pág. 1856
APLICACIÓN DE UN MODELO DE REGRESIÓN
LINEAL MÚLTIPLE PARA EVALUAR LA
SUSTENTABILIDAD EN INSTITUCIONES
EDUCATIVAS

APPLICATION OF A MULTIPLE LINEAR REGRESSION
MODEL TO ASSESS SUSTAINABILITY IN EDUCATIONAL
INSTITUTIONS

Carlos Mario Martinez Izquierdo

Tecnologico Nacional de Mexico Campus Villahermosa

Juana María Morejon Sanchez

Tecnologico Nacional de Mexico Campus Villahermosa

Brissa Roxana De Leon De Los Santos

Tecnologico Nacional de Mexico Campus Villahermosa

Adrian Perez Vazquez

Tecnologico Nacional de Mexico Campus Villahermosa
pág. 1857
DOI:
https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i6.21275
Uso de la evaluación formativa como herramienta para el fortalecimiento
de la autonomía del estudiante

Anita Esperanza Sarzosa Chorlango
1
anifer1964@gmail.com

https://orcid.org/0009-0004-7224-8715

Ministerio de Educación del Ecuador

Ecuador

Teresa Elizabeth Albán Valdivieso

terelizalban@gmail.com

https://orcid.org/0009-0000-8729-9065

Ministerio de Educación del Ecuador

Ecuador

Cristina Edith Muñoz Gualotuña

edithcris.315@gmail.com

https://orcid.org/0009-0007-2084-0284

Ministerio de Educación del Ecuador

Ecuador

Nelly Janneth Chicaiza Romo

nelly.chicaiza@educacion.gob.ec

https://orcid.org/0009-0008-4320-4499

Ministerio de Educación del Ecuador

Ecuador

Mayra Verónica Sangotuña González

foc.sangotuna@gmail.com

https://orcid.org/0009-0000-4246-790X

Ministerio de Educación del Ecuador

Ecuador

RESUMEN

La educación actual requiere de estrategias educativas que fomenten la autonomía estudiantil, la cual es
comprendida como la capacidad que tiene el estudiante para gestionar su aprendizaje, de forma
consciente, responsable al igual que efectiva. Desde este enfoque, la evaluación formativa se posiciona
como herramienta esencial, debido a que más allá de medir el aprendizaje, lo orienta e impulsa. El
objetivo de este estudio fue analizar el uso de la evaluación formativa como herramienta para fortalecer
la autonomía de los alumnos en la educación básica de Ecuador, considerando tanto la percepción de
los estudiantes como las estrategias aplicadas por los docentes, para lo cual se empleó un enfoque mixto,
integrando técnicas cuantitativas, así como cualitativas con el fin de obtener una comprensión completa
del fenómeno, para lo cual se aplicaron encuestas a los educandos, además de observaciones en el aula
y entrevistas a los educadores de diferentes instituciones educativas. Los resultados obtenidos
evidenciaron que el alumnado percibe la evaluación formativa como una práctica que favorece la
identificación no solo de las fortalezas sino también de las debilidades, fomenta la planificación de su
aprendizaje, e impulsa la reflexión acerca de su desempeño. Las estrategias más eficaces son la
retroalimentación continua, la autoevaluación, la coevaluación, las cuales propician un ambiente
colaborativo y participativo. Asimismo, los profesores admiten la importancia de la formación constante
junto con el acompañamiento institucional para la efectiva implementación de este método. En
conclusión, la evaluación formativa transforma las evaluaciones tradicionales, en procesos enfocados
en el alumno, quien pasa a convertirse en el protagonista activo de su propio aprendizaje, lo cual la
consolida como una herramienta fundamental para fortalecer la responsabilidad, autorregulación, al
igual que la autonomía del discente, mejorando la calidad educativa, así como promoviendo el desarrollo
integral del estudiantado.

Palabras claves: Evaluación formativa, autonomía, aprendizaje, estudiante, autorregulación

1
Autor principal
Correspondencia:
anifer1964@gmail.com
pág. 1858
Using formative assessment as a tool to strengthen student autonomy

ABSTRACT

C
urrent education requires educational strategies that foster student autonomy, understood as the
student's capacity to manage their learning consciously, responsibly, and effectively. From this

perspective, formative assessment is positioned as an essentia
l tool because, beyond simply measuring
learning, it guides and promotes it. The objective of this study was to analyze the use of formative

assessment as a tool to strengthen student autonomy in basic education in Ecuador, considering both

student percept
ions and the strategies applied by teachers. A mixed-methods approach was used,
integrating quantitative and qualitative techniques to obtain a comprehensive understanding of the

phenomenon. Surveys were administered to students, along with classroom obser
vations and interviews
with educators from different educational institutions. The results showed that students perceive

formative assessment as a practice that facilitates the identification of both strengths and weaknesses,

encourages learning planning,
and promotes reflection on their performance. The most effective
strategies are continuous feedback, self
-assessment, and peer assessment, which foster a collaborative
and participatory environment. Furthermore, teachers acknowledge the importance of ongoi
ng
professional development and institutional support for the effective implementation of this method. In

conclusion, formative assessment transforms traditional evaluations into student
-centered processes,
empowering students to become active participants
in their own learning. This solidifies formative
assessment as a fundamental tool for strengthening responsibility, self
-regulation, and student
autonomy, thereby improving educational quality and promoting the holistic development of students.

Keywords:
formative assessment, autonomy, learning, student, self-regulation.
Artículo recibido 20 octubre 2025

Aceptado para publicación: 15 noviembre 2025
pág. 1859
INTRODUCCIÓN

La educación actual enfrenta el reto de formar estudiantes capaces de aprender de forma autónoma,
reflexionar acerca de sus procesos, además de tomar decisiones responsables respecto a su propio
aprendizaje. En ese marco, surge la evaluación formativa como una herramienta estratégica enfocada
no solo en medir el logro de los objetivos académicos, sino también en orientar el aprendizaje,
retroalimentar y promover la autorregulación del estudiantado.

Diversos estudios destacan que la evaluación formativa fomenta aprendizajes más significativos. debido
a que involucra al alumnado en la construcción de su propio conocimiento, convirtiéndolo en el
protagonista activo de su desarrollo académico. Además, han señalado que prácticas como la
retroalimentación continua, la autoevaluación, así como la coevaluación, favorecen la responsabilidad
académica, el pensamiento crítico, y la autonomía.

La implementación de la evaluación formativa implica también la transformación del rol del docente,
quien deja de ser un trasmisor de conocimientos y pasa a convertirse tanto en un mediador como en un
facilitador del aprendizaje, capaz de orientar a los alumnos en el análisis no solo de sus avances sino
incluso de sus desafíos. No osbtante, este cambio requiere una intencionada planificación, la inserción
de estrategias de evaluación continua, así como la creación de espacios orientados al dialógo educativo
que fortalezca la autonomía de los estudiantes.

Dentro del sistema educativo de Ecuador, el Ministerio de Educación (Mineduc), ha planteado la
necesidad de promover metodologías activas, enfocadas en el estudiante con la finalidad de garantizar
una educación de calidad. De acuerdo con el
Mineduc (2023) este enfoque procura que el estudiantado
desarrolle competencias sociales, emocionales, además de cognitivas, que le posibilite adaptarse a los
retos del siglo actual, priorizando el aprendizaje significativo y la autonomía como ejes del proceso
formativo. En este contexto, la evaluación formativa adquiere un rol protagónico al proporcionar
herramientas que facilitan la identificación de problemas, el monitoreo del progreso, así como la toma
informada de decisiones para el mejoramiento del aprendizaje. Debido a lo cual, ha promovido claros
lineamientos para la aplicación de la evaluación formativa mediante el Instructivo para la Evaluación
Estudiantil Plan Educativo Aprendemos juntos en casa 2021 2022 elaborado por el Ministerio de
pág. 1860
Educación de Ecuador (2021) con la finalidad de orientar a los docentes en la implementación de
estrategias evaluativas enfocadas en los estudiantes.

No obstante, pese las orientaciones proporcionadas, aún es posible observar en la práctica educativa,
que una considerable cantidad de alumnos, dependen de la constante guía del docente, además de que
muestran incovenientes en su capacidad de organizar, monitorear, y reflexionar acerca de su propio
aprendizaje, lo cual evidencia la necesidad de indagar cómo puede la evaluación formativa convertirse
en una estrategia efectiva para fortalecer la autonomía del estudiantado, ajustada a las características del
entorno ecuatoriano.

