pág. 1492
COHERENCIA ENTRE LAS PRÁCTICAS
PEDAGÓGICAS Y EL DISEÑO CURRICULAR 2023
EN EL NIVEL INICIAL DOMINICANO
COHERENCE BETWEEN CLASSROOM PRACTICES AND THE 2023
NATIONAL EARLY CHILDHOOD CURRICULUM IN THE
DOMINICAN REPUBLIC
Elvira Alexandra de la Cruz
Universidad Católica Nordestana
pág. 1493
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i6.21154
Coherencia entre las prácticas pedagógicas y el Diseño Curricular 2023 en
el Nivel Inicial Dominicano
Elvira Alexandra de la Cruz1
elvialex01@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-4201-7770
Universidad Católica Nordestana
República Dominicana
RESUMEN
La coherencia entre las prácticas pedagógicas y las orientaciones curriculares constituye un pilar
fundamental para garantizar aprendizajes significativos en la primera infancia y el desarrollo integral de
los niños y las niñas. El presente artículo analiza la relación entre las prácticas de aula desarrolladas en
el segundo ciclo del Nivel Inicial y los lineamientos establecidos en el Diseño Curricular 2023 del
Ministerio de Educación de la República Dominicana. Se realizó una revisión documental de literatura
científica nacional e internacional publicada entre 2017 y 2025, así como de documentos normativos
vigentes. Los hallazgos evidencian avances relevantes en la incorporación del enfoque por
competencias, el juego como eje metodológico, la mediación pedagógica y la evaluación formativa
como procesos continuos de acompañamiento del aprendizaje. No obstante, persisten brechas en la
planificación por desempeños, la documentación del aprendizaje, la organización de ambientes, el uso
del tiempo pedagógico y la sistematicidad del acompañamiento docente. Se concluye que la coherencia
curricular depende de procesos articulados de formación continua, condiciones institucionales
adecuadas, liderazgo pedagógico, gestión educativa efectiva y seguimiento permanente a la práctica para
asegurar una implementación auténtica del currículo en los contextos reales de aula.
Palabras clave: coherencia curricular; prácticas pedagógicas; competencias; Nivel Inicial; currículo.
1 Autor principal
Correspondencia: elvialex01@gmail.com
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i6.21154
Coherencia entre las prácticas pedagógicas y el Diseño Curricular 2023 en
el Nivel Inicial Dominicano
Elvira Alexandra de la Cruz1
elvialex01@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-4201-7770
Universidad Católica Nordestana
República Dominicana
RESUMEN
La coherencia entre las prácticas pedagógicas y las orientaciones curriculares constituye un pilar
fundamental para garantizar aprendizajes significativos en la primera infancia y el desarrollo integral de
los niños y las niñas. El presente artículo analiza la relación entre las prácticas de aula desarrolladas en
el segundo ciclo del Nivel Inicial y los lineamientos establecidos en el Diseño Curricular 2023 del
Ministerio de Educación de la República Dominicana. Se realizó una revisión documental de literatura
científica nacional e internacional publicada entre 2017 y 2025, así como de documentos normativos
vigentes. Los hallazgos evidencian avances relevantes en la incorporación del enfoque por
competencias, el juego como eje metodológico, la mediación pedagógica y la evaluación formativa
como procesos continuos de acompañamiento del aprendizaje. No obstante, persisten brechas en la
planificación por desempeños, la documentación del aprendizaje, la organización de ambientes, el uso
del tiempo pedagógico y la sistematicidad del acompañamiento docente. Se concluye que la coherencia
curricular depende de procesos articulados de formación continua, condiciones institucionales
adecuadas, liderazgo pedagógico, gestión educativa efectiva y seguimiento permanente a la práctica para
asegurar una implementación auténtica del currículo en los contextos reales de aula.
Palabras clave: coherencia curricular; prácticas pedagógicas; competencias; Nivel Inicial; currículo.
