Estrategias digitales en la calidad de servicio en salud

en tiempos de covid-19

 

Luisa Victoria Guerrero Medina

[email protected]

 

Lindon Gustavo Trujillo Soto

[email protected]

Lima - Per�

 

RESUMEN

Actualmente hay una preocupaci�n creciente por la mejora de la calidad en la prestaci�n de servicios de salud. En este escenario, esta investigaci�n pre experimental determina la influencia de las �Estrategias digitales� en la calidad de servicio en el personal de una cl�nica durante el COVID-19. Tras el desarrollo de un programa de estrategias digitales implementado en la din�mica organizacional de un cl�nica en Per�� se mide la percepci�n� utilizando la encuesta SERVERF modificada con 15 �tems, en dos tiempos. A nivel descriptivo, se obtiene niveles altos de percepci�n de calidad de servicio despu�s de la aplicaci�n del programa experimental, tanto en la variable como en sus dimensiones. Adem�s, con una significancia 0,002 y� un Z calculado de -3,153� (menor al -1,96 planteado) se comprueba la hip�tesis alterna que determina la influencia del programa experimental en� la calidad de servicio� de una cl�nica durante el COVID-19.

 

Palabras clave: calidad de servicio; empat�a; capacidad de respuesta

 


 

Digital strategies in the quality of health service in times of covid-19

 

ABSTRACT

Nowadays, there is a growing concern for quality improvement in the provision of health services. In this scenario, this pre-experimental research determines the influence of "Digital Strategies" on service quality during COVID-19 times in the staff of a clinic. After the application of a modified SERVERF survey with 15 items, it was possible to measure the service perception of 22 health care workers. This measurement was carried out in two stages, in correspondence with the design, implementing digital strategies in the organizational dynamics of the clinic.

At a descriptive level, high levels of service quality perception are obtained after the application of the experimental program, both in the variable and in its dimensions. In addition, with a significance of 0.002 and a calculated Z of -3.153 (lower than the -1.96 proposed), the alternative hypothesis that determines the influence of the experimental program on the quality of service of a clinic during COVID-19 is proven.

 

Keywords: quality of service; empathy; responsiveness

 

 

Art�culo recibido:� 03 marzo 2022

Aceptado para publicaci�n: 20 marzo 2022

Correspondencia:[email protected]

Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1. INTRODUCCI�N

En la actualidad se observa una creciente preocupaci�n por mejorar la calidad de todos los servicios, y eso incluye la calidad en la prestaci�n de servicios hospitalarios. La finalidad es ofrecer una atenci�n de calidad, en su totalidad, para obtener mejores resultados para los usuarios de la salud (Akdere et al., 2020). Entonces, la calidad ha cobrado un relevante protagonismo, donde el paciente tiene el rol de evaluar los servicios sanitarios (D�az y Ya�ez, 2017). Enfatizando a este paciente como consumidor, se reconoce que la calidad est� determinada por el nivel de percepci�n de �ste sobre la prestaci�n del servicio. Se vincula, as�, una mirada propia y subjetiva de la calidad, reconociendo que el usuario experimenta satisfacci�n o insatisfacci�n resultado de las interacciones humanas durante esta prestaci�n (Henao et al., 2018). Ante esta necesidad, este articulo presenta la investigaci�n realizada en un establecimiento de salud privado donde se aplic� un programa con diversas estrategias digitales para mejorar su calidad de servicio en el contexto de la pandemia COVID-19.

A nivel mundial, la realidad de los sistemas sanitarios var�a seg�n las capacidades, financieras y humanas, de los gobiernos. Los sistemas de salud est�n buscando proveer servicios de salud, - algunos con diferentes estrategias empresariales para obtener mayores ganancias-, as� como mejorar los servicios m�dicos asistenciales y la formaci�n de profesionales especializados en b�squeda de la excelencia. Para ello, se requiere implantar sistemas de gesti�n de la calidad desde un enfoque global de la organizaci�n (Silva et al.,2016, citando a Del Castillo y Sardi,2012).