El propósito del presente estudio es analizar el uso de la evaluación formativa como herramienta para el
fortalecimiento de la autonomía del estudiante en las instituciones educativas de Ecuador, razón por lo
cual se procura comprender cómo la retroalimentación, autoevaluación y coevaluación aportan al
desarrollo de aprendizajes tanto autonómos como significativos, promoviendo de esta manera un
aprendizaje más reflexivo, activo y responsable, acorde a los lineamientos del sistema educativo
ecuatoriano.

Desarrollo

Evaluación formativa

Una parte fundamental del proceso formativo es la evaluación, la cual no solo es importante para el
estudiante, sino también para el docente, dado que se emplea para medir el rendimiento estudiantil, así
como para verificar el alcance del objetivo de aprendizaje. De acuerdo con
Tapia Ramos & Santa María
Relaiza (2024) la evaluación constituye un componente esencial, que demanda mayor atención por las
autoridades encargadas de su administración, dado que de su efectiva aplicación depende tanto el rol del
docente como el aprendizaje de los estudiantes, debido a que permite determinar el nivel de aprendizaje
logrado por el estudiantado, además de orientar las decisiones pedagógicas.

La evaluación se
la utiliza también para identificar las debilidades y fortalezas del alumno, con la
finalidad de proporcionar una adecuada retroalimentación que contribuya al mejoramiento de su
rendimiento. Conforme a lo manifestado por
Chavez Mauricio et al. (2021) en distintos países a nivel
mundial, al igual que en América Latina, en Educación Básica, la evaluación ha representado un desafio,
debido a que usualmente las más empleadas han sido las sumativas, lo que a menudo, y según la realidad
pág. 1861
sociocultural, no ha producido en los estudiantes un aprendizaje verdadero, por lo cual se necesita una
estrategia adicional, para lograr que el proceso educativo se genere de forma efectiva.

Dado que las distintas evaluaciones implican variados propósitos, en el entorno educativo
principalmente se distinguen dos tipos: la evaluación sumativa y la formativa, mismas que se diferencian
en su objetivo, en el momento de aplicación, así como en el uso de los resultados. Según lo expresado
por
Valdez Valdez et al. (2023) estas evaluaciones difieren en que la sumativa esta asociada con la
educación tradicional, en el que no se considera necesaria la participación de los estudiantes, además de
que la calificación es vista como referencia de logro para los docentes, padres de familia y alumnado,
por esta razón se la aplica para medir el aprendizaje y constrastar los resultados según los estándares, al
finalizar un período. Mientras que la formativa promueve en los alumnos la participación activa, al
conocer lo que esta aprendiendo, al igual qué los criterios sobre los que será evaluado, sustituyendo la
calificación, por la valoración del aprendizaje mediante comentarios de cómo mejorar.

En el ámbito educativo actual se resalta la evaluación formativa como un tipo de evaluación que asocia
la sumativa con la diagnóstica, dado que contribuye a conocer el nivel de los estudiantes. Black &
Wiliam (1998) plantean la evaluación formativa como un proceso que inicia identificando tanto las
expectativas como las necesidades de los estudiantes, lo que posibilita revisar no solo la enseñanza sino
también el aprendizaje. Aquello le permite a los docentes cambiar la forma tradicional de evaluar, la
cual consideraba solamente la sumativa, y no la de proceso.

De acuerdo con el Reglamento General a la LOEI promovido por el Ministerio de Educación Ecuador
(2017) la evaluación formativa se aplica durante el proceso de aprendizaje con la finalidad de
posibilitarles a los docentes implementar ajustes en los métodos de enseñanza, además de reportar a la
comunidad educativa acerca de los resultados alcanzados, así como del progreso en el desarrollo integral
del alumno.

Es posible considerar la evaluación formativa como un proceso continuo orientado a la mejora de los
resultados del aprendizaje, al suministrar información tanto a los estudiantes como a los docentes a lo
largo de la educación. Constituye el elemento clave de una enseñanza-aprendizaje eficaz, posibilitando
al alumnado conocer no solo las fortalezas, sino también las debilidades que posee, entregando a los
educadores toda la información necesaria para adaptar las estrategias de enseñanza.
pág. 1862
En los últimos años la evaluación formativa se ha consolidado como una estrategia pedagógica efectiva
para mejorar los procesos educativos, debido a que según Chacón Tapia et al. (2023) el enfoque de la
evaluación formativa transciende al de la tradicional, la cual se basa solamente en la medición de
puntajes, debido a que se orienta hacia la mejora continua de las estrategias de aprendizaje,
proporcionando oportuna retroalimentacion para la toma de decisiones, por lo cual es una herramienta
que debe implementarse en el proceso de enseñanza-aprendizaje, debido a que puede aportar a que el
estudiantado mejore tanto su comprensión, como su capacidad de aplicar los conocimientos en
situaciones prácticas.

Cabe resaltar que el término evaluación formativa no es reciente, sus orígenes se sitúan en la
transformación pedagógica del siglo XX, cuando la educación empezó a encaminarse hacia un
aprendizaje activo y enfocado en el alumno; no obstante, desde el año 1960, distintos estudiosos
comenzaron a cuestionar este enfoque, planteando una perspectiva más integral y dirigida al proceso de
aprendizaje.

Conforme a lo señalado por
Moreno Olivos & Ramírez Elías (2022) Michael Scriven introdujo el
concepto de evaluación formativa en 1967, al distinguirla de la evaluación sumativa, señalando que
mientras esta se focaliza en valorar el resultado final, la formativa busca optimizar los procesos de
aprendizaje a través de la retroalimentación continua. No obstante, en 1968, Benjamin Bloom aplicó
este enfoque en el aula, resaltando su función pedagógica para ayudar al estudiantado a identificar no
solo sus debilidades sino también sus fortalezas, así como a los docentes a adaptar sus estrategias. Años
más tarde, en 1998, Paul Black y Dylan William reafirmaron la visión moderna de esta evaluación, al
evidenciar que la retroalimentación, la coevaluación, al igual que la autoevaluación, fortalecen tanto el
aprendizaje como la autonomía de los estudiantes, transformándola en una práctica fundamental para
lograr una enseñanza de calidad.

La historia de la evaluación formativa muestra un desarrollo que parte de la tradicional visión de
medición hacia una perspectiva humanista, participativa y reflexiva, en el cual se entiende la evaluación
como componente clave del proceso de aprendizaje, y no únicamente como un acto de calificación.

Cruzado Saldaña (2022) señala que la evaluación formativa a nivel mundial tiene como propósito
pág. 1863
fomentar en los estudiantes un aprendizaje consciente y responsable, mediante el acompañamiento de
los educadores, quienes pueden organizar el aprendizaje de forma sistemática.

Resulta importante señalar que la evaluación formativa se apoya en elementos fundamentales que
orientan su implementación efectiva en las aulas, entre los cuales destaca la retroalimentación, la
autoevaluación, la coevaluación, así como la reflexión, mismos que desempeña una específica función
en el fortalecimiento tanto del aprendizaje como de la autonomía estudiantil.

La retroalimentación es considerada como uno de los elementos esenciales y de mayor importancia en
la evaluación formativa. De acuerdo con
Pardo Balibrea (2019) la retroalimentación es aquella
información que los docentes, y en ocasiones los compañeros proporcionan a un estudiante durante el
proceso de aprendizaje, para que pueda evaluar su progreso e identificar aspectos a mejorar, no obstante,
no basta solamente con informar al alumno acerca de su desempeño, sino que debe fomentar una mejora
significativa en el aprendizaje.

La base fundamental de la evaluación formativa es la retroalimentación, la cual consiste en proporcionar
información específica, constructiva y oportuna acerca del desempeño de los estudiantes, con la
finalidad de orientarlo hacia la mejora. La clave no es solo corregir errores, sino guiar el proceso de
aprendizaje, aportando claros criterios que permitan al alumno no solo identificar sus logros, sino
también aplicar acciones de mejora.

Según
Asiú Corrales et al. (2021) dentro de la evaluación formativa, la retroalimentación es fundamental
debido a que permite al alumno reflexionar acerca de su aprendizaje, reconocer errores, así como superar
sus limitaciones. Por su parte Sanchez-Peña et al. (2023) señalan que la retroalimentación conlleva una
comunicación efectiva entre estudiante y docente, en la que la información compartida debe ser clara,
comprensible, además de útil para promover la mejora continua, dado que cuando el educando no solo
comprende, sino también aplica adecuadamente la retroalimentación, esta se trasnforma en una
herramienta esencial para fortalecer la responsabilidad, la autonomía, al igual que la autorregulación en
el aprendizaje.