1 Autor principal
Correspondencia: elvialex01@gmail.com
pág. 1494
Coherence between Classroom Practices and the 2023 National Early
Childhood Curriculum in the Dominican Republic
ABSTRACT
Curricular coherence between classroom practices and curricular orientations is a fundamental pillar to
ensure meaningful learning and comprehensive development in early childhood education. This article
analyzes the relationship between classroom practices in the second cycle of Early Childhood Education
and the guidelines established in the 2023 National Curriculum of the Dominican Republic. A
documentary review of national and international scientific literature published between 2017 and 2025
was conducted, along with current regulatory documents. Findings reveal significant progress in the
incorporation of competency-based approaches, play as a pedagogical axis, pedagogical mediation, and
formative assessment as continuous processes that support learning. However, gaps persist in
performance-based planning, learning documentation, classroom environment organization, effective
use of pedagogical time, and systematic pedagogical support. The study concludes that curricular
coherence depends on articulated processes of continuous teacher training, adequate institutional
conditions, pedagogical leadership, and sustained monitoring of classroom practice to ensure authentic
curriculum implementation.
Keywords: curricular coherence; classroom practices; competencies; early childhood education;
curriculum.
Artículo recibido 20 octubre 2025
Aceptado para publicación: 15 noviembre 2025
Coherence between Classroom Practices and the 2023 National Early
Childhood Curriculum in the Dominican Republic
ABSTRACT
Curricular coherence between classroom practices and curricular orientations is a fundamental pillar to
ensure meaningful learning and comprehensive development in early childhood education. This article
analyzes the relationship between classroom practices in the second cycle of Early Childhood Education
and the guidelines established in the 2023 National Curriculum of the Dominican Republic. A
documentary review of national and international scientific literature published between 2017 and 2025
was conducted, along with current regulatory documents. Findings reveal significant progress in the
incorporation of competency-based approaches, play as a pedagogical axis, pedagogical mediation, and
formative assessment as continuous processes that support learning. However, gaps persist in
performance-based planning, learning documentation, classroom environment organization, effective
use of pedagogical time, and systematic pedagogical support. The study concludes that curricular
coherence depends on articulated processes of continuous teacher training, adequate institutional
conditions, pedagogical leadership, and sustained monitoring of classroom practice to ensure authentic
curriculum implementation.
Keywords: curricular coherence; classroom practices; competencies; early childhood education;
curriculum.
Artículo recibido 20 octubre 2025
Aceptado para publicación: 15 noviembre 2025
pág. 1495
INTRODUCCIÓN
La primera infancia constituye una etapa decisiva para el desarrollo integral del ser humano, en la que
se consolidan las bases cognitivas, socioemocionales, lingüísticas y motoras que sustentan el aprendizaje
a lo largo de la vida. En este contexto, la coherencia entre el currículo prescrito y las prácticas
pedagógicas reales adquiere una relevancia estratégica para garantizar la calidad de los procesos
educativos (UNESCO, 2017; UNICEF, 2020).
En las últimas décadas, los sistemas educativos han transitado desde modelos centrados en la
transmisión de contenidos hacia enfoques basados en el desarrollo de competencias, comprendidas como
la capacidad de actuar de manera integrada, pertinente y ética ante situaciones reales (Tobón, 2018;
Perrenoud, 2017). Este cambio ha implicado transformaciones en la planificación didáctica, la
mediación pedagógica, la evaluación de los aprendizajes y la organización de los ambientes educativos.
En la República Dominicana, el Diseño Curricular del Nivel Inicial 2023 reafirma el enfoque por
competencias, el juego como método privilegiado, la mediación docente intencionada, la evaluación
formativa y la centralidad del niño y la niña como sujetos activos de su aprendizaje (MINERD, 2023).
Sin embargo, diversos estudios advierten que la brecha entre lo prescrito en el currículo y lo que ocurre
en las aulas sigue siendo uno de los principales retos de los sistemas educativos latinoamericanos
(Fullan, 2019; OEI, 2022; Darling-Hammond et al., 2020).
Desde esta perspectiva, el presente artículo tiene como objetivo analizar la coherencia entre las prácticas
pedagógicas desarrolladas por las docentes del segundo ciclo del Nivel Inicial y las orientaciones
establecidas en el Diseño Curricular 2023 de la República Dominicana, identificando avances, tensiones
y desafíos que inciden en la calidad de la implementación curricular.