En los servicios de salud, la interacci�n de los beneficiados con el prestador de salud es vital en las actividades sanitarias, ya que son servicios de alto contacto (Wibowo et al., 2020). En la experiencia diaria se observa un escenario muy complicado. Se ve un usuario de servicios de salud m�s intolerante, con una mayor carga de informaci�n, -aunque no significa que la comprende-, sobre todo, en los aspectos t�cnicos cient�ficos. Tambi�n el n�mero de profesiones, t�cnicas y escenarios que convergen, ha complejizado a�n m�s los servicios sanitarios, ya sea p�blicos o privados.

En el Per�, la Superintendencia Nacional de Salud (SUSALUD), desarroll� del 2014 al 2016, la Encuesta Nacional de Satisfacci�n de Usuarios en Salud (ENSUSALUD), que eval�a el desempe�o del sistema de salud del pa�s. Hallaron que un 70% de los usuarios est�n satisfechos con la prestaci�n brindada (Murillo et al., 2019). En mediciones del propio sistema sanitario peruano utilizando la escala SERVQUAL se hall� que, ante la gran demanda de atenci�n en los Establecimientos de Salud, hay un alto y progresivo grado de insatisfacci�n de los beneficiarios de este sector (MINSA,2011). Para Podest� y Maceda (2018) es necesario realizar un an�lisis estrat�gico, a trav�s de un FODA, de las distintas partes del sistema de salud y as� definir pol�ticas, estrategias, objetivos y metas para mejorar la calidad, seguridad y salud. Reconocen que, aunque la calidad del servicio est� normada, no hay un seguimiento de la aplicaci�n de estas normas, y pasan a segundo plano debido a la rutina hospitalaria.

El estudio de la calidad del servicio en salud es necesario y debe tener un enfoque estrat�gico permanente. Pai y Chary (2017) manifiesta que hay claro inter�s de la academia, as� como de los gestores, en hallar un sistema sanitario que pueda atender a los diferentes grupos de inter�s con los cuales interact�a. Los servicios de salud no responden a deseos sino a necesidades de car�cter individual, con diferentes caracter�sticas en relaci�n a otros servicios. Desde hace algunos a�os, Fern�ndez et al. (2012) ya nos contaba que una de esas caracter�sticas era la presencia del internet y el desarrollo tecnol�gico los que marcaban la din�mica organizacional en esos tiempos. Nac�a la estrategia Health 2.0 con una perspectiva de integralidad e innovaci�n sustentada en el concepto de web 2.0. Hasta hoy, esta estrategia cuenta con mecanismos gratuitos para comunicarse, y pueden ser usadas en la interrelaci�n entre los profesionales m�dicos o m�dico-paciente, sin embargo, a pesar de estos adelantos tecnol�gicos, la calidad de la atenci�n ofrecido por los sistemas de salud no es �ptima (Dako et al.,2017).

Por lo expuesto, esta investigaci�n cobra una elevada relevancia en el complejo escenario socio-econ�mico desatado por la pandemia de la COVID-19. Los servicios de salud han debido redise�ar con prontitud sus procesos organizacionales, con el fin de minimizar el contacto f�sico con los pacientes. Garbey et al. (2020) relataba que cada hospital se ha adaptado a la nueva crisis a medida que llegaba, por lo que la pr�ctica cl�nica puede variar mucho entre las instalaciones. Varias gu�as de procedimientos e informes se editaron r�pidamente para apoyar a la comunidad m�dica, pero llev� tiempo estandarizarlas, convirti�ndose en un desaf�o la b�squeda del aseguramiento de la continuidad en la prestaci�n del servicio m�dico.

Ante estos desaf�os, el entorno digital se ha convertido en la opci�n m�s v�lida y consistente. Sin embargo, el uso de diversas estrategias digitales no asegura la �ptima calidad del servicio. Es m�s, es posible que se tenga que re conceptualizar la calidad de servicio en salud desde par�metros distintos ante la aplicaci�n de la virtualidad. Consecuentemente, la problem�tica de la investigaci�n se centr� en el cuestionamiento sobre cu�nto influyen las Estrategias digitales en la calidad de servicio en tiempos de la COVID-19 en el personal de una cl�nica de Huaral. �Del mismo modo, esta problem�tica se traslad� a cada una de las dimensiones de la variable estudiada.