Para que la evaluación formativa pueda aportar al aprendizaje, la retroalimentación es crucial, por esta
razón debe ser comprensible, inmediata, así como centrada en el proceso, más no únicamente en el
resultado. La falta de esta herramienta puede causar en el estudiante incertidumbre, dado que su
pág. 1864
propósito no solo es que el docente le muestre al alumno sus errores, sino que también le proporcione
estrategias orientadas a mejorar su aprendizaje.

Existen dos modalidades en creciente uso, además de muy populares, con la capacidad de lograr las
metas de la evaluación, estas son la autoevaluación y la coevaluación. De acuerdo con
Ponce-Aguilar &
Marcillo-García (2020) la autoevaluación es un método de evaluación en el cual cada uno de los alumnos
analiza una tarea específica o su progreso en un determinado momento del aprendizaje. Mientras que la
coevaluación es el proceso a través del cual tanto estudiantes como docentes realizan una valoración
conjunta, consensuada, al igual que colaborativa respecto a la actuación o desempeño del alumnado.

Tanto la autoevaluación como la coevaluación son factores esenciales de la evaluación formativa, debido
a que fomentan la participación activa del alumno en su proceso de aprendizaje. La autoevaluación
permite al estudiante reflexionar acerca de su avance, identificar sus debilidades y fortalezas, así como
definir estrategias para mejorar, desarrollando de esta manera la metacognición, la responsabilidad,
además de la autorregulación, el papel del docente como guía es clave, dado que ayuda al educando a
emplear criterios no solo claros, sino también objetivos para llevar a cabo evaluaciones constructivas.

La coevaluación, por su parte, incentiva el respeto, la empatía, la colaboración, al igual que la
responsabilidad compartida, al permitir el intercambio de valoraciones y opiniones entre compañeros.
Ambas prácticas contribuyen a fortalecer la capacidad de mejora continua, el pensamiento crítico, así
como la autonomía del estudiante, consolidando una evaluación que promueve verdaderamente el
aprendizaje.

Otro componente fundamental de la evaluación formativa es la reflexión, el cual según lo expresado por
Falcón Ccenta et al. (2021) es la revisión de acciones pasadas que se realiza con la finalidad de adquirir
enseñanzas que pueden aplicarse en el futuro para mejorar. Se puede considerar la reflexión como una
herramienta que puede ser útil para convertir la experiencia en aprendizaje, dado que las actividades
reflexivas aportan a una mayor comprensión, además contribuye a que los estudiantes identifiquen los
procesos que los orientan al logro del objetivo planteado. Este elemento no solo propicia la creación de
un entorno de aprendizaje favorable, sino que también fortalece la relación entre alumnos y docentes.

La retroalimentación, autoevaluación, coevaluación, al igual que la reflexión, son elementos
fundamentales de la evaluación formativa, su conjunta implementación transforma la evaluación en un
pág. 1865
proceso educativo integral enfocado no en medir, sino en acompañar, mejorar y autonomizar al alumno
en su aprendizaje. En el ámbito educativo ecuatoriano, estos aspectos no solo refuerzan la calidad
educativa, impulsan también el desarrollo de estudiantes críticos, autonómos y comprometidos con su
crecimiento tanto personal como académico.

Debido a que el principal propósito de la evaluación formativa es mejorar el aprendizaje de los
estudiantes, cuenta con estrategias que permiten a los docentes recopilar continuamente información
acerca de los procesos de aprendizaje, con la finalidad de orientar, acompañar y optimizar la enseñanza,
estas estrategias no estan orientadas a calificar, sino a favorecer la mejora continua, la reflexión, al igual
que la autorregulación del estudiante. Conforme a lo manifestado por Luján Meneses & Bejarano
Álvarez (2024) las estrategias de evaluación formativa refuerzan la relación entre estudiantes,
compañeros y docentes, fomentando un aprendizaje responsable, consciente, así como acompañado
durante el proceso educativo, para el alcance de este propósito es necesario el uso de técnicas e
instrumentos tales como rúbricas, observación, entrevistas, portafolios, listas de cotejo, al igual que los
registros de desempeño, mismos que junto a procesos metodológicos como la coevaluación, la
retroalimentación, la reflexión además de la autoevaluación, garantizan una evaluación formativa
participativa, sistemática, de calidad enfocada al continuo mejoramiento del aprendizaje.

En el sistema educativo ecuatoriano, conforme a lo expresado por el Mineduc (2021) se ha impulsado
como estrategia de evaluación formativa el uso de portafolios, debido a que es un proceso de desarrollo
en el cual se reflejan los resultados de los objetivos propuestos por el docente, además se ha desarrollado
una rúbrica que posibilita evaluar las actividades realizadas por los alumnos, considerando la totalidad
de los criterios establecidos.

Las estrategias de evaluación formativa son herramientas esenciales para un proceso educativo enfocado
en el aprendizaje, la mejora continua y la reflexión, la adecuada implementación de la estrategia
seleccionada posibilita consolidar la evaluación, favoreciendo no solo el acompañamiento de los
docentes, sino también la autonomía, al igual que la responsabilidad de los estudiantes en su formación.

Cabe resaltar que la evaluación formativa brinda múltiples beneficios que impactan de forma positiva
en el proceso educativo, no solo para los estudiantes, sino incluso para los profesores, debido a que
transforma la dinámica del aula, impulsando un entorno colaborativo, reflexivo y participativo, en el
pág. 1866
cual el aprendizaje se convierte en una experiencia tanto activa como significativa.
Muñoz Paz et al.
(2022) manifiestan que la evaluación formativa proporciona al estudiantado la oportunidad de participar
de forma activa en su propio proceso de aprendizaje, a través de la coevaluación, la autoevaluación, así
como de la evaluación grupal, estas prácticas contribuyen a fortalecer la reflexión, la colaboración y la
autorregulación fomentando un aprendizaje significativo, al igual que dinámico. A diferencia del
enfoque tradicional que se basa únicamente en calificaciones, la formativa promueve la participación en
el aula, la motivación, además de la autonomía del alumno, permitiendo simultáneamente que el docente
adapte sus estategias, con el propósito de alcanzar una enseñanza efectiva, y un aprendizaje más
profundo.

La evaluación formativa aporta al desarrollo de un aprendizaje significativo, reflexivo y autónomo,
fortaleciendo tanto en los estudiantes como en los docentes, el compromiso al igual que la motivación.
Su implementación fomenta la mejora continua, transformando los errores en oportunidades de
aprendizaje, además de que favorece el desarrollo no solo académico, sino también el personal. Esta
herramienta se consolida en conjunto como un proceso fundamental para elevar la calidad educativa.

Autonomía del estudiante

El concepto de autonomía en el aprendizaje continúa siendo el pilar fundamental de múltiples teorías
educativas centradas en el alumno. Conforme con
Romero Ruíz et al. (2024) el análisis del aprendizaje
autonómo ha evolucionado de forma progresiva desde 1950 hasta la actualidad, afianzándose como un
enfoque que estudia cómo las personas crean, gestionan y regulan su aprendizaje. El desarrollo de este
concepto ha sido posible gracias a diversas investigaciones, que lo han examinado desde diferentes
perspectivas, demostrando que su construcción ha sido progresiva así como fundamentada en pruebas
científicas. Este tipo de aprendizaje ha alcanzado en años reciente una mayor relevancia debido a
cambios en el entorno educativo, como la implementación de nuevas tecnologías, adempas del
crecimiento de la educación virtual, lo cual ha transformado el papel tradicional de los estudiantes, dado
que en este nuevo escenario deja de ubicarse en una posición pasiva, para adoptar una postura activa,
gestionando sus recursos, habilidades, al igual que su tiempo, para lograr objetivos de aprendizaje
basados en criterios específicos.
pág. 1867
La autonomía del estudiante es un elemento fundamental en los actuales procesos educativos,
comprendida como aquella capacidad que tienen los alumnos para planificar, gestionar, así como para
evaluar su aprendizaje de forma responsable y consciente. No se limita únicamente al desarrollo de
labores de forma independiente, implica además el desarrollo de habilidades metacognitivas, la
autorreflexión, la toma de decisiones, al igual que la destreza de definir objetivos propios de aprendizaje.