INTRODUCCIÓN
La primera infancia constituye una etapa decisiva para el desarrollo integral del ser humano, en la que
se consolidan las bases cognitivas, socioemocionales, lingüísticas y motoras que sustentan el aprendizaje
a lo largo de la vida. En este contexto, la coherencia entre el currículo prescrito y las prácticas
pedagógicas reales adquiere una relevancia estratégica para garantizar la calidad de los procesos
educativos (UNESCO, 2017; UNICEF, 2020).
En las últimas décadas, los sistemas educativos han transitado desde modelos centrados en la
transmisión de contenidos hacia enfoques basados en el desarrollo de competencias, comprendidas como
la capacidad de actuar de manera integrada, pertinente y ética ante situaciones reales (Tobón, 2018;
Perrenoud, 2017). Este cambio ha implicado transformaciones en la planificación didáctica, la
mediación pedagógica, la evaluación de los aprendizajes y la organización de los ambientes educativos.
En la República Dominicana, el Diseño Curricular del Nivel Inicial 2023 reafirma el enfoque por
competencias, el juego como método privilegiado, la mediación docente intencionada, la evaluación
formativa y la centralidad del niño y la niña como sujetos activos de su aprendizaje (MINERD, 2023).
Sin embargo, diversos estudios advierten que la brecha entre lo prescrito en el currículo y lo que ocurre
en las aulas sigue siendo uno de los principales retos de los sistemas educativos latinoamericanos
(Fullan, 2019; OEI, 2022; Darling-Hammond et al., 2020).
Desde esta perspectiva, el presente artículo tiene como objetivo analizar la coherencia entre las prácticas
pedagógicas desarrolladas por las docentes del segundo ciclo del Nivel Inicial y las orientaciones
establecidas en el Diseño Curricular 2023 de la República Dominicana, identificando avances, tensiones
y desafíos que inciden en la calidad de la implementación curricular.
pág. 1496
METODOLOGÍA
El presente estudio se desarrolló desde un enfoque cualitativo, sustentado en una revisión
documental y bibliográfica de carácter analítico–interpretativo, con el propósito de comprender la
coherencia entre las prácticas pedagógicas del segundo ciclo del Nivel Inicial y las orientaciones del
Diseño Curricular 2023. La investigación cualitativa fue seleccionada por su capacidad para profundizar
en los significados, interpretaciones y relaciones que se construyen en los procesos educativos,
permitiendo un análisis comprensivo de los fenómenos pedagógicos en su contexto natural (Creswell &
Poth, 2018; Flick, 2018).
La revisión de fuentes incluyó artículos científicos, libros especializados, informes
técnicos y documentos normativos publicados entre los años 2017 y 2025, con el fin de garantizar la
actualidad y pertinencia de la información analizada. Entre las principales fuentes se consideraron bases
de datos académicas indexadas, literatura latinoamericana sobre educación inicial y documentos
oficiales emitidos por organismos nacionales e internacionales vinculados a la política educativa y la
primera infancia (UNESCO, 2017; OEI, 2022; MINERD, 2023).
Los criterios de inclusión contemplaron investigaciones empíricas sobre prácticas docentes en
educación inicial, estudios relacionados con el currículo por competencias, documentos oficiales del
Ministerio de Educación de la República Dominicana y reportes de organismos internacionales sobre
calidad educativa en la primera infancia. Se excluyeron estudios anteriores al año 2017 y aquellos que
no guardaban relación directa con las categorías de análisis del presente estudio, lo que permitió asegurar
la pertinencia temática y metodológica de las fuentes seleccionadas (Hernández-Sampieri & Mendoza,
2018).
El procedimiento de análisis consistió en la organización sistemática de la información a partir
de un proceso de codificación temática, mediante el cual se clasificaron los datos en cuatro categorías
centrales, coherentes con las dimensiones establecidas en el Diseño Curricular 2023 del Nivel Inicial:
planificación por competencias, mediación pedagógica, ambientes de aprendizaje y evaluación
formativa. Esta estrategia permitió establecer relaciones, convergencias y tensiones entre los referentes
teóricos y la práctica educativa real, siguiendo los principios del análisis de contenido cualitativo
propuestos por Bardin (2016).