Por ello, la justificaci�n de la presente investigaci�n, desde el aspecto te�rico, fue ampliar la visi�n sist�mica de las organizaciones de salud, incrementando el discernimiento sobre el marketing, en la b�squeda necesaria para reconocer los conceptos fundamentales que son las necesidades, demandas y deseos prioritarios para un cliente en los servicios de salud en tiempos de crisis. El valor pr�ctico de este estudio fue el re dise�o de los procesos organizacionales, enfocado en mantener la calidad de servicio, aplicando estrategias digitales para mejorar la administraci�n y gesti�n de la cl�nica, facilitando el acceso a los servicios y obteniendo mayor rentabilidad. Asimismo, estos procesos respondieron a las dimensiones de calidad, determinando cu�les se pueden desarrollar mejor desde la virtualidad sin perder las consideraciones necesarias en la �ptima prestaci�n del servicio sanitario, a�adiendo que es necesario identificar instrumentos y modelos de calidad m�s eficientes. Siguiendo con el orden l�gico, los objetivos de esta investigaci�n fueron determinar la influencia de las Estrategias digitales en la calidad de servicio y sus dimensiones en tiempos de COVID-19 en el personal de una cl�nica de Huaral. Asimismo, las hip�tesis plantean la influencia de este programa en la calidad de servicio en la unidad de an�lisis.

Como punto siguiente, procederemos a conceptualizar la variable dependiente en esta investigaci�n: Calidad de servicio. Akdere et al. (2020) nos manifiestan que la calidad de servicio percibida puede entenderse como un enfrentamiento entre las expectativas de calidad de servicio de los clientes y su experiencia espec�fica con el servicio. Las expectativas se relacionan con las solicitudes de los clientes o las solicitudes de servicio. Las percepciones de las personas que utilizan los servicios de salud sobre la calidad de los servicios se han convertido en un elemento fundamental para equilibrar la calidad de la atenci�n y los servicios de salud. Por ello, es una cuesti�n importante para los profesionales sanitarios, cobrando una ineludible relevancia en sus actividades. Todo proceso sanitario involucra la medici�n de calidad, en su implementaci�n y ejecuci�n, con los insumos que se emplean, con las personas que lo ejecutan, con la organizaci�n y la tecnolog�a que lo acompa�an.

Hay coincidencias en conceptualizar la calidad como la uni�n de atributos y cualidades de un producto o servicio, -otros a�aden la capacidad relativa - para resolver las necesidades y expectativas de un cliente.� Al evolucionar este concepto se convierte en el cumplimiento de especificaciones expresados por atributos que son apreciados por el cliente/usuario a trav�s del precio que se quiere pagar por ellos. Entendemos a la calidad como la mejor adecuaci�n de un bien al uso y a la percepci�n de satisfacci�n de las necesidades (Bustamante et al., 2020, citando a Adepoju et al.,2018). Tambi�n hallamos a la calidad subjetiva reflejada en la forma en que esa calidad determina y responde a las necesidades, deseos y expectativas de los consumidores, dado que cada acci�n del servicio est� estrechamente ligada al contacto con los clientes (Hern�ndez et al., 2018).

A la vez, es necesario considerar el concepto de necesidad, puesto que en el sector sanitario esta necesidad puede desencadenarse por diversos motivos y en cualquier momento. La calidad en el servicio es como un dictamen o postura relacionada con la superioridad en general o la mejor�a del servicio en su totalidad. Es necesario tener claro qu� es un servicio y c�mo medirla, y su intangibilidad hace que la medici�n sea m�s dif�cil (Vera,2016, citando a Parasuraman et al.,1988). Es imposible separar el servicio de la calidad. Inmediatamente se produce el servicio se hace la valoraci�n del grado con que fue entregado, y no distingue la calidad de cada parte del servicio, sino el todo, en su conjunto. Las particularidades de cada tipo de servicios son factores imprescindibles para construir y comprender la calidad del servicio y no pueden ser comprobados antes, siendo el acto mismo el resultado de esta calidad.