De acuerdo con
Solórzano-Mendoza (2017) el aprendizaje autónomo es un proceso intelectual en el cual
el alumno aplica estrategias tanto cognitivas como metacognitivas para adquirir conocimientos de forma
consciente y planificada. Este proceso se fundamenta en la motivación intrínseca, la autorregulacíon,
así como en el interés personal, incorporando las experiencias previas con nuevos modos de aprendizaje,
Adicionalmente fomenta la relación entre la teoría, la práctica, el empleo y la vida diaria, favoreciendo
no solo el crecimiento del potencial individual, sino también la creación de un aprendizaje significativo.

El aprendizaje autónomo es la capacidad que tiene un alumno para autorregular su aprendizaje,
adquiriendo conciencia de sus procesos socioafectivos y cognitivos, es decir desarrollando la
metacognición. Este enfoque educativo procura formar educandos que no solamente completen las
tareas, sino que también sean capaces de controlar, planificar, cuestionar, así como evaluar su
aprendizaje, permitiéndole de esta manera construir sus propios conocimientos, mediante la fomentación
de la creatividad, el fortalecimiento de la autoestima, además de una toma de decisiones consciente,
desarrollando la habilidad de autoaprendizaje y dirigiendo sus esfuerzos al alcance de objetivos tanto
claros como signficativos.

Arauco-Mandujano et al. (2021) manifiestan que el aprendizaje autónomo es un proceso en el cual el
educando gestiona su proceso formativo, reconoce sus conocimientos, y aplica estrategias para lograr
sus propósitos educativos. Este enfoque fomenta la autoevaluación, la autocrítica, al igual que la
autorreflexión, reforzando la responsabilidad, la disciplina, así como el compromiso personal. Integra
además la retroalimentación externa y las experiencias previas, combinando estrategias tanto cognitivas
como metacognitivas, mismas que favorecen tanto la contrucción activa de conocimientos, como la
planificación de forma independiente.

El aprendizaje autónomo hace referencia a la capacidad que tiene el estudiantado para definir sus propios
objetivos de aprendizaje, seleccionar recursos, evaluar sus avances, así como establecer el momento y
pág. 1868
la forma de aprender, Esta perspectiva involucra que los estudiantes sean activos en su proceso
formativo, aprovechando tanto sus conocimientos previos como las experencias para otorgarle
significatividad a su aprendizaje, dado que se ha evidenciado que cuando los alumnos poseen control
sobre lo que aprenden, incrementa no solo su motivación, sino también su efectividad educativa, sumado
al fomento de la observación, la responsabilidad personal y la creatividad.

Conforme a lo señalado por el Ministerio de Educación de Perú (2021) el aprendizaje del estudiantado
depende de múltiples factores, razón por la cual resulta necesario generar condiciones óptimas para su
desarrollo, dado que un aprendizaje orientado adecuadamente puede formar a jóvenes autonómos e
independientes, esto implica un proceso gradual en el que el alumno debe aprender a tomar decisiones
de manera consciente y consecuente; por ende se considera esencial no solo cimentar, sino también
reforzar su autoestima, mediante objetivos que lo orienten a la consecución de una vida plena.

Es importante señalar que la autonomía no solo permite al alumnado adquirir conocimientos de forma
independiente, sino que además le posibilita fomentar habilidades esenciales para un aprendizaje
continuo, independientemente de los medios disponibles o las circunstancias. No obstante, para que los
alumnos logren esta autonomía, el rol del educador es fundamental, dado que no deben limitarse
solamente a la trasnmisión de conocimientos, deben transformarse en guías del aprendizaje,
promoviendo en los estudiantes la colaboración, la reflexión, así como la autorregulación.

De acuerdo con (Villoria Nolla & Mendoza Barroso, 2023) la autonomía del aprendizaje, demanda un
cambio tanto en el estudiante como en el docente, dado que mientras el alumno deja de ser un receptor
pasivo, para convertirse en un aprendiz activo y responsable de su propio aprendizaje, el profesor debe
abandonar su función de simple transmisor de conocimientos para transformarse en un facilitador guía
del aprendizaje, lo cual conlleva la implementación tanto de metodos de estudio como de estrategias,
combinando enfoques convencionales y tecnológicos, que permitan a los alumnos desarrollar
habilidades no solo para aprender de forma autónoma, sino también para gozar de una significativa
experiencia educativa.

Resulta esencial que los educadores promuevan estrategias que formenten el autoaprendizaje,
facilitando que el estudiantado, construya conocimientos de forma significativa, además de que
reflexionen acerca de sus procesos de aprendizaje, para lograrlo es importante generar un ambiente de
pág. 1869
confianza, comunicación, responsabilidad y respeto, que impulse la motivación intrínseca. Se
recomienda además que los alumnos fijen objetivos iniciales simples, lo cual les posibilita adquirir
confianza, optimizar su rendimiento académico, así como mitigar su frustración, fortaleciendo de esta
manera tanto su autorregulación como su autonomía en el aprendizaje.

Lograr el aprendizaje autonómo en un estudiante, es obtener una meta exitosa en la educación, debido
a que un alumno autonómo es aquel que adopta un rol activo en su proceso formativo, regulando sus
acciones, decidiendo conscientemente, así como reflexionando acerca de su avance. Cabe resaltar que
la autonomía se construye partiendo de diversos factores interrelacionados, que permiten al educando
gestionar de forma efectiva su aprendizaje, entre los cuales destaca la autorregulación, la reflexión y la
colaboración.

Conforme a lo manifestado por Gómez Ramírez et al. (2024) el desarrollo de la autonomía se
fundamenta en tres factores esenciales; la autorregulación, la cual permite al alumno no solo regular sus
acciones, sino incluso aplicar ajustes para cumplir sus objetivos, respondiendo de manera eficaz ante
imprevistos. La reflexión que además de fomentar el pensamiento profundo, también impulsa una toma
de decisiones consciente respecto a sus estrategias y metas. La colaboración, por su parte, posibilita el
intercambio de opiniones, así como el apoyo mutuo, facilitando la comprensión, y estimulando la
obtención de propósitos compartidos. Estos elementos, en conjunto fortalecen tanto la autonomía como
el crecimiento personal de los estudiantes.

Al desarrollar estos elementos el alumno no solamente mejora su desempeño académico, sino que
además se prepara para convertirse en un estudiante consciente e independiente, con la capacidad de
hacer frente de manera efectiva a los desafios tanto educativos como de la vida diaria. Es importante
resaltar que la autonomía en el aprendizaje no surge espontáneamente, requiere la implementación de
estrategias metodológicas que impliquen de manera activa al educando en su proceso educativo. Entre
las más efectivas se encuentra el aprendizaje basado en proyectos, el cual promueve la investigación,
planificación y autogestión; así como el aprendizaje cooperativo que fomenta la colaboración,
comunicación, al igual que la responsabilidad compartida. Estos métodos refuerzan la reflexión, la
participación, y el compromiso del estudiantado con su educación.
pág. 1870
Acorde a lo expresado por Peralta Macedo (2023) para que un estudiante desarrolla la autonomía en el
aprendizaje, se requiere implementar metodologías activas que lo integren de manera tanto práctica
como participativa en su proceso formativo: estrategias como el aprendizaje basado en proyectos o ABP,
el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje por descubrimiento, así como la gamificación, posibilitan que
el estudiante adquiera conocimientos a través de la práctica, tome decisiones, trabaje en equipo y asuma
un rol protagónico en su propio aprendizaje. Estos métodos fomentan el desarrollo de destrezas,
actitudes positivas, además de un aprendizaje competencial, significativo, al igual que autónomo,
potenciando su desempeño en diversos contextos académicos.

La apicación de metodologías tanto activas como participativas es fundamental para formentar la
autonomía del alumno, dado que permite que el estudiantado adopte un rol activo, gestione su proceso
de aprendizaje y desarrolle habilidades no solo de autorregulación, sino también de reflexión. Al integrar
estas estrategias con una retroalimentación continua, así como con un entorno motivador, los profesores
facilitan que los alumnos más alla de adquirir conocimientos, se conviertan en aprendices críticos,
responsables e independientes, capaces de afrontar desafios, además de construir aprendizajes
significativos de forma autónoma.