METODOLOGÍA
El presente estudio se desarrolló desde un enfoque cualitativo, sustentado en una revisión
documental y bibliográfica de carácter analítico–interpretativo, con el propósito de comprender la
coherencia entre las prácticas pedagógicas del segundo ciclo del Nivel Inicial y las orientaciones del
Diseño Curricular 2023. La investigación cualitativa fue seleccionada por su capacidad para profundizar
en los significados, interpretaciones y relaciones que se construyen en los procesos educativos,
permitiendo un análisis comprensivo de los fenómenos pedagógicos en su contexto natural (Creswell &
Poth, 2018; Flick, 2018).
La revisión de fuentes incluyó artículos científicos, libros especializados, informes
técnicos y documentos normativos publicados entre los años 2017 y 2025, con el fin de garantizar la
actualidad y pertinencia de la información analizada. Entre las principales fuentes se consideraron bases
de datos académicas indexadas, literatura latinoamericana sobre educación inicial y documentos
oficiales emitidos por organismos nacionales e internacionales vinculados a la política educativa y la
primera infancia (UNESCO, 2017; OEI, 2022; MINERD, 2023).
Los criterios de inclusión contemplaron investigaciones empíricas sobre prácticas docentes en
educación inicial, estudios relacionados con el currículo por competencias, documentos oficiales del
Ministerio de Educación de la República Dominicana y reportes de organismos internacionales sobre
calidad educativa en la primera infancia. Se excluyeron estudios anteriores al año 2017 y aquellos que
no guardaban relación directa con las categorías de análisis del presente estudio, lo que permitió asegurar
la pertinencia temática y metodológica de las fuentes seleccionadas (Hernández-Sampieri & Mendoza,
2018).
El procedimiento de análisis consistió en la organización sistemática de la información a partir
de un proceso de codificación temática, mediante el cual se clasificaron los datos en cuatro categorías
centrales, coherentes con las dimensiones establecidas en el Diseño Curricular 2023 del Nivel Inicial:
planificación por competencias, mediación pedagógica, ambientes de aprendizaje y evaluación
formativa. Esta estrategia permitió establecer relaciones, convergencias y tensiones entre los referentes
teóricos y la práctica educativa real, siguiendo los principios del análisis de contenido cualitativo
propuestos por Bardin (2016).
pág. 1497
Finalmente, para fortalecer la rigurosidad metodológica, se aplicaron criterios de credibilidad,
coherencia interna y trazabilidad de las fuentes, mediante la contrastación entre autores, enfoques y
evidencias documentales. Asimismo, se garantizó el uso ético de la información mediante el adecuado
registro de las citas y referencias en formato APA 7ª edición, conforme a los estándares internacionales
de producción científica (American Psychological Association, 2020).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
1. Planificación pedagógica por competencias
La planificación pedagógica constituye el eje articulador de la coherencia curricular, en tanto
permite anticipar intencionalmente los aprendizajes, organizar las estrategias de enseñanza y orientar
los procesos de evaluación desde una perspectiva formativa. El Diseño Curricular 2023 del Nivel Inicial
establece que la planificación debe centrarse en el desarrollo de competencias a través de situaciones de
aprendizaje integradas, proyectos y secuencias didácticas contextualizadas (MINERD, 2023). Sin
embargo, diversos estudios evidencian que, en la práctica, aún persiste una organización fragmentada
de las actividades, con escasa vinculación entre los propósitos, las estrategias y los indicadores de logro
esperados (González & Núñez, 2019; Romero & Silveira, 2020).
Asimismo, las investigaciones recientes señalan que muchas planificaciones continúan
elaborándose desde una lógica de cumplimiento administrativo, priorizando la cobertura de contenidos
por encima del desarrollo de desempeños auténticos en los niños y las niñas (Rivera, 2024). Desde el
enfoque por competencias, planificar implica diseñar experiencias de aprendizaje que movilicen saberes,
habilidades y actitudes de manera integrada ante situaciones reales (Tobón, 2018). Cuando esta
articulación no se logra, se debilita la intencionalidad pedagógica y, en consecuencia, la coherencia entre
el currículo prescrito y el currículo implementado en el aula.