En la tentativa de medir la calidad de servicios, el te�rico Parasumaran dio la alternativa de medir el cumplimiento y la importancia de 22 atributos asociados en 5 dimensiones: Tangibles, aseguramiento, respuesta, empat�a y confianza. Su instrumento de medici�n fue el SERVQUAL. En la d�cada de los noventas, Cronin y Taylor evidencian de que este sistema de medici�n no es adecuado, generando problemas de estabilidad y confiabilidad, debi�ndose medir solamente el desempe�o (Vera, 2018). En los �ltimos a�os se ha validado la escala SERVPERF como la medida m�s adecuada para la calidad del servicio en salud (Shafei,2019). Esto se debe, especialmente, a que los usuarios llegan a un establecimiento de salud en condiciones muy cr�ticas (Lucadamo, 2021) y es complicado pedir la acci�n reflexiva al encuestado para identificar las expectativas que plantea el SERVQUAL.

En relaci�n a la conceptualizaci�n de las dimensiones, Akdere et al. (2020)� considera que la Tangibilidad o Tangibles es la estructura f�sica, el conjunto de equipos que se utilizan y el aspecto de los trabajadores; la Fiabilidad es la aptitud de prestar el servicio ofrecido de modo fiable y preciso; la Capacidad de respuesta comprendida como la disposici�n de asistir a los clientes y prestar un servicio veloz; la responsabilidad se define como el conocimiento y cortes�a de los colaboradores y su capacidad para alentar la confianza en los clientes; por �ltimo, empat�a significa preocuparse por los dem�s y ofrecer una atenci�n individualizada a los clientes.

2. ESTRATEGIAS METODOL�GICAS O MATERIALES Y M�TODOS

El enfoque al que se orient� esta investigaci�n fue el cuantitativo,�� m�todo hipot�tico deductivo y de tipo aplicada. El dise�o fue el pre experimental al abordar la aplicaci�n de un programa de mejora (Estrategias digitales) para realizar cambios consistentes y sostenibles en una organizaci�n privada de la salud, en pos de la calidad de servicio durante la pandemia. Se realiza dos mediciones, una pre prueba y luego post prueba a una sola agrupaci�n, para determinar el grado de influencia en la aplicaci�n de dicho programa. Las mediciones se realizaron con la t�cnica de la encuesta. Los cuestionarios se distribuyeron por v�a virtual a la unidad de an�lisis, utilizando el aplicativo Google forms. El cuestionario utilizado como instrumento de recolecci�n de datos fue el� SERVPERF adaptada por Akdere (2020). Const� de 16 reactivos�� medida a trav�s de la escala Likert de cinco niveles (5 = muy de acuerdo, 3 = ni de acuerdo ni en desacuerdo, 1 = muy en desacuerdo) de acuerdo ni en desacuerdo, 1 = totalmente en desacuerdo) para medir las percepciones de los pacientes sobre la calidad de los servicios sanitarios. El modelo de la escala se bas� en el rendimiento percibido como medida m�s adecuada de la calidad del servicio. Con respecto al programa experimental, este consisti� en el desarrollo de 20 sesiones de aprendizaje. �Las sesiones fueron dise�adas con un enfoque te�rico-pr�ctico instruyendo sobre estrategias digitales incorporadas a la din�mica organizacional de la cl�nica. Para tal fin, se utilizaron m�dulos de aprendizaje, estrategias digitales interactivas para afianzar su uso y pr�ctica, se cre� un aula virtual donde se coloc� la informaci�n, y desde ese espacio se gener� la interactividad con el participante a trav�s de foros, tareas, desaf�os y lecturas.� Los diversos instrumentos digitales implementados sirven de soporte para diferentes procesos de atenci�n al usuario y del proceso administrativo y fueron desarrollados conjuntamente con los trabajadores de la cl�nica. Estas estrategias digitales guardaron relaci�n con las dimensiones de la variable estudiada.

 

3. RESULTADOS Y DISCUSI�N

Iniciaremos con la caracterizaci�n de la unidad de an�lisis, la misma que corresponde a 25 personas que laboran en un establecimiento privado de una ciudad en Per�.