La autonomía en el aprendizaje no implica solamente que el alumno gestione sus propios conocimientos,
sino que además desarrolle habilidades de planificación, autoevaluación y reflexión, lo cual le posibilita
asumir un papel proactivo en su proceso formativo. Al promover la disciplina, responsabilidad e
independencia, se refuerza su capacidad para generar aprendizajes significativos, conectar
conocimientos previos con nuevos, así como adoptar un papel activo en su educación, afianzando de
esta manera competencias fundamentales para hacer frente tanto a los retos académicos como los de la
vida diaría.

Relación entre la evaluación formativa y la autonomía del estudiante

La evaluación formativa y la autonomía del estudiante están estrechamente relacionado, debido a que
ambos pretenden que el alumno adopte un rol activo en su proceso educativo. Según
Bizarro Flores et
al. (2021) el propósito de la evaluación formativa es conseguir que el alumno sea autónomo en su
aprendizaje, permitiéndole reconocer tanto sus éxitos como sus desafíos, además de sus errores y
aciertos.
pág. 1871
Por su parte,
Huauya Huamani et al. (2023) manifiesta que la evaluación formativa y la autonomía del
aprendizaje estan vinculadas estrechamente debido a que la primera ofrece retroalimentación constante,
lo cual posibilita al alumno reconocer sus fortalezas, rectificar errores, así como ajustar sus métodos de
aprendizaje. Dicho proceso promueve la toma de decisiones, la metacognición, al igual que la
autorregulación, elementos fundamentales para que los estudiantes gestionen su propio aprendizaje. De
esta forma, la evaluación formativa más allá de medir el progreso, orienta al educando a aprender de
manera independiente, reforzando su motivación, responsabilidad, además de su capacidad para generar
aprendizajes significativos.

La relación directa de la evaluación formativa y la autonomía del estudiante se debe a que al centrarse
la primera en el proceso proporciona retroalimentación continua, lo cual posibilita a los alumnos no
solamente evaluar su progreso, corregir errores, sino además desarrollar habilidades metacognitivas,
como la autocrítica, al igual que la autoevaluación, mismas que son fundamentales para un aprendizaje
autonómo. De este modo, la evaluación formativa, no se limita únicamente a las calificaciones, al
contrario se transforma en un recurso que guía al alumno hacia el autoaprendizaje, reforzando su
motivación, responsabilidad, así como su habilidad para gestionar su aprendizaje. Esta evaluación
funciona como puente entre la enseñanza y la autonomía estudiantil impulsando un aprendizaje
reflexivo, activo, sostenible, en el que el educando se convierte en el protagonista de su propio desarrollo
tanto académico como personal.

Metodología

El presente estudió se desarrolló con un enfoque mixto, empleando los métodos cuantitativos y
cualitativos, con la finalidad de analizar el uso de la evaluación formativa como herramienta para
fortalecer la autonomía del estudiante en las instituciones educativas de Ecuador, el cual permitió tener
una perspectiva global del fenómeno relacionado los datos numéricos respecto a la percepción
estudiantil, con las experiencias de los docentes.

El estudio corresponde a una investigación tanto descriptiva como exploratoria, debido a que pretende
caracterizar las estrategias de evaluación formativa aplicadas por los educadores, así como su influencia
en el desarrollo de la autonomía de los estudiantes, además se implementó un diseño no experimental y
pág. 1872
de corte transversal, al recolectar los datos en un solo momento, sin la manipulación de variables, lo
cual posibilitó observar la realidad educativa en su entorno natural.

La población objeto de estudio estuvo conformada por los 148.456 docentes y 2.934.773 estudiantes
pertenecientes al área de Educación General Básica (EGB) de las diferentes instituciones educativas de
Ecuador, de acuerdo a la información facilitada por el
Ministerio de Educación (2025) correspondiente
al periodo lectivo 2024-2025. Para propósitos de análisis se aplicó un muestreo intencional y por
conveniencia, considerando aspectos como el interes de participación, al igual que la disponibilidad de
los participantes, seleccionando una muestra de 200 estudiantes de educación básica superior, así como
10 docentes, lo cual posibilitó la obtención de una visión representantiva tanto de las prácticas de
evaluación formativa como de su relación con la autonomía estudiantil.

En lo que respecta a la recolección de datos, se emplearon tres principales instrumentos, un cuestionario
dirigido a los estudiantes, diseñado con base en el Instructivo para la Evaluación Estudiantil Plan
Educativo Aprendemos juntos en casa 2021 2022, el cual es un documento de implementación
nacional, mediante el cual el Ministerio de Educación de Ecuador (2021) establece los lineamientos a
seguir tanto para la evaluación formativa como para la retroalimentación del aprendizaje. Asimismo, se
aplicó a los docentes una entrevista semiestructurada con la finalidad de identificar las estrategias de
evaluación formativa empleadas, los desafios en su ejecución, y sus percepciones acerca de la autonomía
de los estudiantes.

Se utilizó además en el aula una guía de observación para el registro de evidencias relacionadas con la
activa participación de los alumnos, así como con las prácticas de retroalimentación formativa de los
docentes. La metodología aplicada en la investigación permitió la recopilación y analisis de la
información obtenida tanto de los docentes como de los estudiantes, estableciendo la base para
interpretar el impacto de la evaluación formativa en la autonomía estudiantil.

Resultados

En Ecuador, la evaluación formativa se ha afianzado como una herramienta fundamental en el ámbito
educativo nacional, en el cual se busca mejorar la calidad educativa, promoviendo no solo un aprendizaje
significativo, sino también la autonomía estudiantil. El presente apartado presenta los hallazgos
pág. 1873
adquiridos del análisis de la percepción de los estudiantes, la aplicación de estrategias de evaluación
formativa por los docentes, así como los beneficios observados.

Los resultados se exponen integrando la información cuantitativa y la cualitativa, con la finalidad de
evidenciar la forma en que la evaluación formativa puede aportar al fortalecimiento de la autonomía en
el aprendizaje. La combinación de los cuestionarios aplicados a los estudiantes, con la observación
directa en el aula y las entrevistas a los docentes posibilitó obtener una visión global respecto a la
efectividad de las estrategias de evaluación formativa implementadas en el marco educativo ecuatoriano.

Con el propósito de comprender la valoración de la evaluación formativa por parte de los estudiantes,
así como la influencia de esta herramienta en el proceso de aprendizaje, se aplicó un cuestionario a 200
alumnos de Educación Básica Superior, los resultados obtenidos se exponen en el gráfico 1, el cual
muestra la percepción de los educandos sobre la evaluación formativa implementada en clases, mediante
la evaluación de aspectos como la utilidad de la evaluación para el mejoramiento del desempeño, la
pertinencia y claridad de la retroalimentación recibida, la motivación para participar en durante la clase,
la planificación del estudio, la autorregulación, además de la reflexión respecto al aprendizaje.

Gráfico 1:

Percepción de los estudiantes sobre la evaluación formativa

Nota: El gráfico refleja la valoración de los estudiantes sobre los diferentes aspectos de la evaluación formativa, entre los que
destaca la retroalimentación, la claridad de los criterios, además de la utilidad del proceso para el mejoramiento del aprendizaje.

La
evaluación
formativa
me ayuda a
mejorar mi
desempeño.
Considero
que la
retroalimen
tación que
recibo es
clara y
pertinente
para mi
aprendizaje
La
evaluación
formativa
me permite
identificar
mis errores.
La
evaluación
me motiva
a participar
activament
e en clases.
La
evaluación
formativa
me ayuda a
planificar
mejor mi
estudio.
Me siento
capaz de
aprender
por mí
mismo.
La
evaluación
formativa
fomenta la
reflexión
sobre mi
propio
aprendizaje
Muy de acuerdo 44% 42% 47% 44% 41% 39% 41%
De acuerdo 39% 36% 41% 40% 42% 46% 44%
Ni de acuerdo ni en desacuerdo 11% 14% 7% 9% 9% 10% 10%
En desacuerdo 4% 5% 3% 5% 5% 4% 3%
Muy en desacuerdo 2% 1% 2% 2% 3% 1% 2%
pág. 1874
Los resultados expuestos en el gráfico 1 muestran que un gran número de estudiantes perciben la
evaluación formativa como una herramienta positiva para su aprendizaje; preguntas como la evaluación
formativa me ayuda a mejorar mi desempeño, al igual que considero que la retroalimentación que recibo
es clara y pertinente para mi aprendizaje, cuentan con la más alta valoración, reflejando que el
estudiantado valora la constante orientación que reciben de los docentes. Del mismo modo la mayoría
señalan que la evaluación promueve la identificación de errores, además de que fortalece su capacidad
no solo para planificar sino también para organizar sus estudios, lo cual evidencia un impacto directo
tanto en la autorregulación como en la autonomía del aprendizaje.