2. Mediación pedagógica y rol docente
El rol del docente en el currículo por competencias trasciende la transmisión de
conocimientos y se concibe como un mediador que acompaña, orienta y estimula los procesos de
aprendizaje mediante el diálogo, el juego, la exploración y la interacción social (Bruner, 2019;
Vygotsky, 2018). El currículo dominicano enfatiza la importancia de la mediación intencionada, el
Finalmente, para fortalecer la rigurosidad metodológica, se aplicaron criterios de credibilidad,
coherencia interna y trazabilidad de las fuentes, mediante la contrastación entre autores, enfoques y
evidencias documentales. Asimismo, se garantizó el uso ético de la información mediante el adecuado
registro de las citas y referencias en formato APA 7ª edición, conforme a los estándares internacionales
de producción científica (American Psychological Association, 2020).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
1. Planificación pedagógica por competencias
La planificación pedagógica constituye el eje articulador de la coherencia curricular, en tanto
permite anticipar intencionalmente los aprendizajes, organizar las estrategias de enseñanza y orientar
los procesos de evaluación desde una perspectiva formativa. El Diseño Curricular 2023 del Nivel Inicial
establece que la planificación debe centrarse en el desarrollo de competencias a través de situaciones de
aprendizaje integradas, proyectos y secuencias didácticas contextualizadas (MINERD, 2023). Sin
embargo, diversos estudios evidencian que, en la práctica, aún persiste una organización fragmentada
de las actividades, con escasa vinculación entre los propósitos, las estrategias y los indicadores de logro
esperados (González & Núñez, 2019; Romero & Silveira, 2020).
Asimismo, las investigaciones recientes señalan que muchas planificaciones continúan
elaborándose desde una lógica de cumplimiento administrativo, priorizando la cobertura de contenidos
por encima del desarrollo de desempeños auténticos en los niños y las niñas (Rivera, 2024). Desde el
enfoque por competencias, planificar implica diseñar experiencias de aprendizaje que movilicen saberes,
habilidades y actitudes de manera integrada ante situaciones reales (Tobón, 2018). Cuando esta
articulación no se logra, se debilita la intencionalidad pedagógica y, en consecuencia, la coherencia entre
el currículo prescrito y el currículo implementado en el aula.
2. Mediación pedagógica y rol docente
El rol del docente en el currículo por competencias trasciende la transmisión de
conocimientos y se concibe como un mediador que acompaña, orienta y estimula los procesos de
aprendizaje mediante el diálogo, el juego, la exploración y la interacción social (Bruner, 2019;
Vygotsky, 2018). El currículo dominicano enfatiza la importancia de la mediación intencionada, el
pág. 1498
andamiaje pedagógico y la formulación de preguntas abiertas como estrategias esenciales para favorecer
aprendizajes significativos en la primera infancia (MINERD, 2023).
No obstante, los resultados de diversas investigaciones evidencian que en muchos contextos
del Nivel Inicial aún predominan prácticas pedagógicas centradas en la instrucción directa, el control
del comportamiento y la repetición de tareas, limitando las oportunidades de participación activa del
estudiantado (Hamre & Pianta, 2022; Zabalza, 2020). Estas prácticas reducen la autonomía, la
creatividad y el pensamiento reflexivo de los niños y las niñas, lo que repercute negativamente en el
desarrollo de competencias. La transformación de la mediación docente requiere procesos sistemáticos
de formación continua y acompañamiento pedagógico situado.
3. Ambientes de aprendizaje
Los ambientes de aprendizaje constituyen un componente esencial de la coherencia curricular,
ya que expresan materialmente las concepciones pedagógicas del currículo y las intenciones educativas
de la práctica docente. Un ambiente preparado promueve la autonomía, la exploración, la interacción
social y el aprendizaje significativo, al ofrecer a los niños y las niñas espacios organizados, materiales
pertinentes y oportunidades de elección (Lillard, 2019; Tokuhama-Espinosa, 2021). El Diseño
Curricular 2023 plantea la organización del aula por rincones, zonas de interés y materiales diversos que
favorezcan el juego, la investigación y la creatividad (MINERD, 2023).
Sin embargo, los estudios realizados en diversos países de América Latina evidencian
importantes desigualdades en las condiciones de infraestructura, dotación de recursos didácticos y
organización de los espacios escolares, especialmente en contextos vulnerables (OEI, 2022; UNICEF,
2023). Estas limitaciones inciden directamente en la calidad de las experiencias de aprendizaje y
restringen la posibilidad de implementar plenamente las orientaciones curriculares. La garantía de
ambientes de aprendizaje adecuados constituye, por tanto, un factor clave para fortalecer la coherencia
entre el currículo y la práctica pedagógica.