Tabla 1.

Datos generales del personal de una cl�nica de Huaral

 

N

%

Sexo

Femenino

20

80,0%

Masculino

5

20,0%

Total

25

100,0%

Edad

Entre 18 a 30 a�os

11

44,0%

Entre 31 a 50 a�os

9

36,0%

Entre 51 a 70 a�os

5

20,0%

Total

25

100,0%

Grupo profesional

Administrativo

3

12,0%

Asistencial

22

88,0%

Total

25

100,0%

A�os de servicio

Menos de 2 a�os

6

24,0%

Entre 2 a 5 a�os

9

36,0%

De 5 a�os a m�s

10

40,0%

Total

25

100,0%

Tuvo COVID-19

No

9

36,0%

Es probable, pero no lo confirm�

3

12,0%

S�

13

52,0%

Total

25

100,0%

 

 

 

A nivel descriptivo la investigaci�n arrojo los siguientes resultados:

Tabla 2.

Calidad de servicio en tiempos de COVID-19 en el personal de una cl�nica de Huaral antes y despu�s de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�

 

Pretest

Postest

 

N

%

N

%

Bajo

1

4,0%

0

0,0%

Regular

21

84,0%

10

40,0%

Alto

3

12,0%

15

60,0%

Total

25

100,0%

25

100,0%

 

En la Tabla 2 se aprecia que antes de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales� principalmente hubo un nivel regular de calidad de servicio reflejado en el 84,0% del personal encuestado. Le contin�a el nivel alto, con el 12,0% del personal, y el nivel bajo, con el 4,0% del personal. Por otro lado, despu�s de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales� hubo principalmente un nivel alto de calidad de servicio reflejado en el 60,0% de los empleados. Le sigue el nivel regular, con el 40,0% de los empleados.

Tabla 3.

Tangibilidad de los servicios del personal de una cl�nica de Huaral en tiempos de COVID-19 antes y despu�s de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�

 

Pretest

Postest

 

N

%

N

%

Bajo

5

20,0%

1

4,0%

Regular

20

80,0%

20

80,0%

Alto

0

0,0%

4

16,0%

Total

25

100,0%

25

100,0%

 

Se observa en la Tabla 3 que antes de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�, de forma predominante, hubo un nivel regular de tangibilidad de una cl�nica de Huaral de acuerdo al 80,0% del personal. Le contin�a el nivel bajo, con el 20,0% del personal. A su vez, despu�s de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales; predominantemente, se aprecia que hubo un nivel regular de tangibilidad de acuerdo al 80,0% del personal; le sigue el nivel alto, con el 16,0% del personal, y el nivel bajo, con el 4,0% del personal.

Tabla 4.

Fiabilidad en tiempos de COVID-19 en el personal de una cl�nica de Huaral antes y despu�s de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�

 

Pretest

Postest

 

N

%

N

%

Bajo

3

12,0%

0

0,0%

Regular

20

80,0%

18

72,0%

Alto

2

8,0%

7

28,0%

Total

25

100,0%

25

100,0%

�������������

Tal como se muestra en la Tabla 4, antes de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�, de manera mayoritaria, se aprecia que hubo un nivel regular de fiabilidad reflejado en el 80,0% del personal. Le contin�a el nivel bajo, con el 12,0% del personal; y el nivel alto, con el 8,0%. Por otro lado, se muestra que despu�s de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�, de forma mayoritaria, hubo un nivel regular de fiabilidad reflejado en el 72,0% del personal. Le sigue el nivel alto, con el 28,0% del personal.

Tabla 5.

Capacidad de respuesta en tiempos de COVID-19 en el personal de una cl�nica de Huaral antes y despu�s de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�

 

Pretest

Postest

 

N

%

N

%

Bajo

4

16,0%

0

0,0%

Regular

16

64,0%

14

56,0%

Alto

5

20,0%

11

44,0%

Total

25

100,0%

25

100,0%

 

Se observa en la Tabla 5 que, antes de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�, se dio principalmente, un nivel regular de capacidad de respuesta reflejado en el 64,0% del personal. Le sigue el nivel alto, con el 20,0% del personal; y el nivel bajo, con el 16,0%. Por su parte, se aprecia que despu�s de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�, se dio principalmente un nivel regular de capacidad de respuesta reflejado en el 56,0% del personal; seguido por el nivel alto, con el 44,0% del personal.