Las interrogantes asociadas con la participación activa y la reflexión sobre el aprendizaje, reflejan altos
porcentajes, lo cual indica que los estudiantes no solamente reciben retroalimentaciones, sino que
además se involucran de forma activa en su proceso educativo, afianzando sus capacidades
metacognitivas. Los datos obtenidos denotan que la evaluación formativa contribuye de manera
significativa tanto al desarrollo de habilidades autónomas como al compromiso del estudiantado con su
propio aprendizaje.

En lo que respecta a las estrategias de evaluación formativa implementadas en el aula de clases por el
grupo de 10 docentes seleccionados, el gráfico 2 muestra la frecuencia de aplicación, este análisis
permite determinar que prácticas son las más empleadas para fomentar en los estudiantes, la autonomía,
la autorregulación, al igual que la participación activa, entre los métodos evaluados incluyen la
retroalimentación constante, la autoevaluación, la coevaluación, además de las actividades de reflexión,
mismas que son consideradas como esenciales en los procesos de enseñanza-aprendizaje enfocados en
el alumno.
pág. 1875
Gráfico 2:

Estrategias de evaluación formativa implementadas por los docentes.

Nota: El gráfico representa la frecuencia de uso de las distintas estrategias formativas implementadas por los docentes.

Los resultados expuestos en el gráfico 2 reflejan que la estrategia más empleada es la retroalimentación
continua, misma que es implementada por todos los docentes, la evidencia obtenida mediante la
observación muestra que está práctica se realiza a través de comentarios tanto orales como escritos sobre
proyectos y tareas, permitiendo que los alumnos no solo identifiquen sus errores, sino que además
apliquen mejoras inmediatas, lo cual favorece la comprensión, al igual que la autonomía. Otra de las
estrategias más aplicadas es la autoevaluación, la cual promueve la reflexión personal, así como el
desarrollo del pensamiento crítico; durante las observaciones en el aula, se logró constatar que el
estudiantado revisa sus trabajos, con base en los criterios acordados previamente, identificando los
avances y aspectos a fortalecer.

Por su parte, 7 docentes optan por implementar en el aula la coevaluación, con la finalidad de incentivar
tanto el análisis crítico como la colaboración entre pares, mediante esta técnica los alumnos evalúan los
trabajos de sus compañeros, analizan criterios de desempeño, además de que aprenden a valorar el
proceso de aprendizaje colectivo, fortaleciendo de esta manera la responsabilidad compartida. Por
último, cinco educadores aplican actividades de reflexión, en las cuales incluyen portafolios, debates,
así como autoanálisis que estimulan no solo la metacognición, sino también la toma consciente de
decisiones respecto a cómo aprender mejor. Cabe resaltar que cada uno de estos métodos consolidan el
aprendizaje significativo, al igual que la autonomía del aprendizaje.

5
7
8
10
0 2 4 6 8 10 12
Actividades de reflexión
Coevaluación
Autoevaluación
Retroalimentación continua
pág. 1876
Los resultados en conjunto, revelan que los docentes priorizan estrategias formativas tanto participativas
como activas que comprenden la reflexión, la evaluación colaborativa y la retroalimentación, con la
finalidad de fomentar un aprendizaje responsable y autónomo, ajustado con los principios pedagógicos,
promovidos por el Ministerio de Educación de Ecuador.

La observación directa en el aula además del seguimiento pedagógico efectuado durante el proceso
investigativo, posibilitó identificar los principales beneficios que genera en los estudiantes, la
implementación sistemática de estrategias de evaluación formativa por parte de los educadores, mismos
que se relacionan de forma directa tanto con el fortalecimiento de la autonomía como con el compromiso
del estudiantado con su propio aprendizaje, estos datos se muestran a continuación en el gráfico 3.

Gráfico 3:

Beneficios de la evaluación formativa observados en los estudiantes.

Nota: El gráfico muestra el porcentaje de estudiantes que reflejan los principales beneficios resultante de la implementación de
la evaluación formativa, entre los que se destaca la iniciativa para investigar, la autorregulación del aprendizaje, así como la
participación activa.

Los resultados presentados en el gráfico 3 evidencia que un alto porcentaje de alumnos manifestó
conductas vinculadas a estos beneficios, distinguiéndose la iniciativa para investigar con el 90%, como
la dimensión de mayor visibilidad, debido a que el estudiantado demostró interés en recolectar datos
adicionales, indagar por cuenta propia, así como tomar decisiones respecto a la forma de desarrollar
tanto sus proyectos como sus tareas. Este hallazgo refleja un proceso de empoderamiento académico
que promueve la independencia cognitiva.

80%
82%
84%
86%
88%
90%
Mayor iniciativa
para investigar
Autorregulación
del aprendizaje
Participación
activa
90%
84%
87%
pág. 1877
Otro de los beneficios de mayor recurrencia es la autorregulación del aprendizaje con el 84%, dado que
los estudiantes modificaron sus técnicas de estudio en respuesta a la retroalimentación recibida,
demostrando una profunda comprensión de sus debilidades y fortalezas. Este comportamiento evidencia
el desarrollo tanto de habilidades metacognitivas, como de la capacidad de gestionar de forma autónoma
su propio proceso de aprendizaje.

La participación activa alcanzó también un elevado nivel con un 87%, revelando que los alumnos
participaron en reflexiones grupales, debates, así como procesos de coevaluación, este comportamiento
fomenta no solo el aprendizaje colaborativo, sino también el sentido de responsabilidad compartida,
consolidando un entorno educativo fundamentado tanto en la autonomía colectiva como en la
corresponsabilidad.

Los resultados mostrados en el grafico 3 reflejan que la evaluación formativa además de mejorar el
rendimiento académico, potencia también la participación consciente, la autonomía, al igual que la
reflexión; los beneficios identificados corroboran que cuando se concibe la evaluación como un proceso
dialógico y continuo, aporta al desarrollo integral del estudiante, alineándose a los principios del enfoque
pedagógico del
Modelo Educativo Nacional. Hacia la transformación educativa impulsado por el
Ministerio de Educación (2023) el cual resalta la importancia de que el estudiantado participe de forma
activa en su propio aprendizaje, debido a lo cual promueve un aprendizaje tanto activo como autonómo
incentivando a los alumnos a desarrollar su pensamiento crítico, así como sus habilidades relacionadas
con el trabajo en equipo y la resolución de problemas.

Con la finalidad de complementar la información obtenida mediante el análisis cuantitativo, se
desarrolló una etapa cualitativa con el propósito de profundizar tanto en las percepciones como en las
experiencias de los docentes respecto al uso de la evaluación formativa como herramienta para el
fortalecimiento de la autonomía del estudiante, para lo cual se aplicaron entrevistas semiestructuradas a
10 docentes de diferentes instituciones educativas que han implementado estrategias formativas de
forma sistemática en las aulas.

La información recopilada fue analizada mediante un proceso de categorización y codificación temática,
en el que se identificaron patrones comunes en las respuestas proporcionadas, lo cual permitió agrupar
los resultados en tres categorías que se describen a continuación:
pág. 1878
Fortalecimiento de la autonomía de los estudiantes: Los docentes entrevistados coincidieron en señalar
que la implementación de la retroalimentación continua, la autoevaluación, al igual que la coevaluación
como estrategias de la evaluación formativa, ha permitido que el estudiantado gestione su propio
aprendizaje de una forma más reflexiva y consciente. Se observa que los alumnos adaptan sus métodos
de estudio con base en la retroalimentación recibida, lo cual evidencia un proceso tanto de
responsabilidad como de autorregulación sobre su desempeño académico.

Un docente de Décimo año de EGB señalo que “Los alumnos ajustan sus estrategias, conforme a la
retroalimentación, gestionando su propio aprendizaje”. Este hallazgo demuestra que la evaluación
formativa no solamente fomenta la reflexión respecto al aprendizaje, sino que además incentiva la
autonomía y la toma de decisiones en las labores académicas.

Beneficios pedagógicos que aporta la evaluación formativa: Los educadores resaltan que la aplicación
de la evaluación formativa ha producido un aumento en la participación activa, motivación y
autorregulación de los estudiantes. Mediante la autoevaluación, así como la coevaluación, el
estudiantado implican plenamente en las actividades que se desarrollan en clase, potenciando sus
habilidades de trabajo colaborativo, pensamiento crítico y comunicación.