4. Evaluación formativa de los aprendizajes
La evaluación formativa se concibe, desde el enfoque por competencias, como un proceso
continuo, sistemático y orientado a comprender los avances del aprendizaje, ofrecer retroalimentación
pertinente y apoyar la toma de decisiones pedagógicas oportunas (Black & Wiliam, 2018; Tobón, 2020).
andamiaje pedagógico y la formulación de preguntas abiertas como estrategias esenciales para favorecer
aprendizajes significativos en la primera infancia (MINERD, 2023).
No obstante, los resultados de diversas investigaciones evidencian que en muchos contextos
del Nivel Inicial aún predominan prácticas pedagógicas centradas en la instrucción directa, el control
del comportamiento y la repetición de tareas, limitando las oportunidades de participación activa del
estudiantado (Hamre & Pianta, 2022; Zabalza, 2020). Estas prácticas reducen la autonomía, la
creatividad y el pensamiento reflexivo de los niños y las niñas, lo que repercute negativamente en el
desarrollo de competencias. La transformación de la mediación docente requiere procesos sistemáticos
de formación continua y acompañamiento pedagógico situado.
3. Ambientes de aprendizaje
Los ambientes de aprendizaje constituyen un componente esencial de la coherencia curricular,
ya que expresan materialmente las concepciones pedagógicas del currículo y las intenciones educativas
de la práctica docente. Un ambiente preparado promueve la autonomía, la exploración, la interacción
social y el aprendizaje significativo, al ofrecer a los niños y las niñas espacios organizados, materiales
pertinentes y oportunidades de elección (Lillard, 2019; Tokuhama-Espinosa, 2021). El Diseño
Curricular 2023 plantea la organización del aula por rincones, zonas de interés y materiales diversos que
favorezcan el juego, la investigación y la creatividad (MINERD, 2023).
Sin embargo, los estudios realizados en diversos países de América Latina evidencian
importantes desigualdades en las condiciones de infraestructura, dotación de recursos didácticos y
organización de los espacios escolares, especialmente en contextos vulnerables (OEI, 2022; UNICEF,
2023). Estas limitaciones inciden directamente en la calidad de las experiencias de aprendizaje y
restringen la posibilidad de implementar plenamente las orientaciones curriculares. La garantía de
ambientes de aprendizaje adecuados constituye, por tanto, un factor clave para fortalecer la coherencia
entre el currículo y la práctica pedagógica.
4. Evaluación formativa de los aprendizajes
La evaluación formativa se concibe, desde el enfoque por competencias, como un proceso
continuo, sistemático y orientado a comprender los avances del aprendizaje, ofrecer retroalimentación
pertinente y apoyar la toma de decisiones pedagógicas oportunas (Black & Wiliam, 2018; Tobón, 2020).
pág. 1499
El currículo dominicano promueve el uso de estrategias como la observación sistemática, los registros
anecdóticos, los portafolios y la documentación pedagógica como medios para valorar los procesos de
desarrollo y aprendizaje en la primera infancia (MINERD, 2023).
No obstante, los resultados de investigaciones recientes muestran que, en la práctica, aún
predominan formas de evaluación centradas en la verificación de productos finales, con escasa
sistematización de la observación y la retroalimentación formativa (García & Pérez, 2021; Rivera,
2024). Esta situación limita el acompañamiento oportuno de los aprendizajes y reduce las posibilidades
de ajustar la intervención pedagógica a las necesidades reales de los niños y las niñas. Fortalecer la
cultura de la evaluación formativa requiere procesos de capacitación docente, acompañamiento técnico
y seguimiento institucional.
CONCLUSIONES
El presente estudio permitió profundizar en la comprensión de la coherencia entre las
prácticas pedagógicas del segundo ciclo del Nivel Inicial y las orientaciones del Diseño Curricular 2023
en la República Dominicana. Los hallazgos evidencian que, si bien se han producido avances
significativos en la apropiación del enfoque por competencias, el reconocimiento del juego como eje
metodológico y la incorporación paulatina de la evaluación formativa, estos procesos aún se desarrollan
de manera desigual entre los distintos contextos educativos. Tal como señalan organismos
internacionales, la transformación curricular es un proceso progresivo que requiere tiempo,
acompañamiento y condiciones estructurales favorables para su consolidación (UNESCO, 2021; OEI,
2022).