Tabla 6.

Seguridad en tiempos de COVID-19 en el personal de una cl�nica de Huaral antes y despu�s de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�

 

Pretest

Postest

 

N

%

N

%

Bajo

0

0,0%

0

0,0%

Regular

21

84,0%

10

40,0%

Alto

4

16,0%

15

60,0%

Total

25

100,0%

25

100,0%

�������������

Tal como se observa en la Tabla 6, antes de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�, hubo de forma mayoritaria un nivel regular de seguridad del servicio mostrado por el 84,0% del personal. Le contin�a el nivel alto, con el 16,0% del personal. Por el contrario, se observa que despu�s de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�, hubo principalmente un nivel alto de seguridad del servicio mostrado por el 60,0% del personal; seguido por el nivel regular, con el 40,0%.

Tabla 77.

Empat�a en tiempos de COVID-19 en el personal de una cl�nica de Huaral antes y despu�s de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�

 

Pretest

Postest

 

N

%

N

%

Bajo

4

16,0%

0

0,0%

Regular

10

40,0%

6

24,0%

Alto

11

44,0%

19

76,0%

Total

25

100,0%

25

100,0%

 

Por �ltimo, en la Tabla 7 se aprecia que, antes de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�, se dio, principalmente, un nivel alto de empat�a mostrada por el 44,0% del personal. Le contin�a el nivel regular, con el 40,0% del personal, y el nivel bajo, con el 16,0%. Por otro lado, se aprecia que despu�s de la aplicaci�n de las �Estrategias digitales�, principalmente, se dio un nivel alto de empat�a mostrada por el 76,0% del personal. Le sigue el nivel regular, con el 24,0% del personal.

De otro lado, a nivel inferencial, en esta investigaci�n se determin� que existe influencia de las Estrategias digitales en la calidad de servicio en tiempos de COVID-19 en el personal de una cl�nica de Huaral, 2021. Esta hip�tesis fue comprobada por el estad�stico Wilcoxon con un valor de significancia de 0,002. Del mismo modo, las dimensiones Tangibilidad y� Fiabilidad obtuvieron un valor de significancia de 0,033; Capacidad de respuesta, Seguridad y Empat�a obtuvieron valores de significancia de 0,045, 0,005 0,027, respectivamente. Todos estos valores son inferiores al nivel de 0,05, que permite rechazar las hip�tesis nulas planteadas en la investigaci�n y aceptar las hip�tesis sobre la influencia de las estrategias digitales en cada una de las dimensiones de la variable estudiada.

Para la fase de discusi�n se revisaron investigaciones anteriores y se han considerado como ejes de discusi�n a los constructos te�ricos referidos a la variable investigada, los escenarios de investigaci�n, la aplicaci�n de la herramienta de recolecci�n de datos y la unidad de an�lisis. De esta forma podemos mencionar que a nivel descriptivo esta investigaci�n obtuvo una puntuaci�n muy elevada concentrada en el nivel regular en la primera medici�n (pre test) con 84%. Estos resultados son coincidentes con los encontrados por Mosqueira (2017) quien utiliz� la escala SERVQUAL en un escenario muy semejante. Este investigador obtuvo como resultados un 48.1% de satisfacci�n, y de forma casi pareja el 51.9% presenta un grado de insatisfacci�n. Sus resultados son similares al obtenido en nuestra primera medici�n de calidad de servicio ya que se concentra en el nivel regular. Si bien es cierto que el instrumento utilizado por Mosqueira (2017) basa su medici�n en la brecha encontrada entre las expectativas y percepciones, la medici�n descriptiva de la satisfacci�n es v�lida para nuestro prop�sito al orientarse la evaluaci�n de la calidad percibida desde el prestador de los servicios de salud. Esta mirada conlleva una fuerte aceptaci�n sobre la postura de N��ez y Ju�rez (2018) al mencionar que la calidad en el servicio es el horizonte que gu�a todos los recursos organizacionales para alcanzar la satisfacci�n de los usuarios. En esta conducta, todos los colaboradores est�n incluidos.