Un educador que imparte clases en el Octavo año de EGB manifiesta que “Cuando los alumnos emplean
la coevaluación, no solo participan más en clases, sino que también revelan un mayor interés en
mejorar”. De esta forma, la evaluación formativa se afianza como una herramienta educativa que
favorece tanto la construcción de aprendizajes significativos, como el fortalecimiento de la autonomía
a través de la práctica reflexiva.

Desafíos en la implementación de las estrategias: Pese a los diversos beneficios observados, los
profesores manifestaron ciertas limitaciones en la aplicación sistemática de la evaluación formativa,
entre las que destacaron la falta de tiempo en la jornada laboral, así como la necesidad de una mayor
capacitación docente sobre la implementación de estrategias de retroalimentación efectivas.

Un docente del Noveno de EGB expresa que “Sería estupendo recibir más capacitación sobre cómo
implementar la retroalimentación efectiva, sin que demande mucho tiempo”. Las observaciones
muestran la relevancia de contar tanto con apoyo institucional como con una formación continua, que
le permita a los educadores mejorar la aplicación de estrategias formativas en el aula.
pág. 1879
La información cualitativa obtenida corrobora la cuantitativa, al evidenciar que la evaluación formativa
fortalece la autonomía, la participación activa y la autorregulación de los estudiantes. Del mismo modo,
se comprueba que para potenciar la efectividad de esta herramienta es indispensable proporcionar tanto
acompañamiento pedagógico como capacitación continua a los docentes, garantizando de esta manera
una aplicación no solo sostenida, sino también acorde a los lineamientos del Mineduc.

Los resultados en conjunto, evidencian que la implementación de la evaluación formativa, tiene un
significativo impacto en el fortalecimiento de la autonomía de los estudiantes. La información
cuantitativa refleja la favorable percepción del estudiantado hacia estas prácticas, así como la efectividad
de las estrategias aplicadas por los educadores, a su vez los datos cualitativos recopilados mediante
observaciones en el aula y entrevistas, revela la participación activa de los alumnos, su iniciativa no solo
para investigar, sino incluso para solucionar problemas de forma autónoma, al igual que su capacidad
de autorregulación.

Estos resultados proporcionan una visión integral que muestra el modo en que la evaluación formativa
contribuye al aprendizaje autónomo, además de cómo la implementación de esta herramienta en el aula,
no solamente mejora el desempeño académico del estudiantado, sino que además los prepara para
enfrentar con autonomía y confianza los desafíos futuros.

Discusión

Los resultados obtenidos en la investigación corroboran la efectividad de la evaluación formativa como
herramienta pedagógica, además del impacto significativo y positivo que tiene la implementación de
sus estrategias en el fortalecimiento de la autonomía estudiantil al promover en los alumnos el desarrollo
de la participación activa, así como de la autorregulación en la educación ecuatoriana. La favorable
percepción de los estudiantes hacia la aplicación de estas prácticas evidenciada en su capacidad para
planificar actividades, reflexionar acerca de su aprendizaje, al igual que para identificar sus errores,
demuestra una asimilación de procesos autorregulados.

La información recopilada tanto cuantitativa como cualitativa coincide en señalar que las estrategias
formativas implementadas por los docentes, tales como la retroalimentación continua, la autoevaluación,
y la coevaluación promueven un entorno de aprendizaje tanto colaborativo como participativo, en el que
los estudiantes asumen un rol protagónico en su proceso de aprendizaje, transformando la dinámica
pág. 1880
tradicional enfocada en los educadores, hacia una cultura de aprendizaje no solo compartido, sino
también reflexivo.

Estos resultados coinciden con lo manifestado por la
UNESCO (2020) quien señala que la evaluación
formativa no solamente mide el aprendizaje, sino que además facilita al proporcionar información tanto
significativa como continua que guía a los alumnos en su proceso educativo. La evidencia cualitativa,
así como la observacional revela que la adopción sistemática de estas prácticas docentes promueve en
el estudiantado la participación activa, al igual que el pensamiento crítico, elementos claves para el
desarrollo de la autonomía estudiantil, así como la iniciativa por investigar y solucionar problemas, lo
cual fortalece la idea de que los estudiantes pueden aismilar procesos metacognitivos, además de
gestionar de forma efectiva y consciente su propio aprendizaje.

Los resultados evidencian también que el compromiso y formación docente son factores fundamentales
para la exitosa implementación de la evaluación formativa. Una preparación adecuada, recursos, al igual
que el acompañamiento institucional permite que los educadores diseñen e implementen estrategias que
contribuyan realmente a la autonomía de los estudiantes, superando la tradicional concepción de la
evaluación enfocada solamente en la calificación. Esto es respaldado por
Duarte Castillo et al. (2025)
quienes manifestan que la efectiva aplicación de esta herramienta depende esencialmente tanto de la
continua capacitación como del compromiso de los educadores, dado que solo mediante una sólida
formación pedagógica así como de la implementación de estas prácticas diariamente en el aula, será
posible incrementar el potencial de la evaluación formativa.

La discusión de los resultados corrobora que la evaluación formativa surge como una estrategia
pedagógica fundamental en el ámbito ecuatoriano, que no solamente evidencia el aprendizaje, sino que
además lo potencia. Su coherente y contextualizada implementación contribuye tanto a fortalecer
significativamente la autonomía estudiantil como a mejorar la calidad educativa, la equidad en el
aprendizaje, así como al desarrollo integral de los alumnos, al fomentar la responsabilidad, reflexión, al
igual que la autorregulación, afianzando su papel como protagonista de su propio proceso formativo e
incentivando su autonomía de forma sostenida.

Del mismo modo refleja la necesidad de mejorar la formación docente sobre el uso de estrategias
formativas, además de afianzar una cultura evaluativa participativa e inclusiva, por lo que resulta
pág. 1881
esencial que las instituciones educativas promuevan la implementación de estas prácticas
proporcionando tanto la capacitación como los recursos necesarios para su éxito.

CONCLUSIONES

La presente investigación permitió evidenciar que la evaluación formativa constituye una herramienta
clave para fortalecer la autonomía del estudiante, al promover la participación activa, la autorregulación,
así como la iniciativa tanto para investigar como para resolver problemas independientemente. Los
resultados obtenidos mediante un enfoque mixto reflejan una correlación positiva entre la
implementación sistemática de estrategias formativas y el desarrollo de habilidades autónomas en los
alumnos de las instituciones educativas ecuatorianas,

Las estrategias formativas implementadas por los docentes comprenden la retroalimentación continua,
la autoevaluación, y la coevaluación, las cuales crean un entorno de aprendizaje colaborativo en el que
el estudiantado adopta un rol activo en su proceso educativo. Cabe resaltar que la efectividad de estas
prácticas depende de forma directa de la formación, el compromiso, al igual que del acompañamiento
docente, además de la disponibilidad de los recursos, y el adecuado apoyo institucional.

En el ámbito educativo de Ecuador, la implementación sistemática de la evaluación formativa, aporta
no solo a la mejora de la calidad, sino también a la equidad del aprendizaje, fomentando en el
estudiantado la capacidad de autogestionar su proceso educativo con responsabilidad e independencia.
Por esta razón resulta importante que el Ministerio de Educación fortalezca la formación docente sobre
la evaluación formativa, impulsando programas de continua actualización que impulse su aplicación
efectiva en los diversos niveles educativos.

