de tejidos blandos es uno de los factores más determinantes para
prevenir la reinfección y lograr resultados satisfactorios.

Respecto al tratamiento antimicrobiano, diversos estudios indican que iniciar una terapia empírica
adecuada es esencial en infecciones agudas, especialmente cuando existe compromiso sistémico²⁷. No
obstante, el mayor enfoque actual se centra en el valor de los cultivos profundos, obtenidos
intraoperatoriamente durante el desbridamiento, para guiar una terapia verdaderamente dirigida. La
pág. 1434
evidencia revisada sugiere que la terapia intravenosa puede mantenerse durante períodos más cortos de
lo que se recomendaba tradicionalmente, siempre que exista una respuesta clínica favorable y que el
control quirúrgico del foco sea adecuado²⁸. Posteriormente, el cambio temprano a terapia oral ha
demostrado resultados comparables en términos de control de la infección, con beneficios adicionales
como la reducción de los días de hospitalización y la menor incidencia de complicaciones asociadas a
catéteres.

Otra observación relevante es la importancia del manejo interdisciplinario. Varios estudios destacan que
la colaboración activa entre traumatología, infectología, cirugía plástica y rehabilitación mejora los
resultados clínicos, optimiza la adherencia terapéutica y reduce las tasas de discapacidad residual²⁹. Este
enfoque colaborativo permite una planificación más precisa de las intervenciones, un seguimiento
adecuado del paciente y una toma de decisiones más informada en situaciones complejas. Además, el
diseño de protocolos estandarizados facilita la coordinación entre equipos profesionales y asegura que
los pacientes reciban una atención integral desde el primer momento.

Finalmente, en relación con la recuperación funcional, la literatura enfatiza la importancia de la
rehabilitación temprana como parte esencial del tratamiento global³⁰. Los pacientes que inician
movilización dirigida, siempre bajo supervisión profesional y con la estabilidad mecánica adecuada,
presentan mejores resultados en términos de rango de movimiento, fuerza y preservación de la función
de la extremidad. No obstante, el inicio de la rehabilitación depende de que el proceso infeccioso esté
bajo control y de que exista estabilidad suficiente en el foco óseo.
pág. 1435
Tabla 3. Comparación de hallazgos en estudios recientes sobre infecciones osteoarticulares
postraumáticas

CONCLUSIONES

Las infecciones osteoarticulares postraumáticas en las extremidades requieren un abordaje integral
basado en desbridamiento quirúrgico exhaustivo, estabilización mecánica adecuada y terapia
antimicrobiana dirigida. La evidencia reciente demuestra que la coordinación interdisciplinaria y la
aplicación de técnicas reconstructivas avanzadas reducen significativamente la recurrencia, mejoran la
preservación del miembro y optimizan la recuperación funcional.

El manejo antimicrobiano ha evolucionado hacia estrategias más racionales, destacando el valor de
cultivos profundos, la individualización de esquemas terapéuticos y la transición temprana a terapia oral
en pacientes estables. El reconocimiento temprano, la estandarización de protocolos y la atención
multidisciplinaria se consolidan como pilares para mejorar el pronóstico a corto y largo plazo.
pág. 1436
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