Continuando con la comparaci�n de resultados, los porcentajes conseguidos en este estudio (el nivel bajo 4%, regular 84% y alto 12 %) tienen similitud�� con los resultados de Guti�rrez et al. (2021) cuyos rangos se muestran en Muy satisfecho con el 6%, Satisfecho con 64%, Insatisfecho con 21% y muy insatisfecho el 4%.� Asimismo, D�vila (2019) obtuvo un puntaje de 51.28% de insatisfacci�n siendo el m�s alto de los datos obtenidos, lo que se puede traducir en niveles bajo de satisfacci�n. Los promedios presentados tienen similar comportamiento a los hallados en la primera fase de esta investigaci�n, es decir, antes de la aplicaci�n del programa experimental. Aunque los puntajes son relativamente parecidos, la mayor relevancia est� en las proporciones obtenidas a nivel de percepci�n de calidad de servicio que, en todas, obtuvo niveles regulares con tendencia al nivel alto. Esto tiene coherencia con lo manifestado por Murillo et al. (2019) al referir en su art�culo que un 70% de los usuarios est�n satisfechos con la prestaci�n brindada, seg�n se midi� en la Encuesta Nacional de Satisfacci�n de Usuarios en Salud (ENSUSALUD) del a�o 2016. Cabe mencionar que las dos investigaciones revisadas han tenido como unidad de an�lisis a usuarios de la red de establecimientos de ESSALUD, a nivel nacional. Del mismo modo, es necesario mencionar que Podest� y Macedo (2018) y D�vila (2019) utilizaron el instrumento SERVQUAL y Guti�rrez (2021) utiliza un instrumento propio, a diferencia de este estudio que mide el desempe�o de los servicios a trav�s del SERVPERF.

A nivel internacional, estudios realizados en organizaciones, tanto privadas como del estado, muestran diversos resultados. En este estudio, despu�s de la aplicaci�n del programa experimental, se observa que el 60% se encuentra en el rango regular y el 40% en el rango alto, eliminando el puntaje en el rango bajo. Frente a ello, D�az y Ya�ez (2017) obtienen un total promedio (PTP) de 95,29 %, ubic�ndolo en el rango alto del nivel de satisfacci�n por los servicios ofrecidos por la unidad de an�lisis en una organizaci�n de salud de atenci�n especializada en salud bucal. En ambos estudios, se utiliz� el mismo instrumento SERVPERF y se obtuvo los mayores puntajes en el nivel regular y alto, sin registrar puntaje en el nivel bajo seg�n la percepci�n de las unidades de an�lisis intervenidas.

Del mismo modo, medido por medias, esta indagaci�n obtuvo un de 2, 60 resultante de los datos obtenidos de post test, lo que representa un nivel apto de percepci�n de la calidad. Tambi�n, Pedraja-Reja et al. (2019) present� su medici�n en medias siendo el 4,24 la media total obtenida, consider�ndose como un nivel aceptable en la calidad percibida. Igualmente, esa medici�n salud fue obtenida con el SERVPERF como instrumento de recolecci�n de datos. Cabe aqu� recordar lo dicho por D�az y Ya�ez (2017), quienes mencionan que la calidad ha cobrado un relevante protagonismo en los servicios de salud, donde el paciente tiene el rol de evaluar y, sobre esa evaluaci�n es calificada.

La calidad de servicio es un eje de gran relevancia en todos los �mbitos organizacionales. En el �mbito financiero, Torres y Luna (2017) presentan resultados recogidos a clientes de algunas instituciones financieras mexicanas, quienes calificaron como entre muy bien y excelente a los servicios bancarios ofrecidos, reflejando un puntaje global alto de 9.1. En turismo, De la Torre (2020) presenta, de una experiencia en productos tur�sticos de Lima, puntajes en rangos de bueno con un 40.3%, seguido del deficiente con 29.7%, el nivel excelente va en tercer lugar con 21.6% y, por �ltimo, un 7.6% para el nivel muy deficiente. El instrumento para la medici�n de la calidad del servicio de esta investigaci�n fue el HISTOQUAL caracterizado por cinco dimensiones de las cuales tres son id�nticas al SERVPERF.