Los resultados confirman que la planificación pedagógica por competencias continúa siendo uno
de los principales nudos críticos de la coherencia curricular. A pesar de las orientaciones establecidas
en el currículo vigente, aún persisten prácticas de planificación fragmentadas, centradas en el
cumplimiento administrativo más que en el diseño de experiencias integradoras de aprendizaje. Esta
situación limita la posibilidad de que los niños y las niñas movilicen sus saberes de manera articulada
frente a situaciones reales, lo que debilita el sentido formativo del enfoque por competencias (MINERD,
2023; Tobón, 2018).
El currículo dominicano promueve el uso de estrategias como la observación sistemática, los registros
anecdóticos, los portafolios y la documentación pedagógica como medios para valorar los procesos de
desarrollo y aprendizaje en la primera infancia (MINERD, 2023).
No obstante, los resultados de investigaciones recientes muestran que, en la práctica, aún
predominan formas de evaluación centradas en la verificación de productos finales, con escasa
sistematización de la observación y la retroalimentación formativa (García & Pérez, 2021; Rivera,
2024). Esta situación limita el acompañamiento oportuno de los aprendizajes y reduce las posibilidades
de ajustar la intervención pedagógica a las necesidades reales de los niños y las niñas. Fortalecer la
cultura de la evaluación formativa requiere procesos de capacitación docente, acompañamiento técnico
y seguimiento institucional.
CONCLUSIONES
El presente estudio permitió profundizar en la comprensión de la coherencia entre las
prácticas pedagógicas del segundo ciclo del Nivel Inicial y las orientaciones del Diseño Curricular 2023
en la República Dominicana. Los hallazgos evidencian que, si bien se han producido avances
significativos en la apropiación del enfoque por competencias, el reconocimiento del juego como eje
metodológico y la incorporación paulatina de la evaluación formativa, estos procesos aún se desarrollan
de manera desigual entre los distintos contextos educativos. Tal como señalan organismos
internacionales, la transformación curricular es un proceso progresivo que requiere tiempo,
acompañamiento y condiciones estructurales favorables para su consolidación (UNESCO, 2021; OEI,
2022).
Los resultados confirman que la planificación pedagógica por competencias continúa siendo uno
de los principales nudos críticos de la coherencia curricular. A pesar de las orientaciones establecidas
en el currículo vigente, aún persisten prácticas de planificación fragmentadas, centradas en el
cumplimiento administrativo más que en el diseño de experiencias integradoras de aprendizaje. Esta
situación limita la posibilidad de que los niños y las niñas movilicen sus saberes de manera articulada
frente a situaciones reales, lo que debilita el sentido formativo del enfoque por competencias (MINERD,
2023; Tobón, 2018).
pág. 1500
En relación con la mediación pedagógica, los resultados muestran una tensión permanente entre
los planteamientos teóricos del currículo y las prácticas reales de aula. Aunque el rol del docente se
concibe como mediador, facilitador y acompañante del aprendizaje, en muchos contextos aún
predominan enfoques directivos que reducen la participación activa del estudiantado. Diversos estudios
confirman que la calidad de la interacción docente–estudiante es un factor determinante para el
desarrollo de competencias en la primera infancia, por lo que se hace imprescindible fortalecer los
procesos de formación continua y acompañamiento pedagógico situado (Bruner, 2019; Hamre & Pianta,
2022).
Asimismo, la organización de los ambientes de aprendizaje se identificó como un elemento
clave para la coherencia curricular. A pesar de las orientaciones del Diseño Curricular 2023 respecto a
la creación de espacios estimulantes, lúdicos y diversos, persisten importantes desigualdades en
infraestructura, dotación de recursos y condiciones materiales entre los centros educativos. Estas brechas
inciden directamente en la calidad de las experiencias de aprendizaje y en las oportunidades de desarrollo
integral de los niños y las niñas, especialmente en los contextos más vulnerables (OEI, 2022; UNICEF,
2023).