El estudio reafirma que la evaluación formativa es una herramienta fundamental para que la educación
ecuatoriana avance hacia un modelo fundamentado en la reflexión, autonomía, así como en la mejora
continua, acorde con los principios de calidad e innovación que rigen la política educativa nacional.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Arauco-Mandujano, E., Tolentino-Quiñones, H., & Mandujano-Ponce, K. (2021). Aprendizaje
autónomo en la educación de jóvenes y adultos. Revista 593 Digital Publisher, 6(5-1), 31-43.
doi:https://doi.org/10.33386/593dp.2021.5-1.706
pág. 1882
Asiú Corrales, L., Asiú Corrales, A., & Barboza Díaz, Ó. (2021). Evaluación formativa en la práctica
pedagógica: una revisión bibliográfica. Revista Conrado, 17(78), 134-139. Obtenido de
http://scielo.sld.cu/pdf/rc/v17n78/1990-8644-rc-17-78-134.pdf

Bizarro Flores, W., Paucar Miranda, P., & Chambi-Mescco, E. (2021). Evaluación formativa: una
revisión sistemática de estudios en aula. Horizontes. Revista de Investigación en Ciencias de la
Educación, 5(19), 872-891. doi:https://doi.org/10.33996/revistahorizontes.v5i19.244

Black, P., & Wiliam, D. (1998). Assessment and Classroom Learning.
Assessment in Education:
Principles, Policy & Practice, 5
(1), 7-74. doi:http://dx.doi.org/10.1080/0969595980050102
Chacón Tapia, P., Yánez Soria, J., Soria Vásquez, M., Caillagua Robayo, D., & Siza Moposita, C.
(2023). Evaluación formativa y sumativa en el proceso educativo: Revisión de técnicas
innovadoras y sus efectos en el aprendizaje del estudiante. Revista Multidisciplinar Ciencia
Latina, 7(2), 2002-2018. doi:https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v7i2.5450

Chavez Mauricio, L., Peña Rojas, C., Gomez Torres, S., & Huayta-Franco, Y. (2021). Evaluación
formativa: Un reto en la educación actual. Revista 3C TIC, 10(3), 41-63. Obtenido de
https://3ciencias.com/articulos/articulo/evaluacion-formativa-un-reto-en-la-educacion-actual/

Cruzado Saldaña, J. (2022). La evaluación formativa en la educación. Revista Comuni@acción, 13(2),
149-160. doi:https://doi.org/10.33595/2226-1478.13.2.672

Duarte Castillo, B., Jumbo Jaramillo, M., León Villón, A., Gavilánez López, L., & Romero Saldarriaga,
M. (2025). La evaluación formativa en la Educación Básica de Ecuador: Un eje para la calidad
educativa. Revista Científica Multidisciplinaria Ciencia y Reflexión, 4(3), 1320-1350.
doi:https://doi.org/10.70747/cr.v4i3.445

Falcón Ccenta, Y., Aguilar-Hernando, J., Luy-Montejo, C., & Morillo-Flores, J. (2021). La evaluación
formativa, ¿Realidad o buenas intenciones? Estudio de caso en docentes del nivel primario. 9(1),
e1041. doi:https://doi.org/10.20511/pyr2021.v9n1.1041

Gómez Ramírez, H., Escobar Gutiérrez, E., Venegas Soberón, M., Gómez Ramírez, V., & Gómez
Ramírez, H. (2024). Aprendizaje y desarrollo autónomo en la educación. LATAM Revista
Latinoamericana de Ciencias Sociales y Humanidades, 5(5), 27-36.
doi:https://doi.org/10.56712/latam.v5i4.2584
pág. 1883
Huauya Huamani, L., Vacas-Gonzales, F., & Solis Trujillo, B. (2023). Evaluación formativa y desarrollo
de competencias en el proceso educativo: Una revisión sistemática. Horizontes. Revista de
Investigación en Ciencias de la Educación, 7(30), 2020-2044.
doi:https://doi.org/10.33996/revistahorizontes.v7i30.646

Luján Meneses, R., & Bejarano Álvarez, P. (2024). Estrategias de evaluación formativa: Una revisión
sistemática. Horizontes. Revista de Investigación en Ciencias de la Educación, 8(33), 1033-
1046. doi:https://doi.org/10.33996/revistahorizontes.v8i33.781

Mineduc. (2021). Transformaciones Educativas en Ecuador. Obtenido de https://educacion.gob.ec/wp-
content/uploads/downloads/2021/05/Transformaciones-educativas-en-Ecuador.pdf

Mineduc. (2023). ACUERDO Nro. MINEDUC-MINEDUC-2023-00012-A . Obtenido de
https://educacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2023/04/MINEDUC-MINEDUC-
2023-00012-A.pdf

Ministerio de Educación. (2023). Modelo Educativo Nacional. Hacia la transformación educativa.
Obtenido de https://educacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2023/11/Modelo-
Educativo-Nacional.pdf

Ministerio de Educación. (10 de Enero de 2025). Datos Abiertos del Ministerio de Educación del
Ecuador. Obtenido de Educación: https://educacion.gob.ec/datos-abiertos

Ministerio de Educación de Ecuador. (2021). Instructivo para la Evaluación Estudiantil Plan Educativo
Aprendemos juntos en casa 2021 - 2022. Obtenido de https://educacion.gob.ec/wp-
content/uploads/downloads/2021/07/instructivo-de-evaluacion-estudiantil-de-regimen-Costa-
Galapagos-2021-2022.pdf

Ministerio de Educación de Perú. (2021). Desarrollo de la autonomía de las y los estudiantes. Obtenido
de
https://repositorio.minedu.gob.pe/bitstream/handle/20.500.12799/7669/Desarrollo%20de%20l
a%20autonomia%20de%20las%20y%20los%20estudiantes.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Ministerio de Educación Ecuador. (2017). Reglamento General a la LOEI. Obtenido de
https://educacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2017/05/Reglamento-General-Ley-
Organica-Educacion-Intercultural.pdf
pág. 1884
Moreno Olivos, T., & Ramírez Elías, A. (2022). Evaluación formativa y retroalimentación del
aprendizaje. En M. Sánchez Mendiola, & A. Martínez González (Edits.), Evaluación y
aprendizaje en educación universitara: estrategias e instrumentos (1° ed., págs. 65-79).
UNAM. Obtenido de
https://www.researchgate.net/publication/362482770_Evaluacion_formativa_y_retroalimentac
ion_del_aprendizaje_2022

Muñoz Paz, V., Figueroa Coronado, E., & Ortecho Rodríguez, Z. (2022). La evaluación formativa una
oportunidad de mejora en los aprendizajes. Revista Tecnohumanismo, 2(3), 305-326.
doi:https://doi.org/10.53673/th.v2i3.168

Pardo Balibrea, M. (2019). Aspectos fundamentales de la evaluación formativa. Publicaciones
Didácticas(104), 297-300. Obtenido de https://files.core.ac.uk/download/235850423.pdf

Peralta Macedo, A. (2023). Aprendizaje autónomo del estudiante de educación básica: Una revisión
bibliográfica. Revista UCV-SCIENTIA, 15(1), 72-86. doi:https://orcid.org/0009-0004-4274-
243X

Ponce-Aguilar, E., & Marcillo-García, C. (2020). Auto-evaluación y coevaluación: una experiencia en
el proceso de enseñanza-aprendizaje. Revista Dominio de las Ciencias, 6(2), 246-260. Obtenido
de https://dominiodelasciencias.com/ojs/index.php/es/article/view/1216

Romero Ruíz, I., Alvarado Guerrero, I., & Cepeda Islas, M. (2024). El aprendizaje autonómo en la
Educación Superior. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 8(4), 11369-11400.
doi:https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i4.13306

Sanchez-Peña, H., Ipushima-Ochavano, D., & Solís-Trujillo, B. (2023). Aplicación de la evaluación
formativa en estudiantes de educación superior. Horizontes. Revista de Investigación en
Ciencias de la Educación, 7(27), 254-265.
doi:https://doi.org/10.33996/revistahorizontes.v7i27.511

Solórzano-Mendoza, Y. (2017). Aprendizaje autónomo y competencias. Revista Dominio de las
Ciencias, 3(1), 241-253. Obtenido de
https://dominiodelasciencias.com/ojs/index.php/es/article/view/390
pág. 1885
Tapia Ramos, G., & Santa María Relaiza, H. (2024). Prácticas de evaluación formativa en educación:
Tendencias en Latinoamérica y el mundo. Chakiñan, Revista de Ciencias Sociales y
Humanidades(26), 297-318. doi:https://doi.org/10.37135/chk.002.26.14

UNESCO. (2020). Experiencias de evaluación formativa entre miembros de comunidades educativas
latinoamericanas: caracterización de los resultados de encuesta de la UNESCO sobre
evaluación formativa. Obtenido de https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000374611

Valdez Valdez, L., Sánchez Uscamayta, J., & Lescano López, G. (2023). Evaluación formativa:
retroalimentación, estrategias e instrumentos. Revista Educación, 47(2), 1-24.
doi:https://doi.org/10.15517/revedu.v47i2.53987

Villoria Nolla, M., & Mendoza Barroso, E. (2023). La autonomía del aprendizaje como factor clave del
proceso de construcción del conocimiento. Revista Edusol, 23(83), 1-13. Obtenido de
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-80912023000200180