Otro punto a discutir es el uso de la escala SERVPERF tanto en el �mbito internacional de la salud, donde se observa mayor relevancia, y tambi�n en el nacional. En otros pa�ses existen estudios, como el realizado en un establecimiento de salud privado donde se adaptado y validado est� escala de medici�n con una rigurosidad cient�fica, demostrando que su adaptaci�n cuenta con las suficientes propiedades psicom�tricas para la confiabilidad en la medici�n de la satisfacci�n evidenciado en un Alfa de Cronbach de 0,92 sobre los 22 �tems revisados (Jhony et al.,2016). En comparaci�n con nuestro estudio, el instrumento utilizado - adaptado por Akdere (2020)- obtuvo una alta confiabilidad de 0,776, sobre 15 �tems. Igual situaci�n ocurri� con la investigaci�n de Torres y Luna (2017) que adapta el SERVPERF atendiendo a la posibilidad de que es mejor manejar de 10 a 12 reactivos que miden de igual forma las dimensiones propuestas.

En salud, la aplicaci�n del SERVPERF para medir la calidad de servicios se considera como la medida m�s adecuada, con una metodolog�a m�s atractiva y apropiada (Shafei,2019). Al contrario, SERVQUAL no es completamente relevante para este escenario ya que se encontr� que solo dos, de los cinco constructos, ten�an v�nculos con la satisfacci�n del paciente (Meesala y Paul,2018). Adem�s, en muchas situaciones, solo se puede medir las expectativas de los pacientes porque las condiciones son muy cr�ticas cuando se atienden en un hospital (Lucadamo, 2021). Es posible que por esta �ltima premisa se complique la aplicaci�n del cuestionario, por los dos momentos y el grado de reflexi�n sobre las preguntas que requiere el SERVQUAL.

Haciendo referencia a esta �ltima escala de medici�n, en el �mbito nacional de car�cter p�blico, su uso es continuo, de evaluaci�n anual, y con car�cter de obligatoriedad, pues es una pol�tica sectorial. La finalidad de esta medici�n es dotar de insumos para la propuesta de acciones de mejora en los establecimientos de salud de cualquier nivel de complejidad, estando incluidas en las funciones del sistema de gesti�n de la calidad de estas organizaciones (MINSA, 2011). Los antecedentes nacionales revisados han arrojado resultados coincidentes, aunque conocedores de la realidad organizacional y de las capacidades t�cnicas, hay una alta probabilidad de sesgos en la medici�n y debilidad en la rigurosidad estad�stica.

4. CONCLUSI�N O CONSIDERACIONES FINALES

Se recomienda a los directivos y gerentes de los establecimientos de salud, la implementaci�n de estrategias digitales para optimizar la calidad de servicio, sobre todo en escenarios de inminente cambio y crisis. Del mismo modo, esta implementaci�n, as� como el impacto en la calidad de servicio, debe ser monitorizada y evaluada de manera permanente. A nivel de las dimensiones, para mejorar la tangibilidad, implementaci�n de estrategias digitales debe incluir necesariamente recursos tecnol�gicos �ptimos como conectividad, dispositivos celulares de alta gama y equipos inform�ticos de mesa con suficiente capacidad de almacenaje para incluir los softwares requeridos. Tambi�n es recomendable que se incentiven diversas estrategias de capacitaci�n para asegurar el conocimiento, destrezas y habilidades de los trabajadores. Los trabajadores deben comprender que el uso de las tecnolog�as debe ser una competencia imprescindible para desarrollar sus capacidades. Por �ltimo, recomendable continuar con la revisi�n de los instrumentos para la medici�n de la calidad percibida en otros establecimientos de salud, especialmente de car�cter privado, pues tiene mayor factibilidad de reorganizarse, bajo ante la medici�n obtenida, sobre todo en tiempos de crisis.

5.� LISTA DE REFERENCIAS

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