La evaluación formativa continúa siendo un componente en proceso de consolidación. Si bien
el currículo promueve estrategias centradas en la observación, la documentación pedagógica y la
retroalimentación permanente, en la práctica aún prevalecen enfoques de evaluación centrados en
productos finales. Superar esta visión requiere fortalecer la cultura evaluativa de los centros, desarrollar
competencias docentes para la observación sistemática y garantizar el acompañamiento técnico continuo
como parte del seguimiento a la implementación curricular (Black & Wiliam, 2018; García & Pérez,
2021; MINERD, 2023).
Finalmente, la coherencia curricular en el Nivel Inicial dominicano no depende exclusivamente
del diseño del currículo, sino de un entramado de factores pedagógicos, institucionales y sociales que
deben actuar de manera articulada. Fortalecer la formación docente, el liderazgo pedagógico, el
acompañamiento técnico, la dotación de recursos y la participación de las familias resulta imprescindible
para garantizar una implementación efectiva del enfoque por competencias. Estos desafíos constituyen,
En relación con la mediación pedagógica, los resultados muestran una tensión permanente entre
los planteamientos teóricos del currículo y las prácticas reales de aula. Aunque el rol del docente se
concibe como mediador, facilitador y acompañante del aprendizaje, en muchos contextos aún
predominan enfoques directivos que reducen la participación activa del estudiantado. Diversos estudios
confirman que la calidad de la interacción docente–estudiante es un factor determinante para el
desarrollo de competencias en la primera infancia, por lo que se hace imprescindible fortalecer los
procesos de formación continua y acompañamiento pedagógico situado (Bruner, 2019; Hamre & Pianta,
2022).
Asimismo, la organización de los ambientes de aprendizaje se identificó como un elemento
clave para la coherencia curricular. A pesar de las orientaciones del Diseño Curricular 2023 respecto a
la creación de espacios estimulantes, lúdicos y diversos, persisten importantes desigualdades en
infraestructura, dotación de recursos y condiciones materiales entre los centros educativos. Estas brechas
inciden directamente en la calidad de las experiencias de aprendizaje y en las oportunidades de desarrollo
integral de los niños y las niñas, especialmente en los contextos más vulnerables (OEI, 2022; UNICEF,
2023).
La evaluación formativa continúa siendo un componente en proceso de consolidación. Si bien
el currículo promueve estrategias centradas en la observación, la documentación pedagógica y la
retroalimentación permanente, en la práctica aún prevalecen enfoques de evaluación centrados en
productos finales. Superar esta visión requiere fortalecer la cultura evaluativa de los centros, desarrollar
competencias docentes para la observación sistemática y garantizar el acompañamiento técnico continuo
como parte del seguimiento a la implementación curricular (Black & Wiliam, 2018; García & Pérez,
2021; MINERD, 2023).
Finalmente, la coherencia curricular en el Nivel Inicial dominicano no depende exclusivamente
del diseño del currículo, sino de un entramado de factores pedagógicos, institucionales y sociales que
deben actuar de manera articulada. Fortalecer la formación docente, el liderazgo pedagógico, el
acompañamiento técnico, la dotación de recursos y la participación de las familias resulta imprescindible
para garantizar una implementación efectiva del enfoque por competencias. Estos desafíos constituyen,
pág. 1501
a la vez, una oportunidad para seguir avanzando hacia una educación inicial de mayor calidad, equidad
y pertinencia (UNESCO, 2021; Tobón, 2018).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
American Psychological Association. (2020). Publication manual of the American Psychological
Association (7th ed.). APA.
Bardin, L. (2016). Análisis de contenido (3.ª ed.). Ediciones Akal.
Black, P., & Wiliam, D. (2018). Classroom assessment and pedagogy. Routledge.
Bruner, J. (2019). La educación, puerta de la cultura. Gedisa.
Creswell, J. W., & Poth, C. N. (2018). Qualitative inquiry and research design: Choosing among five
approaches (4th ed.). Sage.
Darling-Hammond, L., Flook, L., Cook-Harvey, C., Barron, B., & Osher, D. (2020). Implications for
educational practice of the science of learning and development. Applied Developmental
Science, 24(2), 97–140. https://doi.org/10.1080/10888691.2018.1537791
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